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SEGURIDAD NACIONAL
Mailin Brito
C.l. 22920903
Administración de desastre
En el ámbito político la seguridad nacional es el objetivo principal, la meta, el fin, mientras que la
defensa nacional es el medio, o uno de los medios, el más destacado para lograr la seguridad. Se
puede señalar el aspecto de la Seguridad como un aspecto psicológico, como una actitud o un
estado de conciencia, y que va a depender del grado de confianza y seguridad que el Estado
transmita a sus nacionales.
.una de las amenazas más significativas para la Seguridad Nacional, sobre todo en el contexto en
el que nos encontramos es la tensión geopolítica, la competición y la fragmentación del orden
internacional:
Entre las principales tendencias se hallan las capacidades de proyección militar de diferentes
Estados (a nivel terrestre, aéreo, naval, espacial y del ciberespacio).
A los tradicionales conflictos armados se une la proliferación de las armas de destrucción masiva,
es decir, armas de alta precisión combinadas con gran letalidad funcional de ciberataques y
acciones de desinformación. Todo esto promovido tanto por actores estatales como no estatales,
cuyo objetivo es la movilización de la opinión pública y la desestabilización política.
Debido a los focos de inestabilidad y a los Estados débiles surgen espacios desde los que los
grupos violentos y armados pueden actuar. En otras palabras, España está expuesta a amenazas
como tráficos ilícitos, piratería y terrorismo, entre otros.
Terrorismo – cada vez tiene mayores dimensiones, fundamentalmente el yihadista, el cual actúa a
nivel global realizando execrables atentados terroristas. Actualmente, el Daesh / ISIS es el
principal protagonista por su modo de operar, su proyección mediática y su rápida expansión.
Actúan tanto en células organizadas como de manera individual y su fin es causar el mayor
número de víctimas, además de generar un fuerte impacto propagandístico.
La radicalización, el extremismo violento y la captación de nuevos reclutas forman parte de las
amenazas que han ido adquiriendo mayor protagonismo en los últimos años. Además, con el
desarrollo tecnológico, crecen los riesgos de difusión de propaganda yihadista.
Por su parte, España está comprometida en la lucha contra el terrorismo. Su respuesta se basa en
un modelo integral, el cual incluye su experiencia y coordina la acción con sus aliados en todas las
iniciativas internacionales, esencialmente con la Unión Europea. Si quieres especializarte en
prevención del terrorismo haz clic aquí.
Entre las Vulnerabilidad Esta: del ciberespacio – las amenazas en el ciberespacio han adquirido
una dimensión global que va mucho más allá de la tecnología.
Actualmente, es muy común el uso del anonimato para conseguir diferentes propósitos como, por
ejemplo, la expansión de determinados intereses geopolíticos por parte de Estados, organizaciones
terroristas y actores individuales. La ventaja de utilizar el anonimato que ofrece el ciberespacio es
que puedes conseguir cualquier fin a un mínimo coste y asumiendo un riesgo mucho menor.
Otras ciberamenazas son el robo de datos, los ataques ransomware, el hackeo de dispositivos
informáticos y los ciberataques contra las infraestructuras críticas.
El uso del ciberespacio para realizar actividades ilícitas impacta en la Seguridad Nacional,
poniendo en riesgo la privacidad de los ciudadanos, además de crear un ambiente de
incertidumbre. Aquí te facilitamos multitud de artículos sobre los principales ciberriesgos y
ciberamenazas y cómo puedes prevenirlos.
Vulnerabilidad del espacio marítimo – este espacio es de gran relevancia para España como
potencia marítima, pues reviste un gran valor estratégico. Los factores que desafían la seguridad
marítima se concentran en dos grupos:
En segundo lugar, amenazas accidentales derivadas de las condiciones naturales del propio medio.
Destacan actos como los accidentes marítimos y las catástrofes naturales.
Así pues, se encarga de una amplia zona de salvamento y rescate con especial atención a la
seguridad de la vida humana en el mar y al tráfico marítimo. A los accidentes y catástrofes
marítimas se les une la preservación de los ecosistemas marinos, costeros y terrestres como
actividades de especial relevancia.
Vulnerabilidad del espacio aéreo y ultraterrestre – El espacio aéreo puede ser comprometido por
parte de actores estatales y no estatales.
Algunos ejemplos son las acciones contra la aviación comercial, los sistemas de control de
navegación y los tráficos ilícitos.
Asimismo, el uso de drones, con finalidad agresiva o ilícita por parte de Estados u organizaciones
no estatales, es otro ejemplo actual que justifica la protección del espacio aéreo.
