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DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN Y SERVICIOS GEOFÍSICOS

UNIDAD DE VULCANOLOGIA

VOLCÁN DE PACAYA
DESCRIPCIÓN DE ACTIVIDAD VOLCÁNICA 2019 – 2020

GRUPO DE VULCANOLOGIA

- Redaccion inicial: Gustavo Chigna


- Revision y registro instrumental: Lic. Amilcar Roca
- Revision y marco geologico: Geol. Roberto Mérida
- Revision e Imágenes Satelitales: Lic. Peter Argueta
- Revision: Geol. José Juan Ochoa

Colaboración:
- Plan de vuelo 2020 y material visual: Ing. Alfredo Quiñonez.
- Epicentros eventos sísmicos: Ing. Diego Castro

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INTRODUCCIÓN

El presente reporte describe la actividad volcánica observada y registrada instrumentalmente


en el volcán de Pacaya en los últimos meses y resaltando cómo se diferencia de los datos
obtenidos en los últimos años. Se hace especial énfasis en los cambios morfológicos
observados por la actividad reciente de flujos de lava, como también el tremor sísmico que
acompaña la generacion de dichos flujos de lava.
Se describen algunos aspectos observados alrededor del edificio volcánico y mediante
planes de vuelo ejecutados con vehículos aereos no tripulados (dron) se logra apreciar los
cambios en la parte alta del cráter provocados por la actividad explosiva diaria de tipo
estromboliana.

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1. CAMBIOS MORFOLÓGICOS EN EL CRÁTER MACKENNEY

El volcán de Pacaya es uno de los volcanes más activos de Guatemala, su actividad


estromboliana consiste de explosiones con características débiles, formación de flujos de lava,
desgasificación, construcción y destrucción del cono intracratérico. Los flujos de lava han sido
reflejo de su constante actividad, sobre todo a partir de mayo del 2018 cuando se registró una
serie de fracturas hacia el flanco noroeste, una zona del edificio volcánico susceptible a
colapsos, que favorecieron la formación de algunos flujos de lava que han rellenado
completamente el cráter Mackenney.

De su actividad volcánica más reciente e importante se puede mencionar dos erupciones,


una explosiva en 2010 con un VEI 3 y una efusiva en 2014 que produjo uno de los flujos de lava
más extensos de los últimos años.

A B

Figura No. 1: La fotografía A muestra la fisura provocada por la erupción del 2010. La fotografía B
muestra el flujo de lava que acompaña la actividad eruptiva del 2014. Imágenes proporcionadas por
Gustavo Chigna (Archivo, INSIVUMEH).

Un nuevo periodo de actividad inicia el 2016, luego de permanecer cerca de 2 años únicamente
con actividad fumarólica, presentando de nuevo actividad explosiva estromboliana que favorece
la construcción de un cono dentro del cráter del cono MacKenney. A partir de 2017 los flujos de
lava comienzan a derramarse desde el cráter a través de los restos de la profunda fisura que
había dejado la erupción de 2010. Las explosiones de la actividad estromboliana de enero de
2018 causó la destrucción parcial de este cono intracratérico, el cual pasó a experimentar un
ciclo de destrucción y re-construcción. Durante el resto de ese año se produjeron flujos de lava
con origen en el cráter y/o en sus flancos, principalmente hacia el norte y noroeste, con
longitudes de hasta 600 metros. En diciembre la actividad estromboliana incrementó hasta
generar retumbos audibles hasta 8 km de distancia, flujos de lava con avalanchas en sus frentes
y la construcción del cono intracratérico, haciendo que este alcanzara una altura de
aproximadamente 75 metros sobre el borde del cráter y volviéndose visible desde Ciudad de
Guatemala.
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Durante el año 2019, la actividad continuó con características muy similares a las anteriormente
descritas, con explosiones estrombolianas elevando material entre 25 y 100 metros sobre el
cono intracratérico, así como la emisión de flujos de lava desde el cráter como desde ciertos
focos en sus flancos, principalmente hacia el norte y noroeste, en dirección de la “Meseta” y el
Cerro Chino respectivamente.

