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pocalipsis es sin duda el libro de las

A Escritu­ras que menos se entiende. Las

interpreta­ciones que suelen aparecer son


ría disparatadas,
en su maayo­
tal punto que el adjetivo

apocalíp­tico es comúnmente sinónim o de catástrofes

y calami­dades. Es posible que encontremos la

explicación de esto en el hecho de que lo más

conocido del Apocalip­sis son los famosos cuatro

jinetes, interpretados equi­vocadamente como la

peste, la guerra, el hambre y la muerte.


Pero cuando estudiamos el Apocalipsis desapasio­

nadamente, descubrimos que es un libro lleno de

mensajes de esperanza y liberación, y no de

calamida­des y catástrofes.
Teniendo en cuenta esta luminosa circunstancia,

Alejandro Bullón nos ofrece una obra acerca del A

po­calipsis que nó es un comentario teológico ni

acadé­mico, sino una agradable y amena exposición

de las principales enseñanzas que podem os extraer

del li­bro, salpicadas con anécdotas y testimonios

obteni­dos de su propia experiencia.


VINTANA
A& TIRCIR
MI&INIO
11 APOCJWPSIS
A SU AJ.CANCI
VINTA NA
Al TIRCIR
MI liNIO
EL APOCALIPSIS
ASUALCANCI

ALEJANDRO BULLÓN

ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA


Av. San Martín 4555, 1602 Florida
Buenos Aires, Argentina
Dirección editorial: Gastón Clouzet
Pruebas: Aldo D. Orrego
Diagramación y tapa: Hugo O. Primucci

IMPRESO EN LA ARGENTINA
Printed in Argentina

Primera edición
Primera reimpresión
MCMXCIX- 2M

Es propiedad.© Asociación Casa Editora Sudamericana (1998).


Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

ISBN 950-573-684-3

225 Bullón, Alejandro


BUL Ventana al tercer milenio- 1a. ed.- 1ª reimp.- Florida
(Buenos Aires): Asociación Casa Editora Sudamericana, 1999.
248 p.; 23x1 4 cm.

ISBN 950-573- 684-3

l. Título- 1.Biblia-NT-Apocalipsis

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación


(texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y
transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros
medios, sin permiso previo del editor.

Impreso, mediante el sistema offset, en talleres propios.


020799

--35233--
Prefacio

El Apocalipsis es sin duda el libro de las Es-


crituras que menos se entiende. Las interpreta-
ciones que suelen aparecer son en su mayoría
disparatadas, a tal punto que el adjetivo apocalíp-
tico es comúnmente sinónimo de catástrofes y ca-
lamidades. Es posible que encontremos la expli-
cación de esto en el hecho de que lo más conocido
del Apocalipsis son los famosos cuatro jinetes, in-
terpretados equivocadamente como la peste, la
guerra, el hambre y la muerte.
Pero cuando estudiamos el Apocalipsis desa-
pasionadamente, descubrimos que es un libro lle-
no de mensajes de esperanza. Para comenzar, es
la revelación de Jesucristo. Mediante este libro el
Señor nos quiere adelantar que el bien triunfará
definitivamente. sobre el mal, y que el plan de
Dios para la humanidad es el destino de vida
eterna y felicidad perdurable que el Señor inau-
guró con su muerte de cruz y su gloriosa resu-
rrección, sellando así su triunfo sobre el pecado,
la muerte y la tumba. Por lo tanto, el Apocalipsis
es un libro de esperanza y liberación, y no de cala-
midades y catástrofes.
Teniendo en cuenta esta luminosa circunstan-
(5)
6 PREFACIO

cia, Alejandro Bullón nos ofrece una obra acerca del Apoca-
lipsis que no es para nada un comentario teológico ni acadé-
mico, sino una agradable y amena exposición de las principa-
les enseñanzas que podemos extraer del libro, salpicadas
con anécdotas y testimonios obtenidos de su propia expe-
riencia, de una extraordinaria facilidad de lectura (muy fácil
de verificar en cuanto se comienza a leer la obra).
Recomendamos calurosamente este libro a todo público,
y confiamos en que su lectura le brindará a cada lector paz y
seguridad acerca del futuro del mundo y del suyo propio, to-
da vez que el Apocalipsis ha sido inspirado por un Dios que
nos ama con amor incondicional, y por Jesucristo, que, para
asegurarnos el porvenir venturoso bosquejado en el Apoca-
lipsis, vino a dar su vida por nosotros en la cruz del Calvario.
Con los mejores deseos de bendición para cada lector, co-
locamos ahora esta obra en sus manos, al mismo tiempo que
nos ponemos a sus gratas órdenes para aclarar cualquier
duda y resolver todo problema en la más amplia medida de
nuestras posibilidades.
LOS EDITORES

lndice

l. Tercer milenio: ¿Un siglo de paz o ... ?..................... 9


2. El Apocalipsis: ¿Un misterio o una revelación?...... 15
3. Cómo comenzó el conflicto cósmico ...................... 23
4. Cómo el conflicto se trasladó a este planeta .......... 29
5. ¡La hora de su juicio ha llegado! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
6. El misterio de los cuatro jinetes del Apocalipsis . . . . 49
7. La mujer vestida del sol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. 61
8. Dos cadáveres en la plaza ............. .-...................... 73
9. El anticristo y la mujer vestida de púrpura . . . . . .... .. 83
10. El anticristo y la Nueva Era................................... 93
11. ¿Adónde van los muertos cuando mueren? . . . . . . . . . . . 105
12. ¿Por qué sufren los inocentes? ............................. 117
13. Dos bestias extrañas y el número 666 . .. .. .... ... . . . ... 125
14. El sello de Dios y la marca de la bestia . . .. .. .. . . ... .. .. 137
15. Los ángeles en los umbrales del milenio . . . . . . . . . . . . . . . 149
16. Las siete últimas plagas ....................................... 157
17. El Armagedón: La madre de todas las batallas . . . . . . 169
18. Derrotemos al fantasma del miedo ..... . .. .. .. ..... . .. . . . 179
19. La gran invasión de los extraterrestres ................. 187
20. El milenio ............................................................. 197
21. La victoria: ¿Utopía o realidad? ............................ 209
22. Dios todavía controla el Universo ......................... 225
23. El Nuevo Orden Mundial ...................................... 235
24. La invitación fmal .................................................. 243
1

TERCER MILENIO:
¿UN SIGLO DE PAZ
O DE DES IJ(UCCIÓN
.,
COSMICA?

• T e preguntaste alguna vez cómo será el fin


~ .de este planeta? ¿Qué expectativas tienes
U con respecto al futuro? En la encrucijada
de dos milenios, millones de personas se sienten inva-
didas por la ansiedad, la curiosidad y el miedo, y por
el anhelo de saber qué nos deparará el futuro. Des-
pués de todo, el mañana, por el mero hecho de ser
desconocido, siempre despertó curiosidad. Es como si
delante de nosotros tuviéramos un telón que cubre
un horizonte lleno de misterios.
Todo el mundo quiere saber qué sucederá cuando
llegue otro siglo. Vivimos en una época cuando están
de moda el esoterismo, la superstición y la charlatane-
ria. Por ejemplo, sondeos practicados recientemente
revelan que el 95°/o de los norteamericanos cree en la
astrología, los platos voladores, los fantasmas, en que
han vivido otras vidas anteriormente y en diversas
supersticiones parecidas. Sólo en los Estados Unidos
existen más de diez mil adivinos y gente dedicada a la
cartomancia. Entre sus clientes se encuentra gente
famosa, como el ex presidente Ronald Reagan y la ac-
(9)
1O 1ERCER MilENIO: ¿UN SIGLO DE PAZ 0 ...?

tual primera dama Hillary Clinton.


El interés en los hechos que tienen que ver con el fin del
mundo es tan grande, que una organización dirigida por el
gurú Maharishi Maheshe Yogui ya tuvo entradas equivalentes
a tres mil millones de dólares, 1 y la película Independence Day
(El Día de la Independencia), cuyo argumento se refiere a la
invasión de la Tierra por extraterrestres, en las cuatro prime-
ras semanas de exhibición recaudó 21 O millones de dólares;
todo un récord, por cierto. La película carece de base científica,
y su propósito consiste en provocar miedo en el espectador.
Pero es evidente que se consiguió el objetivo principal: usar
un tema de actualidad para ganar mucho dinero.

Un miedo silencioso

Un miedo inconsciente y silencioso se apodera de los seres


humanos. Es una especie de angustia sofocante que parece
adquirir formas definidas cuando hasta los hombres de ciencia
consideran la posibilidad de la destrucción de la Tierra.
Una investigación científica, cuyos resultados se revelaron
en febrero de 1997 en los Estados Unidos, se refiere a una
teoría según la cual "hace ya millones de años" un cometa o
un asteroide de grandes dimensiones, de aproximadamente
diez kilómetros de diámetro, habría caído en la península de
Yucatán, en las proximidades del Golfo de Méjico. El impacto,
según los hombres de ciencia, habría abierto un cráter de 300
kilómetros de diámetro, produciendo maremotos con olas de
un kilómetro de altura, incendiando todo el planeta y po-
niendo fin a toda forma de vida.
Lo que más impresiona es que como resultado de esta in-
vestigación, los hombres de ciencia se están preocupando por
el fm del mundo. Según los investigadores, desastres como és-
te se pueden producir en cualquier momento. "La Tierra es
más peligrosa de lo que nos imaginamos -dice el astrónomo
Kevin Zahnle, colaborador del Centro de Investigaciones de la
NASA-. Estamos en el borde del abismo, protegidos de la in-
mensidad del Universo por apenas esa delgada membrana
azul que es la atmósfera". 2
Actualmente se afirma que si un cometa cayera sobre la
TERCER MILENIO: ¿UN SIGW DE PAZ 0 ...? 11

Tierra, "la explosión evaporaría una enorme cantidad de aire,


agua y polvo, y abrirla un cráter de kilómetros de diámetro en
el fondo del mar. Un terremoto de magnitud jamás vista antes
sacudiría la costa oriental de los Estados Unidos y Méjico, y a
medida que las ondas sonoras avanzaran por la atmósfera, re-
percutirian en lugares tan distantes como Londres, Moscú y
San Pablo. Lo peor vendria inmediatamente después. Un ma-
remoto con olas de más de un kilómetro de altura harian desa-
parecer del mapa la península de Florida, Cuba, la costa
atlántica de Méjico y las islas del Caribe. Después avanzaría
en direcciones opuestas, hacia Nueva York y Caracas. Y antes
del fin del día quedarían sumergidas otras ciudades costeras,
incluidas Río de Janeiro, Salvador, Buenos Aires, Lisboa,
Hong Kong y Bangkok.
"En última instancia el agua causaría sólo perjuicios meno-
res si se lo compara con la verdadera amenaza: el fuego. Al
chocar con la atmósfera, la masa del cometa se convertirla en
energía. Esto equivaldria a que explotaran simultáneamente
todas las bombas atómicas que existen hoy en el planeta. Una
lluvia de fragmentos incandescentes se diseminaría por los
continentes, incendiando ciudades y selvas. Finalmente, la
onda sísmica resultante de la explosión sacudirla el planeta y
pondria en actividad una cantidad de volcanes extintos. Todo
eso contribuiría a saturar la atmósfera de azufre, gases vene-
nosos y polvo". 3

¿Una fantástica col'l~~i~a.ci~n?

¿Cómo se puede sentir seguro alguien frente a tantas espe-


culaciones y perspectivas catastróficas? Hasta Bill Clinton, el
presidente norteamericano, y el papa Juan Pablo II fueron
acusados a comienzos de 1997 de estar envueltos en una fan-
tástica conspiración que afectaba los intereses de toda la hu-
manidad. Según esas acusaciones, habrian sido informados
por la NASA de que un objeto extraño se aproximaba a la Tie-
rra en la estela del cometa Hale-Bopp. La información se ha-
bria conservado en secreto porque implicaba un asunto que
tenía que ver con la fe. Ese extraño objeto ··parecía una enor-
me y luminosa ciudad, una reminiscencia del paraíso". 4 La
12 1ERCER :MILENIO: ¿UN SIGLO DE PAZ 0 ...?

noticia se comenzó a difundir después que un falso sacerdote,


funcionario del Servicio de Inteligencia del Vaticano, habría
huido de Roma llevándose un disquete con las informaciones
de la NASA. Una carta del sacerdote, que decía lo estaban
amenazando de muerte, fue a parar a Internet. Se la puede
leer en la página: http:/ /www.artbell.com., prohibida actual-
mente por el FBI.
Esta es una de las estrambóticas historias que se conta-
ron con respecto al Hale-Bopp, un súper cometa, cuatro veces
más grande que el Halley, que fuera visto durante los meses de
marzo y abril de 1997 en las Américas y gran parte de Europa.
Para algunos fundamentalistas cristianos, que el cometa apa-
reciera a fines del milenio era "una señal de los tiempos" profe-
tizada en las Escrituras; otros creían que era la estrella del
Apocalipsis; y para los entusiastas de los ovnis se trataba de
una nave espacial disfrazada y comandada por extraterres-
tres.
Las interpretaciones apocalípticas de la aparición del co-
meta Hale-Bopp fueron tan numerosas, que un grupo de 39
fanáticos de Los Ángeles, dirigidos por Marshall Applewhite,
se suicidó colectivamente en marzo de 1997 con la esperanza
de viajar en la cola del cometa rumbo a la eternidad.

El hombre de entresiglo es un ser inquieto, ansioso e inco-


herente. Es capaz de sumergirse en los misterios de la vida y
de sorprendernos. Dolly, por ejemplo, la oveja escocesa de cu-
ya concepción extraordinaria el mundo se enteró a fines de fe-
brero de 1997, no tiene ni padre ni madre: sólo tiene origen.
De este modo Ian Wilmut, embriólogo del Instituto Roslin
de Escocia, cierra el siglo dando inicio a la era de los clones,
período en el cual los hombres de ciencia que pretenden bur-
larse de Dios comienzan a recoger los frutos de sus osadías. 5
En este caso el argumento es que cualquier descubrimiento
científico tiene como propósito salvar vidas. Pero ese mismo
ser humano que se atreve a desafiar la creación de Dios para
"salvar vidas", también es capaz de horrorizamos: como Marc
Dutroux, que abusó de varias chicas y después las dejó morir
1ERCERMII.EMO:¿UNSIGWDEPAZO...? · · 13

de hambre, mientras las tenía escondidas para venderlas a


una red de prostitución (pues con ese fin compraba niñas en
Bélgica); o como los cinco jóvenes de Brasilia, que la noche del
sábado 19 de abril de 1997 derramaron dos litros de alcohol
sobre el indio patajo Galdino Jesús dos Santos, y lo quema-
ron vivo.

¿Hacia dónde vamos?

¿Hacia dónde va la humanidad? ¿Qué nos depara el futu-


ro? ¿Vendrán seres extraterrestres a destruir este planeta?
¿Se extinguirá la humanidad como consecuencia del hambre?
¿Envenenará el hombre su propio ambiente hasta el punto de
no poder vivir más en él? ¿Qué nos depara el tercer milenio?
¿Por qué ocurren tantas tragedias aéreas? ¿Por qué se produ-
cen tantos terremotos, inundaciones en algunas regiones y se-
quías implacables en otras? ¿Por qué tantas guerras, injusticia
social, violencia y pestes? Si deseamos que estas preguntas
tengan respuestas, necesitamos determinar cuáles son las
fuentes de nuestras informaciones. ¿Nos pueden responder
los astros? ¿Cuál es la fuente de información de los astrólo-
gos? ¿Pueden los números darnos alguna explicación? ¿Pue-
den hacerlo los "espíritus" de los muertos? ¿Qué fuentes res-
paldan esas informaciones?
Esta obra recurrirá a las Escrituras como fuente de autori-
dad. El mundo cristiano reconoce que ellas son la Palabra de
Dios. Y los no cristianos tienen el desafio de estudiarlas y
compararlas con otras fuentes de información.
Pero este libro -las Escrituras- es más que un simple li-
bro. Es una carta personal para ti que te emocionas, sientes,
sueñas y sufres. Para ti que avizoras el futuro y no sabes qué
vendrá después; que tienes interrogantes que te perturban, y
que alguna vez te preguntaste: ¿De dónde vine? ¿Quién soy?
¿Adónde voy? ·
Referencias
1
Revista Veja [Vea), 25 de diciembre de 1996, pág. 218.
2
Laurentino Gómez, Revista Veja. 26 de febrero de 1997, pág. 104.
3 Ibíd.
4
O Estado de sao Paulo, domingo 16 de marzo de 1997, pág. A 28.
5 Euripides Alcántara, Revista Veja. 5 de marzo de 1997, pág. 92.
2

EL APOCAUPSIS:
¿UN MIS 1ERIO O UNA
REVElACIÓN?

iajaba desde San Pablo hasta Brasilia. Mi compa-

V ñera de viaje era una señora de unos sesenta


años. Mientras miraba por la ventanilla, con di-
simulo se enjugaba las lágrimas que rodaban por sus
mejillas. Cuando la gente llora quiere decir que no está
en condiciones de controlar el volcán de sentimientos
que a veces le perturba el corazón. En esos casos es me-
jor respetar su dolor. Minutos después, cuando el avión
ya estaba en vuelo, pareció estar más tranquila. De re-
pente me miró y sonrió.
-¿Está todo bien? -le pregunté.
-No -me respondió moviendo la cabeza-. Nada es-
tá bien; todo está mal.
Después me contó el motivo de su viaje. Hacía poco
más de un mes que había perdido a su esposo, y ahora
le había llegado la infausta noticia del fallecimiento de
su hijo.
-Nunca le hice mal a nadie -me decía mientras llo-
raba en silencio-. Voy a misa todos los domingos, cum-
plo mis deberes de cristiana y ayudo a los necesitados.
¿Por qué, entonces, Dios permite que haya tanto dolor
en mi vida?
Intenté consolarla hablándole del amor de Jesús, y le
leí un pasaje del Apocalipsis.
(15)
16 ELAPOCAilPSIS: ¿UN MISIERIO O UNA REVElACIÓN?

Sus ojos se iluminaron de repente.


-¿Eso está en el Apocalipsis? -me preguntó ansiosamen-
te.
Cuando asentí, añadió:
-Siempre tuve miedo de leer el Apocalipsis, porque creía
que sólo anunciaba desgracias.
Y si le preguntas a la gente, verás que la mayoría, tal como
esta señora, relaciona el Apocalipsis con tragedias, destruc-
ción, plagas, el fm del mundo y misterios incomprensibles.

Qué dice.~·· ~P.~Cf:tlipsis acerca de si mi~mo


Pero, ¿qué dice el Apocalipsis acerca de sí mismo? ¿Con
qué declaración comienza? Veamos: "La revelación de Jesucris-
to, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto". 1
El Apocalipsis es una revelación. No tiene nada que ver con
cosas ocultas y misteriosas. Por medio de él, Dios quiere revelar
algo muy importante a los seres humanos. Es algo que "debe
suceder pronto". Algo de consecuencias eternas para los indivi-
duos, las familias y las naciones. Nadie puede encarar un mile-
nio sin saber lo que éste depara. ¿Qué hay detrás del sombrío
panorama que observamos? ¿Creó Dios a los seres humanos
para abandonarlos a su suerte? ¿Continuará la muerte cau-
sando dolor y arrebatándonos a nuestros seres queridos?
El Apocalipsis es la respuesta divina para el hombre con-
fundido y desorientado de este tiempo. Pero, ¿cómo podríamos
entenderlo sin caer víctimas del fanatismo simplista o de las
complicaciones teológicas? Si el libro contiene un mensaje tan
importante, ¿habría Dios limitado su interpretación a unos po-
cos privilegiados? ¿Cuál es el mensaje del Apocalipsis para ti
hoy? ¿Qué quiere comunicarte el Señor?

