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PIURA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLITICAS
TEMA:
“GARANTÍA INMOBILIARIA”
CURSO:
DERECHO CIVIL III: REALES Y GARANTÍAS
DOCENTE:
DR. MANUEL CASTILLO VENEGAS
ALUMNO:
LUNA FLORES PAOLO
CICLO:
IV
FECHA: 18 -12-17
GARANTÍA INMOBILIARIA
INDICE
I. Introducción
II. Breve Reseña Histórica
III. Definición
IV. Naturaleza Jurídica
V. Requisitos de Validez
VI. Características
1. Es un Derecho real
2. Es un derecho accesorio
3. Es un derecho inmobiliario
4. Es un derecho indivisible
5. La Especialidad
6. La publicidad
VII. Extensión de la hipoteca
VIII. Clases de Hipoteca
1. Voluntarias o consensuales
2. Hipotecas legales
IX. Rango de las hipotecas
X. Reducción de la Hipoteca
XI. Efectos de la hipoteca frente a terceros
XII. Extinción de la hipoteca
XIII. Importancia
XIV. Conclusiones
XV. Bibliografía
I. INTRODUCCIÓN
de fidelidad –fiducia- en virtud del cual se consideraba que le objeto entregado para
garantizar la obligación no entraba a formar parte del patrimonio del acreedor de
una manera definitiva sino únicamente de modo transitorio, por ser el titular de un
crédito a su favor; tanto es así que el acreedor no podía quedarse con el bien dado
en fiducia como pago de la deuda ni tampoco venderlo para cobrarse la misma con
el precio que obtuviese de ella, salvo que se estableciese previamente un pacto
para tal efecto.”
una convención especial el deudor declaraba que obligaba todos sus bienes en
garantía de la deuda y permitía al acreedor venderlos para pagarse. Fue esta
"obligación de los bienes" la que tomó en el siglo XVI el nombre romano de
hipoteca y era realmente su equivalente. Primitivamente la "obligatium bonorum"
podía establecerse lo mismo por documento privado que por instrumento público.
Continuó siendo así hasta el siglo XV, pero esa igualdad primitiva no se mantuvo;
la inferioridad del documento privado ya había sido señalada en el siglo XVI por
Rebuffe y por Dumoulin. Desde entonces únicamente pudo constituirse una
obligación hipotecaria por instrumento público o notarial.
En Francia, antes de la Revolución hubo intentos para crear registros de ventas e
hipotecas que, al poco tiempo, se desnaturalizaron para convertirse en registros
tributarios.
Durante la Revolución se promulgó el Código Hipotecario y la Ley de Declaraciones
Mobiliarias, inspiradas en el derecho alemán, con ánimo de atraer capitales del
extranjero; pero legislaron sobre la hipoteca en forma defectuosa, y aunque se
estableció la publicidad, se omitió para algunas clases de hipotecas algo
fundamental, como es la especialidad.
Al redactarse- en 1804- el Código de Napoleón, las opiniones de los jurisconsultos
que elaboraron ese cuerpo de leyes se dividieron en cuanto a la forma como debía
considerarse la hipoteca; y se cuenta que para resolver el escollo insalvable en que
se encontraban dichos legisladores tuvo que recurrirse al mismo Napoleón, quien
dirimió la controversia adoptando un sistema transaccional es decir, que estableció
-de un lado- que la hipoteca convencional para su validez debía de ser pública y
especial y -de otro- se admitieron hipotecas que podían ser generales es decir, que
surtían efectos sin necesidad de inscribirlas, tal sucedió con las hipotecas legales y
judiciales.
III. DEFINICIÓN
Diversos autores, han dado sus puntos de vista, con respecto a la hipoteca, entre
ellos, tenemos:
HENRY Y LEON MAZEUD, señalan que: “la hipoteca es una garantía real que, sin
llevar consigo desposesión actual del propietario de un inmueble, le permite al
acreedor, si no es pagado al vencimiento, embargar ese inmueble en poder de
quien se encuentre, rematarlos y cobrar sobre el precio.
