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III
LA FILOSOFf A ESTOICA
üterto falorito de
todo en el libro r de Ia Mefafísica y en los cuatro primeros
un'frigio que fué "..iJ;""á;-;i'ñáit"' de la Fíica; después de él se vuelve a las antiguas doctri-
de.é[ sus DiserÍaciones nas, y mientras los epicúreos se acogen a Demócrito, los es-
Nerón, y luego
""ut'io']"-t*"t"utt noqoir;dio'n de moral; por
o Diatribas v on v'"ui"ii'i)i-o
"\;;;;;""^;"lio'Antoninn' que escribió toicos acuden a Heráclito.
últinro, el empetador El pensamiento de la Stoa es sensualista. El conocimiento
(Ete'ézytó'y)"y vivió de
en grieqo unos famoso s Solilo.quios y Py:'"^': consiste en uria aprebensión de su objeto, en virtud de una
;;r*;%;"ó.tp"a puerto el estoiéismo. pierde huella o impresión que éste produce en el alma. Cuando Ia
a doctririas neoplatónicas y
orren-
áái,r*ri, ..¿i..rd'o "l "'fl'"i:
romeno hasta representación es totalmente clara., provoca el a¡enfirrtienio de
tales.que uon u ¿o*l'ii''t" á¿á el Império la mente es el elemento aciivo del conocimiento-, y
el fínai de la Edad Antisua. entonces es-éste
cu¿ndo toma posesión de su objeto ( qavraolt
corriente de estoicismo que
Como vemos, t'oy o"n'áensa aytpte medio mile- xara),r¡r,rtxi). Ze¡6n gustaba de expresar con una comPara'
domina el mundo f'"fttdit"""Áuno a raiz de ción plástica el proceso del conocer: la mano abiefia, con los
nio. Mientra, u¡"ii'iiil;";i;il:".llLl"'n"u de Zen6¡ dedos extendidos, es la meru visión o representación; la mano
"r
la muerte del gran filósofo' lá tosca
cspeculación
semicemada es el asentirniento; el puño apretado es la com-
pet;;bte-'vitalldad' Y fuera de
de Citium está dotada Te"ui; "antisuo"' e[ estoicis- prensión; por último, cuando Ia mano izquierda oprime fuer-
la esfera d. ptn'u*it'iáltititi^*t"tt temente el puño cetrado, se tiene simbolizada la ciencia. 1 Es
*.',¡il +a"i: :{}*,1;.*r *;,:',tr#J: :,11,X, decir, conocer es apoclerarse de una cosa, de un modo casi
ril"'"ría módérnas' I físico y corporal. Esto conduce a una especie de nominalisrno,
3f ;fl:'Í'ñJ.":',J^,J"it,.'*"" de/-r'
esta filosofíl de tau rara
¿"ttti"tf
en virtud del cual Zen6n niega realidad a las ideas platónicas,
;Cuál es eI contenroo pata afirmar la existencia única de las cosas individuales.
i,ituti¿ud histórica? El consentimiento universal está determinado pot :uÍtas no-
iione¡ communes (xo .val éyvo¿il), presentes en todos; cada
II. LA DOCTRINA ESTOICA TZi.o-ór, Acad., l, r35. "At scire negatis quemquam rem ullam
en tres partes: lógfi: nisi sapientem. Et hoc quidem Zeno gestu conficiebat. Nam cum
Los estoicos dividen la filosofía estas tres Partes extensis digitis adversam manum ostenderat, visum, inquiebat, hujus
física y ética. InsistJri,'u;" ÁUutg1 modi est. Dein cum paulum digitos contraxerat, adsensus hujus modi.
ll..llt
aqui en el detalle de su Tum cum plane compresser¿t pugoumque fecerat, comprensionem
son inseparables; no podemos entrar illam esse dicebat; qua ex similitudine etiam nornen et rei, quod
--r s"G esta penivencia del estoicisT?l-^f"tdt consultarse la vt ante non fuerat, xará).¡rplv imposuit. Cum autem laevam manum ad-
Los esloicos' a besar de sus dett-
moverat et illum pugnum arte vehementerque comPresserat, scientiam
Parte del libro de PaJ Barth: ^';";;; señalar las influencias
ciencias v de ciertos :i' #;' todo
'1' talem esse dicebat; cujus compotem nisi sapier-rtem esse neminem."
