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La reforma constitucional publicada en el Diario Oficial de la Fede ración el 18 de junio de

2008, nos suministra la base para realizar una profunda transformación del sistema penal
mexicano. Sus dis posiciones tocan varios de los ámbitos sustantivos de dicho sistema, dado
que abarcan temas como la seguridad pública (cuerpos policía cos y prevención del delito), la
procuración de justicia (el trabajo del Ministerio Público, el monopolio de la acción penal que
desaparece al menos en parte), la administración de justicia (a través de la incorpo ración de
elementos del debido proceso legal y de los llamados juicios orales) y la ejecución de las penas
privativas de la libertad.

Es importante mencionar que algunas de las disposiciones de la citada reforma van incluso
mucho más allá de la materia penal y pueden ser proyectadas hacia el conjunto del sistema
jurídico mexi cano; tal es el caso, por citar un ejemplo evidente, de la reforma a artículo 17 de
la Carta Magna que ordena al legislador prever me didas alternativas al proceso, mandato que
se aplica no solament a la materia penal, sino a todas las demás.

Lo cierto es que se trata de una de las reformas más impo tantes de los últimos años; a partir
de su publicación en el Dia Oficial de la Federación abre una serie de perspectivas y retos o
habrá que calibrar con detenimiento, si queremos que no se que como puro papel mojado, tal
como ha sucedido con otras reform constitucionales recientes.

+2.

LA RUTA DE LA REFORMA: LA SOCIEDAD CIVIL EN MARCHA

Cuando se realiza una reforma de la dimensión de la publicada el 18 de junio de 2008, de


inmediato son muchos los actores políticos que quieren colgarse la medalla por su
consecución. Lo cierto es que en el caso de la reforma que estamos analizando, el impulso
inicial provi no de la sociedad civil. En efecto, en noviembre de 2006 un grupo de más de 60
organizaciones sociales fue al Senado de la República por invitación de la Comisión de Puntos
Constitucionales (presidida por el entonces Senador PEDRO JOAQUÍN COLDWELL) e hizo
entrega de un proyecto de iniciativa de reforma constitucional en materia de juicios orales y
debido proceso legal. Aunque se ha debatido con intensidad acerca de su à contenido y sobre
las ventajas y riesgos que ofrece, lo cierto es que casi todos los que la han comentado
reconocen que se trata de una reforma que no solamente era necesaria, sino también urgente.

* El procedimiento penal mexicano está en completa bancarrota: es muy caro y no satisface ni


garantiza los derechos de las víctimas de los procesados y de los agentes de la autoridad que
intervienen en su desarrollo."

Las diferentes etapas que integran el proceso penal, las cuales abarcan desde la prevención de
los delitos a cargo de las policías locales principalmente, pasando por la integración de las
averigua ciones previas que realizan los ministerios públicos, el desarrollo de la etapa de juicio
que corresponde a los jueces penales, y la eje cución de las sentencias privativas de libertad
que se lleva a cabo en las cárceles y reclusorios de la República, presentan enormes problemas
y, en términos generales, están marcadas por una no table ineficacia: la policía no previene los
delitos, los ministerios públicos no saben investigar, y en consecuencia, integran muy mal las
averiguaciones previas, los jueces son indolentes y casi nunca están presentes en las
audiencias, en los reclusorios lo menos que se hace es atender el mandato constitucional que
ordena que se lo gre la "readaptación social" de los sentenciados.

Artículo 73. El Congreso tiene facultad:

I.

A XX…..

XXI. Para expedir:

a) Las leyes generales en materias de secuestro y trata de personas, que establezcan


como mínimo, los tipos penales y sus sanciones.

Las leyes generales contemplarán también la distri bución de competencias y las formas de
coordinación entre la Federación, las entidades federativas, el Dis trito Federal y los
municipios;

b) La legislación que establezca los delitos y las faltas contra la Federación y las penas y
sanciones que por ellos deban imponerse; así como legislar en materia de delincuencia
organizada;

penal, de mecanismos alternativos de solución de controversias y de ejecución de penas que


regirá en la República en el orden federal y en el fuero común.

