Está en la página 1de 4

Dos de las primeras obras públicas más importantes que realizó en 1898 don Othón P.

Blanco, fundador de Payo Obispo (hoy Ciudad Chetumal) fueron la escuela primaria y el
faro.

Para entonces no existían carreteras ni aeropuertos, la única forma de llegar a Payo Obispo
era por la bahía de Chetumal… así es que como don Othón P. Blanco era militar de la
marina, fue que diseñó el faro de concreto con sus diez metros de altura, obra pública que
se edificó sobre una glorieta de la calle “2 de Abril” (hoy de los Héroes) y avenida “22 de
Marzo (hoy Carmen Ochoa de Merino).

Al desarrollo de la ciudad se observa la gran cantidad de terreno que se le ha podido ganar a


la bahía de Chetumal: el parque principal, toda la costera y la Explanada de la Bandera son
ejemplos.

Dicho lo anterior comenzamos la historia del reloj público.

Con motivo de celebrar el primer centenario del grito de independencia de México, en el


año de 1910 Chan Santa Cruz de Bravo (hoy Felipe Carrillo Puerto), entonces Capital del
Territorio Federal de Quintana Roo, recibió su población uno de los dos relojes que el
Gobierno de China fabricó y obsequió al régimen del Presidente de México don Porfirio
Díaz.

El otro reloj chino se instaló en la capital de nuestro país, muy cerquita de la actual
Secretaría de Gobernación, sobre la glorieta que está en la avenida Bucareli.

Una verdadera joya mecánica de tecnología y precisión que no duró más que un par de
años, ya que fue casi destruida a balazos por ignorancia de revolucionarios que negaban los
logros de don Porfirio Díaz.
A los pocos años después, en el gobierno federal del General Plutarco Elías Calles, fue
medio reconstruida pero ya no quedó igual, la original obra de arte relojera había terminado
en un pésima imitación.

Mientras eso pasaba en el Distrito Federal, aquí en el Territorio de Quintana el reloj público
permaneció cinco años dando la hora en Chan Santa Cruz de Bravo. Después, a principios
de 1916, el reloj fue llevado a Payo Obispo y colocado en el faro, esa arquitectura con sus
diez metros de altura sirvió de faro y de reloj a la misma vez.

El lugar donde se instaló dicho reloj público fue la calle “2 de Abril”, fecha memorable al
General Díaz, héroe del 2 de abril de 1867, cuyas tropas derrotaron al ejercito francés en
Puebla, pero como ahora a los revolucionarios no les convenía reconocer honores al
General Díaz, el Gobernador de Quintana Roo, el General Carlos A. Vidal cambió de
nombre a la calle… con el reloj público ya en el faro, la calle se llamó: “Calle del Relox”.

En 1931 se suprime el Territorio de Quintana Roo, la población de Payo Obispo se queda


anexada al Estado de Campeche; los campechanos desarman el reloj y se lo llevan a la
capital de Campeche.

En 1935 con don Lázaro Cárdenas se reincorpora el Territorio de Quintana Roo, y el nuevo
Gobernador de los quintanarroenses el General Rafael E. Melgar, exigió y le fue devuelto el
reloj para ser colocado de nueva cuenta en el faro, mismo lugar sobre lo que alguna vez se
llamó “Calle del Relox”.

Al paso del tiempo los habitantes de Chetumal fueron aumentando y la glorieta donde se
encontraba el faro-reloj quedaba ya algo retirado de la orilla de la bahía, además que
estorbaba a la circulación de camiones.

Siendo Gobernador el General Gabriel R. Guevara, el 24 de febrero de 1943 se inaugura el


Obelisco en el Monumento a la Bandera, y es entonces que tanto el faro como el reloj se
mudaron a la Explanada de la Bandera… Don Agustín Souza era el encargado de darle
cuerda y mantenimiento a la maquinaria.

Para 1948 el ingeniero Humberto Arjona Rejón, Director de Obras para los Puertos, diseñó
la construcción del nuevo faro que hasta hoy conocemos en Chetumal, casi enfrente del
salón Bellavista.

En lo años cincuentas del siglo XX, el Gobernador Sr. Margarito Ramírez finalmente
ordenó demoler glorieta y columna, lugar donde originalmente estuvo el faro-reloj, y en ese
lugar fue colocado el busto de don Andrés Quintana Roo.

Abajito del reloj (en la Explanada de la Bandera) ya sin el faro se encontraban unos
ventanales de colores verde, blanco y rojo, que por las noches alumbrando, de lejos se veían
hermosos los colores de la bandera nacional.
Pero en fin, toda esa historia que guardaba el reloj la empezó a destruir el ciclón Janet el 27
de septiembre de 1955, que de sus cuatro carátulas sólo se logró salvar una.
Su mecanismo siguió funcionando hasta el primero de septiembre de 1974 en que otro
ciclón llamado Carmen lo termino de dañar, incluso en el gobierno del Lic. David Gustavo
Gutiérrez Ruiz se ofreció una recompensa a quien lograra encontrar la única carátula
original que el viento se llevó, pero no apareció.

Del ciclón Carmen a la fecha, dos son los nuevos relojes que han funcionado ante la
Explanada de la Bandera, uno con el Lic. Gutiérrez Ruiz y el actual que se estrenó cuando
remodelaron el parque principal con el Lic. Joaquín Coldwell.

La presente nota fue publicada en un diario el viernes 17 de marzo del año 2000, y quien
esto escribió (Rubén Hernández Godínez) lo hizo dirigido a la Alianza Ciudadana,
encargada de organizar el 150 aniversario de la fundación de Chan Santa Cruz (hoy Felipe
Carrillo Puerto), donde pedían públicamente saber dónde había quedado aquel reloj de la
zona maya.

También podría gustarte