;ri;i;;, én los textos cristianos.
BIocRapfn DE LA FILosor'ÍR r37
r36 JULIÁN tr,I¿nf,cs
esas noclones El principio divino liga Ia totalidad de las cosas mediante
vez se fué acentuando más la convicción de -que una ley, identificada con la razón universal, y este enca-
en todas
,or, lnrrutur, y esto ha tenido consecuencias düraderas denamiento inexorable es lo que se llama destino o hado
*"i;ri;ir;
las teorías innatistas de la época moderna' ,
rstoica admite áos principios, lo activo y
1o pa- (ei¡rap¡i.ér,r1 ). Esta vinculación afecta al pasado, al presente y
es l.a,ma- al futuro, y hace posible la adivinación; si el hombré poseyera
sivo lrb notoúv xaf tü rcrioxov)i el piincipio pasivo la ciencia divina, conocería el porvenir, pues todo éstá de-
cualidades; e1 activo, la razón ()_ó1oe) que reslde en
teriaii¡
'rtt", terminado desde el principio y ligado necesariamente. Cice-
coul llaman d'ios (6 oeóq)'.Este principio.tiene
ca-
iin flúido r6n(De diainalione, r, 55, lz5) define el fatum como con-
iá.á. .orroral v se mezcla i la máie¡a' como un gene-
ligalio causarum ontniune., De esta doctrina se desprende un
i^á"r, á.i,ft sri nombre deruzót seminal o ).ó1oq onep¡rarrxóq determinismo que destruye la libertad y aconseja no obrar,
(cip1aí) de tos
lor otra Parte, se distinguen.Ios-dos principlaraite' tierra'l- puesto que lo que ha de ocurrir ocurrirá necesariamente: si
,iutio ,li*tn'tos (orotleia ): fuego, agua'
--Ei-pri"iipio yo estoy enfermo y me he de curar, me curaré, aunque no
aaivq Sr, .Áu,tgo] interpretado corporalmen-
"siguiendo h i"plTi::^ llame al médico. Esta objeción es la "razón perezosa" o ).ótoq
te, se' ideritifica con el fuego, 1: &,ep^¡oq ; Zen6n respondía que todo está determinado necesa-
Heráclito; eI fuego, elemento sutil, pone en movlmlento
Ia
la nafiitaleza está con- riamente, y por tanto que llamaré al médico y me curaré, o
materia v realizaius transformacionesl no lo llamaré y me moriré, por ejemplo: es la teoría de los
;;tdr-rJb;;i*"áa" de Ia 'ré1vr7, d'el arte; por esto se llama
confatalia de Cicerón (De fato, rz, z8), con la que tuvo que
texv¿xóv)'' O" tiempo en tiempo
(*úp so-
al fueqo atrifice
;;.;i.",r? l"^''ii"riis;^.ioá o éxtr1poor6, v todo el mundo enfrentarse Leibniz, desde distintos supuestos (Discurso de
repetir rnetafísica, 4).
