Aprender a actuar en cada etapa de la comunicación telefónica es clave ya que estos momentos son fundamentales para darle una buena atención al cliente de forma amena y cordial para llegar a feliz término. Primero se debe identificarse con el nombre y el cargo, además de adoptar una actitud cordial que muestre interés. Después de las presentaciones y de haber enfocado la llamada, se inicia a averiguar qué es exactamente lo que el cliente desea para ofrecerle una respuesta adecuada. Aquí se debe adoptar una actitud dinámica, planteando preguntas que permitan obtener la información que se necesita, escuchando de forma activa.
La forma de concluir con la llamada es importante porque determina la última
impresión que se llevará el cliente de la conversación ya que cuando todo este claro y el cliente sepa lo que sucederá a continuación se procede a agradecerle por el tiempo brindado y se le desea un buen día; posterior a esto se cuelga de forma lenta y suave.