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Bendiciones y maldiciones.

Material conmovedor de la Biblia esta semana, cuando


Moisés nuevamente advierte a su congregación. El gran profeta les recuerda que
viviendo una vida de bondad les traerá bendiciones, mientras que el ignorar el
llamado Divino inexorablemente lleva a una existencia maldita.

Moisés prologa su admonición con la palabra hebrea Ree, "Mira", Mira, presento
ante ti hoy una bendición y una maldición. ¿Pero por qué "mira"? ¿Qué hay para
ver? ¿Les mostró algo? La Torá no usa un lenguaje florido sólo porque tiene un
lindo sonido y suena poético. ¿Qué hay para ver? ¿Por qué Ree?

Una respuesta es que como miramos, puede en si mismo determinar si nuestras


vidas serán bendecidas o maldecidas. ¿Cómo miramos a otros, a nosotros
mismos? Nuestra perspectiva, como contemplamos y vemos las cosas, tendrá
como resultado que nuestras vidas sean bendecidas o, Di-s no permita, lo
contrario.

El santo Rabí Levi Itzjak de Berditchev una vez encontró casualmente a un


hombre joven y fuerte que descaradamente estaba comiendo en Iom Kipur. El
Rabí sugirió que quizás se sentía enfermo. El individuo insistió que estaba
completamente saludable. ¿Quizás olvidó que hoy era el santo día de ayuno?
"¿Quién no sabe que hoy es Iom Kipur?" Respondió el joven. ¿Quizás nunca le
enseñaron que los judíos no comen en este día? "¡Cualquier niño sabe que Iom
Kipur es un día de ayuno Rabí!" En ese instante Rabí Levi Itzjak alzó sus ojos al
cielo y dijo "Señor del Universo, ¡Mira cuan maravilloso es tu pueblo! Aquí hay un
judío que, a pesar de todo, ¡se rehúsa a decir una mentira!" El Berditchever
siempre podía ver a los otros con ojos compasivos, comprensivos y benevolentes.

¿Cómo vemos la buena fortuna que disfrutan otros? ¿Nos sentimos felices por
ellos, o los miramos con envidia? ¿Cómo vemos nuestros propios defectos?
¿Somos objetivamente confiables o inclinados a la subjetividad? "Él es un tacaño,
un bueno para nada. ¿Yo? Yo soy cuidadoso al gastar mi dinero". "Ella es aburrida
entre las aburridas, una anti-social. ¿Yo? Yo disfruto permaneciendo en casa". "¡Él
es terco como un buey! ¿Yo? Yo soy una persona determinada".

Claramente la forma en que miramos a nuestro mundo y a los que nos rodean
tendrá un gran impacto en nuestra forma en que nos tratará la vida. Muy
justificadamente Moisés dijo "Mira". Pues el como vemos las cosas de la vida
indudablemente afectará las consecuencias de la vida.

El sexto Lubavitcher Rebe, Rabí Iosef Itzjak Schneerson (1880-1950) una vez
narró que cuando era un niño pequeño le preguntó a su padre: "¿Por qué las
personas tienen dos ojos?" "El ojo derecho" respondió su padre "es para usarlo
amorosamente cuando miramos a nuestro hermano judío; el ojo izquierdo es para
usarlo con discernimiento, cuando miramos dulces y otros objetos que no son
importantes en el gran proyecto de las cosas".

(Cuando estaba en la ieshivá, el mismo edificio también albergaba una sinagoga


en la que a menudo nosotros interactuábamos con los adultos que venían
al minian diario. Un caballero en particular, que en paz descanse, siempre parecía
más bien malhumorado, lo que ustedes pueden llamar un viejo gruñón. No puedo
recordar si realmente era un poco bizco o no, pero lo llamábamos "ojo izquierdo
Sam" porque siempre parecía estar mirando a los estudiantes con ese proverbial
ojo izquierdo).

La Parashá llamada Ree, "Mira", es un recordatorio perenne para todos nosotros,


de que aun nuestra visión puede traer virtud o vicio. Miremos al mundo
correctamente e invitemos que vengan las bendiciones de Di-s a nuestras vidas.

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