,".fr. A fuego prirñoidial, para volier a salirdedelaé1-y- El encaden¿miento de las cosas determina una armonía
ei ciclo; esta áoctrina ., .,Á ihto antecedente del eterno
entre ellas; el universo es como una obra de arte, conexa y
--ói"; de Nietzsche' 2
reÍorno,
y a-*"nao aParecen ide¡tificados en el estoicismo' la prime-
ordenada; el destino aparece, consider¿do así, como prooidencia,
rp6vor"u. El mundo _-es decir, Dios- es inteligente; su belle-
S.g,úi-Z'."0", el rnun.lt se dice de tres maneras' y za y rcgtilaridad lo prueban; más aún, la existencia de Dios
éste es rector
ra"de ellas és Dios, incorruptible.e ingénito; se desprende de Ia contemplación de ese orden y esa armonía,
a.f l""Jt, perc a távez su sirstancia; y, por otru parte'-Zenón
que aqrsan la obra de una inteligencia; pero no olvidemos
;il;q* át-Áo.rao entero es la susiaÁcia de Dios' La Na-
que en el estoicismo esto quiere decir el carácter diuino del
tualeza,'por tanto, como coniunto..armónico de los
entes'
mundo, no la existencia de un Dios trascendente a é1. Y esta
regido por un principio q.tt tt inteligencia, taz6n' se identi-
inmorial' noción de la providencia remite al problema del mal; en el
r;:;;ffi ói'Irlárá. s óios es, p"ei, un viviente a todo pensamiento estoico aparece Ia necesidad de una "teodicea",
;;;i";;i, perfecto, inteligente en ia felicidad, ajeno
en él mediante su toma¡do el. término ctlm grdno ¡ali¡. Si en toCo impera el
*u1, qo. iie" et mundo-y cuanto hay Pro-
orden divino, ¿por qué hay mal? Los estoicos respond?n me-
;á;t;'* i*Art¡n dcl todó, Pero no áe4 estmctura antropcmór- diante dos consideraciones: por una parte, los cbotrarios se
f.ica, y como padre de todas las cosas'
necesitan y se apoyan mutuamente; sin mal no hay bien, y a
a-ñZl"t"t Laercio, vu, .,16' la inversa; por otra parte, niegan una últiraa realidad al mal,
z lbid., ts6. y suponen que las cosas malas eólo lo son en apariencia, to-
3 lbíd., t37, r47-8. madas aisladamente, y sinen a Ia perfección de-la totalidad.
4 tbíd, Í41.
I38 J uLIÁN uanÍas BIoGR,tr,f¡. DE L^ rILoso¡rfn r39
La verdad integra sólo se conoce¡ía si se comprendie.se la para mi fruto cuanto me traen tus horas, ¡oh naturaleza!
totalidad del universo; por taoto, queda como única forma Todo viene de ti, todo está en tí, todo vuelve a ti." 1
á.-r¿"ir.i¿" la ley dirina universai que encadena todas lla-
las La virtud (dperú) consiste en esa conformidad racional con
cosas en un conjuáto ordenado y armónico, y a la cual el orden de las cosas. El sabio está de acuerdo con la natura-
*^Áot naluraleía. Esta es la culminación de Ia física estoica' Teza y conforme con el desiino; en cambio, el hombre irra-
y' á. ,q"i atralca, justamente, la moral de la escuela' cional, el que no vive según su propia naturaleza, está en
La éiica estoica se resume en la famosa expresión aiait se' desacuerdo consigo mismo y con el mundo, y el destino lo
srin Ja naÍuralezal¡ pero esta fórmula encierrá graves compli- arrastra en vez de conducirlo: ducunt uolenteru fala, nolenÍem
iulion.t. nt p.i-.. i"g ar, la nab;ualeza o pb'isis no se dice de un trabunt, según traduce Séneca el verso de Cleantes.
