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Contribuciones de los antiguos griegos

Lo que los antiguos griegos aportaron a la economía fue una aproximación racional a la
ciencia social en general. Los pensadores griegos se interesaron principalmente por la
eficiencia económica y organizativa y su visión del mundo era antropocéntrica, no
mecanicista. En otras palabras, el hombre era el centro de todas las cosas. Los antiguos
griegos se interesaron por las capacidades autor reguladoras y con la maximización de la
felicidad humana, pero no descubrieron el mercado auto regulador, que es la esencia de la
economía moderna.

La antigua cultura griega admitía dos ideas opuestas de individualismo, un gobernante


autoritario tenía el poder para tomar decisiones administrativas en nombre de los intereses
de la sociedad, Esto llevo al desarrollo del cálculo racional basado en la idea de un
individuo definido de modo abstracto como la unidad social básica. Por otra parte, cada
familia era patriarcal y dirigida hacia el éxito, lo que llevó al desarrollo del ciudadano
individual (solo el hombre) como quien fundamentalmente tomaba las decisiones. Estas dos
formas opuestas de individualismo, <<macro>>, contribuyeron al énfasis formal de la
sociedad griega sobre la administración de la casa (oikonomía) y al desarrollo de un cálculo
hedonístico del egoísmo racional.

Los siguientes componentes de la economía moderna tuvieron su origen en el pensamiento


griego: el cálculo hedonístico, el valor subjetivo, la utilidad marginal decreciente, la
eficiencia y la asignación de recursos. Los principales autores de este período que
contribuyeron al análisis económico fueron Jenofonte, Platón, Protágoras y Aristóteles.

Ideas de Jenofonte sobre organización valor y división del trabajo.

Jenofonte (h. 427-355 a.C) debe ser considerado como uno de los primeros economistas.
Jenofonte expresó sus ideas en términos del individuo que toma decisiones, sea jefe militar,
administrador público o cabeza del hogar familiar. Un buen administrador se esfuerza por
incrementar el tamaño del excedente económico de la unidad que supervisa (por ejemplo, la
familia, la ciudad o el Estado). Para Jenofonte esto se logra por medio de la habilidad del
orden y uno de los principios económicos más básicos, la división del trabajo. Jenofonte
atribuyo un aumento en la cantidad y calidad de los bienes al principio de la división del
trabajo.

Jenofonte busco también una distinción significativa entre un concepto subjetivo puramente
individual del valor y un concepto general más objetivo de riqueza o propiedad. En su
discusión sobre la administración de la hacienda observo que <<las mismas cosas, para el
que sabe hacer uso de cada una de ellas, son bienes y para el que no sabe, no son bienes.
Una flauta, por ejemplo, para quien sabe tocarla bien, es un bien, y para quien no sabe, no
lo es más que piedras inútiles… a no ser que la venda…>>, pero si nos causan daño no son
bienes. <<Tampoco la tierra es un bien para el hombre que la cultiva de tal guisa que se
perjudica cultivándola>>. La idea de que es la consecuencia de placer producido por un
bien, y no el propio bien.

Platón y la tradición administrativa

En contraste con él interés de Jenofonte por la naturaleza práctica de liderazgo y de la


política. Platón (h. 427-327 a.C) analizo toda la estructura política y económica del estado.
Platón se interesó por el óptimo de la combinación gobierno/economía, y se acercó al
mismo clarificando el imperativo moral de la justicia. La noción de Platón de un Estado
óptimo es una situación rígida, estática e ideal, siendo cualquier cambio de la misma algo
que él considero regresivo. Reconociendo la especialización y división del trabajo como
una fuente de eficiencia y productividad. Platón abordo la cuestión de cómo deben
distribuirse los bienes. Su respuesta fue que los bienes se distribuyen a través de un
mercado, siendo el dinero como un símbolo para el intercambio. Los elementos del control
que Platón patrocinó eran la moneda autorizada, que debe administrase para eliminar el
beneficio y la usura, la costumbre o la tradición para mantener constantes las cuotas
distributivas, de acuerdo con principios matemáticos. Platón vio al beneficio y al interés (es
decir, el beneficio sobre el dinero) como amenazas al status quo. De acuerdo con la
tradición administrativa, construyo un Estado ideal sobre el fundamento del liderazgo sabio
y eficiente. Dada la estructura social ideal de Platón, el sustento de la clase gobernante es
problemático sin la producción básica de bienes a cargo del resto de la ciudadanía. Platón
toleraba e dinero y el comercio como <<males necesarios>>. A causa de su concepción de
la mejor sociedad como algo absoluto y estático, cualquier cosa que amenazase el status
quo era igualmente considerada como una amenaza al bienestar social.

