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Universidad Arturo Michelena

Facultad de Ciencias Económicas y Sociales


Escuela de Psicología
Cátedra de Técnicas de Modificación de la conducta

ANÁLISIS CONDUCTUAL

Profesor: Alumno:
Mobili, Estefano Fernández, Luis C.I: 27.943.677
Sección: 2M Sánchez Paulina C.I:27.430.015

San Diego, Marzo del 2020


• PREGUNTA #1: ¿Qué es el Análisis Funcional de la Conducta? Explicando sus pasos,
objetivos y métodos

Se denomina análisis funcional de la conducta a esta evaluación de antecedentes y


consecuencias que permite identificar determinadas conductas del paciente, buscando entender el
porqué del mantenimiento, aumento o reducción de la conducta, siendo un modo de organizar la
información que resulta relevante en el proceso evaluación clínica; del mismo modo este análisis
funcional también constituye la manipulación sistemática de las circunstancias ambientales para
conocer su papel como antecedentes o consecuencias que controlan y mantienen los
comportamientos problemáticos.

En el mismo orden de ideas, podemos inferir que el análisis funcional de la conducta tiene como
objetivos:

• Definir la conducta en términos comportamentales


• Identificar antecedentes y consecuencias de la conducta, y a su vez comprender la conducta
problema de la persona a través de la interacción con las variables del entorno.
• Identificar las variables que influyen en el sujeto, disposicionales de la persona y/o
facilitadores del entorno, y de esta manera conocer la adquisición y el mantenimiento de
dicha conducta.
• Formular hipótesis sobre las conductas problema.
• Y finalmente, establecer objetivos de intervención en base a los datos obtenidos para así
crear un plan de tratamiento.

Ahora bien, como todo proceso, el análisis funcional de la conducta tiene una serie de pasos a
seguir para la realización efectiva del mismo, durante la cual se identifican, definen y registran los
objetivos comportamentales:

El primer paso es la recogida de datos del sujeto y en definir con precisión cuál es la conducta
que se pretende modificar, de tal manera que dicha definición nos permita detectar con claridad la
duración, con qué frecuencia y con qué intensidad se ha producido la conducta. Así, por ejemplo,
no podemos definir la conducta de un sujeto como “agresiva”, sino especificar esa agresividad en
varias conductas objetivas y medibles: “Tirar objetos a personas” o “Dar patadas a las mesas y las
sillas” de forma que serán estas las conductas que analicemos e intentemos modificar.

En segundo lugar es importante las conductas tanto en negativo como en positivo, esto es,
especificar no sólo la conducta que deseamos reducir o eliminar, sino también qué es lo que sí
queremos que haga la persona.

Y en tercer lugar, hay que tener en cuenta que conductas no sólo son las acciones, sino también
las cogniciones (pensamientos), y que éstos también pueden ser definidos y modificados.
Seguidamente se procede a analizarla, de manera simple podríamos decir que a una conducta
la preceden uno o más estímulos o antecedentes (E) y la siguen una o varias consecuencias (C).
Son estos estímulos, consecuencias y/o reforzadores las que favorecen la aparición de una
conducta y con el tiempo la mantienen.

Al recopilar esta información, se comienza entonces a registrar, antes de iniciar un programa


de modificación de conducta, se hace necesario observar la conducta durante un período de tiempo
y registrarla, bien sea, en una Gráfica de Frecuencias y en una Tabla de Contingencia; en la gráfica
se anota la frecuencia de la conducta en el período de tiempo que determinemos (normalmente
subdividido en fracción de día o semana). A este registro se la llama Línea base y es el reflejo de
la conducta antes de que iniciemos la intervención, la cual nos permite evaluar el comportamiento
en términos de nivel y magnitud, identificando las posibles variables que controlan la conducta,
estableciéndola en déficit y/o exceso conductual. Cabe destacar, que durante la intervención, se
irán realizando sucesivas Gráficas con el fin de comprobar la evolución, y si es necesario ir
modificando el plan de intervención; por su parte, en la tabla, tras cada aparición de la conducta,
se anota cuándo, dónde y ante quién, así cómo qué ocurre antes (E) y qué después (C). El análisis
de ésta información beneficiará en la compresión ante qué tipo de conducta estamos, que la
provoca y cuál es entonces la mejor manera de modificarla.