Por otra parte, los dispositivos de reconocimiento y vigilancia, los sistemas de posicionamiento y
buena parte del intercambio de la información digital requieren de las comunicaciones vía satélite.
Cada vez, los precios de la tecnología satelital son más baratos, lo cual permite oportunidades
como la exploración espacial. Sin embargo, puede conllevar ciertos riesgos como el incremento en
basura espacial.
Infraestructuras críticas – cualquier tipo de perturbación en los servicios ofrecidos por estas
infraestructuras de sectores estratégicos y esenciales (Administración, espacio, industria nuclear,
industria química, instalaciones de investigación, agua, energía, salud, tecnologías de la
información y de comunicaciones, transporte, alimentación y sistema financiero y tributario)
podría conllevar riesgos en los flujos de suministros vitales o en el funcionamiento de los servicios
esenciales, además de dar lugar a disfunciones en materia de seguridad. Las amenazas más
relevantes son las que proceden de actos deliberados, ya sea a partir de una agresión física sobre la
propia infraestructura o mediante un ciberataque.
Esta crisis pone a prueba el liderazgo hemisférico y mundial de EEUU, la fuerza emergente de
China y Rusia, la influencia moral y política de la UE y los equilibrios internos dentro de América
Latina. Estos últimos se producen en pleno cambio del ciclo político a causa de la decadencia de
los “socialismos del siglo XXI” y el predominio de gobiernos de centroderecha y de derecha. En
este contexto, Venezuela supone un grave riesgo para la estabilidad regional: su crisis humanitaria
ya afecta principalmente a América del Sur, a la vez que los países vecinos padecen la penetración
del crimen organizado y el narcotráfico.
futuro de Venezuela se va a decidir en sus calles e instituciones. La presión internacional es
determinante pero no decisiva. Es determinante en el caso de los países que respaldan a Guaidó
para agrandar las grietas del régimen y que pueden incrementarse a medida que se profundice el
aislamiento de Maduro. Y también lo es para los países cercanos al régimen bolivariano para
disminuir la sensación de aislamiento internacional que sufre Venezuela.
Pero los actores internacionales no son decisivos porque su capacidad de incidir en la realidad
venezolana es acotada y limitada. EEUU ha coqueteado con la posibilidad de intervenir
militarmente, aunque todo indica que es más una estrategia para incrementar la presión a la que
está sometida el régimen que una iniciativa que se contemple seriamente.
Una intervención militar estadounidense se antoja compleja, desgastante y poco conveniente desde
un punto de vista económico. De ejecutarse, EEUU se arriesgaría a perder una parte sustancial del
respaldo con el que cuenta su actual política hacia el régimen de Maduro, ya que tanto los países
de América Latina como la UE proponen y trabajan por conseguir una solución pacífica de la
crisis.
Mucho más efectivas –y menos costosas económica y humanamente– son las sanciones
promovidas por la Administración Trump, en especial las referidas al bloqueo de los ingresos
venezolanos provenientes del petróleo. Cuanto más cierre EEUU ese grifo, menor será el margen
de acción del régimen chavista. Por eso el mayor golpe que ha recibido el régimen de Maduro en
las últimas semanas ha sido el paquete de sanciones contra la petrolera estatal Petróleos de
Venezuela (PDVSA), que incluían la congelación de sus fondos en EEUU, por valor de unos 7.000
millones de dólares. Fue un misil en la línea de flotación de un régimen que acumulará pérdidas en
exportaciones por 11.000 millones de dólares, según el asesor de Seguridad Nacional John Bolton.
Si EEUU afronta estos importantes límites a su capacidad de intervención directa en Venezuela,
los obstáculos son mucho más evidentes para la UE y los países latinoamericanos, así como para
Rusia y China por lejanía geográfica, falta de medios materiales y económicos (Rusia) y voluntad
para involucrarse (China).
Si bien la comunidad internacional puede resultar determinante respecto al futuro venezolano, será
decisivo lo que ocurra dentro del país. La posibilidad de que colapsen los respaldos que tiene el
régimen (en especial el apoyo militar) ante la doble presión internacional y nacional es en 2019
más factible que nunca. En ese contexto, la ayuda humanitaria que los países que han reconocido a
Guaidó tratan de hacer llegar a Venezuela puede resultar altamente desestabilizante al crear al
interior del régimen (que rechaza esa ayuda) y entre los militares fuertes disensiones y
controversias a la hora de tomar una decisión sobre cómo actuar. La estrategia de Guaidó de
prometer indultos y “leyes del olvido” y tender puentes con sectores descontentos del chavismo,
de las Fuerzas Armadas, e incluso su promesa de pagar las deudas que el régimen mantiene con
China y Rusia, posibilitan un desenlace desfavorable para Maduro.