V. REQUISITOS DE VALIDEZ
a. Que afecte el bien el propietario o quien esté autorizado para ese efecto
conforme a la Ley
La doctrina en general es pacífica respecto a la necesidad de intervención
del propietario en la constitución de la hipoteca, sea directamente o a través
de su representante - voluntario o legal -, considerando que este gravamen
puede implicar en última instancia, en caso de incumplimiento y luego del
proceso de ejecución de garantías correspondiente, la pérdida del propio
derecho de propiedad.
Sin embargo, debe precisarse que no basta la sola intervención del
propietario, sino que además éste debe tener plena capacidad para gravar el
bien. En el caso de las personas naturales, deberá tenerse en cuenta lo
establecido en el artículo 42 y siguientes del Código Civil; tratándose de las
personas jurídicas, privadas o públicas, se estará a lo dispuesto en materia
de personería jurídica por su estatuto o por la ley de su creación.
La hipoteca es uno de los pocos derechos reales cuya inscripción es constitutiva; en
efecto, se trata de un derecho real que nace al mundo jurídico con su inscripción
registral. [27]
Además del Registro de Propiedad Inmueble (1888), existen otros registros en los
que de acuerdo a sus competencias igualmente se inscribían hipotecas como el ex
Registro Predial Urbano y la ex Sección Especial de Predios Rurales, los mismos
que se unificaron en el mes de junio de 2004 bajo el “Registro de Predios” creado
por la Ley 27755.
¿Qué sucederá en caso se inscriba una hipoteca que no cumpla con los
requisitos de validez establecidos en el artículo 1099 del Código Civil?
VI. CARACTERÍSTICAS
El maestro Ferdinand Cuadros Villena, señala las características de la hipoteca.
1. Es un derecho real
Como bien sabemos, los derechos reales son la organización jurídica de las
relaciones de propiedad del hombre sobre los bienes con los cuales atiende a sus
necesidades materiales y espirituales. Tenemos, entonces que la hipoteca es un
derecho real sobre bien ajeno, porque como en todo derecho real de garantía, el
hipotecante transmite a favor del acreedor, sus potestades de disposición del bien
gravado. El derecho real nace en el momento en que se transmite el acreedor las
potestades dispositivas sobre el bien gravado.
2. Es un derecho accesorio
Cuando se señala que la hipoteca es un derecho real accesorio, se quiere indicar
que la hipoteca está destinada a servir de garantía de crédito. No existe la hipoteca
sin el crédito que garantiza. La hipoteca es una garantía y como tal tiene que estar
ligada al crédito que garantiza. No existe hipoteca autónoma, sin el crédito
garantizado. Aún en el caso de que la hipoteca hubiera nacido antes del crédito, en
el caso del art 1108 del CC.
3. Es un derecho inmobiliario
Efectivamente la hipoteca sólo puede ser constituida sobre bien inmueble.
Siguiendo la doctrina clásica de 1984, establece que “Por hipoteca se afecta un
inmueble en garantía del cumplimiento de cualquier obligación propia o de un
tercero (art 1097 del C.C y el art 1100) y como para no dejar lugar a dudas
establece que “La hipoteca debe recaer sobre inmueble especialmente
determinado”.
No nos dice nuestro código, que clase de bienes inmuebles servirán para la
hipoteca, si las cosas o los derechos, el código utiliza únicamente el vocablo
“inmuebles”, sin la calificación previa de cosa, derecho o bien, pero es indudable
que puede ser materia de hipoteca tanto las cosas inmuebles como los derechos
sobre el inmueble. Así por ejemplo tenemos el caso de la propiedad que se
encuentra en copropiedad, en el que no existe una parte material del bien, sino
cuotas ideales y que ante la
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negativa del deudor de pedir la división y partición del deudor a pedir la división y
partición para que el acreedor haga efectiva su acreencia, no le quedara otra cosa
a dicho acreedor, que interponer la acción oblicua o subrogatoria de partición para
de esta forma materializar las cuotas ideales de su deudor.
4. Es un derecho indivisible
La hipoteca comprende en su integridad, al bien en el que recae la garantía, por la
totalidad de la obligación, el artículo 1102, establece que la garantía hipotecaria no
se fraccionará y comprometerá todo o todos los bienes sobre los cuales recae, por
muchos que la obligación haya sido reducida.
