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C. C. 1030681229
El aborto no es un tema fácil de tratar, no solo en Colombia, sino que también en la gran mayoría de
los países del mundo, esto debido al tabú que existe en medio de las diferentes culturas pues no es
un acto moralmente aceptado e incluso es condenado con diferentes penas.
Un artículo publicado por la revista Semana asegura que “En Colombia se hacen cerca de 400.000
abortos anuales, según estima el instituto Guttmacher de Nueva York. Las cifras indican que más
del 90 por ciento de ellos son ilegales”, pero esto solo refleja los datos que pudieron ser conocidos,
si sumamos los casos que no lograron ser registrados por su alto nivel de clandestinidad la cifra
probablemente se duplicaría.
Bajo la sentencia C-355 del año 2006 de la Corte Constitucional, abortar es legal en Colombia solo
en tres circunstancias:
1. Cuando el embarazo ponga en peligro la vida y la salud de la madre, no solo la salud física
sino también la salud mental.
2. Cuando exista una malformación en el feto pero solo en los casos en que la gravedad de la
malformación hace que el feto no se pueda desarrollar de manera correcta.
3. Cuando el embarazo sea el resultado de un acceso carnal o acto sexual sin consentimiento,
abusivo o de inseminación artificial o transferencia de ovulo fecundado no consentidas o de
incesto.
Esto quiere decir que en Colombia no es legal abortar, la sentencia mencionada solo despenaliza
tres casos específicos y las estadísticas son alarmantes, pues como se mencionaba anteriormente el
90% de los abortos se están haciendo de manera ilegal y esto trae muchos riesgos para la salud de
las mujeres que deciden practicarlo, pues por un proceso clandestino que se realice sin las
condiciones sanitarias suficientes y con personas que no son debidamente calificadas se pueden
causar infecciones, hemorragias, perforación internas, quemaduras, etc. incluso un aborto que no se
practique de manera adecuada puede llevar hasta la muerte.
Por otro lado, la religión que predomina en el país profesa unos valores que van en contravía de la
practica del aborto, para nadie es un secreto que la iglesia como institución es quien ejerce la mayor
estigmatización sobre el tema en términos sociales, pues para ellos este acto es acabar con la vida de
un ser humano y durante muchos años se han encargado de satanizarlo y convencer a los fieles de
que es una acción impura que va en contra de sus lineamientos, al día de hoy esto solo ha logrado
que el tema sea un tabú muy grande y que la sociedad no pueda hablar y debatir abiertamente sobre
ello.
Alison Dahyana Mendieta Medina – Ética y Bioética (Ingeniería Comercial)
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Lo cierto es que los tiempos han cambiado y el aborto tiene que ser visto como una forma de
equidad hacia las mujeres, pues estas tienen todo el derecho a tomar las decisiones sobre su cuerpo
y así mismo de hacerse responsables de las consecuencias, sin tener porque preocuparse por la
opinión de los demás y tampoco recibir críticas al respecto.
Muchas personas alegan que la legalización del aborto en el país sería tomado como un método
anticonceptivo y las mujeres en muchos casos se acostumbrarían a realizar este procedimiento de
manera constante y aunque es un argumento válido, esta errado, pues basándonos en los resultados
obtenidos en los países donde es legal el aborto se puede concluir que por medio de una educación
sexual de calidad esto no pasaría, pues antes que nada se debe garantizar que todas las personas,
tanto hombres como mujeres, tengan el conocimiento del tema y así evitar llegar al caso de un
aborto y es que analizando las cifras de abortos en Colombia se puede observar que los lugares
donde mas se realizan abortos clandestinos, son los mismos que tienen pocos recursos y por ende
poco acceso a la información y a la educación.
En Colombia el proceso de legalización del aborto lleva muchos años en la corte y el único avance
significativo fue la sentencia mencionada inicialmente, pero lo cierto es que con la legalización o
sin ella las mujeres seguirán practicando abortos y lo seguirán haciendo bajo las medidas que la ley
les permita hacerlo, esto quiere decir que mientras no sea legal abortar, la mayoría de los casos se
seguirán dando de manera clandestina y cada vez las cifras serán más altas.
En conclusión, el aborto debería ser una cuestión de decisión personal ya que muchas mujeres
tienen el derecho a tomar sus propias decisiones sobre su cuerpo y no pueden ser influenciadas por
ningún agente externo, que entidades o personas tomen decisiones pasando por encima de los
derechos de las mujeres puede llevar a trastornar el rol social de la misma y volver a la época en la
que no tenía un rol importante dentro de la sociedad.
Así como es normal que una mujer decida tener hijos debería ser completamente normal que una
mujer también decida no tenerlos y por ende pueda interrumpir su embarazo sin tener ningún tipo
de impedimento. Las creencias, los valores y los lineamientos en los que se basen las distintas
entidades involucradas en el tema o incluso de las personas pertenecientes a la misma sociedad no
deberían obligar a una mujer a tomar decisiones que vayan en contra de lo que esta quiere para su
vida personal y el gobierno debería mas bien poner en función entidades que apoyen la decisión del
aborto para que este se haga de manera correcta, disminuyendo en gran medida los peligros a los
que se exponen miles de mujeres a diario y las altas cifras de muertes por procesos hechos de
manera incorrecta.
Alison Dahyana Mendieta Medina – Ética y Bioética (Ingeniería Comercial)
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Bibliografía:
Palacio, A. (2018). Aborto: ¿es necesario para avanzar hacia la despenalización total en
Colombia?. Bogotá, Colombia. Semana Sostenible. Recuperado de:
https://sostenibilidad.semana.com/impacto/articulo/la-pregunta-sobre-el-aborto-es-
otra/42353