El segundo paso consiste en la llamada Fase de Tratamiento que conlleva la observación y el


registro del comportamiento, cuando se logra establecer la Línea Base de forma efectiva, esto nos
permitirá diseñar el programa de intervención mediante estrategias, objetivos o programas
terapéuticos.

Y finalmente, tenemos el último paso, denominado como Fase de Seguimiento, lo cual nos
permitirá determinar si se han mantenido las mejoras obtenidas luego de la fase de tratamiento,
debido a que para que el procedimiento planteado sea satisfactorio los resultados deben ser
permanentes, entonces se lleva a cabo la observación precisa del comportamiento que se pretendía
eliminar/disminuir en las circunstancias en las que esperamos que ocurra, así se registra la
comparación de los cambios obtenidos en el pre-post tratamiento.

Por otro lado, el análisis funcional de la conducta posee una serie de métodos de observación e
intervención. Primero tenemos los de observación que se dividen en tres categorías: indirecta,
directa y experimental.

Los procedimientos de evaluación indirecta nos permiten recoger información sobre las
conductas encubiertas o en caso de que el terapeuta sea incapaz de poder observar las situaciones
en las que se da la conducta. Este tipo de evaluación incluye:

• Entrevistas con los clientes o personas pertinentes: Constituye el contacto inicial con el
paciente y da hincapié al proceso terapéutico. Mediante la entrevista se realizarán preguntas
especificas para que el sujeto describa la conducta problema por la cual acude a consulta;
se indaga sobre el problema planteado, variables, dificultades o elementos que la controlan;
se identifica también el exceso o déficit comportamental.
• Cuestionarios: Son herramientas que funcionan para evaluar el problema y nos facilitará
el desarrollo del programa comportamental idóneo. Estos se subdividen en: Cuestionarios
de historia personal (proporcionan datos demográficos), autoinformes (listas en las cuales
el sujeto marcará las características con las que se sienta identificado), encuestas (serie de
preguntas que se hacen con el fin de reunir datos), y las escalas de evaluación que son
respondidas por terceros cercanos al paciente con el objetivo de evaluar subjetivamente la
frecuencia y/o características de ciertas conductas.
• Interpretación de papeles: El terapeuta emplea esta herramienta cuya finalidad es recrear
una escena donde normalmente se da determinada conducta, en caso de que no se pueda
observar directamente.
• Información procedente de consultas a otros profesionales.
• Auto-observación: Los propios pacientes observan su comportamiento.

Los procedimientos de evaluación directa que consisten en observar directamente la


conducta que se pretende modificar dentro de una situación particular, sin necesidad de intervenir
o altera el ambiente en el que se desenvuelve el paciente.

Los procedimientos de evaluación experimental cuyo objetivo es describir con precisión


los antecedentes/estímulos y las consecuencias que subyacen de la conducta problema y conocer
los reforzadores que la mantienen.

Por su parte, los métodos de intervención en el análisis funcional de la conduta consta de los
siguientes:

• Diseño de investigación de inversión y replicación (ABAB) compuesta de cautro fases:


a) Fase A: Línea base estable y b) Fase B: Introducción del tratamiento, posteriormente se
da la Segunda Fase A: Retirada del tratamiento antes de sonseguir su consolidación, y la
Segunda Fase B: Reintroducción del tratamiento que permite comprobar la fiablidad del
cambio producido por dicho tratamiento, por ende incluye una regresión a las condiciones
de la línea de base y luego una replicación de la fase de tratamiento.
• Diseño de líneas de base múltiples usadas para demostrar la eficacia del tratamiento sin
necesidad de volver a las condiciones de línea de base. Este comprende un diseño de
múltiples líneas base entre conductas, siendo pertinente para la introducción del
tratamientos secuencialmente en dos o más conductas. Una línea de base múltiple entre
situaciones que estudia los efectos de un tratamiento en una única conducta que ocurre en
varias situaciones. Una línea de base entre personas que demuestra la eficacia de un
tratamiento aplicándolo secuencialmente a varias personas.
• Diseño de criterio variable durante el cual se introducen cambios sucesivos en el criterio
conductual con la finalidad de demostrar el control que un tratamiento ejerce sobre el
comportamiento.
• Diseño de tratamientos alternos (o multielemento) implica alternar dos o más
tratamientos más rápidamente de lo habitual en diseños de inversión-replicación.

