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Meditaciones para los Gen para el 2004/2005

Abastecimiento
El programa que nos propusimos es vasto: el mundo entero, el mundo de la juventud de hoy que
gobernará la humanidad del mañana.
Y a este mundo, queremos darle nuestro ideal. Y unir el mayor número de criaturas que podamos
en una cadena de amor universal que, al extenderse sobre el globo, forme una red cada vez mas
tupida, hasta que el mayor número posible de jóvenes se encuentren dentro de su trama.
Queremos que entre todos triunfe la más perfecta unidad, y que los negros o blancos, amarillos o
rojos, sean un solo corazón y una sola alma.
Es una empresa divina. Ninguna fuerza humana podría pensarla ni llevarla a cabo. Sin enbargo
hay algo, mucho –querría decir- que se mueve.Ya se habla de Gen en muchas naciones. Existen
verdaderos grupos. Gen piloteados en su nueva aventura, por jóvenes capaces y profundamente
formados.
Hay grupos Gen más o menos grandes en las escuelas, en las asociaciones, en los institutos, en
las parroquias, en los barrios. Quizás muchos no conocen todavía todo el espiritu Gen, pero tienen
buena voluntad y simpatizan.
Me pregunto: ¿De donde sacar fuerzas sostén, abasticimiento para continuar nuestra lucha en
profundidad y en extención?
Tambien quien lucha en una batalla tiene necesidad de descansar cada tanto para reponer
fuerzas.
Es fácil responder.
¿Es una lucha humana? Abastécete con alimentos humanos.
¿Es una lucha divina? Busca el alimento celestial, el alimento de los ángeles que te sostenga y te
transforme de pequeño y débil que eres, en verdadero testigo de Cristo.
Tal vez nosotros no hemos hablado mucho en nuestros encuentros de este alimento, pero una
cosa se ha comprobado: que muchos, muchísimos Gen, lo han buscado casi inadvertidamente.
Movidos por un hambre interior y solos, sin preguntarlo a nadie, han comenzado a frecuentar la
Eucaristía, inclusive a diario, a costa de grandes sacrificios, recorriendo un largo camino antes de
ir al colegio, manteniendo el ayuno debido de una hora, después de haberse purificado de tanto en
tanto con el sacramento de la Confeción.
¿Quien los educó así? Dios.
Ese Dios que instruye en el fondo del corazón y abre los ojos del alma y la mente para considerar
los verdaderos y grandes valores de esta tierra.
Alimentarse de Dios. ¡Ese es un imperativo para un Gen!
¿Como se puede llevar a Dios si no se lo tiene?
¿Para que decir que lo amas o te esfuerzas por amarlo, si después él en presona está allí, en la
Iglesia, y te espera todos los días, en todos los instantes, y tu no vas a la audiencia con él, a
establecer con él tus planes, tus pactos, a alimentarte de él para transformarte lentamente en él?
Gen es sinónimo de un jóven hambriento de Cristo.
Amemos a Jesús; si, amémoslo de tal manera que contagiemos tanto a la juventud de hoy, que
veamos los tabernáculos de nuestras ciudades vaciarse todos los días.
Entonces, estemos seguros de que con este alimento, la victoria será nuestra.
Revista Gen de marzo-abril de 1968 – Chiara Lubich

Carta de los primeros tiempos:


III domingo de abril 1944 (16.4.’44)
“omnia mea tua sunt”
Elena queridísima:
Respondo a tu carta, aprovechando una alarma, en un prado junto al refugio, mientras espero para
entrar en la ‘cueva’ cuando lleguen los aviones.
1
Me gustó mucho, mucho lo que me escribiste. Sentí que el corazón de Elena late con el mío.
Me preguntas qué hago. No puedo responderte así, por escrito, pero si en pocas palabras pudiese
decirte el por qué de mi vida, estás serían: Amo a Dios y lo quisiera amar como nunca fue
amado. Trabajo para hacerLo amar.
En mi vida existe también el estudio: frecuento el primer año en la universidad de Venecia, pero el
estudio no es mi fin. En la vida, en la unidad, es demasiado mezquino frente a un Dios que ensalza
a los humildes y rebaja a los potentes. Estudio porque es Voluntad de Dios y la fatiga es precio de
penitencia para pagar las almas.
El resto de lo que sucede en mi vida no me importa: tengo un solo deseo, una pasión, que el
amor sea amado.
Siento mi impotencia, pero la abandono en Dios. Todo lo fundamento sobre una fe que no se
derrumba: creo en el Amor de Dios. Creo que Dios me ama y en nombre de ese Amor le pido a
mi vida y a la vida de aquellas almas que caminan en mi Ideal, cosas grandes, dignas de quien
sabe que es amada por Dios...
Chiara

DAME A TODOS LOS QUE ESTAN SOLOS


Señor dame a todos los que están solos... He sentido en mi corazón la palabra que invade al Tuyo
por el abandono en que está sumergido el mundo entero.
Amo a todo ser enfermo y solo.
¿Quién consuela su llanto?
¿Quién llora con él su muerte lenta?
¿Y quién estrecha contra su propio corazón el corazón desesperado?
Haz, Dios mío, que pueda ser en el mundo el sacramento tangible de Tu amor: ser Tus brazos,
que atraen y llegan a convertir en amor toda la soledad del mundo.
Estelas de Luz, Chiara Lubich

Por eso los niños viven la Navidad. Porque son más simples y discuten menos.
Porque son incapaces de tener odio, y amargura.
Aunque no saben expresarlo, son los únicos que creen todavía que es posible la paz, la alegría y
la esperanza.
Por eso Navidad es de los que creen, esperan y aman. De los que son verdaderos niños. Sólo
ellos son capaces todavía de anunciar con autoridad a los adultos:
“Les anuncio una gran alegría para ustedes y para todo el pueblo: hoy les ha nacido un salvador,
que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,10).
Dios se ha hecho niño, Eduardo Pironio

“Encontraréis a Jesús allí donde los hombres sufren y esperan: en los pequeños pueblos
diseminados en los continentes, aparentemente al margen de la historia, como era Nazaret cuando
Dios envió su ángel a María; en las grandes metrópolis donde millones de seres humanos
frecuentemente viven como extraños ... Jesús vive junto a vosotros, ... su rostro es el de los más
pobres, de los marginados, victimas casi siempre de un modelo injusto de desarrollo, que pone el
beneficio en el primer lugar y hace del hombre un medio en el lugar de un fin... Jesús vive entre los
que lo invocan sin haberlo conocido; ... Jesús vive entre los hombres y mujeres “que se honran con
el nombre de cristianos” ... En vísperas del tercer milenio, cada día es más urgente reparar el
escándalo de la división entre los cristianos (Mensaje para la XII Jornada Mundial de la Juventud,
1997)
El error más grande es no darse cuenta de que los otros son Cristo. Hay muchas personas que no
lo descubrirán hasta el último día.

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Jesús fue abandonado en la cruz, y ahora lo sigue estando en el hermano y en la hermana que
sufren en cualquier rincón del mundo. La caridad no tiene límites; si los tiene, no es caridad.
Cinco pan y dos peces, F.X. Nguyen van Thuan

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Para pensar:
EXISTE DIOS?
Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello, entabló una conversación con la persona que
le atendió. De pronto, tocaron el tema de Dios.
El barbero dijo: Yo no creo que Dios exista, como usted dice.
¿Por qué dice usted eso? - preguntó el cliente.
Es muy fácil, al salir a la calle se da cuenta de que Dios no existe. O.. dígame, acaso si Dios
existiera, ¿habría tantos enfermos? ¿Habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría
sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. No puedo pensar que exista un Dios que permita
todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando, y no quiso responder para evitar una discusión.
Al terminar su trabajo, el cliente salió del negocio y vio a un hombre con la barba y el cabello largo.
Entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero. ¿Sabe una cosa? Los barberos no existen.
Cómo? ¡Si aquí estoy yo. ¡
¡No...! dijo el cliente, no existen, si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga
como la de ese hombre.
Los barberos si existen, es que esas personas no vienen hacia mí.
¡Exacto...! dijo el cliente. Ese es el punto. Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van
hacia él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria.
Autor anónimo

CUANDO LA UNIDAD CON LOS HERMANOS ES COMPLETA


Cuando la unidad con los hermanos es completa, cuando ha florecido nueva y con creciente
plenitud de las dificultades -y cuando la noche se disipa en día, las lágrimas en luz- entonces, muy
a menudo, te encuentro, Señor.
Volviendo al templo de mi alma, te encuentro, o -ni bien las circunstancias me dejan sola- me
invitas, me atraes, dulce pero decididamente, a tu divina presencia.
Entonces sólo Tú reinas dentro y fuera de mí, y la casa que me has dado -para el peregrinar de la
vida- la siento y la llamo morada de mi Dios.
Esta presencia tuya es amor, pero un amor que el mundo no conoce.
El alma está sumergida en este delicioso néctar y el corazón parece transformarse en el cáliz que
lo contiene.
El alma toda es un canto silencioso conocido por Ti: una melodía que llega a Ti porque es parte de
Ti y está compuresta por Ti.
Estos son momentos en que la paz parece sustancial, la certeza de la salvación es inquebrantable,
y parece, aún estando en la tierra, que se nada en el Cielo.
Entonces... cosa extraña -extraña para la inteligencia humana- hemos estado con los hermanos
todo el día y, por la noche, hemos encontrado al Señor, que ha disipado toda huella y todo
recuerdo de creatura.
En esos momentos parece innecesaria la fe, la fe en su existencia.
El, llenando tan dulcemente nuestra casa, y convertido en nuestra única herencia, El mismo nos
demuestra su existencia.
Estelas de Luz, Chiara Lubich

Navidad de 1980
Han desalojado a Jesús
Se acerca Navidad y las calles de la ciudad se visten de luces.
Una fila interminable de negocios, una riqueza fina pero exorbitante.
A la izquierda de nuestro coche una serie de vidrieras que se hacen notar.
Del otro lado del vidrio nieva graciosamente: ilusión óptica, luego niños y niñas sobre trineos, y
animalitos de Walt Disney.

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Y todavía mas trineos y Papá Noel y ciervitos, cerditos, liebres, ranas, títeres y enanos rojos, todo
se mueve con gracia.
¡Ah! Aquí están los angelitos, pero... no son, son hadas inventadas recientemente que adornan el
paisaje blanco.
Un niño con los papás se levanta sobre la punta de los pies y mira encantado.
Pero, en mi corazón la incredulidad, y después casi la rebeldía: este mundo rico se acaparó la
Navidad y todo su entorno, y desalojó a Jesús.
Le gusta la poesía de la Navidad, el ambiente, la amistad que suscita, los regalos que sugiere, las
luces, las estrellas, los cantos.
Espera la Navidad para la mejor ganancia del año, pero no piensa en Jesús.
“...VINO ENTRE LOS SUYOS Y NO LO RECIBIERON...”
No había lugar para Él en el albergue, ni siquiera en Navidad.
Esta noche no dormí, este pensamiento me mantuvo despierta. Si volviera a nacer haría muchas
cosas...
Si no hubiera fundado la Obra de María habría fundado una que se ocupara de la Navidad de los
hombres sobre la tierra.
Imprimiría las tarjetas más lindas del mundo, ilustraría libros para chicos y adultos acerca de este
misterio de amor, haría diseños y representaciones...
¡No se lo que haría!
Hoy agradezco a la Iglesia que salvó las imágenes.
Cuando hace 25 años fui a una tierra donde dominaba el ateísmo, un sacerdote esculpía estatuas
de ángeles para recordarle a la gente el cielo.
Hoy lo entiendo. El ateísmo práctico que ahora invade el mundo lo exige.
Sin duda, quedarse con la Navidad y desalojar al recién nacido es algo que da dolor.
Que por lo menos en nuestras casas se grite QUIEN HA NACIDO ¡festejándolo como nunca!
Chiara Lubich

Navidad de 1954
Cierto es que lo que importa es el amor, el Amor verdadero, aquel garantizado porque nada tiene
de nuestro, sino todo de Dios. Aquel Amor que hemos aprendido a tener en el corazón, no
quitando la mirada de Jesús Abandonado.
Está aquí el secreto de la unidad, el renacimiento de nuestras almas y tal vez del mundo.
Quería escribirles para hacerles los augurios. Que Jesús Abandonado renazca en aquella noche
radiante en nuestros corazones como única estrella de nuestra vida.
Que Dios cierre nuestros ojos a todo, para abrirlos solamente sobre Él. Pedimos esta gracia única
para cada uno y para todos,amarlo por toda la vida, para que Dios pueda hacer de cada uno una
estrella de luz:un testimonio de Dios. Y basta. Esto basta.
Amémoslo en nosotros, en los infinitos matices de nuestros dolores, pero amémoslo sobre todo
fuera de nosotros, en los hermanos, en todos los hermanos. Y sí entre los hombres podemos tener
preferencias, amémolos en los pecadores, en los más miserables, en los más andrajosos, en los
más repugnantes, en los más abandonados, en los  rechazados de la sociedad, en los más
destrozados. "He venido a evangelizar a los pobres" sea nuestra palabra común. Sobre todo para
ellos, el evangelio promete bienaventuranzas: a quien llora, quien tiene hambre, a los
perseguidos...
Miremos a aquellos: los predilectos del Señor, sean nuestros predilectos.
Démonos sin medida, buscando y encontrando el rostro del abandonado entre nosotros  y
alrededor nuestro. Pidamos en Navidad que nazca a tal punto el amor entre nosotros, para ser:
"otro Jesús", Iglesia que vive, otra María, tan María que la humanidad sufriente, y sobre todo
pecadora, consuelo de los afligidos, auxilio de los cristianos".
Es la nota del momento presente... empieza la era de María en nosotros... Jesús danos de amarte
abandonado, también que el mundo vea a María místicamente renacida. Es esta nuestra oración
de aquella noche.
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Y este es lógicamente el recíproco augurio entre todos nosotros. 
Chiara

Navidad 1971
Queridísimos Gen
¡Vuelve Navidad! Jesús se nos presenta nuevamente como niño.
¿Qué nos dice este año?
Que también nosotros tenemos que renacer.
¿Se acuerdan? Hace cinco, o cuatro, o tres, o un año, cuando han conocido Gen. ¡Qué
entusiasmo, qué propósitos, qué decisiones, qué seguridad!
¿Existen todavía? Quizás sí, quizás no.
Tal vez no, porque la vida Gen es lucha, es revolución. Y ésta cuesta.
Además, están en una edad en la cual muchas cosas cambian en poco tiempo; crecen también en
estatura y el espíritu es afectado por cambios. Tal vez en alguien ha entrado la pereza, ha
disminuido el entusiasmo, ya no se sabe qué es el ardor, la voluntad se ha vuelta débil ...
El mundo atrae, ilusiona ...
Quizás es noche, y quizás noche oscura.
Pequeña noche de vuestra alma, pero noche como la gran noche de la humanidad, de hace veinte
siglos, en la espera del Libertador.
Pero he aquí que resuena el himno de la gloria de los ángeles, primer conjunto celestial de la era
cristiana.
He aquí la luz. No. La Luz: ha nacido Jesús.
Coraje Gen, muestran al mundo que vuestra edad no es la del fuego de paja, ni de los
entusiasmos pasajeros.
¡No! Puede y debe ser decisión, constancia, perseverancia, hasta el fin, como Elfio, como Cielo,
como Pablo que ya han llegado a pasar Navidad en el Paraíso.
¿Se imaginan?
Y si Jesús en algunos de ustedes ya no estuviese vivo – él, el luchador, el sumo líder vuestro –
háganlo renacer más hermoso que antes en Navidad, en el alma madurada por la experiencia.
A ustedes, a todo el Movimiento Gen del mundo, he aquí mi augurio: sea el Movimiento Gen
realmente el “Movimiento del porvenir cristiano”.
Navidad 1971 señale un nuevo recomenzar de la marcha hacía la meta:
“Toda la juventud del mundo unida en el nombre de Jesús”.
Chiara a los Gen

Algo falta
En estos días de Navidad, aún en los países donde domina el invierno más crudo, una tibieza
espiritual invade las cosas.
Algo flota en el aire, como en ningún otro momento. Un clima que habla de advenimiento. No todos
hablan de ello, pero todos lo sienten. Aunque los que no creen en Dios inventan fábulas o
personajes para justificar la exigencia que sienten de alegrarse.
Desde hace ya algunas semanas, especialmente en el norte de Europa, las calles, los negocios,
las casas resplandecen de luces, se tiñen de colores. Y luego, para Navidad, cada corazón se
vuelve más bueno. Los regalos que se intercambian son una prueba de ello.
Es linda esta costumbre. ¿Cómo se podría pensar a un año sin Navidad?
Sin embargo nosotros, los Gen, advertimos que en la sociedad de hoy falta algo aún para Navidad.
Toda esta exterioridad de canciones, adornos, fiestas, no está alimentado por una profunda
meditación sobre lo que es Navidad. ¿Pero a quién festejamos? ¿A nuestros niños? ¿A nosotros
mismos? ¿O a quién? ¿No es tal vez a Jesús, el olvidado por la mayoría, el odiado por el mundo,
el centro, el único, el solo centro de esta gran fiesta del año?
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Sí, es él.
Y entonces queremos que emerja y se contemple su figura sobre todas las otras manifestaciones.
Que resuene su nombre sobre los demás cantos, que brille su luz más que cualquier otra. Jesús,
el Emanuel, el “Dios con nosotros”, explica Navidad.
Si, porque el Hijo de Dios, espíritu purísimo, hace dos mil años se encarnó y nació entre nosotros,
un niño como los demás. Y todo esto lo hizo para compartir nuestra vida, crecer, trabajar como
nosotros, fundar la iglesia, morir por nuestra salvación para poder llevarnos, después de esta vida,
a la Vida, donde él volvió ascendiendo al cielo.
Navidad dice el amor que Dios nos tiene. Jesús niño es el regalo más sublime que hizo el cielo a la
tierra, esta pequeñísima tierra perdida en la inmensidad del espacio, entre millones de estrellas,
pero elegida para recibir al dios verdadero hecho Hombre.
Navidad nos grita que Dios nos ama, que Dios es Amor.
Y nosotros no somos auténticos gen si no le damos el significado justo, si no sabemos extraer de
este misterio maravilloso, circundado de tanta exterioridad, la verdad que encierre en sí.
Debemos ser el eco de los ángeles que la anuncian a los pastores, y no dejar pasar el momento
para decir a nuestros hermanos, amigos, compañeros, al mundo, que el amor descendió a la tierra
para cada uno de nosotros. Que nadie en Navidad se sienta solo, abandonado, huérfano,
desgraciado.
Jesús no vino sólo para los blancos o para los negros; ni sólo para los europeos o para los otros
pueblos. Dios se hizo hombre para toda la humanidad, por lo tanto: para cada uno de nosotros.
Es fiesta, alegría, libertad y paz para todos.
Diciembre 1969, Chiara a los Gen

Delante del Niño


Cada año vuelve Navidad y nosotros podemos abismarnos en el dulcísimo misterio de Dios hecho
niño.
... Da ternura esta escena del pesebre, tan verdadera, tan densa de significado, encarnación de las
bienaventuranzas y toca algunas fibras de nuestro corazón generalmente silenciosas, porque el
barullo de muchos y grandes, grandísimos problemas del día no nos permite percibir.
Por lo menos el día de Navidad demos lugar, gen, a esta delicada armonía a la cual hacen eco los
grandes y sin fin silencios de los pobres del mundo, de aquellos que tan a menudo son golpeados
por cataclismos que dejan sin aliento, de los enfermos, de los niños de nadie, de los moribundos
en las calles de India, de los desheredados, de los inertes por falta de trabajo, de todos aquellos
miserables que Jesús ama porque son similares a Él desde su nacimiento. También nosotros
tenemos que amar a estos y nuestro corazón, gen, en este día de Navidad, renueve la elección de
ellos como nuestros predilectos entre todos...
Esta promesa, delante del Niño, es el mejor modo de transcurrir una Navidad gen.
Con todos los mejore augurios
A los Gen en diciembre 2003, Chiara

MENSAJE DE NOCHEBUENA

NACI DESNUDO, dice Dios,


para que tu puedas renunciar a ti mismo
NACI POBRE,
para que puedas reconocerme como unica riqueza.
NACI EN UN ESTABLO,
para que aprendas a santificar cada lugar.
NACI DEBIL,
para que no tengas miedo.
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NACI POR AMOR,
para que nunca dudes de mi amor.
NACI DE NOCHE
para que creas que puedo iluminar cada realidad envuelta en tinieblas.
TOME LA NATURALEZA HUMANA,
para que no te averguences de ser tu mismo.
NACI HOMBRE,
para que puedas ser “ Hijo de Dios ”.
NACI PERSEGUIDO DESDE EL PRINCIPIO,
para que aprendas a aceptar cada dificultad.
NACI EN LA SENCILLEZ,
para que no seas complicado.
NACI EN TU VIDA, dice Dios, para conducir a todos los hombres
a la casa del Padre.
Lambert Noben

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Más que una fiesta.
No queremos que "Navidad" sea sólo una dulcísima fiesta.
Queremos que sea una realidad, una divina realidad.
Sabemos que si estamos unidos en tu nombre, tú estás entre nosotros.
Henos aquí, entonces, ardiendo de esa "buena voluntad" que necesitas.
Nos reconocemos todos hermanos: hombres, mujeres, niños, artesanos, obreros, diputados,
enfermos, gente que se ha hecho de un nombre, gente sin nombre.
Colocamos a tus pies todo aquello que es nuestro, nuestros andrajos,
para poner en el mejor lugar del corazón la caridad fraterna,
porque eso te agrada y es por eso que has venido entre nosotros.
Henos aquí todos unidos...
¿Y Tú?
Ven a estar entre nosotros, quédate con nosotros.
Una vez los "tuyos" no te recibieron.
Nosotros querríamos, en lo posible, repararlo.
Vivimos sólo para darte lugar, para tenerte entre nosotros,
para no ser ya nosotros, sino tú; para ayudarte a construir sobre la tierra la ciudad nueva, la ciudad
de Dios.
Chiara

***

Aquella Palabra
Rocca di Papa, 20 de noviembre de 1979
Queridos gen,
quizás quieran saber una palabra que sea la justa, una palabra que diga todo, que resuma la
verdad, que sea la receta para una vida verdadera.
Es lo que estoy meditando también yo en estos días.
Bien, gen, me convencí que no hay camino más seguro para llegar a la vida perfecta, que aquel
del dolor abrazado por amor.
Y así lo pensaron también todos los Santos, de todos los tiempos.
En efecto, cada uno quiso seguir a Jesús y El habló claro: “Quien quiera venir detrás de mí, se
reniegue a sí mismo, tome su cruz y me siga”.
“... tome su cruz”.
Cada uno para seguir a El, el Perfecto, no tiene otro camino que el de acoger en su corazón la
propia cruz, los propios dolores.
Todos los tenemos. Y bien: levantémosnos cada mañana con el corazón cambiado. Lo sabemos:
al dolor se lo quiere alejar, dejar a un costado, olvidar. Así está hecho el hombre. Pero no así el
cristiano. El, porque es discípulo de Cristo, sabe que el dolor es algo precioso, por lo tanto lo
acepta como hizo Jesús con su cruz, y lo abraza con todo el ímpetu de su corazón.
¿Cuál es el resultado? ¿Cuál es el fruto?
Adquiriremos todas las virtudes: la paciencia, la pureza, la mansedumbre, la pobreza, la
templanza, etc., etc.
Y con todas las virtudes, la perfección, la vida verdadera.
¿Están de acuerdo?
Cada hombre que quiere alcanzar una meta debe fatigarse, sacrificarse, esforzarse.
Nuestra meta es Jesús.
Para seguirlo es necesario el dolor amado.
Chau gen, les deseo que sepan ser dignos de El.
Chiara
Revista Gen de noviembre 1979 – Chiara Lubich

28/12/2004
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Esperanza y futuro
Cuando, increíblemente vi esas torres derrumbarse, frente a esta enorme tragedia, al shock de una
súper potencia que se da cuenta de golpe que es vulnerable y toca con las manos el derrumbe de
tantas seguridades, frente al miedo de que estalle una guerra con alcances inimaginables, me
pareció revivir Trento, bajo los bombardeos en la segunda guerra mundial. Todo se derrumbaba y
fuerte era la pregunta de que si había algo que ninguna bomba pudiera destruir. La respuesta
había sido: sí, hay. Es Dios. Dios que lo descubrimos Amor. Un descubrimiento fulgurante que nos
dio la seguridad de que Él no puede abandonarnos, que Él nunca está ausente en la historia, es
más, que sabe conducir cualquier acontecimiento hacia el bien. Y lo comprobé de manera
sorprendente.
Y me hice esta pregunta: ¿no será justamente ahora, en el comienzo de este siglo XXI, que Dios
quiera repetir esta gran lección y nos pide que volvamos a poner a El en el primer lugar de nuestra
vida, obligándonos a posponer todo lo demás? Y esto me dice esperanza y futuro.
Por lo cual lo que a todos les parece un paso atrás, para mi asumió un significado distinto.
Revista Gen del octubre 2001 – Chiara Lubich

El coraje de hoy
Existen, cada semana, dos días de los cuales no tendríamos que preocuparnos jamás; dos días
que tendrían que estar exentos de temores y pesares.
Uno de ellos es AYER, son sus errores y sus inquietudes, sus faltas, males y penas. AYER se
escapó de nuestras manos, se ha ido para siempre. Todo el oro del mundo no podría hacer
revivir el día de AYER. No podemos borrar uno sólo de nuestros actos, no podemos quitar una
sola palabra de las que hemos pronunciado. El AYER no está más.
El otro día que no tendría que preocuparnos es MAÑANA, con sus posibles adversidades, sus
cargas, sus lindas promesas y sus pobres realizaciones.
MAÑANA también está fuera de nuestro alcance. MAÑANA el sol se levantará con todo su
esplendor o detrás de una pantalla de nubes; pero se levantará. Hasta ese instante no tenemos
poder sobre MAÑANA, porqué aún está por llegar.

