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Ensayo AED
Ensayo AED
(UASD)
Por:
Adrian Isaac Silverio Gomez
Facilitador:
Boni Guerrero Canto
La ineficiencia de la Ley 16-19 que prohíbe el uso de la
hookah en lugares públicos y privados.
Para nuestra sociedad, uno de los retos es el de contar con leyes claras y
comprensibles que garanticen el respeto al Estado del Derecho y que brinden seguridad
jurídica a sus ciudadanos. En ese sentido, el Análisis Económico del Derecho, constituye
una herramienta imprescindible para analizar los efectos que produciría la aplicación de una
legislación y evaluar que tan eficiente seria esta en conseguir su objeto social. Basándonos
en la concepción de Alfredo Bullard sobre el Análisis Económico del Derecho, el cual hace
una interesante exposición sobre el Análisis Económico del Derecho, quien además asume
la innegable relación que existe entre el derecho y la economía, la define como una ciencia
que estudia en realidad la conducta humana, es decir, que ayuda a entender lo que va a
ocurrir con la conducta, a veces ayuda a entender lo que va a pasar, y que el derecho en
cambio es un sistema que ayuda en la regulación de conductas, donde se aplica ambos, nos
ayuda a entender como las normas afectan la forma como el individuo se comporta. En ese
sentido, en nuestro país la aplicación del Análisis Económico del Derecho ayudaría a
reducir el número de leyes que son ineficientes o que dificultan o no contribuyen en nada a
la obtención de una justicia eficiente, como tal es el caso de la ley 16-19 que prohíbe el uso
de la hookah en lugares públicos y privados, la cual, para poner un ejemplo, en uno de sus
considerandos indica: “Que si bien es cierto que el uso de la hookah es un acto
social propio de los países orientales, los cuales la utilizan para fumar un tabaco
especial de distintos sabores, que puede ser compartida por varias personas, no es menos
cierto que en la República Dominicana se le está dando un uso inadecuado” por lo tanto,
tenemos una ley que prohíbe el uso de un dispositivo porque una población la cual es una
minoría dentro de otra minoría, le está dando un uso inadecuado a un objeto, si es así que el
legislador dominicano legisla, ¿Sera que se creara leyes para prohibir el uso de otros
dispositivos u objetos que son utilizados inadecuadamente por una parte de la población?
¿Habrá leyes que prohíban las pipas y jeringas, cucharas y ollas? Pues a estos objetos y
dispositivos un sector minoritario de la población les da un uso indebido, con el mismo
propósito de la hookah. La ley 16-79 que prohíbe el uso de la hookah en lugares públicos y
privados es una le ineficiente desde el punto de vista del AED, y eso lo veremos cuando
analicemos los costos de transacción, los cuales son bastante elevados si lo comparamos a
lo que le cuesta a la justicia la aplicación de esta ley.
¿Qué persigue esta ley, cuál es su objeto?
La ley prohíbe el uso de la hookah en lugares cerrados, de uso colectivo, bajo techo
público o privado, es decir en salones, clubes, canchas deportivas, bancas de apuestas, así
como en vehículos destinados al transporte de pasajeros. Como podemos ver, la ley no es
muy clara que digamos en su objeto, o, en lo que realmente prohíbe, es decir, ¿Se permite
el uso de la hookah en una terraza, en un parque, o en mi vehículo privado? ¿Se permite la
venta de este dispositivo? Todas estas cuestiones crean incertidumbre en la población, y lo
importante aquí es que ¿Realmente nuestro congreso está estudiando sus proyectos de ley?
