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Los procedimientos especiales se tramitan ante las juntas de conciliación y arbitraje para casos específicos previstos por la Ley Federal del Trabajo de México. Estos procedimientos son sumarios y más breves que el procedimiento ordinario, aunque este último también es ágil y económico. Las reglas del procedimiento ordinario se aplican a los procedimientos especiales, excepto las salvedades previstas para cada caso. Los procedimientos especiales incluyen ahora conflictos individuales de seguridad social.
Los procedimientos especiales se tramitan ante las juntas de conciliación y arbitraje para casos específicos previstos por la Ley Federal del Trabajo de México. Estos procedimientos son sumarios y más breves que el procedimiento ordinario, aunque este último también es ágil y económico. Las reglas del procedimiento ordinario se aplican a los procedimientos especiales, excepto las salvedades previstas para cada caso. Los procedimientos especiales incluyen ahora conflictos individuales de seguridad social.
Los procedimientos especiales se tramitan ante las juntas de conciliación y arbitraje para casos específicos previstos por la Ley Federal del Trabajo de México. Estos procedimientos son sumarios y más breves que el procedimiento ordinario, aunque este último también es ágil y económico. Las reglas del procedimiento ordinario se aplican a los procedimientos especiales, excepto las salvedades previstas para cada caso. Los procedimientos especiales incluyen ahora conflictos individuales de seguridad social.
Los procedimientos especiales se tramitan ante las juntas de
conciliación y arbitraje ante determinados supuestos que son previstos por el artículo 892 de la Ley Federal del Trabajo. Sin embargo, desde diciembre de 2012, se le adicionaron los artículos 899-A al 899-G relativos a los conflictos individuales de seguridad social, los que tienen un tratamiento particular aun de entre el universo de conflictos que se tramitan por la vía especial. La característica fundamental de los procedimientos especiales radica en que son de carácter sumario y, en teoría, son más breves que el procedimiento ordinario, no obstante que este último, de acuerdo con la Ley, resulta ser ágil, no formal y económico en cuanto a los actos procesales. En esencia, las reglas que rigen al procedimiento ordinario de la Ley Federal del Trabajo resultan aplicables a los procedimientos especiales. Las notificaciones, regulación sobre los términos, la ejecución de los laudos y otros aspectos procedimentales, son comunes a los procedimientos de la Ley, con las salvedades previstas para cada uno de ellos.