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MARCO TEÓRICO DISCIPLINAR

Esta secuencia está pensada para llevarse a cabo en 2° año de la educación primaria. Tendrá
como objetivo que los niños/as puedan distinguir las diferencias entre la producción de un
bien en forma industrial y artesanal.
Es importante que los niños/as inicien un proceso de saberes sobre distintas sociedades,
vinculados con la cultura y la organización del espacio. El espacio es lo primero, lo dado.
Todos los espacios son naturales hasta que el hombre lo modifica. Por ello, es importante
que la enseñanza de los espacios rurales se provea de tal modo que los alumnos/as puedan
avanzar progresivamente en el conocimiento y en la formulación de algunas explicaciones
sobre los cambios y las transformaciones producidas en estos territorios.
La práctica de la agricultura y de la cría de animales permitió a los hombres asentarse en un
lugar y no tener que trasladarse para conseguir alimentos. Las sociedades comenzaron a
tener una organización en una actividad habitual y poco a poco esas transformaciones
económicas y sociales repercutieron en una organización del espacio: surgieron áreas
dedicadas a tareas rurales y otras estaban ocupadas por aldeas, donde vivían los
campesinos. Además surgieron otros espacios geográficos diferenciados, las áreas urbanas
o ciudades.
Durante miles de años las actividades agrícola y ganadera fueron la fuente más importante
de producción de alimentos.
Las actividades económicas se organizan mediante circuitos productivos y se clasifican en
tres etapas: etapa agrícola, etapa de manufactura y etapa comercial.
En la etapa agrícola se ubican las actividades que explotan directamente los recursos
naturales, con la finalidad de obtener alimentos o materias primas. Las materias primas o
insumos son elementos que, para satisfacer alguna necesidad, requieren una
transformación. A veces se extraen directamente de la naturaleza y otras, son productos
industriales intermedios.
En la etapa manufactura se agrupan las actividades que elaboran las materias primas y las
transforman en otros bienes.
La etapa comercial está integrada por las actividades productoras de servicios destinados a
la producción y al consumo. Algunas de las actividades que pertenecen a esta son el
transporte, los seguros, los servicios de salud y sanitarios, la educación y el turismo.
En esta secuencia profundizaremos en los trabajos, trabajadores y tecnología involucrados
en procesos de fabricación industrial y artesanal.
La diferente formas en que se organizan los espacios para obtener bienes a partir de un
proceso industrial y artesanal.
Esas actividades dependen de la oferta de recursos naturales y la disponibilidad de la
tecnología. Muchas veces, se ven afectadas por los desastres naturales, que pueden
provocar grandes pérdidas económicas. Por otro lado, Ariel Denkberg y Sebastián Díaz, en
su texto Enseñar sobre el trabajo en la Argentina (2010) nos dicen que “El trabajo ha sido
siempre una actividad fundamental en la vida humana. Más allá de los cambios en el
tiempo y en diferentes lugares, fue, y sigue siendo, la actividad principal a través de la cual
los humanos transformamos la naturaleza y nos procuramos la subsistencia. Además, el
trabajo organiza y da sentido a gran parte de las relaciones sociales. Condiciona el lugar de
cada persona en la sociedad”. Es importante que los niños/as conozcan que en la
actualidad, así como en el pasado, existen transformaciones de la naturaleza que las
personas producen para poder satisfacer sus necesidades. El producto de esa relación entre
sociedad y naturaleza es lo que se define como espacio geográfico: el resultado del trabajo
colectivo y también el escenario material para el desarrollo de la vida social. Por eso, la
idea que guía el desarrollo de esta propuesta es que los espacios geográficos son un
producto social e histórico y estos van a condicionar las prácticas de producción de
mercancía o bienes primarios.
De todas las actividades económicas, la actividad agropecuaria es la que más depende de
las condiciones naturales, en especial del tipo de suelo, de las temperaturas, de la
distribución de las precipitaciones, y de la presencia de redes hidrográficas de importancia.
La agricultura es una actividad económica de gran importancia y abarca amplias
extensiones. Genera el 80% de los alimentos que consume la humanidad y proporciona las
materias primas que se emplean en los procesos industriales. Pero, así como ocurre con las
proporciones de agua potable disponible del planeta, sólo una décima parte de las tierras
emergidas pueden ser utilizadas para la agricultura. Por ese motivo, algunas áreas que hoy
están cubiertas por los bosques son deforestados con el fin de utilizarlas para desarrollar
cultivos. El agotamiento de los suelos y el aprovechamiento irracional del agua de riego son
algunos de los problemas que enfrenta la actividad agropecuaria.