modo equíváco, sino !uá designa, por ona'Pafte, la Naturaleza _ De aquí se sigue el sentido de la norm¿ moral estoica, y a
."i" t"iJiiad'de tas'.oru, y" el' fondo pe-rmanente de donde la vez el c¡iterio para toda valoración. La ruz6n recta ( dp0ó6
emergen, y, Por otra parte, la haturaleza propia de cada
cosa; en ).ó^¡oq ) es la virtud. El hombre obra bien cuando se compor-
.t puí.i. éítJdo, o;alenes advierte que Zenén dice que el fines ta de un modo conforme a. la ruzón; el concepto de dZber
vivlir según la nahualeza, en su libto Sobte la nd¡uralezd det' no existe propiamente en la ética estoica, ni, en general, en la
borubre"(flepi av0pórcou gÚoetog)' ¿De qué ¡at'¡ruIeza se trata' moral antigua. Lo debido (xa0¡xov), en latín officiztm, es
oo.r¡ ;d"b.'a to-Ure tég,i,i su iat'xaleza, o la
.seglt más }ien lo
adecuado, lo decente (es decir, lo que conviene,
"itii
Luru utZrl? Ante todo, el hombri, como todo ente, debe con- quod decet), lo que está bien en un sentido caii estético y,
.oráu, .onr;go mismo; ése es su bien' Pero ocurre que la natu- sobre todo, de armonía con la natuta'leza, Lo recto es, por
ruleza del hómbre consiste et sa tazón' El hombre es un vl- taoto, primariamente lo correcto. Pero el verdadero valor
tuiio" al; y la razón no es privativa del hombre' sino moral aparece cuando este officium no es sólo med.io, sino
"i."t.
oue es sólo una perceln de la tazói universal, de la que
rige perfecto, cuando la acción se realiza no sólo de acuerdo coo
J-átá."" el uniierso entero (no olvidemos la especulación la razón, sino por ella; anando es la acción del sabio; y en-
tresocrática sobre el nois y el lógos, realidades com'tnei
*el tonces recibe el nombre de xarópgt»¡;.s. Y, por otra parte, lo
parrici'
iii¿"- ¿i Heráclito- de' las qüe los hombres sólo. t1n]c9 q1e resulta valioso pata el estoico es lo que depende
ban\. La razón, que es nuestra iaturaleza, nos Pone de acuer- del hombre, de su comportamiento racional; todb lo áemás
'¿o áon el univerio entero, es decir, con la Naturaleza' 'Esta es indiferente luego se reconoció la existencia de
-aunque
id.u ., el eje de toda la moral estoica: la escuela, de Zen6¡ cosas preferibles-; por esto, el sabio se basta a sí mismo,
u tvlu..o Auielio, la repite y glosa de mil modos; en el último lo lleva todo consigo y está por encima de todas las contin-
se-e"c"e"tra un paraje'qu. .ipt.tu, con todo el noble énfasis gencias. Lo único que importa es la mz6n, y no la puede
á.r-.Áf.r^ao, .itoi.á, éta ptófrttda convicción: "Me convie- perder mientras sea hombre; 1o demás no puede afectarle, no
to¿á lo que está áe a.iretdo contigo, ¡oh mundo!; nada es en rigor bueno ni malo; por esta vía se llega en el estoicis-
;; p;;ri"tJ ni tardío pata mí si ei oportuno para ti' Es
"" mo a una forma extrema de auiarquía *el viejo ideal helé-
TJ.gI" Zenón (Dióge¡s5 Taercio, vn,, 87),,eI fin del hombre nico-, expresada en la fórmula famosa ¡u¡Íine ef ab$ine,
fórmula diciendo: soporta y renuncia, y en la estimación de la alaraxía o sere-
* ¿rr"i"r"ñ¿rtq "n ,P¡o:, i¡,' Cicetó" traduce'estar4).'
conuenienter nr,rro, ,rr)-rr-.' (De linibas, w, 6, Séoeca usa la nidad sobre todas las cosas. Ésta es, en su mínima expresión,
misma expresión. Como recuerda Ch' §Terner (Ld phtlosophte Srecqile'
-'ás)'
P;;il;;;;;";¿g va Heráclito, a quien apelan los estoicos' I Marco Aurelio: Eiq éauróv, Iv, 23.
había dicho: '¡:o¡.eiv xard, ératov'uaq
f40 JULIÁx uanÍ¿s BrocRapf a DE L^ FrLosori,r r4r
la doctrina moral de los estoicos, que resume el sentido de la
totalidad de su filosofía. III. ¿QUE ES "FILoSoFIA ESTOICA"?
