Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ANÁLISIS CONDUCTUAL
Profesor: Alumno:
Mobili, Estefano Fernández, Luis C.I: 27.943.677
Sección: 2M Sánchez Paulina C.I:27.430.015
En el mismo orden de ideas, podemos inferir que el análisis funcional de la conducta tiene como
objetivos:
Ahora bien, como todo proceso, el análisis funcional de la conducta tiene una serie de pasos a
seguir para la realización efectiva del mismo, durante la cual se identifican, definen y registran los
objetivos comportamentales:
El primer paso es la recogida de datos del sujeto y en definir con precisión cuál es la conducta
que se pretende modificar, de tal manera que dicha definición nos permita detectar con claridad la
duración, con qué frecuencia y con qué intensidad se ha producido la conducta. Así, por ejemplo,
no podemos definir la conducta de un sujeto como “agresiva”, sino especificar esa agresividad en
varias conductas objetivas y medibles: “Tirar objetos a personas” o “Dar patadas a las mesas y las
sillas” de forma que serán estas las conductas que analicemos e intentemos modificar.
En segundo lugar es importante las conductas tanto en negativo como en positivo, esto es,
especificar no sólo la conducta que deseamos reducir o eliminar, sino también qué es lo que sí
queremos que haga la persona.
Y en tercer lugar, hay que tener en cuenta que conductas no sólo son las acciones, sino también
las cogniciones (pensamientos), y que éstos también pueden ser definidos y modificados.
Seguidamente se procede a analizarla, de manera simple podríamos decir que a una conducta
la preceden uno o más estímulos o antecedentes (E) y la siguen una o varias consecuencias (C).
Son estos estímulos, consecuencias y/o reforzadores las que favorecen la aparición de una
conducta y con el tiempo la mantienen.
Y finalmente, tenemos el último paso, denominado como Fase de Seguimiento, lo cual nos
permitirá determinar si se han mantenido las mejoras obtenidas luego de la fase de tratamiento,
debido a que para que el procedimiento planteado sea satisfactorio los resultados deben ser
permanentes, entonces se lleva a cabo la observación precisa del comportamiento que se pretendía
eliminar/disminuir en las circunstancias en las que esperamos que ocurra, así se registra la
comparación de los cambios obtenidos en el pre-post tratamiento.
Por otro lado, el análisis funcional de la conducta posee una serie de métodos de observación e
intervención. Primero tenemos los de observación que se dividen en tres categorías: indirecta,
directa y experimental.
Los procedimientos de evaluación indirecta nos permiten recoger información sobre las
conductas encubiertas o en caso de que el terapeuta sea incapaz de poder observar las situaciones
en las que se da la conducta. Este tipo de evaluación incluye:
• Entrevistas con los clientes o personas pertinentes: Constituye el contacto inicial con el
paciente y da hincapié al proceso terapéutico. Mediante la entrevista se realizarán preguntas
especificas para que el sujeto describa la conducta problema por la cual acude a consulta;
se indaga sobre el problema planteado, variables, dificultades o elementos que la controlan;
se identifica también el exceso o déficit comportamental.
• Cuestionarios: Son herramientas que funcionan para evaluar el problema y nos facilitará
el desarrollo del programa comportamental idóneo. Estos se subdividen en: Cuestionarios
de historia personal (proporcionan datos demográficos), autoinformes (listas en las cuales
el sujeto marcará las características con las que se sienta identificado), encuestas (serie de
preguntas que se hacen con el fin de reunir datos), y las escalas de evaluación que son
respondidas por terceros cercanos al paciente con el objetivo de evaluar subjetivamente la
frecuencia y/o características de ciertas conductas.
• Interpretación de papeles: El terapeuta emplea esta herramienta cuya finalidad es recrear
una escena donde normalmente se da determinada conducta, en caso de que no se pueda
observar directamente.
• Información procedente de consultas a otros profesionales.
• Auto-observación: Los propios pacientes observan su comportamiento.
Por su parte, los métodos de intervención en el análisis funcional de la conduta consta de los
siguientes:
Como se puede inferir el análisis global y/o general de la conducta se define como una ciencia
natural del comportamiento formada por tres subdisciplinas; el análisis experimental de la
conducta, el análisis conductual aplicado y el análisis funcional de la conducta, donde cada tipo de
análisis desprende un objetivo propio y una metodología adherida a dicho objetivo que busca
clarificar y operacionalizar los factores precipitantes, detonantes y perpetuantes de una conducta
específica, llevando a pensar que el proceso de modificación de una conducta no es más que la
aplicación de estos conceptos y principios que poseen la finalidad de predecir y cambiar el
comportamiento de las personas en un ambiente natural. Ahora bien, es oportuno precisar antes
que nada, lo que propone cada tipo de análisis para luego dar paso a la diferenciación existente
dentro de cada uno de estos.
Ana es una mujer de 35 años de edad que sufría de agorafobia (temor a los espacios abiertos).