Las siguientes imágenes demuestran los cambios morfológicos en el cráter del cono
MacKenney entre los años 2016 y 2020. El material expulsado por las explosiones se fue
acumulando hasta elevar el cono intracratérico por encima del borde del cráter, y desde
entonces, este se ha destruido parcialmente y vuelto a reconstruir. En el área del cráter también
se suelen precipitar productos como el azufre, como se aprecia en una de las fotografías del
año 2019. Esto derivado de la composición de los gases emitidos por la actividad fumarólica y
la dirección predominante del viento, lo que favorece la acumulación de estos materiales en
zonas específicas. En la última imagen, se puede apreciar cómo el material ha rellenado el
cráter, ha elevado el cono intracratérico y desbordado el material hacia el flanco sur.

AÑO 2016 AÑO 2017

AÑO 2018 AÑO 2019

Figura no 2: Vuelos realizados con vehículos no tripulados (dron) realzados en distintos años.

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AÑO 2019

Figura no. 3: Vuelos realizados con vehículos aereos no tripulados (dron) en el año 2019.

Además de los ciclos de destrucción y reconstrucción del cono intracratérico, es posible apreciar
también que en el área del cráter se registran numerosas grietas, las cuales representan zonas
de debilidad en la parte alta del edificio volcánico. Estas estructuras, generadas tanto por el
ascenso del magma, como por la inestabilidad producida al acumularse y/o desprenderse el
material emitido desde el cráter. La fotografía muestra el estado del cráter y sus alrededores en
septiembre de 2019.

Figura no. 4: Cambios morfologicos en el área del cráter Mackenney, en los últimos años. Fotografias
tomadas por Dulce González (Archivo INSIVUMEH).
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A principios de este año 2020, el área del cráter mostraba algunos cambios en realación a lo descrito
anteriormente, en especial en cuanto al cono intracratérico, el cual había perdido ya su forma puntiaguda
debido a la destrucción provocada por las explosiones estrombolianas, mostrándose más bajo y con
una abertura más o menos ancha, a través de la cual continúa la expulsión de gases y material volcánico
que se acumula en los alrededores.

ENERO, 2020

A B

Figura no. 5: Vuelo (con dron) permite fotografiar el cráter Mackenney, utilizando el rango visible (A) y el
infrarrojo (B) que permite detectar los focos eruptivos y otras zonas de anomalía térmica. Cortesia de:
Universidad de Liverpool, UK.

Durante estos últimos años la actividad principal se ha centralizado en el cráter


Mackenney. El material volcánico expulsado por las explosiones alcanza una altura de 50 a 75
metros y mantiene activo el ciclo de destrucción y reconstrucción del cono intracratérico. Los
flujos de lava, emitidos principalmente hacia el norte y el noroeste, han cambiado la superficie
del edificio volcánico en esos flancos.

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2. ACTIVIDAD SÍSMICA 2019 – 2020

La estación sísmica de banda ancha PCG5 instalada en octubre del 2019, permite obtener
formas de onda no saturadas y continuas en el tiempo, por lo cual brinda la oportunidad de
realizar un análisis a largo plazo y observar las tendencias de varios parámetros sísmicos
(amplitud, duración, etc). La figura 6 representa la amplitud promedio (calculada en ventanas
de 1 min) de la actividad sísmica durante el 2019. Existe un incremento progresivo a partir del
29 de noviembre del 2019 para luego regresar a un nivel “base” de actividad durante los
últimos días del mes de diciembre de este mismo año.

Figura no. 6 : Curva de amplitudes promedio (RSAM) para la estación PCG5 en el año 2019. La curva en A
identifica la amplitud promediada cada minuto y la curva B es la curva de tendencia de la curva en A ,
generada con una ventana de 120 minutos.

