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"Gobierno, responsable por las dificultades del mercado laboral", indica investigación

del Externado
02/03/2009

"Gobierno, responsable por las dificultades del mercado laboral", indica


investigación del Externado

La más reciente investigación del Observatorio del Mercado de Trabajo y Seguridad


Social del Externado, revela datos fundamentales sobre la coyuntura laboral del país y
propone algunas soluciones para la desequilibrada situación del trabajador
independiente en Colombia. El informe analiza a profundidad estos temas que critican
al Gobierno, y en especial a la gestión del Ministerio de Protección Social.

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El recién lanzado "Plan de Choque contra el Desempleo" no aporta ningún elemento


nuevo de acción: además de un plan de inversiones en obras de infraestructura, que
no agrega nada a lo que ya estaba presupuestado y del cual se desconoce el efectivo
impacto en términos ocupacionales, de una disminución marginal de la tasa de
impuesto a la renta ya programada y de unos 4.200 nuevos empleos prometidos por
las Cajas de Compensación, el resto de medidas previstas se fundamenta en buenos
propósitos y en acciones concertadas.

En el último trimestre de 2008 casi 25.000 trabajadores asalariados de la industria


manufacturera formal perdieron sus trabajos y se destruyeron un total de
aproximadamente 440.000 empleos dependientes, en todos los sectores. El 92.7% de
los trabajadores por cuenta propia en Colombia realizan oficios técnicos o son
informales "puros", mientras el 7.3% son profesionales. Estos tipos de trabajadores
independientes poseen diferentes lógicas de acumulación, inversión y ahorro, y por lo
tanto las coberturas de riesgo de la seguridad social deben ser ajustadas según una
política flexible que contemple dichas diferencias.

Resumen de la investigación
Antes que la crisis económica mundial, el mercado laboral colombiano ha sido
afectado por el modelo de desarrollo adoptado y por los efectos perversos nocivos de
perjudiciales una mal llamada flexibilidad laboral, indica el Observatorio del Mercado
de Trabajo y la Seguridad Social.

Las estadísticas del DANE sobre fuerza de trabajo muestran un preocupante y


progresivo deterioro de las condiciones en el mercado laboral colombiano desde
principios de 2008, y antes de que explotara la crisis económica mundial. Las
dificultades en los mercados financieros internacionales y la caída de los precios de
los bienes que exporta nuestro país y la reducción en la demanda de bienes
nacionales por nuestros principales socios comerciales (Estados Unidos, Ecuador y
Venezuela) contribuyeron a agravar el comportamiento negativo, que el estudio del
Observatorio resume así: ingresos reales a la baja, un sector informal y un desempleo,
ambos en aumento, y un empleo asalariado fuertemente golpeado y decreciente.

En el último trimestre de 2008 casi 25.000 trabajadores asalariados de la industria


manufacturera formal perdieron sus trabajos y se destruyeron un total de
aproximadamente 440.000 empleos dependientes, en todos los sectores. De aquí la
importancia que cobra la reciente promesa de los empresarios colombianos,
expresada por el Consejo Gremial Empresarial, de no recortar sus nominas.

Variaciones anuales de los ingresos laborales reales en Colombia. Enero-Diciembre


2008
La debilidad del mercado laboral colombiano se debe fundamentalmente a factores de
orden estructural, tales como: sectores más dinámicos demandan poca mano de obra,
distorsión en la relación de precios entre trabajo y capital, anemia técnica y poca
iniciativa del ministerio encargado de las políticas de empleo y la elección de un
modelo laboral flexible falto de protección social efectiva y universal que multiplica el
número de desempleados y trabajadores informales en un ciclo económico menos
favorables.