~~mo entender el Apocalipsis

Para entender este libro es necesario conocer su contexto


histórico. ¿Quién lo escribió? ¿Por qué se lo escribió? ¿Cómo y
para quiénes se lo escribió en primer lugar? ¿Cuál era la situa-
EL APOCALIPSIS: ¿UN MISTERIO O UNA REVElACIÓN? 17

ción política, social y cultural del mundo cuando se lo escri-


bió? No se lo puede estudiar seriamente sin conocer estos deta-
lles.
Todos los estudiosos de las Escrituras aceptan que San
Juan, el discípulo amado de Jesús, es el autor del libro. En el
momento cuando se escribió el Apocalipsis, San Juan era el
único sobreviviente de los discípulos del Señor. Era tan conoci-
do por las iglesias cristianas de la época, que bastaba que se
presentara como Juan, siervo de Jesucristo. Y entre San Juan
y Jesús había una hermosa historia de amor, fe y comunión
que nos ayudará a entender el libro.
Cuando Jesús llamó a San Juan, sólo era un humilde pes-
cador. Impetuoso y egoísta, su personalidad era ruda y violen-
ta. Se lo conocía como "el hijo del trueno". Ese carácter le había
acarreado muchos problemas, y no era feliz. Luchó para cam-
biar, pero no lo consiguió hasta que conoció a Jesús y encontró
en él el secreto de la victoria. Na die puede vivir al lado de Jesús
y seguir siendo el mismo. En la diaria comunión con el Señor,
el carácter del Maestro se reproduce en la vida del ser humano.
Eso fue lo que sucedió con San Juan. Buscó a Jesús en cada
instante de su vida. Salió de la rutina de una relación circuns-
tancial, rompió la monotonía de ser sólo un discípulo del
Maestro, y fue el único que recostó su cabeza en el pecho del
Señor.
Pero la presencia física de Jesús entre sus discípulos no
duraría para siempre. Un día la multitud lo prendió. Lo lleva-
ron a la cima de un monte y lo clavaron a una cruz. Todos lo
abandonaron; los discípulos más intrépidos, como San Pedro,
huyeron para salvar la vida. ¿Sabes quién fue el único que se
quedó cerca de Jesús hasta el último momento? San Juan, el
discípulo que había aprendido por experiencia propia que sin
Jesús es imposible vivir.
Las Escrituras cuentan que después Jesús resucitó y se
presentó ante sus discípulos. Imagina la alegría de San Juan al
ver de nuevo a su amado Maestro, pero imagina también su
tristeza cuando el Señor anunció su partida. Los dejaría. Lo
había dicho muchas veces en el curso de los tres años que es-
tuvo con ellos. "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios,
creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a prepa-
2-TM
18 ELAPOCAI.lPSIS: ¿UN MISIERIO O UNA REVElACIÓN?

rar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré


otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, voso-
tros también estéis". 2

Jesús asciende al cielo

Finalmente llegó la hora de su partida. Las Escrituras lo


cuentan así: "Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue
alzado, y lo recibió una nube que lo ocultó de sus ojos". 3
¿Y ahora? ¿Qué hacer? ¿Adónde ir sin el Maestro? Los dis-
cípulos todavía recordaban las últimas palabras de Jesús: "Pe-
ro recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíri-
tu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria y hasta lo último de la tierra". 4
Y eso fue exactamente lo que hicieron. Después del Pente-
costés los primeros cristianos se diseminaron por los cuatro
rincones del mundo conocido en aquella época para predicar
el evangelio de Jesús. Los animaba la promesa que les había
hecho: "Vendré otra vez".
Pero el tiempo iba pasando y Jesús no regresaba. Pasaron
veinte, cincuenta, sesenta años, y el Señor no cumplía su pro-
mesa. Al contrario, el pueblo de Dios padecía una terrible per-
secución. ¿Por qué era perseguido? Veamos. El Imperio Roma-
no dominaba el mundo político de aquel tiempo, y de repente el
culto al emperador se convirtió ·en la religión oficial: todo el
mundo debía adorarlo.

El emperador: un dios a quien debían a.dorar

La razón de este culto era sencilla: El Imperio Romano


abarcaba un conjunto heterogéneo de gente. Diferentes países,
culturas locales, diversas razas y lenguas, etc. ¿Cómo conser-
var la unidad en medio de tanta diversidad? La historia huma-
na prueba que no existe un factor más eficaz para lograr la ho-
mogeneidad que una religión común para todos. El caso es
que ninguna religión ni dios local contaría con la fácil acepta-
ción de todos los demás. Pero había una figura conocida y res-
petada en el mundo político. Su autoridad trascendía las fron-
teras, culturas y religiones locales. ¿Por qué no hacer del empe-
rador una especie de divinidad?
EL APOCALIPSIS: ¿UN MISTERIO O UNA REVELACIÓN? 19

Entonces, negarse a adorar al emperador no era sólo un


acto de irreligiosidad, sino de rebeldía y subversión política. Si
alguien se negaba a quemar incienso delante del busto del em-
perador, no sólo se lo consideraba ateo, sino también rebelde,
desleal y subversivo. Pero los cristianos se atenían a este prin-
cipio: "Al Señor tu Dios adorarás y sólo a él servirás". 5
¿Cómo podían adorar a un ser humano que se atribuía las
prerrogativas de la divinidad? Por causa de esta actitud, los
cristianos fueron perseguidos y asesinados por miles.
De entre todos los emperadores, se puede considerar a Do-
miciano como uno de los más crueles y perversos. Trató de es-
tablecer un gobierno absoluto. Promovió su "divinización" por
medio de holocaustos públicos: quemaban cristianos como an-
torchas vivientes, y a su luz los otros creyentes eran destroza-
dos por fieras hambrientas en el circo romano. 6

San ~1.1an también fue perseguido

Al mismo San Juan lo llevaron a Roma para juzgarlo por


causa de su fe. Allí el antiguo "hijo del trueno", transformado
por la gracia de Cristo en "el discípulo del amor", defendió su fe
y dio testimonio de su amor por Cristo. Sus argumentos eran
contundentes, convincentes, y Domiciano, lleno de ira, mandó
que lo arrojaran en una caldera llena de aceite hirviente; pero
el Señor Jesús preservó la vida de su siervo. 7
Más tarde, por decreto de ese mismo emperador, se envió a
San Juan a la isla de Patmos, un islote rocoso que forma parte
del archipiélago griego y que se encuentra cerca de la costa de
la Turquía actual; allí se enviaba a los delincuentes para que
murieran trabajando como bestias.
En esa isla solitaria, alrededor de los años 95 y 96 de nues-
tra era, aconteció todo. Un sábado San Juan fue tomado en vi-
sión y llevado en el Espíritu a las cortes celestiales para que
desde allí pudiera ver el desarrollo de la historia, "las cosas
que has visto, las que son y las que han de ser después de és-
tas".8 Dios le dio a San Juan el mensaje del Apocalipsis por-
que su pueblo necesitaba entender lo que estaba sucediendo.
¿Por qué parecía que Jesús se había olvidado de sus siervos?
¿Dónde estaba la promesa de su advenimiento? ¿Por qué la in-
justicia prevalecía sobre la justicia? ¿Por qué prosperaban los
20 EL APOCALIPSIS: ¿UN MISTERIO O UNA REVElACIÓN?

malos, mientras los que trataban de servir a Dios padecían


persecución y muerte? ¿Qué podían hacer los cristianos? ¿Qué
esperanza podían tener cuando ya habían pasado casi cien
años y Jesús no había vuelto? Entre ellos no había sabios ni
poderosos. ¿Cómo podrían enfrentar el poderío de Roma, que
nadie se atrevía a desafiar?

Po~ ~ué ~e escriJ)i~ ~~ Apocalipsis

Se encontraban en una disyuntiva: César o Cristo. El Apo-


calipsis se escribió para fortalecer la fe de los hijos de Dios, pa-
ra explicarles el porqué de esa aparente tardanza y paramos-
trarles el desarrollo de la historia desde esos días hasta el fin.
Nada de lo que sucede hoy quedó sin ser revelado. Las gue-
rras, la explotación social y económica, los problemas ecológi-
cos, la explosión demográfica, el desequilibrio climático, las
tragedias en el mar, la tierra y el aire; todo fue objeto de la reve-
lación, todo tiene su razón de ser, todo tiene una explicación.
Todo es consecuencia de un conflicto cósmico que comenzó
hace muchísimo tiempo en un distante lugar del Universo.

¿Por.. qué .tantos símbolos?

Pero si Dios quería explicarle todo eso a sus hijos, ¿por qué
tantas figuras y tantos símbolos? Al leer el Apocalipsis te vas a
encontrar con corderos, monstruos, cuernos, bestias, sellos,
trompetas, plagas, caballos de diversos colores, seres extraños
con rostro de buey y león; en fin, con unos tres mil símbolos y
figuras. Pero si el Apocalipsis es una revelación importante pa-
ra los seres humanos, si tiene que ver con verdades eternas y
también con la vida y la muerte del hombre, ¿por qué tanto
aparente misterio? ¿No podría Dios haber dado su mensaje de
manera más clara? Por cierto que sí, pero recuerda que cuando
San Juan escribió el Apocalipsis la iglesia cristiana era perse-
guida por el poder político de Roma. El mensaje del Apocalipsis
presentaba la caída del Imperio. ¿Te imaginas lo que habría
pasado con la iglesia si los dirigentes de Roma hubiesen podido
entender el Apocalipsis?
EL APOCALIPSIS: ¿UN :MISTERIO O UNA REVElACIÓN? 21

El Apocalipsis y el anticristo

Verás también que el Apocalipsis habla acerca del anticristo


y de cómo ciertas fuerzas ocultas del mal tratarían de destruir
la Palabra de Dios a lo largo de la historia. ¿Te imaginas lo que
sucedería si las personas vinculadas con el anticristo pudieran
entender?
Después de todo, los símbolos del Apocalipsis no constitu-
yen un idioma destinado a los filósofos. A diferencia de las
ideas abstractas que ellos acostumbran a manejar, que sólo
entiende una aristocracia intelectual, los símbolos del Apocalip-
sis constituyen un idioma accesible a todos: cultos e incultos,
niños y adultos, ricos y pobres. 9

Una revelación. urgente

El Apocalipsis es la revelación urgente de algo extraordinario


que necesitas saber al encarar un nuevo milenio. Es algo que
implica vida o muerte, salvación o perdición, y ese algo es que
está en marcha un conflicto cósmico que atañe a los seres hu-
manos, y del cual tú no te puedes desentender. Es una lucha de
consecuencias eternas. Es la batalla en procura de la conquista
del corazón humano. No abarca sólo a los hombres, sino tam-
bién a las fuerzas de la naturaleza. Sólo que, como todo conflicto,
está llegando a su etapa final, y es urgente que los seres huma-
nos conozcan la verdad revelada para esta hora.
Referencias
1
Apocalipsis 1:1. (Todas las citas bíblicas están sacadas de la versión Reina-Valera 1995.)
2
S. Juan 14:1-3.
3
Hechos 1:9.
4
Hechos 1:8.
5 S. Mateo 4:10.
6
Donald McFayden, "The Occasion of the Dominiatic Persecution" [La ocasión de las per-
secuciones de Domiciano], American Joumal ojTheology (Revista Norteamericana de Teología),
t. 14, págs. 45-66.
7
"Prescripción contra los herejes". 36, Padres ante nicenos, t. 3, pág. 260.
8 Apocalipsis 1: 19.
9
V. Fantone, El hombre y Dios, págs. 33-35.
3

-
COMO COMENZO- EL
-
CONFUcrO COSMICO

n marzo de 1995, en una pequeña localidad del

E estado de Luisiana, Estados Unidos, Sarah Ad-


monson, una estudiante universitaria, rubia y de
19 anos, entró en el negocio de una estación de servicio y
disparó un tiro a quemarropa contra Patsy Byers, la caje-
ra del negocio. La bala atravesó una vértebra y salió por
la nuca. Patsy sobrevivió, pero quedó paralítica para el
resto de su vida. Cuando la entrevistaron dijo: "Vi el de-
monio en el rostro de esa mujer".
Este suceso diabólico fue el complemento de otro cri-
men cometido a sangre fria 24 horas antes por la mis-
ma Sarah y su novio, Ben Dorros, en un pueblo cercano.
El detalle curioso es que los crímenes cometidos por
estos jóvenes eran reproducciones casi exactas de esce-
nas ficticias de la película Asesinos por naturaleza de
Oliver Stone. En la película, la pareja protagonista se
atiborra de drogas y tiene visiones del demonio mientras
viaja en su auto para matar gente a sangre fria.

¿Quién tiene la culpa?

Las preguntas que surgen, entonces, son éstas:


¿Quién tuvo la culpa de esos crímenes? ¿Las drogas?
¿La película? ¿Los mismos jóvenes? ¿El demonio? "El
(23)
24 CÓMO COMENZÓ EL CONFLICTO CÓSMICO

demonio sirve para hacer creer que los causantes de estas des-
gracias no tienen la culpa, ya que el mal siempre está detrás de
todo", dice el profesor Carlos Roberto Nogueira, de la Universi-
dad de San Pablo, Brasil.
A su vez Renato Mezán, uno de los psicoanalistas más fa-
mosos de América Latina, afirma que el exorcismo de la pose-
sión demoníaca es sólo "un mecanismo de protección. La perso-
na desea expulsar de sí misma todo lo que considera peligroso
y condenable". 1
Las declaraciones de estos dos estudiosos nos muestran lo
que la gran mayoría piensa hoy acerca del demonio: es sólo
una idea, una fuerza, o un "mecanismo de defensa", como lo
afirma Mezán. Pero, ¿qué dice la Escritura respecto de este
asunto? ¿Qué tiene que ver todo esto con el Apocalipsis? Vea-
mos.
¿Existe el demonio realmente?

El Apocalipsis es categórico cuando afirma que el demonio


es un ser real y personal, y no sólo una idea o una fuerza moti-
vadora del mal. Confirma lo que está escrito: "El diablo ha des-
cendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiem-
po". 2 No hay duda. El diablo existe. Está aquí, en este mundo, y
les produce dolor, tristeza, muerte, depravación y corrupción a
los seres humanos.
Pero, ¿de dónde salió? Las Escrituras no nos dicen mucho al
respecto, pero sí se explayan en cuanto a las consecuencias del
mal. El propósito de Dios consiste en mostrarnos que el mundo
está regido por leyes perfectas, establecidas para preservar la
vida, y que la falta de respeto hacia ellas puede acarrear conse-
cuencias trágicas. ¿Te imaginas lo que sucedería si, por ejem-
plo, alguna vez los planetas y los astros decidieran no seguir
más las órbitas que les tienen asignadas las leyes físicas?
Las Escrituras nos cuentan que en el principio reinaba la
más perfecta armonía, y que la felicidad era la norma en el
vasto Universo. Las criaturas celestiales se regocijaban en reco-
nocer a Dios como el Ser supremo y Creador de todo, y se sen-
tían felices de honrar su nombre y darle gloria. 3 Ese loor y ese
reconocimiento eran voluntarios, porque eran seres libres.
CÓMO COMENZÓ EL CONFLICTO CÓSMICO 25

Eran frutos del amor a Dios. El amor impulsó al Creador a


compartir su vida, pero no puede existir el amor donde no hay
libertad. Por lo tanto, la posibilidad de amar o de rechazar a
Dios, de servirlo o alejarse de él, de hacer el bien o el mal, era
parte de un mundo perfecto. Si no hubiera existido la posibili-
dad de hacer el mal, los seres celestiales no habrían sido libres
sino esclavos. Habrían obrado bien sólo porque no tenían otra
posibilidad. ¿Te das cuenta? Un Universo perfecto exigía liber-
tad, y ésta implicaba la posibilidad de seguir dos o más cami-
nos diferentes.
¿Es Dios el creador del mal?

¿Quiere decir, entonces, que Dios creó el mal? No, porque el


mal no se limita a una simple posibilidad. El mal es la rebe-
lión contra los principios del bien; el mal es la decisión delibe-
rada de cometerlo. Desgraciadamente, esa fue la decisión de
Lucifer, el ángel más famoso del Universo. Se rebeló contra
Dios e intentó expulsarlo del gobierno celestial. Acusó al Crea-
dor de dos cosas: en primer lugar, según Lucifer, los seres ce-
lestiales podían ser más felices y más libres si no existieran to-
das esas leyes que rigen el Universo. En segundo lugar, y según
su parecer, Dios era un dictador arbitrario que cercenaba la li-
bertad de sus criaturas; por lo tanto él, Lucifer, era el ser indi-
cado para gobernar el Universo. Estos serían finalmente los
dos puntos de controversia entre Dios y Lucifer a lo largo de la
historia humana: obediencia y adoración.
Observa cómo describe la Escritura lo que sucedió en el
Cielo: ''Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y
de acabada hermosura ... Tú, querubín grande, protector, yo te
puse en el santo monte de Dios ... Perfecto eras en todos tus
caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en
ti maldad". 4
Las Escrituras dicen algo más. Afirman que Lucifer comen-
zó a diseminar entre los ángeles sus dudas y acusaciones, y
Dios no podía permitir indefinidamente en el cielo esta situa-
ción. Por eso el Apocalipsis nos dice: "Entonces hubo una gue-
rra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón.
Luchaban el dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron ni se
halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran
26 CÓMO COMENZÓ EL CONFLICTO CÓSMICO

dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el


cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus
ángeles fueron arrojados con él". 5
Esto es lo que enseñan las Escrituras acerca del origen del
diablo; ciertamente, es poco para entender todo el asunto. El
propósito de la Escritura no es explicar todo detalladamente,
ni hacer historia, sino enseñarnos que cuando nos separamos
de Dios, nos apartamos de la vida y comenzamos a caminar
rumbo a la muerte y la destrucción. Muchos de los aspectos
del origen del mal siguen siendo profundos misterios para los
seres humanos.
Aceptamos que los hombres pecan porque existe un instiga-
dor, el diablo, que induce a los seres humanos a cometer peca-
dos, pero es imposible comprender cómo un ser perfecto, en
un cielo perfecto, optó por la desobediencia a pesar de ser un
ángel lleno de sabiduría. ¿Cómo se pudo perder Lucifer en la
selva de su raciocinio? ¿Por qué alimentó envidia y celos contra
Dios si había sido creado puro y sin defecto? Estos son algunos
de los asuntos que la Biblia no nos revela, y ante los cuales la
mente humana debería inclinarse con respeto. Después de to-
do, Dios y sus misterios son tan vastos como las aguas del
océano, y nuestra mente es apenas como un pequeño recipien-
te. ¿Cómo podría caber toda el agua del océano en un vaso?

~~f)r _qué no .~f!Struyó Dios al en~migo?

Pero surgen otras preguntas: ¿Por qué no destruyó Dios al


diablo en cuanto se manifestó? ¿Por qué permitió que engañara
a la "tercera parte de los ángeles"? 6 ¿No habría sido mejor po-
nerle fm al mal en el mismo comienzo de su historia?
Para entenderlo, razonemos de la siguiente manera: ¿Qué
habría sucedido si Dios hubiese destruido al diablo en el mis-
mo comienzo de su campaña subversiva? Recuerda que los se-
res creados sólo conocían el bien; no tenían experiencia alguna
con el pecado. Por lo tanto, la acusación de Lucifer de que Dios
era injusto y les había dado a sus criaturas una ley imposible
de cumplir podía tener algún sentido. ¿Cómo saberlo si Lucifer
no tenía tiempo para probar la validez de sus ideas? Si Dios lo
hubiera destruido, los seres celestiales habrían comenzado a
CÓMO COMENZÓ EL CONFLICTO CÓSMICO 27

obedecer al Creador por temor y no por amor, y de allí en ade-


lante quedaría para siempre la duda de que tal vez el ángel re-
belde tenía razón.
Por consiguiente -para bien de todas las criaturas celes-
tiales, para que nunca cupiera duda alguna en cuanto a la
justicia y la sabiduría divinas, y para apartar toda sombra de
sospecha que pudiera manchar el gobierno de Dios-, era nece-
sario que el mal siguiera su curso hasta el momento en que to-
dos en el Universo llegaran a la conclusión de que el diablo es-
taba equivocado en sus acusaciones y en su rebeldía.
El tiempo transcurrió, y hoy nadie en el resto del Universo
puede albergar la menor duda de que Lucifer está equivocado.
Las tragedias que el pecado produjo en este planeta: el dolor, la
muerte, el sufrimiento, la autodestrucción del ser humano, la
violencia, el egoísmo, la depravación; todo está a la vista de los
seres de los otros mundos. Son millones y millones los que es-
tán a la expectativa. "¡Hemos llegado a ser un espectáculo para
el mundo·, para los ángeles y para los hombres!" 7
Estamos, pues, en el centro de la atención del Universo.
Millones de seres creados observan de qué manera desarrolla el
diablo sus actividades, y cómo su verdadero carácter se mani-
fiesta cada vez más por medio de sus obras.

¿Por qué mueren los niños indefensos? ¿Por qué nacen ino-
centes defectuosos? ¿Por qué tanta hambre, tanto egoísmo,
tanta violencia? ¿Existiría todo esto si los seres creados hubie-
sen obedecido siempre las leyes protectoras de la vida estable-
cidas por Dios? ¿Quién indujo a esas criaturas a pensar que
tales principios eran arbitrarios y existían sólo para satisfacer
el egoísmo de un dictador divino? El próximo capítulo nos
cuenta de qué manera el conflicto se trasladó a este planeta.
Referencias
1
Revista Veja, 31 de julio de 1996, pág. 80.
2
Apocalipsis 12:12.
3
Job 38:4-7.
4
Ezequiel 28:12-15.
5 Apocalipsis 12:7-9.
6 Apocalipsis 12:4.
7
1 Corintios 4:9.
4

CÓMO EL CONFUcrO
.,
SE TRASLADO
A ES 1E PLANETA

n octubre de 1996 se estrenó en los Estados

E Unidos la serie Milenio, de Chris Carter, pro-


ductor norteamericano, quien después de ex-
plotar fenómenos sobrenaturales en su serie anterior,
en ésta presenta una versión suya del Apocalipsis. En
el comienzo de su nueva serie afirma que "no podemos
explicar qué es el mal, pero podemos descubrir el lado
maligno del ser humano" . 1
La serie logró la extraordinaria cifra de doce millo-
nes de hogares alcanzados en los Estados Unidos. En
ella explota el miedo de los espectadores con escenas
de un mundo violento y pavoroso.
¡Un mundo violento y pavoroso! Es exactamente la
clase de mundo en que estamos viviendo. Un mundo
en guerra. No importa dónde vivas, ya sea en Buenos
Aires o Río de Janeiro, en El Alto de La Paz o en el cen-
tro financiero de Montevideo. Éste es un mundo en
guerra. No se trata de una guerra con tanques y caño-
nes. No es Oriente contra Occidente, ni el comunismo
contra el capitalismo. Es una lucha entre el bien y el
mal, entre la verdad y el error. Lo asombroso de todo
esto es que esta guerra no se desarrolla en el aire, ni en
la tierra ni en el mar. El campo de batalla es la mente y
(29)
30 CÓMO EL CONFLICTO SE TRASLADÓ A ESTE PLANETA

el corazón de los seres humanos.

