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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
PSICOLOGIA DE LA RELIGION
ESTUDIANTE
CRESPO JOSÉ
CURSO
DOCENTE
FECHA
22 DE JULIO DE 2020
PERIODO
1. “La terapia más eficaz, el análisis más certero y la técnica más poderosa pueden resultar
inútiles si el terapeuta no ha desarrollado un repertorio de actuación que —en el contexto
particular de la clínica— le permita ser comprendido, motivar al paciente y solventar las
dificultades que surjan a lo largo de la terapia.”
-Aquí claramente el autor hace referencia a las habilidades a nivel subjetivo del terapeuta,
reivindicado su valor, la cual se va dando forma o estructurando en un proceso en función
de la praxis como tal, es el punto que toca el autor ya que la objetividad instrumental de una
técnica determinada fundada en la teoría pierde de manera parcial su eficacia, a razón de la
falta de complementariedad de la experiencia misma del terapeuta.
-Reflexión personal: considera que la inutilidad de la técnica, terapia, el análisis no es por
la falta de su eficacia de su esquematización teórica, sino de la eficacia del terapeuta como
sujeto falto de habilidad resultado de un precario desarrollo de habilidades propias, debo
resaltar con la objetividad más precisa que en la academia como tal se ha dejado de lado
parcialmente un proceso de formación práctica y critica de sí misma.
3. “En la Terapia de Aceptación y Compromiso puede observarse que para alcanzar los
objetivos terapéuticos más sobresalientes —romper con la literalidad con que se actúa
respecto a las palabras, abrirse a la experimentación de sensaciones, pensamientos,
recuerdos, etc. sin evitación y encaminarse decididamente hacia las metas vitales— se
impone un manejo muy particular del lenguaje verbal (metáforas, paradojas, etc.)”.
-El autor sigue reivindicando el valor funcional de estas terapias de tercera generación,
según el abriéndose hacia un amplio espectro experiencial del sujeto. Consideraron
herramienta que exploran las sensaciones, pensamientos recuerdos, además propone una
escena con la palabra literal que está en juego en el intercambio lingüístico entre terapeuta
y paciente.
-Reflexión personal: Me mantengo con la misma posición trabajada con anterioridad, sin
embargo, voy a abordar desde una crítica desde el lenguaje en el actuar terapéutico, creo
que este intento de romper con la literalidad de las palabras que plantea el autor en la
terapia hay una dificultad de fondo, ya que de cierta manera se esta rompiendo con la
verdad que el sujeto o paciente en terapia esta transmitiendo, el sujeto dice lo que dice
porque para el es lo que es de forma literal, otra cosa es el elemento interpretativo y
habilidad del terapeuta que mira en la literalidad del sujeto, que ahí si da cabida para
romper con esa literalidad, por medio de la interpretación en ese acto de lo ya dicho por el
sujeto y no en el actuar de las palabras del sujeto, que está en el proceso del decir, porque
se pierde lo esencial del intercambio lingüístico entre terapeuta y paciente. Los elementos
que constituyen esta terapia como: (exploración se sensaciones, pensamientos,
encaminamientos a metas vitales, uso de metáforas) dejan entrever como otro intento de
inclusión de herramientas de otros enfocas. El uso de paradojas de cierta forma pierde su
funcionalidad por su propia constitución, ya que su uso llegaría a su propia contradicción y
a un abismo sin fondo, perdiendo así el proceso evolutivo del paciente, sin embargo
también se podría emplear como un instrumento de evidencia de un estancamiento
irresoluble de una situación conflictiva que puede estar atravesando del sujeto, abriendo así
la posibilidad de cambie y redirección de sus capacidades psíquicas, sin embrago se debe
tener habilidades con cierto grado de experiencia para utilizar estas herramientas porque si
no dificultarían el avance del desarrollo terapéutico
-El autor, retoma el paradigma critico de muchos otros enfoques que han intentando no
patologizar, proponiendo así el autor una reconstrucción del horizonte de vida, en términos
de orientación a valores, plantea una complejidad de su terapia ya sea de aspecto filosófico,
conceptual y practico.
-Reflexión personal, Desde mi perspectiva considero que el síntoma que ellos conciben y
que tanto intentan aplacar en el proceso terapéutico lo observan desde una forma lineal y
tradicionalmente vacío, el síntoma es más complejo de lo que se cree que es , Freud decía
que el síntoma tiene más de un significado y sirve para la figuración de varias ilaciones
inconscientes de pensamiento, creo en el reconociendo de nuestras estructuras más íntimas
y es ahí donde podemos parcialmente reconstruirnos, no creo en la visión un tanto objetiva
de la terapia conductual de tercera generación que propone una reconstrucción del
horizonte de vida me parece a la vez un tanto idealista, suplantar algo que nos falta para la
reconstrucción es posible pero hay cosas que son irremplazables, hay todo un proceso
ontogenético del sujeto, y hay que sobre todo permitirnos reconocernos en nuestra falta y
carencia. En cuanto al tema de su dificultad que plantea el autor, creo se debe considerar
que filosofía promulga, su concepción estaría marcado de cierta forma por un
neopragmatismo, que singularmente sigue viendo desde la practica como un primer paso,
creo que la praxis vendría después del reconocimiento del sujeto.