PREGUNTA #2: ¿Cuál es la diferencia entre el análisis experimental de la conducta, el análisis


conductual aplicado y el análisis funcional de la conducta?

Como se puede inferir el análisis global y/o general de la conducta se define como una ciencia
natural del comportamiento formada por tres subdisciplinas; el análisis experimental de la
conducta, el análisis conductual aplicado y el análisis funcional de la conducta, donde cada tipo de
análisis desprende un objetivo propio y una metodología adherida a dicho objetivo que busca
clarificar y operacionalizar los factores precipitantes, detonantes y perpetuantes de una conducta
específica, llevando a pensar que el proceso de modificación de una conducta no es más que la
aplicación de estos conceptos y principios que poseen la finalidad de predecir y cambiar el
comportamiento de las personas en un ambiente natural. Ahora bien, es oportuno precisar antes
que nada, lo que propone cada tipo de análisis para luego dar paso a la diferenciación existente
dentro de cada uno de estos.

En primer lugar tenemos al análisis experimental de la conducta, el cual hace referencia al


estudio de aquel sistema o paradigma tanto teórico como metodológico que pretende estudiar y
analizar los procesos causales de la conducta a través de una metodología experimental,
operacional y cualitativa. Este sistema considera la conducta o el comportamiento como producto
de la interacción entre la selección natural, el reforzamiento de las conductas previas y la
interacción con el medio social, ejemplo de este análisis podría verse reflejado en el siguiente caso:

Ana es una mujer de 35 años de edad que sufría de agorafobia (temor a los espacios abiertos).
Tanto así que suele permanecer en casa tanto como le es posible. Cuando salen de su hogar
experimentan niveles altos de ansiedad que se refleja en agitación, preocupación, excitación,
sudoración y en general, gran incomodidad. Anticipar la salida de casa e ir a lugares públicos
puede incrementar su ansiedad y su creencia de que perderán el control, se desmayarán e incluso
enloquecerán en presencia de otros

El análisis experimental de la conducta se basaría en los antecedentes conductuales que


afianzaron la consolidación del cuadro agarafóbico, centrándose en el conjunto de reforzadores en
el que evitar salir de casa o ir a lugares públicos tuvieron alguna repercusión positiva, además de
la manera en que esta se relaciona con los demás y el cómo se interpreta de manera adversiva el
estar presente en eventos sociales o que implique salir de su casa.
Seguidamente, nos encontramos con el análisis conductual aplicado o también conocido como
A.B.A por sus siglas en inglés; este es un modelo de intervención basado en la relación observable
entre el comportamiento y el entorno, los métodos de análisis de conducta implicados pueden
ayudar a cambiar el comportamiento siguiendo una serie de pasos sistematizados que finalizan en
la conducta deseada; las técnicas basadas en este modelo son originarias del condicionamiento
operante, por ende se rigen en base a los principios del conductismo Skinneriano, un ejemplo de
estas técnicas sería la técnica del encadenamiento, esta se basa en la realización de conductas que
suceden en un orden fijo, donde cada conducta en el proceso funciona como estímulo
discriminativo para la siguiente respuesta.