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La figura7 indica el comportamiento de la amplitud sísmica para los primeros seis meses del
2020. Es posible observar 3 incrementos: 6 al 12 de enero, 8 de febrero al 12 de marzo, 7 de
mayo al 26 de junio. La tendencia a largo plazo (figura 7 B) indica que la última (y actual) fase
es la más intensa.

Los picos de amplitud superiores a las 1500 cuentas corresponden a sismos tectónicos de
muy baja frecuencia, ajenos al medio volcánico en estudio.

Es importante recordar que las gráficas 6 (B) y 7 (B) indican cambios a largo plazo, por lo que
incrementos muy cortos en el tiempo no se reflejan en la curva, sin embargo es importante
describir incrementos de corto plazo que también generan cambios morfológicos en el edificio
volcánico, flujos de lava e incluso incrementos de la actividad explosiva (ver siguiente
sección).

Figura no. 7: Curva de amplitudes promedio (RSAM) para la estación PCG5 en el año 2020. La curva en A
identifica la amplitud promediada cada minuto y la curva B es la curva de tendencia de la curva en A,
generada con una ventana de 120 minutos

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2.1 INCREMENTO DE ACTIVIDAD SÍSMICA – ABRIL 2020:

A partir del mes de marzo del presente año, los parametros sismicos cambian y reflejan
un aumento en la actividad volcánica. Eventos sísmicos importantes se registran en el mes de
abril.

● 16 de abril se registran hasta 10 explosiones por hora. (Ver Fig 10 A)


● 27 de abril, a las 21:39 (hora local) se registran 6 explosiones fuertes que
posteriormente generaron un incremento del tremor que tuvo una duración de 91
minutos, pero su fase más intensa duró 25 minutos. (Ver Fig 10 B, Fig 11)

Esta actividad marca un nuevo episodio de destrucción del cono intracraterico y la generación
de explosiones débiles y moderadas de forma periódica (con intervalos de entre 2 y 10 minutos)
que han generado material que alcanza entre 100 y 200 metros de altura sobre el cráter. El
registro fotográfico de la cámara web ubicada en el área de Cerro Chino muestra la
incandescencia de una de las explosiones fuertes de la noche del 27 de abril, en la figura 8
(fecha y hora mostradas en tiempo UTC).

Figura no. 8: Incandesencia observada con la cámara de vigilancia en el volcán de Pacaya.

El 28 de abril, se observó un nuevo flujo de lava de 500 metros de longitud en el flanco sur.
Actualmente, el flanco sur continúa cambiando su topografía por nuevos flujos de lava (ver figura
9).

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Los días 28 y 29 de abril se realizaron evaluaciones en campo en el flanco este del edificio
volcánico, principalmente frente a la aldea los Llanos. En horas de la noche se observó una
especie de fisura con incendio en la maleza de este lugar, sin embargo luego de subir al volcán
por ese flanco y analizar el área, se comprobó que era un incendio forestal con una génesis
antropológica.

Colapso del Flujos de lava de


cono aproximadamente
intracratérico 500 metros

Figura no. 9: Imagen obtenida con cámara infrarroja un día después del aumento de actividad sísmica
observada el 27 de abril, vista desde el suroeste, flujo de lava hacia el sur.

El evento registrado el 27 de abril, influye drásticamente en la actividad del volcán Pacaya.


Según sus características, este evento es el primero que se registra durante el periodo del 2014
al 2020. De acuerdo a las diferentes visitas a campo y monitoreo instrumental este evento se
puede comparar a la actividad registrada en 2006 que también formó fisuras alrededor del
edificio volcánico.
A

Figura no. 10: En la parte superior (A) se observa el registro sísmico de la estación PCG. Es posible
observar hasta 10 explosiones por hora el día 16 de abril. En la parte inferior (B) , 27 de abril, se
observan dos curvas (amplitud sísmica promedio) que reflejan dos aumentos súbitos.

