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“Listo.

Tiene un sabor así medio menta medio fuerte pero…muy bien”- Reacción de un
hombre que bebía una solución veterinaria de Ivermectina, para curarse el COVID-19.
Archivo de video publicado en la cuenta de Twitter de Navarro Wolf.

En un contexto en donde gente está nerviosa, angustiada y aprensiva, en el que surgen


incertidumbres leves sobre las restricciones a la locomoción, la compra y venta, los
nulos abrazos, o situaciones muy graves como la pérdida del empleo, el panorama
fatídico de contagios, familiares infectados, entre otros, resulta comprensible que la
sociedad haga lo que sea con tal de obtener un antídoto que cure los estragos del virus
o bien, que inmunice al ser humano.

Desde supersticiones absurdas como la de un pelito humano en la mitad de la Biblia o


extrañas pócimas y recetas de las cadenas de Whatsapp, ahora la tendencia en
noticias es un medicamento, eficaz en el empirismo pero carente de pruebas
científicas.

La Ivermectina es un antiparasitario, que lleva 30 años sanando pacientes humanos y


animales de numerosas infecciones de patógenos, entre los que se destacan los
nemátodos. El medicamento se une a los canales regulados por glutamato del ion cloro
en las membranas plasmáticas nerviosas y musculares del parásito, ocasionando un
aumento de permeabilidad a estos mediante la hiperpolarización de la célula.
Básicamente, lo paraliza y lo mata. Entonces, ¿cuál es la relación con el coronavirus?

Resulta que además de ser la Ivermedictina un antiparasitario, también es un antiviral,


ya que muchas infecciones de virus (dengue, VIH, Zika, SARS-CoV) han sido
parcialmente tratadas con el medicamento. Cuantiosos estudios in vitro revelan que
(sin ponernos muy técnicos), ejecuta una serie de procesos que terminan inhibiendo la
replicación del virus del VIH-1. Ahora bien, estudios del medicamento con el SARS-
CoV sugieren que podría funcionar contra el nuevo coronavirus. Les dejaré el estudio
más especificado en la Esquirla N.1.

El caso, los experimentos apuntan a que el virus puede ser tratado con la Ivermectina.
¡Quién sabe! Quizás en unos meses la comunidad científica y la OMS ratifique este
medicamento como la cura definitiva, en una circunstancia en la que se tome la
seguridad adecuada, claro.

El otro día el médico y político Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, propuso suministrar
dosis de Ivermectina a los pacientes con el virus en su etapa temprana, debido a una
“eficacia discutible” como tratamiento. Sus hermanos ecuatorianos, peruanos,
argentinos e incluso cubanos, lo apoyan en el hecho. Se basó en los estudios in vitro,
señalados anteriormente.

Debe aclararse, que unos experimentos en un laboratorio, la opinión de pocos médicos


y algunas personas supuestamente recuperadas NO suponen prueba suficiente para
administrar el medicamento. Si bien se carecen de contraindicaciones y riesgos de
toxicidad notables, realizar una formulación para pacientes con COVID-19 e incluso
peor, automedicarse, es una absurdidad total.

Leyeron bien, automedicarse. ¡Por Dios! Así como el hombre de la cita al principio de
esta columna, son varios los individuos que ingieren el medicamento. Me atrevo a
indicar lo anterior por dos razones. A) Las ventas del Ivermectina crecieron
exponencialmente en estos últimos días y B), hay gente que invita a la automedicación
en los comentarios de las noticias referentes al tema. Por favor, no deterioren su salud
de semejante forma.

Considero que este acto tan sin sentido se debe a la falta de confianza de las personas
hacia la OMS y los entes gubernamentales. Creen que todo es un engaño para
debilitarlos…para seguirlos manipulando. Empero, a los titiriteros que nos manejan
cuales marionetas les importaría más que estemos sanos y con dinero. Ellos también
odian la pandemia puesto que el capitalismo se basa en el consumo, y sin consumo no
hay economía, y sin economía no hay ganancia.

Cuídese, quédese en casa, use el tapaboca, lávese las manos y también, no compre
Ivermectina como tratamiento al virus hasta que la OMS lo verifique. Saludos.

Continuaremos con la segunda parte de este tema la semana que viene. ¡Hasta
entonces!

ESQUIRLAS:

1. Enlaces de interés:
https://www.siicsalud.com/dato/resiiccompleto.php/163325
http://www.sochiderm.org/web/revista/26_4/1.pdf
https://iris.paho.org/handle/10665.2/52379
https://www.vanguardia.com/colombia/gobierno-no-recomienda-la-ivermectina-para-
tratar-el-coronavirus-YX2617573
Palabra de la semana.

Aguacate (fruto).

Definición (según el RAE):


A) Fruto de este árbol, de forma parecida a una pera, corteza verde y rugosa, pulpa
suave y mantecosa y semilla grande en el centro.
b) Persona floja o poco animosa.

Esta palabra proviene del nahuatl, idioma amerindio utilizado principalmente por los
indígenas aztecas, en el cual es ahuacatl, que significa testículo, por las similitudes en
cuanto a la manera de colgar y la forma del fruto en sí. Una prueba más en el doble
sentido que usan los Mexicas. Añadiendo, en países como Argentina, Uruguay, Chile y
Perú, al fruto le otorgan el nombre de palta, proveniente del quechua.

El significado b) es un colonialismo usado en Guatemala y El Salvador.

Referencia: Coelho, Fabián (s.f.). "¿Cuál es el origen de la palabra aguacate?". En:


Diccionariodedudas.com. Disponible en: https://www.diccionariodedudas.com/origen-
de-la-palabra-aguacate/

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