Relacionándolo con el caso de ansiedad generalizada de nuestra paciente Ana, un plan de


encadenamiento acorde al momento de salir de su hogar podría ser uno orientado a que esta sea
capaz de visitar a su amiga que vive a un par de cuadras y con la cual pasa horas hablando por
teléfono, ejemplo de este encadenamiento, podría ser:

1) Tomar las llaves

2) Abrir la puerta

3) Dar 2 pasos fuera de la puerta

4) Cerrar la puerta

5) Iniciar la marcha con dirección a la casa de amiga.

Para la delimitación de este encadenamiento el A.B.A estudiaría el conjunto de reforzadores


aversivos presentes en el entorno y en base a su respectiva identificación iniciaría la construcción
sistemática de pasos que velarían por la realización de las conductas deseada a partir del retiro del
estímulo aversor.

Por último tenemos al Análisis funcional de la conducta, el cual está basado en la identificación
de relaciones funcionales y no funcionales entre los eventos conductuales observados y/o
evaluados por el clínico y los descritos por el cliente (conducta/s problema) y eventos
ambientales, históricos y personales; centrándonse en la manipulación sistemática de las
circunstancias ambientales para contrastar empíricamente su papel como antecedentes o
consecuencias que controlan y mantienen los comportamientos problemáticos, adhiriéndose a una
relación Estímulo-Respuesta-Estímulo, donde el primer estímulo se denomina estímulo
antecedente y se divide en uno externo (todo lo que me rodea) y otro interno (refiriéndose a todo
el proceso subjetivo individual), la respuesta, que es el resultado de la suma de los estímulos
antecedentes y el segundo estímulo, presente después de la respuesta, cual se divide en estímulo
consecuente inmediato (que aparece justo después de la conducta) y Estímulo consecuente a la
larga (que aparece después de cierto tiempo o de un número de repeticiones indeterminado),
esquematizando el caso de Ana, tendríamos algo como:
ANTECEDENTE ANTECEDENTE CONDUCTA CONSECUENCIA CONSECUENCIA A
EXTERNO INTERNO INMEDIATA LA LARGA
Dirigirse al trabajo, Pensamientos e -No asistir al Liberación de la -Aumento de la
donde se encuentra ideas de ser trabajo y ansiedad y temor probabilidad de la
a un nuevo observada, permanecer conducta en
compañero que no sentimientos de en casa oportunidades
para de mirarla. acoso y ahogo, - similares.
- Perseverancia de
-Ansiedad y pensamientos
temor hacia su centrados en
compañero. sentimientos de
vulnerabilidad y
ahogo.

PREGUNTA #3:

A) ¿Qué tipo de reforzador es el desagrado que se deriva de la aplicación del castigo?


Explique

Antes de dar respuestas a esta pregunta, consideramos oportuno esquematizar la conducta


manifestada por Luisa en el siguiente cuadro:

SITUACIÓN RESPUESTA CONSECUENCIAS EFECTOS A


INMEDIATAS LARGO PLAZO
Luisa que no suele ser Su madre en vista a lo Luisa empieza a En ocasiones o
muy colaboradora con dañado que está su sentirse mal y decide situaciones parecidas
las tareas domésticas, vestido, sin tomar en no realizar ningún tipo Luisa decide no
espontáneamente cuenta todas las de actividad ayudar en la casa o
realiza un montón de demás tareas, la doméstica. realiza las tareas mal
ellas pero sin mala castiga y reprende. al propósito para que
intención daña el no se la vuelva a
vestido de su madre. asignar.

Sin duda alguna, el reforzador presente en el desagrado implicado por el castigo, sería un
reforzador positivo, debido a que sirve como estímulo presente que aumenta la posibilidad de que
aparezca la conducta, que en esta caso no sería la conducta deseada u objetivo; sino todo lo
contrario, esto se debe a la poca meditación entre la elección del castigo, además de la inexistente
distinción entres la conductas a mejorar de las que hay que recompensar, por ende, habría que
evaluar la selección del comportamiento que se quiere incrementar y la elección de los reforzadores
con el fin de lograr consolidar la conducta deseada.
B) ¿Cuáles serían las posibles consecuencias comportamentales en Luisa después del castigo?
Explique.

