Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PENSADORES Y
TEORÍAS DE LA OPINIÓN
PÚBLICA
Docente:
Colmenares, Nancy
Bachiller:
Samantha Certad
CI:25.601.555
Jürgen Habermas.
Pierre Bourdieu.
John Locke.
Ferdinand de Saussure.
Friedrich Nietzsch.
Jürgen Habermas.
Nació en Düsseldorf, Alemania en 1929, es sociólogo y filósofo alemán. Principal
representante de la "segunda generación" de la Escuela de Frankfurt, entre 1955 y
1959 trabajó en el Instituto de Investigación Social de la ciudad. Enseñó filosofía
en Heidelberg y sociología en Frankfurt, y dirigió el Instituto Max Planck de
Starnberg entre 1971 y 1980. En 1983 obtuvo la cátedra de Filosofía y Sociología
en la Universidad de Frankfurt.
Heredero de la "dialéctica de la ilustración" de Theodor W. Adorno y Max
Horkheimer en su proyecto sociológico y filosófico de una reflexión moral sobre el
desarrollo del capitalismo avanzado, Habermas propuso un marxismo no ortodoxo
que abandona la idea marxista de una organización exclusivamente productivista
de la sociedad, causa de un empobrecimiento de la esfera vital.
Su obra filosófica trata de recuperar un punto de contacto entre teoría y praxis,
frente a la pretendida neutralidad de los saberes positivos y científicos. Según
Habermas, no es posible una objetividad ajena a valores e intereses, razón por la
cual aquellos saberes resultan reductores, en la medida en que se basan en una
razón meramente instrumental. Resultado de ello, siguiendo su crítica, es la
creciente burocratización de la sociedad a todos los niveles y la despolitización de
los ciudadanos.
A través del proyecto de una racionalidad discursiva, que contrapone a la
tecnológica, Habermas indica, en una teoría de la acción comunicativa, el método
para escapar a la continua desvalorización de lo vivido. Las acciones
comunicativas, al contrario de las de tipo instrumental o estratégico, no se basan
en la estructura de la actividad dedicada a un objetivo. En ellas los proyectos de
acción de los participantes se coordinan con actos de comprensión, que se basan
en el supuesto de un entendimiento posible y en una coincidencia de sus
proyectos vitales. Esta "razón comunicativa", fundamentada en el carácter
intersubjetivo y consensual de todo saber, devolvería a la sociedad el control
crítico y la orientación consciente de fines y valores respecto de sus propios
procesos.
Entre sus principales escritos destacan Historia y crítica de la opinión pública
(1962), Teoría y práctica (1963), La lógica de las ciencias sociales (1967),
Conocimiento e interés (1968), Ciencia y técnica como ideología (1968), Cultura y
crítica (1973), La crisis de la racionalidad en el capitalismo evolucionado (1973),
La reconstrucción del materialismo histórico (1976), Teoría de la acción
comunicativa (1981), Conciencia moral y acción comunicativa (1983) y El discurso
filosófico de la modernidad (1985). En 2003 le fue concedido el Premio Príncipe de
Asturias de Ciencias Sociales y en 2005 el Premio Holberg.
Pierre Bourdieu.
Pierre Bourdieu nació en 1930 en Denguin (Pirineos Atlánticos) franceses. Estudió
filosofía en París en la École Normale Supérieure. Desde 1955 ejerció como
profesor, primero en el Instituto de Moulins (Allier) y después en Argelia (1958-
1960), París y Lille. En el período argelino (1958 a 1960) comenzó sus trabajos de
investigación que fundamentarán la reputación que más tarde alcanzará en la
sociología. Durante este período realizará nuevos estudios de posgrado.
Fue profesor en la École Normale Superieure entre 1964 y 1984 y desde 1981
director de la L’École Pratique de Hauts Études y catedrático de Sociología en el
College de France. Lograría el puesto de como continuador de su maestro
Raymond Aron y de la Escuela Superior de Ciencias Sociales (1985-2002). Fue
director de la revista Actes de la Recherche en Sciences Sociales (1975-2002).
El discurso de Bourdieu, que ya se había manifestado con matices críticos antes
de mayo del 68, se acentúa en los últimos años de su vida con nuevas
argumentaciones contra el neo-liberalismo y en favor de la sociedad civil y del
naciente foro social mundial, participando cerca de los sindicatos, de las
organizaciones no gubernamentales, de los emigrantes y de las asociaciones
cívicas contra las posiciones neoliberales que nutrían el discurso de la sociedad
llamada postmoderna. Bourdieu fue uno de los fundadores de la editorial Liber-
Raisons d’agir, impulsora del movimiento Attac. Falleció, como consecuencia de
un cáncer, en 2002. Según el diario parisino Le Monde, era el intelectual francés
más citado en la prensa mundial de 1969.
