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NOTAS

Ignacio Ramírez o el amor /


odio romántico a
la autoridad
Andreas Kurz*

Resumen: Ignacio Ramírez, el Nigromante, es una Abstract: Ignacio Ramírez, el Nigromante or


rara avis en el México decimonónico: ateo y ma­ Necromancer, in nineteenth century Mexico, is a rara
terialista radical, contestatario por naturaleza, indi- avis (an exceptional person): atheist and radical ma­
vidualista; su pensamiento es peligroso: hay que terialist, non-conformist by nature, and individualist.
neutralizarlo. Por otro lado, su confianza en ciertos His ideas are dangerous and must be neutralized.
“hombres fuertes” y su conservadurismo literario In sharp contrast, his confidence in “strong men” and
resultan contradictorios; el autor propone entender his literary conservatism are contradictory. The author 137
esto debido al carácter romántico del pensamiento attributes the latter to the romantic nature of Ramirez’s
de Ramírez. thought.

Palabras clave: Ignacio Ramírez, el Nigromante, Keywords: Ignacio Ramírez, el Nigromante


romanticismo, autoridad, ateísmo. (Necromancer), romanticism, authority, atheism.

Recepción: 18 de octubre de 2012.


Aceptación: 30 de octubre de 2013. * Universidad de Guanajuato.

Estudios 108, vol. xii, primavera 2014.


NOTAS

Ignacio Ramírez o el amor /


odio romántico a
la autoridad

E n el México decimonónico hay sólo de la retórica triunfalista de un


pocos pensadores liberales que se jefe de Estado que acaba de ganar
distancian claramente de la fe religio­sa. una guerra y presenta a su nación
De la necesidad de creer e implorar como el pueblo favorecido por Dios;
138 a Dios ni siquiera Benito Juárez esca­ se trata también de una catarsis au-
pa. El presidente antepone a su Ma- téntica, basada en una fe religiosa
nifiesto justificativo de los castigos inquebrantable, en medio de circuns-
nacionales en Querétaro las siguien- tancias adversas: México venció
tes palabras: “Caiga el pueblo mexi- porque Dios así lo quería, porque los
cano de rodillas ante Dios, que se ha mexicanos siguen creyendo en él. En
dignado coronar nuestras armas con esta constelación, las formas visibles
triunfo. // Gracias a su divina volun-
de la fe son secundarias, ella misma
tad, nos ha sido concedido recuperar
surge como uno de los ingredientes
el tesoro inestimable de nuestra inde­
más característicos del ser de la nue-
pendencia. // Ha afligido al extranjero
va nación.
que nos oprimía y ultrajaba lleno de
soberbia. // Ha afirmado en su santo Posiblemente Ignacio Ramírez
lugar a éste, su pueblo”.1 No se trata sea la excepción a la regla. El Ni­
gromante propaga abiertamente su
1
 Benito Juárez, Manifiesto justificativo de los
castigos nacionales en Querétaro, 2010, México,
ateísmo, con el que no sólo provoca
H. Cámara de Diputados, LXI Legislatura, p. 31. a los conservadores, sino también a

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sus correligionarios liberales. En “El basta que las pruebas sean dudosas
año nuevo”, poema de 1874, Ramírez para que no sean pruebas.3
expresa claramente su convicción atea:
Incluso Manuel Acuña, 30 años
Y esto, existencia se llama? menor que el Nigromante y educado
Roto, empañado cristal, en la tradición liberal, se aferra a cier-
Que fué espejo, manantial ta esperanza metafísica, especula con
Que en la arena se derrama; la posibilidad de la metempsicosis: la
Fuego que humea sin llama; materia sólo aparentemente muere,
¡Cómo mi polvo no alfombra en realidad se transforma. Su famoso
La sepultura, me asombra!
poema “Ante un cadáver” (1872) ter­
Pero no opondré á la suerte
El escudo de la muerte; mina con una estrofa hasta cierto punto
Para qué? Soy una sombra.2 alentadora:

El materialismo del poema es pa­ Que al fin de esta existencia transitoria


tente. El alma es una sombra que con Á la que tanto nuestro afán se adhiere,
mi cuerpo desaparecerá: la religio­ La materia, inmortal como la gloria,
sidad, la fe y el espiritualismo no tienen Cambia de formas; pero nunca muere.4
cabida en el pensamiento de Ramírez.
De manera metódica, estas conviccio­ Su ateísmo y materialismo mar-
nes se expresan en “Espiritismo y ma­ ginan el pensamiento de Ramírez, en
terialismo”, un discurso de 1875. El medio de las luchas por la indepen-
dencia política e idiosincrásica de 139
Nigromante descalifica el cristianis-
mo como falso y a-histórico; al mismo México. Los protagonistas liberales
tiempo extiende esta crítica a cualquier del conflicto suelen oponerse a la ins­
religión y sistema metafísico: titución eclesiástica, pero no a las ne­
cesidades espirituales de la población.
Toda religión, históricamente Para la gran mayoría de los padres de
considerada, es falsa, porque refiere la patria, el ateísmo sigue siendo un
hechos increíbles; porque lo increíble tabú: del valor ontológico de una fe
para hacerse creíble necesita no sola- no se duda.
mente pruebas concluyentes, sino El carácter excepcional de la fi-
además, que el hecho no pueda expli- gura de Ignacio Ramírez justifica este
carse por las leyes comunes de la
ensayo sobre los rasgos románticos
naturaleza; y porque en lo increíble
3
 Ramírez, “Espiritismo y materialismo”, op. cit.,
2
 Ignacio Ramírez, “El año nuevo”, Obras de p. 280.
Ignacio Ramírez, 1889, México, t. i, Secretaría 4
 Manuel Acuña, “Ante un cadáver”, Poesías
de Fomento, p. 36. Respetamos ortografía y pun­ de Manuel Acuña, 1890, París, Librería de Garnier
tuación del original. Hermanos, p. 131.