La lucha comenzó en el cielo

La lucha comenzó en el cielo y se trasladó a la Tierra. El


Apocalipsis dice: "Entonces hubo una guerra en el cielo: Mi-
guel y sus ángeles luchaban contra el dragón. Luchaban el
dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron ni se halló ya lu-
gar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón,
la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ánge-
les fueron arrojados con él". 2
El análisis de cómo este conflicto se trasladó a la Tierra
nos ayudará mucho para comprender el Apocalipsis. El re-
gistro de toda la historia está en la Biblia. En el primer capí-
tulo del Génesis encontramos el relato de la creación de un
mundo perfecto, y en el tercer capítulo se describe el comien-
zo del gran conflicto en este planeta: la lucha por el dominio
de la mente de los seres humanos, el esfuerzo del enemigo
para destruir la lealtad del hombre hacia Dios. Los puntos
críticos son los mismos del comienzo del pecado en el cielo: la
adoración y la obediencia.
La historia comienza de esta manera: "La serpiente era
más astuta que todos los animales del campo que Jehová
Dios había hecho, y dijo a la mujer: '¿Conque Dios os ha di-
cho: "No comáis de ningún árbol del huerto" '?"3

El enemig()_ ~i~111P~~- Sf! disf.r.~~~-


En este versículo observamos la principal estrategia del
enemigo. No se presenta como realmente es, sino que aparece
disfrazado; se esconde, fmge, se disimula y aparenta ser lo
que no es.
La serpiente era la criatura más hermosa de la creación.
No era el animal repulsivo que hoy conocemos. Se arrastra
sobre su vientre como consecuencia de la maldición que reca-
yó sobre ella después de la entrada del pecado. 4 Pero antes de
eso era un animal de extraordinaria belleza, por el que Eva
CÓMO EL CONFLICTO SE TRASLADÓ A ESTE PLANETA 31

no tenía motivos para sentir temor o desear huir. El enemigo


parecía amigo. Su compañía era agradable. Así fue en el jar-
dín del Edén, así también ha sido a lo largo de la historia y
seguramente es lo mismo en nuestros días.
Las Escrituras afirman que "el diablo, como león rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar". 5 Y añade que "el
mismo Satanás se disfraza de ángel de luz". 6
No creas que si en el gran conflicto de los siglos él te qui-
siera enrolar en su ejército, se identificaría con su verdadero
nombre. Se presentaría ante ti como algo maravilloso y se-
ductor. Puede ser que aparezca como una hermosa teoría,
una filosofía deslumbrante, una religión fascinante o hasta
como un ángel de luz.
El texto de las Escrituras nos dice también que el enemigo
no sólo se disfraza él, sino que también disfraza sus propósi-
tos. No le dijo a Eva que estaba allí para destruirla y para
acarrear la desgracia de todas las generaciones futuras. Se
limitó a llevarla al terreno de la religión. Usó la Palabra de
Dios/ pero la torció e intentó darle otro sentido: "¿Conque
Dios os ha dicho: 'No comáis de ningún árbol del huerto'?" 8
Dios no había dicho eso, pero el enemigo introdujo una leve
modificación en lo que el Señor había declarado. Casi nada.
¿Te das cuenta? El diablo es religioso. Acepta la Palabra de
Dios. No la niega; no lucha ostensiblemente contra ella. Sólo
la tuerce un poco: lo suficiente como para sugerir descon-
fianza. "¡No necesitas ser tan puntillosa! ¡No puedes tomar
tan en serio la Palabra de Dios! ¡Vamos, Eva! ¿En qué se dife-
rencia este árbol de los demás del jardín? Después de todo,
todos los árboles son iguales. ¿No te parece?"

Algunas estratage".'as del enemig~ .....

Querido amigo, querida amiga, recuerda bien este argu-


mento, porque ha aparecido muchas veces en el curso de la
historia, y seguirá apareciendo: "No hay que tomar tan en
serio la Palabra de Dios". "Hay que tener mente amplia".
"Dios no puede estar preocupado de detalles tan insignifi-
cantes". Graba estos argumentos en tu mente, porque se los
32 CÓMO EL CONFLICTO SE TRASLADÓ A ESTE PLANETA

usará profusamente a medida que nos acerquemos al fin de


la historia.
El siguiente paso de la serpiente, después de minar la
confianza de Eva en la Palabra de Dios, consistió en condu-
cirla a la desobediencia. "Come este fruto; no temas. Nada te
va a pasar. Comer fruta no es moralmente malo. Dios está
tan ocupado con este vasto Universo que no tiene tiempo pa-
ra preocuparse de un detalle tan insignificante".
Después Satanás se puso a discutir con Eva acerca del
fruto mismo. Aparentemente tenía razón. Sólo se trataba de
una fruta; pero lo que estaba en juego no era la fruta en sí,
sino la obediencia. Es muy fácil para los seres humanos dis-
traerse con las cosas extemas y olvidarse de la profunda rea-
lidad de las cosas que no se ven.
En el gran conflicto de los siglos, el enemigo repetirá vez
tras vez la misma estrategia. Inducirá a la humanidad a pen-
sar que Dios no puede estar preocupado de "esos detalles
tan insignificantes", olvidando que lo que realmente está en
juego no son los "detalles" sino la adoración y la obediencia
que Dios merece.
La obediencia es importante para Dios porque el ser hu-
mano es importante. El Señor toma en serio la obediencia
porque ama a los seres humanos y está al tanto de los peijui-
cios que ocasiona la desobediencia tanto en la relación de los
seres humanos entre sí como en su carácter.
Pero los seres humanos se entusiasmaron ante la posibili-
dad de dejar a Dios de lado en sus vidas. Les fascinó la idea
de ser ellos mismos sus propios dioses. "Serán abiertos vues-
tros ojos -dijo el enemigo- y seréis como Dios, conocedores
del bien y el mal". 9
Este fue el comienzo del intento del ser humano de tras-
pasar su límite de ser creado para volverse divino. Esta es
nuestra historia actual. Este pasaje de las Escrituras, por
más antiguo que parezca, refleja la manera de pensar y de
actuar del hombre moderno. Dios, para él, no pasa de ser un
tema de discusión, y deja de ser el supremo Soberano de la
vida.
En los países latinos, como los nuestros, el 99°/o de la po-
blación asevera creer en Dios, pero apenas el 59% ha leído
CÓMO EL CONFLICTO SE TRASLADÓ A ESTE PLANETA 33

alguna vez algún pasaje de la Escritura, y menos del 40o/o


asiste regularmente a la iglesia. (Ciertos estudios serios ase-
veran que apenas el 3o/o de los que se confiesan creyentes
son en realidad practicantes.) Este es el dios que la serpiente
quería que los seres humanos adoraran: sólo de nombre, un
dios con el que el hombre podía relacionarse sin contraer
compromiso alguno.

Instrumento,~.~~~ enf!.rnigo

A lo largo de los siglos el enemigo empleó diferentes ins-


trumentos humanos para oponerse a la soberanía divina:
Karl Marx, para quien la religión era el opio de los pueblos;

3-TM
34 CÓMO EL CONFLICTO SE TRASLADÓ A ESTE PLANETA

Sigmund Freud, que consideraba que la fe era una forma de


puerilidad; Charles Darwin, que buscó las raíces de la especie
humana en la figura ridícula de un mono; Friedrich Nietzs-
che, que tuvo la osadía de anunciar "la muerte de Dios".
Y qué decir del racionalismo, que indujo al ser humano a
endiosar su propia capacidad de filosofar, o la tecnología que
rodea al hombre de tantas maravillas como las computado-
ras, o el teléfono celular, o los aviones a retropropulsión y los
viajes espaciales, para llegar a la conclusión de que Dios es
descartable.
¿Necesita el hombre buscar a Dios en este siglo de tanta
tecnología? Ésta es la gran pregunta que el ser humano se
hace a sí mismo. Y se confunde. Tan confuso está realmente,
que corre de aquí para allá tratando de encontrar las res-
puestas a sus propias preguntas.

¿Vale la pena adorar a Dios? ¿Hay que prestarle atención


a las Escrituras? ¿Puede un libro tan antiguo tener respues-
tas para las inquietudes modernas? En fin, el enemigo consi-
guió erosionar la confianza del hombre en Dios en relación
con estos dos vitales asuntos: la adoración y la obediencia.
Además, introdujo un tercer tema: "No moriréis". 10 "Dios dijo
que si comían del fruto de este árbol ciertá.mente morirían,
pero no es cierto -dijo la serpiente-. La muerte no es el fm
de la existencia sino sólo la transición a otra forma de vida.
Te puedes reencarnar después de muerto. O puedes llamar a
1os espíritus de los muertos y conversar con ellos".
¿No es fascinante esta idea? Sí, mi amigo. Este es un
mundo que se encuentra en medio de un conflicto. Hay dos
fuerzas que están tratando de conquistar el corazón humano.
Dios dice: "Morirán". En cambio el diablo afirma: "No mori-
rán". Dios aconseja: "No comas". El diablo contradice y afir-
ma: "Si comes, serás como Dios". Hay dos fuerzas en pugna y
tú estás en el medio. Tu corazón y tu mente son los objetivos
de ambos contendientes. El conflicto comenzó en el Cielo y
se trasladó a esta Tierra, y, nos guste o no, todos nosotros
estamos implicados en él. No podemos huir. No hay manera
CÓMO EL CONFLICTO SE TRASLADÓ A ESTE PLANETA 35

de ser neutrales. Estamos en un bando o en el otro. Este es


el gran desafio que nos presenta el Apocalipsis.

Referencias
1
TV Folha., 27 de abril de 1997.
2
Apocalipsis 12:7-9.
3 Génesis 3: l.
4
Génesis 3:14.
5 1 S. Pedro 5:8.
6 2 Corintios 11:14.
7
La palabra que Dios pronunció en ese momento equivale a lo que es la Escritura hoy.
8 Génesis 3: l.
9
Génesis 3:5.
10 Génesis 3:4.
5

¡LA HORA
DESUJUICIO
HAIIEGADO!

staba en Nueva York la mañana cuando se

E anunció la sentencia con respecto a O. J. Simp-


son, acusado de haber dado muerte a su ex es-
posa y a un amigo de ella.
En una especie de restaurante ubicado en la esqui-
na de las calles 216 Este y 45, los propietarios coloca-
ron una enorme pantalla de televisión y mucha gente
se reunió para ver y escuchar el veredicto final. En
realidad, Estados Unidos se paralizó por dos minutos.
La expectativa fue general, y el resultado del juicio
provocó las más diversas reacciones.
Los padres de las víctimas lloraban, sintiéndose im-
potentes frente al veredicto que declaraba que Simp-
son era inocente de las acusaciones que se le habían
hecho. El acusado, en cambio, respiraba aliviado y ale-
gaba que se había hecho justicia.

En el Apocalipsis se nos anuncia otro juicio. Se tra-


ta de un juicio universal y de consecuencias eternas.
Un día Lucifer dijo que él tenía razón y que Dios estaba
equivocado. El Creador le dio el tiempo necesario para
(37)
38 ¡LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO!

probar la validez de sus acusaciones y para aclarar toda du-


da en la mente de los seres creados. Pero finalmente llegó el
día cuando todas esas acusaciones y sus resultados deberán
ser sometidos a juicio.
En el capítulo 14 del Apocalipsis el apóstol San Juan nos
permite contemplar una escena crucial del gran conflicto en-
tre el bien y el mal: "Vi volar otro ángel que tenía el evangelio
eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda
naci_gn, tribu, lengua y pueblo". 1
¿Quién es este ángel y qué representa? En el Apocalipsis
se mencionan a muchos ángeles. En esta oportunidad San
Juan vio otro ángel. Este "ángel" o "mensajero" representa,
de acuerdo con los estudiosos de las Escrituras, a "los santos
de Dios ocupados en la tarea de proclamar el evangelio eter-
no".2 Después de todo, la misión de predicar el evangelio les
fue dada por Jesús a sus discípulos antes de la partida del
Maestro. 3 Quiere decir que hoy existe en este mundo un pue-
blo especial con un mensaje especial para los moradores de
la Tierra.
El mensaje que esta gente proclama es el siguiente: "¡Te-
med a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha lle-
gado!"4 Este mensaje es de suma importancia, porque es el
anuncio del día de ajuste de cuentas: ¡Finalmente llegó la
hora del juicio! Cuando éste termine, todo el Universo sabrá
sin sombra de duda quién tenía razón: si Satanás o Cristo.
Hace ya mucho tiempo que Lucifer dijo en los cielos que Dios
es tirano, arbitrario y cruel. Lo acusó de establecer principios
de vida que nadie puede cumplir, y que por lo tanto no mere-
cía ni adoración ni obediencia. Pero ya llegó el momento del
veredicto fmal. La historia se encargó de acumular las prue-
bas. Se abrirán los libros y el juicio comenzará.

~fi_r.~ac~~-~~-~--~-~~-~~-~~~. -~~.. J~icio


La Escritura está llena de afirmaciones que confirma.!\_
que la raza humana será sometida a juicio. Observemos algu -"
nas de ellas:
l. "Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda
¡LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO! 39

cosa oculta, sea buena o sea mala". 5


2. "Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al
mundo con justicia". 6
3. "Porque es necesario que todos nosotros comparezca-
mos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba se-
gún lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea
bueno o sea malo". 7
Pero la gran pregunta es ésta: ¿Cuándo será el juicio?
¿Cuál es el momento exacto en que comenzará? Si nuestro
destino etemo está en juego, ¿no deberíamos preocuparnos
de estudiar las profecías con el fm de estar preparados para
ese día?
Ya dijimos que para comprender las profecías del Apoca-
lipsis es necesario conocer bien el Antiguo Testamento, por-
que en el Apocalipsis muchos detalles proféticos del Antiguo
Testamento adquieren pleno sentido. El Apocalipsis nos pre-
senta el maravilloso final de la historia que comenzó en el
Génesis.

~C:~éÍ"..t.f~ .!=.~~~~~~~.él.f:!~j~i~io?
Por lo tanto, para darnos cuenta de cuándo comienza el
juicio mencionado por el Apocalipsis, es necesario revisar la
historia que nos narra la Escritura, cuando celebraba su jui-
cio el pueblo de Israel, que era el pueblo de Dios del Antiguo
Testamento.
Según la Mishná (una colección de comentarios judíos),
el juicio de Israel comenzaba el primer día del séptimo mes,
con la fiesta de las Trompetas, y terminaba en el décimo día,
con la ceremonia de la Expiación. Los judíos celebran hasta
hoy esa ceremonia, y al día en que la celebran lo llaman
"Yom Kippur", que literahnente quiere decir: "Día del Perdón"
o "Día del Juicio". 8
En ese día cada verdadero israelita renovaba su consa-
gración a Dios y confirmaba su arrepentimiento, de modo
que quedaba perdonado y limpio. 9
En ese día el sumo sacerdote efectuaba la purificación del
santuario, para lo cual ofrecía sacrifi~ios de animales. Pero,
40 ¡lA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO!

-~~~--
-~;~~
,-
..
·--.-

e ' "'"'"<~- • -~

4,.,,.
1

por favor, tome nota de lo que la Escritura dice al respecto:


"Fue, pues, necesario que lasjiguras de las cosas celestiales
fueran purificadas así; pero las cosas celestiales mismas,
con mejores sacrificios que éstos, porque no entró Cristo en
el santuario hecho por los hombres, figura del verdadero, sino
en el cielo mismo, para presentarse ahora por nosotros ante
Dios". 10
Si analizas cuidadosamente esta declaración de las Escri-
turas, llegarás a la conclusión lógica de que existe un San-
tuario en el Cielo, del que el santuario terrenal del pueblo de
Israel era sólo una figura.
Pues bien, si el día de la purificación del santuario terre-
nal era un día de juicio para el pueblo de Israel, está claro
que el día de la purificación del Santuario celestial es el día
¡LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO! 41

del juicio de la humanidad. Pero, ¿cuándo sucederá eso? Si


descubrimos ese dato habremos encontrado la fecha del co-
mienzo del juicio del planeta en que vivimos. ¿No es fasci-
nante? Y ahora viene algo sorprendente. Las Escrituras con-
tienen una profecía, prácticamente desconocida por la hu-
manidad, que nos ofrece lo que buscamos (si tienes un ejem-
plar de la Biblia en tu casa, sólo consúltala). Dicha profecía
está registrada en el libro de Daniel y dice así: "Hasta dos mil
trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purifi-
cado".11
Esta profecía no se puede referir a la purificación del san-
tuario de Israel, porque tal ceremonia se llevaba a cabo una
vez cada año. Es evidente que aquí se está hablando de la
purificación del Santuario celestial. 12

El.c.omien~~ ~~~.J.~~C.i.., ........................ .


Quiere decir que si descubrimos cuándo termina esta
profecía habremos descubierto el día de la purificación del
Santuario celestial; es decir, el día del juicio de los seres hu-
manos.
Los estudiosos de las profecías saben que un día equivale
a un año. 13 Entonces, para conocer cuándo termina este pe-
ríodo de 2.300 años, es necesario saber cuándo comienza.
Esta profecía se le reveló a Daniel con la siguiente adver-
tencia: "La visión de las tardes y mañanas que se ha referido
es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos
días" . 14 Y el profeta añade: "Yo, Daniel, quedé quebrantado, y
estuve enfermo algunos días ... estaba espantado a causa ,de
la visión, y no la entendía". 15
Daniel sigue diciendo que oró pidiéndole a Dios que le re-
velara el significado de la profecía y que, como consecuencia
de eso, el ángel se le presentó nuevamente y le dijo: "Al prin-
cipio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para
enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la
orden, y entiende la visión ... Sabe, pues, y entiende que des-
de la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén
hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y
42 ¡LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO!

dos semanas ... Por otra semana más confrrmará el pacto con
muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la
ofrenda". 16
Este texto contiene los datos necesarios para entender es-
ta profecía. Sobre la base de esta declaración podemos hacer
el siguiente diagrama. Primero lee las explicaciones, y des-
pués examina el diagrama.

1844d.C.
31 d.C.

t
3 112 ' 3 112

~ ' .. ·,, :Jr .. ~ ~


1810
> '
años
>t"~ .Jo " \
·
' ....

l. Observa que el período profético de los 2.300 años co-


mienza cuando salió "la orden para restaurar y edificar a J e-
rusalén". La historia registra que esa orden la dio el rey Arta-
jeijes de Persia en el año 457 a.C. Éste es, entonces, el año
del comienzo del período profético.
2. La profecía decía que desde el año 457 a.C. "hasta el
Mesías Príncipe" (o sea, hasta el bautismo de Jesús), habría
"siete semanas y sesenta y dos semanas". Este total de 69
semanas en lenguaje profético equivale a 483 años. Esto nos
lleva hasta el año 27 d.C., fecha cuando, según la historia,
se llevó a cabo el bautismo de Jesús. Hasta aquí la profecía
se ha cumplido con exactitud.
3. La profecía hablaba de una semana más, que nos lleva
del año 27 al 34 d. C., cuando el pueblo judío apedreó al diá-
¡lA HORA DE SU JillCIO HA LLEGADO! 43

cono Esteban, y con eso se terminó el tiempo asignado al


pueblo judío. "Setenta semanas están determinadas sobre tu
pueblo", 17 había dicho el ángel al explicarle la profecía a Da-
niel. Esto también se cumplió con exactitud.
4. La profecía afirmaba que a la mitad de esta última se-
mana, que nos lleva al año 31 d.C., "hará cesar el sacrificio y
la ofrenda". En otras palabras, al morir Jesús ya no serian
necesarios los sacrificios de animales que Israel llevaba a ca-
bo. La historia registra que exactamente en el año 31 d.C.
Jesús murió, y puedes ver una vez más que la profecía se
cumplió de manera extraordinaria.
5. Hasta este punto todo se cumplió como estaba previsto.
La profecía se le dio a Daniel en tomo del año 536/535 a.C.,_
y siglos después todo se cumplió al pie de la letra. ··
6. Ahora, por favor, sigue mi línea de razonamiento. Si
después de las 70 semanas continuamos computando el
tiempo, concluiremos en que el período de los 2.300 años
termina en 1844. Quiere decir que en ese año, de acuerdo
con la profecía, se purificaría el Santuario celestial; es decir,
comenzaría el gran juicio de la raza humana.

Esto es algo sorprendente y de solemne significado. La


humanidad no puede entrar en un próximo milenio sin sa-
ber que el juicio divino ya comenzó. No se trata de algo que
va a suceder en el futuro. De acuerdo con la profecía, a partir
de 1844 se comenzó a definir el destino de los hombres, y
millones de personas en el mundo ignoran esta verdad. Por
eso el Apocalipsis nos dice que era necesario que se levantara
un ángel para volar por el "medio del cielo ... que tenía el
evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra,
a toda nación, tribu, lengua y pueblo... [para decir] a gran
voz: ¡Temed a Dios y dadle gloria, PORQUE lA HORA DE SU
JUICIO HA LLEGADO!"
Observa que el ángel vuela. Quiere decir que su mensaje
es urgente. El vuelo implica rapidez. No hay tiempo que per-
der. Observa también que el mensaje se da en alta voz. No se
lo puede seguir ignorando por más tiempo. Es necesario que
44 ¡LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO!

se lo pregone en toda la Tierra en beneficio de todos los seres


humanos. Y finalmente observa que este evangelio es eterno.
No es nada nuevo, nada que fue inventado por alguien. Es la
historia del maravilloso amor de Dios por los seres humanos.
Pero el tema del juicio, por alguna razón, no lo entienden
bien los seres humanos. Muchos confunden el juicio divino
con las plagas y las catástrofes que acontecerán antes del re-
greso de Cristo, y que también anuncia el Apocalipsis. Sólo
que esas plagas son parte de la sentencia. Son el resultado
del juicio, no el juicio mismo. La prisión o la pena de muerte,
por ejemplo, no es el juicio de la persona sino su condena-
ción. El juicio es el proceso durante el cual se ventila el caso:
hay un juez, un abogado, un fiscal, y testigos y pruebas. Ob-
serva de qué manera describe el profeta Daniel la escena del
juicio celestial: "Estuve mirando hasta que fueron puestos
unos tronos y se sentó un Anciano de días. Su vestido era
blanco como la nieve; el pelo de su cabeza, como lana lim-
pia ... Un río de fuego procedía y salía de delante de él; miles
de miles lo servían, y millones de millones estaban delante
de él. El Juez se sentó y los libros fueron abiertos" . 18 Ya ves:
¡LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO! 45

ahí está el Juez y también los libros.