El Gobierno, y en particular el Ministerio de la Protección Social, deben tomar


conciencia de la gravedad de la crisis ocupacional que afecta el mercado laboral
colombiano. El recién lanzado "Plan de Choque contra el Desempleo" no aporta
ningún elemento nuevo de acción: además de un plan de inversiones en obras de
infraestructura - que no agrega nada a lo que ya estaba presupuestado y del cual se
desconoce el efectivo impacto en términos ocupacionales -, de una disminución
marginal de la tasa de impuesto a la renta ya programada y de unos 4.200 nuevos
empleos prometidos por las Cajas de Compensación, el resto de medidas previstas se
fundamenta en buenos propósitos y en acciones concertadas.

El Observatorio sugiere tomar medidas complementarias, como por ejemplo:

• Restablecer el equilibrio entre el precio de los servicios del trabajo y el costo de
uso del capital. Actualmente, las empresas tienen grandes incentivos a usar siempre
más maquinaria y proporcionalmente menos trabajadores. Para ello deberán
considerarse tanto disminuciones del primero (revisión de las cotizaciones a pensiones
o eliminación de los aportes que hacen las empresas con destino al Instituto de
Bienestar Familiar, por ejemplo), como aumentos del segundo (racionalización de
algunas exenciones tributarias).

• Definir un plan de contingencia que rescate la importancia de las políticas activas
del mercado de trabajo, tema prácticamente olvidado por el Gobierno. En especial, hay
que evaluar la conveniencia de restablecer programas de empleo temporal y de
subsidio al empleo.

• Revisar y tomar iniciativas para mejorar el impacto de la Ley 789 de 2002 sobre el
mercado laboral. ¿Al fin el Gobierno pondrá a funcionar el Fondo de Subsidio al
Empleo y Desempleo de su competencia, así como lo estableció el artículo 8? En este
mismo sentido, también es inaplazable la reforma del fondo para el Fomento al
Empleo y Protección al Desempleo (FONEDE) a cargo de las Cajas de Compensación
Familiar cuya efectividad siempre estuvo en entredicho.

• La gravedad de la crisis, además, sugiere la búsqueda de soluciones concertadas


entre trabajadores y empresarios. El Gobierno debería liderar y fortalecer el diálogo
social en el marco de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales
y Laborales.

El estudio del Observatorio también revela que el rasgo más impactante de la reciente
coyuntura laboral es el aumento exponencial del número de trabajadores por cuenta
propia que ocupa el 40% de la fuerza de trabajo colombiano y cuyas características y
condiciones lo excluyen del sistema de seguridad social.

El trabajo independiente no es de naturaleza homogénea en su composición, por el


contrario, presenta tipologías internas que deberían ser consideradas en el diseño de
las políticas sobre protección y seguridad social. Para buena parte de los trabajadores
les resulta difícil su vinculación a la seguridad social prueba de ello los problemas
presentados con la implementación de la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes
-PILA- desde mediados de año pasado.

Un problema de fondo
Los trabajadores independientes, que representan el 41.2% de los empleados en el
país, tienen características especiales que requieren una comprensión específica por
parte del hacedor de la política pública en materia de seguridad social.

Se han identificado tres grandes grupos de trabajadores dentro de la categoría de


trabajador independiente por cuenta propia. El primer grupo son los trabajadores
informales "puros", cuyo trabajo es de carácter no especializado y de bajos ingresos;
el segundo grupo conformado por trabajadores de oficios técnicos especializados
(taxistas, plomeros, artesanos, etc.) y de ingresos medios; y el tercer grupo que
incluye a los profesionales independientes. El 92.7% de los trabajadores por cuenta
propia en Colombia realizan oficios técnicos o son informales "puros", mientras el 7.3%
son profesionales. Estos tipos de trabajadores independientes poseen diferentes
lógicas de acumulación, inversión y ahorro, y por lo tanto las coberturas de riesgo de la
seguridad social deben ser ajustadas según una política flexible que contemple dichas
diferencias.
Así por ejemplo, al momento de cotizar a la seguridad social cada grupo evidencia
distintas dificultades; los trabajadores informales "puros" tienen un límite de ingresos
que solo les permite cotizar parte de las prestaciones de seguridad social, y que en el
caso de hacerlo en su totalidad, sus ingresos corrientes netos sufrirían una importante
disminución. Los trabajadores de oficios técnicos, aunque generadores de ingresos
medios (entre 1 y 4 salarios mínimos), evidencian una importante variabilidad en sus
ingresos que no garantiza necesariamente su afiliación al sistema de seguridad social,
o alternativamente, tienen periodos variables de cotización. Y los profesionales
independientes tienen una mayor capacidad de pago y una racionalidad de cobertura
de riesgos que supondría su afiliación al sistema de seguridad social, pero presentan
problemas de elusión.