INTRODUCCIÓN A LOS JUICIOS ORALES EN MATERIA PENAL

Solamente una de cada cinco personas adictas recibe atención o tratamiento: 139 mil personas
fueron atendidas durante el a 2011. Un problema muy serio que pone de manifiesto la
encuesta e el consumo de tabaco. Más de 17 millones de mexicanos son fuma dores activos. La
mayoría de ellos son hombres: 12 millones, 5 millones de mujeres. El drama, de nuevo, se
refleja en el consu mo de nuestros jóvenes: 1.7 millones de adolescentes de entre 12y 17 años
fuma. contra
La peor respuesta que se puede dar a estos preocupantes datos es la prohibicionista. Ya
sabemos que no sirve de nada que la ley señale que consumir drogas es un delito. El costo de
esa política es altísimo y países como México lo han pagado con creces durante décadas. Pero
eso no significa que no se deba o no se pueda hacer nada. Sería importante utilizar todos los
medios a nuestro alcance para desalentar el consumo de drogas, tanto las que están prohibi
das por la ley como las que están permitidas. Sobre todo, conven dría poner de manifiesto lo
dañinas que son las drogas "legales" como el alcohol y el tabaco, no solamente por los daños
directos que causan sobre la salud de los consumidores, sino también por los efectos
indirectos sobre el conjunto de la sociedad: incremento de gasto sanitario que se destina a
curar enfermedades respiratorias y hepáticas, baja productividad de individuos que faltan al
trabajo o tienen escaso rendimiento por el consumo de drogas, accidentes de tráfico, aumento
de situaciones de violencia, etcétera.

Pero volvamos a los temas legislativos que dieron lugar a la gran reforma constitucional
publicada el 18 de junio de 2008.

Además de las iniciativas de reforma que se han mencionado, existieron otras que se fueron
sumando y que, en conjunto, sumi nistraron insumos valiosos para que los legisladores
pudieran en contrar una fórmula balanceada entre los distintos puntos de vista, Tales
iniciativas, como ya se apuntaba, dieron lugar a un pro

cedimiento legislativo en el Congreso de la Unión que ha sido oh

jeto de críticas por varias razones: unas da fa

do. Respecto de le

CALDERÓN no dejó de subrayar durante su periodo de gobierno el argumento de que la lucha


contra el narcotráfico debe darse para evitar que la “droga llegue a nuestros hijos”. Lo cierto
es que las encuestas sobre adicciones no demuestran que se haya incremen tado
sustancialmente el consumo de drogas. No es cierto, según lo que dicen las estadísticas, que
nuestro país se haya convertido en un país de consumidores, en lugar de un país de tránsito de
sustancias ilícitas. YOU BET

< Todavía más: si nos comparamos con otros países, nos encon tramos dentro de las naciones
que son calificadas por la ONU o la OEA como de “bajos niveles de consumo”. El consumo se
ha mantenido prácticamente estable durante los últimos diez años, respecto de las mediciones
levantadas para los drogas más conocidas (marihua na, cocaína, inhalantes, sustancias
alucinógenas, heroína).
Lo cierto es que, como sucede también con lo que podríamos llamar la “geografía del delito”,
hay una “geografía” muy determina

El mayor problema de adicciones no se encuentra en las dro gas prohibidas, sino en las drogas
consideras como "legales" y so cialmente aceptadas. Uno de cada veinte mexicanos reconocen
ser adictos al alcohol y consumirlo de forma compulsiva y despropor cionada. El mayor
incremento en el consumo de bebidas alcohólicas desde 2008 se produjo entre las mujeres,
según la Encuesta Nacio nal de Adicciones del 2012.

K El uso de drogas ilícitas subió ligeramente en los años recien tes, pasando del 1.6% en 2008
al 1.8% en 2012 según los datos que nos ofrece la misma Encuesta Nacional de Adicciones. Eso
significa que hay en México medio millón de personas que consumen drogas prohibidas con
frecuencia. Se trata, en lo fundamental, de consu midores de marihuana y cocaína. Entre los
usuarios de cocaína, la encuesta nos informa que uno de cada cinco la consume en forma de
piedra o crack, que hace que los efectos dañinos de la droga sobre la salud aumenten
considerablemente.