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de su quehacer vital y literario, un una nueva república. En un país de


ensayo que, sin embargo, no preten- fervor católico, que se manifestó aún
de explorar el complejo edificio de en 2012 incluso frente a un papa
sus opiniones políticas, ideológicas, poco carismático, su ateísmo se
literarias y filosóficas, sino que se acepta como curiosidad histórica,
concentra en algunos textos de índole como excepción a la regla. Guiller-
privada y en postulados casi de pro- mo Prieto, amigo no siempre incon-
piedad común, que han sido anali­ dicional del Nigromante, le escribe
zados por la historiografía moderna. en mayo de 1864, “bien sabes que no
Daniel y Boris Rosen Jélomer editaron soy ateísta como tú”.5 Prieto parece
las Obras completas de Ignacio Ramí- disculparse ante la irrevocable radica­
rez “El Nigromante” en 1987. Remito lidad de Ramírez en asuntos religiosos.
a esta edición como base para un El liberalismo mexicano del siglo xix
análisis más exhaustivo de las ideas se opone a las instituciones clericales,
provocadoras de uno de los escrito- a la Iglesia como propietaria de tierras
res liberales mexicanos más radica- y de la educación nacional: no se opo­
les. De mi parte prefiero, para los ne a la fe, la creencia religiosa es
propósitos de este ensayo, recurrir a asunto íntimo, fuera del alcance de
la primera edición de las Obras del instituciones e ideologías. El Nigro-
Nigromante, publicada en 1889, que mante es, en este sentido, efectiva-
refleja de manera más inmediata el mente la excepción a la regla. Lo es,
140 carácter polémico de su pensar. a pesar de que en 1871 afirme: “Un
gobierno no puede ser ateo, como no
puede ser cristiano ni judío; la reli-
I. giosidad consiste en la creencia, que
es puramente personal”.6 Ramírez no
El pensamiento de Ignacio Ramírez, pretende imponer su ateísmo que sólo
en el contexto del México decimonó­ puede ser su “creencia” personal; sin
nico, es radical, clarividente ‒proféti­ embargo, sí pretende alejar la cues-
co en ocasiones– e incorruptible. Si tión religiosa del gobierno y de cual­
también es liberal, es una cuestión quier asunto cívico. Ella no debe
discutible y bastante dudosa. En las formar parte de la idiosincrasia na-
escuelas, Ramírez se presenta, aun- 5
 Ignacio Ramírez (El Nigromante), Las
que a la sombra de figuras como Cartas Nigrománticas, 2009, Culiacán, Creativos
Benito Juárez e Ignacio Manuel Alta­ editorial, p. 15.
mirano, como pieza política central
6
 Ignacio Ramírez, “La enseñanza religiosa”,
Obras de Ignacio Ramírez, 1889, México, t. ii,
en medio de la formación dolorosa de Secretaría de Fomento, p. 202.

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cional, como sí lo hace en los siste- necesariamente se integra en este


mas nacionalistas de Altamirano, proyecto de su antiguo alumno en el
Prieto, Justo Sierra, et al. Éstos, Al­ Instituto Literario de Toluca. Dema-
tamirano en primera fila, ni siquiera siado radical y utópico resulta el
descartan el potencial social y po­ pensamiento del Nigromante, un
lítico de la Iglesia para el futuro de pensamiento que siempre se orienta
México. Diez años después de la hacia el futuro, que siempre es con-
proclamación de las Leyes de Refor- testatario, que no acepta autoridad
ma, Altamirano publica La navidad alguna, ni siquiera la que procura
en las montañas, novela que presen- ordenar el caos. En 1868 escribe:
ta a un cura español que realiza una
utopía social y humanitaria en la pro­ Todas esas autoridades, en lugar de
vincia mexicana, un sacerdote que bienes positivos, inventan palabras
como órden, legalidad, justicia,
representa el verdadero cristianismo,
honor, patria y gloria, alimentando
sus valores de perdón, reconciliación
así con fantasmas de pan y de ha­bi­
y piedad que, según David A. Brading, tacion y de abrigo á la multitud, con­
lo convierten en el ideal liberal defi- denada pérfida é irrevocablemente
nitivo anhelado por Altamirano.7 á la miseria. Todas las teorías, todas
Superada la intromisión francesa las instituciones, todas las leyes del
y el tragicómico imperio de Maxi- sistema administrativo no tienen
miliano de Habsburgo; superados sus sino un objeto visible; alucinar a los
propios rencores, que lo incitaban a párias con poesía, consolarlos con 141
exigir la pena de muerte para todos el estoicismo, contenerlos y escar-
los traidores, colaboradores de los mentarlos con seguras é inhuma-
nas penas.8
franceses; superada también la pri-
mera fase inestable de la república,
Todas las autoridades mienten,
Altamirano pretende equilibrar los
aunque lo hagan con propósitos no-
contrastes, reunir amigos y enemi-
bles. Víctor Manuel Torres resume
gos, liberales y conservadores, se- el credo político del Nigromante
guidores y oponentes de Benito como estrictamente individualista:
Juárez, para poder terminar el ambi- ante los derechos y libertades del
cioso proyecto de una nueva patria, individuo la autoridad debe ceder,
una nación política y culturalmente pierde sus propios derechos y privi-
bien definida. Ignacio Ramírez no
8
 Ignacio Ramírez, “Principios sociales y prin­
7
 David A. Brading, “Liberal Patriotism and cipios administrativos”, Obras de Ignacio Ramírez,
the Mexican Reforma”, Journal of Latin American 1889, México, t. ii, Secretaría de Fomento, p. 6.
Studies, 1988, vol. 20, núm. 1, p. 46. Subrayado en el original.