La indivisibilidad, es el carácter creado en beneficio de los acreedores, la hipoteca
será indivisible y subsistirá por entero sobre todos los bienes hipotecados. No
obstante la indivisibilidad de la hipoteca, el deudor tiene derecho a la reducción del
gravamen y adecuarlo al monto real de la obligación. Este derecho esta normado
en los artículos 1115 1116 del c.c. La reducción de la hipoteca que modifica el
principio de indivisibilidad, responde a principios de equidad, pues no es justo
seguir manteniendo una hipoteca solamente para garantizar una parte diminuta del
crédito.
5. La especialidad
La especialidad tiene por objeto determinar en forma inconfundible el bien sobre el
cual recae la garantía y el monto de la obligación que garantiza. Nuestra legislación
hace mención de esta especialidad en su artículo 1100.
La especialidad exige la existencia actual del bien gravado. No se admite hipoteca
de bienes futuros, según el art 1106 del c.c, esta prohibición obedece a que la falta
actual del bien hipotecario, lo hace indeterminable. Sin embargo la hipoteca se ha
extendido a las construcciones por hacer. En el préstamo hipotecario de
edificación, en el que no existe el bien dado en garantía, la hipoteca existe
solamente en los planos de construcción, es decir se ofrece la garantía de una
perspectiva del inmueble. Por eso, que el préstamo no significa la entrega total del
monto objeto de préstamo, sino el pago de los gastos realizados en un determinado
lapso, esto es que la cantidad prestada va teniendo como garantía la obra que se
esta construyendo.
Así mismo, se exige, la determinación del crédito de acuerdo con el art 1097 del
c.c, es pues requisito fundamental de la hipoteca la determinación de la obligación
y la cantidad por la cual se constituye el gravamen.
6. La Publicidad
La publicidad registral es de carácter esencial de la hipoteca, incluso nuestra
legislación en su art 1099, la regula, cuando señala, que “el gravamen sea de
cantidad determinada o determinable, se debe inscribir en el registro de la
propiedad inmueble”, o que quiere decir que si por alguna razón este derecho no se
inscribe, no ha nacido la hipoteca, y no es factible entonces un proceso de
ejecución de garantías.
La extensión de la hipoteca está regulada por los artículos 1101 y 1107 del Código
Civil (C. C.). El artículo 1101 se refiere a la extensión en cuanto al bien y el artículo
11 07 a la extensión en cuanto al crédito.
El artículo 1101 del C.C. permite el pacto en contra, esto es, que se
excluyan de la hipoteca las partes integrantes. Este tema ofrece algunas
dudas, como veremos. Como hemos dicho anteriormente, las partes
integrantes no pueden ser separadas del bien principal. Su separación
produciría la destrucción, deterioro o alteración de los bienes. A modo de
ejemplo, no podrían separarse los ladrillos de una casa. Es más, de acuerdo
con el segundo pá- rrafo del artículo 887 del C.C., "Las partes integrantes no
pueden ser objeto de derechos singulares". Esto significa que las partes
integrantes no pueden ser materia de contratos distintos respecto del bien
principal. No podrían ser vendidas y pertenecer a propietario diferente del
bien principal, ya que el nuevo propietario de las partes integrantes no
podría pedir su separación y entrega. Pareciera entonces que no es posible
el pacto en contra. Si se excluyeran de la hipoteca los ladrillos de una casa,
en caso de ejecución del bien por incumplimiento, tendría que venderse la
casa sin ladrillos. Esto es absurdo. En nuestra opinión, sin embargo, el pacto
en contra sí es posible en aquellos casos donde las partes integrantes sí
pueden ser objeto de derechos singulares. En efecto, las partes integrantes
siguen la condición jurídica del bien principal, pero la ley o el contrato
pueden permitir su diferenciación o separación (artículo 889 del C. C.). Esto
se permite justamente porque las partes integrantes pueden, por excepción,
ser objeto de derechos singulares. Así, sería posible que se hipoteque un
edificio de 1 O pisos y que se excluyan de la garantía los pisos adicionales
que se vayan construyendo. Si se tuviese que recurrir a la ejecución del bien
hipotecado, se remataría únicamente el edificio de 1 O pisos, más no así los
pisos adicionales.
b. Los accesorios
Los accesorios son bienes que están permanentemente afectados a un fin
económico u ornamental de otro bien. Ellos no pierden su individualidad,
pero siguen la condición jurídica del bien al cual han sido afectados
económica u ornamentalmente. Serán inmuebles, por ejemplo, si lo es el
bien principal.