La edad de inicio en el consumo de drogas prohibidas según los datos de 2012 disminuye en
relación al 2008 y se sitúa en los 18.8 años en promedio (18 años en el caso de los hombres, 20
en el caso de las mujeres). Se trata de un dato muy relevante, no solamente por lo que
representa para nuestros jóvenes, sino porque a muchos de ellos no hemos sabido brindarles
las oportunidades educativas o laborales que los hubieran mantenido alejados de las drogas. Al
fra caso personal que el consumo casi siempre refleja, se suma un fra caso social y político del
que todos somos al menos corresponsables.

ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL: PRINCIPIOS GENERALES DEL PROCESO PENAL

1. INTRODUCCIÓN

Quizá sea el artículo 20 el que sufrió la mayor cantidad de cambios como resultado de la
reforma constitucional de junio de 2008. De hecho, podemos afirmar que, a partir de la
reforma, se trata de un artículo completamente nuevo, pese a que mantiene una parte de su
contenido anterior.

Sería muy complejo, e incluso, prolijo analizar todos y cada uno de los asuntos relevantes del
artículo 20, por lo que nos limi taremos a señalar algunos aspectos que consideramos de la
mayor importancia para el correcto funcionamiento del nuevo sistema de justicia penal en
México.
Nos referimos a:

a) La caracterización del proceso penal como un proceso acusato rio;

b) Los principios del juicio penal, enunciados en el primer párra fo del citado artículo;

c) d) La constitucionalización de la nulidad de la prueba ilícitamen te obtenida; La


constitucionalización del principio de presunción de ino

cencia; y

e) El derecho de las personas detenidas a que les sean informa dos sus derechos. CAPITULO
PRIMERO. ¿POR QUE UNA REFORMA EN MATERIA DE JUICIOS ORALES?

6.

RIA MERCA

planteados por

on precisión

emas normati

enseñanza ac

Resolver el conflicto que surja por la comisión de un delito, res petando los derechos humanos
establecidos en la Constitución y los tratados internacionales de los que el Estado mexicano
sea parte.

Aunque en el siguiente capítulo de esta obra el lector podrá encontrar una caracterización más
o menos amplia del modelo de proceso penal que intenta plasmar la Constitución a partir de la
re forma de junio del 2008 (es decir, del modelo acusatorio, el cual será expuesto en contraste
con el modelo inquisitivo), quizá sea opor tuno presentar en este momento unas reflexiones
necesariamente breves sobre el significado general que entendemos debe tener el
procedimiento penal desde una perspectiva garantista. Para ello, nos basaremos
principalmente en la inmensa aportación de LUIGI FERRAJOLI, autor que también nos será de
gran utilidad para expli car más adelante el contenido del modelo procesal acusatorio.

Comencemos señalando algo que es bastante obvio, pero que se olvida con bastante
frecuencia: cualquier análisis garantista de nuestros ordenamientos jurídicos no debería dejar
de preguntarse una y otra vez cuándo y cómo se deben llevar a cabo los juicios, es pecialmente
aquéllos en materia penal, que suelen ser muy gravo sos para los involucrados (procesados y
víctimas).

En esta materia no se debería dar nada -o casi nada por hecho, si tomamos en consideración al
menos dos factores:

a) El procedimiento penal mexicano presenta graves fallas, por lo cual siempre es bueno
mantener una actitud de duda cons tante que incentive una aproximación crítica en los
estudiosos y en los actores principales del sistema; y

c) Incluso en aquellos países en donde se cuenta con procedi mientos penales más
satisfactorios en términos de los resul tados que producen, se están llevando a cabo
importantes dis cusiones acerca de las posibilidades de mejora; algunas veces tales
discusiones quedan solamente en el terreno académico. y en otras se llevan adelante
reformas legislativas; lo impor
GARANTISMO Y PROCESO PENAL

Los propósitos del procedimiento penal en México son los siguientes, de acuerdo a lo
que establece el artículo 20, apartado A, fracción I, de la Constitución y artículo 2 del
CNPP:

1. Esclarecer hechos que se supone puedan ser calificados como delitos.

2. Proteger a las personas inocentes.

3. Procurar que las personas culpables no queden impunes.

4. Lograr que los daños causados por la comisión de un delito sean reparados.

5. Asegurar el acceso a la justicia en la aplicación del Derecho.

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