Tanto así que suele permanecer en casa tanto como le es posible. Cuando salen de su hogar
experimentan niveles altos de ansiedad que se refleja en agitación, preocupación, excitación,
sudoración y en general, gran incomodidad. Anticipar la salida de casa e ir a lugares públicos
puede incrementar su ansiedad y su creencia de que perderán el control, se desmayarán e incluso
enloquecerán en presencia de otros
2) Abrir la puerta
4) Cerrar la puerta
Por último tenemos al Análisis funcional de la conducta, el cual está basado en la identificación
de relaciones funcionales y no funcionales entre los eventos conductuales observados y/o
evaluados por el clínico y los descritos por el cliente (conducta/s problema) y eventos
ambientales, históricos y personales; centrándonse en la manipulación sistemática de las
circunstancias ambientales para contrastar empíricamente su papel como antecedentes o
consecuencias que controlan y mantienen los comportamientos problemáticos, adhiriéndose a una
relación Estímulo-Respuesta-Estímulo, donde el primer estímulo se denomina estímulo
antecedente y se divide en uno externo (todo lo que me rodea) y otro interno (refiriéndose a todo
el proceso subjetivo individual), la respuesta, que es el resultado de la suma de los estímulos
antecedentes y el segundo estímulo, presente después de la respuesta, cual se divide en estímulo
consecuente inmediato (que aparece justo después de la conducta) y Estímulo consecuente a la
larga (que aparece después de cierto tiempo o de un número de repeticiones indeterminado),
esquematizando el caso de Ana, tendríamos algo como:
ANTECEDENTE ANTECEDENTE CONDUCTA CONSECUENCIA CONSECUENCIA A
EXTERNO INTERNO INMEDIATA LA LARGA
Dirigirse al trabajo, Pensamientos e -No asistir al Liberación de la -Aumento de la
donde se encuentra ideas de ser trabajo y ansiedad y temor probabilidad de la
a un nuevo observada, permanecer conducta en
compañero que no sentimientos de en casa oportunidades
para de mirarla. acoso y ahogo, - similares.
- Perseverancia de
-Ansiedad y pensamientos
temor hacia su centrados en
compañero. sentimientos de
vulnerabilidad y
ahogo.
PREGUNTA #3:
Sin duda alguna, el reforzador presente en el desagrado implicado por el castigo, sería un
reforzador positivo, debido a que sirve como estímulo presente que aumenta la posibilidad de que
aparezca la conducta, que en esta caso no sería la conducta deseada u objetivo; sino todo lo
contrario, esto se debe a la poca meditación entre la elección del castigo, además de la inexistente
distinción entres la conductas a mejorar de las que hay que recompensar, por ende, habría que
evaluar la selección del comportamiento que se quiere incrementar y la elección de los reforzadores
con el fin de lograr consolidar la conducta deseada.
B) ¿Cuáles serían las posibles consecuencias comportamentales en Luisa después del castigo?
Explique.
Dentro de las respuestas comportamentales que pueden suscitar en Luisa ante tal castigo
impulsivo, podrían ser:
5. IMITAR EL CASTIGO: es probable que el contenido de las reprimendas funja como modelo
y/o discurso imitatorio sobre el cómo Luisa pueda actuar presentándolo como estímulos aversivos
a los demás.
C) En este caso, el castigo también afectó a las conductas acertadas ¿por qué?
En general, las normas para el uso eficaz del castigo se incumplen más a menudo que las de
cualquier otro principio, por ello la persona empezaría a sentirse desanimada, iniciaría a rendirse
y abandonaría los intentos de desarrollar el comportamiento deseado; además, de que intentaría
evitar y escaparse a toda costa de las situaciones y de las persona que le administran la crítica y
reprimenda, perdiendo una buena parte de su potencial eficacia como refuerzo.
En este caso el primer error se dio al momento de no aplicar el castigo de manera inmediata a
la realización de la conducta problema, dándole así espacio al cumplimiento de conductas deseadas
que también fueron castigadas por la aplicación tardía del castigo; el segundo error radica en el
hecho de no elegir y de no clarificar un comportamiento alternativo deseable que se pueda reforzar
y que compita con el comportamiento a castigar, llevando así a un tercer error que sería, la
ausencia en la delimitación de la conducta no deseada; dicha ausencia en el proceso de
identificación y minimización en las causas de la conducta problema, pueden llevar o mejor
dicho, llevan a una confusión por parte de Luisa, que acompañada de las duras reprimendas de su
madre, la dirijan al inicio de verbalizaciones de contenido referente a la indecisión con respecto a
la realización de actividades domésticas, por temor a volver a ser castigada, pudiendo concluir con
una disminución notable en la frecuencia de sus conductas deseadas.
Por último, haría falta evaluar la eficacia adherida al castigo debido a que este no debe de dar
cavidad de ninguna manera a ser emparejado con el reforzamiento positivo de la conducta
inapropiada.