Ahora ve, por favor, de qué manera describe el juicio el
Apocalipsis. "Después de esto miré, y vi que había una puerta
abierta en el cielo. La primera voz que oí era como de una
trompeta que, hablando conmigo, dijo: '¡Sube acá y yo te
mostraré las cosas que sucederán después de estas!' "19
¿Después de qué cosas? Después de que la puerta se abriera,
por cierto. Y ¿cuándo se abrió la puerta?
En el santuario de Israel la puerta que llevaba del lugar
santo al santísimo se abría cada añ.o en el Día de la Expia-
ción, que era el día del juicio, y en el santuario celestial "no
entró Cristo en el santuario hecho por los hombres ... sino en
el cielo mismo ... En la consumación de los tiempos, se pre-
sentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para
quitar de en medio el pecado". 20

U_na fecha suma111ente. importé1nte


Quiere decir que en 1844 se abrió la puerta que comunica
el lugar santo con el santísimo en el Santuario del cielo, para
que Jesús pudiera comenzar la purificación del templo del
Señor. Y cuando esa puerta se abrió, observa lo que vio San
Juan: "Al instante, estando yo en el Espíritu, vi un trono es-
tablecido en el cielo, y en el trono uno sentado". 21
Después San Juan describe la escena a lo largo del capí-
tulo 4 del Apocalipsis. Allí se menciona el trono de Dios, ro-
deado de querubines; hay un arco iris por encima del trono, y
en torno 24 tronos más pequeños donde se sientan 24 an-
cianos que declaran: "Señor, digno eres de recibir la gloria,
la honra y el poder". 22 ¿No te parece familiar esta declara-
ción, si la comparas con la del ángel de Apocalipsis 14 que
proclama: "Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su
juicio ha venido"? Los ángeles del cielo y los hombres aquí
en la Tierra confirman que la gloria le corresponde a Dios,
porque alguien quiere usurparla. Después de describir esa
escena, San Juan continúa diciendo: "Vi en la mano derecha
del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro
y por fuera, sellado con siete sellos". 23
¡LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO! 47

Ahí está la escena. El tribunal está listo. Según la profecía


eso ocurrió en 1844, y en este momento se está juzgando a la
humanidad. ¿Cuál es el asunto que está en discusión? ¿Cuál
es la acusación? ¿Cuáles son los argumentos? ¿Quién es el
fiscal? ¿Quién es el abogado defensor? ¿Quiénes son los testi-
gos en este juicio? El telón se levantará y el conflicto de los si-
glos quedará revelado.

Referencias
1
Apocalipsis 14:6.
2
7 CBA, pág. 841.
3
S. Marcos 16:14, 15.
4
Apocalipsis 14:7.
5 Eclesiastés 12:14.
6
Hechos 17:31.
7
2 Colintios 5:10.
8
The Jewish Encyclopedia [La enciclopedia judía). t. 2, pág. 281.
9 Levítico 16:30.
10
Hebreos 9:23, 24 (las cursivas son núas).
11
Daniel8:14.
12
Hebreos 9:23-26.
13
Números 14:34; Ezequiel 4:4-6.
14 Daniel 8:26.
15
Daniel8:27.
16
Daniel 9:23-27.
17
Daniel 9:24.
18
Daniel 7:9, 10.
19
Apocalipsis 4:1 (la cursiva es núa).
20
Hebreos 9:24, 26.
21
Apocalipsis 4:2.
22
Apocalipsis 4: 11.
23
Apocalipsis 5: 1.
6

EL MIS 1ERIO DE LOS


CUAmO JINE 1ES DEL
APOCAUPSIS
ntre las muchas extrañas figuras que aparecen

E en el Apocalipsis, ésta es una de las que más


atemoriza a la gente. También es una de esas
profecías que alimenta la imaginación de los "profetas"
del fm del mundo. Muerte, sangre, espada, hambre y
peste son ingredientes especiales para preparar un
cóctel de terror y llevar a la desesperación y al miedo al
hombre moderno, afligido ya por la violencia que preva-
lece en la sociedad.
Pero, ¿qué hay detrás de esos misteriosos caballos y
sus jinetes? Para entender esta profecía es necesario
no perder de vista el gran conflicto cósmico que co-
Inenzó en el Cielo.

~s acu~~~~f?.rl~_s _ del enemigo


¿Qué acusaciones lanzó Lucifer contra Dios? Bási-
camente dos: la primera tenía que ver con la adora-
ción. Lucifer quería que lo adoraran a él. "Subiré al
cielo -decía-. En lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono y en el monte del testimonio me
sentaré ... sobre las alturas de las nubes subiré y seré
semejante al Altísimo" . 1
La segunda tenía que ver con la obediencia. Según
Lucifer, era imposible que los seres creados pudieran
obedecer los principios preservadores de vida estableci-
dos por el Creador; por eso trató de destruir la Palabra
de Dios.
4-TM (49)
50 EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

El conflicto cósmico comenzó en el Cielo, se transfirió a


este planeta2 y siempre se basó en estos dos puntos: la ado-
ración y la obediencia. A lo largo de la historia el enemigo ha
tratado de atraer la adoración de los hombres hacia su perso-
na y al mismo tiempo ha intentado desvirtuar la Palabra de
Dios. Para conseguir esos dos objetivos emplea todos los me-
dios posibles: engaña, seduce, miente, oculta, disfraza y,
cuando eso no resulta, persigue, usa la violencia, mata y
destruye.
La profecía de los cuatro jinetes del Apocalipsis pone en
evidencia los diferentes métodos que ha usado el diablo a lo
largo de la historia para alcanzar sus objetivos, y presenta
también la manera como reaccionaron los cristianos frente a
las embestidas del enemigo en los diferentes periodos de la
historia. Esto es fundamental para el desarrollo del juicio.
Muchos intérpretes de las Escrituras han considerado
que los cuatro jinetes del Apocalipsis han sido portadores de
juicios divinos. Hasta se han filmado películas en las que se
presentan a esos misteriosos personajes como jinetes venga-
dores que les traen desgracias y tragedias a los seres huma-
nos.

Cómo entender. correctamente el Apocalipsis

¿Serán las inundaciones, los terremotos y los cataclismos


esos juicios divinos que traen estos jinetes? ¿Debería perma-
necer espantada la humanidad delante de las posibles catás-
trofes que anuncian estos jinetes? ¿Hay base en las Escritu-
ras para semejante interpretación? ¡Claro que no! Al Apoca-
lipsis no se le pueden aplicar métodos de aficionados. Ni
tampoco puede ser considerado con liviandad ni fanatismo
irracional. Se lo debe estudiar como parte de la Palabra de
Dios y con su correspondiente proyección histórica.
Al estudiarlo de esta manera, descubrimos que los jine-
tes del Apocalipsis simbolizan los diversos periodos por los
cuales pasaría la iglesia cristiana con respecto a su fidelidad
a la Palabra de Dios.
Esta profecía forma parte de la visión de los siete sellos ..
En el capítulo anterior vimos al Juez cuando se sentó en
su trono para comenzar el juicio. El apóstol San Juan conti-
núa la narración de esta manera: "Vi en la mano derecha del
EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS 51

que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y


por fuera, sellado con siete sellos". 3
Ese libro se abrió para comenzar el juicio. En él están las
pruebas y las evidencias en favor o en contra de los seres
humanos. ¿Cómo vivieron a lo largo de la historia? ¿Fueron
fieles a Dios y le dieron la honra y la gloria que merece?
¿Obedecieron su Palabra, o se dejaron engañar o intimidar
por el enemigo de Dios?
El libro está sellado con siete sellos, y cuando se haya
abierto el último sello, la historia del conflicto entre el bien y
el mal llegará a su fin. Cristo volverá para reivindicar a sus
hijos que siempre permanecieron fieles a él.
Este es un momento solemne. Los sellos se abrirán y el
gran juicio comenzará. Prepárate para examinar los registros
de la historia.

El caballo blanco
Cuando se abrió el primer sello, apareció "un caballo
blanco. El que lo montaba tenía un arco y le fue dada una
corona, y salió venciendo y para vencer". 4
Con este símbolo se revela la pureza, el poder y el triunfo
del evangelio sobre el paganismo en los comienzos de la his-
toria de la iglesia cristiana. El blanco se usa en las Escrituras
como símbolo de pureza. "Aunque vuestros pecados sean co-
mo la grana, como la nieve serán emblanquecidos". 5 Esto es
lo que afirma Isaías al hablar de la pureza de vida del que
está perdonado.
Imaginémonos el cuadro: Jesús acababa de resucitar y
había regresado al cielo. Ahí estaba la iglesia que había fun-
dado. Jesús había venido a este mundo no sólo para salvar a
los hombres, sino también para confirmar una verdad in-
cuestionable: "Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servi-
rás",6 y para enseñar que la Palabra de Dios es inmutable y
eterna. 7 Éstos eran los dos puntos críticos que el enemigo
trataba de desvirtuar.
La figura del caballo blanco nos revela cómo se comporta-
bala iglesia de Jesús durante el primer siglo. Fue un período
de conflicto entre la verdad y el error, entre la verdadera ado-
ración y la falsa. La iglesia fue cruelmente perseguida por no
querer inclinarse ante César, que requería se lo adorara (¿te
52 EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

imaginas quién estaba detrás de César?). También fue per-


seguida, con la misma saña, por su fidelidad a la Palabra de
Dios. El mismo San Juan afirma: "Yo, Juan, vuestro herma-
no y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseve-
rancia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por
causa de la Palabra de Dios". 8 Los mártires que murieron y
claman cuando se abre el quinto sello, también afirman que
murieron "por causa de la Palabra de Dios". 9
Pero a pesar de toda la furia desatada contra el pueblo de
Dios en este primer período de la historia de la iglesia cristia-
na, ésta se mantuvo fiel con respecto a estos puntos críticos.
Fue una iglesia vencedora que hizo estremecer al enemigo
con su doctrina pura y su espíritu evangelizador. "Sin escue-
la --escribe Froom- confundieron a los entendidos rabinos;
sin poderes políticos ni sociales probaron ser más fuertes
que el Sanedrín; desprovistos de un sacerdocio desafiaron a
los sacerdotes y su templo; y sin un soldado fueron más po-
derosos que las legiones de Roma. Así llegaron a plantar la
cruz sobre el águila romana" . 10 El enemigo y sus huestes
fueron derrotados en este primer período de la historia de la
iglesia cristiana.
Al jinete "le fue dada una corona, y salió venciendo y para
vencer".

El cab~llo rojiZ()

Cuando se abrió el segundo sello, dice el texto de las Es-


crituras, "salió otro caballo, de color rojizo. Al que lo montaba
le fue dado poder para quitar la paz de la tierra y hacer que
se mataran unos a otros. Y se le dio una espada muy gran-
de".11
Ya vimos que el caballo blanco, que representa el primer
período de la historia de la iglesia cristiana, simbolizaba la
pureza de su carácter y su doctrina. Pureza en cuanto a la
adoración, porque a pesar de las persecuciones, amenazas y
muertes, los miembros de la iglesia primitiva preferían adorar
a Dios antes que al César. Pureza en la obediencia a la Pala-
bra de Dios, porque a pesar del peligro físico que significaba
obedecer las Sagradas Escrituras, los cristianos de los pri-
meros siglos conservaron sin alteraciones la doctrina de Je-
sús.
EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS 53

El gran objetivo de Satanás ha consistido siempre en ata-


car a los hijos de Dios en cuanto a estos dos puntos. Lograr
que la iglesia modifique su forma de adorar y cambie sus
doctrinas. Y si no podía conseguirlo mediante la persecución
lanzada por el Imperio Romano, trataría de lograrlo por otros
medios.

El c~ballo rojizo simboliza discordia


El caballo rojizo representa discordias, discusiones y con-
troversias entre los hijos de Dios. El rojo es el color de la
sangre, y por eso muchos estudiosos de las Escrituras rela-
cionan este periodo con la época de las terribles persecucio-
nes que soportó la iglesia a manos de los Césares durante
los tres primeros siglos de nuestra era. Pero el texto de la Es-
critura afirma que los hombres se mataban "unos a otros";
es decir, ésta era una guerra intestina. No provenía de afuera
sino que se desarrollaba dentro de la misma iglesia: los pro-
tagonistas eran los mismos cristianos.
Lo que sucedió fue que la iglesia, en su entusiasmo por
evangelizar a todo el mundo, comenzó a bautizar gente que
no tenía suficiente conocimiento de la doctrina cristiana.
Mucha gente de Grecia, Roma y otros países comenzó a en-
trar en la iglesia sin haber abandonado del todo sus anti-
guas costumbres y doctrinas, e imperceptiblemente las doc-
trinas de las Escrituras fueron perdiendo su pureza, que se
había mantenido blanca durante el primer periodo.
·Por ejemplo, el emperador Constantino se convirtió al
cristianismo, y eso fue motivo de mucha alegria para los cris-
tianos de la época. ¿Te imaginas lo que pasaría si Fidel Cas-
tro se convirtiera al cristianismo? Pero Constantino adoraba
al Sol en el día consagrado al dios Sol, que era el domingo, y
el emperador, convertido nominalmente al cristianismo, in-
trodujo legalmente el domingo en la iglesia como día especial
de adoración.
Los cristianos nunca se habrían atrevido a adorar al Sol,
pero hicieron una "pequeña" concesión al adorar a Dios en
el día consagrado al Sol. Casi nada, ¿no es cierto? El sábado
pasó a ser un mero detalle. Lo importante era adorar al ver-
dadero Dios, sin prestar demasiada atención al día en que se
lo hacía, y de este modo el enemigo consiguió lo que quería:
54 EL MISTERIO DE WS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

alterar la pureza de la doctrina cristiana.

Conflictos internos
En este período la iglesia cristiana pasó a experimentar
conflictos internos como consecuencia de ciertas doctrinas
extrañas que pretendían mezclarse con las verdades de las
Escrituras. Entre ellas podemos mencionar el tema del peca-
do original, ciertas ideas acerca de la Divinidad, la naturaleza
de Cristo, el papel de la virgen María, el celibato eclesiástico y
la autoridad de la iglesia.
Ésta había crecido bastante. Ya no estaba formada sólo
por ese puñado de seguidores de Jesús. Había iglesias cristia-
nas en las ciudades más grandes de la época. ¿A quién de-
bían obedecer? Era necesario que hubiera una cabeza. En
ese tiempo todos consideraban que Jesús era la cabeza de la
iglesia. 12 Pero en vista de que él ya no estaba presente, al-
guien debía asumir la dirección, y lo más natural era que
fuese el obispo de alguna de las iglesias existentes. Pero,
¿cuál de ellos?
Pues bien, si Roma era el poder político que había domi-
nado al mundo, era lógico que el obispo de Roma pasara a
ser el jefe de la iglesia universal. Pero los obispos de las otras
ciudades no aceptaban este arreglo, y eso dio origen a cruen-
tos conflictos.
El historiador Walter Duran declara que "probablemente
más cristianos fueron degollados por cristianos ... que en to-
das las persecuciones que los paganos hicieron de los cris-
tianos en la historia de Roma". 13
Hacia fines del siglo IV el arrianismo -doctrina que niega
la divinidad de Cristo- tuvo aceptación entre algunos pue-
blos bárbaros, y en el siglo siguiente los cristianos, represen-
tados por los obispos de Roma y Constantinopla y defensores
de la divinidad de Cristo, se trabaron en lucha contra esos
bárbaros.
Lo que realmente impresiona es que la profecía ya se ha-
bía referido a ese lamentable episodio. La iglesia cristiana de
ese período, simbolizada por el caballo rojizo, y a cuyo jinete
se le dio potestad para "terminar con la paz, de manera que
los hombres se dieran muerte unos a otros", cumplió cabal-
mente la profecía.
EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS 55

El caballo negro

Cuando se abrió el tercer sello. San Juan dice: "Miré, y vi


un caballo negro. El que lo montaba tenía una balanza en la
mano". 14
El color negro habla por sí mismo; es la antítesis del
blanco. Si el caballo blanco representa el periodo de pureza
de la iglesia, ya te puedes imaginar la degradación que sim-
boliza este tercer jinete, que abarca el periodo que llega hasta
los comienzos de la Edad Media. En este lapso la iglesia no
fue capaz de conservar pura la adoración al único y verdade-
ro Dios. ni prestó fiel obediencia a los principios de las Sagra-
das Escrituras. Se contaminó con una cantidad de tradicio-
nes humanas, doctrinas filosóficas y costumbres paganas.
A pesar de que Jesús había declarado: "Mi Reino no es de
este mundo". 15 el jefe de la iglesia de esa época codició el po-
der terreno y lo asumió. El Imperio Romano de Occidente ha-
bía desaparecido, ya no había más emperador, y la única au-
toridad que permanecía era la del obispo de Roma, capital
del antiguo poder político. Además, el poder de este dirigente
religioso no era sólo espiritual, sino también político y social.
Mientras este dirigente -según nos asevera la historia-
"se apresta a asumir el puesto que antaño ocupaba el empe-
rador. a causa de su prestigio y su influencia en todo Occi-
dente. la iglesia se arroga la dirección espiritual y cultural de
los estados nacionales nacidos en el marco del imperio... La
autoridad pasa de la esfera temporal a la espiritual, y se hace
teocrática". 16

Carestía espirit&:~al

El jinete que montaba este caballo tema una balanza en la


mano, y súbitamente se oye una voz que dice: "Dos libras de
trigo por un denario y seis libras de cebada por un dena-
rio" _17
La "libra" era una medida de peso, y en la época cuando
se escribió el Apocalipsis "era la ración que un soldado o un
esclavo podían adquirir por un día. Se trata, pues, de una
ración mínima, del alimento del pobre. Lo que es peor es que
el precio especificado es 16 veces el precio de base, y 8 veces
el precio tope... Esto muestra que el precio indicado... es
56 EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

exorbitante, y revela, por consiguiente, un período de esca-


sez de alimento". 18
Eso significa opresión, explotación y hambre. Quiere decir
que los dirigentes de la iglesia cristiana de aquel tiempo se
caracterizarían por promover el hambre espiritual, escon-
diendo del pueblo el "pan de vida": la Palabra de Dios.
¿Cómo puedes entender el hecho de que la iglesia cristia-
na de aquella época le prohibiera al pueblo la lectura de las
Escrituras o se dedicara a vender indulgencias, para llegar
hasta el extremo de afirmar que en el momento cuando las
monedas resonaban dentro del cofre, se borraban los pecados
en los registros celestiales?

La iglesia se aparta de .las Esc~itura.~ .


Durante este triste período los hijos de Dios, conducidos
por sus dirigentes, se apartaron por completo de las ense-
ñanzas de las Escrituras. Fue ciertamente un período negro.
A medida que crecía el poder del dirigente de la iglesia cristia-
na instalado en Roma, "las tinieblas se hacían más densas.
La fe pasó de Cristo, el verdadero fundamento, al represen-
tante humano de la iglesia ... El evangelio se perdía de vista
mientras que las formas de religión se multiplicaban, y la
gente se veía abrumada bajo el peso de imposiciones riguro-
sas. Largas peregrinaciones, obras de penitencia, la adora-
ción de reliquias, la construcción de templos, imágenes y al-
tares, la donación de grandes cantidades de dinero a la igle-
sia; todo eso se exigía de los fieles para aplacar la 'ira' de
Dios". 19
Quedaron en el olvido la verdadera adoración y la pura
obediencia a su Palabra. El enemigo estaba consiguiendo su
propósito una vez más. Pero la voz que habló cuando apare-
ció el caballo negro, también dijo: "No dañes el aceite ni el vi-
no". ¿Qué significa esto? Habría un remanente que a pesar
de todo permanecería fiel a las enseñanzas divinas, y que só-
lo adoraría al Dios Creador de los cielos y la Tierra.