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legios. Los individuos (el pueblo) manera curiosa y anacrónica, a lo


otorgan la autoridad y ésta siempre postulado por Elias Canetti en su
debe regresar al individuo. Si se se- gran ensayo Masa y poder (1960).
para de él, el individuo recurre a su Canetti parte de un inviolable dere-
obligación cívica más importante: la cho a la vida cuyo oponente más pe-
rebelión contra las autoridades. 9 ligroso es una autoridad que da órde-
Torres rechaza interpretaciones que nes para garantizar el statu quo. El
resaltan lo anárquico en esta idea; la Premio Nobel de 1981 simboliza las
lee por su parte como el principio órdenes como aguijones que se clavan
básico de cualquier democracia; sin en el individuo que las recibe; para
embargo, este credo político de Ra- limitar el daño y el dolor, éste arranca
mírez necesariamente entra en con- el aguijón y trata de clavar­lo en un
flicto con programas que buscan prójimo. Así, se genera un círculo
establecer un statu quo, como sin vicioso, una cadena ininterrumpida
duda pretende hacerlo el proyecto de mandatos que hiere letalmente a
nacionalista de Altamirano. A pesar los individuos, a cuyo origen se en-
de lo postulado por Torres, entonces, cuentra –ella misma invulnerable e
el pensamiento político del Nigro- inmune ante las órdenes– la autoridad.
mante es anárquico, dado que opone Sólo hay un remedio: la desobedien-
las necesidades de una sociedad en cia. Escribe Canetti:
perenne movimiento a los intentos
142 estabilizadores de los fundadores de Hay que tener el valor de enfren-
tarse [a la orden] y sacudir su reino.
una nación, cuyo objetivo final con-
Hay que encontrar maneras y medidas
siste en la construcción de una ima- para liberar la mayor parte del hombre
gen fija (aunque falsa) inscrita sobre de ella. No se le debe permitir que
todo en la producción cultural y ar- rasguñe más que la superficie de la
tística de esta nación. En otras pala- piel. Sus aguijones deben convertirse
bras: el pensamiento del Nigroman- en lampazos que pueden quitarse con
te sigue siendo, a 194 años del naci- un movimiento leve.10
miento de Ignacio Ramírez, peligro-
so o, por lo menos, incómodo. Propaga la anarquía, no la anar-
La rebelión y la desobediencia quía teorizada por pensadores rusos
se ubican en el centro de sus actos y y franceses sino, sencillamente, la
escritos; una actitud que lo acerca, de anarquía en su sentido original, que
reporta Corominas: “sin jefe”, que de
9
 Víctor Manuel Torres, “El pensamiento
político de Ignacio Ramírez”, Historia Mexicana, 10
 Elias Canetti, Masse und Macht, 1960,
1962, vol. 12, núm. 2, p. 216. Munich, Carl Hanser, p. 393. La traducción es mía.

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su parte deriva de un verbo griego que había exigido, en 1857, el justo re-
expresa “yo mando, gobierno”. Este parto de utilidades entre la clase
“yo gobierno” forma igualmente el mexicana asalariada.11 Ignacio Ra-
núcleo del pensamiento cívico de mírez, entonces, el “liberal entre los
Ignacio Ramírez: el individuo ante liberales de México del siglo xix”,12
todo, el individuo en lucha perpetua como lo caracteriza, entre varios
con una autoridad que quiere impo- otros, Noé Murillo, en la revista Aca­
nerse, establecer la superioridad inte- demia, Ciencia y Cultura de la Aso-
lectual y política de sus opiniones e ciación Autónoma del Personal
intereses en contra de los del indivi- Académico de la unam, es decir,
duo, que sólo le ha prestado temporal­ revista de una organización forzosa-
mente el poder. Repito: se trata de un mente autoritaria. Ignacio Ramírez,
pensamiento peligroso, sobre todo en entonces, reducido a ser un artículo
sistemas democráticos, cuyos repre- relativamente extenso de Wikipedia:
sentantes políticos interpretan su pa- fácilmente digerible, una lectura que
pel de gobernantes como adquirido no se resiste al lector ni requiere
gracias a la superioridad de sus facul- resistencia de parte del lector. Igna-
tades personales o por un derecho cio Ramírez, entonces, sentenciado a
cuasi divino. Dado que es peligroso, ser el Nigromante, pseudónimo taqui-
es necesario neutralizarlo. llero, pero semánticamente inofensivo
La manera más eficiente de “qui- desde hace muchos años.
tar hierro” a un pensamiento consis- Sé que mi queja es vana y hasta 143
te en su petrificación: el Nigromante cierto grado superflua, ya que el
no molesta si nos enfrentamos a él mecanismo descrito opera con todos
como estatua o nombre de una calle, los pensadores cuyas ideas hasta la
si lo reducimos a un número calcu-
lable de dichos y citas bien encajo- 11
 Octavio Fabián Lóyzaga de la Cueva,
“Reparto de utilidades, su naturaleza y formas de
nadas, si lo etiquetamos. Ignacio cómo los patrones eluden su cumplimiento”,
Ramírez, entonces, que solicitó su Alegatos, núm. 76, septiembre-diciembre 2010,
ingreso a la Academia de San Juan p. 819. Lóyzaga prefiere no tomar en cuenta postu-
ras críticas del Nigromante ante el socialismo de su
de Letrán con un discurso que dio tiempo. Por ejemplo, en “Cómo se hace al pueblo
inicio con las palabras “No hay Dios. soberano?”, texto de 1871, Ramírez admira a los
Los seres de la naturaleza se sostie- comuneros parisinos, pero se opone a su socialismo,
ya que éste le parece irreconciliable con el indivi-
nen por sí mismos”. Ignacio Ramí- dualismo. Cfr. Obras de Ignacio Ramírez, 1889,
rez, entonces, el primer verdadero México, t. ii, Secretaría de Fomento, p. 539-45.
12
 Miguel J. Noé Murillo, “Memorias laicas
socialista mexicano, como lo deno- prohibidas”, Academia, Ciencia y Cultura, 2011,
mina Lóyzaga de la Cueva, ya que vol. 3, núm. 3, p. 227.