La ganadería es una actividad económica de origen muy antiguo que consiste en el manejo y
explotación de animales domesticables con fines de producción, para su aprovechamiento.
Dependiendo de la especie ganadera, se pueden obtener diversos productos derivados, tales como la
carne, la leche, los huevos, los cueros, la lana y la miel, entre otros. La ciencia encargada del
estudio de la ganadería es la zootecnia y los profesionales encargados directamente del desarrollo de
la producción animal son los ganaderos, ayudados por los zootecnistas y los ingenieros de
producción animal, en estrecha colaboración con los médicos veterinarios que son los encargados
de la prevención y control de las enfermedades de los animales.
Los ganados más importantes en número a nivel mundial son los relacionados con la ganadería
vacuna, bovina, la ovina y la porcina. Sin embargo, en algunas regiones del planeta otros tipos de
ganado tienen mayor importancia, como el caprino y el equino, como así también la cunicultura, la
avicultura y la apicultura.
La ganadería está relacionada con la agricultura, ya que en una granja ambas pueden estar
relacionadas. En estos casos el ganado aporta el estiércol, que es utilizado como abono, y los
cultivos aportan el alimento para los animales.
La aplicación de avances científicos y tecnológicos permite que, un pequeño porcentaje de
la población se dedique a estas actividades. Algunas de esas intervenciones son las
siguientes:
-TECNOLÓGICAS: En los últimos años se ha producido un enorme avance en la
mecanización de las tareas del campo, que anteriormente se realizaban de forma manual,
aunque en algunas regiones se siguen utilizando prácticas artesanales.
-CIENTÍFICAS: El cambio de la investigación científica de las universidades y los
productores del campo produjo conocimientos que se aplican en el sector agropecuario.
Además promueve la capacitación de los agricultores y ganaderos en las áreas técnicas y
científicas y en la gestión económica.
Además, las actividades agropecuarias se realizan en climas templados, que son
característicos de países como la Argentina, Brasil, Venezuela, Australia y Nueva Zelanda.
En esta modalidad se combinan la agricultura con la ganadería y existe cierta inversión de
capitales en avances tecnológicos.
En nuestro país existen las siguientes regiones geográficas naturales, las Sierras
Pampeanas, la región Pampeana, Cuyo, el NOA (Noroeste Argentino), Meseta subtropical,
la Patagonia, el Mar Argentino y la Antártida, que se diferencian por el relieve, el clima y
actividades que se desarrollan en las mismas. Tomando como referencia el texto de “Las
transformaciones regionales” de Alejandro Rofman. “Los procesos económicos y sociales,
al darse en territorio determinado, no son más que la expresión del desarrollo histórico de
una sociedad”. El desarrollo particular de cada una de estas regiones ha experimentado
profundas transformaciones, que afectaron tanto las áreas, como a los actores sociales.
Cada región cuenta con procesos productivos característicos, basados en la explotación de
sus recursos primarios, actividades agrarias, explotación de recursos no renovables
ubicados en el subsuelo, procesos industriales de alta complejidad y destino de sus bienes, y
las actividades relacionadas con el proceso de urbanización respectivos. Para
comprenderlos tenemos que tener en cuenta los factores de la producción (la tierra, el
trabajo, el capital); las fases de la producción (el eslabón agrícola, industrial y comercial);
los agentes económicos (productores pequeños, medianos y grandes; empresas nacionales y
extranjeras); los condicionantes de la actividad (disponibilidad de recursos, acceso a las
tecnologías); la relevancia económica y social de ese circuito en la región y el papel del
Estado. La elaboración de un bien supone sucesivas etapas que a menudo se llevan a cabo
en sitios distantes unos de otros. Estos espacios geográficos vinculados como consecuencia
de los procesos de fabricación de bienes se denominan espacios productivos. Las
economías del campo y de la ciudad están vinculadas: casi todas las actividades primarias
se concentran en los ámbitos rurales, mientras que en las ciudades se desarrollan las
actividades industriales y comerciales.
