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BAJA CALIDAD ♦ Las refinerías con unidades de destilación atmosférica o

topping sólo realizan la destilación del crudo y ciertas operaciones de apoyo


esenciales. No tienen capacidad de modificar el patrón de rendimiento natural
de los petróleos crudos que procesan. Sólo realizan el fraccionamiento del
crudo en gas liviano y combustible de refinería, nafta (punto de ebullición de la
gasolina), destilados (queroseno, combustible pesado, diésel y combustible de
calefacción) y el aceite combustible residual o pesado. Una parte de nafta
puede ser apropiada en algunos casos para la gasolina con índices de octano
muy bajos. Las refinerías con unidades de destilación atmosférica no disponen
de instalaciones para el control de los niveles de azufre del producto y, por
ende, no pueden producir ULSF.

MEDIANA CALIDAD ♦ Las refinerías con esquema de hydroskimming no sólo


incluyen la destilación del crudo y los servicios de apoyo, sino también el
reformado catalítico, diferentes unidades de hidrotratamiento y mezcla de
productos. Estos procesos permiten (1) convertir la nafta en gasolina y (2)
controlar el contenido de azufre de los productos refinados. El reformado
catalítico convierte la nafta de destilación directa de modo que cumpla con las
especificaciones de índices de octano de la gasolina y elabora subproductos
del hidrógeno para las unidades de hidrotratamiento. Las unidades de
hidrotratamiento extraen el azufre de los productos livianos (incluida la gasolina
y el combustible diésel) para cumplir con las especificaciones del producto y/o
permitir el procesamiento de crudos con mayor contenido de azufre. Las
refinerías con esquema de hydroskimming, comunes en las regiones con una
alta demanda de gasolina, no tienen la capacidad de alterar los patrones de
rendimiento natural de los crudos que procesan.

ALTA CALIDAD ♦ Las refinerías de conversión (o craqueo) incluyen no sólo


todos los procesos presentes en las refinerías con esquema de hydroskimming,
sino también, y lo que es más importante, el craqueo catalítico y/o
hidrocraqueo. Estos dos procesos de conversión transforman las fracciones de
petróleo crudo pesado (principalmente gasóleo), las cuales tienen altos
rendimientos naturales en la mayoría de los petróleos crudos, en flujos de
refinación liviana que se añaden a la gasolina, combustible pesado, diésel y
materias primas de petroquímicos. Las refinerías de conversión tienen la
capacidad de mejorar los patrones de rendimiento natural de los crudos que
procesan, según lo necesario para satisfacer las demandas de mercado de
productos livianos. Sin embargo, éstas aún elaboran (ineludiblemente)
productos pesados, de bajo valor, como el combustible residual y el asfalto.

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