Del total de trabajadores por cuenta propia el 80% está afiliado al sistema de salud,
pero de estos afiliados, la gran mayoría pertenecen al régimen subsidiado (alrededor
del 60%). La afiliación a pensiones y riesgos profesionales por parte de los
trabajadores por cuenta propia es muy baja y menor, en promedio, al 7%. Además, si
el conjunto de los trabajadores independientes se compara con los asalariados, la
afiliación a la seguridad social es dramáticamente más baja.

Por lo tanto, vista la creciente importancia del trabajo independiente en los mercados
de trabajo y su baja afiliación a los sistemas de seguridad social, parece razonable
exigir que el diseño de políticas, y la regulación de la seguridad social para el
trabajador independiente, se planteen de forma diferencial tomando en cuenta el
carácter heterogéneo de este tipo de trabajo.

Alternativas y mejoras
Las posibles soluciones al problema de cobertura de la seguridad social para los
trabajadores independientes deben estar orientadas más a la protección del trabajador
que hacia la estabilidad del puesto de trabajo. Además de adecuarse a los diferentes
tipos de trabajador independiente descrito.

Los grandes esfuerzos de política deben dirigirse a la ampliación de la cobertura de


pensiones, en particular de los trabajadores de menores ingresos. Las cifras avalan
este énfasis: solamente el 6.4% de los trabajadores por cuenta propia están afiliados a
pensiones. Por lo tanto, se propone eliminar la obligatoriedad de la afiliación a
pensiones -su obligatoriedad actual no ha mostrado efectos sobre la ampliación de la
cobertura-; flexibilizar los periodos de cotización, el ingreso base de cotización (IBC) y
las tasas que están afectando el costo de formalización del trabajo independiente;
promover la afiliación colectiva con uso de microseguros siguiendo los casos de éxito
en el mundo; y diseñar un sistema de incentivos a la afiliación, como por ejemplo, el
acceso a servicios complementarios de salud o la cobertura en periodos de desempleo
con el aporte a pensión.

Para el caso específico de la afiliación a salud es importante afinar los sistemas de


identificación y registro recurriendo a metodologías de medición de capacidad de pago
e instrumentos como la PILA; hacer seguimiento y evaluación al tránsito entre los
regímenes subsidiado y contributivo; y apostar por la afiliación colectiva con uso de
microseguros.

Todas estas propuestas implican un estudio de viabilidad y sostenibilidad de los


sistemas de seguridad social. Igualmente, la implementación de estas medidas debe
implicar un trabajo de inducción, ejemplificación y generación de incentivos para la
afiliación. Esto por la resistencia del trabajador independiente a formalizarse por el
temor de no poder salir del sistema contributivo en periodos de crisis, como el que se
vivirá en los próximos años.

Frente a la actual coyuntura, pero ante todo por las condiciones estructurales del
mercado laboral, se debe pensar en nuevas formas de contratación laboral y de
protección a los trabajadores. La forma como se diseñen los esquemas de seguridad
social para el trabajo independiente, tendrá claros y directos efectos sobre el
comportamiento del mercado laboral y consiguientemente sobre el bienestar de la
población colombiana.
Tomado de: http://noticias.universia.net.co/movilidad-
academica/noticia/2009/03/02/238460/gobierno-responsable-dificultades-mercado-
laboral-indica-investigacion-externado.html

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