La fabricación de bienes, que transforma a las materias primas, se da a partir de dos formas
de trabajo, el trabajo artesanal y el trabajo industrial.
Artesanal se refiere al trabajo de un artesano o artesana (normalmente realizado de forma
manual por una persona, sin el auxilio de maquinaria o automatizaciones), como al objeto o
producto obtenido en el que cada pieza es distinta a las demás. La artesanía como actividad
material se diferencia del trabajo en serie o industrial. Para que una artesanía sea tal debe
ser trabajada a mano y cuanto menos procesos industriales tenga, más artesanal va a ser. La
artesanía es un objeto totalmente cultural, ya que tiene la particularidad de variar
dependiendo del contexto social, el paisaje, el clima, los recursos y la historia del lugar
donde se realiza.
La industria es la actividad que tiene como propósito transformar las materias primas en
productos elaborados o semielaborados, utilizando una fuente de energía. Además de
materiales, para su desarrollo la industria necesita maquinaria y recursos humanos
organizados habitualmente en empresas por su especialización laboral. Existen diferentes
clases de industrias en virtud del propósito ético fundacional de su actividad (ecológicas:
fundamentos ecologistas) y tipos que la demarcan en ámbitos sectoriales según sean los
productos que fabrican. Por ejemplo, la industria alimentaria se dedica a la elaboración de
productos destinados a la alimentación, como el queso, los embutidos y las conservas, entre
otros.
Si bien no profundizaremos en el concepto de circuito productivo, utilizaremos la
producción lanar como eje central. Analizaremos dos casos de la producción lanar, uno de
el caso de la comunidad de Huncal en Neuquén y el otro sobre la producción lanar
industrial en la región Pampeana.
La lana es una fibra natural que se obtiene de las ovejas y de otros animales
como llamas, alpacas, vicuñas, cabras o conejos, mediante un proceso denominado esquila.
Se utiliza en la industria textil para confeccionar productos tales como sacos, cobijas,
ruanas, guantes, calcetines, suéteres.
Los productos de lana son utilizados en su mayoría en zonas frías porque con su uso se
mantiene el calor corporal; esto es debido a la naturaleza de la fibra del material. La lana de
oveja ha sido un producto muy utilizado a lo largo de la historia.
Las lanas más valiosas son las que proceden de ovejas de tres a seis años.
Una oveja produce al año de uno a 3 kilos de lana fina o de dos a seis kilos de lana gruesa,
según se trate de una raza u otra. Las partes aisladas del vellón muestran grandes
diferencias en cuanto a finura y estado de limpieza, según la parte del cuerpo de que
procedan.
La obtención de la lana atraviesa distintos procesos, puede ser de forma artesanal o
industrial, y que son:
 Esquila. Una vez por año se reúne a los animales lanudos y se les poda, sin hacerles
daño, reuniendo la lana cruda. Hay dos métodos para hacerlo: el criollo o maneado,
atando al animal, o el australiano, con el animal suelto.
 Lavado. La lana cruda está usualmente sucia y debe ser lavada industrialmente,
eliminándole el polvo, arena y demás impurezas (restos vegetales, insectos, etc.).
Para ello se usa agua fría y caliente.
 Escarmenado. La lana se estira durante su escarmenado, separando manualmente
las fibras sin cortarlas.
 Hilado. Empleando métodos industriales o tradicionales, se tuercen las fibras de
lana para formar un hilo grueso. Con éste se fabrican las piezas de ropa o de lo que
se desee.
La producción lanar en el sur Argentino está muy ligada l a trashumancia, que es una técnica
agro ganadera, que está ligada a la producción lanar de la regiones montañosas, consiste en la
optimización de los pisos ecológicos de un territorio especifico, es un ciclo anual que se divide en
dos etapas de acuerdo a las condiciones climáticas del lugar donde se realiza, estas etapas son
conocidas como veranadas e invernadas.
El pastoreo trashumante, una práctica ganadera ancestral que se mantiene en pocos lugares del
mundo, sigue viva en el norte neuquino. La trashumancia no es sólo un modo de producción, sino
que es toda una forma de vida y una cultura que conforman un rico patrimonio inmaterial de la
provincia de Neuquén y el país. Se trata de un sistema que sigue los ciclos naturales del clima, en el
que los pastores se trasladan con sus rebaños y sus familias completas en busca de los mejores
pastos para sus animales. El invierno lo pasan en las tierras bajas del centro de la provincia, y en el
verano van hacia la montaña, donde encuentran vegetación tierna en las faldas de la cordillera.