Como pr.lede verse, la agudeza intelectual del pcnsamiento
estoico es muy moderada; desde el punto de -vista "cientltlco Prescindamos aquí del senticlo de la filosofía entre los pre-
^con
p".a. ,ori.n.. la compalación la filosofía -platónico- socráticos, pues esto nos llevaría demasiado lejos. Baste retener
""
aristotélica. Es una especuiación de cortos vuelos, de induda- que, en términos genetales, se trata de un conocimiento de las
ble tosquedad conceptiral, de escaso rigor' No aborda tarnpo- cosas naturales (nepi púoeoq), clue en Parménides adquiere
co los éstratos más irondos de los problemas, como hace, por la forma explícita de un saber acerca de lo que e¡, del ente,
eiemplo, la metafísica de Aristótelés: en toda fa produclló¡ y err sLrs sucesores, hasta Demócrito, de una investigación
filosOfica del Pórtico no se pcdría encontrar nada comParable sobre los elemenfo¡ y el nt.ouimienlo qlre afecta a la natu-
al análisis de la sustancia o de los modos del ser analígrco' raleza. El origen concreto del estoicisino está en Sócrates, a
o a le teoría de las calegoúas aristotélicas' Y, sin embargo' pesar de su vinculación todo en la f.isica- al pensa-
J t..ho histórico, de abrlmadota evidencia, es que a y,iz-.le miento de Heráclito; es-sobre
claro que sin la actitad socrática no
la r¡uerte de Aristóteles el estoicismo suplanta su esplé-ndida hubiera sido posible el hombre de la Stoa. Pero no olvidemos
filosofía y logra durante cinco siglos uná. ininterrumpida vi- que de Sóoates proceden también, y aun prirnariamente, Pla-
gencia. ¿CO¡ró es esto posible? No puede.Peosarse que se tón y Aristóteles; parece, pues, que la acción socática deter-
írate de"Ia superación d-e un petsemiento inferior Por otro mina la aparición en Grecia de una filosofía peculiar
más profundo"y de más altas ?alidades; tenemos que buscar -la
platónico-aristotélica-, y "lu,ego" de una forma bien distin-
h extlicación en urro dirección distinta. ¿No será tal vez que ta de la Stoa y escuelas afines-; pero como veremos,
et holrnbre que adhiere al estoicismo- busque en él otra cosa ese-la
"Iuego" resulta problemático, ! este hecho nos retrotrae
oue el q.," u. aproximaba, lleno de rááical curiosidad, al
^
de Ia conside¡ación de una suce¡ión de modos históricos de
iiceo? ¿Ño sctá que ta palabra filoso't'ia-t'o^qli9'u.decir lo filosofar a un examen de diversas posibilid,ades existentes en
mismo in boca de Zenón olle en labios de Aristóteles ?
r el socratismo. 1
"La Sabiduría, que era desde sus comienzos un saber de las
ultimidades del mundo y de la vida, muy próximo por ello a
la religión, se convirtió en las costas de Asia Menor en un
1 Sobre la doctrioa estoica pueden consultarse numerosos libros. descubrimiento o posesión de la verdad sobre la Naturaleza;
e"rri"-á. los eroode, tratadoi de Zeller, Gomperz o Überweg' y' esta verdad sobre Ia Naturaleza se hizo visión de lo que las
dE las ediciones de fragmentos de la antigua Stoa
"ítrr"l*.",á,
?Árrri*, S¡óicorum aeterarn fragmenta, tres volúmenes, r9o3-5).y cosas son con Parménides y Heráclito; la visión del ser se
de
J"-lrr'"¡á, áe loi estoicos póstJriores, se encont¡arán testimonios concretó por un lado en ciencia ruciorral, por otro en reiórica
i"1.Á * éf iibro ru de Diógenes Laercio, y una selección de textos
y cultura, en la vida ciudadana de Atenas. Tal era" la situa-
a/trir;, pbilosopbiae {rorra,, de Ritter y Preller (en su-s- Ien-
ción en que Sócrates encontró su mundo. Una situación cuyos
"i-ii-
lr* orieinrlesi. o bién enbi, Ñacbsohrat;kei, de 'üTjlhelm Nestle
?.. "r.ñ?,i. 'don estuclios importantes sob¡e el estoicismo el ce ingredientes dinámicos le son esenciales, y que van a consti-
üá'irr,'1"-.iiiaá; a é¡,yt¡ppe,'de Emile Br'é¡ier, v el Poseido.nios' tuir el punto de partida de su actividad." (Zubiri: Sómatet y
e; ÉrÍ Reinharát. Más 6reve información se hallará en los capítulos la ¡abiduría griega, tu, fin.) Según Zubiri, Sócrates rcaliza,
oue le destinan Léon Robjn en La pensée 1re(qile, Charlls. §(/erncr primero, una retracción de la vida pública de su tiempo, para
én La bbilo¡opbie grecqae y \M. §lindelband en su Lebrbttcl¡ dcr
Ge¡clrichte det PhilosoPbie. 1 Véase mi Historia de la Filosofía, 6q ed., Madrid 1952.