Nos queda un solo día: HOY. Todas las personas pueden vivir en un sólo día. Es únicamente
cuando ustedes y yo añadimos los resultados a AYER y MAÑANA que no actuamos.
No son las pruebas del día, las que enloquecen al hombre, es el remordimiento, o el rencor, que
nos ha dejado AYER y el temor de lo que nos puede traer MAÑANA.
Vivamos pues, un día a la vez

29/12/2004
¿COMO HACERNOS SANTOS?
A menudo sucede que las almas se sienten atraídas por la idea de la santidad. Tal vez sea
precisamente la gracia de Dios que las trabaja, suscitando semejante deseo.
La consideración del inestimable valor de un santo, la influencia de su personalidad en su siglo, la
revolución amplia y continua que ocasiona en el mundo, a menudo son combustibles primarios
para el fuego de este anhelo.
Pero a veces el alma, que se siente por ello tan dulcemente atormentada, se encuentra ante los
santos como ante un desfiladero insuperable o un muro imposible de derribar.
“¿Qué hay que hacer para hacerse santo?” - se nos pregunta -.
“¿Cuál es la medida, el sistema, las prácticas, el camino?”
“Si yo supiera que basta la penitencia, me disciplinaría de la mañana a la noche. Si supiese que es
preciso la oración, rezaría día y noche. Si fuese suficiente recorrer ciudades y países, sin darme
tregua, para comunicar a todos la palabra de Dios... pero no sé, no conozco el camino”.
Cada santo tiene una fisonomía propia y se distinguen unos de otros como las más variadas flores
de un jardín...
Pero quizás hay un camino bueno para todos.
Tal vez no hace falta buscar el propio sendero, ni trazarse un plan, ni soñar con programas, sino
abismarse en el momento que pasa y cumplir en ese instante la voluntad de Aquel que se ha
llamado “Camino” por excelencia. El momento pasado ya no es; el futuro tal vez jamás será
nuestro. Pero es cierto que a Dios lo podemos amar en el presente que se nos ha dado.

1
La santidad se construye en el tiempo.
Nadie conoce la propia, ni quizás la ajena, mientras vive. Sólo cuando el alma ha terminado su
curso, ha superado la prueba, entonces revela al mundo el designio que Dios tenía sobre ella.
A nosotros no nos resta sino construirla instante por instante, correspondiendo con todo el
corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, al amor personal que Dios nos tiene, como Padre
nuestro celestial; amor pleno según la largueza de la caridad de un Dios.
Estelas de Luz, Chiara Lubich

La convicción que debemos compartir y extender es que la llamada a la santidad está dirigida a
todos los cristianos.
No se trata del privilegio de una elite espiritual.
No se trata de que algunos se sientan con una audacia heroica.
Menos aún se trata de un tranquilo refugio adaptado a cierta forma de piedad o a ciertos
temperamentos naturales.
Se trata de una gracia propuesta a todos los bautizados, según modalidades y grados diversos.
Un Papa para todos, Juan Pablo II

30/12/2004
En diálogo con Chiara:
¿ Qué cosa es más importante: nuestra santidad o la de los demás?
Chiara: yo creo que son importantes las dos pero es necesario comenzar de uno mismo porque
está el mandamiento. "ama al prójimo como a ti mismo", así el prójimo se vuelve modelo. Dice:
Ama al otro como a ti mismo, entonces tiene que ser el modelo para poder confrontar. Yo veo que
también nosotros hacemos esto, primero nos santificamos nosotros y después vamos a los demás,
porque de lo contrario qué es lo que vamos a dar a los demás? Esta es mi práctica en la vida, yo
cito palabras de la Escritura, de la Biblia, del Evangelio de la Santa Sede, del Papa, pero después
también digo mi experiencia, pero si no tengo nada de experiencia, que es lo que yo hago, por lo
tanto hay que puntar hacia santificar a nosotros mismos pero también hay otra palabra en la
Escritura que dice que: "Por los demás, yo me santifico" Este podría ser el método. En qué modo
yo santifico a los demás? amando a los demás, por los demás yo me santifico, puede ser el fin. Yo
me santifico por amor a los demás, para que sean santos los demás. Esto es muy lindo. Este es
nuestro concepto. Por lo tanto, sin dudas, hacernos santos, pero no para encerrarnos en nosotros
mismos, estar ahí, mirarnos si somos santos o no, sino para hacer algo por los demás. Yo
recuerdo que en los primeros tiempos habíamos abolido dos palabras importantes que estaban en
la Escritura, que era la santidad. Como se hablaba solo de santidad individual, entienden lo que es
santidad individual, cada uno por su cuenta, nos parecía que para poder hacernos santos
teníamos que encerrarnos en nosotros mismos, ahora me saco este defecto, no nos llegaba,
entonces dejamos de lado la santidad por un tiempo, no pensamos en eso. Y otra palabra que me
acuerdo que dejamos de lado era el apostolado, porque nos parecía un oficio. Todo el día vivir la
escuela y después te vas hacer una hora de apostolado. Tiene que ser una cosa linda el
apostolado. Y nosotros de hecho estábamos llamados a ser apóstoles, no en el sentido de hacer
una hora de predicación, sino vivir el cristianismo. Porque tú amas tienes que vivir Jesús muerto y
resucitado, porque amas y no te miras a tí mismo, ya es apostolado, porque eres luz eres sal de la
tierra. Si después nos amamos recíprocamente ahí está el testimonio, "que sean uno para que el
mundo crea", "mira cómo se aman", por lo tanto estábamos llamados a un apostolado de otro tipo
y no de carácter solo individual como el de aquel que ama, y después de carácter comunitario.
Más tarde, hemos entendido, que Jesús llama también apóstoles a aquellos que lo siguen,
entonces introducimos nuevamente esta palabra en nuestro modo de pensar, no con el modo
viejo, entienden? La palabra santidad en el mundo protestante, por ejemplo, no la quieren
escuchar y seguramente no están del todo errados. Yo tenía una amiga que me decía, Madre
Teresa de Calcuta, ella me escribía siempre: Hazte santo porque Dios es Santo, es una frase de la
Escritura, por lo tanto hay que estar atento. También San Pablo dice: "es voluntad de Dios vuestra
santificación" y nosotros retomamos esas palabras, cuantas veces nuestros popos, realmente son
gen, también los popos que ahora se convierten en santos, que son gen, son gen, hay también
focolarinos pero los tres primeros son gen, Chiara Luce, Santa y Ursula, son tres gen, por lo tanto,
prepárense, porque hay mucho que hacer, tienen que llegar a la santificación, tienen modelos de

1
gen maravillosos. Han leído la historia de Chiara Luce? porque es estupenda antes de que partan
pidan, porque ayuda, ayuda.
Esto les quería decir, ¿dónde estás? La segunda. yo hice solamente diez, porque cada uno me
hizo dos o tres y luego reduje en diez, está bien? Montet, 14.08.01 - Chiara con los gen
2

31/12/2004
UNA GRAN TAREA
Fin de año 1976
Queridísimos Gen:
¡Bienvenidos! ¡Feliz fin de año!
Los saludo en seguida porque mi corazón está desde este instante ahí con vosotros.
Pero, sobre todo, porque hoy todos nosotros podemos realizar una gran tarea.
Podemos, en efecto -como el obrero evangélico de la última hora, que recibió la misma paga que
aquellos que habían trabajado todo el día-, ganarnos con el día de hoy lo que hubiéramos ganado
amando bien todo el año.
Por tanto, ¡manos a la obra!
¡Ponernos inmediatamente a vivir el momento presente -olvidándolo todo- con solemnidad durante
todo el día y darle un adiós gozoso a 1976
Santa Teresita amaba sobre todo a los santos que supieron "robar" el Paraíso en el último momento,
como el Buen Ladrón, como los santos Inocentes.
Así también nosotros. Hoy podemos resarcirnos de todo el vacío diseminado durante el año.
Es una ocasión única.
¿Lo hacen?
Yo me comprometo.
Hasta pronto.
Vuestra, Chiara.

Para pensar:
Hubo una vez dos mejores amigos
Hubo una vez dos mejores amigos. Ellos eran
inseparables, eran una sola alma. Por alguna
razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron.
Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de
ayer, después de 10 años, que caminando por la calle
me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi
amigo. En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas
y me miró a los ojos diciendo: murió ayer....
No supe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo
había muerto.
Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció
sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida,
siempre jugábamos ahí mi amigo y yo. Me senté y ella comenzó a
contarme la triste historia. Hace 2 años le diagnosticaron una rara
enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de
sangre durante 3 meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy
rara?,
sí, lo sé, igual que la tuya....
Estuvimos buscando donadores y al fin encontramos a un
señor vagabundo.
Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no
quiso recibir la sangre del vagabundo. Él decía que de
la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que
te buscáramos, él decía todas las noches: no lo busquen, estoy
seguro que mañana si vendrá.... Así pasaron los meses, y todas
las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú
sentado y oraba para que te acordaras de él y vinieras a la
1
mañana siguiente. Así acabó su vida y en la última
noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo me dijo:
madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá,
pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que
está en mi cajón.
La señora se levantó, regresó y me entregó la nota
que decía:
Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero
no importa, lo importante es que viniste. Ahora te
estoy esperando en otro sitio espero que tardes en
llegar, pero mientras tanto quiero decirte que todas
las noches oraré por ti y desde el cielo te estaré
cuidando mi querido mejor amigo. ¡Ah, por cierto,
¿Te acuerdas por qué nos distanciamos? sí, fue
porque no te quise prestar mi pelota nueva, jaja,
qué tiempos.... éramos insoportables, bueno pues quiero
decirte que te la regalo y espero que te guste mucho.
Te quiere mucho: tu amigo por siempre.
"No dejes que tu orgullo pueda más que tú corazón...
La amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final"
Autor desconocido

Enero 2005
01/01/2005
Palabra de vida del mes de enero
(A bajar de Internet: www.ciudadnueva.org.ar)

02/01/2005
Carta de los primeros tiempos a las aspirantes de la “Acción católica”:
Bozzana, 22 julio 1939
Queridísimas aspirantes:
en mi última carta les dije que les hablaría de los pequeños vicios que las aspirantes no deben
tener y de las dotes que deben poseer para que puedan cumplir su misión de verdaderas
apóstoles.
La aspirante debe estar atenta a la voz de Dios.
Dios vive en nuestras almas si estamos en gracia. Muchas veces, distraídas por las cosas
exteriores no consideramos esta gran verdad. El nos envuelve y nosotras, algunas veces, no nos
dignamos ni siquiera a dirigirle una mirada, un pensamiento a Aquel que nos ha creado. El es el
Rey y nosotras, pequeñas criaturas, no Le pedimos Sus tesoros. Vamos mendigando alegría a las
otras criaturas de este mundo, como si El no nos bastase. Qué el Señor nos perdone y nos de la
gracia de amar su compañía, de esconder en El nuestros propósitos, de depositar en El nuestra
confianza. Para ser apóstoles deben tener siempre presente cuanto les he dicho: recuerden que,
no sólo en la oración, sino en toda la jornada de trabajo, tienen en ustedes la gracia, este gran
tesoro del cual pueden obtener gracia sobre gracia.
La única manera de lograr vivir siempre así, conscientes de los propios destinos, es la
meditación cotidiana. No les hablé nunca de este modo sublime de rezar. Tuve miedo de que
no me entendiesen, especialmente las más pequeñas, y no quisiera arruinar un argumento tan
importante, hablándoles sin que me comprendan.
Es un ejercicio difícil sin duda, pero que, si no se descuida, se vuelve cada vez más fácil.
Comprendo sin embargo la necesidad de ésta y por esto quiero sugerirles un medio para que
sepan prepararse para cumplirlo bien cuando, (...) le expliquen lo que quiere decir: meditar.
Sé que ustedes rezan y espero que recen mucho. Vuestra oración es sin duda aceptada por el
Señor. Pero, cuanto cuanto mejor la hacen, más le es grata.
(...)
En vuestra oración deben trabajar: la mente, la voluntad, el corazón. Con la mente reflexionan
sobre las palabras que recitan. Con la voluntad se esfuerzan en hacer propósitos sobre cuanto han
1
pensado. Con el corazón amen cuanto prometen para que lo puedan realizar empujadas por esta
ardiente llama que es el amor.
Por ejemplo, ustedes reciten la oración dominical. Empiecen:” Padre nuestro...” Las dos primeras
palabras les pueden servir de meditación. Pensemos: ”he llamado a Dios con el nombre de padre,
la persona más querida que, junto con la madre ocupa el lugar de honor en nuestro corazón. Padre
es quien tiene el corazón abierto a recibirnos cuando nos alejamos de El y arrepentidos volvemos
a pedirle perdón. Quien trabaja tanto por nosotros, que piensa siempre en nosotros. Así es
también Dios; es nuestro buen padre. Y nos enseñó El a llamarLo así”:
¿Ven cuántas cosas pueden pensar? Hasta aquí trabajó la mente. Ahora ejerciten la voluntad y
digan: “¿Pero si Dios me quiere tanto, ¿cómo es posible que yo le pague con tantas ofensas,
tantos pecados? No, no puedo continuar así”. Y piensen cuales son sus principales vicios y
propónganse quitarlos, alejarlos, volverse cada vez más puras.
Por lo tanto, intenten inflamar vuestro corazón para amar ese esfuerzo que harán para salir
victoriosas sobre ustedes mismas.
Pueden hacer así con todas las oraciones. Son suficientes pocos minutos de oración hecha así,
por la mañana, para que estén seguras que salvarán sus almas.
Es Santa Teresa, que las protege, quien se los dice.
¡Prosigan el bien!
Silvia Lubich (Chiara Lubich)

03/01/2005
La meditación:
También la meditación está entre las prácticas de piedad en las que se empeñan los miembros del
Movimiento.
Es lógico que si estamos llamados a una espiritualidad personal y colectiva al mismo tiempo, es
preciso edificar, juntos al “castillo exterior” (o sea la Obra, la Iglesia) y el “castillo interior”, es decir,
nuestra íntima unión con Dios. Y esto se logra sobre todo por medio de la meditación.
También para ella es necesario prepararse. Si no hacemos el pequeño esfuerzo de recogernos, y
no cerramos los “postigos” para buscarlo, que quiere decir silenciar los sentidos, cerrando los ojos,
por ejemplo, Dios no puede dejarse encontrar (los místicos dicen que Dios está en el centro del
alma); tampoco puede quedarse con nosotros inundándonos con su presencia, y con todas las
cosas hermosas que él posée.
...
¿Con qué hacer meditación?
Siempre tuvimos la convicción de que debíamos hacerla exclusivamente sobre la Sagrada
Escritura y sobre nuestra espiritualidad. A quien forma parte de un Movimiento eclesial se le
aconseja justamente esto. Es sumamente útil, al despertarse por la mañana, meditar, por ejemplo,
sobre la Epístola y sobre el evangelio del día. Luego se participa mejor de la liturgia, se la aprecia
más, es mucho más hermosa.
Si se desea leer textos espirituales, biografías, y escritos de santos, etc., se lo puede hacer, es
algo excelente, pero como lectura espiritual.

¿Cómo se hace meditación?


Para hacer meditación se empieza a leer un libro con calma, después de habernos puesto delante
de Dios. Si, en un momento dado, se tiene la impresión de que dios toma el alma y la eleva,
entonces hay que cerrar el libro, quedarse con él, escucharlo, responderle, amarlo, pedirle gracias.
Puede suceder que, al cabo de un rato, se piense que el diálogo pueda considerarse cerrado.
Entonces se vuelve a abrir el libro y se sigue leyendo. Prácticamente la meditación debe
convertirse en un verdadero coloquio con Dios. Nos sentimos escuchados, se le habla, y toda el
alma está tomada por él. Es como un abrir un frasco de perfume que esparce su fragancia en toda
la jornada.
En el Movimiento hacemos además la experiencia de que no es bueno hacer meditaciones,
podríamos decir, “interesadas”, en la que se toman apuntes que pueden servir para otros. Eso se
hará luego. En la meditación es mejor estar solos con Dios. Tampoco es bueno leer más de la
cuenta, dejándonos llevar por la gula espiritual. No sería amor verdadero.
Un camino nuevo, La espiritualidad de la unidad, Chiara Lubich

1
04/01/2005
EL CENTRO
Si no cerramos las puertas del alma para recogernos, Tú no puedes, Señor, salir de tu centro y
entretenerte con nosotros, como tu amor a veces desearía.
Somos tan mezquinos que, a menudo, para no realizar ni el mas mínimo esfuerzo, dejamos que
nuestra alma se convierta en una plaza donde las cosas del mundo se asoman, entran y
conversan. Por eso tú, que nos has enseñado a no dar las cosas santas a los perros; Tú, que eres
Santo, no puedes darte a nosotros, a pesar de que muchas veces lo desearías y con tu amor
recompensarías abundantemente nuestro pequeño esfuerzo. Un amor que sería para nosotro
consuelo y sostén, que nos daría la fuerza para vivir la vida mas verdadera en el otoño
permanente del mundo.
Es indudable que tu dominas el centro del alma de quienes te sirven, ya que ellos muchas veces,
cuando están concentrados en un trabajo, se sienten atraídos por Ti hacia lo mas profundo de si
mismos para rectificar sus intenciones según su voluntad y ofrecerte, como incienso, todo lo que
hacen.
Que Tu resplandezcas siempre en el centro de nuestro corazón y que todo gire a tu alrededor, en
función de ti.
No importa donde ni cómo.
Meditaciones 2, Chiara Lubich

Para pensar:
LADRILLAZO
Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar último modelo, con
precaución de no toparse con un chico cruzando la calle sin mirar, y al bajar la velocidad; sintió un
estruendoso golpe en la puerta, y al bajarse vio que un ladrillo le había estropeado la pintura,
carrocería y vidrio de la puerta de su lujoso auto.
Trancó los frenos, dio un brusco giro de 180 grados; y regresó a toda velocidad a donde vio salir el
ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucía su exótico auto.
Salió del auto de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo, y empujándolo hacia un auto
estacionado; le gritó a toda voz: ¿Qué rayos fue eso?
¿Quién eres tu? ¿Qué crees que haces con mi auto? Y enfurecido casi botando humo, continuó
gritándole al chiquillo: ¡Es un auto nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte caro! ¿Por qué
hiciste eso?
"Por favor, Señor, por favor. Lo siento mucho! no sé que hacer", suplicó el chiquillo." Le lancé el
ladrillo porque nadie se detenía. Lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras
señalaba hacia alrededor del auto estacionado.
"Es mi hermano", le dijo. Se descarriló su sillón de ruedas y se cayó al suelo y no puedo
levantarlo". Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo:
"Puede usted, por favor; ayudarme a sentarlo en su silla? Está golpeado, y pesa mucho
para mí solito". Soy pequeño.
Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó grueso el taco que se le
formó en su garganta.
Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y lo
sentó en su silla nuevamente sacando su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y el
sucio de sobre las heridas del hermano de aquel chiquillo especial. Luego de verificar que se
encontraba bien, miró; y el chiquillo le dio las gracias con una sonrisa que no tiene posibilidad de
describir nadie... "DIOS lo bendiga, señor...y muchas gracias" le dijo.
El hombre vio cómo se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de
su hermano, hasta llegar a su humilde casita.
El ejecutivo no ha reparado aún la puerta del auto, manteniendo la hendedura que le hizo el
ladrillazo; para recordarle el no ir por la vida tan de prisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo
para que preste atención.
DIOS nos susurra en el alma y en el corazón. Hay veces que tiene que lanzarnos un ladrillo a ver
si le prestamos atención.
Escoge: Escucha el susurro... o el ladrillazo.

1
Autor anonimo

05/01/2005
En diálogo con Chiara:
Gen: "Hola, Chiara, soy Antonio de España y quería hacerte un pregunta:
1) Nos has dicho que hagamos de este año "un año de fuego" y que viviéramos con María. En ella
también vemos el modelo de la obediencia.
Puedes decirnos ¨cómo lo vives tú y lo que esperas de toda la Obra y de nosotros, los gen?".
Chiara: Sí. Este año queremos destacar la obediencia y es verdad que la Virgen es realmente el
modelo de la obediencia, gen. Ustedes vieron que, cuando el ángel le anuncia una cosa
extraordinaria, ella se somete a la voluntad de Dios y obedece. La obediencia es realmente una
cosa maravillosa, porque... justamente por lo que les decía antes. Dios es inmenso, Dios es
grande, Dios es el creador de todo, del cual todo tuvo origen y sostiene todo. Porque si no fuera
por El que mantiene todo, los astros no estarían fijos en el cielo, caería todo... Es Dios que con sus
leyes y sus fuerzas, con lo que creó, mantiene en vida todo.
Entonces es lógico que nosotros, pequeñitos,... que como decía santa Teresita de Lisieux, somos
un granito de arena. Nosotros que somos un granito de arena, pero tenemos la posibilidad de
elegir a Dios,... delante del Creador, que debemos hacer si no arrodillarnos y decir: "Tú tienes un
plan sobre mí, yo me abandono en tus planes".
Miren gen: al principio, nosotros, focolarinas, éramos, gen, todavía no éramos focolarinas.
Teníamos una idea fija en la cabeza, que era ésta: abandonarnos al designio de Dios, porque con
seguridad Dios me ama. Como Dios me ama, tiene un designio sobre mí. Quien sabe lo que
sucederá si yo no hago mi voluntad, sino la Suya, momento tras momento, siempre Su voluntad; y
abrazar los dolores cuando llegaban, las alegrías cuando llegaban, vivir la Palabra, practicar el
mandamiento nuevo de Jesús, todo el carisma... quién sabe lo que sucederá!
Eramos gen, así, que no valían nada, en una ciudad pequeña, en un pueblito del interior... Y nació
el Movimiento de los Focolares, de los gen, de Humanidad Nueva, de Juventud Nueva... En fin,
millones de personas que siguen este Ideal. Sólo porque quisimos no hacer un programa; no hacer
un programa. No que no quisimos hacer... quisimos no hacer un programa, sino abandonarnos
totalmente en Dios. Es decir, para obedecer a Dios; obedecer aquello que El nos dice momento
tras momento y seguir adelante.
Si pienso, gen, que una cosa semejante le sucede a cada uno de ustedes, que algo de inmenso se
puede manifestar si ustedes no hacen proyectos sino que se abandonan al proyecto que Dios-
Amor, Omnipotente, Dios-Amor y Omnipotente, tiene sobre cada uno de ustedes. ¿Qu‚ sucederá
en el mundo?... Multipliquen...!
Aquí son más de quinientos gen. Si ustedes multiplican por otros quinientos, ¿se imaginan lo que
podrá suceder? Ya somos un millón y medio; los más cercanos son más o menos un millón
doscientos mil; pero digamos que somos algunos millones de personas. Multipliquen por
quinientos que son sólo ustedes, gen, sin contar a todos los religiosos de la otra sala y con todos
los están presentes en todo el mundo, todos, todos. Si nos abandonamos, multipliquen! La
conquista del mundo no estaría tan lejos! No, no, no estaría muy lejos, si nos abandonáramos
completamente al designio de Dios. Dejámoslo actuar a El!
Por lo tanto la obediencia consiste sobre todo en hacer lo que Dios quiere, en aceptar momento
por momento lo que sucede. Repito: llegarán dolores: abracemos a Jesús abandonado; llegarán
las alegrías: se las ofrecemos a Dios como incienso de alegría, esta vez. Hagamos su voluntad,
que ustedes ya conocen, y que significa seguir las reglas morales, como ir contra la corriente, no
hacer como los demás, etc.; todas estas cosas.
También la Virgen, gen, se abandonó en la aventura divina y vieron lo que sucedió. Por ella, por su
sí, todos obtuvimos la redención y tenemos el Paraíso abierto, antes estaba cerrado. Por su sí
Dios vino al mundo.
Por lo tanto, esta obediencia es lo que el hombre, que es un granito de arena, puede hacer de más
sabio; es la cosa más inteligente que podemos hacer. Hasta el punto de llegar a preguntarme:
¨Pero es cierto que hasta somos capaces de obedecer a Dios? Porque es una cosa única y
extraordinaria!
1
Por eso les deseo realmente que de cada uno de ustedes nazcan realidades inmensas e infinitas!
(Aplausos)
Castelgandolfo, 06.01.1988. Chiara contesta a preguntas al congreso Gen masculino.

