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Reacción 2, La imaginación melodramática en América Latina

Los textos de esta semana abordan lo melodramático en el contexto de la cultura

latinoamericana, especialmente en relación con la modernidad, los medios de

comunicación, la televisión y las series televisivas y las telenovelas. En primer lugar, el

texto Herlinghaus, Rasgos intermediales y heterogéneos de una categoría precaria,

focaliza su análisis sobre lo melodramático en base a tres nociones: la modernidad, la

heterogeneidad y la intermedialidad. El empleo de estas tres categorías se justifica

dado dado que analizar un tema latinoamericano implica partir de una noción de

modernidad heterogénea donde convergen y coexisten varias culturas; en este

sentido, la intermedialidad constituye la forma en que esta diversidad cultural, que

produce múltiples discursos e imaginario culturales, llega a la sociedad. Desde esta

perspectiva, Herlingahus define el melodrama “como una matriz de la imaginación

teatral y narrativa que ayuda a producir sentido en medio de las experiencias

cotidianas”; es decir, su concepto se relaciona con la búsqueda (23). Siguiendo el

lineamiento de Brooks, Herlingahus apunta algunas características sobre el

melodrama: un modo aumentado de dramatización, una dramaturgia exagerada,

hiperbólica y emocional, una estética expresionista del cuerpo (25) pero, a la vez,

constituye un modelo de teatralidad donde prevalece la transgresión (29). Tales

características se articulan con la noción de modernidad latinoamericana, pues,

partiendo de las nociones de Gramsci, el imaginario social y las políticas culturales no

pueden estar deslindadas de un componente afectivo: el melodrama. Para

Herlingahus, por ejemplo, las telenovelas, son una muestra de cómo lo melodramático

se inserta en la vida cotidiana y, a la vez, en los proyectos de identidad y nación.


Por otra parte, el texto de Jesús Martín-Barbero, El melodrama en televisión y los

avatares de la identidad industrializada, aborda un análisis sobre la influencia de la

televisión, especialmente las series y telenovelas, en la cultura colombiana y

latinoamericana. Para Martín-Barbero, el mundo globalizado de los medios de

comunicación constituye un elemento que ha modificado la realidad tanto política

como cultural: la realidad no se discurre en los noticieros sino en las telenovelas. Otro

elemento importante para este autor es la “oralidad secundaria” (177), que es

generada por una forma de visualidad electrónica; es decir, realmente no hay una

separación entre modernidad y memoria pues los medios audiovisuales, por medio de

la telenovela, reproducen esta experiencia cultural primaria en la cotidianeidad.

Como parte del tema de la semana, analizamos también tres episodios de la serie

Narcos y un texto académico sobre esta serie. Voy a centrar a mis reacciones sobre la

producción de esta serie y su articulación con la teoría analizada.

Personalmente, discrepo con el tono nacionalista de la autora del texto sobre

Narcos. Sin embargo, concuerdo principalmente en su análisis desde la perspectiva de

la homogeneización y la legitimización de la violencia, lo que se ajusta con las nociones

de Herlingahus y de Martín-Barbero. Al ser una serie producida por Netflix para un

mercado mundial, Narcos trata de eliminar toda nuestra heterogeneidad y presenta la

cultura latinoamericana como una homogeneidad. El problema principal, como

sustenta Martín-Barbero, es que esa homogeneidad pretende ser una representación

de la realidad a través del melodrama, una realidad folklórica y exótica. Desde luego

que en América Latina existen problemas de violencia y corrupción, pero no son los

únicos elementos como los representa Netflix, al menos no en esa manera hiperbólica

y emocional donde los bordes entre el bien y el mal son difusos.


Preguntas:

1. Según Herlingahus, el melodrama se caracteriza también por su carácter

transgresor, la imaginación transgresiva (p. 41). De acuerdo con esta noción,

¿cuáles serían los elementos transgresores de Narcos?