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Figura no. 11: Se observa un incremento sísmico el dia 27 de abril a las 21:30 hrs (hora local).
Este aumento se observa de forma explícita en la Figura no.7 B

La figura no. 12 representa los sismogramas de las estaciones sísmicas PCG y PCG5 del
evento del 27 de abril. Es posible observar que la actividad volcánica saturó el sismograma
de PCG5 y generó amplitudes grandes en el sensor PCG 5, sobre todo en su componente
horizontal (Este – Oeste), lo cual podría indicar que la mayor concentración de esfuerzos en
el medio volcánico fueron de orientación horizontal.

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A

Figura. no 12: Sismogramas de la estación PCG (A) y PCG 5 componente vertical (B) y Este-Oeste (C).
Corrección: el eje horizontal representa el tiempo en minutos, no en segundos.

La figura no. 12 indica la distribución de energía en el contenido de frecuencias en cada


estación sísmica. Es posible observar que PCG contiene información en un espectro más
amplio de frecuencias, esto podría indicar que no solamente registro eventos de baja
frecuencia relacionados al movimiento de fluidos dentro del conducto volcánico sino también
aquellas frecuencias relacionadas a los mecanismo de ruptura o fracturación (frecuencias > 5
Hz). Para la estación PCG 5, el rango de frecuencias en la componente vertical difiere de la
componente horizontal, siendo la componente horizontal con mas energia en las bajas
frecuencias( < 2 Hz). Esto podría indicar que la componente del movimiento de fluidos
(magma/gas) que generó más energía sísmica fue la horizontal. Esto podria favorecer a la
activación o generación de flujos de lava en los flancos del volcán y no precisamente desde la
parte alta del cráter Mackenney.

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A

Figura no. 12: Contenido de frecuencias de las estaciones PCG (A) y la componente vertical (B) y
horizontal (C) de PCG5.

El segmento sísmico de mayor amplitud y duración, fue precedido por 6 explosiones que
generaron material incandescente y retumbos fuertes. La figura no. 13 representa las 6
explosiones registradas con la estación sísmica PCG 5.

Fig no. 13: Actividad explosiva registrada con la estación PCG 5 canal vertical (BHZ).

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Cuando la actividad volcánica en el cráter Mackenney se intensifica y genera explosiones
moderadas o fuertes, se generan también ondas acústicas (en el rango del infrasonido < 20
Hz) que viajan a través de la atmósfera varias decenas o centenas de kilómetros. Las
explosiones del 27 de abril en el volcán de Pacaya pudieron ser registradas por los sensores
de infrasonido instalados en el volcán de Fuego con una amplitud aproximada de 0.3 Pa (31
km es la distancia aproximada entre Pacaya y Fuego). La figura 14 presenta la señal de
infrasonido generada por la segunda explosión (ver figura 13) y detectada por la estación de
infrasonido FG15 del volcán de Fuego. El resto de las explosiones generaron ondas
acústicas de menor amplitud por lo que se atenuaron antes de llegar hasta los sensores de
infrasonido del volcán de Fuego.

Fig no. 14: Senal de infrasonido generada por una explosión en el volcán de Pacaya y detectada por
sensores de infrasonido en el volcán de Fuego.
3. FLUJOS DE LAVA
La actividad efusiva en el volcán de Pacaya en los años recientes ha consistido de la emisión
de flujos de lava hacia sus flancos norte y oeste principalmente con longitudes de hasta 600
metros, y en menor medida, hacia el sur, como se muestra en la figura 15.

Figura no. 15: Mapa de flujos de lava generados en el 2019.

Elaboración Dulce Gonzalez – Archivo INSIVUMEH

Los flujos de lava, siempre de composición basáltica, han desarrollado superficies curvadas y
acorreadas (lavas pahoehoe), así como superficies blocosas e irregulares (lavas a’a’), tal y
como se observa en la fotografía del flujo activo el 1 de agosto de 2019, en la parte baja del
flanco noroeste (Figura 16).

