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FORMACIÓN ÉTICA Y CIUDADANA DE 1ER. C. SUP. Prof. Vera R.

Lee el siguiente texto


El niño de Aveyron
(Tomado de A. Guiddens. Sociología, Alianza Editorial, Madrid, 1999.)

“El 9 de enero de 1800 una extraña criatura surgió de los bosques cercanos al
pueblo de Saint Serin, en el sur de Francia. A pesar de andar en posición erecta,
parecía más un animal que un humano. Pronto fue identificado como un niño de unos
once o doce años.

Para comunicarse emitía incomprensibles gritos, parecía no tener higiene


personal, y hacía sus necesidades cuando y donde le parecía. Se negaba a vestirse y
rasgaba las ropas en cuanto de las ponían.

El niño fue sometido a un minucioso examen médico en el que no se encontró


ninguna anormalidad importante. Cuando se le puso delante del espejo, vio su imagen
pero no se reconoció a sí mismo. En una ocasión trató de alcanzar a través del espejo
una papa que había visto reflejada en él (de hecho la papa la sostenía alguien detrás de
su cabeza). Después de varios intentos, y sin volver la cabeza, agarró la papa por
encima de su hombro. Un sacerdote que observaba el niño a diario describió este
incidente de la siguiente forma:

“Todos los pequeños detalles, y muchos otros que podríamos añadir,


demuestran que ese niño no carece totalmente de inteligencia, ni de capacidad

de reflexión ni razonamiento. Sin embargo, nos vemos obligados a reconocer


que, en todos los aspectos que no tienen que ver con sus necesidades naturales o
con la satisfacción de su apetito, se percibe en él u comportamiento puramente
animal. Si tiene sensaciones, no desembocan en ninguna idea. Ni siquiera puede
compararlas unas con otras. Podría pensarse que no existe conexión entre su
alma o su mente, y su cuerpo”.

Luego de un tiempo el niño fue trasladado a París donde se llevó a cabo un intento
de transformarlo de “bestia en humano”. El esfuerzo resultó sólo parcialmente
satisfactorio. Aprendió a utilizar el cuarto de baño, accedió a llevar ropa y aprendió a
vestirse solo. Sin embargo, no le interesaban los juguetes ni otros juegos y nunca fue
capaz de articular más de un reducido número de palabras”.

Actividades para reflexionar…


1. ¿Qué semejanzas y diferencias tiene este niño con otros que conozcas?
2. ¿Por qué considerás que el texto afirma que el niño “se parecía más a un animal que
a un humano”?
3. ¿Por qué el niño no tenía incorporadas normas de comportamiento?

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