El caballo amarillo

Cuando se abrió el cuarto sello nuevamente se llamó a


San Juan para que viera lo que iba a suceder, y él lo relata de
EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS 57

esta manera: "Miré, y vi un caballo amarillo. El que lo monta-


ba tenía por nombre Muerte, y el Hades [la morada de los
muertos] lo seguía; y les fue dada potestad sobre la cuarta
parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con
mortandad y con las fieras de la tierra". 20
Con semejante descripción, los terroristas de la religión
pueden estar de parabienes. No es muy difícil salir a asustar
a la gente con la imagen de un jinete montado sobre un caba-
llo amarillo que disemina la destrucción sobre la cuarta parte
de la Tierra. Pero ya vimos que la visión de los cuatro jinetes
es sólo una profecía que se refiere a diferentes períodos de la
historia de la iglesia. La visión del caballo amarillo simboliza
el período cuando se consuma la degradación de la iglesia
cristiana. Esta degradación comenzó en el período simboliza-
do por el caballo rojizo, se acentuó en el período del caballo
negro y se volvió terrible en el período del caballo amarillo.
La iglesia pura que Jesús estableció, y que los apóstoles y
los primeros cristianos conservaron sin contaminación du-
rante los primeros siglos, lentamente fue corrompiéndose.
Cuando llegamos a la Edad Media encontramos una iglesia
que es cristiana sólo de nombre, y que ni siquiera es la som-
bra de la iglesia pura que Jesús fundó. ¿Dónde estaban los
cristianos que dieron su vida para obedecer la orden divina:
"Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás"? Para esta
época, los cristianos estaban adorando imágenes y esculturas
de santos en el nombre de Dios. ¿Dónde estaban los fieles
cristianos que sufrieron persecución por causa de la Palabra
de Dios? ¿Dónde estaban los que pagaron con la vida la osa-
día de obedecer la orden divina que decía: "Porque de cierto
os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni
una tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumpli-
do"?21 Los presuntos cristianos de este período habían cam-
biado los mandamientos de Dios con el argumento de que "la
santa madre iglesia" tenía el derecho a hacerlo.
Pero eso no bastó. La iglesia persiguió a quienes se "atre-
vían" a obedecer las Escrituras. Eso sucedió en el período de
la absoluta supremacía de la iglesia durante la Edad Media.
La historia universal registra todo esto. La iglesia instaló un
sistema espantoso -jamás visto antes y conocido como San-
ta Inquisición- para torturar, dar muerte y destruir a todos
los que no aceptaban las doctrinas contaminadas que la igle-
58 EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

sia enseñaba a esa altura de la historia. Por eso su nombre


era ..Muerte".

Una ferocidad desconocida

El historiador católico Walter Duran escribe lo siguiente:


.. Con toda la tolerancia que se requiere de un historiador y
que se permite a un cristiano, debemos colocar la inquisi-
ción ... entre las manchas más oscuras en el registro de la
humanidad, pues revela una ferocidad desconocida en algu-
na bestia". 22
El propósito de esta obra no consiste en describir las
monstruosidades llevadas a cabo por la iglesia de aquel tiem-
po. Lo que necesitamos entender es que detrás de todo esto
estaba aquel que un día se levantó en el Cielo con la inten-
ción de apoderarse del gobierno divino y desvirtuar la Palabra
de Dios, para convertirse él mismo en el centro de la adora-
ción y la obediencia del Universo. Derrotado en el Cielo, Luci-
fer se trasladó a la Tierra y logró engañar a Adán y a Eva. Je-
sús vino a este mundo para rescatar a los seres humanos, y
fundó la iglesia con el fin de que fuera una comunidad dedi-
cada a la edificación mutua y al amor. Jesús dio su Palabra
para que fuese la guía suprema de esta iglesia: ..Vosotros
sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando". 23 dijo antes
de partir. Observemos que el enemigo, a pesar de que intentó
destruir la iglesia mediante el poder político y militar del Im-
perio Romano, no lo consiguió. Mientras más cristianos ma-
taba el emperador, más cristianos aparecían. El enemigo tra-
tó de desviar la adoración de Dios pretendiendo que se adora-
ra al emperador, y tampoco lo consiguió. La iglesia conservó
pura la doctrina que recibió de Jesús, y se mantuvo fiel a la
Palabra divina.
Pero si bien es cierto que el método de la violencia no le
dio resultados, Lucifer comenzó a infiltrarse lentamente en la
iglesia. Comenzó a mezclar el paganismo con el cristianismo.
La Palabra de Dios dejó de ser el centro de la vida, y la doctri-
na de la iglesia fue reemplazada por tradiciones y manda-
mientos de hombres. ·
La iglesia adquirió poder político y, de ser perseguida en el
siglo 1, pasó a ser perseguidora en la Edad Media. El dirigen-
te de la iglesia de aquel tiempo asumió prerrogativas divinas:
EL MISTERIO DE LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS 59

comenzó a perdonar pecados, a condenar y absolver concien-


cias, a exigir adoración y a reclamar infalibilidad.
¿Te das cuenta de que el enemigo estaba consiguiendo lo
que siempre quiso, a saber, usurpar la adoración y la obe-
diencia debidas únicamente a Dios, el Creador?
Al enfrentar un nuevo milenio, este asunto reviste especial
importancia. No se trata sólo de religión; se trata de fidelidad
o apostasía, de vida o muerte.
Gracias a Dios, a lo largo de la historia siempre hubo un
remanente fiel. Personas aparentemente insignificantes que
siguieron adorando al Dios único y verdadero, y obedeciendo
fielmente su Palabra. Durante la Edad Media fueron los val-
denses y los cátaros --conocidos también como albigenses-
y algunos otros grupos pequeños que se escondían en las ca-
Yernas de los montes para poder obedecer a Dios sin sufrir la
terrible persecución del poder que en "nombre de Dios" que-
ría obligarlos a desobedecer la Palabra divina con el fin de
adorar a seres humanos.
Hoy ese remanente todavía existe. El Apocalipsis lo identi-
fica claramente. Ése es el tema que trataremos en el próxi-
mo capítulo.

Referencias
1 Isaías 14:13, 14.
2
Apocalipsis 12:7-9.
3
Apocalipsis 5: l.
4
Apocalipsis 6:2.
5
Isaías 1:18.
6
S. Mateo 4:10.
7
S. Mateo 5:18.
8 Apocalipsis 1 :9 (la cursiva es mía).
9
Apocalipsis 6:9 (la cursiva es mía).
1
° Froom, LeRoy E .. La venida del Consolador, pág. 121.
11
Apocalipsis 6:4.
12
Efesios 2:19-22.
13
Duran. Walter. The Age of Faith [La edad de la fe]. pág. 8.
14
Apocalipsis 6:5.
15
S. Juan 18:36.
16
Pirenne, J., Historia universal, t. 1, pág. 460 (citado por Alberto Treiyer, El enigma de
los sellos y las trompetas, pág. 121).
17
Apocalipsis 6:6.
18
Treiyer, Alberto,Ibíd., pág. 122.
19
Wylie, The History oj Protestantism [La historia del protestantismo], t. l. cap. 4 (cita-
do por Elena G. de White en El conflicto de los siglos. págs. 59, 60).
20
Apocalipsis 6:8.
21
S. Mateo 5:18.
22
Treiyer, Alberto. Ibíd.., págs. 179, 180.
23 S. Juan 15:14.
.;.. ·
7

IAMWER
VEmDA DEL SOL

e entenares de personas asistían aquella noche a


una cruzada de evangelización, cuando de re-
pente una mujer cayó presa del demonio. Los
gritos que daba eran horribles. La multitud aterroriza-
da me miraba como diciendo: "Y ahora, ¿qué hace-
mos?" Algunos trataban de contenerla, pero sin lograr-
lo. Tenía una fuerza descomunal; arrojó a un lado a
quienes la querían detener. Levantó un banco grande
y lo arrojó hacia donde yo estaba; me tuve que hacer a
un lado para que no me tocara. Después comenzó a
acercarse gritando, echando espuma por la boca, con
los ojos inyectados en sangre y clamando: "¡Te voy a
matar! ¡Yo no te hago nada y tú te pasas la vida persi-
guiéndome!"
¿Amenaza? ¿Miedo? ¿Persecución? No sé. A lo largo
de mi vida he visto a muchas personas poseídas por el
demonio. Es un cuadro deprimente. Duele ver a seres
humanos completamente dominados por las fuerzas
(61)
62 LA MUJER VESTIDA DEL SOL

del mal. Pero sucede que estamos en guerra; ya lo vimos. El


conflicto comenzó en el Cielo y se trasladó a la Tierra. Y a lo
largo de la historia humana, los intentos y los métodos que el
enemigo ha empleado para arruinar a los seres humanos y
apartarlos de la adoración a Dios y la obediencia a sus man-
damientos han sido de los más diversos.
En el capítulo 12 del Apocalipsis encontramos una profe-
cía que se refiere a una etapa más de este conflicto. "Apareció
en el cielo una gran señal-comienza su relato el escritor bí-
blico-: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus
pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Estaba
encinta y gritaba con dolores de parto, en la angustia del
alumbramiento. Otra señal también apareció en el cielo: un
gran dragón escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos,
y en sus cabezas tenía siete diademas". 1

¿Qué represe~ta es~a mujer?

¿Quién es esta mujer y qué simboliza? ¿Y el dragón? ¿De


dónde vino y qué quiere? El relato de las Escrituras sigue di-
ciendo que "el dragón se paró frente a la mujer que estaba
por dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como na-
ciera ... y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono". 2
Para entender esta profecía es necesario que volvamos al
jardín del Edén, en el momento triste cuando se produjo el
enfrentamiento entre el ser humano caído y Dios. En esa
oportunidad estaban presentes la pareja humana y la ser-
piente que los engañó. Observa lo que Dios le dijo a la ser-
piente: "Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu si-
miente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza y tú la
herirás en el talón". 3
Ésta es la primera profecía de las Escrituras. Al mencio-
nar en este texto a la "mujer", Dios no se estaba refirieD:do
solamente a Eva, sino que por medio de ella estaba hablando
de su iglesia en esta Tierra.
En las Escrituras la iglesia de Dios se simboliza de varias
maneras. A veces se la compara con un cuerpo, 4 otras veces
como una mujer pura que espera a su novio. 5
LA MUJER VESTIDA DEL SOL 63

En el Apocalipsis estos símbolos se confrrman. Una mujer


pura, vestida de blanco, simboliza a la iglesia de Dios, 6 y una
prostituta vestida de rojo representa a la iglesia del enemigo
de Dios. 7 Dos comandantes con sus respectivos ejércitos.
De manera que cuando en Génesis 3: 15 Dios habló de la
lucha entre la serpiente y la mujer, estaba en realidad profeti-
zando la lucha secular entre el diablo y la iglesia de Dios .
.. Ésta -decía la profecía refiriéndose a la iglesia- te herirá en
la cabeza, y tú la herirás en el talón". Cuando Satanás provo-
có la muerte de Cristo en el Calvario, hirió a la iglesia en el
talón, pero finalmente Jesús, por medio de la fidelidad de su
iglesia, herirá al diablo en la cabeza .

.E~.e.11e.migo. intenta destruir a nllestros. hijos

En el capítulo 12 del Apocalipsis vemos otros aspectos de


la lucha entre el diablo y la iglesia de Dios. La mujer está en-
cinta, a punto de dar a luz "un hijo varón, que va a regir to-
das las naciones". Éste, sin duda alguna, es Jesús, el Salva-
dor del mundo. El profeta Isaías ya lo había anunciado con
muchos años de antelación: ''Porque un niño nos ha nacido,
hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se
llamará su nombre 'Admirable consejero', 'Dios fuerte', 'Pa-
dre eterno', 'Príncipe de paz' ". 8 Y el salmista David lo identifi-
ca más exactamente cuando afirma que regirá las naciones
con vara de hierro. 9 Esto concuerda, por cierto, con el Apoca-
lipsis.
Pero la profecía afirma que "la serpiente antigua, que se
llama Diablo y Satanás" intentaría destruir al niño en cuanto
naciera. ¿Es necesario saber mucha historia para recordar
que Herodes decretó la muerte de todos los niños de Belén
cuando Jesús nació? La profecía bíblica afirma que el dra-
gón estaba listo para "devorar al niño", y la historia registra el
hecho de que Herodes decretó la muerte de los niños.
¿Quién estaba detrás de Herodes? ¿Te das cuenta, una vez
más, de la astucia y los métodos del enemigo? No se muestra
tal como es. Usa a la gente; se esconde detrás de ella. La
controla, la domina y la induce a cumplir sus torcidos propó-
64 LA MUJER VESTIDA DEL SOL

sitos. Evidentemente, la mujer que fue poseída por el enemigo


(cuando yo estaba predicando) y Herodes no eran otra cosa
sino marionetas en las manos del antiguo engañador. Trató
de destruir "al Hijo de la mujer", y también tratará de des-
truir a nuestros hijos hoy. ¿Por ventura tú, como padre, no
estás sufriendo por causa de algún hijo que se encuentra ca-
minando rumbo a la destrucción? ¿Quién te parece que está
detrás de las alucinaciones que provocan las drogas? ¿Quién
está detrás de esas ideas de libertad -que es sólo libertina-
je- que inducen a la juventud de hoy a vivir sin principios
éticos ni morales? 'Todo está permitido", dicen, pero se gol-
pean, se dañan a sí mismos y destruyen su futuro.
Hace poco hablaba con un joven que había huido de la
casa de sus padres para vivir en forma disoluta.
-Eres la esperanza de tus padres -le dije poniéndole la
mano sobre el hombro.
-¡Ah, pastor -respondió-, yo no estoy aquí para con-
cretar las esperanzas de mis padres, sino para convertir en
realidad mis propias esperanzas!
Pero, ¿qué clase de "ideal" es el que induce a un joven a
vagar hasta la madrugada, sintiéndose la escoria del mun-
do? ¿Qué tipo de esperanza es ésa que sólo produce vacío,
desesperación y locura después que pasa el efecto de las dro-
gas?
Hay una fuerza oculta detrás de todo esto. Hogares dividi-
dos, hijos desobedientes, padres dictatoriales, ideales deshe-
chos, sueños despedazados. Todo esto tiene un autor: el dra-
gón que trató de devorar al "Hijo de la mujer", y que hoy trata
de devorar a nuestros hijos.

f::l e~e~~~i~o. persigue a ~a muje~

Apocalipsis 12 continúa presentándonos la lucha entre la


iglesia de Dios y el dragón. "La mujer huyó al desierto, d~nde
tenía un lugar preparado por Dios para ser sustentada allí
por mil doscientos sesenta días". 10 Esta profecía se refiere a la
persecución. "El dragón ... persiguió a la mujer que había da-
do a luz al hijo varón". 11 ¿Se persiguió a la iglesia en algún
momento? Los anales de la historia universal prueban que
LA MUJER VESTIDA DEL SOL 65

sí. Éstos registran un período oscuro por el cual pasó la hu-


manidad. Una época en cuyo transcurso se intentó avasallar
la conciencia de la gente. Se la persiguió por causa de su fe.
La Iglesia y el Estado se unieron, y simultáneamente comen-
zaron a entrar en la iglesia costumbres paganas que la Pala-
bra de Dios condenaba. La profecía indicaba, no obstante,
que la verdadera iglesia de Dios no perseguiría sino que sería
perseguida, y que huiría al desierto por espacio de 1.260
días.
Ya sabemos que en profecía un día equivale a un año, 12 o
sea que la verdadera iglesia de Dios se escondería en el de-
sierto durante 1.260 años. En ese período quienes "intenta-
ban" obedecer las Escrituras y sólo las Escrituras fueron
cruelmente perseguidos. Muchos, como los valdenses por
ejemplo, se tuvieron que esconder en las cuevas de los mon-
tes para poder sobrevivir. Casi literalmente, la tierra abrió su
boca para ocultar a la "mujer".

t=.• . P.~'9.1J~. (fe •a. P.~rsecución


Lo que provocaba esa furiosa persecución era la obedien-
cia que la verdadera iglesia prestaba a la Palabra de Dios. Fi-
nalmente esa mujer aparece en el capítulo 12 del Apocalipsis
como "vestida del sol". ¿Qué significa el Sol? Observa cómo
responde el rey David: "Porque sol y escudo es Jehová
Dios". 13 Se trata de la iglesia de Dios sin duda alguna. Y,
¿por qué tiene la Luna debajo de los pies? Si el Sol es símbo-
lo de la justicia de Dios, ¿dónde se reflejan sus enseñanzas y
principios? El salmista responde: "Lámpara es a mis pies tu
Palabra y lumbrera a mi camino". 14 La conclusión es clara:
la iglesia de Dios tiene como fundamento de sus enseñanzas
no las tradiciones de los hombres sino las Escrituras, que
son la Palabra de Dios. Éste fue el motivo de la gran persecu-
ción religiosa. El poder perseguidor no podía aceptar que sus
enseñanzas se compararan con las de las Escrituras.
Este período de la historia, cuando la verdadera iglesia de
Dios fue perseguida por su fidelidad a su Palabra, aparece
en las Escrituras de diversas maneras.
l. En Apocalipsis 11:3 y 12:6 como 1.260 días.
2. En Apocalipsis 11:2 y 13:5 como 42 meses (que, si los
5-TM
66 LA MUJER VESTIDA DEL SOL

multiplicamos por 30 días, nos dan también 1.260 días).


3. En Daniel 7:25, 12:7 y en Apocalipsis 12:14 semen-
ciona "tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo", 3 1/2 tiem-
pos, es decir, 3 1/2 años (que, si los multiplicamos por los
12 meses del año, nos dan 42 meses; y que multiplicados
por 30 días nos dan 1.260 días).
Todos estos teA.'tos presentan el mismo periodo en el que
se levantó un poder que, invocando el nombre de Dios y atri-
buyéndose las prerrogativas de la iglesia de Dios, persiguió a
la verdadera iglesia por el simple motivo de que ésta "intenta-
ba" conservar pura la doctrina de la Escritura, tal como J e-
sús la enseñó cuando estuvo en la Tierra.
Por extraño que parezca, existe en la historia un periodo
de exactamente 1.260 años de persecución religiosa que co-
menzó en el año 538 con el edicto de Justiniano, quien des-
pués de derrotar a los ostrogodos decretó que el obispo de
Roma fuera el jefe de los otros obispos, porque Roma era la
capital del imperio que después de cruentas luchas había lle-
gado a dominar el mundo político de esos días. Este periodo
abarca los años cuando la iglesia persiguió a los que se resis-
tían a obedecerla ciegamente. Para eso empleó un instru-
mento que se denominó la Santa Inquisición, e intentó du-
rante ese lapso que nadie estudiara las Escrituras para que,
a su vez, nadie se diera cuenta de los errores que el cristia-
nismo de aquellos días había absorbido del paganismo.
Se consideraba herejía leer y defender las verdades de las
Escrituras. Se condenaba a los herejes a morir quemados vi-
vos después de confesar sus "delitos" como consecuencia de
las horribles torturas a que se los sometía, torturas cuyo re-
cuerdo conserva la historia hasta el día de hoy, y que tam-
bién se pueden verificar en el Museo de la Inquisición de Li-
ma, Perú, y de otras ciudades.

Por fin concluye la persecución


Este periodo de persecución terminó en 1798, cuando el
general Louis Alexandre Berthier, por orden del Directorio
Revolucionario de París, llevó detenido al dirigente máximo
de la iglesia, que se llamaba Pío VI. Considera, por favor, el
siguiente diagrama:
LA MUJER VESTIDA DEL SOL 67

1.260 años 1 42 meses

"Tiempo, tiempos
y la mitad de un tiempo"

Observa otra vez el método del enemigo. Persigue a la


iglesia de Dios pero no se identifica. Al contrario, el poder
perseguidor se da a sí mismo el nombre de iglesia de Dios,
pero exige que la adoración y la obediencia sean para él y no
para el Señor y su Palabra, que es la Escritura.
Con toda seguridad, mucha gente que formaba parte de
esa presunta iglesia de Dios creía que le estaban haciendo
un favor al Señor al perseguir a los herejes que se atrevían a
obedecer las Escrituras y no a la iglesia. Sólo que esas perso-
nas, por sinceras que fueran, no se dieron cuenta de que las
estaba usando el enemigo de Dios en su intento por destruir
a la verdadera iglesia.

El último resto de la iglesia

Pero la profecía de Apocalipsis 12 afirma que la verdadera


iglesia, aunque perseguida, sobreviviría y produciría en
nuestros días un remanente, es decir, un pequeño grupo dé
fieles. Es al remanente que el demonio odia y sigue persi-
guiendo. Este remanente se caracteriza por dos cosas. Ob-
serva cómo las describe el autor del Apocalipsis: "Entonces
el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la
guerra contra el resto [el remanente] de la descendencia de
ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tie-
nen el testimonio de Jesucristo". 15 Estas características se
repiten en Apocalipsis 14: 12 cuando se habla de la perseve-
rancia de los santos. Ve lo que dice: ··Aquí está la perseveran-
cia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios
y la fe de Jesús".
Al encarar un tercer milenio, Dios declara sin medias tin-
68 LA MUJER VESTIDA DEL SOL

tas que tiene una iglesia con estas dos características distin-
tivas: tiene la fe de Jesús y, al mismo tiempo, cree en la vi-
gencia de los mandamientos de Dios tal como los registra la
Escritura. Estas fueron las características de la iglesia de
Dios desde el Edén. En el jardín, Adán y Eva constituían la
iglesia de Dios. Eran sus hijos, su pueblo. Pero el enemigo
estaba allí para destruir al pueblo de Dios, y se presentó dis-
frazado de serpiente intentando desvirtuar los puntos bási-
cos de la relación de los seres humanos con su Creador: la
adoración y la obediencia. "Pero Dios sabe que el día que co-
máis de él [del fruto del árbol prohibido] serán abiertos vues-
tros ojos y seréis como Dios". 16 "Ustedes no necesitan de
Dios; pueden ser su propio Dios. No necesitan obedecer".
Adán y Eva cayeron, pero después se arrepintieron y vol-
vieron a ser el pueblo de Dios. Entonces vinieron los hijos:
Caín y Abel. En esa época Dios pidió que ofrecieran en sacri-
ficio un cordero como símbolo de Jesús, el Cordero de Dios,
que un día quitaría el pecado del mundo. Abel obedeció: pre-
sentó un cordero, y de esa manera expresó su fe en Jesús.
Caín desobedeció: presentó los frutos de la tierra; de modo
que su adoración se orientó hacia el fruto de su propio traba-
jo. Ahí comenzó a actuar la iglesia del enemigo de Dios en
esta Tierra. ·

Do~ _grup()S _d~ seres_ humano~ .