Hago esa pregunta porque si bien una de las justificaciones de la ley en su considerando
tercero es “Que el usuario de la hookah, al compartir la boquilla, está expuesto a la
transmisión de enfermedades como la tuberculosis, el herpes labial, cáncer de pulmón y la
destrucción de los dientes por causa del sarro.” Esto muestra una clara desinformación del
legislador en este considerando ya que muchos de los usuarios han declarado que no
comparten la boquilla del dispositivo debido a que utilizan una especie de “pitillo” el cual
es de uso personal, y en su artículo Pedro René Almonte Mejía para el diario Hoy digital
indica lo mismo “La boquilla no se comparte, usa un pitillo para uso individual de cada
persona.” Además, del tema salud el cual indica este considerando, ¿Realmente hay algún
estudio que sea conclusivo acerca de esto? En el mismo artículo Pedro Rene señala lo
siguiente “El cáncer de pulmón lo causa en la mayoría de los casos el consumo de
cigarrillos cargados de nicotina y alquitrán. El Alcohol destruye los dientes y el hígado más
rápido que cualquier sustancia” Lo que hace que uno piense que si la preocupación
principal del legislador es la salud, pues la legislación debió haber sido dirigida hacia otras
sustancias como el alcohol o el tabaco que si tienen estudios conclusivos acerca del daño
que estas sustancias causan en sus consumidores.
Desde el punto de vista del AED, ¿Se justifica la intervención del Estado en esta
situación? La respuesta corta es que no, cuando el Estado sobre-regula las actividades de
los ciudadanos, se aparta de sus funciones naturales o esenciales, utiliza recursos que por
principios económicos son escasos y se los dedica a una actividad que de por sí, no es clara
ni eficiente regular. Enmanuel Cedeño Brea, experto en AED indica en su artículo ¿Cuándo
se justifica una intervención reguladora del Estado? “Según la Economía Neoclásica, el
Análisis Económico del Derecho y la Teoría de la Regulación Económica, el Estado debe
intervenir a regular cuando existen fallas – o enfermedades, en el lenguaje de Thomas
Lambert (How to Regulate: A Guide for Policymakers, 2017)– que justifiquen dicha
intervención. Estas enfermedades del mercado son: los problemas de competencia
(monopolios, duopolios, oligopólicos, etc.), las externalidades positivas y negativas, los
bienes públicos y recursos comunes, y los problemas severos de información asimétrica (y
sus problemas asociados de riesgo moral, costos de agencia y selección adversa). El Prof.
Anthony Ogus, en su tratado fundamental sobre regulación económica (Regulation: Legal
Form and Economic Theory, 1994), también añade los shocks macroeconómicos – que son
eventos inesperados, como los terremotos o los huracanes, que tienen un impacto
económico adverso.” Entonces, ¿Existe justificación para el Estado de intervenir en cuanto
al uso de la hookah en lugares públicos y privados? Pues en el mercado de la hookah no
existe un monopolio, ni problemas de competencia, tampoco podría demostrarse que existe
asimetría de información en este caso.
Ahora bien, en cuanto al fallo de la externalidades podríamos decir que es el que más
se relaciona con el uso “indebido” de la hookah, debido a que este afectaría a la salud de
sus consumidores, lo que significa que afecta un bien público, en este caso la salud pública,
pero esta solo afecta a quien la consume de manera insensata y desproporcionada, y por
tanto acepta y asume los riesgos que su consumo excesivo y desproporcionado,
mezclándola con sustancias prohibidas y dañinas, lo cual resulta en un daño externo,
primero para sus familiares y luego al sistema de salud pública que incurre en gastos por la
salud del o los individuos que abusan del uso indebido del dispositivo. Todo esto son
riesgos que los asume el consumidor de la misma manera que los asume quien consume
alcohol o drogas.
Referencias
Artículos periodísticos y de opinión
https://acento.com.do/2019/opinion/8646085-absurdos-regulatorios-prohibir-la-hookah/
https://acento.com.do/2018/opinion/8600340-cuando-se-justifica-una-intervencion-
reguladora-del-estado/
https://hoy.com.do/la-prohibicion-de-la-hookah-no-es-por-una-cuestion-de-salud-publica/
https://m.elcaribe.com.do/2019/03/13/depositaran-recurso-contra-ley-prohibe-hookah/
https://eljaya.com/65887/la-ley-16-19-que-prohibe-la-hookah-demuestra-ineficiencia-del-
congreso/
https://hoy.com.do/prohiben-la-hookah-otra-falacia/
https://listindiario.com/la-republica/2019/02/19/554195/uso-de-hookah-se-castigara-con-
hasta-15-salarios-minimos