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SABORES

Planteamiento

Los espacios junto a su humor -entiéndase humor como olores y texturas- más allá de ser
meros lugares, tienen una identidad, y como tal son transmisores de saberes que hemos
decidido convertir en algo cotidiano muchas veces ignorando la belleza de la simpleza,
ésta cotidianidad normaliza el lugar, como rituales del ver. Me refiero al café que se ha
transmitido por generaciones, el rosario que era del abuelo/a, los recuerdos.

Producto de las condiciones y del aislamiento social causados por el Coronavirus, la


cocina, la sala, el cuarto, el baño y demás lugares, se convierten en burbujas donde
nuestra fecha de caducidad se prolonga, donde las fantasías de escenarios posibles se
expanden y claramente se juega con la imaginación de lo inmediato, el salpimentero, las
baldosas, las puertas que no solían usarse, las nuevas puertas, etc., se convierten en
intersecciones de nosotros mismos.

Considero que estos lugares al ser receptores de nuestro humor, son productos de nuestra
química interna y naturales en cuanto requerimos de los elementos para poder vivir, en
especial; la cocina, donde se cocina el alimento. Donde el tomate de la tienda pasa junto a
la etiqueta de la salsa procesada de nuestras nuevas tiendas de barrio, o las paredes
quedan marcadas de nuestro hacer, donde la loza pasa de estar limpia a estar sucia,
donde alimento que se pierde, alimento que aparece en un lugar inesperado y así con un
sinfín de alimentos y utensilios.

Esto mismo pasa con nuestro hablar y con las discusiones, propias de nuestro humor
producto de nuestra química interna y de esa “ naturalidad” con la que vivimos
usualmente. Desde ignorar la critica que se nos hace muchas veces por el ego, hasta por
el adorno de las quejas como mantras para el no hacer o no pensar. Hay entonces
lugares para el compartir, llamese sala, o pasillo, ventana, donde se cruzan palabras,
muchas veces se entra y se sale, donde pasan saludos, conversaciones, situaciones que
in-visibilizan emociones que pudieron ser muchas veces insumos.

Así visualmente se hace pertinente recoger en éste lugar todo lo que posiblemente sea
una relación con la tradición y con el presente; empezando por la todo lo que sucede en la
mesa y el sofá, el ritual de reunirse y charlar o no, las conversaciones que al hacerse entre
quienes habitan surge como acción de la comunicación, eficiente o no, está ocurriendo.
Mientras escribía esto pensé concienzudamente, en la potencia que tienen las imágenes
del poema “Que trabajos tan hermosos tiene la vida” de Raúl Gómez Jattin, celebrando
con ésta exploración creativa, no la potencia del poema sino la forma en la que me
llegaron a mi sus palabras, homenajeando a esos seres que están, estuvieron, y que a
veces nos cuestan.
Objetivos:

- Explorar los espacios de casa que pasan desapercibidos por ser lugares donde se repite
el habito.

- Describir la cotidianidad como primera alternativa para acercarse al arte.

- Reconocer, las posibilidades de lo inmediato como elementos de creación.

Metodología

- Filminuto: Plano secuencia que muestre todo lo que pasa en casa, 35 segundos de
tranquilidad, por 35 segundos de segundos donde generaciones chocan por discursos que
no se adoptaron de un lado a otro.

- Collage: Con telas y periódicos antiguos acumulados hacer un manifestó de lo que fúe
nuestra historia y lo que es hoy.

- Escultura: (En desarrollo)

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