Figura no. 16: Fotografía de Dulce González, Archivo INSIVUMEH

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3.1 FLUJOS DE LAVA ENERO – JUNIO 2020:
Durante este año, la actividad efusiva se ha concentrado nuevamente en los flancos norte y
oeste del cono Mackenney. Los flujos de lava han surgido tanto del cráter, como de algunos
focos eruptivos situados en los flancos mencionados, alcanzando longitudes de hasta 500
metros, según lo registrado en las imágenes satelitales procesadas como las que se muestran
en la figura 17.

Figura. 17: Flujos de lava de los meses de enero a junio. La nubosidad empieza a afectar drásticamente la
visualización con imágenes satelitales. Los flancos norte y oeste siguen concentrando los flujos de lava
que alcanzan longitudes entre 300 y 500 metros.

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Como se mencionó en páginas anteriores, la figura 7 indica que a partir del mes de mayo
se registra un incremento de actividad sísmica de forma progresiva, que ha afectado la dinámica
volcánica y la topografía del edifico volcánico. El 19 de mayo se publicó un boletín vulcanológico
especial debido al aumento de la actividad efusiva, acompañada de algunas explosiones débiles
y moderadas, así como la activación de un flujo de lava de aproximadamente 400 metros de
longitud, extendiéndose desde el cráter del cono Mackenney hacia el sur.

Los flujos de lava generados a partir de mayo tienen mayor temperatura, debido a que su
velocidad de desplazamiento ha incrementado. Antes de mayo los flujos fueron lentos y con
longitudes no mayores de 300 metros. Para finales de ese mes alcanzaron más de 500 metros
de longitud. Los principales canales utilizados por los flujos de lava para su descenso han sido
preferentemente hacia el norte, noroeste, ocasionando el rellenamiento de la zona.

4. EVALUACIÓN DE CAMPO 16 Y 17 DE JUNIO:


En la evaluación de campo más reciente se realizó la inspección del flanco norte y del cráter del
cono Mackenney con la ayuda de un vehículo aéreo no tripulado (dron), así como la
caracterización de los flujos de lava que han descendido hasta la meseta ubicada al norte del
cono.

Figura no. 18: Vuelo de vehículo no tripulado (dron) .

En el cráter, visto en la fotografía de noroeste a sureste aproximadamente, es posible observar


el ensanchamiento de una depresión en el cono intracratérico. Este a su vez muestra al menos
tres aberturas o “vents” en dicha depresión.

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El material alrededor del cono consiste tanto de piroclastos como de flujos de lava. Son notables
algunas fisuras tanto en el cono intracratérico, como en los alrededores del cráter. Del borde
del antiguo cráter del cono Mackenney, es visible ya sólo un borde elevado hacia el norte (orilla
izquierda de la fotografía en figura 18). En los alrededores del cráter, hacia el sur y hacia el
noroeste, se encuentran algunos focos de emisión de lava, los cuales presumiblemente son los
que han originado los flujos de lava observados durante mayo y junio. Al menos dos flujos de
lava activos de corta longitud se observaron en el noroeste, mientras que un flujo de lava se
observó inmediatamente hacia el sur del cono intracratérico.

Figura 19. Imagen superior: flujos de lava activos en el borde norte del cráter. Imagen inferior: flujo de lava
activo en el borde sur del cráter.

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A pesar de no ser distinguibles a simple vista por mostrar casi todos el mismo color, fue posible
identificar zonas con flujos de lava que estuvieron recientemente activos que se relacionan con
lo mostrado en la imágenes satelitales, puesto que estas zonas emiten energía calórica en el
espectro infrarrojo, el cual es detectable a través de una cámara termográfica. Con las imágenes
obtenidas por esta cámara, es posible distinguir en color rojo los flujos de lava activos (al 16 de
junio de 2020) en el flanco norte, y en color blanco dos flujos recientemente activos que aún
emiten calor, en el flanco norte y noroeste respectivamente.

Figura no. 20: Imágenes obtenidas con cámara térmica.

