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INTRODUCCIÓN

En la siguiente exposición se tratarán las causas de la de desigualdad laboral de los


últimos años en el Perú, así como la falta de relevancia que tiene esto frente al sector
político y al sector económico; como el PBI tiene relación directa a esta brecha que
hasta nuestros días prevalece; del modelo económico que perjudica la distribución de
los ingresos; la reducción y/o ausencia del sindicalismo en las empresas lo que
conlleva a una incapacidad de los representantes sindicales a negociar mejores
condiciones de trabajo; y por último, el factor productivo que interviene
LA DESIGUALDAD SALARIAL: UN FLAGELO GLOBAL
En un informe reciente, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) plantea una
serie de tendencias explican la persistente desigualdad social y económica a nivel
global. La primera es la definición de América Latina como una de las regiones más
desiguales. La segunda es la caída en el crecimiento de los salarios reales, originando
un aumento de la desigualdad salarial. Por último, los flujos diferenciados entre países
y regiones, en la que economías con un mayor nivel de desarrollo experimentan una
evolución positiva en el ingreso.
Estas diferencias en la evolución de la desigualdad salarial estarían relacionadas con
el tipo de inserción que logran las economías nacionales en las dinámicas de la
globalización económica.
Además, para la OIT, el crecimiento salarial mundial en las últimas décadas ha
quedado rezagado por el crecimiento de la productividad laboral, provocando menor
participación salarial en el PBI y por tanto, un aumento de la desigualdad económica.
Las conclusiones a las que llega la OIT sobre la desigualdad salarial son:

 La desigualdad salarial se agudiza en el tramo superior de la escala.


 La desigualdad económica no solo depende del perfil de los trabajadores, sino
de otros factores.
 El papel de la desigualdad en las empresas posiciona al lugar de trabajo como
determinante de la desigualdad salarial.
 El salario mínimo y la negociación colectiva representan instrumentos
fundamentales para impulsar crecimientos salariales.

LA DESIGUALDAD LABORAL EN EL PERÚ


En el ámbito laboral, el análisis de la desigualdad puede abordarse considerando
diferentes variables: En primer lugar los promedios salariales permiten medir la
distribución del ingreso, principalmente a través de la evolución del Índice de Gini,
Carlos de los Ríos encuentra que diversos estudios dan cuenta de mejoras en la
evolución de las remuneraciones reales, especialmente en las zonas urbanas y
durante el periodo de crecimiento económico (2004–2010), pero que en paralelo se dio
un incremento en los niveles de desigualdad salarial, tanto en la proporción entre los
salarios y las ganancias de capital como proporción del PBI, como al interior de los
sectores laborales (en función de condicionamientos estructurales relacionados con el
género, la categoría ocupacional, el vínculo contractual, el nivel educativo, la región
del trabajador, etc.). En el caso del coeficiente de Gini, para el 2016 se mantuvo
prácticamente en el mismo nivel que hace cuatro años (0.44), siendo en el área
urbana (0.40) ligeramente menor que en el ámbito rural (0.41).
la desigual distribución del ingreso se refleja también en la evolución que sigue
el PBI según tipo de ingreso. La tendencia que han seguido las
remuneraciones (ingresos laborales) y el excedente de explotación (utilidades
empresariales más ingresos de independientes) durante el periodo de
expansión económica, vemos que la brecha entre ambos ingresos se ha
mantenido. Al 2016 las ganancias de capital representan el 60% del PBI,
mientras que la proporción de los ingresos laborales se mantuvo en 30% (los
impuestos representan el 9%). Sin embargo, esta tendencia se ha agudizado
en las últimas décadas, pues a inicios de los años 1990 las ganancias de
capital representaron el 52.5% del PBI, mientras que los ingresos laborales el
30.1%.
Un instrumento clave en la distribución de los ingresos está constituido por la
política laboral relacionada con la Remuneración Mínima Vital (RMV). En el
Perú, los balances que existen sobre el impacto que tiene este indicador en las
estadísticas laborales giran en torno a su conveniencia para promover el
empleo formal, existiendo evidencia reciente (y diversa) sobre una incidencia
mínima y focalizada en el trabajo autónomo e informal. De acuerdo al Informe
sobre la situación del Trabajo Decente en el Perú, considerando el último
aumento decretado por el gobierno de Ollanta Humala en mayo de 2016, lo que
tenemos es una concentración del ingreso en los estratos más bajos de la
escala remunerativa. Así, respecto del 2015, se registra un incremento en el
porcentaje de trabajadores que reciben menos de 1 RMV (S/. 850), pasando de
ser el 45.7% a representar el 49.4%, al mismo tiempo que los sectores que
perciben entre 1 y 2 RMV (máximo S/. 1700), y más de 2 RMV, muestran
retrocesos de -1% y -2.8%, respectivamente. Las desigualdades en el trabajo
también pueden medirse «cualitativamente» analizando los diferentes
condicionantes que inciden sobre los niveles de ingresos en función de un
conjunto de factores vinculados al origen étnico, cultural, socioeconómico y al
capital social del trabajador, lo que suele derivar –en determinados contextos–
en situaciones de exclusión social y discriminación laboral.

EL MARCO POLÍTICO-INSTITUCIONAL REPRODUCE LA DESIGUALDAD


SALARIAL
La persistente desigualdad salarial en el Perú está relacionada con la institucionalidad
laboral que rige desde la década de los noventa, aprobada durante el gobierno de
Alberto Fujimori, la legislación laboral vigente se caracteriza por su flexibilidad,
variedad de modalidades de contratación de carácter temporal que son utilizadas
extensivamente en diversos sectores económicos para reducir costos o evitar el
reconocimiento de beneficios sociales.
En el ámbito colectivo los derechos laborales fueron objeto de importantes
restricciones, particularmente el derecho a la sindicalización, a la negociación colectiva
y la huelga, debilitando progresivamente la capacidad de los trabajadores para
organizarse y negociar equilibradamente sus condiciones de trabajo e ingresos.
Profundizaron algunos aspectos de las reformas flexibles aplicadas en el periodo
1991–1996 donde a través de los regímenes laborales promocionales aprobados con
el objetivo de promover el empleo adecuado y formal en determinados sectores o
actividades económicas que en la práctica significaron el establecimiento de un
estándar reducido de derechos laborales y beneficios sociales respecto del régimen de
la actividad privada.
• La desigualdad es la consecuencia socio-aborales del modelo del desarrollo
neoliberal.
• Estancamiento de la desigualdad en extremos de la estructura social.
• Se pretende alcanzar estándares de desarrollo.
• La desigualdad salarial no es un objeto de debate.
• La distribución del Ingreso se centran:
 Características demográficas
 Niveles de ingreso
 Informalidad laboral
• Los encargados de la distribución equitativa del ingreso carecen de capacidad
organizativa.
• Sectores económicos y políticos beneficiados de un modelo económico
deplorable.
• Existen 3 factores: Crecimiento económico concentrado y excluyente; un
sistema de relaciones laborales asimétrico; y la ausencia de una
institucionalidad estatal.

EL FACTOR PRODUCTIVO
• El debate laboral está centrado en problematizar las causas de la
informalidad laboral; la regulación laboral en la tasa del empleo formal.
• Entre las principales variables: La productividad total de los factores:
explica las dificultades de la acumulación del sector de unidades
productivas (en el Perú, el 90% de las MYPES)
• La productividad laboral tiene un peso propio: La PEA peruana
argumenta un gran déficit de capacitación y empleabilidad.
• Se necesita un mejor sistema educativo y fijarse en la rotación
• en el empleo.
• Múltiples empresas evitan invertir en capacitación.

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