Protágoras y el cálculo hedonístico

Protágoras (h. 480-411 a.C.) fue un relativista. Sostenía que no existe ninguna verdad
objetiva, sino solo opiniones subjetivas. Este subjetivismo queda ejemplificado en la
famosa máxima que se le atribuye “el hombre es la medida de todas las cosas” Según
Protágoras corresponde a los ciudadanos de un Estado decidir lo que constituye el bienestar
social y cómo lograrlo. El subjetivismo de Protágoras se basaba en la interacción entre la
percepción humana y los fenómenos físicos. Así para Protágoras, a diferencia de Platón, el
tema de los medios era más importante que el de los fines. La estabilidad social tenía que
asegurarse mediante la participación individual en la elección de los fines. (Por analogía
con la economía, la estabilidad del mercado se establece a través de la participación activa
de los participantes del mercado).

S.T. Lorry (the Archeology of economic ideas, p.159) formula algunos alegatos en nombre
de Protágoras. Afirma que la doctrina del hombre-medida de Protágoras es la idea matriz de
la teoría del valor trabajo y la idea del individualismo subjetivo. También defiende que
Protágoras anticipó dos de los elementos más básicos de la teoría económica moderna:

1. La manera que tiene el mercado de maximizar la utilidad a través de su función de


asignación de recursos
2. El uso de la medición hedonística en la evaluación de la elección.

Aristóteles y el intercambio entre dos partes

Aristóteles estaba interesado en el potencial analítico de la comparación de ediciones de


utilidad. También discutió el valor en términos de comparaciones incrementales, aunque, su
comparación del valor basado en la utilidad marginal subjetiva se desarrollaron
completamente distinto a la teoría del precio.

Aristóteles comenzó a analizar el intercambio aislado como opuesto al intercambio de


mercado. Los economistas definen al intercambio asilado como el que se realizan dos
partes que intercambian bienes de acuerdo con sus propias preferencias subjetivas, sin
referencia a cualesquiera oportunidades alternativas en el mercado.
La naturaleza del gobierno

Aristóteles no aceptó la concepción de Estado ideal de su maestro Platón. En cambio,


defendió la propiedad privada para todas las clases, como base que promueve la eficiencia
económica, la paz social y estimula el desarrollo del carácter moral.

La naturaleza del comercio

Él veía el intercambio como un proceso bilateral en el que ambas partes aumentarían su


bienestar como resultado del intercambio. Este se produce cuando dos partes de un
comercio potencial tienen un excedente que están dispuestas a sacrificar a cambio de los
bienes de una y otra.

Aristóteles estableció claramente las siguientes proporciones:

1. El comercio aparece sólo cuando existe un excedente.


2. Debe haber diferentes estimaciones subjetivas, entre los individuos que comercian,
acerca del valor de cada excedente.
3. Los individuos deben establecer una relación que reconozca la ventaja mutua
potencial del intercambio.
4. Si surge una disputa en el intercambio aislado, respecto a la asignación específica de
los beneficios, la proporción adecuada tendrá que determinarse por parte de una
autoridad administrativa, teniendo en cuenta las reglas comunes de justicia y el
bienestar del Estado.
5. Aristóteles advirtió que lo que es raro es que un mayor bien sea abundante.
6. Si surge una disputa en el intercambio aislado, respecto a la asignación específica de
los beneficios, la proporción adecuada tendrá que determinarse por parte de una
autoridad administrativa, teniendo en cuenta las reglas comunes de justicia y el
bienestar del Estado.
7. Aristóteles advirtió que lo que es raro es que un mayor bien sea abundante.

NOCIONES DE INTERCAMBIO, Y ACUERDOS

Ideas de Aristóteles sobre el dinero e interés


Consideró el dinero como un depósito de valor. El interés de Aristóteles por la
justicia y la naturaleza administrativa de la economía le llevó a una discusión del dinero
como objeto del comportamiento adquisitivo. Y particularmente a un examen del interés
como un rendimiento no natural. Aristóteles creía que la moneda acuñada permitía el
desarrollo de un intercambio innecesario. También, no aprobaba el uso del intercambio
como mecanismo para la acumulación de riqueza.