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fecha contienen un potencial revolto­ démicos que quieren saber algo sobre
so preocupante: las ideas se transfor- las ideas de Ramírez. El artículo ha
man en citas y referencias cultas, in- sido modificado la última vez el 21
cluso en preguntas difíciles que hacen de marzo de 2012,13 muy posible-
sudar a los candidatos en programas mente a raíz de la publicación de La
televisivos mediocres; el contenido nueva República, segundo libro de
de las ideas se vacía en receptáculos Emilio Arellano sobre su antepasado.14
insignificantes; de la misma manera, Pocos meses antes, se había publica-
las ideas de Canetti se han neutrali- do el texto ya mencionado de Noé
zado, a más tardar a raíz del premio Murillo en Academia, Ciencia y
Nobel, en notas a pie de página que Cultura. Su título: “Memorias laicas
no agitan a nadie, excepto quizás la prohibidas”, extrañamente pareci-
paciencia de editores y lectores. Lo do al título del primer libro de Are-
específico del “caso” Ramírez reside llano sobre Ramírez. Wikipedia y
en dos factores: el primero, más bien Murillo usan por lo menos un párra-
superficial y cómico, la densidad de fo idéntico que va de “La honradez de
la malla neutralizadora construida al­ Ignacio Ramírez fue acrisolada…”
rededor de su pensamiento; el segun- hasta “…para pasar holgadamente el
do, más bien preo­cupante y trágico, resto de sus días” (p. 226 en Murillo).
la inadaptabilidad de sus ideas en Sin embargo, denunciar un plagio en
época histórica alguna, su impracti- este caso sería absurdo. ¿Quién copió
144 cabilidad intrínseca; se trata de ideas a quién? Excluyo la posibilidad de que
que se neu­tralizan desde su origen, Arellano, sin duda el experto en la te­
dado que una serie de contradiccio- mática más honesto y meritorio, haya
nes las vuelve muy vulnerables e copiado; pero si Murillo dio copy
inestables en la práctica política y paste al artículo de Wikipedia, o si el
cultural, a pesar de que aciertan la autor anónimo de la enciclopedia elec­
mayoría de las veces. trónica hizo lo mismo con el texto de
Murillo, es irrelevante. Se manifiesta
de manera clara el mecanismo de la
II. neutralización: el pensamiento de Ra­
mírez se reduce a pocos párrafos que
El primer factor se puede ilustrar fá­ subrayan, en primer lugar, su hones-
cilmente mediante el artículo sobre 13
 Escribo esto en octubre de 2013.
el Nigromante en Wikipedia, sin duda 14
 Se puede consultar una reseña publicada
la fuente de información más consul- en Milenio, el 20 de marzo de 2012, p. 43, curiosa­
mente un día antes de la modificación del artículo
tada por preparatorianos y aun aca- en Wikipedia.

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tidad, su liberalismo radical y su del México de la segunda mitad del