Hoy día, para las comunidades mapuches de Neuquén, el ámbito artesanal se ha instituido en uno de
los espacios donde se dirime la conformación y legitimación de la identidad étnica de sus
productores.
Los Mapuche son un pueblo indígena de alrededor de un millón de personas, ahora dispersas sobre
casi toda la extensión de Chile y Argentina con una fuerte concentración en las zonas urbanas,
quienes ocupaban históricamente un territorio ubicado en el sur de ambos países donde diferentes
patrones de asentamiento dibujaron a través del tiempo diversos modelos de movilidad y/o fijezas
en el territorio (Ramos y Kradolfer 2011).
Los Mapuches que pueblan la Patagonia argentina se han desplazado a lo largo de un
inmenso territorio que se extiende desde las costas Atlánticas hacia la Cordillera de los
Andes, Cordillera que marca la frontera actual con el Estado chileno. En el pasado, lejos de
ser entendida como una barrera (y por ende una limitación del movimiento) la Cordillera y
sus diferentes pisos ecológicos estaban ocupados en la primavera y en el verano por los
Mapuche y sus rebaños. Los numerosos pasos de baja altura que se encuentran en la
Patagonia permitían además los intercambios de bienes y el movimiento de los grupos
humanos de un lado a otra de esta cadena montañosa. Si hoy día, los patrones de movilidad
se limitan al nomadismo trashumante y a las migraciones entre el campo y las ciudades, en
épocas anteriores, los Mapuche solían intercambiar ganado mayor moviéndose desde el
Pacifico hasta el Atlántico y alimentando amplios circuitos comerciales. Esta “edad de oro”
de la sociedad mapuche fue abruptamente interrumpida por la conquista militar de los
territorios indígenas por parte de los Estados argentino y chileno durante el último cuarto
del siglo XIX. En el año 2006, en Argentina, fue promulgada la ley Nacional 26,160 de
“Emergencia y Regularización de la Propiedad Comunitaria Indígena” que establece, “(…)
la emergencia en materia de posesión y propiedad de tierras que tradicionalmente ocupan
las comunidades indígenas originarias del país”.
El asentamiento de Huncal en Neuquén obliga los Mapuche a practicar un modo de vida
trashumante. Este permite la recuperación de los pastos durante los meses en los cuales los
rebaños se encuentran en otros lugares. Así es que durante el verano, las familias o parte de
ellas se desplaza sobre decenas de kilómetros con sus animales desde las zonas bajas
(llamadas “invernadas”) hacia los valles cordilleranos donde se encuentran las “veranadas”,
unas viviendas precarias donde pasan el verano con sus animales.
La importancia entonces que adquiere la actividad a nivel económico resulta variable,
acorde tanto a condicionamientos de distinta índole como a especificidades de las unidades
domésticas de las comunidades. La elaboración de artesanías se inserta en el marco de la
multiplicidad de labores que realizan los pobladores mapuches para garantizar su
subsistencia.
En la vida cotidiana, en tanto, la actividad artesanal adquiere una modalidad específica. Es
factible desarrollarla en tiempos/momentos del día que quedan liberados de otras tareas. Y
en tal sentido, resulta relevante además para los pobladores que la ocupación, al realizarse
en el ámbito doméstico, permite continuar atendiendo distintas labores, mientras se generan
recursos económicos para la unidad doméstica. La producción de tejidos artesanales se
realiza en telar. El tipo más común entre los mapuches es el telar vertical con urdimbre
vertical; hay también uno con urdimbre horizontal, que se usa básicamente para elaborar
fajas. Ha sido una tarea realizada antiguamente por las mujeres, quienes llevaban a cabo la
totalidad del proceso productivo. En la actualidad, si bien hay un predominio femenino,
como ya señalamos, el tejido ha dejado de ser una actividad exclusivamente de mujeres.
