El Pase de Niño es una de las expresiones religiosas y culturales con mayor

reconocimiento social en Riobamba, fortalece las relaciones de amistad entre

familiares y vecino, la tradición dice que es con esta interacción que se forman
lazos fraternos inquebrantables y compromisos formales.

¿Cuándo se declaró Patrimonio Cultural el Pase del Niño en la Ciudad de

Riobamba?
En el marco de la Sesión solemne de la Asamblea Nacional que celebro en
Riobamba este 10 de septiembre como el ‘’Día de la Republica’’, el Ministerio de
Cultura y Patrimonio y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural hicieron la
entrega de la certificación que da constancia de que el ‘’Pase de Niño de la ciudad
de Riobamba’’ es Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador.
Joaquín Moscoso, director del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural certificó la
incorporación del Niño Rey de Reyes, fiesta religiosa y popular del pase de ‘’Niño
Jesús’’ que forma parte de la cultura de los Riobambeños y de la Provincia de
Chimborazo por 220 años, como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial del
Ecuador. Esta expresión ha consolidado desde hace décadas la fe que la
población tiene, al punto que la gran mayoría de actividades se realiza por la auto
gestión de sus propios participantes.
El Pase de Niño es una de las expresiones religiosas y culturales de mayor
representatividad del Ecuador, el mismo que desde hace varias décadas cuanta
con la participación activa y comprendida de su comunidad. Acto de la fe de
religión católica que fortalece la identidad local y da sentido de pertenencia a su
territorio, logrando intensificar los lazos familiares y de vecindad en el interior de
su comunidad.
La importancia de esta manifestación cultural en
el espíritu de los Riobambeños también se
evidencia en la gran cantidad de las personas
que interpretan cada uno de los personajes
tradicionales, especialmente como una forma de
agradecimiento al Niño Jesús, por sus peticiones
cumplidas, que no solo forman parte de una
conmemoración religiosa, sino que es en sí mismo es un símbolo de unión entre
generaciones, ya que existen personas que participan del pase de Niño desde un
contexto no religioso, pero si bajo su sentido de
pertenencia y reconocimiento de esta
manifestación como parte de su legado histórico.