1
06/01/2005
En diálogo con Chiara:
Yo soy Lomar, De Brasil, de Recife. Cuando amo y siento que los demás no aman con la misma
medida, a veces nacen en mí antipatías que me bloquean. ¿Cómo hacer para amar sin esperar
nada en cambio?

Chiara: Él dice que cuando amas, a veces, no te vuelve el amor, entonces te surge cierta antipatía
y se comprende, esto es humano, es humano, hay que permanecer en lo sobrenatural. Cada vez
que te viene la antipatía trata de mandarla afuera, de rechazarla, a fuerza de rechazarla ya no
estará más. Además nosotros tenemos un modelo que es Jesús Abandonado, Él amó hasta morir
en la cruz y aún ahí fue abandonado por todos, no tenía una confrontación de nadie ni siquiera de
los discípulos que se fueron, ni de la Virgen que El mismo entregó a los demás, porque Él le había
ya dado entonces no había confrontación y la Virgen quien sabe cuánto lo amaba y aún el Padre
del cielo lo había abandonado por vía misteriosa de la redención. por eso, si nosotros tenemos
siempre Jesús Abandonado delante, podemos siempre resolvernos, podemos resolver como dije el
otro día en Santa Chiara, todos los problemas como hizo Antonio por eso, ser siempre generosos y
no esperar nunca respuesta, dar, dar, dar y basta.
Chiara con los gen 2 Montet, 14.08.01

Dios es extraordinariamente simple.


La complicación empieza con nosotros.
Si de veras vivimos en Dios – absolutamente radicados en Dios –
seremos también nosotros muy simples, alegres y serenos.
Dios se ha hecho niño, Eduardo Pironio

SI ESTAMOS UNIDOS, JESUS ESTA ENTRE NOSOTROS


Si estamos unidos, Jesús está entre nosotros. Y esto vale. Vale más que cualquier otro tesoro que
pueda poseer nuestro corazón: más que la madre, que el padre, que los hermanos, que los hijos.
Vale más que la casa, el trabajo, la propiedad; más que las obras de arte de una gran ciudad como
Roma, más que nuestras ocupaciones, más que la naturaleza que nos rodea, con las flores y los
prados, el mar y las estrellas; más que nuestra alma.
Es El, que inspirando a sus santos con sus eternas verdades, hizo época en toda época.
También ésta es su hora: no la de un santo, sino la de El; de El entre nosotros, de El viviente entre
nosotros, que construimos - en unidad de amor - su Cuerpo Místico.
Pero es preciso dilatar el Cristo, acrecentarlo en otros miembros; hacerse como El, portadores de
Fuego.
¡Hacer uno de todos y en todos, el Uno!
Vivamos así la vida que El nos da instante por instante.
La caridad fraterna es el mandamiento básico. Por lo cual todo vale en cuanto es expresión de
sincero amor fraterno. Nada vale de todo cuanto hacemos si en ello no se da el sentimiento de
amor por los hermanos; porque Dios es Padre y en su corazón tiene siempre y sólo a sus hijos.
Estelas de Luz, Chiara Lubich

08/01/2005
Si Dios se hizo pequeño para llegar hasta nosotros,
¿cómo podríamos llegar nosotros hasta Él sin volvernos también pequeños?
Dios se ha hecho niño, Juan Pablo II

Para pensar:
La historia de Jim:
Cada día, a las 12.00 horas, Jim entraba en la Iglesia por no más de dos minutos y luego salía. El
sacristán, que era muy curioso, un día paró a Jim y le preguntó:
-¿A qué vienes todos los días?
-Vengo a rezar.
-¡Imposible! ¿Qué oración puedes decir en dos minutos?
1
-Soy un viejo ignorante, rezo a Dios de mi manera.
-Pero ¿qué dices?
-Digo: Jesús, aquí estoy, soy Jim. Y me voy.
Pasaron los años. Jim, cada vez más viejo y enfermo, ingresó en el hospital, en la sección de los
pobres. Cuando parecía que Jim iba a morir, el sacerdote y la religiosa enfermera estaban al lado
de su lecho.
-Jim, dinos: ¿por qué desde que tú entraste en esta sección todo ha mejorado y la gente se ha
puesto más contenta, feliz y amable?
-No lo sé. Cuando puedo andar, voy por todas partes visitando a todos, los saludo, charlo un poco;
cuando estoy en cama llamo a todos, los hago reír a todos y hago falices a todos. Con Jim están
siempre felices.
-y tú, ¿por qué eres feliz?
-Ustedes, cuando reciben a diario una visita, ¿no son felices?
-Claro. Pero ¿quién viene a visitarte?
-Cuando entré en esta sección les pedí dos sillas: una para ustedes, y otra reservada para mi
huésped, ¿no ven?
-¿Quién es tu huésped?
-Es Jesús. Antes iba a la Iglesia a visitarlo; ahora ya no puedo hacerlo. Entonces, a las 12.00
horas Jesús viene.
-Y ¿qué te dice Jesús?
-Dice: ¡Jim, aquí estoy, soy Jesús!...
Antes de morir lo vimos sonreír y hacer un gesto con su mano hacía la silla cercana de su cama,
invitando a alguien a sentarse ... sonrió de nuevo y cerró los ojos.
Cuando me faltan las fuerzas y no puedo ni siquiera recitar mis oraciones, repito: “Jesús, aquí
estoy, soy Francisco”. Me invade la alegría y el consuelo, experimentando que Jesús me
responde: “Francisco, aquí estoy, soy Jesús”.
Cinco pan y dos peces, F.X. Nguyen van Thuan

09/01/2005
INVASION DE AMOR
El mundo está hecho de descontentos porque el hombre no ha dado con el manantial de su
felicidad. El astro brilla en el cielo y la tierra subsiste porque se mueve: el movimiento es la vida del
universo.
El hombre es plenamente feliz sólo si pone en marcha y mantiene encendido el motor de su vida:
el amor.
Incluso quien se dice feliz porque ha contraído un buen matrimonio, porque ha heredado, porque
vive del lujo, del deporte, de las diversiones, tarde o temprano experimenta vacíos inevitables en el
alma. En cambio, el desgraciado, a quien la vida parece negarle todo, si se pone a amar, posee
más que el rico y goza sobre la tierra la plenitud del Reino de los Cielos.
Es una verdad, una realidad.
La humanidad languidece en busca de paz, espera, construye para llegar a gozar, pero llegado el
momento, se entristece aguardando la muerte que desearía no llegase jamás.
¡Los hijos de Dios son los hijos del amor! Combaten con un arma que es la vida misma del
hombre. Su lucha es recomponer, ordenándolas, almas y sociedades para que brillen las unas
más que las estrellas y compongan las otras constelaciones duraderas en las mansiones eternas
del Dios de los vivos.
Si el hombre viese a los hombres, como los ve Dios, sentiría horror.
Porque incluso los mejores, los que se han elevado con el arte o con la ciencia por encima de lo
común, han desarrollado únicamente una parte del espíritu, dejando el resto atrofiado.
Sólo el amor en un alma, sólo Dios en un alma puede dilatar en ella el esplendor, sin perder el
equilibrio de las partes. Un alma que ama es un pequeño sol en el mundo, que transmite a Dios.
Un alma que no ama vegeta y es poco de la Iglesia, nada de María, antítesis de Cristo.
El mundo tiene necesidad de una invasión de amor y esto depende de cada uno. El hombre es el
depósito de este precioso elemento: el hombre en gracia de Dios. Mueren cada día una enorme
cantidad de hombres, incluso grandes, y poco queda de ellos. Pasa un santo a la vida eterna,
cuando el Señor lo llama, despertando a la idéntica vida de antes, transformada, y todos hablan de
él. Su memoria pasa de generación en generación y su ejemplo es seguido por muchísimos.
1
Sobre ese lecho, que sostiene un cuerpo y no ya un alma, nadie alcanza a comprender la muerte,
pero en cambio todos advierten lo que es la Vida. El amor no muere y, porque sirve, lo hace a uno
rey.
Estelas de Luz, Chiara Lubich

10/01/2005
A MENUDO EL AMOR NO ES AMOR
Porque muy a menudo el amor en el mundo no es amor, tiene valor el dicho: el amor es ciego.
Pero si un alma se pone a amar como Dios enseña -Dios es el Amor- verá muy pronto que el amor
es luz.
Además Jesús dijo: “El que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a
él” .
Un torbellino de voces , de las más distintas procedencias, inundan frecuentemente nuestra alma,
especialmente cuando ésta no sabe todavía qué significa amar a Dios. Son voces sin sonido, pero
potentes: voces del corazón, voces de la inteligencia, voces del remordimiento, voces de pesar,
voces de las pasiones... y nosotros seguimos hoy una, mañana otra, llenando nuestra jornada de
actos que son concreción de esas voces o que al menos, en alguna medida, están determinados
por ellas.
Por eso, a veces, aun viviendo en gracia de Dios, la vida sólo tiene breves momentos de sol y el
resto queda sumergido en un hastío que a menudo se siente condenar por una voz más fuerte que
las otras, casi como diciendo que ésa no es la verdadera vida, la vida plena.
En cambio si el alma se dirije a Dios y se pone a amarlo y su amor es verdadero, es concreto, es
de cada instante, entre las muchas voces que acompañan la vida, de vez en cuando advierte una
en especial. Más que voz es una luz que suavemente va abriéndose brecha en el intrincado
concierto del alma. Es un pensamiento casi imperceptible que se ofrece al alma, tal vez más
delicado, más sutil que los demás.
Esta es, a veces, voz de Dios.
Entonces el alma, que se ha decidido por el Señor, que no quiere medir sino que quiere darlo todo
a El, hace surgir del pantano ese pequeño manantial límpido y sereno; es un zafiro entre tantas
piedrtas, es como el oro entre el polvo.
Lo toma, lo limpia, lo pone en evidencia, lo traduce en vida.
Si por ventura esa alma ha decidido ir a Dios con otras almas, a fin de que el Padre goce del amor
fraterno entre sus hijos, ella -aconsejada por quien le representa a Dios en la tierra- comunica con
discreción su tesoro a los demás, a fin de que el bien sea común, circule lo divino y, como en una
competencia, el uno aprenda del otro a amar mejor al Señor. Obrando así el alma ha amado
doblemente: ha amado en el realizar el querer de Dios, ha amado en el comunicarlo a los
hermanos. Y Dios, fiel a sus palabras eternas, continuará paso a paso manifestándose a ella.
Todo eso es sumamente deseable mientras nuestro corazón no esté sumergido el día entero en
pensamientos de cielo, al punto de desbordar, y nuestra vida, alimentada por los sacramentos, no
esté endiosada.
Dios se da, si se lo tiene; y se lo tiene si se lo ama.
Entonces se podrán encender en el mundo oscuro y sin relieve pequeños soles que indicarán a
muchos el camino. Soles que calentarán en la humildad total de su vida completamente inmolada
al Señor, donde ya no hablan ellos, sino que habla El, donde ya no viven ellos sino que vive El.
Estelas de Luz, Chiara Lubich

11/01/2005
En diálogo con Chiara:
¿Yo quería saber cómo lograr ser portadores de todo el Ideal sin excluir ningún punto y no vivir
como en un supermercado en el que se elige solo las cosas que a uno le gusta?

Chiara: ah.. tu ves este supermercado con tantos paquetitos, una voluntad de Dios, una voluntad
de Dios. No, yo no puedo hacer como en un supermercado, tú dices así.
La cosa es así: basta vivir ese determinado punto reclamado por la circunstancia. Por ejemplo:
vos tenés que hacer un paseo y dices: Oh!, tengo que estudiar, entonces la voluntad de Dios es
que te vayas corriendo a tu casa a estudiar y basta decir esto. Yo aquí tendría que explicar, pero
sería muy largo, cada punto contiene todo, por ejemplo, la voluntad de Dios contiene un poco todo,
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todo el resto. Tu dices voy hacer la voluntad de Dios pero la voluntad de Dios es amar a Dios, la
voluntad de Dios es amar al prójimo, la voluntad de Dios es vivir la palabra, la voluntad de Dios es
recibir la eucaristía. En cada punto está todo, por lo tanto basta que vivas un paquetito solo y ahí
está, es una comida universal. Basta así, naturalmente se requiere saberlo hacer y pasar de uno a
otro de estos puntos, después llega un prójimo mientras estudias, en ese momento, tu tienes que
amarlo, entonces otra cosa es amar al prójimo, pero como la voluntad de Dios es estudiar, tu le
haces una bella sonrisa entonces él entiende que tu tienes que estudiar y entonces te deja en paz
y si te disturba, tú le dices: no, quizás después, espera un momento, entonces le dices: sí, estoy
muy contento de estar contigo pero solo en un momento, después, entendiste?
Chiara con los gen 2 Montet, 14.08.01

12/01/2005
EN EL AMOR LO QUE VALE ES AMAR
En el amor lo que vale es amar. Así es en esta tierra. El amor –hablo del amor sobrenatural que no
excluye el natural- es una cosa muy simple y muy compleja. Exige tu parte y espera la parte del
otro.
Si intentas vivir en el amor, te darás cuenta de que en esta tierra comviene poner tu parte. La otra
no sabes nunca si llega; y no es necesario que llegue.
A veces quedarás desilusionado, pero jamás perderás el ánimo si te convences de que en el amor
lo que vale es amar. Amar a Jesús en el hermano, Jesús que siempre se te dá, quizá por otros
caminos.
Sí, es El quien templa tu alma contra las inclemencias del mundo, y te la deshace en amor hacia
todos aquellos que te rodean, con tal de que tu tengas presente que en el amor, lo que vale es
amar.
Meditaciones, Chiara Lubich

ORACION DEL BUEN HUMOR


Concédeme, Señor, una buena digestión, y también algo que digerir.
Concédeme la salud del cuerpo, con el buen humor necesario para mantenerla.
Dame, señor, un alma santa que sepa aprovechar lo que es bueno y puro,
para que no se asuste ante el pecado, sino que encuentre el modo
de poner las cosas de nuevo en orden.
Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento, las murmuraciones, los suspiros
y los lamentos y no permitas que sufra excesivamente por ese ser tan dominante
que se llama : YO.
Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
Para que conozca en la vida un poco de alegría
y pueda comunicársela a los demás.
Así sea.
Santo Tomas Moro
Mártir franciscano y Canciller de Inglatierra

13/01/2005
En diálogo con Chiara:
Soy Miguel, y ahora estoy en el focolar de Valencia. Te quería hacer esta pregunta:
“Un escrito tuyo del libro Meditaciones tiene por título:’En el amor lo que vale es amar’. Me parece
que he descubierto la belleza de este amor que nos libera de la pretensión humana de ser
correspondido, que hace que el amor sea sobrenatural y gratuito. De hecho tu escrito prosigue: 'la
parte del otro nunca sabes si llegará y no es necesario que llegue'. Pero por otro lado, tú
últimamente nos has dicho que nuestro amor, para que sea a imagen de la Trinidad, exige la
reciprocidad, es decir, amar y ser amado. Entonces, Chiara, ¿cómo podemos conciliar estas dos
verdades: amar sin esperar nada, también con esta exigencia de ser amado para la unidad?”

Chiara: Sí, parecen dos cosas contradictorias. En realidad la situación es ésta: que el amor
verdadero no puede ser más que el que está en la Santísima Trinidad, y allí está el amante que es
el Padre, el amado que es el Hijo, el amor que es el Espíritu Santo. Por lo tanto el verdadero amor
2
está justamente allí, es el amor que por otro lado exigimos también de ti en el focolar: en el focolar
es necesario amar y ser amados, si no, no está Jesús entre nosotros. Por otra parte es verdad
también lo que se ha dicho antes: que en el amor lo que vale es amar, para tener un amor gratuito,
un amor verdadero, un amor sincero, un amor que no pretende. Pero, justamente este amor
atraerá el amor del otro, y con este amor tú serás reamado. Si tú amas con interés, te alejan, te
sienten algo pesado; si tú amas siempre así, encontrarás el amor.
Me viene a la cabeza lo que he visto allí, en el convento de San Juan de la Cruz, en el claustro que
está este busto de san Juan de la Cruz, y debajo está escrito: “Donde no hay amor pon amor y
sacarás amor”. Por lo tanto, realmente si amamos con un amor desinteresado, encontraremos
amor, también donde no hay amor. ¿Va bien?
Chiara responde a las preguntas en España, 8.12.2002

14/01/2005
AMENSE MUTUAMENTE
Lo que se recuerda de los primeros cristianos no es tanto que hayan alcanzado el éxtasis, cuanto
que se amaban mutuamente. Ellos tenían muy presente todavía el testamento de Jesús.
Todo cristiano, por el solo hecho de serlo está llamado a firmar un “pagaré”, que vale su propia
vida, a favor de cada hermano. En efecto, Jesús dice: “Ámense mutuamente como yo los amé”; y
sabemos cuál fue su modo y su medida.
Si una madre –que está unida a su hijo solo por el amor natural- goza con su bienestar, y comparte
todas sus ansiedades preocupaciones, cuanto más nosotros que estamos unidos entre hermanos
por un vínculo sobrenatural, tendríamos que sentir propias las alegrías y dolores de los demás.
Es que debemos reavivar nuestra fe, viviendo el amor cristiano que pulveriza las envidias, los
celos, las murmuraciones, los juicios y otros males que, muchas veces, trasforman en un infierno
el don precioso de la vida.
Debemos mirarnos como Dios nos mira, no para criticarnos y condenarnos, sino para tener
misericordia los unos con los otros y ayudarnos.
Meditaciones 2, Chiara Lubich

15/01/2005
SIEMPRE ENSEGUIDA CON ALEGRIA
Un buen método para curar a un alcohólico es el de ayudarlo a dejar de beber por 24 horas. Casi
siempre lo logra. Después, de 24 horas en 24 horas se llega a las semanas, los meses, al año. Se
retoma la buena costumbre y con ella, la salud.
Si nos proponemos como meta un día, lo lograremos. Tal vez por eso Jesús dice que nos basta el
afán de un día. Después, día tras día, se llega a las semanas...
Vivir el momento presente siempre, enseguida, con alegría por un día podemos lograrlo. Por la
mañana, apenas nos levantamos, tenemos que mirar de frente al día que nos espera con las
fatigas que conocemos, con los imprevistos que llegarán, como un atleta que mira profundamente
concentrado el obstáculo que tendrá que superar.
Chiara

En diálogo con ... P. Amadeo Ferrari:


Es necesario el coraje
¿Qué importancia tengo que dar a lo que “siento” en las decisiones a tomar o en las opciones a
hacer, para ser coherente en mi comportamiento con la elección que hice de Jesús? Vera, Brasil
P. Amadeo Ferrari: Lo que yo siento, emociones y sentimientos, reacciones de alegría por los
sucesos agradables y de disgusto por los desagradables, de simpatía o de antipatía, tienen sin
lugar a dudas un valor en la maduración de nuestra esfera afectiva.
Nuestros comportamientos, por supuesto, tienen que expresar coherencia con el ideal elegido que
no siempre coincide con nuestros sentimientos. Y en este trabajo de “elección” es necesario una
brújula precisa y claridad interior: el coraje de confrontarnos con Jesús al que queremos seguir. Es
Su voz la que queremos escuchar. Una voz que, según las circunstancias, dice justicia,
honestidad, sinceridad, pureza, fidelidad, legalidad, solidaridad, etc. Por esta razón, las otras
voces, incluso las que gritan a veces dentro o afuera de nosotros, van a un segundo lugar. Si

2
tienen las misma longitud de onda que la de Jesús se armonizarán. Si no es así, se necesitará
todavía más coraje: el coraje de adherir a Su voz y de cortar con las demás.
Nota en la Revista Gen del 2001

16/01/2005
Nosotros y la televisión
¿Cómo comportarnos para estar seguros de que la televisión sea solamente un instrumento para
el bien y no para el mal? (...) Es lógico que los noticieros se pueden ver, es más, viviendo en
medio de la sociedad, se deben ver. Es lógico que los programas religiosos son útiles; que todo lo
que se dice respecto a la cultura, o la ciencia, o el deporte, o la naturaleza puede ayudar también
como distensión. Es verdad que existen, y son raros, programas posibles, buenos, para las
familias y para los chicos...
Pero, todo el resto, casi siempre está contaminado por el mal y es necesario saber renunciar.
Nuestros ojos no pueden ver ciertas cosas; deben mortificarse. De lo contrario puede sufrirse un
retraso en el camino de la perfección del santo Viaje.
Dice San Juan de la Cruz que no se necesita mucho para atar un pajarito a la tierra: basta un hilo
sutil para impedir que vuele.
Asi nos sucederá también a nosotros, aunque pongamos en prática todos nuestros deberes,
aunque usemos con atención todos los instrumentos de nuestra espiritualidad colectiva, si no
sabemos cortar el hilo que nos ata al mundo, a través de la televisión.
Veamos, ahora, cada uno, como comportarnos en las situaciones particulares.
Veamos también cómo comunicarnos unos a otros nuestras experiencias, pidiendo ayuda
recíprocamente, aprendiendo los unos de los otros.
¡Y coraje! Porque, hoy en día, es necesario coraje para realizar este corte.
Chiara en la conexión del 26 de enero 1995

En diálogo con ... Flavia Caretta:


¿Es importante el pudor?
“No tengo claro qué es el pudor. ¿Es importante?” Irene, Turín
Flavia Caretta1 El sentido del pudor, generalmente, se lo considera como discreción con respecto
a la esfera íntima de la persona, por ejemplo, respecto a la sexualidad, como también a los
sentimientos. Las manifestaciones exteriores del pudor difieren en las diversas culturas. Una
definición, que va más allá de los condicionamientos culturales y sociales, podría ser esta: el pudor
es un mediador de la unidad entre el alma y el cuerpo. El nos permite entonces presentar a los
demás nuestra verdadera personalidad, que supera la dimensión puramente corpórea. En realidad
es una expresión de amor hacia el otro. ¿Es importante? Sí, porque contribuye a desvelar de
nuestro ser el timbre del Creador, manifestando una belleza que revela la totalidad de nuestra
persona.
En práctica: ayuda a los demás a no considerar mi persona como objeto. A mí, me ayuda a no
olvidar nunca la dignidad altísima de mi cuerpo, templo del Espíritu Santo.
Nota en la Revista Gen del 2001

17/01/2005
En diálogo con Chiara:
Sandra:
¿Vivir juntos no es fácil. Cada uno tiene formas de vivir que pueden fastidiar. Hay presiones,
tensiones. ¿Cómo superar estas cosas?
Chiara:
Hacemos así: desde el comienzo aprendimos algo: que éramos un tanto rudas, con poca
formación, y existía alguna cosa en los demás que nos daba fastidio, algún pequeño defecto,
alguna respuesta, algún... Entonces veíamos que detenerse en estas cosas era algo grave, porque
se rompía la unidad, podían nacer juicios... y esto no es amor, es juzgar. Entonces comprendimos
que no teníamos que hacer así, e hicimos una promesa que llamamos “la promesa de

1
Focolarina médica, miembro externo de la Escuela Abbá y responsable del bureau del Mondo de la Sanidad de
Humanidad Nueva.
2
misericordia”, es decir: de mañana, después de despertarnos, no recordar más el defecto, sino
solo amar.
Insistimos, insistimos, día tras día, y así crecíamos y los defectos disminuían.
Al mismo tiempo, igual, veíamos que algo quedaba, entonces comprendimos que era mejor
ayudarnos, porque siempre hay que amar al prójimo como a ti mismo, por lo tanto si tú te ayudas a
ti mismo, tienes que ayudar también al prójimo. Y entonces se nos ocurrió, una vez al mes, por
ejemplo, cuando se quiere pero puede ser una vez por mes, y por eso no decimos los defectos en
el correr de la semana, los décimos en cambio en ese momento, una vez al mes: “Mirá que juzgas
mal a las personas, mirá que tendrías que estar atento por ejemplo cuando tratas a aquella
persona, mira que...” Y luego también decimos lo que hay de lindo: “Me di cuenta de ese progreso
que tuviste en este punto, y viste el buen resultado de aquella conferencia que diste? Escuché a
una persona que hablaba bien de ti...” O sea, se dice lo negativo y se dice también lo positivo, uno
después del otro, uno después del otro.
Al final, la experiencia nuestra es de sentir una gran alegría, una gran alegría. Yo siempre lo
comparo a cuando la mamá pone al niño bajo el agua, le da un lindo baño, que queda rojo, rojo,
rojo, porque circula la sangre. Este circular de ideas que mejoran, ya sea cuando se dice lo
negativo como cuando se dice lo positivo, ayuda mucho al positivo porque anima, la circulación
se acelera. Termina siempre con una gran alegría esta particular forma de vivir.
Entrevista con Chiara cara a cara, 20.4.2002