BIOGR¡TÍa DE LA FILoSo¡.Ía r4)
f42 JuLIÁN t'l¡nÍ¡s
del-nu¡,' v con ello de Por esto Ia filosofía está emparentada con el amor o érot,
volver al punto de vista de la mente' "Sécrates adopta que es un echar de menos, un buscar lo que falta, lo que no
la verdad. En segundo lü;; ;;b;á todo'
se tiene y se necesita. Este amor determinado por la -priva-
sobre-lo gue ¡on l5
ii";;;; ft;-a;,i¿'''r''"iaitación
lo to^l 1o 'ético' no está orimariamente ción moviliza ¿l amante hacia la posesión de li bellezá; del
."t* á."f^'td. óo" ln tr ¡ttt'o "ii'*o de úuir mismo modo el filósofo tiene 91ne buscar Ia verdad, Ia ciencia
en aquello sobre que *"'i¡#,'""no que le falta, lá situación radical en que
;';;;;';;."'-. iuisr¡l¿o'it soctática
-" no reca.e sobre lo ético' impulsado por se
La Sabid'uría como ética: he encuentra. La filosofía es, por tanto, según platón, uná bús-
sino que ¿r en sí *it*'*étitu'
-n" intelectual'" queda del saber efectiuo, determinada poi la necesidad humana
l'il"r) r*táii... el fondo' una nueva vida
"itr íealizan una filosofía efectiva' de uiuir en la aerdad.
?iil'i., *J pi^,á"
^i;;prrr¿á y atitlotártt
Para Aristóteles, "por el asombro comenzaron los hom-
i;á;''.i t;;iko, desde esta. actitud que- consiste
I" i.¿itri t"it" 1" i;;;;' h' totu" de la vida' Y Platón
ahora bres, ahora y
!f un principio, a filosofar" t; y ai.Lade que
,.si
-r-Miifítirn, x[I, 4: coós c'énaxcrxoüq ]'óyou6 xci rb 6pl(eo0ar xa0ó].ou. -t-ÁZírrrn, rtathematicos, xr, :,69.