En cuanto a la actividad observada en el cráter, se tienen 2 tipos de explosiones, la primera


expulsa material incandescente, de 50 a 100 metros sobre el cono de escorias; el otro tipo de
actividad son explosiones de gas con sonidos audibles a 5 kilómetros sin material incandescente
y genera una pluma de desgasificación que se eleva 200 metros aproximadamente.

El principal cambio en el flanco norte del edificio es la reciente ocurrencia de flujos de lavas en
bloques (tipo a’a’), los cuales descienden hasta la meseta en donde se encuentra la zona
designada como Centro de Visitantes del Parque Nacional del Volcán de Pacaya. Es notable
también la existencia de una estructura, primero considerada como una gran grieta en el flanco
noroeste, la cual al hacer una inspección más detallada de las fotografías, resulta ser un antiguo
tubo de lava que alimentó uno de los múltiples flujos que en ese sector se encuentran. Este se
extiende desde la parte media-alta del flanco, hasta perderse en los flujos de lava pahoehoe
que estuvieron activos durante junio de 2019, al centro y la derecha de la fotografía de la figura
21.

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Figura no. 21: Antiguo tubo de lava observado en el flanco noroeste .

El cambio más notable generado por los flujos de lava recientes, es la “inundación” de la meseta
ubicada entre el cono Mackenney y el cráter del Cerro Chiquito por algunos de estos flujos,
entre finales de mayo y mediados de junio. Esto se hace bastante visible al comparar las
fotografías de la figura 22, del 18 de septiembre de 2019 (superior) y el 16 de junio de este año
(inferior).

Figura22. Imagen superior: Vista de los flujos de lava del volcán Pacaya emitidos hacia el noroeste, 2019.
Inferior: vista de los flujos de lava del volcán de Pacaya emitidos hacia el noroeste, 2020, nótese el avance
de los flujos hacia Cerro Chiquito.
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El flujo de mayor alcance, recorrió una distancia aproximada de 855 metros desde el borde del
cráter en el flanco norte, hasta alcanzar la base del Cerro Chiquito, con un espesor de
aproximadamente 5 metros en el frente. Este flujo de lava corresponde a un flujo de tipo A’a. La
mayoría de los flujos de lava emitidos en el volcán de Pacaya en años recientes son de este
tipo. Estos se caracterizan por tener superficies superiores bastante rugosas compuestas de
bloques espinosos (Clinker) e interiores densos a vesiculares. Este tipo de flujo de lava es
común en eventos efusivos con una tasa de descarga alta y en pendientes de inclinadas a
abruptas, y pueden avanzar rápidamente, a velocidades de hasta unos cuantos kilómetros por
hora.

A pesar de que el flujo estuvo activo entre el 20 y el 30 de mayo aproximadamente, al momento


de la visita el 16 de junio, este aún se encontraba relativamente caliente (hasta 250ºC) según
el registro de la cámara termográfica.

Figura 23. Arriba, izquierda: vista del flujo de lava que se extendió hasta la base de Cerro Chiquito. Arriba,
derecha: vista hacia el mismo lugar, a través de la cámara termográfica, evidenciando el contraste de
temperaturas por el calor aún acumulado dentro del flujo. Abajo, izquierda: vista de la superficie de
“Clinker”, característica de los flujos de lava de tipo A’a. Abajo, derecha: detalle de la muestra de roca
extraída del flujo de lava en mención.

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La muestra extraída corresponde a una roca volcánica cuyo interior muestra abundantes
vesículas dejadas por el escape de gas en una masa densa de color gris oscuro y textura
fanerítica a porfirítica, presentando numerosos cristales blanquecinos de plagioclasa de entre 1
y más de 10 milímetros. Ocasionalmente se observan pequeños cristales de olivino amarillo
verdoso a marrón, rodeados por completo de un cristal más grande de plagioclasa. Las
vesículas son sub redondeadas a alargadas en una misma dirección, lo que indica que el flujo
de lava aún estaba en desgasificación durante su desplazamiento pendiente abajo. Esta
descripción corresponde con los basaltos porfiríticos de olivino producidos por el volcán de
Pacaya en tiempos prehistóricos, históricos y modernos, según Bardintzeff y Deniel (1992).