En diálogo con ... Annamaria y Danilo Zanzucchi:


Darse tiempo
Aunque se tenga menos de veinte años, hoy día, es cosa de “marcianos” no “tener una chica”.
¿Cómo tenemos que actuar nosotros en este tema? Fred, Recife
Danilo y Annamaría Zanzucchi:1 Enamorarse de una chica es algo completamente natural, aún
en una edad muy joven. ¿Qué hacer? Se necesita darle una dirección a este sentimiento, ni
exaltarlo ni tampoco favorecerlo, pero ponerlo en su realidad. Teniendo relaciones con parejas de
novios y de casados te lo podemos confirmar. El amor entre un chico y una chica es algo que te
toma toda la persona, tu interés, tu atención y también tu tiempo. Y cuando se es demasiado joven
tal relación a menudo impide el desarrollo completo de tu personalidad, que aún tiene que conocer,
enriquecerse, lanzarse a estudiar, a trabajar, preparase para una profesión... Ustedes, gen,
además tienen un horizonte fascinante: hacer pueblos nuevos, construir un mundo unido,
perspectivas que otros jóvenes ni siquiera se imaginan. Tienen una vida espiritual y práctica
riquísima: tienen la libertad hasta que no se dé las condiciones para un noviazgo serio que los
lleve, sin esperar mucho al casamiento. Más enriquecidos y maduros – también gracias a esos
cortes que dilatan necesariamente la capacidad de ustedes de amar – más serán sólidos los
fundamentos para la familia futura.
Y este darse tiempo tiene también otro motivo: tal vez Dios puede querer algo distinto para vos, tal
vez puede pedirte que lo sigas en una vida distinta al matrimonio, como les sucedió a dos de
nuestros hijos. Una “llamada” que se tiene que “escuchar” para poder dar una “respuesta”. Se trata
siempre de tu felicidad.
Nota en la Revista Gen del 2001

18/01/2005
Generar a Jesús en Medio de nosotros
Generamos a Jesús en medio de nosotros mediante el amor recíproco. Por lo tanto, nuestra
función (...), la de poner a Jesús en Medio, es mariana. Es generar una presencia de Cristo”
¿Qué significa Jesús en Medio? Significa hacer esta función: nosotros, míseras criaturas, a la
manera de María estamos en condiciones de poder dar Cristo al mundo, no físicamente, sino
espiritualmente, si nos amamos dispuestos a morir el uno por el otro.
Para poder tener Jesús en Medio de nosotros hay que mejorar en el amor reciproco hasta estar
dispuestos a morir por el otro, porque esa es nuestra parte.
La gracia de la unidad llega en un segundo momento. Es decir, hay una colaboración entre el cielo
y la tierra. Nosotros tenemos que amarnos hasta morir los unos por los otros; y morir significa
muchas cosas, no solo decirlo de palabra...
1
Responsables en el Centro del Movimiento de Familias Nuevas.
2
¿Y que se tiene que experimentar? Paz, alegría, amor, ardor, paciencia, bondad, benevolencia,
etc., unión con Dios. Sobre todo se tiene que experimentar que nuestra vida tiene sentido”.
Como un Arco Iris

19/01/2005
En diálogo con Chiara:
“Querida Chiara, cada vez que recibo la noticia de que un gen se ha ido al Paraíso, me impacta y
me pregunto: ¿Y si Dios me llamara para ir a su encuentro? ¿Estoy preparado? Te confieso
que me da miedo. Chiara, ¿qué es la muerte para ti y cómo te preparas para el Paraíso?”.
Chiara: Queridos gen, ¿han visto que preguntas serias me hacen los gen? (Aplausos)
Yo también me he quedado asombrada al ver que mueren muchos jóvenes de nuestro
Movimiento.
Un día le pedí a una persona que tiene la lista de nuestros mariapolitas celestiales que me hiciera
la estadística de cuántos gen 2, gen 3 y gen 4 parten para el Paraíso en proporción a los adultos.
La proporción era de 28 %, es decir, casi un 30%, una tercera parte. Es una proporción muy alta,
porque los jóvenes en general, no tienen la edad para morir. (…) Son muchos. Se comprende por
qué nuestro gen hace esta pregunta, pues tiene que ver también con la juventud.
Entonces, ¿qué es la muerte? La muerte es, sin duda, lo más serio de la vida, porque la muerte
hace parte de la vida. Morimos aquí, no en la otra vida. La muerte es lo más serio. Entre todas las
pruebas de la vida: enfermedades, accidentes, ésta es la prueba mayor. Es por eso que da miedo.
Incluso los santos tuvieron miedo.
Santa Teresita del Niño Jesús, por ejemplo, fue tentada antes de morir; el demonio le decía: “No
existe nada después”. Ella que había vivido siempre por Dios, para la vida Eterna, para el Reino…
Fue atormentada, pero logró vencer y superar esa prueba y se hizo santa y doctora de la Iglesia.
También Jesús tuvo miedo, sus palabras en el huerto de los olivos fueron: “Siento en mi alma una
tristeza de muerte”, pues preveía lo que sucedería: una muerte terrible. Si han visto la última
película de Jesús, habrán podido observar qué tipo de muerte tuvo. (…)
Pero existe una verdad en la que debemos creer: apenas morimos – dice san Pablo – vemos a
Jesús. Por lo tanto, la muerte la ve quien asiste a la persona que está muriendo, pues ve que deja
de respirar y no se mueve. Pero para quien muere, la muerte coincide con ver a Jesús.
Naturalmente, queridos gen, ver a Jesús es estupendo para los que han amado, pero es terrible
para los que no amaron. Esperemos estar entre los primeros, entre los que han tenido la gran
alegría de ver a Jesús y que les diga: “Bien, has sido un gen, puedes entrar”. (Aplausos)
Ustedes me preguntaban sobre la muerte. Digo que es necesario prepararse. Ahora diré algo
nuevo. Ni siquiera los focolarinos lo saben. Estoy reflexionando sobre esto en estos días. Pero,
quería decirlo a los gen, pues sé que me entienden.
Nosotros, gen, vemos en Jesús nuestro Ideal, vemos en Jesús nuestra vocación, somos cristianos,
porque somos de Cristo; debemos modelarnos en Jesús. Él es nuestro modelo. ¿Cómo
consideraba Jesús la muerte? Jesús hizo muchas cosas en la vida; primero difundió el Evangelio,
la Buena Noticia. Muchos la acogieron y se convirtieron en sus discípulos. Con los discípulos
Jesús fundó la Iglesia: “Tú eres Pedro…” Puso a Pedro como responsable, después a los
apóstoles, después todos los discípulos. Fundó la Iglesia.
Pero, Jesús no miraba, durante su vida, esas cosas. Miraba más lejos y decía que “su hora”
llegaría, es decir, su sacrificio, su muerte. Y se comprende porque existe la Otra vida, porque
existe el Paraíso eterno, de lo contrario no se comprendería con la razón. Él esperaba siempre su
hora, si bien sería terrible, él vivía para ‘su hora’.
Nosotros gen, focolarinos, gen debemos hacer lo que Jesús hizo. También nosotros tenemos
gracias a este carisma la vocación de difundir el Ideal, que quiere decir el Evangelio, como Jesús.
También nosotros hacemos como él, encontramos personas que aceptan nuestro anuncio, lo
hacen proprio y se vuelven discípulos de este carisma y del Evangelio. También a través de ellos
formamos las unidades gen, las unidades arco iris, la rama de los gen, la rama de las gen, el
Centro de la Obra, y también todas las otras ramas, formamos la Obra, que es como una porción
de la Iglesia en la Iglesia. También ustedes son una porción de la Obra en la Obra que es una
porción de la Iglesia. Entonces, las unidades gen forman una porción de la Iglesia. Pero no es este
nuestro objetivo. Nosotros debemos sellar todo eso con nuestro sacrificio.
Les he dicho que es difícil e importante. Con nuestro sacrificio. De todas maneras, será siempre un
sacrificio, quieran o no. Muchas veces pienso que en el momento más difícil, es necesario sufrir.
2
Yo sé, por experiencia, que el sufrimiento hace más difícil amar, tratar con los demás. El
sufrimiento, el mal, los dolores nos concentran sobre nosotros… Sin embargo, hay que terminar
con la agonía, que significa: lucha, lucha. La vida termina con una lucha que debemos vencer.
Recuerdo siempre a Renata, una focolarina que dirigió más de veinte años Loppiano y formó
centenares de focolarinas. Cuando estaba a punto de morir, la fui a visitar y quería morir viva, viva.
Ella creía que era la hora mejor, que todo era amor, porque preveía lo que vendría después.
Queridos gen, queriendo o no, es inútil querer olvidar que llegará la hora de la muerte, que
pasaremos la agonía, a no ser que muramos de repente en un accidente. Es inútil. Es mejor que la
vida termina así y tener esta idea clara. Yo lo he hecho con las focolarinas de mi focolar. Hemos
elegido vivir para nuestra hora, esa es nuestra hora, para llegar bien entrenadas, llenas de amor
de Dios, creyendo en su amor, felices de dar un objetivo a este momento. Porque es terrible sufrir,
sufrir, repitiendo siempre: te ofrezco… ¡Es demasiado poco! Debo hacer la obra de Dios, debo
difundir el Ideal, debo conquistar muchos discípulos, debo construir la Obra de Dios y debo sellar
todo eso con mi muerte, con mi precio, con lo que doy. Está escrito (es una frase latina): “Sin
efusión de sangre… Sin efusión de sangre ”, sin agonía, no hay remisión, no existe nada; todo lo
que hacemos es fácil que sea anulado. Es necesario un sello, que lo puede dar nuestra muerte.
Créanme gen, desde que entendimos esto somos más felices que antes. Porque le dimos sentido
a aquel momento. La muerte llegará con seguridad. Nadie puede escapar. Entonces, debemos
acogerla bien y darle el sentido que Jesús le dio. Vivamos para aquella hora, para aquella hora
nacemos, con esa hora queremos sellar todo lo que hicimos durante la vida por la obra de Dios.
Les deseo que tengan la gracia de entender esto y, en el momento en que Dios querrá, lo acepten.
(Aplausos)
Naturalmente, desde que comprendimos el verdadero sentido de la muerte, ¿saben que adquirió
importancia? El Avemaría, porque en la segunda parte se dice a la Virgen: “Ruega por nosotros,
pecadores ahora – también ahora debe rezar por nosotros para que crezcamos espiritualmente – y
en la hora de nuestra muerte”.
Ahora recito el Avemaría de una manera completamente diferente: “Ruega por nosotros
pecadores, ahora…”
También esta mañana dijimos el rosario con las focolarinas y en cada Avemaría: “Avemaría, llena
eres de gracia… ahora – que iré a estar con los gen – y en la hora de nuestra muerte”; ruega por
nosotros, para que seamos realmente lo que debemos ser.
Algo hermoso es esto: he visto a muchas personas morir. Me tomé esta tarea, porque no puedo
hacer muchas otras cosas además de la Obra; decidí ocuparme de los que están por pasar a la
Otra vida. Pues bien, he visto que existe siempre una gracia especial. Es increíble ver cómo
mueren contentas, muchas veces mueren cantando. Por lo tanto, saber que contamos con la
ayuda de la Virgen, de Dios y con esta gracia que recibiremos, que todos recibiremos.
Preguntas y respuestas con Chiara al congreso Gen, 20.12.1999

20/01/2005
LA VOZ DE DIOS
¿Quieres aprender a amar? ¿Amar a Dios y, por él, a los hermanos?
No esperes un instante más, no lo pienses demasiado, no te quedes en el deseo de amar, sino
ama enseguida en el momento presente. Es que amar significa hacer enseguida, ahora, ya, en
este minuto, la voluntad de Dios, no la tuya.
La vida no está hecha más que de momentos presentes, y valen aquellos donde alguien quiere
hacer algo.
Lo que cuenta es el presente, el instante que huye, que para mí, para ti, para nosotros tiene que
ser pescado al vuelo y vivido bien, hasta el fondo, haciendo en él, lo que Dios quiere de nosotros:
estudiar, caminar, dormir, comer, sufrir, gozar, jugar...
Aprende a escuchar la voz de Dios en lo profundo de tu alma, la voz de la conciencia: ella te dirá lo
que Dios quiere de ti en cada momento.
¿Andas mal con tu prójimo? “Está atento –nos dice la conciencia-, tienes que amar a todos, incluso
a los enemigos...”
¿Querrías saltar en la hora de estudio? “Está atento –te dice la conciencia-, jugarás con más
alegría después si ahora haces perfectamente tu deber”. Y lo mismo en otras ocasiones.
Vivamos bien lo que Dios quiere en el momento presente. Entonces, así como un punto junto a
otro hacen una recta, un momento junto a otro hacen la vida.
2
Volver al presente, Chiara Lubich

T r e s p i e d r a s v i v a s...
“En este momento, en el que el Movimiento Gen estalla en manera maravillosa en todo el mundo,
fascinando con sus ideales multitudes de jóvenes, parece que Dios haya querido elegir justamente
entre los mismos gen las “piedras” sobre la cual apoyarlo”: (Chiara a los padres de Paolo Bampi,
marzo de 1968)
A 30 años de distancia y sabiendo cuánto nosotros deseamos conocer este patrimonio que el
Movimiento Gen tiene en sí, queremos volver a proponer, si bien sintéticamente, la figura de tres
de estas “piedras vivas”, pioneros del Movimiento Gen naciente.

Charles Moats
(28.6.1969 – Chicago – 17 años)
24.6.1969. 14,00,79 th Street, Chicago. Varios disparos: uno alcanza a darle en la cabeza a
Charles , justo delante de la puerta de su casa. En el hospital, todavía consciente, le pregunta a la
mamá: “¿Me voy a morir?”. Recibe la Santa Unción y después entra en coma. Un delito anónimo.
En el ghetto negro, donde Charles se crió, estos hechos no son más noticia.
¿Quién era Charles? Estudiante excepcional, le gustaba escribir poesías; trabajaba para pagarse
los estudios; se juntaba con amigos blancos, y también con negros. Conocía profundamente el
drama de su pueblo afro-americano, ¡pero en él había la dignidad y la libertad de un gen!
Se encontró a los gen en 1966, a los 14 años. Enseguida se había transformado en un verdadero
apóstol, hablando del Movimiento Gen a muchos amigos. Era parte del conjunto gen de Chicago y
de la redacción de Gen News. Fue elegido para participar al Congreso Gen de 1969 en Roma,
como representante de los gen de los EEUU. Se estaban buscando los fondos para su viaje...
Pero a muchos, en el ghetto, estos acontecimientos y estos contactos con “el mundo externo” no le
gustaban. Incluso en su casa, al principio no entendían mucho por qué debía tener también
amigos blancos. Sus familiares fueron después conquistados por el amor de los gen, decían:
“estos son verdaderos cristianos”,
Una de las “gangs” de Chicago lo había invitado a ser uno de ellos: Charles no aceptó, Víctima de
otros atentados, se fue a vivir con sus abuelos. La casa en donde vivía con su mamá se había
vuelto demasiado peligrosa para él. Pero no fue suficiente...
Desde el hospital le llega un telegrama a Chiara: “Próximo a partir Mariápolis Celestial chico
nombre Charles gravísimo causa atentado stop Pedimos oraciones”. Los gen de Chicago y de New
York, presentes en la cabecera de Charles continúan a informar al Congreso Gen. El 28 de junio,
hacia las 20 hrs. muere sin retomar la conciencia. Desde Roma escriben: “Hemos recordado cada
día al pequeño-gran Charles, ahora ya en la gloria de Dios”. Los gen refirieron a él la poesía de un
poeta norteamericano.
“Él es uno de esos que son extraordinarios.
Es uno de esos que basta sólo mirarlos, basta sólo estar con él.
Esto nos basta.”

21/01/2005
COMO SI FUERA LA ÚLTIMA
Si, Jesús,
haz que hable siempre
como si fuera la última
palabra que pronuncio.
Haz que actúe siempre
como si fuera la última
acción que realizo.
Haz que sufra siempre
como si fuera el último
sufrimiento que he de ofrecerte.
Haz que rece siempre
como si fuera
la última posiblilidad,

2
que tengo en la tierra,
de un coloquio contigo.
Volver al presente, Chiara Lubich

Cómo se manifiesta la caridad:


“Pero, me dirán, ¿cómo podemos saber que poseemos esta buena y preciosa virtud (la caridad),
sin la cual nuestra religión no es sino un fantasma?
En primer lugar una persona que posee la caridad no es orgullosa: no le gusta dominar sobre los
demás; no se la oye criticar su conducta; no le gusta hablar de lo que ellos hacen. Una persona
que posee la caridad no examina cuál es la intención de los demás..., nunca cree que actúa mejor
que los otros y no se coloca jamás por encima del que está a su lado; al contrario, cree que los
demás obran siempre mejor que él. No se ofende si se prefiere al prójimo; si es despreciado, se
queda igualmente contento, porque piensa que aún se merece un mayor desprecio.
(Quien) posee la caridad evita, en lo posible, hacer sufrir a los demás, porque la caridad es un
manto real que sabe esconder bien las equivocaciones de sus hermanos y nunca se permite creer
que es mejor que ellos”.
San Juan María Vianney, cura de Ars

Para otro santo la caridad es:


“ ... No ser capaces de ver sufrir a una persona sin sufrir con ella; de verla llorar sin llorar con ella.
Es un acto del amor que hace que los corazones se compenetren y hace sentir lo que los otros
sienten, muy distinto de cómo actúan los hombres que no sienten nada cuando ven el dolor atroz
de los afligidos y el sufrimiento de los pobres. El Hijo de Dios tenía un corazón tierno: lo llamaban
para ir a ver a Lázaro y va; la Magdalena se levanta y sale a su encuentro llorando; los judíos la
siguen y lloran también ellos; todos lloran ... ¿qué hace el Señor? Llora con ellos; tal es el amor y
la compasión que siente en su alma. Este amor es el que lo hizo bajar del Cielo, viendo los
hombres privados de su misma gloria, se conmovió por su desventura. Por eso, también nosotros,
como él, debemos conmovernos ante el sufrimiento de nuestro prójimo y participar de sus penas.
¡O San Pablo, cómo eres sensible a estos sufrimientos! ¡Oh Salavador que has colmado a tu
apóstol de tu espíritu y de tu ternura, haz que también nosotros podamos repetir como él: ¡¿Quién
está enfermo sin que yo esté enfermo con él?!
Ser cristianos y ver el propio hermano que sufre sin sufrir con él, sin estar enfermo con él, significa
no poseer la caridad, significa ser cristiano sólo de nombre ...!”
San Vicente de Paul

22/01/2005
No están perdidos
Cuando algún amigo o pariente nuestro parte al más allá, decimos que ha “desaparecido”, que lo
hemos perdido.
Pero no es así. Si razonamos de este modo, ¿donde está la fe en la comunión de los santos?
Ninguno de los que entran en Dios está perdido ya que si algo vale realmente en el hermano, que
ahora tiene “la vida cambiada, pero no quitada”, esto es la caridad. Sí, porque todo pasa. Hasta
pasan, junto con la escena de este mundo, la fe y la esperanza. La caridad queda.
Ahora bien, el amor que nuestro hermano nos daba, el amor que es verdadero porque está
radicado en Dios, permanece. Y Dios no es tan mezquino con nosotros como para quitarnos lo que
él mismo nos había donado en el hermano.
Es que ahora nos lo da de otra manera. Ese hermano, esos hermanos, siguen amándonos con
una caridad que ya no sufre oscilaciones.
Nosotros, más bien, debemos creer en este amor de nuestros hermanos y pedirles gracias para
los que estamos en camino, mientras hacemos nuestra parte para ellos, con la obra de
misericordia que dice: rezar por los muertos.
No, nuestros hermanos no están perdidos. Ellos están allá, como si hubieran partido de casa para
trasladarse a otro lugar.
Ellos viven en la patria celestial y a través de Dios, en el cual están, podemos seguir amándonos
mutuamente, como enseña el Evangelio.
“Saber perder” , Chiara Lubich

2
T r e s p i e d r a s v i v a s...
María Gilda Quartini – Cielo
(21.8.1971 – Genova – 16 años)
De ella dijeron las gen: “estar con Gilda era experimentar realmente el Paraíso”.
Cielo: un nombre, una realidad.
Cuando tenía 14 años, los primeros síntomas de la enfermedad. Fue inmediata su adhesión a la
voluntad de Dios. “Vi muchos scouts y guías que ayudaban – escribe durante el viaje a Lourdes en
octubre de 1970 – y yo también quería hacer como ellos, pero Jesús quiere a cada uno en su
lugar, porque es en nuestro lugar que hacemos la voluntad de Dios”.
“Ya pasaron 5 meses desde que me interné y cómo cambié. Entré con los cabellos largos,
bronceada, rellenita y salgo delgada, con cuatro pelos en la cabeza, cianótica y rengueando. Pero
no fue así para mi alma que recibió muchísimo. Tener que cortarme el pelo me costó mucho
sacrificio y sin embargo, esto también sirvió. Estaba demasiado apegada a mi pelo largo y por
consiguiente a Dios no lo tenía en primer lugar”.
Una operación quirúrgica parece restablecer la salud. Escribe en 1971: “¿Cómo se puede olvidar
a la muerte que pasa a dos centímetros del bisturí?”.
En mayo la recaída. “Pensaba en la Gilda que el verano pasado tuvo que “perder” muchas cosas
que para ella eran importante (...) Y aquí encontré la respuesta. El mundo no quiere saber nada del
dolor. Por eso le escapa y lo olvida, lo quiere olvidar. Y sin embargo el dolor tiene una función
paradojal, es el canal de la felicidad... Y bien, Dios bueno y sabio, que no quiere hacernos sufrir,
sino que nos quiere santos, Él se ocupa. Y aquí estoy. “No es nada” (me decían). No se diga
nunca,... “Es una simple operación de apendicitis”... El dolor es algo mío y me lo tengo como muy
precioso...”.
Después... la prueba de no conocer la verdad sobre la gravedad de la enfermedad: “... muchas
preguntas sin respuestas. Yo las hubiera querido, sin duda no me habría impresionado. Pero ellos
prefirieron no decírmelo y este fue mi drama, no la enfermedad”.
Cielo no retrocedió nunca.
Una poesía suya terminaba así:
“Que se haga tu voluntad.
Aún si tendré que ir
contra la mentalidad del mundo, iré
adelante llevando tu bandera.
Pero no la llevaré sola
y entonces tu bandera
podrá ser más grande
y todos la podrán ver.
Pero tendré que permanecer detrás como María
que primero se preocupaba de dar a Jesús.
Yo, como gen, quiero ser
una pequeña María, reina de humildad.
Su palabra de vida era: “Que se haga en mí según tu palabra”.
Sus últimas palabras fueron: “Sí. sí” a la voluntad de Dios.

23/01/2005
En diálogo con Chiara:
Muchas veces en la vida las cosas no están bien. En estos momentos decimos: es voluntad de
Dios, pero me pregunto: ¿dónde termina la voluntad de Dios y dónde comienza nuestra
responsabilidad?

