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EL COUNSELLING

Se define como una relación interactiva de ayuda en la que el principal elemento es el proceso de
comunicación, a través del cual el entrevistador ayuda a la persona a darse cuenta de cuál es el
problema, a comprenderlo desde otro punto de vista y a aportar nuevas soluciones, la entrevista
de counselling se centra en problemas de adaptación y de ajuste personal y no tanto en problemas
psicopatológicos.

En este tipo de entrevista cobran especial importancia las habilidades comunicativas dirigidas a


establecer una adecuada empatía a través de la escucha activa, utilizando distintas técnicas
verbales, como el nivel primario de empatía, la escucha activa, parafrasear contenidos y reflejar
emociones, utilizar preguntas abiertas, resumir, el enfoque y la concreción.

El proceso de counselling se debe basar en las condiciones principales señaladas por Rogers con
respecto al entrevistador, como son la capacidad de percibir el mundo del cliente tal y como éste
lo ve, para entender los problemas desde su marco de referencia y ser capaz de comunicar que le
comprende (empatía), la capacidad para valorar al cliente como persona merecedora de ser
tratada con dignidad (respeto incondicional) y ser uno mismo durante el proceso de entrevista sin
pretender aparentar algo o ser quien no se es, sin enfatizar su rol, autoridad o estatus
(autenticidad).

Personalidades incompatibles

En algunas ocasiones, por muy distintas razones, se deteriora la relación de counselling porque
hay algo de la otra persona que no nos acaba de gustar, en principio, el modo de resolver este
problema sería hablar directamente de ello en la entrevista, ya que se supone que una de las
tareas en este tipo de entrevistas es precisamente la exteriorización de las emociones.

Lo que pasa es que se necesita un entrevistador especialmente hábil y consciente de sí mismo


para poder ayudar al cliente a verbalizar estos sentimientos, al mismo tiempo que cierto grado de
madurez para escuchar las reacciones negativas que él mismo produce en el cliente, si las
diferencias de personalidad persisten en el tiempo, sería muy oportuno plantearse derivar al
cliente a otro profesional.

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