Cuando los días transcurrieron, las Escrituras nos cuen-
tan de la clara división que se produjo entre estas dos clases
de personas. "Al ver los hijos de Dios que las hijas de los
hombres eran hermosas". 17 ¿Te das cuenta? Los hijos de
Dios y los hijos de los hombres. Ahí están las dos únicas
iglesias que hay en el mundo, puesto que sólo existen dos
comandantes.
Antes del diluvio, Noé y su familia, y muchas personas
más que comenzaron a construir el arca, formaban parte de
la iglesia de Dios. Muchas de entre ellas abandonaron las fi-
las de los fieles, porque la historia cuenta que cuando el dilu-
vio cayó, solamente Noé y su familia constituían el pueblo de
LA MUJER VESTIDA DEL SOL 69

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Dios que él salvó. Sólo ellos adoraban al verdadero Dios y


obedecieron la orden de construir el arca.
Después vino el tiempo de Abraham, que vivía adorando y
obedeciendo a Dios en una tierra llena de incrédulos, y un
día el Señor lo llamó diciendo: "Vete de tu tierra, de tupa-
rentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Haré de ti una nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu
nombre y serás bendición". 18
Abraham y sus descendientes aparecen claramente identi-
ficados en las Escrituras como la iglesia de Dios. Las dos ca-
racterísticas de esta gente eran la adoración al verdadero
Dios (Creador de los cielos y la Tierra) y la fiel obediencia a su
Palabra (que incluye los mandamientos que Dios escribiera
más tarde en las tablas de piedra del Sinaí).
70 LA MUJER VESTIDA DEL SOL

Cuando Jesús vino a Israel, que era su pueblo, éste no lo


aceptó; por el contrario, lo rechazó. Dijeron que su único rey
era César. Pero hubo doce israelitas que sí lo aceptaron. Eran
los doce discípulos que Jesús empleó para esparcir la iglesia
cristiana por todas partes.
Pero el pueblo de Dios siempre existió a lo largo de la his-
toria. Y siempre tuvo esas dos características.
Israel pensaba que era el pueblo del Señor por derecho
propio, pero se olvidó de que solamente lo sería en la medida
en que adorara al verdadero Dios (que tomó la naturaleza
humana en la persona de Jesús) y obedeciese sus manda-
mientos.
La iglesia cristiana corre el mismo peligro. No será auto-
máticamente la iglesia de Dios. Es verdad que Jesús la fundó
al comienzo de su historia, pero sólo seguirá siéndolo en la
medida en que adore únicamente al Dios verdadero en la
persona de Jesucristo y obedezca su Palabra que incluye los
mandamientos. Porque éstas siempre fueron las caracterís-
ticas del pueblo de Dios a lo largo de su historia.

Las características de la iglesia de Dios

Las características son muy importantes para identificar a


la gente. Cierta vez tenía que buscar a alguien que no cono-
cía. "Es alto -me dijeron-, usa barba y tiene un lunar
grande en la frente". Con esas características era muy difícil
equivocarse. Cuando los pasajeros comenzaron a salir, fui
observando sus características. Vi a algunos altos que no
usaban barba. Otros, con barba, no eran altos. Hasta que
por fin salió un hombre alto, con barba y con el lunar en la
frente. Fue fácil reconocerlo.
Dios sabía que hoy la gente estaría confundida frente a
tantas iglesias y religiones. Todas pretenden ser la iglesia de
Dios y algunas, más generosas todavía, afirman que todas
las iglesias conducen a Dios. Es muy fácil asumir actitudes
radicales en diversos aspectos de la vida, aunque no sea
muy prudente hacerlo, pero cuando se trata de algo de vida o
muerte, y cuando vemos que existe un enemigo capaz de
LA MUJER VESTIDA DEL SOL 71

usar cualquier método con tal de engañar a los seres huma-


nos, vale la pena darle una mirada a lo que escribió el apóstol
San Pedro. "Tenemos también la palabra profética más segu-
ra, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antor-
cha que alumbra en lugar oscuro". 19 Y si prestamos atención
a lo que dice la Escritura, veremos que afirma contundente-
mente que la iglesia de Dios tiene estas dos características:
cree en Jesús y guarda los mandamientos de Dios.
El deber de toda persona sincera es buscar esa iglesia
mediante el estudio detenido de las Escrituras, y prepararse
para vivir el tercer milenio sin temor al futuro.

Referencias
1
Apocalipsis 12:1-3.
2
Apocalipsis 12:4, 5.
3
Génesis 3: 15.
4
Efesios 4:12.
5 Efesios 5:25-27.
6
Apocalipsis 12: l.
7
Apocalipsis 17: 1-5.
8 Isaías 9:6.
9
Salmos 2:7-9.
10
Apocalipsis 12:6.
11
Apoealipsis 12:13.
12
Ezequiel4:6, 7; Números 14:34.
13
Salmos 84: 11.
14
Salmos 119:105.
1
" Apocalipsis 12:17.
16
Génesis 3:5.
17
Génesis 6:2.
18
Génesis 12:1. 2.
w 2 S. Pedro 1:19.
8

DOS CADÁVERES EN
lA PLAZA

a vimos que los dos puntos en torno de los cua-

Y les gira el conflicto entre Dios y Lucifer son la


adoración y la obediencia. El enemigo está dis-
puesto a hacer todo lo posible para inducir a la gente a
adorar cualquier cosa menos al verdadero Dios. Para
eso necesitaba destruir la confianza de los humanos
en las Escrituras o conseguir hact:rlas desaparecer.
En el capítulo 11 del Apocalipsis aparece una profe-
cía que anuncia los intentos demoníacos por destruir
las Escrituras. El apóstol San Juan escribió las si-
guientes palabras que recibió del ángel: "Y ordené a
mis dos testigos que profeticen por mil doscientos se-
senta días, vestidos con ropas ásperas [de luto]" . 1

¿Quiénes son. estos dos testigos?


¿Quiénes son estos testigos? Dejemos que el mismo
Jesús responda. Cuando estuvo en esta Tierra les dijo
a sus discípulos: "Escudriñad las Escrituras, porque a
vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y
ellas son las que dan testimonio de mí". 2
Aquí el Señor Jesús identifica las Sagradas Escri-
turas como sus testigos. Pero la profecía del Apocalip-
(73)
74 DOS CADÁVERES EN LA PLAZA

sis afirmaba que esos dos testigos eran los "dos olivos y los
dos candelabros que están de pie delante del Dios de la tie-
rra".3 Y es sorprendente verificar cómo todo concuerda, por-
que San Pedro señala que las Escrituras son como "una an-
torcha [candelabro] que alumbra en lugar oscuro". 4 Y Zaca-
rías las identifica con dos ramas de olivo. 5 ¿Te das cuenta
que de acuerdo con la interpretación que da la misma Escri-
tura estos dos testigos son un símbolo de sus dos testamen-
tos, a saber, el Antiguo y el Nuevo? Pero, ¿en qué sentido da-
rían su testimonio vestidos de luto durante 1.260 días?
En el capítulo titulado "La mujer vestida del sol" estudia-
mos una profecía que mencionaba este período de 1.260
días. En ese capítulo se estaba hablando de un período de
1.260 años durante el cual la iglesia de Dios sería perseguida
y se tendría que esconder en las cuevas de los montes para
poder sobrevivir. El motivo de esa persecución era la obe-
diencia de esos cristianos a la Palabra de Dios. Durante ese
mismo período, las Escrituras testificaron vestidas de luto,
es decir, ocultas, escondidas, porque su lectura estaba prohi-
bida con el argumento de que la gente no tenía la capacidad
necesaria para entenderlas, y que ese privilegio se les había
concedido sólo a los dirigentes religiosos.

~Quién es la ~~bestia" de Apocalipsis 11?

Pero la profecía que estudiamos en este capítulo continúa


diciendo que después de ese período de persecución de
1.260 años, durante el cual los testigos darían su testimonio
vestidos de luto, "la bestia que surge del abismo hará guerra
contra ellos, los vencerá y los matará". 6 ¿Quién es esta bestia,
y en qué sentido "mataría" las Escrituras?
En el lenguaje de la profecía una bestia simboliza un reino
o un poder político. 7 Tenemos que identificar entonces un
gobierno que después del período profético de 1.260 años se
haya levantado y casi destruido las Escrituras. Ya vimos que
ese período comenzó en el año 538 con el edicto de Justinia-
no (que le dio poder absoluto al obispo de Roma) y terminó en
el año 1798 cuando el general Berthier, por orden del Direc-
DOS CADÁVERES EN LA PLAZA 75

torio Revolucionario de Francia, tomó prisionero al dirigente


máximo de la iglesia que perseguía a los "rebeldes" que es-
tudiaban las Escrituras.
Para identificar a la "bestia" que "mata" a los testigos ne-
cesitamos buscar entonces un gobierno que persiguió las Es-
crituras después de 1798. Toma nota de que esta bestia sube
del abismo, es decir, no tiene ningún fundamento religioso.
Es un poder ateo espiritualmente, comparado con Egipto.
¿Nos da alguna luz lo que sucedió en Egipto para que poda-
mos identificar a este gobierno? Veamos lo que nos dice Éxo-
do 5:2: "Pero el faraón respondió: '¿Quién es Jehová para
que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová,
ni tampoco dejaré ir a Israel' ". 8
¿Notas la incredulidad que reinaba en Egipto? Esa mis-
ma actitud es la de la bestia que atacaría las Escrituras des-
pués de 1798, y no es necesario revisar mucho la historia
para descubrir en la Francia atea de fines del siglo XVIII a la
''bestia" destructora de las Escrituras. En ese país "un grupo
extremista propuso abolir el culto a Dios y sustituirlo por el
culto a la razón. En efecto, se llegó a celebrar un culto a la
razón en la catedral de Notre-Dame de París, en el cual una
hermosa actriz desempeñó el papel de la diosa Razón". 9
La historia nos cuenta también que Francia desató una
guerra terrible con el fin de destruir al pueblo de Dios y su
Palabra, aun antes de 1 798 y de la Revolución Francesa,
cuando los continuadores de la obra de la iglesia persegui-
dora de la Edad Media dieron muerte a 70 mil protestantes
hugonotes franceses el24 de agosto de 1572, fecha conocida
como la noche de San Bartolomé.
En 1793 la asamblea revolucionaria promulgó una ley
prohibiendo la lectura de las Escrituras, y se dio la orden de
que se llevaran a la plaza pública todos los ejemplares de la
Palabra de Dios para quemarlos como evidencia de que el go-
bierno no reconocía las Escrituras. Le Journal Olficiel [El
Diario Oficial] del 14 de noviembre de 1793 publicó lo si-
guiente: "La sociedad popular de la sección del Museo da a
conocer que los ciudadanos de esta sección han dado buena
cuenta de todos los libros de la superstición y la mentira.
Los libros de misa y de oración, el Antiguo y el Nuevo Testa-
76 DOS CADÁVERES EN LA PLAZA

mento, han expiado en una gran hoguera las insensateces


que indujeron a cometer a la especie humana". La profecía
seguía diciendo que la gente vería en las plazas los cadáveres
de los testigos "por tres días y medio ... Pero después de tres
días y medio el espíritu de vida enviado por Dios entró en el-
los, y se levantaron sobre sus pies" . 10
¿Te parece pura coincidencia que la persecución religio-
sa que el ateísmo francés desató contra las religiones y espe-
cialmente contra las Escrituras haya durado exactamente
tres años y medio? La Convención Nacional abolió toda reli-
gión en Francia el 26 de noviembre de 1793, y el gobierno
francés que la sucedió la restableció el 1 7 de junio de 1797. 11

l.fn día. P.'.~fétic.~. fi!9~.iya1.f!. a un a.ño literal

Ya estás al tanto de que en la profecía un día equivale a


un año. La historia se encargó de probar que la profecía tenía
razón. Después de ese período de tres años y medio, durante
el cual las Escrituras estuvieron aparenteniente "muertas",
se produjo un reavivamiento de su estudio. Las Escrituras li-
teralmente "se pusieron de pie". En 1804 se organizó la So-
ci~dad Bíblica Británica, y en 1816 la Sociedad Bíblica Nor-
teamericana. Ambas se encargaron de publicar las Escritu-
ras y promover su lectura entre nlillones de personas.
La Escritura ha sido a lo largo de los siglos el libro más
amado y más odiado. Reverenciado por unos y perseguido
por otros, hoy es el libro que se ha traducido a más idiomas:
las Escrituras están traducidas en todo o en parte en más de
2.000 idiomas. También es el libro que más se vende en el
planeta. Pero el enemigo sigue tratando de destruir la Palabra
de Dios, persiguiéndola algunas veces y desvirtuándola
otras.
Durante 1.260 años las Escrituras fueron perseguidas
por un poder religioso. Tal vez por eso San Juan dice: "Vi a la
mujer ebria de la sangre de los santos y de la sangre de los
mártires de Jesús. Cuando la vi quedé asombrado con gran
asombro" . 12 ¿Cuál era el motivo de este asombro? Precisa-
mente el hecho de que una iglesia -supuestamente la iglesia
DOS CADÁVERES EN LA PLAZA 77

de Dios- se dedicara a perseguir en el nombre de Dios a los


que estudiaban las Escrituras y trataban de obedecerlas.
Que un poder ateo persiga las Escrituras es hasta lógico, pe-
ro que lo hiciera un poder religioso no tenía ningún sentido
para el apóstol San Juan.
Cuando sin éxito alguno terminó el período de 1.260
años de persecución al verdadero pueblo de Dios, y el ene-
migo tampoco pudo destruir las Escrituras, levantó otro po-
der para conseguir su objetivo, esta vez una potencia atea: la
Francia revolucionaria. Pero aunque consiguió silenciar la
voz de las Escrituras por tres años y medio, fmalmente la Pa-
labra de Dios alcanzó la victoria y hoy se distribuye por millo-
nes en todo el planeta.

El ~nemigo intentó d~.S.~.~~-i~ _l~s f:~c~-~~~~~~-.


Pero los intentos del enemigo para destruir las Escrituras
no se detuvieron allí. Si no las puede destruir mediante las
amenazas o la persecución, lanzará sus ataques desde otros
frentes. ¿Qué está haciendo hoy? Ha convencido a muchos
de que las Escrituras, puesto que son una obra tan antigua,
no pueden tener validez en los días que corren. ¿Te das
cuenta? Son personas sinceras que no alcanzan a distinguir
la diferencia que hay entre costumbres y principios. Es ver-
dad que las costumbres han cambiado. Nos vestimos de otra
manera, nos arreglamos el cabello de forma diferente. Las
costumbres evolucionan con el desarrollo de la tecnología,
pero los principios divinos, destinados a preservar la vida,
son eternos e inalterables. No pueden cambiar nunca: el res-
peto por la vida, la fidelidad, la honestidad, la adoración y la
obediencia que le debemos sólo a Dios, son todos principios
que existían hace cinco mil años y siguen existiendo hoy.
Otras personas, inducidas por el enemigo, llegan a pen-
sar que "está bien, la Escritura es la Palabra de Dios; pero
no hay que tomarla tan en serio. Podemos modificarla un po-
quito, podemos adaptarla. Si Dios dice que algo es blanco,
¿no podría ser azul o de algún color más vivo? Si él dice sá-
hado, ¿no podría ser domingo? ¿Dónde está el problema?
Después de todo, estamos apartando un día para él, como lo
78 DOS CADÁVERES EN LA PLAZA

ordenó, ¿no es cierto?" Pero la Escritura dice con toda clari-


dad: "La hierba se seca y se marchita la flor, mas la palabra
del Dios nuestro permanece para siempre". 13
Si esto no alcanza para anular la autoridad de la Palabra
de Dios, el enemigo inducirá al hombre a considerarla sólo
como una especie de amuleto. Tener una herradura clavada
detrás de la puerta, llevar siempre una pata de conejo y an-
dar siempre con un ejemplar de las Escrituras encima como
un símbolo de protección, son realmente cosas parecidas.
Pero el que hace eso no las lee, ni conoce su contenido. Las
enseñanzas de las Escrituras no afectan en absoluto su estilo
de vida. ¿Te das cuenta? Las Escrituras están ahí, adornando
el estante de la biblioteca, pero no ejercen la más mínima in-
fluencia sobre la vida, no guían los pasos ni orientan las deci-
siones. El diablo las ha convertido en algo inútil, inoperante.
Por fin consiguió lo que quería.
Otro método que emplea Lucifer para desvirtuar la Pala-
bra de Dios consiste en hacer creer al ser humano que la Es-
critura es tan difícil de entender que no vale la pena comen-
zar a estudiarla. Pero eso no es cierto. Porque toda persona
que estudie humildemente la Palabra de Dios recibirá la ilu-
minación del Espíritu Santo para entender su mensaje.

¿Un .~~có(jigo" para in~~~pretar las Escrituras?

Michael Drosnin, un periodista norteamericano ateo, re-


portero del Washington Post y del Wall Street Journal, acaba
de publicar su libro El código secreto de la Biblia (editorial
Planeta), que en poco menos de un año se ha convertido en
un best-séller (uno de los libros más vendidos) en 17 países.
Según el autor, antes de la Segunda Guerra Mundial un rabi-
no residente en Praga, Checoslovaquia, habría descubierto
un código secreto en el Antiguo Testamento hebreo. Cin-
cuenta años después el matemático israelí Eliyahu Rips en-
contró por casualidad en la biblioteca pública de Israel el
único libro que había publicado el rabino. A partir de enton-
ces, y motivado por la curiosidad, el Dr. Rips desarrolló un
programa de computación capaz de descifrar el futuro de la
humanidad.
DOS CADÁVERES EN LA PLAZA 79

Con posterioridad le presentaron al Dr. Rips el periodista


norteamericano, y desde entonces Drosnin se dedicó a escri-
bir el libro, que advierte a la humanidad acerca de las calami-
dades que se aproximan. Dice, por ejemplo, que entre los
años 2000 y 2006 el mundo será sacudido por dos hecatom-
bes nucleares. Prevé terremotos gigantescos en Japón en el
año 2006, y en Los Ángeles en el2010. Y de pronto, leer el li-
bro de Drosnin se puso de moda. Afirma que por medio del
programa de computación y del código secreto pudo ver no
sólo el futuro, sino que logró comprobar que la historia de la
humanidad estaba prevista con muchísima anticipación.
¿Qué se necesi~a para entender las Escrituras?