Chiara: ahora te cuento un episodio, habíamos conocido, algunos años atrás, conocimos un gran
predicador que se llamaba Padre Lombardi, no sé si ustedes lo habrán escuchado, era un hombre
conocido en Brasil y en todo el mundo, tenía un carisma para predicar y anunciaba la venida de
Jesús, la nueva venida de Jesús. El era muy amigo de los Papas y me acuerdo que siempre
contaba esta breve historia, Lombardi decía donde termina la voluntad de los demás comienza la
voluntad de Dios. Y nos contó la historia de un tal Antonio, no me acuerdo si este Antonio era el

2
que daba la bofetada o era el que recibía, pero hablaba de este Antonio. De todas maneras había
uno que daba una bofetada: toda vez que el otro me da la bofetada, esto seguro, no es voluntad
de Dios, pero cuando yo lo recibo, es voluntad de Dios para mí. Toda vez que el otro me da la
bofetada es permitido, no es voluntad de Dios, pero cuando yo paf!, lo recibo es voluntad de Dios
para mí, entiendes, y es así, porque el otro hace el mal, pero yo... Bien, por lo tanto, hay una
permisión de Dios que es el mal, se siente que Dios está detrás, algo que Dios permite, deja libre
la voluntad del otro, pero está Dios, está ahí Dios para ver si puede hacer concurrir el bien allí
donde está el mal. Por ejemplo, si tú a un cierto punto, haces el mal, no sé pero después te
conviertes, el haber sido malo, te humilla y esto te sirve para tu santidad, porque el Señor hace de
tal manera que sirva. Si tú amas sirve también eso porque te consideras un pobre, qué cosa soy
yo? Entonces Dios te mira enseguida porque Dios mira a los arrepentidos de corazón, no eres
orgulloso, soberbio, no, a esos no les mira. No sé si entendiste la distinción.
Chiara con los gen 2 Montet, 14.08.01

24/01/2005
NO HAY ESPINA SIN ROSA
¡Qué pena pensar que muchísimos hombres no viven su vida! No viven porque no ven. Y no ven
porque miran al mundo, las cosas, los familiares, los hombres, con sus propios ojos.
Mientras que para ver bastaría seguir cada acontecimiento, cada cosa, cada hombre, con los ojos
de Dios.
Ve quien está unido a Dios, quien reconociéndolo “Amor”, cree en su amor y razona como los
santos: “Todo lo que Dios quiere y permite es para mi santidad”.
Por lo cual alegrías y dolores, nacimientos y muertes, angustias y gozos, fracasos y victorias,
encuentros, conocimientos, trabajo, enfermedades y desocupaciones, guerras y calamidades,
sonrisas de niño, afecto de madres, todo, todo es materia para nuestra santidad.
En torno a nuestro ser gira un mundo de valores de toda clase, mundo divino, mundo angélico,
mundo fraterno, mundo amable y también mundo adverso, dispuestos por Dios para nuestra
divinización, que es nuestro verdadero fin.
Y en este mundo cada uno es centro, porque ley de todo es el amor.
Y si para el equilibrio divino y humano de nuestra vida debemos amar, por voluntad del Altísimo,
amar siempre al Señor y a los hermanos, la voluntad y la permisión de Dios, los otros seres -lo
sepamos o no- sirven y se mueven en su existencia por amor a nosotros. De hecho, para quienes
aman, todo coopera al bien.
Con los ojos apagados e incrédulos, a menudo no vemos que todos y cada uno han sido creados
como un don para nosotros y nosotros como un don para ellos.
Pero es así. Un misterioso vínculo de amor une hombres y cosas, guía la historia, ordena el fin de
los pueblos y de los individuos, en el respeto de la más alta libertad.
Pero después de algún tiempo en que el alma abandonada en Dios ha hecho ley suya “creer en el
amor”., Dios se le manifiesta y ella, adquiriendo una visión nueva, ve que de cada prueba recoge
nuevos frutos, que a toda lucha sigue una victoria, que sobre cada lagrima florece una sonrisa
nueva, siempre nueva porque Dios es la Vida, que permite el tormento, el mal, para un bien mayor.
Comprende cómo el camino de Jesús no culmina en el vía crucis y en la muerte, sino en la
resurrección y en la ascención al Cielo.
Entonces el modo de observar las cosas humanamente pierde color y sentido, y lo amargo ya no
intoxica las breves alegrías de su vida terrena. Ya no le dice nada la melancólica frase: “No hay
rosa sin espina”, antes bien, por la ola de la revolución del amor en, que Dios la ha arrastrado,
para ella cuenta más esta otra: “No hay espina sin rosa”.
Estelas de Luz, Chiara Lubich

3
25/01/2005
Le he oído a decir a Dom Helder Cámara: “La vida es aprender a amar”. Una vez la Madre Teresa
de Calcuta me escribió: “Lo importante no es el número de acciones que hagamos, sino la
intensidad del amor que ponemos en cada acción”.
¿Cómo llegar a esta intensidad de amor en el momento presente? Pienso que debo vivir cada día,
cada minuto, como el último de mi vida. Dejar todo lo que es accesorio, concentrarme sólo en el
esencial. Cada palabra, cada gesto, cada conversación telefónica, cada decisión es la cosa más
bella de mi vida; reservo para todos mi amor, mi sonrisa; tengo miedo de perder un segundo
viviendo sin sentido.
Escribí en el libro El camino de la esperanza: “Para ti el momento más bello es el momento
presente. Vívelo en la plenitud del amor de Dios. Tu vida será maravillosamente bella si es como
un cristal formado por millones de esos momentos. ¿Ves como es fácil?” ...
Cinco pan y dos peces, F.X. Nguyen van Thuan

T r e s p i e d r a s v i v a s...
Paolo Bampi
(4.10.1971) – Trento – 18 años)
Paolo había conocido a los gen a los 9 años. A los 14 la primera internación: leucemia.
Plenamente consciente de su situación, continúa la vida de siempre: excursiones en esquí, en
bicicleta, en patines... “Sabía aceptarnos a todos como somos, descubriendo y valorizando lo
positivo en cada uno”, dicen los gen. A pesar de las internaciones cada vez más frecuentes, Paolo
no hace pesar su sufrimiento. Se había convertido en un artista desdramatizando hasta las
situaciones más delicadas, a veces con un “¡Qué querés que sean estos cuatro agujeros que me
hacen!”.
Desde el hospital escribe: “Sabés, si yo estoy aquí ahora, tenemos que agradecer a Dios por esta
gracia, tenemos que agradecerle porque si nos hace similares a El quiere decir que somos Sus
amigos íntimos y que quiere darnos algo como premio por haber llevado nuestra cruz, por eso
nuestro dolor tiene un sentido, sirve para algo”.
1ro. De mayo de 1971: participa al primer espectáculo abierto en Loppiano, anticipo del Genfest.
En el escenario canta “Siglo XX” Las primeras estrofas hacen traslucir su íntima y sencilla
relación con Jesús.
¿Quieren un hombre?
¡Yo lo soy!
¿Quieren un Dios?
¡Yo lo soy!
¿Quieren un amigo?
¡Yo lo soy!
¿Quieren un hermano?
¡Yo lo soy!
¿Quieren un crucificado?
¡Yo lo soy!
¿Quieren un resucitado?
¡Yo lo soy!
Julio de 1971: cuenta su experiencia en la Mariápolis. Entre otras cosas dice: “Me impactó mucho
ver el crucifijo (en la habitación del hospital) y nuevamente me dije: ´Yo me lamento y El que sufrió
tanto con esos clavos... No puedo siquiera decir nada por estos agujeros que me hacen...`.
Cuando volví a mi casa (del hospital) me di cuenta que esa cruz me faltaba, porque estaba bien
tranquilo en mi cama. Una noche rezaba. Después me daba vuelta. Buscaba algo, no sé. Miraba si
estaba esa cruz que solitariamente estaba en el hospital. Comprendí que algo faltaba, tenía que
volver a encontrar algo: era esa relación profunda que había logrado establecer en el dolor. Era
Jesús que se había acercado más a mí en el dolor”.
3 de octubre 1971: Paolo pide a quién está con él en el hospital: “Quisiera ir a visitar a mi
Amigo”. Lo llevan con la cama a la capilla. Antes de entrar dice: “Haceme unidad, rezá por mí,
porque pienso que dentro de poco iré a la Casa del Padre”. Al día siguiente, en la sencillez y
normalidad de una vida extraordinaria, alcanza a su Amigo.

3
26/01/2005
SABIDURÍA CRISTIANA
¿Que criterio seguir para vivir bien la voluntad de Dios?
La voluntad de Dios hay que vivirla en el momento presente de la vida; es en el presente que
tenemos que permanecer en el rayo de esa voluntad, distinta para cada uno.
Al principio. Durante los primeros meses y los primeros años, nos saldremos fácilmente del rayo
para volver a la oscuridad de nuestra voluntad. Pero no hay que asombrarse por eso.
Es sabio no perder más tiempo en deprimirse y contemplar las propias debilidades, y volver
siempre, enseguida, al rayo del sol. Es una ascética y es necesario entrenarse.
La voluntad de Dios será siempre variada. A veces la expresarán los deberes del propio estado,
otras veces la circunstancias felices, indiferentes o dolorosas de nuestra vida o de los hermanos;
en otras ocasiones puede ser un mandamiento o consejo evangélico, o bien la enseñanza de la
Iglesia, o las cosas humildes que debemos hacer cada día para sustentarnos, vestirnos, mantener
bien la casa o la oficina, y así adelante. A veces será expresada tambien por inspiraciones.
Tratando de vivir siempre la voluntad de Dios en el presente, se hará sentir cada vez mas fuerte su
voz, que anida en todo corazón, y por lo tanto será más fácil percibirla y saber lo que tenemos que
hacer.
¿y si no logramos ver claramente que hacer?
Si en algún momento tuviéramos dudas sobre cuál es la voluntad de Dios para nosotros, entre dos
acciones diferentes (porque las malas Dios nunca las quiere) tenemos que elegir una sin pérdida
de tiempo, diciéndole al Señor en el corazón: si me equivoco me pones tú en el camino justo.
Entonces él, que es amor, lo hará.
Caminaremos así por años, por cuantos años, meses, o días nos da, sostenidos por la gracia
santificante y por la actual ayuda precisamente a la acción del momento presente.
Cristo vivirá en cada uno de nosotros por períodos cada vez más largos, hasta que cubra con su
vida toda nuestra jornada. Entonces podremos decir: no soy yo quien vivo, sino que es Cristo que
vive en mí. Y esto es la santidad.
Sucede que muchos desean hacerse santos, pero no saben cómo dar con el camino justo.
Este es un camino a la santidad al alcance de todos: la voluntad de Dios en el presente.
Vivir el presente, Chiara Lubich

27/01/2005
OBRAS QUE DURAN
Si vives el presente, pero lo vives bien, realizas obras que duran aunque hables a una sola
persona, aunque prepares un discurso para un público de una sola categoría. Sí, porque en una
persona está toda la humanidad, lo mismo que en un grupo particular, así como toda la voluntad
de Dios está en un solo deseo suyo. Experimentar esto, te sacia, porque abarcas el infinito.
Hacer bien lo que Dios quiere en el presente y hacerlo como Dios quiere, según su sistema, su
dialéctica, es, por ejemplo, preparar cuanto se debe decir con toda la ayuda del Espíritu Santo, que
está en ti, y ponerlo después en el fuego del amor recíproco con los hermanos para que muera y
renazca en la unidad (y esto requiere “saber perder”, unidad); es someterlo finalmente al juicio de
la autoridad para que lo pode. Entonces ese discurso permanece y se multiplica, y lo que podía
hacer algún bien a una sola persona y luego perderse, hace el bien a muchos y lo seguirá
haciendo.
Esta actividad en el presente da una sensación de plenitud, porque es vida de Jesús que vive en
nosotros.
Si Jesús vive en nosotros, hace obras que permanecen. Si luego, por desgracia, no has hecho las
cosas bien, o las hiciste a medias, “piérdelas” en el corazón de Jesús con total confianza,
consciente de que todo momento de la vida es bueno para morir (y tal vez se puede morir con las
cosas hechas imperfectamente), pero también con la confianza de quien sabe que el corazón de
Cristo solo desea amarte con hechos y, por lo tanto, colmar los vacíos, ocultar a los demás y
excusar tus yerros, porque si eso es lo que haría una madre, cuanto más, entonces ese corazón!
También aquí, entonces, plenitud: todo ha sido hecho, todo está cumplido.
Volver al presente, Chiara Lubich

3
BIENAVENTURANZAS
Felices los que saben reírse de sí mismos:
porque no terminarán jamás de divertirse.
Felices los que saben distinguir una montaña de una piedra:
porque evitarán muchos fastidios.
Felices los que saben descansar y dormir sin excusas:
se harán sabios.
Felices los que saben escuchar y callar:
aprenderán cosas nuevas.
Felices los que son suficientemente inteligentes para no tomarse en serio:
serán apreciados por los demás.
Felices los que están atentos a las exigencias de los demás sin sentirse indispensables:
serán dispensadores de alegría.
Felices serán los que sepan mirar seriamente las cosas pequeñas y tranquilamente las cosas
importantes:
llegarán lejos en la vida.
Felices los que sabrán apreciar una sonrisa y olvidar un desprecio:
su camino estará lleno de sol.
Felices los que sabrán interpretar siempre con benevolencia las actitudes de los demás, aún
contra las apariencias:
serán tomados por ingenuos, pero este es el precio de la Caridad.
Felices los que piensan antes de actuar y que rezan antes de pensar:
evitarán muchas estupideces.
Felices sobretodo ustedes que sabrán reconocer al señor en todos aquellos que encuentran:
habrán encontrado la verdadera luz y la verdadera sabiduría.
Santo Tomás Moro, Mártir franciscano y Canciller de Inglaterra

28/01/2005
Conexión CH con Chiara

29/01/2005
ALCANZAR LA UNIÓN CON DIOS
Sufro porque tengo la impresión de que nunca he alcanzado la unión con Dios
Para llegar a lo unión con Dios “sentida”, por lo menos con los sentidos del alma, hay que aprender
a hacer bien la voluntad divina en el momento presente.
Si somos generosos con Dios, su luz entra poco a poco en nuestra mente, su amor en nuestro
corazón, y nosotros logramos sentir su suave, pacífica y plena presencia, hasta llegar al punto de
advertirla casi constantemente en nosotros.
Tienes que poner tu empeño en este punto: ser siempre la voluntad de Dios viva en el momento
presente.
Volver al presente, Chiara Lubich

El 1 de febrero 1972, Luminosa cuenta como el amor por Jesús Abandonado ha llenado el día:
“Estaba en la estación esperando a una persona. Al mirar el reloj, me dije:”Es la hora de amar a
Jesús Abandonado”. En seguida me di cuenta de que sentía frío y experimenté la alegría de
reconocerlo. El tren no llegaba; Él es la espera. La alegría aumentaba.
Más tarde, hubo un cambio de programa: me acordé de que Él es el contratiempo, el fuera de
programa. Después vi a un pobre: Él es el necesitado.
En casa, al retirar la basura, he pensado que Él había recogido toda la basura del mundo, nuestras
inmundicias, dejándonos limpios.
Al subir al coche, lo reconocí en el temporal, lo abracé en los vidrios empañados que reducían la
visibilidad, en el no encontrar aparcamiento para el coche (también Él estaba sin sitio; no lo tenía
ni en el cielo ni en la tierra), en la espera tras una larga fila de coches.
Todo se está haciendo pleno, bello; todo me ayuda a enamorarme cada vez más de Él.

3
Y unos días después:
Estoy algo cansada. Él es el cansado. No basta con volver a empezar cada momento a vivir a
Jesús Abandonado, sino hace falta perseverar con constancia, mantenerse firme incluso cuando
se hace costoso, sobre todo cuando se hace costoso. Jesús, ayúdame a estar cerca de Ti, a
amarte, a elegirte en cada momento sin titubear.

El día 10 de febrero 1972 escribe:


Jesús, ¿cómo es que no estamos siempre, en cada momento, en la plenitud de la alegría? Es así
porque te rechazamos, no te reconocemos a Ti en todos los dolores. ¿Cómo es que no hay
siempre la plenitud de la unidad? Si amamos a Jesús Abandonado no puede dejar de haber la
unidad.
Quiero amarte, locamente, en mis vacíos, en los de quienes están a mi lado. Y esto, por Ti, Jesús,
para que tu grito no quede sin respuesta”.
Luminosa

30/01/2005
En diálogo con Chiara:
¿Podrías decirnos algo más sobre la realidad de "ir más allá de la llaga"?
Sí. muchas personas, muchos sacerdotes, me han preguntado sobre este "ir más allá de la llaga".
Yo quisiera decir que nuestra espiritualidad es un conjunto de verdades -no sé cómo explicar-, de
actitudes que tenemos que asumir, que... es un conjunto una cosa está unida a la otra, un punto de la
espiritualidad está entrelazado con otro.
Nosotros decimos: ir más allá de la llaga, y lo comprendemos: abrazar a Jesús Abandonado, estamos
en la alegría y adelante; abrazar a Jesús Abandonado, estamos en el Resucitado, y adelante.
No es que sea tan sencillo. Es sencillo si nosotros vivimos también el resto de nuestra espiritualidad.
Y el resto de nuestra espiritualidad, por ejemplo, es el momento presente. Tenemos que vivir el
momento presente. Si yo siento un dolor, un abandono, siento mi límite, siento que estoy acabada,
siento que soy una fracasada, siento que soy traicionada, siento que soy nada, siento que estoy llena
de pecados... y voy al fondo de mi alma y digo: estoy contenta Jesús, porque tú también te sentiste
así, y luego me quedo allí dándole vueltas a esas cosas, la alegría no viene nunca. Hay que vivir el
momento presente siguiente, que te pide, por ejemplo, de ir a visitar a un hermano; leer un libro;
interesarte de esa determinada cosa; hacer esa otra...; ir a comer; ir a descansar; ir... Hay que vivir en
seguida el momento presente siguiente, plenamente en la voluntad de Dios. Entonces, sientes que el
dolor desaparece, que Jesús se lo ha llevado.
Para decirles que en nuestra espiritualidad no se puede tomar un punto y desvincularlo del resto, hay
que tomarlo unido a todo el resto. Y sabemos que es precisamente así, porque, cuando se va más
allá de la llaga, el Resucitado está en nosotros; pero, si el Resucitado está en nosotros, facilita la
presencia del Resucitado entre nosotros; y ¿cómo se hace para que el Resucitado esté entre
nosotros? Para tenerlo entre nosotros, tenemos que amar a Jesús Abandonado; por lo tanto, hacerse
uno, anularse: está todo, todo, todo, todo entrelazado, pero lo que nos ayuda a ser verdaderamente el
Resucitado vivo es la Palabra vivida. Pero, si somos el Resucitado vivo, también somos María;
vivimos también como María: está todo, todo entrelazado. Por lo tanto, no podemos decir: yo vivo sólo
el "ir más allá de la llaga". No lo vives, si no vives el resto.
Castelgandolfo 28.1.1988, Chiara a un grupo de sacerdotes de Bélgica

31/01/2005
Los Errores en el apostolado
Hay entre nosotros algunos que cuando aman a las personas que no conocen el Ideal se
equivocan por exceso o por defecto. Hay exceso en los que, presentándose con palabras
exageradas y universales (por ej: nosotros amamos hasta el fondo... nosotros ayudamos a todos...
etc.) pueden despertar en las personas orgullo espiritual, en lugar hacer como Jesús que, a la
multitud que lo seguía, le dijo, para desilusionar al hombre viejo: “el que quiera venir detrás de mi,
que renuncie a si mismo, cargue con su cruz de cada día y me siga (Lc 9,23). (...)
Pecamos por exceso si, ayudados por nuestra fantasía, vemos muy seguido y demasiado
fácilmente la mano de Dios en cualquier circunstancia. A veces presentamos la vida evangélica

3
solo desde el aspecto de aventura, poético, romántico, mientras que detrás se puede esconder
una soberbia espiritual. Con esto le podemos quitar al Evangelio lo mas hermoso que quizás
tenga: la normalidad de una vida sobrenatural, pura, límpida, armoniosa, sencilla, no rebuscada ni
excesiva: como la naturaleza, en la cual se ve la mano de Dios.
Hay que mirar a Maria, la Madre. Es la madre del Creador y, sin embargo, no se conoce nada de
su apostolado entre sus contemporáneos ( que eran todos hijos suyos). Solo hizo la voluntad de
Dios: amó a Jesús y asistió a los apóstoles.
(...) Antes que nada tienes que consumarte en unidad con tus hermanos de Ideal. Nosotros damos
testimonio de Dios ante el mundo con nuestra unidad (no tanto con las conquistas, con las
conversiones, u otras grandes obras, incluso religiosas, pero segundarias para nosotros). (...)
Otros pecan por defecto, y son los exageradamente apegados a la voluntad de Dios explícita, tanto
que descuidan la que se denomina “de beneplácito” (es decir, la expresada solo por las
circunstancias).
Estos no escuchan la voz de la conciencia en el momento presente, viven poco en intimidad con
Dios y parecen no darse a él con todo el corazón. Aun creyéndose debidamente apegados a sus
deberes, de hecho están apegados a si mismos. Por eso no logran percibir nunca la poesía del
Evangelio ni tampoco la línea de oro de la mano providencial de Dios que esta detrás de los
acontecimientos de cada día.
Mientras los primeros (los que pecan por exceso) parecen a veces exaltados, estos son los lentos
y muertos: su presencia no dice nada, e infunden temor en los que se les acercan.
Perfectos son aquellos en los cuales vive Jesús, y a los cuales todos se acercan con amor y temor
porque de ellos emana, como de Jesús, el amor y la verdad (...).
Como un Arco Iris

Febrero 2005
01/02/2005
Palabra de Vida del mes de febrero
(A bajar de Internet: www.ciudadnueva.org.ar)

02/02/2005
En diálogo con Chiara:
Soy Jimena de Argentina, de la zona de Rosario. Hago esta pregunta en nombre de la
Escuela gen.
“No siempre entendemos bien qué es el pecado, el Infierno. Entre nosotras muchas
veces nos preguntamos cómo puede existir si Dios es Amor.
¿Qué nos dices? ¿Nos podrías hablar del Paraíso, sobre cómo será el Paraíso?”.

Chiara: Entonces, tú piensas en el Infierno y quieres que hable del Paraíso. Pero también del
Infierno.
Mira, es así: el pecado existe, es evidente. ¿No serás inmaculada, no? Has cometido algunos
pecados, ¿verdad? Que el pecado existe, es evidente. El noticiero es casi un desfile de pecados.
¡No sé por qué llenan el noticiero de pecados y nada más!
El pecado existe. Con respecto a la relación entre el pecador y Dios Amor, no existe una relación,
en este sentido: Dios Amor no tiene nada que ver. Es el pecador que no quiere saber de Dios, no
quiere ponerse en sus manos. El mismo se crea el infierno. Y Dios no tiene nada que ver con eso.
Por otro lado Jesús siempre nos dijo que la vida es algo serio y nos advirtió que el Paraíso existe,
pero también el Infierno... Pero las personas viven con superficialidad, sin darle importancia y
acaban ahí...
A lo largo de los siglos Dios explicó muchas veces cómo es el infierno a las personas santas y de
maneras diferentes, porque Dios se adapta a la persona. Por ejemplo, habló del Infierno a Jacinta
y Francisco, los pastores de Fátima, les mostró el infierno solo un minuto y los asustó muchísimo.
Era como un mar de fuego y allá dentro estaban los hombres que daban vueltas por todos lados y
diablos en forma de gente, para hacerles comprender lo grave del Infierno.

3
Estos dos niños se quedaron tan asustados que le decían a la gente: “No vayan al Infierno. No
pequen. No cometan pecados, porque el Infierno es horrible. Nosotros sabemos cómo es”. Para
Francisco era una obsesión.
Próximamente oirán una estupenda lección preparada por Hubertus que explica un poco (pero,
hemos visto en unidad y en la sabiduría) como es el Infierno y lo comprenderán mejor. Aquí no
puedo explicarlo.
Lo más seguro es que es... no amor. O sea, ya no se puede amar y es lo único que habría que
hacer, porque lo único que da sentido a la vida humana es amar y allí ya no puedes amar. El gran
sufrimiento del pecador, que está en el Infierno, es que comprende que es necesario amar y ya no
puede hacerlo.
En el Paraíso, en cambio, todo... es amor. Pero sobre eso hablaré en la última pregunta.
(Aplausos)
Chiara responde a las preguntas de la Escuela Gen en Loppiano, 26.5.1996

03/02/2005
Sobre la confesión
Yo te perdono
Si nos damos cuenta de que somos pecadores y que tenemos necesidad de perdón, entonces nos
resultará más fácil perdonar a los demás.
Si no he comprendido esto, será difícil para mí decir: “Te perdono” a aquel que se me acerque.
‘Porqué confesarse es tan difícil’, Madre Teresa de Calcuta

¡Dame tus pecados!


“Hubo un santo, un gran santo, que se retiró al desierto para poder vivir mejor la unión con Dios y
para no distraerse con las cosas de este mundo. De esa manera fue comprendiendo de quién es
Dios y quién era él: Dios, el Uno y el Trino; él, un pobre pecador. Los errores y las omisiones de su
vida precedente le parecieron tan graves delante de Dios que se asustó y empezó una rigurosa
vida de penitencia. De él se narra lo siguiente: había puesto toda su vida en las manos de Dios, sin
embargo un día Jesús le pidió algo que el santo no había pensado jamás: “¡Dame tus pecados!”
Esto nos muestra que Jesús prefiere la confianza a la penitencia, nuestra fe en su amor a la
desesperación por el mal que hemos cometido. Penitencia, dolor, reparación son cosas santas,
pero más grande aún es el amor.
Esta es la actitud con la cual nosotros tenemos que acercarnos a la Confesión: Jesús está
realmente presente en sus ministros a los cuales dijo: “Lo que ustedes desaten en la tierra, será
desatado en el cielo”.
También en el dolor de nuestras infidelidades y en el firme propósito de no volver a caer más,
nosotros podemos hacer de nuestros pecados un don para Jesús. Cristo nos espera para poder
donarnos su infinita misericordia, la remisión que nos ha alcanzado con su muerte en la cruz”.
‘Porqué confesarse es tan difícil”, Chiara Lubich

El mal es una realidad. Superarlo en el bien es una gran empresa.