Contribuciones Romana y del primitivo cristianismo

En la época en que Roma sustituyó a Grecia como centro del pensamiento occidental se
habían desarrollado y difundido por todo el imperio importantes intereses comerciales. La
Republica romana había suficientes problemas económicos como para emplear una legión
de economistas y asesores gubernamentales: problemas de comercio, finanzas, guerras,
colonización y esclavitud, por mencionar solo unos pocos. Por tano que apareciera un poco
trabajo auténticamente analítico en economía durante este periodo.

Una posible respuesta a este enigma es que la estructura social de la antigua Roma no
congeniaba con los intereses puramente intelectuales. La gran realización de la sociedad
romana fue el derecho. Desde un punto de vista social, fue la gloria suprema de uno de los
mayores imperios en la historia del mundo. El derecho Romano se dividía entre un derecho
civil que aplicaba solo a relaciones entre ciudadanos y una especia de derecho común, que
regulaba las relaciones comerciales y de otro tipo entre los no ciudadanos. Este último
cuerpo jurídico se convirtió en un depósito de principios económicos, que más tarde
brindaron un punto de partida para el análisis económico, especialmente en la Edad Media.
El derecho romano de la propiedad y los contratos se convirtió subsiguientemente en el
sostén principal d los sistemas legales en el mundo occidental.

La economía en una sociedad feudal

La forma dominante de la organización económica en la edad Media fue el feudalismo. Era


un sistema de producción y distribución en el que la propiedad de la tierra no era absoluta
ni estaba desvinculada de unos deberes, como lo había sido en la antigua Roma e iba a serlo
de nuevo en la época moderna. El rey era el depositario de todos los derechos de propiedad
legales.
La producción económica en el feudalismo tenía lugar en el feudo, o finca agrícola. El
producto se obtenía en pequeña escala, utilizando técnicas agrícolas relativamente
primitivas. Los servicios de trabajo los prestaban los siervos vinculados a la tierra más que
a la persona que la “poseía”. El objetivo del feudo era la autosuficiencia; las actividades
comerciales entre regiones y/o países estaban severamente limitadas. En suma, el marco
económico y social del feudo era análogo en muchos aspectos de la polis o ciudad-estado
griega.

Dos factores importantes que distinguían a la Edad Media de la antigüedad griega fueron su
unidad doctrinal, proporcionada por la iglesia católica romana, y la omnipresencia del
mecanismo del mercado. La sociedad medieval, un tanto de mala gana, alimento una forma
naciente de capitalismo, a medida que los mercados económicos se iban atrincherando en el
tejido de la vida diaria.

UNIDAD DOCTRINAL

El análisis económico escolástico

El poder y la influencia de la Iglesia Católica en la Edad Media se debía a su autonomía en


las cuestiones espirituales. La clerecía medieval conservó la única luz que brillaba en
aquella edad oscura, el saber. La economía medieval fue producto de la clerecía.

La economía escolástica se le percibe comúnmente como una sarta de falacias fuera de


lugar sobre el precio de mercado, el interés y la propiedad.

El método escolástico.

El autor formulaba una cuestión, a la que seguía una exposición larga y detallada de las
opiniones que iban a ser refutadas o reinterpretadas. Con el tiempo, se daba una respuesta y
se producía una documentación. Aunque este método puede parecernos decididamente no
científico, fue el procedimiento aceptado durante el período medieval. El principal interés
de la clerecía era la justicia. Una forma de la justicia es la justicia en el intercambio.

Trabajo y gastos: el análisis de Alberto Magno

Fue el primer aristotélico latino. Lo que hizo Alberto fue implantar en el pensamiento
occidental la noción persistente de que el valor en el intercambio debe ajustarse al coste de
producción. Alberto argumentando que existen un orden natural y un orden económico,
sostuvo que en éste último los bienes se miden en relación con el trabajo. Relacionó los
costes de producción con la “conjunción cruzada” del modelo de Aristóteles, advirtiendo
que si el precio de mercado no cubre los costes de producción ésta con el tiempo cesará.
Sugería que el precio podía tratarse como un valor de equilibrio y establecía una variable
económica como regulador del valor.