2 Mem,orables, I, r, § 16. , . De rerum
fidiara, _especialmente r, 6z - ror, en que presenta
3 Adrcr¡u¡ maNbematicos, vII, rr. - vida humana oprimida
Ia
9f
bajo el peso de Ia religión, hásta que un
3.;-
reísmo; es decir, el carácter de quasi-teligión, de sustitutivo l'ica helénica, por el influjo cle 1o que ha significado en
(irccia, durante siglos, el nombre filosot'ía, o sólo como auxi-
de la religión, a que en el fondo aspira. No olvidemos que.se
trata de l-a época^ en qtte irrumpen en el mundo helenístico liares, en la medida en que se necesita un mínimo conoci'
las religiones'orientales, que se ésfuerzan Por octlPar el lugar miento del mundo para oriental la vida moral, o una posesión
del antiguo politeísmo en decadencia. tlc los recursos dialécticos paru 7a discusión y la persuasión,
Los e"stoicbs, Por su parte, decían que la ¡abiduría es ta inseparables del hombre griego mientras éste existe. De un
ciencia de las ósas divinas y humanas, pero añadían que rnodo análogo, eI epicureísmo necesita dar alguna explicación
la filorcfía es el ejercicio (dox¡ore ) de qn arte ( r{v-¡ ), natural del t¡ueno y del rayo, no Patu ¡aber lo que son,
cuyb objeto suPremo es esa sabiduría.1 Est¿ se considera sino para que el hombre viva tranquilo, seguro de que no
como la'suma ierfección o oirtud, que se divide en tres: la significan la cóLeru. de Zeus; y da uarias explicaciones, por-
referente al discurso (lógica), la cortespondiente al mundo que lo que importa no es la oerd,ad, sino simplemente saber
(física) y la que se endéreza a la vida humana (ética). De que son fenómenos explicablet, naturales, y Por eso no in-
iti tu'cbnociáa división de las disciplinas filosóficas. Lá quietadores.
sabiduría está orientada primariammte a la acción; asi apa- Como vemos, el estoicismo no es sólo una nueva filosofía,
rece entendida en Cicerón y en Séneca, que renuevan los sino que significa, ante todo, un cambio esencial en lo que
puntos de vista del antiguo estoicismo. Crisipo atacaba áspe' se eniieode por filosofía. Si lo es, lo es en otro sentido'
iamente la doctrina de Teofrasto, que aristotélicamente con- No se trata, por tanto, de que la doctrina de la Stoa desplace
cedia púmacia a Ia vida contemplativa o teórica' z HaY,
la a Ia de Aristóteles 5s¡i¿ en rigor incomprensible-,
por tantol una rigurosa invetsión de- la postura dominante en sino de que el hombre -s5tede fines del siglo w y comienzos
ia Academia y en el Liceo: la filosofía no es ciencia, ni tiene del ur abándo¡a la filosofía en sentido platónico-aristotélico
como objeto ia contemplación de las cosas en su verdad, sino para buscar un fundamento a su vivir en otra actividad, de
vn drle incaminado a-regir la vida. Incluso la división tri diverso signo, que se presenta también de aquí nace el
partita que hemos indicado Provoca oposición dentro de la
-Aristón equívoco- como "filosofia" y en íntima-ydependencia del re-
Lscuela: la consideraSa como una concesión contraria pertorio de c¿te¡tione¡ e ideas vigentes en el mundo griego
al espíritu de la doctrina; según é1, Ia física excede de nues- anterior. Y ahora podemos preglrntarnos, por último: ¿qué
tras |osibilidades, y la l6giéa es como el lodo de un ca- significa esta "filosofía estoica" en la vida del hombre he-
mino] que sólo sirve de molestia al viajero, o, como cuando lenístico-romano ?
biera sido, sus caracteres hubieran sido bien distintos, y sería tcrritoriales helenísticas, surge la necesidad de alcanzar un
menester distinguir dos fases: la del hombre antiguo pre- ,rucvo rePertorio de convicciones para vivir apoyándose en
cri¡Íiano y Ia del hornbre "antiguo" mi¡tiano. t'llrrs. La 1ey (nómos) en que se confiaba se h¿ tornado Pro-
Pues bien, la crisis histórica a que aludo es la del hombre lrlcrlática; por eso se la va a desdeñar, y se la sustituye por
antiguo, y por tanto la del mundo dntiguo. Y las diversas «rtra legalidad nataral, Ia de la phfils. Naturaleza y ley (o
comunidades mediterráneas van entrando en ella a medida ctlnvención) van a ser dos conceptos opuestos; el unirlos, en
que alcanzan su madurez y llegan al término de sus propios h ley nafural, será una hazaia intelectual del mundo cristiano.