Brotará de nuevo con la debilidad del hombre. Pero no hay que asustarse.
La gracia de Cristo y sus sacramentos están a disposición.
Mientras marchemos por el sendero transformador de las bienaventuranzas,
estamos venciendo el mal; estamos convirtiendo las tinieblas en luz.
Juan Pablo II, un Papa para todos

04/02/2005
La Divina Comedia
Cada vez que sientas la desesperación
en el alma, y continúes sonriendo y hablando
de esperanza a los demás;
cada vez que sientas la muerte en el alma y

3
continúes sonriendo y hablando a los demás
de vida;
cada vez que te sientas en pecado y
continúes sonriendo y hablando a los demás
de amor, y ames concretamente;
cada vez que tengas el alma hundida en
la oscuridad más absoluta y continúes sonriendo y
hablando a los demás de luz,
te parecerá representar una comedia, no vivir
en la verdad;
recuérdate: es la Divina Comedia,
esto es el Ideal puro,
esto es ser como Jesús Abandonado.
Chiara

Para compartir:
Milagro cotidiano… Almorzando con el Papa

Transcribimos un “milagro” de Juan Pablo II publicado en el diario Libero


(…) Como premisa: se me prohibió dar los nombres. Además este suceso, me doy cuenta debe
tener la inverosimilitud de las cosas hermosas, parece una florecilla de San Francisco. Pero es
verdadera.

Al finalizar el gran jubileo el Papa invita a almorzar algunos obispos. Generalmente acostumbra a
hacerlo. (…) La invitación llega al obispo amigo. Debe pasar por el portón de bronce, vigilado por
los guardias suizos, antes de las 12.30. Sale con tiempo pero hay distintos obstáculos,
embotellamientos. Está retrasado, cruza apurado Plaza San Pedro. Cuando está debajo de las
grandes columnas, ve un hombre mal vestido, con aspecto de abandono, que está pidiendo. Se
miran y después de tres segundos se reconocen y se abrazan. Fueron compañeros de seminario.
Uno abandonó, no ejercía el sacerdocio y aquí está pidiendo la caridad y el otro hizo carrera y aquí
está apurado para ir a encontrarse con el Papa. Se pueden imaginar al obispo. El Papa lo estaba
esperando en su despacho. Pero se avergüenza de decirle a su amigo que está apurado, que no
tiene tiempo, por tener una cosa importante que hacer. Entonces le dice al amigo: “ Escucha,
tengo que ir a verme con el Papa, pero vos esperame aquí, no te muevas, así luego nos vemos y
me contás todo”.
El obispo agitado llega al tercer piso, al departamento del Papa. Los demás invitados ya están
sentados a la mesa. El Papa hace un comentario por el retraso y el obispo cuenta todos los
contratiempos y luego el encuentro con el sacerdote. “¿Qué le podía decir, Santidad? El Papa lo
mira asombrado. Y le dice: “¿Lo has dejado solo? “ Él le responde: “Sí, pero me espera, después
lo llevo conmigo” El Papa le dice: “Escúcheme, Usted que lo conoce, baje y le dice que el Papa lo
invita a comer.”
El obispo baja rápidamente saltando los escalones. Piensa que si no lo encuentra, está perdido.
Pero su sacerdote está ahí, le explica lo de la invitación, lo acomodó un poco y suben los dos
juntos sorprendidos las escaleras. Se ubican en la mesa. El Papa mira a aquel pobre sacerdote. La
luminosidad del departamento y la miseria del invitado, todo desentonaba menos aquella magnífica
tensión por la cual nos reconocemos como hombres y - los cristianos lo saben – que nada jamás
se pierde. Y el viejo Papa le pregunta: “¿Quisiera confesarme?”
Después de la confesión, la despedida a los demás obispos que debían conversar sobre un
documento pastoral: “Creo que nos dijimos todo.” (…)
El obispo que contó este episodio a algunos sacerdotes, pidió por favor de callar, porque era
voluntad del Papa. Por cuanto a nosotros nos parece, aquel sacerdote ha encontrado el camino
que había abandonado.

05/02/2005
En la Eucaristía anunciamos la muerte de Jesús y proclamamos su resurrección. Hay momentos
de tristeza infinita. ¿Qué hacer entonces? Mirar a Jesús crucificado y abandonado en la cruz. A los
3
ojos humanos, la vida de Jesús fracasó, fue inútil, frustrada, pero a los ojos de Dios, Jesús en la
cruz cumplió la obra más importante de su vida, porqué derramó su sangre para salvar al mundo.
¡Que unido está Jesús a Dios en la cruz, sin poder predicar, curar enfermos, visitar a la gente y
hacer milagros, sino en inmovilidad absoluta!
Jesús es mi primer ejemplo de radicalismo en el amor al padre y a los hombres. Jesús lo ha dado
todo: “los amó hasta el extremo” (Jn 13, 1) hasta el “Todo está cumplido” (Jn 19, 30). Y el Padre
amó tanto al mundo “que dio a su hijo unigénito” (Jn 3, 16). Darse todo como un pan para ser
comido “por la vida del mundo” (Jn 6,51).
Jesús dijo: “Siento compasión de la gente” (Mt 15,32). La multiplicación de los panes fue un
anuncio, un signo de la Eucaristía que Jesús instituiría poco después.
Queridísimos jóvenes, escuchad al Santo Padre: “Jesús vive entre nosotros en la Eucaristía...
entre las incertidumbres y distracciones de la vida cotidiana, imitad a los discípulos en el camino
hacía Emaús... invocad a Jesús, para que en los caminos de los tantos Emaús de nuestro tiempo,
permanezca siempre con vosotros. Que Él sea vuestra fuerza, vuestro punto de referencia, vuestra
peremne esperanza”. (Juan Pablo II, Mensaje para la XXII Jornada Mundial de la juventud, 1997).
Cinco pan y dos peces, F.X. Nguyen van Thuan

06/02/2004
Fue así como te encontré
Cuando se habla de amor, Señor, quizás los hombres se imaginan algo siempre igual.
Sin embargo, ¡que variado es el amor!
Recuerdo que cuando te encontré, no me preocupaba por amarte. Quizá porque eras Tú quien me
encontró y Tú mismo te ocupabas de llenar mi corazón. Recuerdo que, a veces, me sentía como
una llama, aunque la carga de mi humanidad... me molestaba y tenía la impresión de arrastrar un
peso. Entonces, ya entonces, por gracia tuya comprendía un poco quien era yo y quien eras tú, y
sabía que esa llama era un don tuyo.
Después me indicaste un camino para encontrarte. “En la cruz, debajo de cada cruz -me decías-
allí estoy Yo. Abrázala y me encontrarás”.
Me lo dijiste muchas veces y no recuerdo los argumentos que aducías. Sé que me convenciste. Y
ahora es así.
Entonces, cuando llegaba cada dolor pensaba en ti y con un acto de voluntad te decía mi sí ...
Pero la cruz permanecía: la tiniebla que oscurecía el alma, la aflicción que la desgarraba, u otra
cosa ... cuantas son las cruces de la vida.
Pero Tú, más tarde, me enseñaste a amarte en el hermano y entonces, cuando encontraba el
dolor, no me detenía en él, sino que, aceptándolo y olvidándome de mí misma pensaba en quien
estaba a mi lado. Después de pocos instantes, volviendo dentro de mí, encontraba que mi dolor se
había diluido.
Así, por años y años: gimnasia continua de la cruz, ascética del amor! Han pasado muchas
pruebas y Tú lo sabes: Tú que cuentas los cabellos de mi cabeza, las has enumerado en tu
corazón.
Ahora el amor es algo distinto: no es sólo voluntad. Parte el dardo del dolor, se enciende en mi
alma un fulgor y me encuentro sumergida en Tu amor.
Tengo la impresión que dentro mío se pase una película, una película de mi vida cotidiana, pero
que Alguien le haya dado una velocidad mayor, por lo cual algunos fotogramas no tocan los
sentidos. Está como regulada, esta película en el alma, de modo que desaparecen los fotogramas
dolorosos. En cambio, percibo y dominan dulcemente los encuentros solemnes y simples con el
Amor.
Sabía que Dios es Amor, pero no creía que fuera así.
Chiara

07/02/2005
COMO A TI MISMO
Si tú entras en el Evangelio, y ésta es una hermosa aventura para ti, te encuentras de golpe como
sobre la cima de una montaña. Por lo tanto ya en lo alto, ya en Dios, aun mirando alrededor tuyo
ves que la montaña no es una montaña sino una cadena de montañas y la vida para ti es caminar
al borde de las cumbres hasta el final.

3
Cada palabra de Dios es lo mínimo y lo máximo que El te pide, por eso cuando tú lees: "Ama a tu
prójimo como a ti mismo", tienes la máxima medida de la ley fraterna.
El prójimo es otro ti mismo y como tal lo tienes que amar.
Si Él llora, llorarás con el, y si ríe, con Él reirás; y si ignora, te harás con Él ignorante; y si ha
perdido a su padre te ensimismarás en su dolor.
El y tú son dos miembros de Cristo y es igual para ti que sufra uno u otro.
Porque para ti lo que vale es Dios, que es Padre de ambos.
Y no busques excusas al amor. El prójimo es cualquiera que pasa a tu lado, pobre o rico, lindo o
feo, ignorante o doctor, santo o pecador, de tu patria o extranjero, sacerdote o laico, cualquiera.
Haz la prueba de amar a quien te pasa al lado en el momento presente de la vida y descubrirás en
tu alma nuevos brotes de fuerzas antes no conocidas: ellas darán sabor a tu vida y responderán a
tus mil porqué.
Chiara

“No quieras imitar a nadie. Dios te ha pensado, te ha creado y te ha mirado a ti como algo único”.
“Cada uno es como una semilla que regada y cuidada da lugar a una planta. Si es la semilla de
una rosa será una rosa, si es de geranio, será un geranio. Lo importante es quedarse en el jardín”.
“Cuando no hay unidad no se me ocurre pensar que otro sea la causa, sino que, enseguida,
pienso en mí”.
“Mi inteligencia consiste toda en esto: en escuchar a las personas y en valorar lo positivo que hay
en ellas”.
“No te detengas ante lo que digo ni ante cómo te lo digo, sino mírame como Dios me ve”.
Luminosa

08/02/2005
El camino de la unidad (Jesús en Medio)
“Para los que recorremos el camino de la unidad, Jesús en Medio es esencial.
Si no queremos fracasar, tenemos que reavivar siempre su presencia en nuestros focolares, en
nuestros núcleos, en nuestras unidades, en nuestros encuentros, en los centros, las ciudadelas, la
reuniones, en nuestras familias. Y si la voluntad de Dios nos quiere diseminados y solos por el
mundo, mientras nos mantenemos de pie con el amor a Jesús Abandonado, debemos aprovechar
cualquier ocasión para establecer su presencia con algún hermano de Ideal. Únicamente así
tendremos siempre luz, fuerza, paz y ardor que resultan indispensables para nuestra plena
realización.
El es quien aporta ese “algo mas” que caracteriza a nuestro carisma.
Así como la luz eléctrica no se produce sin la unión de los polos, y eso ocurre a penas se unen, de
la misma manera dos almas no experimentan la luz típica del carisma hasta que no se unen, en
Cristo, mediante la caridad.
Jesús en Medio no es un hecho que se puede verificar cada tanto, es la naturaleza de nuestra
vida: tiene que estas siempre. No es solamente un punto de llegada, es también un punto de
partida: “antes que nada tengan entre ustedes la caridad reciproca” (cf 1 Ped 4, 8). Por
consiguiente, es la base.
Para nosotros todo tiene un significado y valor, en el apostolado, en el estudio, en el trabajo,
también ponemos a Jesús en Medio con los hermanos, que es la norma de las normas de nuestra
vida.
Alcanzaremos la santidad si nuestro camino hacia Dios lo hacemos en unidad.”
Como un Arco Iris

09/02/2005
La comunión de alma
El papel de la comunión de alma ha sido fundamental desde los primeros tiempos, como cuenta la
misma Chiara:
“ Dios me impulsaba a estar siempre en él. Y este es el método que me había sugerido aún
antes de aprender a vivir la Palabra de Vida: dar a las primeras focolarinas todo lo que había
experimentado. Esto último, con otros importantísimos aspectos de mi vida de responsable de
focolar (...), había sido el sistema para mantenerme a mi y a las otras en lo sobrenatural. Y
también dio origen a una riquísima vida espiritual en el Movimiento.”
3
(...)”El dinamismo de la vida intratrinitaria es incondicional y recíproco don de sí, es total y
eterna comunión. Está escrito: “todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío” (Jn 17, 10) entre el
Padre y el Hijo en el Espíritu”.
Por lo tanto, la comunión de alma es, antes que nada, la comunión de si mismo, de lo que Dios
obra en cada uno, son esas experiencias espirituales que no pueden faltar cuando se ha abrazado
ese camino.
En la historia de la espiritualidad, es la primera vez que se pone tan en foco una práctica nueva y
en cierto sentido revolucionaria, pero con un sólido fundamento bíblico teológico.
“Por lo común, los dones de Dios se mantienen en secreto, en el propio corazón. Pero en una
Obra como la nuestra, donde el corazón no es solo el centro de cada alma singularmente, sino
también Cristo entre las almas, ¿cómo guardar las cosas santas?
A mi me parece que se aplican las palabras: “es bueno mantener el secreto del rey, pero las
obras de Dios, hay que revelarlas y publicarlas como es debido” (Tob 12, 7); “... es mas
perfecto donar a los otros lo que se ha contemplado que contemplar solamente”.
Dice la escritura, a propósito de la sabiduría: “la aprendí con sinceridad y la comunico sin
envidia, y a nadie le oculto sus riquezas” (Sap 7, 13)
Pero, ¿qué comunicar? Y ¿cómo comunicar?
Por otra parte ¿qué condiciones se requieren para que se haga una genuina comunión de alma?
La premisa indispensable es el amor recíproco, factor de unión del Pacto.
“Si (la comunión de alma) es una práctica cristiana, si sirve para nuestra santificación, también
en ella encontraremos un aspecto de cruz; también ella, como el ‘Pacto’, tendrá posiblemente
que costar. Pero es evidente que, si se esta dispuesto a dar la vida por los hermanos, como
queremos con la gracias de Dios, se tiene que estar dispuestos, por lo menos, a abrirles el
propio corazón”.
Este es el modo de realizar la santidad colectiva, precisamente a partir de nuestra unión personal
con Dios. El hacerse santos juntos exige el esfuerzo individual de cada uno, cuyos frutos luego se
comunican.
“La espiritualidad colectiva no anula el esfuerzo personal, es mas, lo exige. Por consiguiente,
hacer una oración cada vez mas profunda, mejorar el trabajo, descansar cuando se debe
hacerlo, practicar deporte cuando es voluntad de Dios... Hacer todo bien. De lo contrario, ¿qué
tienes para dar a los demás? Dios no te ilumina si tu no vives. Para tener una verdadera
experiencia espiritual, para ser ‘fuente’, tienes que vivir. Luego, cuando has vivido bien,
entonces debes dar a los demás”
Somos y tenemos que ser –es otra imagen que usa Chiara- como depósitos, como diques que
recogen agua.
“El nivel de agua debemos tenerlo siempre alto. Nosotros la obtenemos de todo: del Espíritu
Santo dentro de nosotros, de la liturgia, de la teología, de todo lo que es nuestra historia
sagrada, del Evangelio... Yo lo pongo todo en el dique.
Pero he comprendido que al dique no lo tengo que abrir de golpe y dar todo enseguida. Por
ejemplo, me hago un apunte, y cuando hay una reunión doy un poco de agua.
Todos tenemos que llegar a ser diques que hacen correr el agua a través de las estructuras de
la Obra y los contactos personales. A veces solo una gota, o también un silencio, porque a lo
mejor la caridad te dice que te calles o que te hagas uno”
Como un Arco Iris

10/02/2005
NO MI VOLUNTAD, SINO LA TUYA
“Que no se haga mi voluntad, sino la tuya” .
Esfuérzate por permanecer en su voluntad y que su voluntad permanezca en ti. Cuando la
voluntad de Dios se haya hecho en la tierra como en el cielo, entonces se cumplirá el testamento
de Jesús.
Mira el sol y sus rayos.
El sol es símbolo de la voluntad divina, que es el mismo Dios.
Los rayos son esta divina voluntad sobre cada uno de nosotros.
Camina hacia el sol en la luz de tu rayo, distinto de todos los demás, y cumple el maravilloso y
particular designio que Dios quiere de ti.

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Infinito número de rayos, todos procedentes del mismo sol... Voluntad única, particular sobre cada
uno.
Los rayos, cuanto más se aproximan al sol, tanto más se aproximan entre sí. También nosotros,
cuanto más nos acercamos a Dios, con el cumplimiento cada vez más perfecto de la divina
voluntad, tanto más nos acercamos entre nosotros mismos.
Hasta que todos seamos uno.
Chiara

11/02/2005
PENSAMIENTOS SOBRE JESUS ABANDONADO
JESUS ABANDONADO... es el sin luz, por tanto, nos ha sido dado no para aumentar nuestras
luces, sino para ser felices cuando esas faltan, porque entonces nos hacemos como El, sin luz...
Estoy convencidísima de que solamente cuando se ama al Abandonado triunfa la unidad. (...)
Qué hermoso es mirar desde lo alto de su abandono todas nuestras cosas y a todos los hermanos
para hacerse ricos de sus frialdades, de sus arideces, de sus vacíos.
Cada vez que uno nos pisa, nos hace ser como El: el pisoteado.
Cada vez que un alma nos abandona, nos hace ser como El: el Abandonado.
Por esto repetimos que debemos ser felices de todo. Y si cualquier minuto nuestro está lleno de
dolor, es porque hemos olvidado y repudiado al Abandonado.
¿Acaso no sabemos que El es el dolor? ¿Se puede estar tristes de El? Nosotros de la unidad
debemos tener una identidad sola: la alegría. Todos nos deberían reconocer por ella. La alegría se
tiene cuando se ama al Abandonado, que es la alegría misma. (...)
Chiara

ORACIÓN PARA LA HORA DE LA DECISIÓN


Señor ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el
aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites dignidad.
Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar la traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a ti mismo y a no juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo.
Ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte y que la venganza es la señal más primitiva
del débil.
Si me quitas el éxito, déjame fuerza para triunfar del fracaso.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme; y si la gente faltara conmigo, dame valor
para perdonar.
Señor si yo me olvido de ti, no te olvides nunca de mí.
Mahatma Gandhi

12/02/2005
PERFECTOS EN EL AMOR
Si en nuestra vida únicamente nos interesara ser perfectos en el amor a Dios y a cada hermano,
habríamos hecho todo.
Sí, porque perfectos en la caridad hacía Dios significa perfectos en la observancia de todas sus
leyes; perfectos en vivir de esa caridad que el Espíritu Santo ha difundido en nuestros corazones, y
nos hace pequeños soles juntos al Sol.
Sabiendo que “Dios es Amor” y nosotros hijos suyos, nuestro designio podría ser la realización de
la frase de Jesús: “son dioses”; amor junto al amor, pequeños Jesús junto a Jesús, pequeñas
María juntos a María.

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Perfectos en la caridad significa tener un amor perfecto hacía los hermanos, que desarrolla en
nosotros todas las virtudes cristianas, dándonos la verdadera altísima pobreza, la transparente
pureza, la total humildad, la perseverancia hasta el final sin darnos cuenta, la paciencia sin peso ...
Perfectos en la caridad, no sólo hacía quien pasa junto a nosotros, sino hacía todos, significa ver lo
hermoso en todas y de todas las vocaciones de la Iglesia; tomar lo positivo de todos los pueblos,
concurrir con esta actitud decidida a la fraternidad universal y la paz.
Singifica reconocer el valor del cristianismo que vive en el seno de las distintas Iglesias o
comunidades eclesiales no católicas.
Singifica comprender las aspiraciones buenas de todos los hombres, aun de los alejados de Cristo,
y dar por lo tanto el primer paso para poder ofrecerles la verdad plena.
Ser perfectos en la caridad es tener el corazón y la boca a disposición del Espíritu Santo, que a
través de nosotros puede aliviar llagas cercanas y lejanas, ser alivio para muchos, conquistar las
lamas.
Saber perder, Chiara

13/02/2005
Me preguntáis quién es María para mí en mi elección radical de Cristo. En la cruz, Jesús dijo a
Juan: “Ahí tienes a tu madre”. (Jn 19,27).
Después de la institución de la Eucaristía, el Señor no podía dejarme nada más grande que su
Madre.
Para mí, María es como un evangelio viviente, “de bolsillo”, de amplia difusión, más accesible que
la vida de los santos.
Para mí, María es mi Madre, que me dio a Jesús. La primera reacción de un niño que siente
miedo, que está en dificultades o sufre, es llamar: “mamá, mamá”. Esta palabra lo es todo para el
niño.
María vive plenamente para Jesús. Su misión fue compartir su obra de redención. Toda su gloria le
viene de Él. Es decir, mi vida no valdrá para nada si me separo de Jesús.
María no se preocupa sólo por Jesús, sino mostró su cuidado por Isabel, por Juan y por los esposo
de Caná.
Me gustan mucho las palabras de Santa Teresa del Niño Jesús: “¡Cómo deseo ser sacerdote para
poder hablar de María a todos!”
Primero recurría a María Madre del Perpetuo Socorro; ahora escucho a María que me dice:
“Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 5) y con frecuencia le pregunto a María: “Madre, ¿qué puedo
hacer para ti?”. Sigo siendo un niño, pero un niño responsable que sabe compartir las
preocupaciones de su madre.
La vida de María se resume en tres palabras: Ecce, Fiat, Magnificat (He aquí, Hágase, Alaba).
“He aquí la esclava del Señor” (Lc 1,38).
“Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).
“Alaba mi alma la grandeza del Señor” (Lc 1,46).
Cinco pan y dos peces, F.X. Nguyen van Thuan

UN TIEMPO NUEVO
Es necesario afrontar la guerra más dura: la guerra contra sí mismo. Es necesario llegar a
desarmarse.
Yo he luchado en esta guerra durante muchos años. Es una guerra difícil. Pero ahora estoy
desarmado. Ya no tengo miedo a nada, porque el amor arroja fuera al temor.
Estoy desarmado de querer siempre tener la razón y de justificarme, descalificando a los demás.
Ya no soy guardián nerviosamente crispado que vive cuidando sus riquezas. Ahora yo acojo y
participo.
Ya no estoy demasiado aferrado a mis ideas y proyectos. Si se me presentan proyectos mejores, o
aunque no sean mejores, si son buenos los acepto sin dificultad.
He renunciado a las comparaciones y ahora ya no tengo miedo. Cuando no se tiene nada, no hay
miedo.
Cuando se está desarmado y desposeído de sí mismo; cuando se está abierto a Jesucristo, Dios y
Hombre, que hace todas las cosas nuevas, sucede que El borra el pasado de pecado y de maldad
y nos da un tiempo nuevo, donde todo es posible.
Patriarca Atenágoras I, (1886 – 1972)
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14/02/2005
EL EXAMEN
Si tú fueras un estudiante y por casualidad llegaras a saber las preguntas del exámen final del
curso, te tendrías por muy afortunado y estudiarías a fondo las respuestas.
La vida es una prueba y al final de ella también hay que aprobar un exámen. Pero el amor infinito
de Dios ya le ha hecho saber al hombre cuáles serán las preguntas: “Tuve hambre y me diste de
comer, tuve sed y me diste de beber”.
Las obras de misericordia serán materia de examen, esas obras en las cuales Dios ve si se lo ha
amado verdaderamente, habiéndolo servido en el hermano.
Tal vez por eso, el Papa, vicario de Cristo, simplifica a menudo la vida cristiana subrayando las
obras de misericordia.
Por eso nosotros hacemos la Voluntad de Jesús en el Cielo y de su vicario en la tierra, si
transformamos nuestra vida en una continua obra de misericordia. En el fondo no es difícil y no
difiere mucho de lo que ya estamos haciendo. Se trata de llevar cada relación con el prójimo a un
plano sobrenatural. Cualquiera sea nuestra vocación, de padres o de madres, de campesinos o
empleados, de diputados o jefes de Estado, de estudiantes u obreros, durante el día tenemos
continuamente ocasión directa o indirecta de dar de comer a los hambrientos, de instruir a los
ignorantes, de soportar a las personas molestas, de aconsejar a los que tienen dudas, de rezar por
los vivos y por los muertos.
Una nueva intención a cada acción en favor del prójimo, cualquier prójimo, y cada día de la vida
servirá de preparación para el día eterno, acumulando bienes que la carcoma no corroe.
Estelas de Luz, Chiara