Necesidades humanas: el análisis de Tomás de Aquino

Tomás de Aquino se percató de que debía mejorar la teoría del trabajo, observando que los
hombres no ordenan siempre las cosas según el orden natural. Primero, reafirma la doble
medida de los bienes (valor de uso frente a valor de cambio) que había establecido
Aristóteles; y, segundo, introducen la necesidad en la fórmula del precio. Aquino
argumentó que el precio variaba con la necesidad. La indigencia se convirtió en un
regulador del valor.

Demanda efectiva: la contribución de Jean Buridan

Fue Buridan quien acercó la noción escolástica de indigencia mucho más al concepto
moderno de demanda efectiva. Describió la pobreza como un estado en el que alguien no
tiene lo que desea, de tal manera que el término podía aplicarse a los bienes de lujo. Aquino
y John Duns Scoto fueron portavoces de una «doble regla». Decían que un vendedor podía
dar un precio más alto de su bien, bajo dos condiciones:

1) tenía que ver con un sacrificio extraordinario de esta forma

2) los Padres de la Iglesia darían su bendición y así el vendedor podría compensar su


pérdida, sin embargo; el individuo no podía aumentar su beneficio sólo porque él lo
desease.

Duns Scoto sostenía que una cosa no es preciosa por sí misma, sólo porque el comprador la
prefiera en grado muy alto. La esencia de cada argumento está en que no es correcto
aprovecharse de unas necesidades intensas del comprador.

La doctrina de la usura
En tanto que el interés se considera generalmente como el precio del dinero, una teoría del
interés puede considerarse simplemente como un subconjunto de la teoría general del valor.
Pero en la edad Media, pocos temas evocan tanta controversia como el de las condiciones
en las que se permitía interés. Además, la iglesia tenía una posición oficial sobre el asunto.
Aunque la idea de que el interés o “beneficio”, de los prestamos no es correcto puede
remontarse al Antiguo Testamento, la iglesia Católica Romana no introdujo el precepto
contra la usura en su doctrina oficial hasta el siglo IV, cuando el concilio de Nicea prohibió
la practica entre los clérigos. Durante la Edad Media la usura y la doctrina del “precio
justo” fueron los principales temas económicos que ocuparon a los escolásticos.

CONCLUSIONES:

En este capítulo los autores nos brindan una buena cronología económica, es decir nos
llevan de la mano para analizar las ideas sobre la economía, en el primer aspecto nos
mencionan que los griegos, fueron los primeros en tener estas ideas, y sobresalen
personajes como Jenofonte, Protágoras, Platón y Aristóteles, puedo rescatar en esta parte
como relevantes a los dos últimos, a Platón , con esa idea de que el estado regule todos
estos movimiento, es decir que todo sea distribuido de forma equitativa, me atrevo a decir
que fue de los precursores de esta idea socialista. En el caso de Aristóteles, lo pongo como
la contra, este mismo como el precursor de ideas capitalistas, a diferencia de Platón,
Aristóteles tenía una idea un poco más estructural izada sobre los intercambios, además
Paltón decía que el dinero era un mal necesario, en cambio Aristóteles tomaba en dinero
como un depósito de valor, tiempo después, en la edad media retomarían las ideas
económicas aristotélicas.

Hablando sobre el papel de los romanos, se puede decir poco, pero tiene un papel
importante en la actualidad, el derecho, fue un legado que nos han dejado los romanos, y en
especial los contratos, que en el 2016 el premio nobel de economía fue “teoría de contratos”
ahí es donde nos damos cuenta de que su aporte fue poco pero muy importante, como una
forma de distribución equitativa y eficiente.
En el caso de los musulmanes el que invadieran el occidente, yo no lo veo como algo malo,
puesto que estas civilizaciones fuertes existieron grandes aportaciones de su parte, pues el
sistema numérico pienso yo que fue lo de lo mejor que se le pudo “regalar” a la sociedad
occidental.

A partir de una economía Medieval, fue de los primeros sistemas económicos un poco más
formales, puesto que es el principio del sistema capitalista. Y donde vendrían después
muchos pensadores que hicieron tanto como aportaciones y críticas a este sistema.

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