ateísmo (perdonable en este contexto): siglo xix: los liberales quieren redu-
nos hallamos ante una estatua, mate­ cir los poderes del presidente; sin
ria muerta. embargo, Benito Juárez logra obte-
Es mucho más complejo y trascen­ ner un poder político casi absoluto.
dental el segundo factor mencio­ ¿Por qué los liberales mexicanos
nado; como cualquier pensamiento aceptaron este desarrollo? ¿Por qué
dinámico, siempre cambiante, el de no hubo rebelión abierta contra el pre­
Ramírez es contradictorio: no hay sidente desde muy temprano? Así
hilo conductor que permita resumir sus pregunta Brading, y contesta casi
ideas; el que se intente genera preci- inmediatamente: porque ni Ramírez
samente su neutralización. No hay ni Altamirano han sido liberales en un
desarrollo orgánico en este pensa- sentido clásico, sino mucho más repu­
miento. Se trata mucho más de una blicanos convencidos de que el indi-
construcción “rizomática”, para re- viduo se realiza luchando no por sus
currir a uno de los términos de moda propios intereses, sino por los del
en la teoría literaria francesa: un Estado, si es necesario sacrificando
pensamiento interrelacionado que se su vida por el Estado, la República.16
bifurca continuamente hacia rumbos Parece equivocarse el brillante inves-
no previsibles, que permite al receptor tigador: como hemos constatado, el
entrar en este edificio por cualquier credo político de Ramírez se centra
puerta, aunque sea la más escondida. en la soberanía del individuo, que 145
Cada nuevo acceso cambiará la cons- tiene el derecho, si no la obligación,
trucción del edificio entero: pensamien­ de oponerse al Estado si éste, me-
to inefable y escurridizo, no muy diante sus autoridades, atenta contra
apto para la práctica. sus intereses. No creo que este credo
David A. Brading, en un artículo se pueda poner en tela de juicio: la
canónico de 1988, trató de analizar y, contradicción –tanto la inherente al
postulado de Brading, como la que
en lo posible, armonizar algunas de
pa­rece inscribirse en las ideas de
las contradicciones insertas en las pro­
Ramírez– permanece. Sin embargo,
puestas, tesis, exigencias y acciones
es necesario y posible matizarla.
del Nigromante.15 El historiador inglés
Como el mismo Brading afirma,
detecta una contradicción inicial en
tanto Ramírez como Altamirano se
los pensadores y políticos liberales
oponían a Juárez cuando las tenden-
15
 Hay que agregar que el texto de Brading cias dictatoriales de éste se volvieron
intenta, en primer lugar, analizar las contradicciones
del liberalismo mexicano decimonónico en general. 16
 Brading, op. cit., p. 28 ss.

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innegables. El Nigromante, como patria; debo de tener trasconejado,


era de esperarse, se muestra más con­ entre la escasísima sangre española
tundente al respecto que Altamirano. que me tocó en suerte, alguna goti-
En Las Cartas Nigrománticas, remiti­ ta de sangre vizcaína de la más re-
das a Guillermo Prieto (alias Fidel), se concentrada y esa maldita gota me
encuentra una afirmación tajante obliga a ser tan terco y tan posma
formulada en medio de la guerra con- como tú me conoces. Por eso he
tra los invasores franceses, es decir, inventado un jefe que, o lleva nues-
tros ejércitos a la victoria, o me obli­
años antes de que las tendencias abso­
ga a quitarme el nombre, el apellido
lutistas de Juárez se acentuaran: “por
y el remoquete. […] Ya me figuro,
eso te espeto la nueva sin preámbulos
estarás pensando que mi hombre es
ni exordios, y aquí la tienes: conspiro. algún homúnculos que como Wagner
// Sí, Fidel, conspiro con todas mis en el poema de Goethe,18 acaba de
fuerzas. ¿Contra los franceses? No, salir de la retorta diciéndome: Quiero
hombre; conspiro contra don Benito, andar, quiero moverme. // No hay tal:
que se ha empeñado en salvarnos de el hombre estaba ya inventado; ya
la invasión y que se porta, por sí y había nacido y yo no tengo más
por apoderado, con una poltronería que presentártelo: se llama Antonio
que da grima”.17 Se trata de una Rosales.19
conspiración no militar, sino diplo-
mática: Ramírez sustituye a Jesús Ignacio Ramírez describe a Ro-
García Morales (hombre fiel a Juárez) sales como “corajudo”: su valor bé­
146 por Antonio Rosales (su hombre de lico y cívico, la falta de miedo ante
confianza) como gobernador de Si- el enemigo, el desprecio ante la muer-
naloa, en medio de los ataques france­ te que siempre amenaza, cierto rasgo
ses al puerto de Mazatlán. Conspiración picaresco y astuto de su carácter, un
poco eficiente, se podría argumentar toque de Sancho Panza tanto en su
cínicamente, dado que Rosales mo- físico como en sus actos, lo predes-
riría menos de un año después en tinan a ser líder en tiempos de guerra.
Álamos, Sonora. Conspiración muy
significativa, no obstante, si vemos 18
 Hago notar de paso que la referencia al
Fausto de Goethe sorprende. Como mostró Udo
cómo Rosales ha sido introducido en Rukser en un estudio detallado, la recepción del clá­
las cartas del Nigromante. Vale la pena sico alemán en el mundo hispánico inició muy tarde,
citar el pasaje extensamente: más tarde aún en América Latina que en España.
En México, en buena medida es mérito de Alta-
mirano y Justo Sierra presentar a Goethe, en las
Pero El Nigromante no descansa en páginas de El Renacimiento (1869), a un público
su tarea de buscarle un caudillo a la más amplio. Cfr. Udo Rukser, Goethe en el mundo
hispánico, 1977, México, trad. Carlos Gerhard, fce.
17
 Ramírez, 2009, op. cit., p. 43. 19
 Ramírez, 2009, op. cit., p. 7 ss.