Figura 24:. Derecha: vista del interior de la muestra de roca, mostrando una textura fanerítica y vesículas.
Izquierda: detalle de los fenocristales de plagioclasa, olivino y vesículas en el interior de la roca.

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5. DISCUSIÓN DE RESULTADOS Y RECOMENDACIONES

- La actividad sísmica en el volcán de Pacaya expone tres períodos principales de incremento


de actividad en el 2020: 6 al 12 de enero, 8 de febrero al 12 de marzo, 7 de mayo al día de hoy.
El último de estos periodos es el más alto en amplitud sísmica y la causa principal de los
cambios observados actualmente en el edifico volcánico y descritos en este reporte.
El comportamiento de esta actividad es muy similar a la registradas previo a las erupciones
efusivas del 2006, 2010, 2014. En el estudio de White y McCausland (ver referencias) se
consideran varios parámetros de actividad como antecesores a una erupción, entre los cuales
se puede mencionar: eventos volcano tectónicos (VTs) distales, incrementos cortos de actividad
sísmica pero altos en amplitud, incremento de actividad explosiva, consecutivos flujos de lava
y aumento progresivo del tremor sísmico.

Fig. 25 : Mapa de epicentros de los sismos registrados en Abril y Mayo del 2020 en un radio menor a 20 km
de distancia del cráter Mackenney en el volcán de Pacaya.

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-En las dos estaciones sísmicas del volcán de Pacaya (PCG y PCG5 a 2 y 4 km de distancia
del cráter respectivamente) se registra actualmente un aumento progresivo del tremor sísmico
que puede generar más flujos de lava y aumentar la energía de las explosiones generadas en
el cono Mackenney.

-Los flujos de lava registrados de Enero a Junio del presente año afectaron principalmente el
flanco norte del edificio volcánico, causando un cambio de topografia, generación de diferentes
fisuras y canales en el mismo flanco. Estos flujos de lava presentaron longitudes entre 200 y
850 metros.
-Los minerales y las texturas observadas en las rocas producidas por los flujos de lava más
recientes no indican un cambio en la composición de las lavas con respecto al registro conocido,
sin embargo el tipo del flujo (A’a) indica que presumiblemente se tienen las condiciones para
eventos efusivos con una alta tasa de descarga, lo cual de continuar así podría provocar flujos
de lava con longitudes y velocidades similares o mayores a las observadas en los últimos
meses.
- El desplazamiento y dirección de los flujos de lava hacia la meseta y fuera de esta representan
una mayor amenaza volcánica para las comunidades de San Francisco de Sales y Los llanos.

- Considerar que un flujo de lava puede seguir siendo una amenaza debido a su temperatura
incluso días o semanas después de su emplazamiento, sin descartar una erupción que pueda
mover o desplazar estos flujos aún más en las direcciones descritas anteriormente.Por lo cual
es recomendable no acercarse a estos flujos de lava ni ubicarse por encima de los mismos
aunque no emitan calor a nivel superficial.

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6. REFERENCIAS:

1. Bardintzeff, J., Deniel, C. Magmatic evolution of Pacaya and Cerro Chiquito


volcanological complex, Guatemala. Bull Volcanol 54, 267–283 (1992).
https://doi.org/10.1007/BF00301482

2. White, R. and McCausland W., 2016. Volcano-tectonic earthquakes: A new tool


estimating intrusive, volumenescand forecasting eruptions. Jornal of Volcanology and
Geotermal Research, 309, pp. 139-155.

3. White, R. and McCausland W. A.. 2019 A proces-based model, of pre eruption seismicity
patterns and its use for eruption forecasting at dormant stratovolcanoes. Jounal of
volcanologyand Geothermal Research.

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