15/02/2005
COMO RECOMENZAR
Queridísimos Gen
Un saludo calurosísimo al inicio de un nuevo año Ideal. ¿Cómo debemos recomenzar?
Con nuestro programa en el corazón: contribuir a realizar el testamento de Jesús: ¡Que todos
sean uno!”. En la práctica trabajar para la fraternidad universal.
¿Cuál es el medio? El amor decidido, sin detenerse a Jesús Abandonado. Es El que nos tiene
en pié y mantiene encendido en nuestro corazón el fuego del Amor.
Es El quien debemos ver en nuestros hermanos, especialmente en aquellos que no tienen paz,
que no tienen luz, que están angustiados, llenos de problemas, sin Dios, con ideales antiguos,
desesperados…!
Es El que debemos amar en los cristianos todavía separados, en los hermanos de otras religiones
que esperan la plenitud de la verdad.
Amemos a todos. Gen, que este año sea el año del amor al hermano, en el cual reviviremos a
Cristo y Cristo crucificado.
Sí, así es, nuestra vida espiritual se forjará con las inevitables luchas de la vida. Será El y sólo El
abandonado a quien debemos ver también en las circunstancias tristes de nuestra jornada: ¿una
desgracia?, ¿una tentación?, ¿un deseo de aflojar?, ¿un querer abandonar la batalla?, ¿el peso de
nuestros pecados?
Todo esto nos Lo hace recordar. Y entonces todo esto es nuestro Ideal, Jesús Abandonado para
abrazarlo con todo el corazón y transformemos el dolor en Amor.
¡Coraje Gen! Dios está con ustedes también este año.
Que ninguno se pierda. El talento que Dios nos ha dado fructifiquémoslo al máximo. La vida es
breve y vale solo cuanto hemos sabido amar. ¿A quién?
A Jesús Abandonado en los dolores.
A Jesús Abandonado en los hermanos.
Entonces la red de la unidad se extenderá y no estará demasiado lejana la realización del
testamento de Jesús.
Chiara, Rocca di Papa, 15 de septiembre 1978

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16/02/2005
CARTA A JESUS ABANDONADO
Querido Jesús
He elegido como herencia tu abandono, cuando me siento abandonada.
Reconozco muchas veces al día que tú has muerto por mis pecados y por mis infidelidades, pero
cuando cometo alguna, pierdo la paz, como si ya no pudiese ser perdonada.
Me engaño diciendo que es delicadeza de conciencia la preocupación que mis infidelidades
producen en mí. Pero es, por el contrario, orgullo refinado. Aunque les hubiese cometido con plena
conciencia, ¿qué importa, Jesús? Sería la prueba de que no te amo, pero no debería ser motivo
para no amarte en adelante, al contrario… Creer en tu Amor, precisamente porque soy mezquina,
quiere decir ser fiel a tu herencia.
Tu Amor sería menos divino, si me amases porque soy virtuosa. Reconocerte, abrazarte, en medio
de las humillaciones que producen mis infidelidades, esto te causa alegría, porque sólo el amor te
puede reconocer: la inteligencia no llega a tanto.
“Quien no ama no conoció a Dios…! (1 Jn 4,8). El Ideal de la santidad no consiste en la alegría
que experimento después de una victoria sobre mí misma, ni siquiera en el sacrificarme por los
hermanos hasta la muerte, con la seguridad de agradarte: sería demasiado poco. El Ideal de la
santidad consiste, más bien, en buscarte cuando no te siento, cuando por haber seguido a mi
naturaleza, te siento lejano.
La santidad no consiste en no tener defectos, sino en creer en tu Amor, a pesar de y
precisamente por mis defectos. Concédeme, Jesús Abandonado, que sea fiel a tu herencia, que en
un impulso de amor he elegido como herencia mía. ¡Concédeme morir antes que no aceptarte
Crucificado, antes que no amarte Abandonado!
¡Sí, Señor! Comprendí: cuando te presentes delante de mí bajo las apariencias del dolor, aquel
momento será el más hermoso de mi vida. Tu llegada será la del Esposo: nosotros iremos más allá
de toda amargura dolorosa para buscar el Amor.
Señor, haz que nuestra vida esté tan llena de lo sobrenatural, que cuando estemos solos, o
caminemos o trabajemos o estudiemos, quien se acerque a nosotros aspire tu perfume, o cuando
nos encontremos reunidos se sienta atraído a sumergirse en el Reino de Dios presente en medio
de nosotros.
No debemos detenernos a analizar como Dios inunda de dulzura o permite la aridez en nuestras
almas, sino en cómo logramos cumplir la Voluntad de Dios y abrazar la Cruz.
Chiara

17/02/2005
EL ATRACTIVO DEL TIEMPO MODERNO
He aquí el gran atractivo
del tiempo moderno:
sumirse en la más alta contemplación
y permanecer mezclado con todos,
hombre entre los hombres.
Diría más aún: perderse en la muchedumbre
para informarla de lo divino,
como se empapa
una migaja de pan en el vino.
Diría más aún:
hecho partícipe de los designios de Dios
sobre la humanidad,
trazar sobre la multitud estelas de luz
y, al mismo tiempo, compartir con el prójimo
la deshonra, el hambre, los golpes,
las breves alegrías.
Porque el atractivo
de nuestro tiempo,
como el de todos los tiempos,
es lo más humano y lo más divino
que se pueda pensar:
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Jesús y María,
el Verbo de Dios, hijo de un carpintero,
la Sede de la Sabiduría, ama de casa.
Chiara

18/02/2005
Discurso de Chiara a Tor Vergata (Roma), 19 de agosto de 2000
Mi más cordial saludo a todos ustedes jóvenes, procedentes de muchos países. Son de diferentes
lenguas, culturas, usos, costumbres, pero tienen algo en común: ¡son todos jóvenes! Y los jóvenes
(lo sé por experiencia) tienen algo especial. Aún sumergidos, como todos, en los males de nuestro
tiempo, ustedes en general tienen en sus corazones y en sus mentes antenas que saben captar
ondas especiales, que otros no saben percibir. Están en una edad que los deja libres para nutrir
aspiraciones nobles como la paz, la justicia, la libertad, la unidad. Les permite soñar realizaciones
que a los demás les podrían parecer utópicas. También les permite prever en el tercer milenio un
mundo nuevo, más bueno, más feliz, más digno del ser humano.
Pero, ¿qué les puedo decir hoy?
Quisiera evocar aquellas palabras de Jesús que fueron el lema de la Jornada Mundial de la
Juventud, en 1995: “Como el Padre me envió, también yo los envío” (Jn 20, 21), y que hoy deben
resonar.
Es la invitación para que ustedes lleven la luz de la verdad a la sociedad de hoy. Es el desafío a
aquella que el Papa llamó “nueva evangelización”.
“¡Nueva evangelización!”.
Pero, ¿por qué “nueva”? Y ¿qué significa: “nueva”?
La palabra “nueva” puede tener muchos significados. Yo les indico uno.
Todos sabemos que hoy las palabras no bastan. Los jóvenes, sobre todo, no escuchan a los
maestros, sino a quien da testimonio; quieren hechos.
Entonces, la evangelización podrá ser “nueva” si aquellos que la anuncian serán, en primer lugar,
cristianos genuinos, auténticos, que viven primero lo que el Evangelio enseña, de modo que la
gente pueda decir, como de los primeros cristianos: “Mira cómo se aman, y están dispuestos a
morir los unos por los otros”.
Será “nueva” si aman también a todos los otros hombres y mujeres sin distinción.
Y será “nueva” todavía si estos cristianos con sus obras responden a las necesidades de quien no
tiene alimentación, ropa, casa.
Y, por último, hablarán, anunciando el Evangelio, sólo después de haber hecho todo eso.
Estos cristianos, se los aseguro, difunden en el mundo la belleza de Jesús y logran que Jesús sea
amado, de modo que el reino de Dios se propaga superando cualquier expectativa y la Iglesia se
consolida y crece.
Crece de tal manera que pueden mirar lejos, como cuando Jesús llamó a todos a la fraternidad
universal, pidiendo al Padre: “Que todos sean uno”.
Un sueño que puede parecer una locura, pero posible, porque es el sueño de un Dios. Y ellos
creen en eso.
Conozco miles de estos jóvenes y sé de millones, en todas las naciones, que aun conscientes de
las tensiones existentes en el mundo de hoy, se han encaminado hacia esa meta.
A ellos Juan Pablo II dijo: “Los hombres que saben mirar al futuro son los que hacen la historia: los
otros son arrastrados por ella…”1.
Queridos jóvenes, ciertamente hoy el Papa les dirige estas palabras a ustedes.
No lo decepcionen, no nos decepcionen.
Es lo que deseo de todo corazón.

19/02/2005
SI TU OJO ES SENCILLO
En todos los prójimos que encuentres durante el día – del alba a la noche – procura ver a Jesús. Si
tus ojos están limpios, quien mira desde ellos es Dios. Y Dios es amor, y el amor quiere unir
conquistando.
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¡Cuántos, engañándose, miran a las criaturas y a las cosas para poseerlas! Y su mirada es
egoísmo o envidia o, de cualquier modo, pecado. O miran dentro de sí para poseerse, para poseer
su alma, y su mirada se apaga, aburrida o turbada.
El alma, porque es imagen de Dios, es amor y el amor replegado en sí mismo es como la llama
que, si no se alimenta, se apaga.
Mira fuera de ti. No a ti, ni a las cosas, ni a las criaturas.
Mira a Dios fuera de ti para unirte a Él.
Él está en el fondo del alma que vive. Y si al alma está muerta, sigue siendo sagrario de un Dios
que ella misma espera, para alegría y expresión de su propia existencia
Así pues, mira a cada hermano amándolo. Y amar es dar.
Pero, un don reclama otro don, y serás, a tu vez, amado.
Chiara

20/02/2005
COMO UN DIAMANTE
No debo olvidarme nunca de que la Realidad habita dentro de mí, y de que yo debo dar a mis
hermanos, sobre todo, la savia que brota desde el fondo del alma, que es la voz sutil de Dios que
estimula e ilumina.
Es necesario que se acalle todo en nosotrros para poder descubrir su voz y extraerla como un
diamante del barro. Limpiarla, mostrarla y donarla en el momento oportuno porque es amor, y el
amor debe donarse. Es como el fuego que, si se comunica y transmite, arde; de lo contrario se
apaga.
Corramos porque la luz está encendida sólo en el alma en la que el amor está vivo y en
movimiento.
Estela de luz, Chiara

Para pensar:
TENES SED
Un hombre, su caballo y su perro iban por una carretera.  Cuando pasaban
cerca de un árbol enorme cayó un rayo y  los tres murieron   fulminados.
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y
prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos tardan un
cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición...)
La carretera era muy larga y colina arriba.
El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos.
En una curva del camino vieron un magnifico portal de mármol, que conducía
a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada entabló con
él, el siguiente diálogo:
- Buenos días.
- Buenos días - Respondió el guardián.
- ¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
- Esto es el Cielo.
-¡Qué bien que hayamos llegado al Cielo porque estamos sedientos!
- Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
- Pero mi caballo y mi perro también tienen sed...
- Lo siento mucho - Dijo el guardián- pero aquí no se permite la entrada a los animales.

El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed,
pero no pensaba beber solo.
Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya
entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles.
A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un
sombrero. Posiblemente dormía.
- Buenos días - dijo el caminante.
El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
4
- Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
- Hay una fuente entre aquellas rocas - dijo el hombre, indicando el lugar. Podéis beber toda el
agua como queráis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.
Luego el caminante volvió atrás para dar las gracias al hombre.
- Podéis volver siempre que queráis - Le respondió éste.
- A propósito ¿Cómo se llama este lugar? - preguntó el hombre.
- CIELO.
- ¿El Cielo? ¿Sí? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
- Aquello no era el Cielo. Era el Infierno - contestó el guardián.
El caminante quedó perplejo.
- ¡Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡Esta información falsa debe provocar grandes
confusiones! -advirtió el hombre.
- ¡De ninguna manera! - increpó el hombre- En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se
quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos...
Paulo Coelho

21/02/2005
ENTRENAMIENTO
Hemos aprendido la táctica Gen, hemos tratado de ponerla en práctica: hacerse uno con los
demás, hasta que ellos se hagan uno con nosotros, o mejor dicho, con el gran Ideal que nos ha
arrastrado. Unidos con Jesús en medio de nosotros, hemos partido hacia la conquista del mundo.
Hacerse uno con los demás... ¿hemos logrado? Confesémoslo abiertamente: algunas veces sí,
otras no. Se comprende; es duro hacerse siempre uno con los demás, estar allí quizás jugando
cuando no tienes ganas; sufriendo, y esto cuesta; enseñando, y pierdes la paciencia; lavando los
platos mientras las hermanas juegan afuera; corriendo a comprar el diario a papá, cuando te
entretendrías con gusto con tus amigos...
Hacerse uno con los demás: se necesita paciencia, perseverancia, fortaleza, arrojo, penitencia
(digámoslo con franqueza) y ... ¡todas las virtudes! Y sin embargo, no existe otro camino para
amar.
¿Cómo, entonces, lograr hacerse uno con los demás siempre, siempre, siempre, aún siendo un
pequeño Gen casi recién nacido?
Mira, para cualquier lucha, competencia o batalla se necesita entrenamiento. Ahora bien, nuestra
lucha, nuestra revolución, debe realizarse cada día, por lo cual el entrenamiento se hará
constantemente, sin interrupción.
¿En qué consiste? Te lo digo en seguida: es muy simple, facilísimo. Escucha: ¿Quieres aprender a
amar? ¿Amar a Dios, amar a los hermanos por él? No esperes ni un instante, no lo pienses
demasiado, no te detengas en el deseo de amar, ama enseguida, en el momento presente. Y amar
significa hacer enseguida, ahora, ya, en este instante, la voluntad de Dios, no la tuya. La vida está
hecha de momentos presentes, y éstos valen para quien quiere realizar algo. El pasado ha pasado
ya, pongámoslo en la misericordia de Dios; el futuro todavía no existe, existirá cuando sea
presente. Es el presente el que cuenta, el momento que huye, que debe ser tomado al vuelo y
vivido bien por todos, por mí, por ti, por nosotros, a fondo, haciendo en ese momento lo que Dios
quiere de nosotros: estudiar, caminar, dormir, comer, sufrir, gozar, jugar ... aprende a escuchar en
lo profundo de tu alma la voz de Dios, la voz de la conciencia: ella te dirá lo que Dios quiere de ti
en cada momento.
¿Te enojas con tu prójimo? Atención, te dice la conciencia, debes amar a todos, aún a los
enemigos...
¿Tienes ganas de jugar en la hora de estudio? Atención – te dice la conciencia – jugarás más
tarde, con más alegría, si ahora cumples bien tu deber. Y así en todo. Vivamos bien lo que Dios
quiere en el momento presente y, así como un punto al lado de otro componen una recta, un
momento al lado de otro componen una vida. Hay dos modos para nosotros de vivir cada
momento: hacer en él nuestra voluntad o la voluntad de Dios. Si somos “GEneración Nueva”
debemos hacer en cada momento la voluntad de Dios que hace de nosotros “jóvenes nuevos”, e
impide que viva en nosotros “el hombre viejo”, como llama San Pablo a quien hace su propia
voluntad.

4
Vayamos entrenádonos, por lo tanto, en cada momento. Y si alguna vez nos va mal, pidiamos
perdón a Dios y volvamos a empezar. También los grandes atletas han conocido las caídas, los
incidentes, pero han alcanzado la victoria porque han perseverado.
El premio que nos espera es mucho más precioso: se llama “el Paraíso”, a donde queremos llegar
con una escuadra infinita de Gen conquistados por nosotros.
Chiara en la revista Gen del octubre 1967

22/02/2005
¡A ustedes les confío los pueblos!
La consigna de Chiara a la 2ª Generación.
Castelgandolfo, 22.02.01
Hoy pensé decirles una idea que a mi me gusta.
En estos días tuve la visita de una personalidad política muy, muy importante, importantísima y,
también de gran cultura. La veía por primera vez. Apenas lo saludamos, quiso hablar conmigo a
solas: “¡Este Movimiento difundido en 183 naciones es algo extraordinario! No se puede atribuir a
nadie. Dígame, ¿cómo nació esto?”.
“Porque – agregó – 57 años de vida en un Movimiento afirmado en todo el mundo no es nada, es
un soplo, un soplo...”.
Entonces yo le conté como nació. Hablábamos de nuestro Movimiento: “Es una red en todo el
mundo, un pueblo nuevo, somos casi iguales en todos lados: la misma mentalidad, la misma
cultura, el mismo estilo de vida, aunque si somos muchos, todos muy distintos. Por ejemplo, yo
recién llegué de India: y, esas danzas, ¿en qué otra nación la voy a encontrar? Es una cultura sólo
de ellos. Sus expresiones, sus semillas del Verbo son muy distintas de las que tenemos en
América, en Australia”. Y Agregué: Esperemos que, cuando yo esté en el Paraíso esta red se haga
más tupida, se haga mas tupida...”. “Ah – dice él – no puede ser de otra manera”.
“¿Cómo – respondo – no puede ser de otra manera?” .Porque, efectivamente pensaba: se puede
siempre ir para atrás y destruir lo que hicimos con la primera generación.
“No – afirma él – no puede ser”. Y me habló de un estudio (se necesitaría que lo vaya a leer para
ponerlos al corriente) que afirma que, cuando una cosa llega a cubrir la tierra con una difusión tan
basta, no puede más volverse atrás. Tiene en sí una propulsión tal, por la que necesariamente
tiene que ir adelante.

Queridísimos gen, ¡ es maravilloso, es maravilloso!


¡ No es que ustedes tienen que desentenderse de la tarea propia! Esto no significa que ustedes
tienen que encontrar las cosas hechas y quedarse dormidos y no ir para adelante. ¡Son ustedes
los que tienen que estrechar esta red!
Sí, ya conquistamos un pueblo con muchas personas tanto individualmente como también en
conjunto, con nuestra espiritualidad colectiva, pero no conquistamos todavía a los pueblos. Y
nosotros queremos conquistar muchos pueblos, como comenzaron a hacer los gen a través de la
Operación Africa, con lo cual logramos, justamente, despertar a algún “pequeño” pueblo... Pero
siempre se trata de comienzos...¡Nosotros, en cambio, queremos ver pueblos y los pueblos están
confiados a ustedes!

Por lo tanto : contentos de que las cosas no retrocedan, pero con el compromiso de llevarlas
siempre hacia adelante... Dejando hacer también a Dios lo que son sus proyectos sobre este
mundo, proyectos que nosotros no comprendemos... Nosotros sólo sentimos que somos
instrumentos que hacen algo grande que impresiona mucho a todos, también a las personas más
cultas.
¡Agradezcamos a Dios!
Revista Gen de marzo/abril 2001, Chiara Lubich

23/02/2005
ESCRITO DE LOS PRIMEROS TIEMPOS SOBRE JESUS ABANDONADO
Te ves del todo maltrecho, y sin embargo podrías ser totalmente primavera.
¡Es tan fácil! Yo tengo más confianza de cuanta puedas tener tú en tus energías juveniles, en tus
aspiraciones al bien, por esto te digo que es fácil vivir una vida hermosa como la Suya, es decir,
vivir una vida de Paraíso.
4
Por esto no tengo miedo de decirte que tienes a tu disposición sólo un medio para vivir: MORIR.
En la medida que mueras, vivirás. ¿Quieres trabajar para tu felicidad personal? Trabaja por la
felicidad de quien está cerca de ti. Es más, te digo que si tu no trabajas por los hermanos, les
estás robando, porque parte de su felicidad depende de tu trabajo.
Escribe Byron: "Quien quiere conquistar la alegría tiene que compartirla con alguien: la felicidad ha
nacido gemela".
Queridísimo, para mi el Evangelio ha sido el mejor libro que enseña el mejor método para ser
felices, cuando manda vivir no para nosotros mismos, sino vivir para los demás. Si al final de la
jornada, por la noche, te sientes tan cansado, es porque no has sabido trabajar para ti. ¿Sabes
como se trabaja para uno mismo?: trabajando para los demás. Y este trabajo no cansa, sino que
da nuevo vigor al alma, alegría, la vida. ¡Ah, cómo desearía que me comprendieses! Ten confianza
en el Jesús que está en ti.
Un prado verde, por la noche, cuando las tinieblas lo cubren, puede no parecer un prado, pero
sigue siendo un prado. Lo mismo tú, Jesús en ti es siempre bello, luminoso, aunque tus ojos lo
descubran negro y lleno de tinieblas. Ahuyenta las tinieblas con el amor, no estropees tu juventud
con el ocio. El que no ama vive ociosamente y la vida se vuelve pesada.
Sé grande y acepta con tranquilidad y paz las tinieblas que descubres en ti y alrededor de ti.
Recuerda que tienen una misión divina con respecto a ti: te hacen ser siempre vigilante en el amor.
Sin él todos nos volveríamos tibios.
Cuando se acumulan los problemas en tu mente, toma en tus manos el problema clave: el Amor y
resuélvelo todo con él, entonces sí que tu alma conocerá las maravillas del Amor.
Llegará la intimidad profunda con Jesús que informará tu alma. Tus relaciones con él serán vivas y
gozosas. Espéralo todo de la vida pero después de habérselo dado todo: todo tu ser.
Chiara

24/02/2005
Conexión CH con Chiara

25/02/2005
¿QUEDA LUGAR PARA EL ABURRIMIENTO?
¿Te aburres porque todas las mañanas te levantas y vas a la escuela, recorriendo siempre las
mismas calles para escuchar las tediosas lecciones de costumbre?...
¿Te aburres porque la semana vuelve a comenzar, lúgubre y tétrica en la oscura oficina donde
escribirás y volverás a escribir los mismos expedientes llenos de polvo, cuyo único significado es
proporcionarte lo mínimo para vivir?..
¿Te aburres porque cada mañana repites la visita al mercado y siempre encuentras la misma
fruta, las mismas verduras, alegrándote míseramente sólo por el aroma de una primicia que no
esperabas?...
¿Te aburres porque eres rica y no sabes cómo pasar el tiempo, mientras te carcome la envidia
porque tus amigas más hermosas, despiertan mayores simpatías y tú, por más que te esfuerces,
no logras imprimirle un ritmo más brillante a tu vida?...
Muchos se aburren.
El aburrimiento es el segundo pan del hombre.
Y no puede ser de otra manera, mientras insistamos en no querer ver; mientras dejemos al margen
de nuestra vida a quien nos la podría iluminar: la Luz.
Queriéndolo o no, un día u otro tendremos que decidirnos: será entre Dios y la
riqueza, la cual no siempre quiere decir dinero y ni siquiera demasiadas cosas.
Si en la oscuridad de estos días Dios se convirtiera en nuestro faro, nosotros no conoceríamos la
palabra “aburrimiento”. No: El sabe teñir de aurora cada mañana melancólica de cualquier ser
humano.
El participa en la vida de quienes lo aman y siembra en sus caminos miles de circunstancias que
enlazan el apagado vivir terreno con un designio divino.
Y entonces tú ves. Ves porque la Luz ilumina. Y respondes a su reclamo, fielmente, primero de a
poco, y luego cada vez más.
De pronto por extrañas circunstancias que se entrecruzan, algo cobra significado; y tú lo entiendes,
y sigues al Dios de tu corazón por camino de espinas y rosas; pero ya no te preocupas: son los
caminos de Dios.
4
Y se abren frente a ti metas impensadas, y dejas detrás de ti estelas de Cielo.
Continúas en tu hora la hora de Cristo, marcada en los siglos, liberas al mundo de la tristeza y lo
colmas de amor.
Haz la prueba y te preguntarás: ¿Queda lugar para el aburrimiento?
Estelas de luz, Chiara

26/02/2005
COMO LA LUZ DE UNA VELA EN EL SOL
El hombre está sediento de compañía. Por eso busca la amistad, y muchas veces cualquier
amistad. Incluso busca, en el fondo, la compañía de sí mismo, o de sus libros, o de su habitación,
o de su soledad: porque el alma humana está hecha para amar. El hombre encuentra amigos, se
une a compañeros; y entre ellos hay algunos que difícilmente lo podrán engañar: la madre, el
padre, los hijos, la esposa. A menudo se aferra a ellos, tratando de hallar un apoyo para caminar.
Y llega entonces, para casi todos, la hora del desapego.
La providencia suprema de Dios, que ama sin ilusiones, excava abismos que - ante los ojos sin luz
del hombre - parecen vacíos, crueles; se apaga con la muerte el amigo más querido, o el pariente
más cercano. Entonces, ante esa sacudida, se ve nuevamente. Al menos por un momento se
desvía el objetivo del propio yo, se introduce a Dios en la escala de valores, se destierran las
vanidades, se olvidan las diversiones y se retoma el equilibrio en lo único necesario. El dolor atrajo
al alma el vértice de la verdad, tremenda pero hermosa, irresistible, suprema y consoladora para
quien tiene el coraje de mirarla a la cara.
Todo se derrumba. Todo es vanidad. Y al transitar por esta tierra, se comprende rápidamente, que
“termina pronto la escena de este mundo...”
Solamente quien - más allá de todo - se dirige a Ti, Señor, y observando tus palabras te busca
detrás de la cruz, no se engaña. Eres un Dios de Amor y has ofrecido una porción de dolor a quien
quiera seguirte. Pero es imposible que, tras aquella amargura, no se esconda un néctar, porque no
se concibe que quien es pura bondad pueda desear la crueldad. Y esto lo saben aquellos que te
siguen con entereza de corazón, sin reservas en la mente ni en el alma; aquellos que -
comparando el tiempo con la eternidad - han decidido sacrificar el tiempo para reservar la
eternidad a las bienaventuranzas que Tú quieres participarnos.
Quien te conoce un poco sabe cuan vacía es la gloria delirante del mundo y qué desolada la casa
atestada de gente.
Conoce - después de haber pasado a través del vestíbulo de la cruz - tu presencia dulcísima,
tangible y sonora para los sentidos del alma.
El alma, todo el ser, incluso prodigándose en una actividad sin tregua, permanecer en Ti, donde
reposa como en su elemento, porque en Ti ha encontrado la sustancia vital que es vida de su vida,
principio de cada vida: humana, espiritual y divina.
Entonces cualquier otro deseo de compañía desaparece, porque el deseo más alto de amistad que
el alma humana puede concebir está sumergido -como la luz de una vela en el sol- en el amor que
Dios Amor nos ha preparado.
Estela de luz, Chiara

