Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Alianza Editorial
Autor: Lucio Anneo Séneca. Introducción de Julián Marías.
Séneca es un autor del siglo I d.C que pertenece al estoicismo. En la introducción se señalan
las principales etapas del estoicismo, sus representantes, las principales ideas del mismo y una
breve biografía de Séneca.
Las etapas del estoicismo son las que tienes a continuación. Después te he colocado algunas
de las principales ideas de la filosofía estoica. Tienes que leerla biografía de Séneca y señalar
los acontecimientos más destacados, y, finalmente, tienes que ir respondiendo capítulo por
capítulo las preguntas que se formulan en cada uno de ellos.
En el libro se hace referencia a una escuela filosófica llamada epicureísmo que defiende que
la felicidad está en el disfrute moderado de los placeres. Por ello muchos la consideran como
opuesta al estoicismo que defiende un comportamiento racional alejado de las pasiones y
placeres.
Capítulo 1º: La opinión común y el acierto. Mensaje que nos transmite en este capítulo.
Capítulo 5º: La libertad del sabio. ¿En qué consiste la libertad del sabio?.
Capítulo 6º: Placer y felicidad (virtud). Aristipo (fundador del hedonismo) pensaba que la
virtud estaba en el disfrute moderado de los placeres; Séneca no piensa lo mismo ¿por qué?..
Capítulo 7º: Oposición de la virtud y el placer. ¿Qué diferencia hay entre virtud y placer?.
Capítulo 8º: Vivir según la naturaleza. ¿En qué consiste vivir según la naturaleza?.
Capítulo 15º: Obedecer a dios es libertad. El sumo bien no puede ser el placer, aunque sea
un placer virtuoso (como predicaba Epicuro), sino la virtud. ¿Por qué?. ¿Cómo entiende la
virtud Séneca?.
Capítulo 18: La malevolencia no respeta a nadie. Tal acusación está llena de malevolencia
y hostilidad y se ha hecho a los mejores en otros tiempos. ¿A quiénes?
Capítulo 20: El valor del esfuerzo filosófico. ¿Dónde radica el valor del esfuerzo filosófico?
Capítulo 21: Las preferencias del sabio. Comienza con una serie de objeciones a su teoría.
¿Cuáles son esas objeciones?. ¿Qué respuesta da a dichas objeciones?.
Capítulo 22: El papel de las cosas preferibles. Añaden algo a la alegría constante que nace
de la virtud: “ No se despreciará el sabio aunque sea de pequeñísima estatura, pero querrá ser
alto... Soportará la mala salud, la deseará buena”.
¿Dónde radica la diferencia entre el sabio y quien no lo es?.
Capítulo 23: El uso de las riquezas. ¿Cómo debe usar las riquezas el sabio?.
Capítulo 24: El arte de dar. ¿Qué finalidad se debe pretender con el dar?.
Capítulo 25: El apego a las riquezas. ¿Cuál debe ser la actitud del sabio ante los bienes
materiales?
Capítulo 26:
Diferencias entre el sabio y el necio: Si alguien arrebata al sabio sus riquezas, le deja todo lo
suyo, pues vive contento con el presente, tranquilo sobre el porvenir. El necio, en cambio, está
a merced de las riquezas.
El sabio no se deja influenciar por las opiniones de los necios: “Nada me he prometido con
más firmeza que no plegar los actos de mi vida a vuestras opiniones. Acumulad por todas
partes vuestras palabras acostumbradas: no pensaré que me injuriáis, sino que gimoteáis como
infelices criaturas”.
El necio no sólo no practica la virtud: “Video meliora proboque, deteriora sequor” (Veo lo
mejor, pruebo y voy detrás de lo peor), sino que es incapaz de reconocerla.
Capítulo 27: El ejemplo de los filósofos. La fortaleza del filósofo (sabio) frente a los ataques
de los necios.
Discurso de Sócrates, desde la prisión, a favor de la virtud y en contra de la necedad:”... Yo
di en otro tiempo a Aristófanes materia de burlas: todo aquel hatajo de poetas cómicos
derramó sobre mí sus bromas envenenadas. Mi virtud fue realzada por las mismas cosas con
que se la atacaba; le conviene ser mostrada y puesta a prueba; nadie comprende lo grande que
es mejor que aquellos que ha sentidos sus fuerzas al combatirla: nadie conoce mejor la dureza
del pedernal que los que lo golpean. Me muestro como una roca aislada en medio de un mar
agitado, que las olas no dejan de azotar, por cualquier lado que se mueven; y no por ello la
conmueven y la desgastan con tantos siglos de continuos embates.... Observáis las pupas
ajenas, y estáis llenos de úlceras. Es como si alguien se burlara de las manchas o verrugas de
cuerpos hermosísimos, mientras lo devora una horrible lepra...”
Capítulo 28: La amenaza prevista.
¿Qué hay que esperar de los bienes externos?. De quien se deja llevar de los bienes externos
hay que esperar intranquilidad de espíritu, volubilidad de ánimo y dependencia de las
circunstancias externas.