2. Según Martín Barbero, el melodrama revuelve tanto las estructuras sociales

como las sentimentales, lo que refleja lo que somos los latinoamericanos:

machistas, fatalistas, supersticiosos (195). ¿Qué tan errada o acertada resulta

esta definición?

como mediada a traés en o s oram itdo oar baestudiar la modernidad todo estudio

sobre fundamentan debido a la interrelaado que en que e n principio, no se puede

Esta el melodra la en dos categorías: la he perspectiva un enfoque particular, la

historia, el desarrollo y un análisis del melodrama desde sus orígenes en la tragedia

griega y su evolución hasta la narrativa y el cine actuales. Los dos textos de Williams,

especialmente, se centran en torno a la articulación del melodrama con el cine.

El texto de Gledhill, The Melodramatic Field: An investigation, ofrece un detallado

estudio histórico sobre el melodrama. En lo personal, una de las ideas relevantes del

texto es la información sobre el origen del término melodrama (p. 19), una

combinación de “melodía y drama”, aplicado por Rousseau para un tipo de opereta de

estilo francés. Tal etimología del término permite entender su más importante

implicación de exceso de sentimentalismo, que prevalece sobre la realidad y la

verosimilitud.
Según un lineamiento historicista sobre el desarrollo del melodrama, Gledhill

plantea cuatro puntos principales: 1) Identificación del melodrama con la ideología

burguesa en oposición a un uso subcultural, especialmente de grupos feministas. 2)

Relación del melodrama como un modo fundacional del cine de Hollywood que se

especializa en relaciones heterosexuales y familiares. 3) El género artístico del

melodrama y su forma de representación donde se delinea a la "mujer" como un

símbolo patriarcal. 4) Explicación de algunos temas predominantes del melodrama:

placer, fantasía, ideología y su papel en la cultura "popular" (p. 19).

En mi opinión, el texto de enfoque historicista de Gledhill plantea tres temas o

momentos que permiten evidenciar el desarrollo del melodrama: 1) La “justicia

poética” (p. 16), término que reemplaza al destino del héroe dentro de un contexto de

apropiación de la burguesía de la tragedia, lo que luego deviene en el

“sentimentalismo burgués” y finalmente en el melodrama. 2) El surgimiento del

melodrama a partir de las condiciones de producción en el mercado (p. 17), lo que

permite evidenciar que desde su orígenes el melodrama nace como un producto

cultural o ideológico, y no como una manifestación o corriente estética. 3) El

melodrama como una forma de resistencia de las clases pobres y populares ante el

desarrollo del sistema capitalista. Según Martha Vicinus, el melodrama “se alía con los

impotentes” (p. 20).

Por otra parte, los dos textos adicionales abordan el desarrollo del melodrama en el

campo cinematográfico. Film Bodies realiza un estudio fílmico en el que, como su

nombre lo dice, resalta la importancia de las acciones del cuerpo humano dentro de

una narrativa que, de modo general, determina una clasificación fílmica en tres

grandes géneros: pornografía (sexo), horror (violencia) y melodrama (emoción).


A su vez, The American Melodramatic Mode constituye un texto con un enfoque

historicista también, que aborda el desarrollo del cine norteamericano y sus

características específicas según una contextualización política, social y económica. El

aspecto más relevante de este texto es que elabora su análisis a partir de ejemplos

concretos de películas: The Birth of a Nation (1915) hasta filmes de fines del siglo XX

como Titanic (1997).

Melodrama:

- modo persuasivo

- taxonomy:

o Space of innocence

o Virtue and moral

o Pathos and action

o Realism / melodrama

o Manichoan characters (good and bad guys)

En lo personal, me quedan varias preguntas sobre el texto de Gledhill pues este

constituye el apuntalamiento teórico que emplean también los dos restantes textos; es

decir, mis preguntas van a encaminadas a discutir aspectos teóricos sobre el

melodrama:

1. Si el melodrama no constituye ni un género ni un estilo, ¿por qué no puede ser

identificado como una corriente o escuela, igual que el romanticismo, el

realismo social o el neoclasicismo, por ejemplo.


2. ¿En qué sentido Darwin, Max y Freud son producto de la imaginación

melodramática? (p. 19)

3. Brooks denomina “texto del silencio” a ciertos recursos excesivos gestuales,

visuales y musicales del melodrama (p. 30). Según Brooks, estos recursos,

presentados en escena, no se pueden generar en un código del idioma. ¿Qué

opinan sobra esta afirmación? ¿Un gesto vale más que mil palabras?

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