27/02/2005
El otro puesto
Pesa sobre nuestros hombros, y al mismo tiempo nos causa un inmenso orgullo sobrenatural,
nuestro lema: “Que todos sean uno”.
Es una palabra fantástica. Creo que no pueda pensarse una más grande y hermosa. Nos hace
soñar con un mundo distinto del que nos rodea, desata nuestra fantasía al imaginar lo que sería la
sociedad si esta maravillosa palabra se realizara.
Imaginemos... un mundo donde todos se amen, donde todos tengan los mismos sentimientos;
donde las cárceles hayan desaparecido y los policías no tengan sentido; donde en las revistas, en
lugar de las crónicas policiales – ya en desuso – aparezcan crónicas de oro, de hechos
divinamente hermosos, profundamente humanos. Un mundo donde se cante, sí, se juegue, se
estudie, se trabaje, pero todo en armonía, donde cada uno haga lo suyo para agradar a Dios y a
los otros.
Es un mundo, creo, que sólo veremos en el paraíso... Sin embargo Jesús, ha dicho estas palabras
para nosotros, sobre la tierra. Por eso a nosotros, Gen, nos suenan como un mandato, una orden,
5
una vocación y también como una protesta – diría – contra esta manera de “ir tirando” en la vida
que, entre otras cosas, hace sufrir a muchos.
Abriendo el Evangelio encontré otra frase; me pareció que tenía una original afinidad con aquélla,
como si entre ésta y nuestro lema hubiera una secreta relación.
Dice así: “Cuando sea levantado sobre la Cruz atraeré a todos hacía a mí”. ¿Todos, todos? Ese
“todos” está también en nuestro lema: “Que todos sean uno”.
¿No será tal vez ésta la manera de realizarlo? ¿No será que Jesús nos ha puesto en las manos la
clave para llevarlo a cabo? “Cuando sea levantado sobre la Cruz” ...
Pero entonces, Jesús no hizo de todos una sola cosa con sus lindas palabras o con sus milagros
extraordinarios... Su secreto ha sido la cruz. El dolor ha resuelto el problema de hacernos hijos de
Dios y por lo tanto, una sola cosa entre nosotros.
Pero entonces, ¿el dolor será el camino, la clave, el secreto, de la unidad de todos? ¿De la
transformación de un mundo aburrido y muchas veces malo, en un mundo gozoso, brillante de
amor, paraíso anticipado? Sí. Es así. Por lo poco que conocemos, sabemos que todos los santos ,
los verdaderos inteligentes, han dado un gran valor al dolor, a la cruz,. Y han sido ellos los que
arrastraron tras de sí las multitudes, y a menudo han dado la tónica a la época en la cual vivieron,
ejerciendo una influencia benéfica también sobre los siglos futuros.
“Hay lugar vacío en la cruz” me dijo un sacerdote cuando yo era pequeña y dio vuelta el crucifijo
que tenía sobre su escritorio, mostrándome la parte de atrás. “Este lugar – agregó – lo debes
ocupar tú”.
Está bien. Si es así ¡aquí estamos, listos!
¿Qué esperamos? Por otra parte, dolores pequeños o grandes, aceptados o no, siempre los hay
en la vida. ¡Pero nosotros no somos oportunistas! ¡Somos cristianos! ¿Está Jesús en la cruz?
¡Quiero estar yo también!
Aceptaré todas las pequeñas cruces de mi vida con alegría. Sí, con alegría, aunque quizá se me
escape alguna lágrima. Pero en el fondo del corazón le diré a él, que me escucha: “Estoy contento,
porque sufriendo contigo te ayudo a atraer a todos hacía ti: y se acercará el día en el cual se
cumpla tu inmenso deseo: Que todos sean uno”.
Tal vez la frase que, según dicen, Constantino vio escrita en el cielo sobre la cruz, “con este signo
vencerás”, vale también para nuestra lucha. Pero aquí no se trata de sangre, se trata de una
guerra espiritual para darle la paz al mundo.
Chiara en la revista Gen de febrero 1968

28/02/2005
TU TACTICA ES UNICA
He observado que tu táctica es única, pero no monótona, quizás porque tu obrar eres tú, Señor. Y
Tú eres el amor siempre nuevo
Tu táctica es ésta: cuando las almas se contentan con sombras -y no digo con sombras mortales-,
es decir, cuando la vida es para Ti pero no eres Tú, entonces a menudo ofreces un dolor. Y el
alma vuelve hacia Ti y dice su sí.
Pero muchas veces ese sí tiene el perfume de un profundo sentido de gratitud y está envuelto en
una singular plegaria: “Si, Señor, hallando la cruz sobre ella te encuentro a Ti. Gracias por
haberme llamado nuevamente a Ti, y no sólo por lo que a Ti respecta, porque más que cualquier
cosa me atrae la soledad contigo, la misma que afrontaré forzosamente el día del encuentro, si no
la hubiere elegido ahora con amor. Por eso Tú, que todo lo puedes, concédeme en tu nombre que
consiga el continuo coloquio entre Tú en mí y Tú, donde acontecimientos, hombres y cosas no
sean más que combustible para nuestro amor”.
Sólo ésta es vida verdadera porque es una chispa encendida de Ti, Vida sin engaño, sin
desilusiones, sin treguas y sin crepúsculo.
Estela de Luz, Chiara

"Para nosotros - como sabemos -

5
 
la voluntad de Dios es un espléndido rayo de siete colores o un diamante con siete caras
luminosas.
Lo debemos vivir apoyándolo sobre una imprescindible premisa:
antes que nada el amor recíproco, la unidad entre nosotros.
 
Después éste nos llama a vivir con perfección nuestro trabajo cotidiano,
a lanzarnos con celo y ardor en la irradiación de nuestro Ideal,
a profundizar nuestra unión con Dios con las prácticas de piedad,
a cuidar con amor también nuestra vida física,
a prestar a la casa la debida atención, a dedicarnos con pasión a nuestro estudio
y a aquellas actividades que nos permiten mantener el contacto
con quien nos ha sido confiado especialmente".
                                                                                                                                     

En el ’49 yo escribí:
 
“ Para acoger el Todo hay que ser una nada como Jesús abandonado (…)
 
Hay que ponerse delante de todos en la actitud de aprender,
porque en realidad siempre hay algo que aprender.
 
Solamente la nada puede contener todo en sí y estrechar cada cosa en unidad;
hay que ser nada (Jesús abandonado) ante cada hermano para estrechar así el
Jesús que hay en Él:
 
“Les aseguro que todo lo que hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo
hicieron conmigo (Mt. 25,40)”.
Estas palabras me parecen importantísimas para poner en práctica nuestro
“hacernos uno” con todos.
 
Hay que ser nada-repito- (Jesús abandonado) ante cada hermano
y no estar preocupados por comunicarle algo de nuestro Ideal.
Se comunica siendo nada. Es nuestro camino de inculturación.
 
No debemos amar solamente nuestra Obra, sino también todas las Obras,
no solamente nuestra Iglesia, sino también todas las otras iglesias,
no solamente la Iglesia que está en la tierra sino también la que está en el Cielo y en
el Purgatorio,
y a todos los demás hombres y mujeres, creyentes y no…

Así tenemos que llegar a ser,


para que siempre existan personas que sepan revivir a Jesús Abandonado".
                                                                                                                                                 
                                                
ELEGIR SOLAMENTE LA VOLUNTAD DE DIOS EN EL MOMENTO PRESENTE
 
"¿y cómo podemos hacerlo, específicamente?
yo diría que reavivemos entre nosotros este amor,
5
y para que nuestro actuar tenga seriedad,
y marque prácticamente la nueva etapa en el camino de nuestro Santo Viaje,
les aconsejaría a ustedes y a mí misma que nos redeclaremos este amor,
en nuestros focolares, en nuestros núcleos, en nuestras unidades gen,
con todos aquellos con quienes normalmente convivimos,
aunque de diversas formas.
Hacer, como hicieron las primeras focolarinas,
cuando se dijeron: "Yo estoy dispuesta a morir por ti;
yo por ti, todas por cada una",
poniendo así los cimientos de nuestra Obra.
 
Y luego tratar de vivir consecuentemente, con toda la intensidad.
Ustedes saben que la unidad, mediante el amor recíproco,
no se realiza de una vez para siempre,
Sino que hay que renovarla cada día mediante propósitos y hechos concretos".
                     

NO DESCUIDAR EL MOMENTO PRESENTE


 
"¿En qué consiste el modo nuevo de vivir de esta manera?
 
Pensemos, ¿qué sucede cuando, turbados porque se infiltra en nuestro ánimo un apego
del que debemos librarnos, pronunciamos con todo el corazón:
“Eres tú, Señor, mi único bien”?
 
¿ Hacemos realmente un acto de renuncia?
Si observamos bien, no lo es.
 
En cambio si declaramos nuestra predilección por Jesús Abandonado,
hacemos, , un acto de amor a Él. Y, sólo como consecuencia,
dejamos de lado contemporáneamente todo apego
a nosotros mismos, o a las criaturas, o a las cosas.
 
Amamos a Dios, lo elegimos y así perdemos lo demás.
 
Toda virtud auténtica que se contrapone al vicio respectivo es efecto del amor;
su raíz está en el amor.
Esto es muy importante para nosotros".
                                                                                                        
 

 "...Esta idea revoluciona, creo, nuestra vida como cristianos.


 
A María la amamos, la invocamos, usamos sus imágenes para adornar nuestra casa.
En su honor se construyen iglesias y monumentos.
 

5
En fin, está presente en la Iglesia católica y en otras Iglesias,
y en el corazón de los fieles.
Pero ¿quién piensa en el deber de "recibirla en su propia casa"
como hizo Juan y de habitar con ella para que nuestro desnutrido cristianismo
sea alimentado por una Madre tan grande,
sea iluminado por sus consejos y acompañado por Aquella
que es la perfección suprema de la realidad de madre que muchos,
incluso ancianos, en el lecho de muerte invocan?
 
Debemos, por lo tanto, hacer una revolución:
nuestra casa no debe ser más nuestra casa,
sino la casa de María;
y debemos vivir con ella para saber cómo Jesús quiere que seamos".

                                                                                                                                    
"...Y los instrumentos de Dios, tienen generalmente, una característica:
la pequeñez, la debilidad.
 
San Pablo dice que "Dios ha escogido lo débil del mundo... Dios ha escogido... lo que no
es...
para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios".(1Cor. 1, 27-29)
 
Y mientras el instrumento se mueve en las manos de Dios,
Él lo forma a través de mil y mil situaciones dolorosas y gozosas.
 
Así lo hace cada vez más idóneo para el trabajo que debe desarrollar.
Hasta que, habiendo adquirido un profundo conocimiento de sí mismo y una cierta intuición
de Dios,
puede decir con competencia:
yo soy nada, Dios es todo"

"Hágase en mí según tu palabra".


Y, ¿cuál es la Palabra que Dios ha dado a nuestro Movimiento?
Lo sabemos: UNIDAD.
 
Así pues, tenemos que llegar a ser campeones de unidad:
unidad con Dios, con su voluntad en el momento presente
y unidad con el prójimo, con cada uno de los prójimos
que encontremos durante el día.
 
¡Ánimo, ánimo! ¡Ejercitémonos sin perder ni un minuto
que puede ser precioso!
 
Lo que nos espera no es una medalla de oro, sino el Paraíso.
Y como consecuencia, por la Comunión de los Santos,
toda clase de bienes para nuestros hermanos"
5
Cuando me despierto, por la mañana: “quiero” ponerme el uniforme del amor recíproco;
durante el día: “quiero” tener un amor pleno hacia cada prójimo que encuentre;
“quiero” el recogimiento que me pedirá la oración;
“quiero” cada manifestación de la voluntad de Dios comprendida en los 7 aspectos de mi
vida de amor;
“quiero” cada dolor que encuentre...
 
Con este “quiero” nos inseriremos de un modo eficaz y fructuoso en esa vida mariana,
de la cual hoy somos más conscientes y que contribuirá, sin duda, en el próximo siglo,
a que la Iglesia sea más bella, más atractiva, más fascinante,
capaz de arrastrar a las multitudes detrás de Jesús, en esa aventura ‘que te deja sin
aliento’
(así es como von Balthasar describe el efecto del principio mariano vivido),
que también nosotros estamos llamados a vivir.
Que la palabra que nos guíe sea “quiero”.

"De hecho, este modo de actuar, es una expresión genuina de nuestra


espiritualidad,
que es diferente a otras que también han dado óptimos frutos de santidad en la
historia de la Iglesia.
 
Para nosotros no se trata, como en otros casos,
de quitarnos un defecto y luego otro, sino más bien concentrar nuestra atención en
amar.
 
Por eso también en estos momentos - como en los normales en los que el alma, en
paz,
ama la voluntad de Dios y al hermano - el remo que debemos usar para poder
navegar es el del amor.
 
Lo mismo sucede cuando se nos presenta cualquier tipo de dolor.
No lo dejamos dominar en nosotros, no es de nuestra espiritualidad soportarlo,
aplastados por él, sino que con el acto de predilección a Jesús crucificado y
abandonado,
podemos encontrar la manera, en cierta forma,
de superarlo y liberar de ese peso al menos nuestra alma".

La primera idea es liberarnos de toda esclavitud y descubrir en todos los hombres,


en todos los hombres, '¿también en mi hijo?',
'¿incluso en aquella señora tan charlatana?',

5
 '¿también en aquella pobre mujer?', '¿en ese...?', '¿también es ese?'.
 
¿Es posible? Sí. En todos, en todos,
en todos tenemos que ver posibles candidatos a la unidad
con Dios y a la unidad entre nosotros.
 
Debemos abrir completamente nuestros corazones,
romper todas las barreras y dejar que
entre en nuestro corazón la fraternidad universal.
 
¡Yo vivo para la fraternidad universal!

"En esos mismos días además Jesús me decía:


 “Pero si no me amas tú, ¿quién me ama? Como diciendo:
“Mira que en todos estos siglos, en 20 siglos, yo,
como abandonado me he revelado a ti,
después tú lo has comunicado a todos los popos y las popas,
pero si tú me traicionas, si tú no eres mi esposa,
si tú no me eliges únicamente a mí como voluntad de Dios,
dejando de lado la cruz, las otras espiritualidades,
incluso las mismas virtudes, si tú no me amas,
¿quién me amará?
Sí, los demás; ¿pero comprendes que me fijé en ti,
desde hace 20 siglos fijé mi mirada en ti?”

"Y esto representa una gran diferencia.


Esto te clasifica entre los que no se nutren de las cosas que son del mundo
sino de aquellas que te son expresadas por la voz de Dios dentro de ti.
 
Esa voz está en el corazón de todo hombre y – si la escuchas –
te hace entrar en un reino que no es de este mundo,
donde se viven el amor verdadero,
la justicia, la pureza, la mansedumbre,
la pobreza, donde rige el dominio de uno mismo.
 
¿Por qué muchos jóvenes escapan a Oriente, por ejemplo, a India,
para encontrar un poco de silencio y captar el secreto de ciertos grandes
espiritualistas que,
por larga mortificación de su yo interior, dejan transparentar un amor (…)
que impresiona a todos aquellos que se les acercan?
 
Es la reacción natural al alboroto del mundo, al ruido que vive fuera y dentro de
nosotros,
que ya no deja espacio al silencio para escuchar a Dios. ¡Ay de mí!
¿Hace falta ir hasta la India, cuando desde hace dos mil años Cristo te dijo:
 
 “Renuncia a ti mismo… renuncia a ti mismo...”?
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"Después, recuerdo que tenía una buena relación con los demás,
pero eran relaciones de...:
buenos días señora, cuando venía a casa; buenos días señores.
O tal vez algún saludo por la calle, tal vez, no sé,
una pequeña reverencia, me preguntaba:
¡¿éstas son las relaciones que hay que tener con el prójimo?!
 
En resumen: ¡Jesús revolucionaba todo dentro de mí!.
Me revolucionaba!!!. En un determinado momento,
él ¿qué me hizo descubrir? El Ideal, el amor, y que ¡Dios es Amor!
 
Entonces yo dije: ¡basta con este apostolado!
basta con estas prácticas de piedad. basta con estas grupos muertos,
basta con este estudio,
basta con estas relaciones con el prójimo,
yo quiero amar a Dios y basta, a Dios solo".

"Apenas me puse a amar a Dios, nada más que a Dios, Dios me dijo:
si quieres amarme, haz mi voluntad.
¡Trabaja! Me puse a trabajar, y el trabajo era hermoso,
ya fuese que barriera, que estudiara, que cocinara, que...era hermoso,
porque era Voluntad de Dios, ¡era hermoso, era hermoso!
Después me puse a amar, y Jesús me dijo: si me amas,
ama a mi prójimo, porque ésta es mi ley, y me puse a amar,
no para hacer apostolado,
me puse a amar a los demás. y los demás me decían: ¿pero por qué me amas?,
¿por qué me quieres tanto? ¿por qué eres distinta de las demás?
Si quieres te cuento mi secreto,
yo tengo un Ideal que es Dios y él me ha enseñado...Oh,
yo también quiero hacerlo así, yo también quiero vivir así,
yo también voy contigo, yo también voy contigo. Como dijimos,
al cabo de dos meses éramos 500 los que vivíamos el mismo ideal.

El alma debe esforzarse por ser otro Jesús.


Porque este amor nos hace otros Jesús.
Lo mismo que en Jesús la humanidad y la divinidad eran una cosa sola,
así el alma debe tratar de fundir en una sola cosa lo humano y lo divino que hay en ella.
 
Prestar a Dios nuestra humanidad a fin de que la use para hacer revivir en ella al Hijo
suyo.
 
El alma debe realizar una "divina comedia" sobre la tierra y…

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hacer el papel de Jesús. Cuando el alma personalice a Cristo,
con su decidida y total obediencia al Padre, entonces en ella existirá la unidad".

"Y en esos apuntes encontramos también otras cosas muy útiles,


porque nos dicen cómo hacer para amar a todos.
 
Está escrito: tenemos que amar a cada prójimo.
¿A qué prójimo? Al que encuentras en el momento presente de tu vida.
 
Por lo tanto, no se trata de un amor platónico, de un amor ideal,
sino de un amor concreto: mi prójimo ahora son ustedes;
el prójimo de ustedes (en este momento) soy yo;
también es un prójimo el que está sentado al lado de ustedes,
o en la silla de atrás.
 
Tenemos que amar no de un modo ideal y futuro,
sino concretamente y, en el presente. Ahora.
Tenemos que amar, tenemos que amar".

La vida cómoda y tranquila no es propia del cristiano,


y Cristo no pidió y no te pide menos si lo quieres seguir.
 
El mundo te embiste como un río crecido y debes caminar en contra de la corriente.
 
El mundo para el cristiano es tupida espesura y hay que mirar dónde poner los pies.
¿Y dónde hay que hacerlo? En las huellas que Cristo mismo te marcó
a su paso por esta tierra: son sus palabras.
 
Hoy Él vuelve a decirte: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo…”.
 
Tal vez esto te exponga al desprecio, a la incomprensión, al escarnio, a la calumnia;
esto te aislará, te invitará a mostrarse tal cual sos, a dejar un cristianismo a la moda.
 
Pero hay más: “El que quiera venir detrás de mí,
que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga.”

"Entonces, ¿qué hace el alma para poder amar a Jesús abandonado por si mismo?
 

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En un momento dado, me siento desconcertada, iah! ...
y enseguida recuerdo que Jesús abandonado es precisamente el desconcierto,
porque frente a una situación tan grave, tan grave, que el Padre lo abandone,
que es realmente el desconcierto. Pero apenas advierto,
-y diciéndolo de mi alma me refiero también a la vuestra- que esto es un dolor,
sé que hay que amar el dolor. Entonces, mientras me siento desconcertada,
trato de dar un nombre a este dolor.
 
Pero dándole un nombre trato de ponerme en la disposición de amar este dolor,
no?,
Jesús abandonado desconcertado, y lo llamo por su nombre y digo:
-lo llamo por su nombre en este sentido- digo: el desconcierto, y en ese momento,
me parece que Jesús abandonado es todo El desconcierto, es decir,
que con esta sola palabra se pueda explicar Jesús abandonado,
que está sola palabra diga la realidad de Jesús abandonado: el desconcierto".

"Antes, cuando estábamos solos, advertíamos nuestra fragilidad,


la debilidad de nuestra voluntad inconstante, la duda sobre nuestras opciones por Dios;
y no comprendíamos cómo se podía vivir el Evangelio.

Y lo mismo sucede hoy.


¿Cuándo nos sentimos de nuevo atraídos por este mundo y por sus propuestas?
¿Cuándo nos rendimos más fácilmente en la lucha que hay que mantener todos los días
para ser cristianos y miembros de nuestro Movimiento?
 
¿Cuándo surgen dudas más fácilmente, acerca de la propia vocación?
 
Precisamente cuando falta la presencia de Jesús en medio, cuando estamos solos.
 
Y es lógico: “!Ay del que esta solo!.....” se lee en las Escrituras,
mientras que “un hermano ayudado por su hermano es una plaza fuerte”.
 
El hecho es (como explica magníficamente Juan Crisóstomo) que
“grande es la fuerza que proviene de hallarse reunidos....
porque, estamos juntos, crece la caridad;
y si crece la caridad, necesariamente crece (entre nosotros) la realidad de Dios”.
Es Dios, por tanto, la fuerza que emana de la unidad;
es Jesús en medio de nosotros.
 
Para nosotros que estamos recorriendo el camino de la unidad,
Jesús en medio es esencial para que podamos alcanzar, con éxito, la meta de la
santidad".

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Todo esto que he escrito no vale nada si la persona que lo lee no ama, no está en
Dios.
Vale si es Dios quien lee en ella..."

"Lo que yo quiero dejar a quien seguirá mi Ideal es la seguridad de que es suficiente
el Espíritu Santo
y la fidelidad a quien ha iniciado, para continuar la Obra.
El Espíritu Santo es el ' porro unum.'

También puedo dejar como accesorio lo que he escrito:


pero vale si es tomado como 'accesorio'.

Incluso Jesús, siendo Dios y teniendo todo en Si,


no vino para destruir y hacer ex-novo, sino para completar.

Así, quien me sucederá podrá completar lo que yo hice.

Yo no quiero amar a quien me siga menos que a mí,


y por tanto quiero que tengan el Espíritu Santo a borbotones,
como Dios me lo dio a mí.

No lo tendrán directamente, lo tendrán por interpuesta persona,


pero lo tendrán vivo, de la viva boca de quien lo transmitirá viviendo lo que él
enseña a través de mí.

Por eso está bien quitar decididamente cualquier otra preocupación fuera de la de
hacer la divina voluntad
que se nos manifiesta momento por momento, sin sugerir nada a Dios."

"Para nosotros, dar vida a Jesús en medio es el primer deber,


es el porqué y el para qué fundamental de nuestro movimiento.
 
Y es quizás por esto que en estos días me pasa por el alma como una amonestación,
como si Alguno me dijese:
no puedes darte el lujo de hacerte santa, sí el Santo no está entre ustedes;
no puedes ilusionarte de ser perfecta, si el Perfecto no está entre ustedes.
 
¿Y entonces? Pienso que el propósito para nosotros sea justamente éste:
establecer y mantener su Presencia entre nosotros con ese amor de servicio,
de comprensión, de participación de los dolores, de las penas,
de las ansias, de las alegrías de nuestros hermanos,
con aquel amor que todo lo cubre, que todo perdona, que es lo típico del cristianismo.
 
Asegurarse de que sobre la base de este amor, el Resucitado,
que ha prometido estar con su iglesia hasta el final de los tiempos,
esté también entre nosotros".

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