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Agrego: también en tiempos de paz, Inicialmente, Ramírez incluye


si tiene la suerte de sobrevivir la también a Ignacio Manuel Altamira-
guerra. no en este grupo; describe a su alumno
Se nota claramente, en dos pasa- como hombre inteligente y, sobre
jes más de las Cartas, esta predilec- todo, valiente, que “se ha alistado en
ción de Ramírez por figuras populares las filas y anda disparando tiros don-
(surgidos del pueblo y siempre en de quiera que hay ocasión de enviar-
relación estrecha con él) que –así los a un pecho francés o a un rostro
parece pensar ingenuamente– podrían tiznado de traidor”.21 Sin embargo, esta
asegurar el futuro espléndido del país; opinión favorable cambia cuando el
al mismo tiempo, su oposición a figu- Nigromante se enfrenta al orador y
ras que teo­rizan e intelectualizan en político Altamirano. Anota en carta
demasía los preceptos liberales y re- a Prieto (y un dejo de amargura no
publicanos en medio de la guerra. El puede negarse): “Nacho, que es gran­
Nigromante admira a Porfirio Díaz; dilocuente y bien hablado como tú
lo admira porque, cuando las circuns­ le conoces, me dijo con trágico
tancias así lo requieren, no muestra ni ademán”.22 Altamirano deja a los
piedad ni se retracta de decisiones compañeros que acaban de pasar por
incómodas tomadas. Irónicamente, una situación peligrosa para dirigir-
se rumbo a la tribuna política, un acto
Ramírez se incluye en este pasaje al
que Ramírez ha de rechazar, aunque
grupo de los rebeldes vagamente ro-
lo haga de manera sutil y entre líneas. 147
mánticos, los que permiten la influen-
Los episodios descritos muestran
cia de sus sentimientos débiles:
inequívocamente la predilección de
“Porfirio mandó fusilar a unos pocos
Ramírez por los líderes natos, predi-
insubordinados, y aunque le rogamos a
lección que entra en contradicción
favor de los reos algunos humanita-
evidente con su rechazo de cualquier
ristas que hemos leído a Víctor Hugo,
autoridad política o administrativa.
él se estuvo firme, y a nosotros nos Es cierto que estas afirmaciones se
mandó a paseo y a los rebeldes a la hicieron en medio de la guerra, en una
eternidad”.20 Así lo formula el Nigro- situación extrema que requiere actos
mante y hace entender claramente extremos; mas este argumento tiene
que, a escala mayor, Porfirio Díaz poca validez si consideramos que los
podría ser el líder fuerte que la nación postulados del Nigromante suelen
necesitaba y que Antonio Rosales re­ dirigirse hacia el futuro de la nación,
presenta a nivel local.
21
 Ibid., p. 47.
20
 Ramírez, 2009, op. cit., p. 6. 22
 Ibid., p. 57.

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que raras veces piensa y actúa sólo líder carismático que trabaja para el
en aras del presente inmediato. De futuro de la nación, sino un político
este modo, es posible matizar los dedicado a resolver problemas nimios
argumentos de Brading que habían y preservar su poder.
forma­do el inicio de nuestras re- La contradicción entre descon-
flexiones: Ramírez se opone a Juárez fianza en la autoridad y confianza en
no porque le parece demasiado auto­ ciertos hombres fuertes (necesaria-
ritario, sino porque no puede ver en mente autoritarios) no se resuelve de
él al líder nato que sí representan esta manera: al contrario, se resalta.
Díaz y Rosales. Se trata de gober- No obstante, el recurso a las Cartas
nantes que se abstienen de formular Nigrománticas nos permite agregar
teorías políticas e ideológicas pe­ un elemento explicativo válido y
recederas, sino que, sencillamente, hasta cierto grado ignorado por los
actúan y nunca cuestionan sus actos; exégetas del pensamiento de Ra­
se trata, en otras palabras, de líderes mírez: su carácter eminentemente
mesiánicos y populistas. romántico.
En textos escritos hacia el final
del gobierno juarista, el Nigromante
no esconde su decepción frente a las III.
tendencias dictatoriales del presi-
dente. En 1871, apunta irónicamen- Es inevitable, al inicio de este apar-
148 te que Don Benito “mata a todos sus tado, agregar otro elemento contra-
enemigos, y de ese modo hace sobe- dictorio: Ramírez se queja de su
rano al pueblo”.23 El mismo año, en propio romanticismo ante el fusila-
“Trabajos electorales”, Ignacio Ra- miento de unos reos; se burla de sí
mírez se burla de Juárez y de su con­ mismo por ser lector sentimental de
sejo de ministros. Los presenta como Hugo. El antídoto lo ofrece Porfirio
dependientes de los grandes comer- Díaz y su posición implacable ante
ciantes, corruptos y ajenos a los inte­ lo necesario de este acto de guerra. La
reses del pueblo.24 Juárez ya no es el admiración del Nigromante frente a
23
 Ignacio Ramírez, “Cómo se hace al pueblo
la actitud del militar es, no obstante,
soberano?”, Obras de Ignacio Ramírez, t. ii, 1889, genuinamente romántica, refleja el
México, Secretaría de Fomento, p. 539-45, aquí: culto al “gran hombre”.
p. 540.
24
 Ramírez, “Trabajos electorales”, op. cit.,
En La coronación del escritor
p. 545-551. Se puede detectar otra coincidencia 1750-1830, Paul Bénichou describe
curiosa con las ideas de Elias Canetti quien inter- el origen de este culto como pieza
preta el poder dictatorial como el deseo del tirano de
ser el último sobreviviente en un mundo devastado. clave del romanticismo francés. La

