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Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te

maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti


todas las familias de la tierra. (Génesis 12:3
RVR60)

Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el


cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu
padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás
acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será
tu descendencia como el polvo de la tierra, y te
extenderás al occidente, al oriente, al norte y al
sur; y todas las familias de la tierra serán
benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy
contigo, y te guardaré por dondequiera que
fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque
no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he
dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo:
Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no
lo sabía. (Génesis 28:13-16 RVR60)

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con


diligencia, para que no te olvides de las cosas
que tus ojos han visto, ni se aparten de tu
corazón todos los días de tu vida; antes bien, las
enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
(Deuteronomio 4:9 RVR60)

para que temas a Jehová tu Dios, guardando


todos sus estatutos y sus mandamientos que yo
te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos
los días de tu vida, para que tus días sean
prolongados. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios,
Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de
todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas
tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando
hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a
tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa,
y andando por el camino, y al acostarte, y
cuando te levantes. Y las atarás como una señal
en tu mano, y estarán como frontales entre tus
ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y
en tus puertas. (Deuteronomio 6:2, 4-9 RVR60)

Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu


tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas
y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu
canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en
tu entrar, y bendito en tu salir. Te confirmará
Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha
jurado, cuando guardares los mandamientos de
Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. Y
te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el
fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en
el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a
tus padres que te había de dar. Te abrirá Jehová
su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu
tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de
tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú
no pedirás prestado. Te pondrá Jehová por
cabeza, y no por cola; y estarás encima
solamente, y no estarás debajo, si obedecieres
los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te
ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, y si
no te apartares de todas las palabras que yo te
mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras
dioses ajenos y servirles. (Deuteronomio 28:4-6,
9, 11-14 RVR60)

A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy


contra vosotros, que os he puesto delante la vida
y la muerte, la bendición y la maldición; escoge,
pues, la vida, para que vivas tú y tu
descendencia; amando a Jehová tu Dios,
atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque
él es vida para ti, y prolongación de tus días; a
fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová
a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les
había de dar. (Deuteronomio 30:19, 20 RVR60)

Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy


a quién sirváis; si a los dioses a quienes
sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al
otro lado del río, o a los dioses de los amorreos
en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa
serviremos a Jehová. (Josué 24:15 RVR60)

Bienaventurado el varón que no anduvo en


consejo de malos, Ni estuvo en camino de
pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha
sentado; Sino que en la ley de Jehová está su
delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de
aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja
no cae; Y todo lo que hace, prosperará. (Salmos
1:1-3 RVR60)

Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi


hijo eres tú; Yo te engendré hoy. (Salmos 2:7
RVR60)

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan


los que la edifican; Si Jehová no guardare la
ciudad, En vano vela la guardia. Por demás es
que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a
reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que
a su amado dará Dios el sueño. He aquí,
herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima
el fruto del vientre. Como saetas en mano del
valiente, Así son los hijos habidos en la
juventud. Bienaventurado el hombre que llenó
su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando
hablare con los enemigos en la puerta. (Salmos
127:1-5 RVR60)

Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,


Que anda en sus caminos. Cuando comieres el
trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te
irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto
a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de
olivo alrededor de tu mesa. Y veas a los hijos de
tus hijos. Paz sea sobre Israel. (Salmos 128:1-3,
6 RVR60)

Padre de huérfanos y defensor de viudas Es


Dios en su santa morada. Dios hace habitar en
familia a los desamparados; Saca a los cautivos
a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra
seca. (Salmos 68:5, 6 RVR60)

Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra


al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su
madre. (Proverbios 10:1 RVR60)

El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el


burlador no escucha las reprensiones.
(Proverbios 13:1 RVR60)

La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con


sus manos la derriba. (Proverbios 14:1 RVR60)

Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis


mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo
estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares
tu corazón a la prudencia, Si clamares a la
inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz;
(Proverbios 2:1-3 RVR60)

PROVERBIOS 3 TODO

Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te


multiplicarán años de vida. (Proverbios 4:10
RVR60)

La casa de los impíos será asolada; Pero


florecerá la tienda de los rectos. (Proverbios
14:11 RVR60)

La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra


áspera hace subir el furor. (Proverbios 15:1
RVR60)
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y
el que se enseñorea de su espíritu, que el que
toma una ciudad. (Proverbios 16:32 RVR60)

Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú


sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y
vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová,
ésa será alabada. (Proverbios 31:29, 30 RVR60)

Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y


se multiplicará la paz de tus hijos. Ninguna
arma forjada contra ti prosperará, y condenarás
toda lengua que se levante contra ti en juicio.
Ésta es la herencia de los siervos de Jehová, y su
salvación de mí vendrá, dijo Jehová. (Isaías
54:13, 17 RVR60)

Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre


toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán
sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. (Joel
2:28 RVR60)

Él hará volver el corazón de los padres hacia los


hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres,
no sea que yo venga y hiera la tierra con
maldición. (Malaquías 4:6 RVR60)

El que ama a padre o madre más que a mí, no es


digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a
mí, no es digno de mí; (S. Mateo 10:37 RVR60)

En lo que requiere diligencia, no perezosos;


fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; No
seas vencido de lo malo, sino vence con el bien
el mal. (Romanos 12:11, 21 RVR60)

Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las


casadas estén sujetas a sus propios maridos,
como al Señor; porque el marido es cabeza de la
mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la
cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que,
como la iglesia está sujeta a Cristo, así también
las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella, para santificarla, habiéndola purificado
en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa,
que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Así también los maridos deben amar a sus
mujeres como a sus mismos cuerpos. El que
ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque
nadie aborreció jamás a su propia carne, sino
que la sustenta y la cuida, como también Cristo
a la iglesia, porque somos miembros de su
cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Grande es este misterio; mas yo digo esto
respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás,
cada uno de vosotros ame también a su mujer
como a sí mismo; y la mujer respete a su
marido. (Efesios 5:21-33 RVR60)

Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres,


porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu
madre, que es el primer mandamiento con
promesa; para que te vaya bien, y seas de larga
vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no
provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos
en disciplina y amonestación del Señor. (Efesios
6:1-4 RVR60)

Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como


conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras
mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos,
obedeced a vuestros padres en todo, porque esto
agrada al Señor. Padres, no exasperéis a
vuestros hijos, para que no se desalienten. Y
todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como
para el Señor y no para los hombres; sabiendo
que del Señor recibiréis la recompensa de la
herencia, porque a Cristo el Señor servís.
(Colosenses 3:18-21, 23, 24 RVR60)

Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis


mayores con limpia conciencia, de que sin cesar
me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día;
trayendo a la memoria la fe no fingida que hay
en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida,
y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti
también. Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio. (2 Timoteo 1:3, 5, 7 RVR60)

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a


hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre
no disciplina? Es verdad que ninguna disciplina
al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de
justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Por lo cual, levantad las manos caídas y las
rodillas paralizadas; y haced sendas derechas
para vuestros pies, para que lo cojo no se salga
del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz
con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna
raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos
sean contaminados; (Hebreos 12:7, 11-15
RVR60)

Vosotros sois los hijos de los profetas, y del


pacto que Dios hizo con nuestros padres,
diciendo a Abraham: En tu simiente serán
benditas todas las familias de la tierra. (Hechos
3:25 RVR60)

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