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acreedor contrate por su cuenta el seguro. En este caso, las primas que
pague estarán cubiertas por la hipoteca (artículo 1107 del C. C.).
Según el artículo 1107 del C.C.,"Ia hipoteca cubre el capital, los intereses
que devengue, las primas del seguro pagadas por el acreedor y las costas
del juicio"
a. El capital
El monto del gravamen, ¿puede ser mayor que el principal del crédito?
Creemos que no, debido al carácter accesorio de la hipoteca. Si la
responsabilidad hipotecaria fuese mayor que el capital, la hipoteca estaría
garantizando parte de una deuda inexistente. Más adelante volveremos
sobre este asunto. Lo anterior no significa que el crédito garantizado no
pueda crecer por intereses, primas y costas. Todo lo contrario. El crédito sí
puede aumentar y es cubierto (el crédito y sus accesorios) por la hipoteca.
Sin embargo, el monto del gravamen, al constituirse la garantía, no puede
ser mayor que la cuantía del capital.
b. Los intereses
c. Las primas
Si el inmueble hipotecado se encuentra asegurado, las primas que el
acreedor hipotecario pague por dicho seguro también estarán cubiertas
por la hipoteca.
1. Voluntarias o consensuales
Son voluntarias las establecidas, por negocio jurídico, es decir contrato entre
hipotecante y acreedor hipotecaria, pues todo propietario que tiene derecho a
disponer de su inmueble, tiene igualmente el derecho de constituir una hipoteca a
favor de tercero. La hipoteca se crea en el momento del nacimiento del crédito, y
en
la mayoría de los casos, para garantizar un préstamo, de donde viene el nombre de
préstamo hipotecario, o como decían los romanos: “en seguridad de las deudas”.
2. Hipotecas Legales
En el Perú, la hipoteca es legal porque emana de la ley. En otras legislaciones las
hipotecas legales tienen eficacia si se encuentran inscritas o no surten sus efectos
ipso iure, por simple declaración legal. Entre nosotros, la hipoteca legal no
registrada carece de virtualidad alguna frente a los acreedores del deudor.
Las hipotecas legales no se entienden perfeccionadas por ministerio de la ley
solamente, ya que para los terceros nada vale si no han sido registradas. La fuente
normal de la hipoteca es el contrato y por excepción la ley. La hipoteca legal la crea
la ley, independientemente del cualquier contrato entre las partes, y solo existirá
hipoteca legal en los casos que la ley lo determine, no en otros que fueses
análogos o semejantes.
2. Hipotecas Ulteriores
a) Marco de la norma
Como se aprecia, la citada norma permite que esta prohibición pueda quedar
sin efecto para casos determinados vía ley. Si bien el artículo 1113 del Código
Civil no contiene esta excepción, queda claro que por un tema de jerarquía
normativa y siendo el Código Civil una norma con rango de ley, cualquier
norma con mejor o idéntico rango puede establecer para casos determinados
excepciones a este principio general.
La nulidad del pacto objeto de análisis tiene sustento legal en el inciso 8) del
artículo 219 del Código Civil, el cual debe ser concordado con el artículo V del
Título Preliminar del propio Código Civil.
X. REDUCCIÓN DE LA HIPOTECA
Este artículo deja entrever de manera más clara, el que la hipoteca, en tanto
derecho accesorio, interesa básicamente a las partes involucradas y sobre
todo al acreedor de la obligación garantizada. Hay que mencionar, sin
embargo, que aun cuando lo corriente es que la reducción opere en función
de un acuerdo entre acreedor y deudor, nada obsta para que el acreedor
unilateralmente plantee la reducción de la hipoteca.
Sobre esa misma línea, téngase en cuenta que si el acreedor puede renunciar
por escrito a la hipoteca, con lo que la misma se acaba (véase el artículo
1122 del Código Civil), con mayor razón puede decidir por voluntad propia
reducir el monto del gravamen. Siendo así, al Registro le debe bastar la
comparecencia del acreedor de la obligación en el instrumento continente de
la reducción, generalmente escritura pública, no siendo necesaria por tanto la
participación del deudor o eventualmente del propietario hipotecante.