Sus ideas son de gran relevancia tanto en teoría social como en sociología
empírica, especialmente en la sociología de la cultura, de la educación y de los
estilos de vida. Su teoría destaca por ser un intento de superar la dualidad
tradicional en sociología entre las estructuras sociales y el objetivismo ,por un
lado, frente a la acción social y el subjetivismo, por otro lado.La obra en la que
presenta de forma más sistemática su teoría es El sentido práctico (publicada en
castellano por la editorial Taurus).En su trabajo empírico destaca especialmente
toda su labor de crítica de la cultura, mostrando que la distinción cultural no es
más que una forma encubierta de dominación, a la que denominó complicidad
ontólogica entre el campo y el habitus. Esta crítica no le lleva al cinismo ante las
manifestaciones de la alta cultura, sino a considerar que todos deberían tener
igual acceso a la misma.Su papel como intelectual cobró plena vigencia a partir de
la segunda mitad de los 90 en Francia, siendo sus declaraciones objeto de viva
polémica, por mantener posiciones muy críticas tanto con respecto a los medios
de comunicación como con respecto a la política en general. Propuso y fue
fundador del parlamento de los escritores, una asociación pensada para dar a los
intelectuales mayor autonomía sobre su trabajo, y de esta forma poder criticar y
controlar al poder al margen de sus medios de difusión de la cultura.
John Locke.
Es un pensador británico, uno de los máximos representantes del empirismo
inglés, que destacó especialmente por sus estudios de filosofía política. Este
hombre polifacético estudió en la Universidad de Oxford, en donde se doctoró en
1658. Aunque su especialidad era la medicina y mantuvo relaciones con reputados
científicos de la época, John Locke fue también diplomático, teólogo, economista,
profesor de griego antiguo y de retórica, y alcanzó renombre por sus escritos
filosóficos, en los que sentó las bases del pensamiento político liberal.
Locke se acercó a tales ideas como médico y secretario que fue del conde de
Shaftesbury, líder del partido Whig, adversario del absolutismo monárquico en la
Inglaterra de Carlos II y de Jacobo II. Convertido a la defensa del poder
parlamentario, el propio Locke fue perseguido y tuvo que refugiarse en Holanda,
de donde regresó tras el triunfo de la «Gloriosa Revolución» inglesa de 1688.
Locke fue uno de los grandes ideólogos de las élites protestantes inglesas que,
agrupadas en torno a los whigs, llegaron a controlar el Estado en virtud de aquella
revolución y en consecuencia su pensamiento ha ejercido una influencia decisiva
sobre la constitución política del Reino Unido hasta la actualidad. Defendió la
tolerancia religiosa hacia todas las sectas protestantes e incluso a las religiones no
cristianas; pero el carácter interesado y parcial de su liberalismo quedó de
manifiesto al excluir del derecho a la tolerancia tanto a los ateos como a los
católicos.
En su obra más trascendente, Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690), sentó
los principios básicos del constitucionalismo liberal, al postular que todo hombre
nace dotado de unos derechos naturales que el Estado tiene como misión
proteger: fundamentalmente, la vida, la libertad y la propiedad. Partiendo del
pensamiento de Thomas Hobbes, Locke apoyó la idea de que el Estado nace de
un «contrato social» originario, rechazando la doctrina tradicional del origen divino
del poder; pero, a diferencia de Hobbes, argumentó que dicho pacto no conducía a
la monarquía absoluta, sino que era revocable y sólo podía conducir a un gobierno
limitado.
Locke defendió la separación de poderes como forma de equilibrarlos entre sí e
impedir que ninguno degenerara hacia el despotismo; pero, por inclinarse por la
supremacía de un poder legislativo representativo de la mayoría, se puede
también considerar a John Locke como un teórico de la democracia, hacia la que
acabarían evolucionando los regímenes liberales. Por legítimo que fuera, sin
embargo, ningún poder debería sobrepasar determinados límites. Este tipo de
ideas inspirarían al liberalismo anglosajón e indirectamente, también al del resto
del mundo.
Cuando John Locke y los empiristas en general hablan de ideas, no se refieren a
ideas en el sentido platónico, ni tampoco a conceptos del entendimiento, sino a
contenidos de la conciencia, es decir, a la impronta que han dejado en la misma
una sensación o una reflexión.
Ferdinand de Saussure.
Es un Lingüista suizo. Estudió sánscrito en Leipzig, bajo el influjo de la escuela de
neo gramáticos, que pretendía renovar los métodos del estudio de la gramática
comparada. En 1879 publicó con éxito una Memoria sobre el sistema primitivo de
las vocales en las lenguas indoeuropeas, y un año después leyó su tesis doctoral,
Sobre el empleo del genitivo absoluto en sánscrito (1880), a partir de lo cual fue
nombrado profesor de gramática comparada en la École des Hauts Études de
París, y participó activamente en los trabajos de la Sociedad lingüística.
En 1891 regresó a Ginebra, donde fue profesor de sánscrito y, entre 1907 y 1910,
de gramática comparada y de lingüística general. Fueron sus discípulos C. Bally y
A. Séchehaye quienes publicaron su Curso de lingüística general (1916), una
síntesis de sus tres últimos años como profesor extraída a partir de los apuntes de
clase.
A pesar de que la repercusión de dicha obra no fue inmediata, sí resultó decisiva
para el desarrollo de la lingüística en el siglo XX. A sus lecciones se deben una
serie de distinciones fundamentales, tales como la de lengua y habla, pero sobre
todo su definición de signo como entidad psíquica formada por un significante y un
significado, los cuales serían inseparables.
En efecto, la relación de significación debe pensarse a partir de una teoría del
valor, es decir, que la posibilidad de remitir a algo fuera del lenguaje dependerá
del sistema total de la lengua y de la relación formal de los términos entre sí. Esta
idea está en la base del estructuralismo, teoría lingüística que conoció un gran
auge en Francia durante las décadas de 1950 y 1960.
Friedrich Nietzsche