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NOTAS

ilustración, la revolución de 1789 y mántica, les otorga un derecho divi-


los años del gobierno napoleónico, no que los capacita para ser líderes
según el crítico, se caracterizan por populares: puede ser que el “vulgo”
un vacío espiritual, en cuya raíz se no entienda su arte, pero cualquiera
encuentra el ateísmo de los revolu- sabe que hablan y actúan a través de
cionarios más radicales; sin embar- una divinidad que la revo­lución sólo
go, una vida sin asideros espirituales aparentemente había destituido: “El
de ninguna índole es impensable. El escritor inspirado reem­plaza, como
culto al “gran hombre” sustituye, sucesor del sacerdote, al Filósofo de
consecuentemente, la veneración de la época precedente”.26 Las palabras
los santos cristianos; las grandes fies­ de Victor Hugo y Lamartine, incluso
tas cívicas y patrióticas reemplazan las locuras del nada confiable Alfred
la misa y los ritos religiosos. Napoleón, de Musset, se convierten en artícu-
sin duda, puede aprovechar esta cons­ los de fe porque provienen de seres
telación: se corona a sí mismo, pero inspirados. La religión y muy pronto
el pueblo francés no venera a un empe­ hasta los dogmas cristianos recu-
rador, sino a un hombre cuyas cuali- peran, por medio del culto al “gran
dades carismáticas retoman las fun- hombre”, sus derechos y vuelven a
ciones con las que antaño habían formar parte constituyente de la vida
cumplido santos y sacerdotes, que espiritual del pueblo francés.
habían sido artículos de fe tranquili- Ignacio Ramírez, por otro lado,
zadores. Después de la caída del impe­ no es de manera exclusiva ni filóso- 149
rio napoleónico, los filósofos, poetas fo ni poeta inspirado ni artista, pero
y artistas se presentan como los nue- sabe mucho de todos esos quehace-
vos grandes hombres, capaces de res; es, en otras palabras, un intelec-
llenar el vacío espiritual. “Antigüedad, tual orgánico educado en el roman-
felicidad, pureza: todo eso es noso- ticismo; un intelectual preocupado
tros y algo más que nosotros, que por el destino de su pueblo y de la
habiendo sido nuestro, debe serlo to­
humanidad en general. Esta preocu-
davía”.25 Bénichou formula el anhe­
pación justifica su propio anhelo por
lo existencial que subyace al culto
un hombre cuyos actos de liderazgo
profesado ante la aparición del “gran
político deben ser artículos de fe in­
hombre”. Poetas y artistas románti-
cues­tionables; un hombre que, hasta
cos aceptan fácilmente el papel. La
cuando se equivoca, opera con miras
inspiración, base de la estética ro-
hacia el fu­turo, hacia el bienestar de su
25
 Paul Bénichou, La coronación del escritor pueblo. No voy a discutir la inge-
1750-1830, 1981, México, fce, trad. Aurelio Garzón
del Camino, p. 54. 26
 Ibid., p. 254.

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NOTAS

nuidad de esta posición, tampoco el conservadurismo marcado en asun-


riesgo que conlleva y que ha tenido tos culturales y literarios. El clasicis-
como consecuen­cia una serie de líde- mo que se basa en autoridades y
res mesiánicos (equivale a tiránicos) postula su propia superioridad pro-
en América Latina a lo largo de los veniente de la tradición, de un origen
siglos xix y xx. Ingenuidad y riesgo cuasi divino, es la corriente artística
son claros. Igualmente, sin embargo, es preferida de Ramírez. David A. Brading
la fatal y existencial necesidad de esta sabe que rechaza tajantemente arte
postura en las circunstancias vitales y literatura coloniales, a Sor Juana
del Nigromante. Inés de la Cruz sobre todo.28 El re-
Víctor Manuel Torres reproduce chazo sólo en segundo lugar tiene
una cita de Ramírez que indica más que ver con la na­turaleza de la lite-
bien un escepticismo profundo ante ratura colonial como supuesto sub­
los grandes hombres: “Los partidos producto de la literatura del antiguo
personistas –escribía en 1871– humi­ amo, España. En primer lugar, se
llan al individuo y son la mayor relaciona con el carácter innovador
inju­ria para el pueblo […] Nosotros y sumamente intelectual del arte de
dejaría­mos de ser demócratas si con­ Sor Juana o Sigüenza y Góngora;
sintiéramos por un momento en la innovación y hallazgos inte­lectuales
teoría de los hombres necesarios”.27
se logran por derecho propio, no por
Hombres necesarios, no hombres
el cuasi di­vino. Por ende, Sor Juana
grandes. Ramírez se refiere a nece-
150 y el arte colonial no pueden recla-
sidad y grandeza auto proclamadas
mar un liderazgo cultural natural en
y fundadas en teorías y programas
la nueva cultura mexicana, como sí
partidarios, no a la grandeza que había
pueden hacerlo los poetas neocla­
visto en los actos de Porfirio Díaz y
sicistas es­pañoles y portugueses, los
Antonio Rosales durante la interven-
ción francesa que, efectivamente, románticos franceses y alemanes, es
garantizaba un liderazgo basado en decir, los dos polos opuestos: artis-
la inspiración romántica. tas inspirados y artistas anclados
en la autoridad sempiterna de la
tradición.29
IV. 28
 Brading, op. cit., p. 36.
29
 La misma postura se nota incluso en un
tema marginal tratado por el Nigromante: la lingüís­
Una vez más, de manera paradójica tica. “Estudios sobre literatura” se llama el único
y contradictoria, el culto profesado artículo que Ramírez publica (en tres partes) en El
por el Nigromante trae consigo un Renacimiento, la ambiciosa revista de su alumno
Altamirano. Literatura, para el Nigromante, es len­
27
 Apud. Torres, op. cit., p. 201. guaje. El texto busca, por ende, establecer las