rnpue¡for, Roma, concretamente, tarda en sef en figof un Por esto surge, con Ias filosofías motales helenísticas, el con-
pueblo antiguo y, sobre todo, en saberlo; y sólo consigue cepto del cosmopolita, del "ciudadano del muirdo" 1, qt"
atabas cosas, en especial la filtima, gracias al contacto con tañto va a influii en el pensamiento de la Stoa y en la vida
Ia cultura helénica. Por esto se trata, con toda precisión, de histórica efectiva del Imperio romano.
una maltisecular crisis histórica, que se desenvüelve en la La instancia suPrema Para un griego clásico eta la filosofia,
ancha geografía mediterránea. culminación de lá cultuñ helénica. Por eso, al volverse críti-
Y conviene repanr en un hecho sobremanera significativo. ca su situación, el heleno se vuelve hacia ella. Pero esta apela-
Las fases de la crisis histórica que acabo de señalar coinciden ción encierra un penoso equívoco: no se pide ahora a Ia filo-
exactamente con las etapas de ja filosofía moral que hemos sofía lo que se buscaba eñ 'ella antes, sino un sustitutivo de
estudiado anteriormente. Al comienzo de la crisis helénica las convictiones político-sociales y religiosas en suma, "éti-
comesponden las escuelas socráticas; a la crisis helenística, cas" en sentido griego- que se han hecho problemáticas. Por
el epicureísmo y la antigaa Stoa; al primer contacto greco- esto, bajo el viejo nombre de filosofía, se va a encubrir una
romaoo, el estoicismo medio de Panecio y Posidonio; a la muy distinta realidad: una norma de vida, una especie de reli-
ctisis romana, el estoicismo nuevo, de Séneca a Marco Aure- giosidad de circunstancias.
lio, que es romano como ella y
- Y, por otra parte, la función de esta nueva filosofia va a
representa un nuevo matiz,
menos raciocinante, con menos restos de filosofía como cien- ser moy distintá, no sólo en su dimensiin personal, sino tam-
cia, y un. más resuelto predominio de la ética como disciplina bién en la social. En la primera, el punto de vista de Ia oer-
{uati-jurídica (Séneca) y aun como biografía (los Soliloquios dad cede el puesto al idéal de la vida suficiente e imperturba-
del Emperador filósofo). La última etapa del estoicismo es ble. En la Jegunda, la filosofía, ocupación íntima de unos
el reflejo mental de la crisis peculiar del mundo romano. 1 pocos, se va i torrrar menester de las ma¡a¡, La vida- humana
Ahora comenzamos a entrever el papel del estoicismo en media no se apoya en Ia filosofía como disciplina intelectual,
el mtrndo antiguo. Al hacerse cuestiZn los supuestos desde ni siquiera en las comunidades históricas donde ésta existe;
los que se ha vivido, al alterarse, sobre todof el horizonte a lo íumo, la ,¡tiliza como un bien recibido, especialmente en
político la pólit- en que el hombre helénico ha desen- el precipitado anónimo del lenguaje; el hombre medio, para
vuelto su-de
actividad, para perderse en las indeci.sas flionar,euías vivir, sé apoya primariameote erL otrdr cosas; cuando éstas
, S"b-. los hechos históricos indicados, puede consultarse: R.
fallan, si áñombre acontece en Grecia- se vuelve
-como tiene que transformarla ¡adi-
Cohen: La Gréce et I'bellénisation du nonde intique; §fl. §1. Ta¡n: a la filosofí a para sustituidas,
Hellenistic Citilization; A. Piganiol: frone; ü, \üTilcken: Griecbiscbe calmente en dós sentidos: ante todo, eo sv conÍenido mismo,
Gescbichte; Rostovtzeff: Historia social y econóntica del Imperio
rotndno; Ortega y _Gasset: Del lrnperio rortzltao; F. Taeger: Dat t Yé.* mi Hi¡toria de la Filosofia' 6s ed., y "Marco Aurelio o
lltertum, entre la biblíogtafía reciente, la exageración" (en San An¡elmo 1 el insensalo, zu ed., ry54).
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