Los trabajos textiles se realizan en talleres, que se organizan de acuerdo a las necesidades
de la producción. La dinámica del trabajo en el Taller, usualmente la preparación de la lana
y del teñido se hace en las casas, el tejido en el taller y el hilado indistintamente. Se
privilegia el uso de lanas y tintes naturales, el manejo de técnicas tradicionales y la
elaboración de piezas con diseños ancestrales; cada tejedora, por su parte, elige libremente
las piezas que desea elaborar. La lana se obtiene de los animales propios, la esquilan
manualmente con unas tijeras de esquilar, ya que la mayoría de las artesanas posee ovejas;
quien no tiene ganado consigue el material mediante compra a pobladores de la agrupación
o de otra comunidad; también se adquiere de esta forma, en ocasiones, para lograr ciertas
tonalidades. Los tintes para el teñido se obtienen de plantas de la zona, yuyos, raíces,
corteza de árboles e incluso de la yerba mate que se consume.
La Argentina se coloca en el tercer lugar como proveedor de lanas para indumentaria, por
su producción de lanas finas, más del 60% de lana Merino, considerado hoy como una
ventaja competitiva frente a otros países productores de lanas. Patagonia en particular tiene
otras ventajas asociadas como el estatus sanitario de sus majadas, la cría en ambientes
naturales, la pureza racial de sus majadas, su cultura y experiencia en la producción ovina y
su adaptación productiva a nuevas demandas de los consumidores de productos con lana,
tales como: la lana orgánica, sustentabilidad medio ambiental y el bienestar animal.
La actividad industrial lanera comienza con el lavado y peinado de la lana sucia traída del
campo y termina con la prenda de vestir o articulo confeccionado.
En la industria textil lanera, la esquila se realiza de forma mecánica y se puede realizar
previa o posteriormente al parto de las madres. De acuerdo a datos del programa de
mejoramiento de la calidad de la lana, la lana pre-parto no tiene problemas para el
procesamiento industrial primario, mientras que las post-parto pueden tener alguna
debilidad (baja resistencia a la tracción). Existen diversos métodos de obtención de lana
pero en general se opta por aquel que permita una esquila correcta, de calidad y que
requiera el menor esfuerzo posible. El método más difundido en el país es el Tally-Hi. Este
consiste en hacer pasadas largas y en un orden lógico, ahorrando de esta forma,
movimientos inútiles y esfuerzos innecesarios. En la esquila el ovino no se manea (se
esquila totalmente suelto), se coloca en posiciones cómodas, por lo que el animal no
patalea, permitiendo así, que el esquilador se canse menos, trabaje cómodo, mejorando la
calidad de trabajo.
La mayoría de las operaciones de compra-venta de lanas se realizan en lotes de lana Merino
y en general se presentan en base sucia (esto no quita que se comercialicen otro tipo de
lanas bajo esta modalidad). Los acopiadores locales les compran a los productores, acopian
y venden a las mismas firmas industriales y exportadoras. En el mercado local regional, la
forma más difundida de comercialización entre pequeños y medianos productores de la
Patagonia es la modalidad de venta por medio de licitación privada. Una vez obtenida la
lana esquilada esta es adquirida por las empresas que llevan a cabo su industrialización en
diferentes grados.
Las plantas manufactureras realizan sobre las lanas sucias, o grasientas, antes de someterlas
a los distintos procesos industriales, una clasificación que tiene dos finalidades: separación
de los vellones por finura y determinación del tipo industrial.
Una vez clasificado, se realiza el lavado, tiene como finalidad separar de las fibras la grasa
y otras sustancias extrañas, pero sin remover la materia vegetal. La eliminación de las
materias vegetales se hace a través de químicos o dispositivos mecánicos se destruye las
materias vegetales sin afectar las fibras.
En el cardado se utiliza una máquina que transforma las fibras en mechas circulares que
luego se arrollan en bobinas.
En el peinado, en este paso se somete la lana a la acción de las máquinas peinadoras, para
mejorar así su uniformidad. Finalmente, pasa por una máquina de estirar, produciéndose
bobinas conocidas también como "tops".
La transformación de lanas cardadas y peinadas en hilos constituye la etapa previa para sus
usos industriales. Consiste en el estirado, la torsión y el plegado. La magnitud del estirado
difiere según se trate de lanas cardadas o peinadas. En las primeras, el estirado llega a
cuadruplicar su longitud original, mientras que para las peinadas el estirado puede llegar de
seis hasta dieciséis veces.

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