Dentro de las respuestas comportamentales que pueden suscitar en Luisa ante tal castigo
impulsivo, podrían ser:

1- PRESENCIA DE COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS: ante las reprimendas tardías dadas


por la madre de Luisa y el empleo del tiempo fuera como castigo, podría iniciar una ola de
pensamientos agresivos, dominados por la impotencia, rabia y sentimientos de inferioridad, de no
poder justificarse ante su madre, que en situaciones parecidas o similares a la descrita en el caso
detonen en golpes o en respuestas verbales de naturaleza ofensiva, todo esto se expresaría en un
conjunto de verbalizaciones internas, las cuales se estarían afianzando en la idea de que su madre
no valora lo que hace, pudiendo estallar en situaciones que el estímulo no sea congruente con la
respuesta.

2- COMPORTAMIENTOS EMOCIONALES DESADAPTATIVOS: otro escenario sería uno


dirigido al polo de la tristeza, donde es probable que Luisa inicie un cúmulo de ideas negativas
sobre su propia eficiencia, empezando a devaluar su valor como persona y como hija, trayendo
consigo disminuciones en la realización de actividades que pueden llegar a ser reforzadas de
manera positiva y limitándose al margen en la realización de las actividades domésticas.

3- COMPORTAMIENTOS DE ESCAPE Y DE EVITACIÓN: en el caso de que Luisa empezará


a preguntarse el ¿qué fue lo que hizo mal? podría llegar a deducir, que fue el acto de lavar la ropa
y no solo el vestido de su madre, esta conclusión apresurada podría a dirigirla a la cognición de
que a lo mejor ella no deba de lavar la ropa, porque nunca lo hará bien, este pensamiento fungiría
como la raíz de un nuevo temor centrado en el rechazo que podría recibir de su madre si esta vuelve
a intentar lavar la ropa, prefiriendo evitar o aplazar esta tarea a toda costa.

4. NO HAY COMPORTAMIENTOS NUEVOS : Al no existir el planteamiento sobre la


adquisición de una conducta, sino la supresión sobres las acciones realizadas, no se daría cavidad
al aprendizaje sobre lo que se supone Luisa debería de haber hecho en contraste con lo que en
realidad hizo.

5. IMITAR EL CASTIGO: es probable que el contenido de las reprimendas funja como modelo
y/o discurso imitatorio sobre el cómo Luisa pueda actuar presentándolo como estímulos aversivos
a los demás.

C) En este caso, el castigo también afectó a las conductas acertadas ¿por qué?

En general, las normas para el uso eficaz del castigo se incumplen más a menudo que las de
cualquier otro principio, por ello la persona empezaría a sentirse desanimada, iniciaría a rendirse
y abandonaría los intentos de desarrollar el comportamiento deseado; además, de que intentaría
evitar y escaparse a toda costa de las situaciones y de las persona que le administran la crítica y
reprimenda, perdiendo una buena parte de su potencial eficacia como refuerzo.

En este caso el primer error se dio al momento de no aplicar el castigo de manera inmediata a
la realización de la conducta problema, dándole así espacio al cumplimiento de conductas deseadas
que también fueron castigadas por la aplicación tardía del castigo; el segundo error radica en el
hecho de no elegir y de no clarificar un comportamiento alternativo deseable que se pueda reforzar
y que compita con el comportamiento a castigar, llevando así a un tercer error que sería, la
ausencia en la delimitación de la conducta no deseada; dicha ausencia en el proceso de
identificación y minimización en las causas de la conducta problema, pueden llevar o mejor
dicho, llevan a una confusión por parte de Luisa, que acompañada de las duras reprimendas de su
madre, la dirijan al inicio de verbalizaciones de contenido referente a la indecisión con respecto a
la realización de actividades domésticas, por temor a volver a ser castigada, pudiendo concluir con
una disminución notable en la frecuencia de sus conductas deseadas.

Por último, haría falta evaluar la eficacia adherida al castigo debido a que este no debe de dar
cavidad de ninguna manera a ser emparejado con el reforzamiento positivo de la conducta
inapropiada.

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