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NOTAS

A final de cuentas, el anti-auto- nal de este ensayo. La política, la for­


ritarismo radical de Ramírez en cues­ mación de una patria nueva y un
tiones políticas lo guía, por caminos sentido innato por la justicia social
laberínticos, hacia una creencia firme constituyen, sin duda, el objetivo
en la autoridad cuando de temas cul­ principal de la vida del Nigromante.
turales y ontológicos se trata. Su ateís- A pesar de ello ‒¿o a causa de ello?‒
mo sin compromiso lo lleva hacia se trata de una vida romántica: está
opiniones francamente religiosas en juego el ser completo de un hom-
‒casi místicas‒ cuando pretende eva­ bre. Este ser se manifiesta también
luar y propagar las cualidades de un por medio de sentimientos, dudas y
líder político a la altura de los pro- miedos; sus amores y odios, sus fra­
blemas de una nación en ciernes. Se casos y logros. Las Cartas Nigromán­
trata de contradicciones, no cabe ticas nos permiten ver a este ser
duda. Pero también se trata de las completo. Su inicio es marcadamen-
consecuencias inevitables de un pen­ te poético; se inscribe en la tradición
samiento siempre en movimiento y del Quijote, de los viajeros román­ti­
anclado en una época que se carac- cos, de los diaristas íntimos; final-
teriza por cambios filosóficos, polí- mente, en la de una novela de edu-
ticos e ideológicos que se precipitan cación, sin que el Nigromante renuncie
uno tras otro. a un tono humorístico y paródico: “Y
así, caballero en mi matalón, salí del
Distrito Federal decidido a defender 151
V. la patria. Mis aventuras, mis penas, las
gentes con quien me encontré y los
Quiero hablar de otro aspecto del ro­ riesgos que corrí, materia será de otra
manticismo de Ignacio Ramírez al fi- carta que no tardará en escribirte
tu amigo”.30
bases de un discurso exacto sobre la naturaleza del En medio de la guerra, de muerte
lenguaje. Hay, en este contexto, intuiciones sorpren­
dentes que prefiguran los hallazgos de la lingüística y sufrimiento, el Nigromante no olvi-
moderna, por ejemplo, la idea del lenguaje como da comunicar sus amoríos al amigo
sistema, formulada a comienzos del siglo xx por
los estructuralistas de la escuela de Praga. Sin em-
Prieto.31 La cuarta carta describe el
bargo, el meollo de las ideas de Ramírez lo forma
de nuevo el arraigo del lenguaje en una tradición
30
 Ramírez, 2009, op. cit., p. 4.
milenaria, que le otorga un poder incuestionable, es
31
 De manera mucho más consecuente, esta
decir, una capacidad de guiar por dones naturales paradoja se usa en Rosas caídas, las memorias
a sus súbditos, a los usuarios del lenguaje. Cfr. de Manuel M. Flores. Casi coetáneo de Ramírez
“Estudios sobre literatura”, El Renacimiento (1869), y compañero político suyo, combatiente en la Guerra
1993, México, unam, edición facsimilar, pp. 56-8; de Reforma y prisionero durante la intervención
110-3; 205-7. francesa, Flores sólo parece acordarse de sus nu-

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NOTAS

ataque de un buque francés. Pero a a segunda: “Yo voy a ver si le quiebro


pesar de los disparos y cañonazos, el ojo al diablo y si dedicándome a
Ramírez de pronto se deja distraer por amar a tan bella criatura, consigo que
unas piernas femeninas y agrega un ella me quiera un poco. // Esas espe-
elogio general de las bellezas de Ma- ranzas sostienen a tu amigo”.34 La
zatlán: “¡ay, qué piernas, como las que última frase de la correspondencia
sólo se ven en este Mazatlán de mis apunta hacia una vida más allá de las
culpas!”.32 grandes preocupaciones, más allá,
Las Cartas cierran con un episo- también, del peso de las obligaciones
y de la racionalidad; apunta hacia una
dio pastoril. En Guaymas, y lejos de
existencia quizás más peligrosa aún,
la escena bélica, escribe a Prieto:
pero sin la que la primera vida no
“Viejo muy querido: basta ya de ha-
sería vivible: la existencia de las pa-
zañas épicas (no hípicas como las de
siones y de la irracionalidad, del amor
ustedes); ya no quiero diferirte triun- alocado y cercano a la muerte que tan
fos, vergüenzas, rasgos de valor, brillantemente ha descrito Georges
desfallecimientos y cobardías; todo Bataille en El erotismo. Una vida que,
eso está de más, ya que poco se con- finalmente, armoniza todas las con-
sigue con ello”.33 Sigue la narración tradicciones inherentes en los actos y
de un amor naciente, de una mucha- pensamientos de los seres humanos.
cha bella y enigmática, inalcanzable a Y humano, demasiado humano, ha
primera vista, pero una posible novia sido Ignacio Ramírez.
152

merosas amantes en Puebla y otras ciudades de la


República. La esfera privada y pasional, el mundo
irracional del erotismo, es idéntica o la esfera po-
lítica y racional, y posiblemente genera la actuación
cívica apasionada del poeta romántico. Cfr. Manuel
M. Flores, Rosas caídas, 1999, México, Factoria
Ediciones.
32
 Ramírez, 2009, op. cit., p. 29.
33
 Ibid., p. 65. 34
 Ibid., p. 70.

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