Pero la Escritura afirma que tú no necesitas de una com-

....... \o l ~.
·.·.·
... .. ,. . . -
, ~ ~ .• .
::-:t .. _..:....._, •. :.':-r· ; • ~. •

~~~ ~: ~~~~~~\\~~\
80 DOS CADÁVERES EN LA PLAZA

putadora para entender las profecías, sino del Espíritu San-


to que inspiró a los autores bíblicos, y que hoy está listo para
iluminar tu entendimiento. Sin el auxilio de una computado-
ra, tú puedes verificar en las Escrituras la sucesión de los
imperios mundiales: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma.
Puedes ver los esfuerzos de Napoleón y de Hitler para estable-
cer un nuevo imperio mundial. Puedes apreciar los intentos
del enemigo para destruir las Escrituras, y también puedes
comprobar la condición actual de la humanidad. Nada está
oculto. Todo está revelado para los seres humanos que con
humildad de corazón tratan de entender el plan de Dios.
En todas las predicciones divinas presentadas en las Es-
crituras y concentradas en el Apocalipsis, no aparece ningu-
na hecatombe atómica para el lapso que va del 2000 al
2006, como lo anuncia el libro de Drosnin, y, gracias a Dios,
falta poco para comprobar el cumplimiento de la afirmación
que hace. ¿Soy yo profeta? No. Sólo soy un ser humano que
pide la iluminación del Espíritu Santo para entender el men-
saje de las Escrituras.
Cuando se le preguntó a Drosnin si Dios habría escrito
las revelaciones que descifra el supuesto código, respondió:
"No creo en Dios. Pero alguna inteligencia puede ver el futuro
y lo escribió en un código. No sé ni tampoco puedo decir si el
código fue hecho por una computadora o para ser descifrado
por una computadora. Pero si una máquina hizo el código,
ciertamente es una de las más potentes que hayan existido,
porque todas las computadoras que se conocen hoy, aun tra-
bajando todas juntas, no lograrían crear un código tan com-
plejo.
Cuando nuevamente se le preguntó si esta circunstancia
no podría ser una prueba de la existencia de Dios, añadió:
"Es la primera eVidencia científica de que existe otro tipo de
inteligencia. Pero no conocemos su identidad. Sin embargo, la
misma inteligencia que creó el código también nos creó a no-
sotros y todo el Universo. No sé quién lo hizo, pero cierta-
mente no fue un ser humano". 14
Como puedes ver, las Escrituras, a pesar de todas las
persecuciones y los intentos del enemigo de desvirtuarlas,
continúan con seguridad soberana, y hasta causan preocu-
DOS CADÁVERES EN LA PLAZA 81

pación a quien no cree en la existencia de Dios.

Referencias
1
Apocalipsis 11 :3.
2
S. Juan 5:39.
3 Apocalipsis 11 :4.
4
2 S. Pedro 1:19.
5 Zacarías 4:3.
6
Apocalipsis 11:7.
7
Daniel7:17, 23.
8
Éxodo 5:2.
9
Wells, H. G., Historia universal, t. 3. p~. 140.
10
Apocalipsis 11:8, 9, 11.
1 1 Smith, Urías, Las profecías del Apocalipsis, págs. 179-183.

! 2 Apocalipsis 17:6.
13
Isaías 40:8.
14
Isto É. 7 de mayo de 1997, pág. 6. Entrevista por carta a Michael Drosnin realizada
en julio de 1996.

6-TM
9

EL AN11CRISTO Y
LA MWER VESllDA
.,
DE PURPURA

1 7 de agosto de 1888 un habitante del East

E End, un barrio pobre de Londres, encontró el


cuerpo de una prostituta que se llamaba Mart-
ha Turner. Fue la primera de una serie de víctimas.
Después aparecieron cuatro más, todas prostitutas
que frecuentaban los bares de la zona. La última fue
asesinada el9 de noviembre de 1888.
La policía de Londres casi se volvió loca. Además, el
asesino tuvo la osadía de dar información acerca de
sus crímenes a la Agencia Central de Noticias, identifi-
cándose sólo como "J ack, el destripador". Al parecer
estaba seguro de que nunca lo iban a descubrir, y
efectivamente nunca lo descubrieron. Resignado, el
inspector Charles Warren, que dirigía las investigacio-
nes, renunció, y Jack desapareció tan misteriosamente
como había aparecido.
Aunque por cierto es mucho más inteligente, osado
y astuto que el asesino londinense, también el demo-
nio parece tener la seguridad de que nunca será de-
senmascarado. No obstante, su historia está llegando
a su fin. El interés que manifiesta la humanidad acerca
de lo que nos depara un nuevo milenio podría ser la
clave que estaba faltando para que los seres humanos
(83)
84 EL ANTICRISTO Y LA MUJER VESTIDA DE PÚRPURA

descubran en el Apocalipsis las artimañas del enemigo.

Intentos del en~n.wigo para enga¡;ar

¿Cuáles son las declaraciones de las Escrituras con res-


pecto a los intentos del enemigo de Dios para engañar a los
seres humanos? Ve lo que dice el propio San Juan, el autor
del Apocalipsis, acerca de los peligros de los últimos días:
"Hijitos, ya es el último tiempo. Según vosotros oísteis que el
Anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos;
por eso conocemos que es el último tiempo". 1
Aquí el apóstol San Juan no está hablando de un solo
anticristo, sino de muchos. La palabra "anticristo" proviene
del griego antijristos. Está compuesta por el prefijo anti, que
puede significar "en contra de" o "en lugar de", y Jristós, que
es Cristo. El enemigo hace ambas cosas: está en contra de
Cristo y al mismo tiempo pretende usurpar su lugar. Ese
enemigo, por cierto, es el diablo. Tiene muchas formas de
presentarse: usa muchos instrumentos y muchos disfraces,
por eso no podemos hablar de un solo anticristo, sino de
muchos que luchan para usurpar la soberanía de Cristo.
Hay dos maneras de ponerse en contra de alguien. La pri-
mera consiste en atacar y perseguir. Cuando la violencia no
resulta, también es posible destruir a alguien distorsionan-
do su carácter, es decir, proyectando una falsa imagen de
esa persona, haciéndose pasar por ella o usurpando su lu-
gar.
San Juan nos dice algo más. Dice que los anticristos, es
decir, las personas que tratarán de perseguir a Cristo o de
distorsionar su carácter, saldrán inclusive del corazón mis-
mo de la iglesia llamada cristiana. 2 Y el apóstol San Pablo, al
escribirle a los corintios complementa de esta manera el pen-
samiento de San Juan: "Porque éstos son falsos apóstoles,
obreros fraudulentos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo.
Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se dis-
fraza de ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus
ministros se disfrazan de ministros de justicia". 3
Por lo tanto, aunque resulte doloroso, podemos descubrir
EL ANTICRISTO Y LA MUJER VESTIDA DE PÚRPURA 85

que mientras creíamos sinceramente que estábamos sirvien-


do a Dios, en realidad estábamos sirviendo al enemigo de
Dios. Esto es terrible, y merece el más serio de los análisis.
Pero, ¿dónde encontrar la luz? ¿Nos da la Escritura alguna
orientación al respecto?

¿~ué representa la mujer vestida de púrpura?

Volvamos al Apocalipsis para recordar que en el capítulo


12 se identifica a la iglesia de Dios simbolizada por una mu-
jer pura y vestida de blanco. Pero en el capítulo 17 encontra-
mos una mujer vestida de púrpura.
El ángel se la presenta a San Juan de la siguiente mane-
ra: "Ven acá y te mostraré la sentencia contra la gran ramera,
la que está sentada sobre muchas aguas. Con ella han forni-
cado los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se
han embriagado con el vino de su fornicación". 4
San Juan nos sigue diciendo que el ángel lo llevó al de-
sierto, donde vio "una mujer sentada sobre una bestia escar-
lata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y
diez cuernos. La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata,
adornada de oro, piedras preciosas y perlas, y tenía en la
mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmun-
dicia de su fornicación. En su frente tenía un nombre escrito,
un misterio: 'BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS
RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA' ". 5
Evidentemente, esta mujer es una de las formas que asu-
me el anticristo para presentarse. ¿A quién simboliza esta
mujer adúltera, cuyo nombre es Babilonia? Ya vimos en el
capítulo anterior que en la profecía una mujer simboliza una
iglesia. Esta mujer vestida de púrpura es, sin duda alguna,
una iglesia prostituida que dejó de ser la iglesia de Dios,
aunque pretenda seguir siéndolo. No seria prudente hacer
gala de arrogancia para señalar a ésta o a aquella iglesia.
Más sensato es que tú, estimado lector, llegues a tus propias
conclusiones sin forzar la Palabra de Dios.

¿Qué es Babilonia?

El nombre de esta iglesia es Babilonia, y para saber dónde


86 EL ANTICRISTO Y LA MUJER VESTIDA DE PÚRPURA

se encuentra hoy, es necesario saber qué era Babilonia anti-


guamente. Es evidente que el Apocalipsis no se está refirien-
do a la Babilonia histórica, porque esa ciudad fue destruida,
y según el profeta Isaías nunca más se volvería a levantar. 6
El Apocalipsis es un libro de símbolos y Babilonia cierta-
mente simboliza algo. Pero, ¿qué? Observemos algunas de
las características de esta ciudad:
l. La Babilonia antigua tuvo sus raíces en la torre de Ba-
bel, por medio de la cual los hombres trataron de escapar de
los juicios divinos. Representaba el esfuerzo humano para
ponerse en lugar de Dios y llegar a las alturas de la Tierra.
2. Babilonia persiguió al pueblo de Dios, que en aquel
tiempo era Israel.
3. Babilonia introdujo el culto a muchos dioses paganos,
especialmente al dios Sol.
Para saber a quién simboliza la mujer que se llama Babi-
lonia en el Apocalipsis, es necesario que nos hagamos algu-
nas preguntas:
l. ¿Existe hoy en el mundo algún grupo religioso cuyo di-
rigente o dirigentes pretendan ser representantes de Dios en
esta Tierra, atribuyéndose prerrogativas como la infalibilidad
y el poder de perdonar pecados, que son atributos exclusiva-
mente divinos?
2. ¿Existe hoy en el mundo algún grupo religioso que ha-
ya perseguido a la gente en algún momento de la historia por
el simple "delito" de obedecer lo que Dios pide en las Sagra-
das Escrituras?
3. ¿Existe hoy algún grupo religioso que, además de las
dos características anteriores, promueva el culto de muchas
imágenes y especialmente fomente la adoración de Dios en el
día dedicado al Sol?
Pero la profecía de Apocalipsis 17 presenta otras caracte-
rísticas:
l. Esta mujer está "sentada sobre muchas aguas". 7 Y se-
gún el mismo Apocalipsis "las aguas que has visto, donde se
sienta la ramera, son pueblos, muchedumbres, naciones y
lenguas". 8 Quiere decir que la iglesia simbolizada por esta
mujer ejerce dominio sobre multitudes, y sobre numerosos
países, naciones y lenguas.
EL ANTICRISTO Y LA MUJER VESTIDA DE PÚRPURA 87

2. Con esta mujer "han fornicado los reyes de la tierra". 9


En otras palabras, esta iglesia cuenta con el apoyo de los go-
biernos y los reyes de todas partes.
3. Esta mujer ha embriagado a todos los habitantes de la
Tierra co'n el "vino de su fornicación". 10 El vino es el jugo de
uva fermentado. En las Escrituras representa doctrinas erró-
neas, que no tienen apoyo en ellas, y que generalmente son
sólo tradiciones humanas.
Revisemos, por ejemplo, algunas de esas enseñanzas:

La doctrina pura La doctrina adulterada


enseña que: enseña que:

l. Las Escrituras son la Pa- l. La tradición y los dog-


labra de Dios y la única re- mas de la iglesia también
gla de fe y. doctrina. Apoyo son reglas de fe. Apoyo bí-
bíblico: 2 S. Pedro 1:19; 2 blico: no existe.
Timoteo 3:15-17.

2. Somos salvos sólo por la 2. Hay que hacer peniten-


gracia de Cristo. Apoyo bí- cias y obras meritorias.
blico: Efesios 2:8, 9. Apoyo bíblico: no existe.

3. Cristo es nuestro único 3. Los santos también pue-


mediador. Apoyo bíblico: 1 den ser mediadores. Apoyo
Timoteo 2:5. bíblico: no existe.

4. Los Diez Mandamientos 4. La iglesia tiene facultad


no fueron cambiados por para modificar los Diez
Jesús, y él no autorizó nin- Mandamientos. Apoyo bíbli-
gún cambio al respecto. co: no existe.
Apoyo bíblico: S. Mateo
5:17, 18.

5. La Ley es la que Dios dio 5. La ley adulterada por los


(ve más abajo su transcrip- hombres está en vigencia.
ción). Apoyo bíblico: Éxodo Apoyo bíblico: no existe.
20:1-17.
88 EL ANTICRISTO Y LA MUJER VESTIDA DE PÚRPURA

Los Diez Mandamientos según las Escrituras:

"1) No tendrás dioses ajenos delante de mí.


"II) No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que
esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás,
porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la
maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen, y hago miseri-
cordia por millares a los que me aman y guardan mis man-
damientos.
"III) No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios, en vano,
porque no dará por inocente Jehová al que tome su nombre
en vano.
"IV) Acuérdate del sábado para santificarlo. Seis días
trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es de
reposo para Jehová, tu Dios; no hagas en él obra alguna,
tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu
bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, por-
que en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y
todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo
día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santificó.
"V) Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días
se alarguen en la tierra que Jehová, tu Dios, te da.
"VI) No matarás.
"VII) No cometerás adulterio.
"VIII) No hurtarás.
"IX) No dirás contra tu prójimo falso testimonio.
"X) No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la
mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey,
ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo".

4. Otra de las características de la Babilonia moderna es


su condición de "madre de las rameras y de las abominacio-
nes de la tierra". Quiere decir que esta iglesia produjo hijas,
es decir, otras iglesias semejantes a ella. Si hay una madre,
tiene que haber hijos, que de alguna manera se parecen a la
madre. Algunas de las doctrinas de las hijas tampoco tienen
base en las Escrituras sino en la madre. Las doctrinas puras
EL ANTICRISTO Y LA MUJER VESTIDA DE PÚRPURA 89

de las Escrituras se contaminaron con el vino de la madre.


5. En el versículo 6 de Apocalipsis 17 se dice que la mujer
babilónica está "ebria de la sangre de los santos y de la san-
gre de los mártires de Jesús". De nuevo se habla aquí de per-
secución. Una iglesia que en algún momento de la historia
fue intolerante con los "herejes", por la única razón de que
éstos no aceptaban las tradiciones de la iglesia y preferían
obedecer la Palabra de Dios, tal como está registrada en las
Escrituras.

El vino de su fornicación

Existe algo más que es necesario establecer. El Apocalip-


sis nos dice que la mujer "embriagó" a la gente con el vino de
su fornicación. Cuando alguien está ebrio no se da plena
cuenta de lo que le sucede; hace las cosas sin pensar en las
consecuencias. Esta es una seria advertencia para que revise-
mos los fundamentos de nuestra fe. No se trata de creer sen-
cillamente lo que creyeron los padres y los abuelos, o hacer
algo sólo porque todo el mundo lo hace. Hoy es urgente que
la gente verifique de dónde viene y hacia dónde va. Esto pue-
de ser doloroso, pero no hay crecimiento sin dolor. Los símbo-
los que San Juan vio cuando escribía el Apocalipsis son
crueles en cierto modo. San Juan nos cuenta que el ángel
clamó con voz potente para decir: "¡Ha caído, ha caído la
gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios,
en guarida de todo espíritu inmundo y en albergue de toda
ave inmunda y aborrecible". 11
Todo esto, dicho con respecto a una iglesia, es cruel desde
el punto de vista humano. ¿Quién, con sana conciencia, no
se sentiría abrumado al sólo sospechar que la iglesia me-
diante la cual pensaba con toda sinceridad que estaba sir-
viendo a Dios, tiene las características que describen estos
pasajes de la Escritura?

~~~Salid de ella,. p~ebl~ mio!"

Pero la advertencia divina es contundente: "¡Salid de ella,


pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni
90 EL ANTICRISTO Y LA MUJER VESTIDA DE PÚRPURA

recibáis parte de sus plagas!, porque sus pecados han llegado


hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades". 12
Quiere decir que en las iglesias simbolizadas por Babilo-
nia y sus hijas existe gente maravillosa, sincera e inocente,
que no se había dado cuenta de las verdades descritas por la
profecía. A esta gente Dios le habla diciéndole: "Pueblo mío",
pero a la vez la intimación es clara: "¡Salid de ella!"
Al escribir estas líneas tiemblo en mi corazón al pensar
en el dolor y el sufrimiento de tantos maravillosos hijos de
Dios, cuyos ojos comienzan de repente a abrirse a las verda-
des de las Escrituras que antes habían ignorado. ¿Qué dere-
cho tengo yo de causar sufrimiento? Pero, por otra parte,
¿tengo derecho de esconder las verdades de la Palabra de
Dios?
La historia de este planeta está llegando a su fm. No hay
tiempo para la duda. La voz de Dios se oye con claridad. La
Sagrada Escritura está a disposición de todos para que se la
estudie, y para que nadie se deje llevar por las opiniones de
los hombres.

liNo t~cf~ ~1 que me diC:f!: ~¡Señor, Señor!'"

El Apocalipsis es muy claro al identificar a la organiza-


ción que pretende ser la iglesia de Dios cuando en realidad
no lo es. Cuando Jesús estuvo en esta Tierra, dejó una des-
cripción del día fmal. Las Escrituras lo registran así: "No todo
el que me dice: '¡Señor, Señor!' entrará en el reino de los cie-
los, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos. Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?' En-
tonces les declararé: 'Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hace-
dores de maldad!' "13
Quiere decir que es posible ser "hacedores de maldad"
con la idea de que de esa manera se está sirviendo a Dios. El
texto de las Escrituras es claro al respecto. ¿Cuál es, enton-
ces, la única manera de servir a Dios? "El que hace la volun-
tad de mi Padre que está en los cielos", dice Jesús. Y, ¿dónde
EL ANTICRISTO Y lA MUJER VESTIDA DE PÚRPURA 91

encontramos registrada la voluntad del Padre? Únicamente


en la Palabra de Dios, que es la Sagrada Escritura.

Referencias
1
1 S. Juan 2:18.
2
1 S. Juan 2:19.
3 2 Corintios 11:13-15.
4
Apocalipsis 17: l, 2.
5 Apocalipsis 17:3-5 (las mayúsculas son mías).
6 Isaías 13:19-21.
7
Apocalipsis 17: l.
8
Apocalipsis 17:15.
9 Apocalipsis 17:2.

10 Jbíd.
11
Apocalipsis 18:2.
12
Apocalipsis 18:4, 5.
13
S. Mateo 7:21-23.
10

EL AN11CRISTO Y
lA NUEVA ERA

ocos artistas extranjeros consiguen vender en

P los países latinoamericanos más de cien mil co-


pias de sus discos compactos. En realidad, sólo
súper estrellas como Madonna o Michel J ackson lo-
gran hacerlo. Pero de súbito aparece una cantante ir-
landesa conocida como Enya. que con el acompaña-
miento de cítaras hindúes, otros instrumentos orienta-
les y gaitas celtas, ya vendió sólo en Brasil más de un
millón de copias de sus tres discos, una cifra capaz de
matar de envidia a gente famosa como Julio Iglesias o
Bon Jovi, la estrella de los adolescentes.
El éxito de esta cantante, con su música relajante y
mística, es sólo la cúspide del témpano de un fenóme-
no mundial denominado "Nueva Era". Esta denomina-
ción se usa para aludir a un cóctel de prácticas, filo-
sofías y creencias fundadas en el espiritismo moderno,
el humanismo secular y las religiones místicas venidas
del Oriente.
Aunque se encuentra entrelazada con muchos de
los campos de la actividad humana, como ser la litera-
tura, la música, el teatro, el cine, las novelas, las tera-
pias alternativas. la educación, las historietas ilustra-
das, los horóscopos, la bola de cristal, las pirámides,
(93)
94 EL ANTICRISTO Y LA NUEVA ERA

la ecología y la alimentación, la Nueva Era es un movimiento


dificil de definir, porque no cuenta con un cuerpo organizado,
ni una estructura religiosa, ni principios doctrinales escritos,
ni sigue a un dirigente visible. Pero está en todas partes, ga-
nando la simpatía de hombres y mujeres, niños, ateos, racio-
nalistas, religiosos, amas de casa, empresarios y profesiona-
les. La Nueva Era tiene actividades para todos los gustos y
preferencias. Cautiva a los niños que se quedan pegados de-
lante de los juegos electrónicos o del televisor para ver las
aventuras de He-Man, She-Ra o los Pitufos. Conquista a los
adultos que están buscando la solución para sus males en
las terapias alternativas como el diagnóstico por el iris, la
acupuntura y otras más. Fascina a los empresarios con sus
seminarios de autoayuda para sus empleados, y atrae la
atención de la juventud con la meditación trascendental, las
disciplinas orientales y una literatura aparentemente inofen-
siva como Juan Salvador Gaviota. Ciertamente, la Nueva Era
es una de las facetas del anticristo.

¿Por qué tiene éxi~() la N~eva Er~_?

Esta es la causa del sorprendente crecimiento de la Nueva


Era en los últimos años: la humanidad vive atemorizada.
Hay mucha violencia, sufrimiento y explotación del hombre
por el hombre. Hay un vacío existencial cuyo origen se desco-
noce conscientemente. Hay ocasiones cuando te sientes de-
primido, estás tan hosco, rodeado de circunstancias tan difi-
ciles que no sabes a quién acudir ni adónde esconderte. Y
entonces aparece la Nueva Era con la idea maravillosa de
que puedes ser el dios de tu propio destino, porque existe
una energía ilimitada dentro de ti mismo. Tienes que descu-
brir el "Yo superior" que duerme dentro de ti, porque una vez
que aprendas a hacerlo -según la Nueva Era- no necesita-
rás más del Dios acerca del cual hablan las Escrituras, ya
que ese Dios no pasa de ser una Energía Superior que puede
estar dentro de ti o, en la mejor de las hipótesis, en los recur-
sos naturales -el Sol, la Luna, las estrellas-, los cristales,
las pirámides, o sencillamente en la tierra, los árboles y las
aguas.
EL ANTICRISTO Y LA NUEVA ERA 95

¿Para qué sufrir -pregona la Nueva Era- si todo se en-


camina de manera defmida rumbo a la Era de Acuario? Este
es el nombre del décimo signo del zodíaco. Es el hombre mi-
tológico que lleva en su cántaro el agua fresca y refrescante
que derrama silenciosamente para simbolizar una era de
paz, amor e iluminación espiritual, completamente diferente,
según los seguidores de esta doctrina, de la Era de Piscis (la
actual Era Cristiana), marcada por la violencia, el egoísmo y
la confusión.

El verdadero origf!~ .de l~ .. ~~f!~a Era

Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con las profecías del
Apocalipsis? Volvamos por un momento al jardín del Edén,
especialmente al diálogo que se entabló entre Eva y el demo-
nio disfrazado de serpiente. Dios le había advertido a la pri-
mera pareja que su vida dependía de la observancia de los
principios de vida establecidos por el Creador. "De todo árbol
del huerto podrás comer -había sido la advertencia del
Creador-, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal
no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente mori-
rás". 1 Entonces apareció la serpiente para contradecir de esta
manera la advertencia divina: "No moriréis. Pero Dios sabe
que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y se-
réis como Dios, conocedores del bien y del mal". 2
En esta histórica declaración de la serpiente encontramos
las verdaderas raíces de la Nueva Era, que se presenta ahora
disfrazada con la "solución" de los problemas de este mundo
inhumano y violento en que vivimos, pero que en realidad
sólo cambió de disfraz.
En la respuesta que la serpiente le dio a Eva encontra-
mos cuatro de los diversos fundamentos de la Nueva Era:
l. No morirán.
2. Serán como Dios.
3. Si comen el fruto del árbol recibirán una energía ilimi-
tada, y los ojos de ustedes se abrirán.
4. Estarán en condiciones de decidir qué es bueno y qué
es malo.
96 EL ANTICRISTO Y LA NUEVA ERA

Dejaremos el primer punto: "No morirán", para conside-


rarlo en otro capítulo. En éste trataremos los tres últimos.

