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La primera decisió n la tuve que tomar a los 25 añ os después de haber escogido mal y una
y otra vez esta vez escogí bien, vi en la televisió n el anuncio de una reunió n el 31 de
diciembre del 2003 en la iglesia Avivamiento, ese día lo tenía libre ya que me lo había
ganado por esfuerzo en mi trabajo, pero en mis manos estaba el escoger ir o no ir, podía
haber escogido lo que escogía siempre, pero esta vez escogí la vida escogí bien y usted ni
se imagina como el haber escogido bien ha afectado a toda mi familia de manera positiva.
Las segunda elecció n la tuve el día que Dios me hablo del llamado que tenia para mi vida,
ese día escogí obedecer al llamado y prepararme, no fue fá cil hubieron obstá culos pero
resultado de escoger bien hoy puedo decir que escoger servir a Dios no solo ha sido
bendició n para mi familia si no para muchas personas.
La tercera decisió n no fue difícil de hacer después de conocer la que hoy en día es mi
esposa, y aunque a los hombres todo nos entra por los ojos (Anécdota de la foto del palto
de comida con el pastor Enoque), aunque todo nos entra por los ojos, no solo podemos
tomar decisiones por lo que vemos, hay principios en la palabra que nos ayudan a escoger
bien y fue en oració n que escogí pedirle a mi esposa que se casara conmigo.
Isaías 7:14-15 profetizó : Por tanto, el Señ or mismo os dará señ al: He aquí que la virgen
concebirá , y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y
miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.
La mayoría de jó venes desean escoger con quien “quieren” vivir, pero no con quien
“pueden” vivir. Quieren relacionarse con la má s linda, el má s pinta, quieren lucir a la
pareja como si fuera una marca o un trofeo y luego descubren que no es la mejor elecció n
porque son incompatibles de muchas formas. Justo es lo que sucede con los artistas y
famosos que se casan y se divorcian varias veces, porque la belleza física no es todo en la
vida. Desde pequeñ o, Jesú s aprendió a escoger y nos enseñ a a hacerlo.
Filipenses 1:21-24 enseñ a: Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si
el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es má s necesario por causa de
vosotros.
Es muchísimo mejor para la carne estar en casa viendo televisió n pero lo que tu espíritu
necesita es estar en la presencia de Dios.
A veces es difícil, Pablo hubiera deseado morir para ir pronto al lado del Padre, pero
trabajar en Su obra era la elecció n correcta, ya que era lo necesario. Hay que aprender a
escoger lo necesario.
Lucas10:41-42 relata: Respondiendo Jesú s, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada está s
con muchas cosas. Pero só lo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la
cual no le será quitada.
En el ejemplo que Jesú s nos da sobre Marta y María, también vemos que había que escoger
lo necesario, la buena parte, que en ese momento era escuchar al Maestro. Marta hacía la
cena, pero Jesú s le dijo que se afanaba en muchas cosas, es decir, estaba concentrada en
sus pensamientos, en sus dificultades, lo que había en su mente era ansiedad y molestia.
Lo mismo sucede en la iglesia aunque dos personas escuchan el mismo mensaje uno
escoge practicarlo y el otro no.
Es importante tomar en cuenta que el estado de á nimo influye en lo que escoges. Siempre
aconsejo a las personas no tomar decisiones cuando se sienten tristes, enojados o
ansiosos. Lo mejor es buscar la paz y tranquilidad para poder decidir sobre algo.
4. Escogiendo lo correcto
Génesis 13:8-12 narra: Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros
dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra
delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la
derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura
del Jordá n, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová , como la tierra de Egipto
en la direcció n de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot
escogió para sí toda la llanura del Jordá n; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el
uno del otro. Abram acampó en la tierra de Canaá n, en tanto que Lot habitó en las
ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.
Cuando Abram le dio a escoger a Lot el lugar donde se establecería, este escogió la llanura.
Parece una decisió n inteligente porque era la regió n má s fértil, có moda y bonita, pero
también era el á rea cercana a Sodoma, la ciudad que se había perdido por el pecado. Al
verlo de esa forma, quizá no fue la decisión más acertada porque estaba poniendo
en riesgo a su familia. Y de hecho, al llegar el día del juicio de la ciudad, la esposa se
convirtió en estatua de sal por voltear a ver el lugar donde dejaba lo que codiciaba.
Hebreos 11:23-27 explica: Por la fe Moisés, cuando nació , fue escondido por sus padres
por tres meses, porque le vieron niñ o hermoso, y no temieron el decreto del rey. Por la fe
Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraó n, escogiendo antes ser
maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,
teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios;
porque tenía puesta la mirada en el galardó n. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del
rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
Por el contrario, Moisés escogió el vituperio de ser llamado esclavo, antes que los placeres
en el palacio de Faraó n. Es mejor que te digan anticuado que pícaro, es preferible que te
digan mojigata, monja a mujer fá cil, es mejor que te rechacen por no tener relaciones
sexuales antes de casarte a que te rechacen por tener sida, o a que te rechacen en un
trabajo por no haber tenido la posibilidad de estudiar a causa de tener que trabajar por un
hijo a una temprana edad, Si te enamoras de alguien sin temor de Dios, frena ese
sentimiento, es mejor casarte tarde que escoger a la persona equivocada por precipitarte.
Podemos escoger el camino del bien y no del mal, decídete por el bien.
Salmo 119:26-30 relata: Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; Enséñ ame
tus estatutos. Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus
maravillas. Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame segú n tu palabra. Aparta de mí el
camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley. Escogí el camino de la
verdad; He puesto tus juicios delante de mí.
David primero le pidió a Dios sabiduría y sustento en la Palabra para saber escoger y
alejarse del mal, pero luego le asegura que ha escogido el camino de la verdad y ha
decidido respetar Su ley.
Eso es lo que debemos hacer, primero pedirle a Dios, pero luego escogerlo a Él.
Siempre habrá dos caminos para elegir: el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto,
la luz y las tinieblas, la bendición y la maldición. No te dejes dominar por la ansiedad,
la angustia y el afá n de alcanzar todo rá pidamente, porque dice la Palabra que es mejor lo
poco del justo que lo mucho del impío. La paciencia es siempre la mejor elecció n. Escoge
amar tu familia con el amor que Dios ha puesto en ti, escoge hacerlo de manera constante,
escoge no cansarte de hacer el bien, escoge ser radical y definido para Cristo, si te
rechazan por algo, que sea porque decidiste hacer lo correcto.