El solo acuerdo para reducir el monto del gravamen, tiene los mismos efectos
(negados), que el solo acuerdo para constituir una hipoteca sin haber
accedido al Registro.
2. Reducción Judicial
El presente artículo regula las acciones legales que puede ejercer el acreedor
hipotecario a fin de satisfacer su crédito, poniéndose además en el supuesto
de que el bien hipotecado haya sido transferido a un tercero. En efecto, la
citada norma establece que el acreedor hipotecario puede satisfacer dicho
crédito exigiéndole el pago al deudor a través de la acción personal, y/o al
adquirente del hipotecado ejerciendo la acción real.
En apretada síntesis, y para mejor comprensión de la norma comentada, se
puede afirmar que frente al incumplimiento del deudor respecto de la
b) Que el bien hipotecado sea originalmente de propiedad del deudor, pero que
dentro del plazo de vigencia de la obligación el inmueble sea transferido a un
tercero, saliendo de la esfera patrimonial del deudor. Frente a un eventual
incumplimiento el acreedor podrá: a) exigir el pago de la obligación al deudor,
ejerciendo igual que en el caso anterior la acción personal (artículo 1117,
primera hipótesis) o b), según sugiere la norma, "exigir el pago" al tercer
adquirente del bien hipotecado usando la acción real (artículo 1117, segunda
hipótesis).
Por un lado, la exigencia de pago al deudor no ofrece mayor duda, toda vez
que él debe pagar en razón de su condición de sujeto pasivo y titular de la
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5. Consolidación
Este es un supuesto especial, la doctrina la llama confusión de derechos. No
se refiere al caso general de extinción de la obligación cuando en una misma
persona concurre la cualidad de deudor y acreedor, sino al caso en que el
derecho real de hipoteca se extingue cuando en una misma persona se da la
cualidad de titular dominical y de titular del derecho real que lo grava. Esto
ocurre porque no es posible que se admita la hipoteca sobre cosa propia.
La Exposición de Motivos del Código Civil, citando a Luis Díez Picazo y
Antonio Gullón, señala que la consolidación no puede operar en perjuicio de
tercero. Si el derecho real está gravado con otro derecho real, aquel frente al
titular de este, subsistirá como si la consolidación no se hubiese producido.
XIII. IMPORTANCIA
La importancia social de la hipoteca radica en que no existe otro medio legal más
eficaz para que una persona, institución o banco preste dinero y saber de antemano
que su deuda va a ser pagada pues en caso de que no lo sea, poder hacer exigible
su crédito con la garantía; y como la hipoteca es un derecho real esta puede darle
poder al acreedor para perseguir el objeto hipotecado, sin importar quien detente el
inmueble, pues su derecho a exigir el pago se realiza valga la expresión, contra todo
el mundo, es decir que no importa quien posea el inmueble. Si el deudor hipotecario,
vende, cede o traspasa su propiedad, estando gravada con una o varias hipotecas,
el acreedor hipotecario ejercitara su derecho contra quien sea el que la tenga.
Incluyendo algún derecho personal sobre el bien hipotecado; porque el acreedor
hipotecario es preferente en cuanto a que es más eficaz que el derecho del
comprador o arrendatario, de tal manera que aun cuando el inmueble haya pasado a
otras manos, el titular del crédito hipotecario recupera su inversión porque su
derecho a exigir el cumplimiento del pago, es superior a cualquiera otro que se
sienta con derecho sobre el inmueble.
Los únicos créditos preferentes al hipotecario podrían ser los derivados de deudos
alimenticios, laborales o fiscales, de tal manera que en una prelación de créditos el
preferente sobre cualquier otra serían los mencionados, y esto es entendible pues, si
el deudor tiene hijos menores de edad que requieren alimentos, será mejor este
crédito que el hipotecario. Igual puede decirse de uno o varios trabajadores del
deudor hipotecario que tengan derecho a cobrar deudas de carácter laboral, en este
caso también se trata de un crédito que está por encima del acreedor hipotecario y
el mismo caso es el de adeudos al fisco. Todos estos adeudos resultan explicables y
social y jurídicamente protegidos.
XIV. CONCLUSIONES
XV. BIBLIOGRAFÍA