El primer. argumento

l. "Serán como Dios". La gran acusación de Satanás es


que Dios es injusto, y por lo tanto no merece ni adoración ni
obediencia. Entonces, la idea fundamental que presentaba
era: "Yo puedo ser Dios". Además decía: "Vota por mí. Yo te
puedo librar de todas esas imposiciones divinas". Y con esta
clase de campaña electoral consiguió engañar a la tercera
parte de los ángeles del Cielo. El profeta Isaías se refiere a
Lucifer con las siguientes palabras: ''Tú que decías en tu co-
razón: Subiré al cielo. En lo alto, junto a las estrellas de
Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me
sentaré, en los extremos del norte; sobre las alturas de las
nubes subiré y seré semejante al Altísimo". 3
¿Te das cuenta, querido lector, que la tesis de Lucifer era:
"No necesito a Dios porque yo mismo puedo ser Dios"? Así
comenzó, pero después tentó a los seres humanos con la fas-
cinante idea de que ellos también "serían como Dios". Por al-
guna razón esa idea se ha desarrollado muchísimo en el
Oriente, y hoy llega hasta nosotros por medio de algo apa-
rentemente tan inocente como el yoga. Los místicos orientales
-entre ellos los hinduistas y los budistas- han practicado
por siglos el yoga o la meditación trascendental. El propósito
de ese sistema de meditación consiste en alcanzar "la perfec-
ción espiritual", ese estado espiritual "maravilloso" llamado
nirvana, la "suprema realidad". Para alcanzar ese estado el
yoga enseña a alterar el estado mental para huir del mundo
físico con el fin de reunirse con Brahma (Dios), con la posibi-
lidad de también llegar a ser Dios.
Enseñan que Dios es una forma de energía y puede estar
en todo, y que en el momento en que consigues alcanzar esa
energía mediante la meditación, pasas a ser Dios y dueño de
tu propio destino.
Junto con la meditación, el yoga usa mucho los mantras,
que son la repetición constante de sonidos que ayudan a al-
canzar el nirvana. Shirley MacLaine, por ejemplo, famosa ac-
EL ANTICRISTO Y LA NUEVA ERA 97
98 EL ANTICRISTO Y LA NUEVA ERA

triz de cine, y una de las sumo sacerdotisas de la Nueva Era,


escribió un libro en el que afirma que el "mantra" que ella
usa en su hatha yoga es: "Yo soy la diosa de la luz". 4
El yoga se está volviendo tan común ahora, que casi se
ha convertido en una moda. No es una nueva religión ni una
filosofía de vida. Puedes seguir practicando tu religión, cre-
yendo en el dios que te parezca. Al fin de cuentas, Dios es
sólo una forma superior de la energía y no es una divinidad
personal. Puede estar en todo lugar del Universo y tomar la
forma de cualquier dios. Y más aún, puedes alcanzar ese es-
tado superior a lo largo de los años y a fuerza de practicar la
meditación trascendental.
Pero el ángel de Apocalipsis 14 dice en voz alta: "¡Temed a
Dios y dadle gloria! ... Adorad a aquel que hizo el cielo y la
tierra, el mar y las fuentes de las aguas". 5 El Dios a que se re-
fiere el ángel aquí no es sólo energía: es un Dios personal,
porque la Escritura es contundente cuando dice: "Como son
más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más al-
tos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vues-
tros pensamientos". 6

El segundo argumento

2. El segundo argumento de la Nueva Era presentado por


Lucifer en el jardín del Edén tenía como propósito distraer la
atención de los seres humanos de Dios, para dirigirla hacia
las cosas creadas. "Si comes deljruto de este árbol-dyo la
serpiente- tus ojos se abrirán". ¿Qué quiere decir esto? Hay
algo de mágico en este árbol: tiene una energía especial. Pue-
de ser la puerta que te conduzca a una esfera superior. Es la
clave de tu desarrollo. 'Tus ojos se abrirán".
¿Te parece extraño que la gente busque hoy la solución
de sus problemas en las pirámides, los cristales, las piedras
preciosas y los astros? Esa doctrina defiende la idea de que
"todo, la gente, los animales, las plantas, los objetos, las es-
trellas o los planetas, en fm, todo es sólo parte de una amplia
unidad, impersonal y absoluta. Nadie vive o existe sólo para
sí. Tanto nosotros como el cosmos formamos parte de una
EL ANTICRISTO Y LA NUEVA ERA 99

'unidad absoluta' denominada 'conciencia universal', 'energía


universal', 'la fuerza', e inclusive Dios. Dentro de este con-
cepto, el bienestar de todos depende de su integración con
esa energía total y absoluta concentrada en algún elemento o
en un centro peculiar de energía personal". 7
Pero cuando el ser humano aparta sus ojos de Dios y co-
mienza a dirigirlos hacia las cosas creadas, el resultado casi
natural es el ocultismo en las más variadas de sus formas.
Analiza, por ejemplo, los programas de televisión que tus
hijos ven todos los días: He-Mano los Pitufos. He-Man pre-
senta a seres sobrenaturales con características humanas.
Esos seres se dividen en dos bandos: los buenos y los malos.
Cada episodio es una serie de hechicerías, magia y encanta-
mientos. He-Mantiene sus amigos: Orco, un fantasma que
usa una capucha, se queda suspendido en el aire y practica
muchas artes mágicas; Cringer, el tigre que se tra.Tlsforma en
un gato batallador; y la Hechicera, bonita ella, que practica la
magia blanca y se transforma en halcón.
Antes los adultos se asustaban de sólo oír las palabras
"magia" o "hechicería", pero la generación de He-Man, She-
Ra o los Pitufos, o de los modernos juegos electrónicos, acep-
ta todo esto como si formara parte de la realidad cotidiana.
En ningún episodio aparece Dios. Todo lo que se necesita
para resolver los problemas es un poco de energía cósmica o
algunas artes mágicas. Los niños crecen aceptando con la
mayor naturalidad del mundo la hechicería, la videncia y el
ocultismo. En 1996 un chico norteamericano de 14 años,
Keith Flaig, jugaba con su computadora en compañía de su
mejor amigo, Nicolás Watts, en la ciudad de Portland, cuando
de repente, sin motivo alguno, Keith le abrió con un cuchillo
la garganta a su amigo. Después el chico tomó una pistola
de calibre 20 y disparó contra la hermana y la madre de Ni-
colás, y finalmente se suicidó.
"Antes de cometer esta serie de atrocidades Keith estaba
jugando a un juego llamado 'Hell', que quiere decir 'infierno',
un juego de acción con escenas terroríficas. Un ejemplo de
ellas es 'el campo de castigo', donde se ve a gente quemada
atada a estacas de madera. El consultorio del dentista es
aún peor. En lugar de aparatos odontológicos se ven serru-
100 EL ANTICRISTO Y LA NUEVA ERA

chos, limas y una silla de tortura. En el relato, el jugador


asume el papel de una pareja que busca pistas para descu-
brir los secretos de un dictador. Es macabro. Después de su-
mergirse en esa historia, el chico Keith cometió esos terribles
homicidios", dice el periodista. 8

El tercer argumento

3. El tercer argumento presentado por la serpiente fue


que cuando los ojos de Eva se abrieran, ella estaría en condi-
ciones de decidir qué es bueno y qué es malo. Ésta es posi-
blemente una de las principales razones de por qué la Nueva
Era es tan fascinante. Le da a la persona una sensación de
control de sí misma y de poder. Promete el desarrollo espiri-
tual al descubrir "lo superior", de modo que la persona pasa a
ser su propio dios. En esa situación, nadie tiene derecho de
imponerle ninguna norma moral. Lo que tú decides es lo co-
rrecto.
En marzo de 1989. por ejemplo, se descubrió que Ozel
Tendzin, el líder espiritual de la rama más numerosa de los
budistas tibetanos de los Estados Unidos, estaba enfermo de
SIDA. Fue un golpe tremendo para sus seguidores. Tendzin,
cuyas actividades homosexuales no eran un secreto para na-
die, se había contagiado, pero nunca lo reconoció hasta que
lo enfrentaron a sus compañeros de actividad sexual, hom-
bres y mujeres, todos enfermos de SIDA.
Impresiona el diálogo entre John Dart --editor de la co-
lumna de religión de The Angeles Times- y Martín Janowitz,
uno de los dirigentes de la organización de Tendzin. A una
pregunta que se le hizo, respondió lo siguiente: "En nuestra
religión no tenemos el concepto de prácticas sexuales morales
o inmorales. No consideramos, como otras religiones, que la
homosexualidad sea pecado". 9
Esto es "fascinante" para los seres humanos. Gozas de li-
bertad para llamar mal al bien y bien al mal. Tú mismo deter-
minas qué es correcto y qué es erróneo. ¿No es extraordinario
esto desde el punto de vista humano?
Pero las Escrituras afirman que no le corresponde al
hombre determinar qué es inmoral y qué no lo es. "A los cie-
EL ANTICRISTO Y lA NUEVA ERA 1O1

los y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros -dice


el Señor-, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la
bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas
tú y tu descendencia". 10
Ya ves, estimado lector: Dios determina lo que es correcto
y lo que no lo es. El ser humano es libre para elegir, pero no
tiene derecho a determinar lo que es moral y lo que no lo es,
porque eso es prerrogativa exclusiva del Señor.

IJna rec-a.pitulacióf1

Resumiendo, la Nueva Era, a través de sus numerosas


doctrinas y actividades, proclama lo siguiente: l. No existe
diferencia entre el Creador y la creación. Todo es una sola
cosa. 2. Dios es todo y está en todas las cosas. Es sólo una
fuerza, una energía. 3. Todos los seres humanos nos pode-
mos convertir en dioses. 4. El pecado no tiene implicaciones
morales; es sólo un desorden que aparece en nuestra condi-
ción divina. 5. Todas las religiones y filosofías son buenas, a
partir del momento en que tú determinas lo que es correcto y
lo que no lo es.
Observa algunas de las diferencias que existen entre lo
que enseña la Escritura y lo que sugiere la Nueva Era: 11 Para
ef cristianismo, Dios es una Persona divina, es el Creador de
todo lo que existe; para la Nueva Era es sólo una energía vital
y está en todas las cosas. Para el cristianismo, el hombre fue
creado a imagen de Dios, y tiene naturaleza pecaminosa co-
mo consecuencia de su caída; para la Nueva Era es una par-
tícula de Dios, y por medio de la meditación puede volver a
ser Dios. Para el cristianismo, el pecado es rebelión contra
Dios; para la Nueva Era es sólo una desarmoma interior. Para
el cristianismo, cuando el ser humano fallece, acaba todo, a
lo menos por el momento; para la Nueva Era, la muerte es
sólo un paso en dirección a la perfección. Para el cristianis-
mo, la salvación nos libra por la gracia de la culpa moral; pa-
rala Nueva Era, la salvación nos libra de la desarmoma gra-
cias al esfuerzo humano.
102 EL ANTICRISTO Y lA NUEVA ERA

La invitación del ángel

A la luz de todo esto escucha una vez más el clamor del


ángel de Apocalipsis 14: "Temed a Dios y dadle gloria". ¿Te
das cuenta? El ángel reclama la gloria sólo para Dios y para
nadie más. Y establece una clara diferencia entre el Creador y
la creación. "Adora a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar
y las fuentes de las aguas". Aquí se establece un contraste
entre la superioridad de Dios frente a su creación. Dios hizo
el cielo, la tierra y el mar. Es imposible poner a Dios en el
mismo nivel de su creación. Es un Dios personal, soberano, y
no sólo una energía. Reclama adoración total: "No tendrás
otros dioses delante de mí", 12 dijo el Señor cuando dio los
Diez Mandamientos a la humanidad.
Pero el ser humano se olvida de todo, y en su desesperado
intento por encontrarse a sí mismo se perdió en un laberinto
de sofismas e ideas agradables al oído y al ego, pero frus-
trantes para el corazón.

La repetida tesis del enemigo

El enemigo de Dios insiste en su nueva tesis: "No bus-


ques la solución de tus problemas en Dios. Búscala dentro
de ti mismo o en la naturaleza". Y está logrando sus objeti-
vos, por increíble que parezca. Si no lo crees, entra en una li-
brería y observa la cantidad de libros esotéricos, de yoga, de
meditación trascendental, de horóscopos y de cosas afmes.
Siéntate delante del televisor y observa la cantidad de pelí-
culas, novelas y programas que tienen como tema central la
reencarnación, el espiritismo y otras ideas orientales. Exami-
na la vida de gente famosa: artistas, cantantes, empresarios y
personas destacadas, y ve cómo hablan, cómo se sienten y
actúan bajo la influencia de diversas ideas y costumbres
promovidas por la Nueva Era.
¿Coincidencia? No. Todo esto estaba anunciado por la
profecía: poco antes del regreso de Cristo ésta seria la idea
de moda. No se trata de ningún mal declarado abiertamente.
Se trata de los viejos argumentos satánicos, disfrazados de
piedad y buenos propósitos. Trátase de aparentes soluciones
EL ANTICRISTO Y LA NUEVA ERA 103

para la especie humana. Se trata de una nueva era de "paz,


espiritualidad y abnegación", capaz de engañar hasta a los
más informados. Ya decía a propósito de esto Jesús: "Enton-
ces, si alguno os dice: 'Mirad, aquí está Cristo', o 'Mirad, allí
está', no lo creáis, porque se levantarán falsos cristos y falsos
profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera
que engañarán, si es posible, aun a los escogidos". 13

Referencias
1
Génesis 2:16, 17.
2
Génesis 3:4, 5.
3
Isaías 14:13. 14.
4
MacLaine. ShirlE>y, Going Within: A Cuide jor Inner Transjormation [Viaje al interior:
Una guía para la transformación íntima], pág. 75; citado por Manuel Vásquez en La Nueva
Era ataca, pág. 85.
5 Apocalipsis 14:7.
6 Isaías 55:9.
7
Alomía. Merling, ¿Nueva Era o Nuevo Engaño?, pág. 41.
8
Revista Veja [Vea], 24 de enero de 1996.
9
The Angeles Times, 3 de marzo de 19R9; citado por Manuel Vásquez, Ibíd., pág. 17.
10 Deuteronomio 30:19.

u Para más detalles acerca de este asunto, consulta Merling Alomía, lb íd., págs. 84-89.
12
Éxodo 20:3.
13
S. Mateo 24:23, 24.
11
.,
¿~NDEVAN
LOS MUERTOS
CUANDO MUEREN?

ecibí hace poco la llamada telefónica de un se-

R ñor desesperado por la muerte de su hijo de 18


años. Una vida joven, llena de sueños y expec-
tativas, fue inesperadamente interrumpida por la
muerte en un trágico accidente de tránsito.
"Señor Bullón -me decía el padre entristecido-, si
a lo menos yo supiera dónde está mi hijo. Pero cada
cual me da una versión diferente. Hay quienes dicen
que su alma seguirá sufriendo hasta que yo termine de
pagar sus deudas. Otros afirman que se reencarnó en
otra vida y que hoy es más feliz que antes. Y hay quie-
nes, además, me aconsejan confiar en Dios porque se-
gún ellos si mi hijo fue bueno, estará en el paraíso; y si
no lo fue, Dios se apiadará de él. Después de todo eso
-siguió diciendo ese señor-, no sé qué más hacer ni
qué pensar. ¡Por favor, ayúdeme!"
El clamor de este padre es el clamor desesperado
de los seres humanos de todos los tiempos: ¿Adónde
van los muertos cuando mueren? ¿Qué pasa con
ellos? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Podemos afir-
mar, basándonos en las Escrituras, que existe la reen-
(105)
106 ¿ADÓNDE VAN LOS MUERTOS CUANDO MUEREN?

carnación o la comunicación con los espíritus de los muer-


tos? El Apocalipsis es una solemne advertencia a los hom-
bres que se están preparando para entrar en el tercer mile-
nio, porque un instrumento poderoso que el enemigo usará
para engañarlos tendrá que ver con el estado de los muertos.
Ya vimos en los capítulos anteriores que el diablo emplea-
rá todos los recursos que estén a su alcance para inducir a
los seres humanos a adorar cualquier cosa y obedecer a
cualquiera menos a Dios. Hubo una época en la historia
cuando por medio del poder romano de los césares el diablo
usó la fuerza, la persecución y la muerte con este fin. Más
tarde usó el poder religioso para pervertir la Palabra de Dios y
perseguir a los "herejes", cuya única "herejía" consistía en
adorar al Dios verdadero y obedecer su Palabra. Con poste-
rioridad, en la época de la Francia atea, el enemigo empleó
al racionalismo para negar totalmente la existencia de Dios y
quemar las Escrituras en la plaza pública. A pesar de eso,
siempre hubo un pueblo que guardó los mandamientos de
Dios y perseveró en el testimonio de Jesús.

Una nu~va estrategia

Pero el enemigo no se da por vencido, y aunque en nues-


tros días ya no persigue a los creyentes ni quema Escrituras,
y hasta el ateísmo está pasando de moda, sigue luchando
para alcanzar sus objetivos. ¿De qué manera? Despersonali-
zando a Dios. Según sus teorías, el Señor dejó de ser Dios y
se convirtió en una simple forma de la "energía" que puede
estar en todo lugar y en todas las cosas. "Eterniza" la vida,
haciendo creer que la de los seres humanos no tiene fin, que
la vida en esta Tierra es sólo un "camino" que conduce a
otras vidas.
Acepto que si quieres saber qué sucede cuando alguien
muere, tienes el derecho y el deber de investigar todas las
fuentes disponibles de información. Pero te recuerdo que
una de ellas tendrá que ser, necesariamente, la Sagrada Es-
critura, considerada por los cristianos como la Palabra de
Dios.
¿ADÓNDE VAN LOS MUERTOS CUANDO MUEREN? 107

. . ,~~ "' "!'·,~·· "'". 'i!- -'''~··

~ .~,.~~7 .: ; ~ ~~~ :. . . ..
..~ ~~~' ~ ~
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.......~-,~·-~·

¿Qué dice Dios acerca de los muertos?

Entonces, ¿qué dice el Señor con respecto a este asunto?


Para entender adónde van los muertos cuando mueren es
necesario saber cómo fue creado el hombre. La Escritura
108 ¿ADÓNDE VAN LOS MUERrOS CUANDO MUEREN?

afirma lo siguiente: "Entonces Jehová Dios formó al hombre


del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el
hombre un ser viviente". 1
Un alma viviente, en el sentido que la Escritura le da a la
expresión, es una persona viva. Tú, estimado lector, y yo so-
mos almas vivientes. La palabra "alma" no significa en las
Escrituras un espíritu descarnado. Cuando decimos que en
el estadio había cien mil almas presenciando el partido, nos
estamos refiriendo a personas vivas. Éste es el significado
que tiene en la Escritura la palabra alma.
Muy bien. Por lo que dice la Escritura te puedes dar
cuenta de que el ser humano comenzó a vivir cuando el polvo
de la tierra se unió con el aliento o soplo de vida de Dios. El
polvo de la tierra es eso: polvo de la tierra; no es el ser huma-
no. El polvo de la tierra no piensa, ni siente, ni tiene ham-
bre, ni sed, ni frío ni calor. El polvo es sólo polvo, nada más.
Por otro lado, el soplo de vida es sólo soplo, nada más que
soplo; tampoco piensa, ni siente, ni es un ser humano. Pero
la Escritura afirma que cuando el polvo de la tierra se une
con el aliento de vida, entonces sí surge un ser humano vivo.
¿Qué sucede, entonces, cuando alguien muere? Las Es-
crituras responden: "Antes que el polvo vuelva a la tierra, co-
mo era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio". 2 Según esta
declaración, en el momento cuando el hombre muere los tér-
minos se invierten y las cosas suceden al revés de lo que
aconteció en el día de la creación. En ella Dios sopló aliento
de vida en la nariz del hombre hecho del polvo de la tierra, y
entonces el hombre cobró vida. Cuando el hombre muere,
Dios recoge su aliento de vida, el hombre vuelve al polvo, se
lo entierra, con el tiempo entra en descomposición y final-
mente se vuelve polvo como antes.
Y, ¿qué sucede con el espíritu? Para responder a esta
pregunta es necesario tener bien en claro que cuando Dios
dio su aliento de vida al ser humano, no le dio un aliento
"pensante". La palabra hebrea que se usa en este caso es
ruaj, que quiere decir exactamente eso: "soplo", y nada más.
En griego, la otra lengua de las Escrituras, la palabra que se
usa es pnéuma, de la cual deriva la palabra castellana "neu-
mático", y que también quiere decir "soplo", "aliento", "aire", y
¿ADÓNDE VAN LOS MUERTOS CUANDO MUEREN? 109

nada más. El ser humano pensante, vivo, sólo apareció


cuando el polvo de la tierra y el soplo divino se unieron.
Es como la luz eléctrica: la energía que viene por los ca-
bles no es luz; la bombita tampoco es luz; pero cuando la
electricidad se combina con los filamentos de la bombita, en-
tonces aparece la luz eléctrica.
¿Qué sucede cuando se apaga la luz? La bombita está allí.
La energía también, pero cuando mediante un interruptor
las separamos, la luz desaparece.
Mediante esta ilustración podemos entender que no existe
un espíritu vivo y pensante después que alguien muere. Las
Escrituras son categóricas cuando afirman: "Porque los que
viven saben que han de morir, pero los muertos nada saben,
ni tienen más recompensa. Su memoria cae en el olvido.
También perecen su amor, su odio y su envidia; y ya nunca
más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol. ..
Todo lo que te venga a mano para hacer, hazlo según tus
fuerzas, porque en el Seol [la morada de los muertos], adonde
vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia ni sabiduría". 3
La Escritura es categórica al afirmar que cuando el ser
humano muere, se le acabó la vida. ¿De dónde viene, enton-
ces, la idea de que la vida no se termina, y de que el espíritu
sigue viviendo después de la muerte?

~~ origen de todo esto


Volvamos al origen de todo en el jardín del Edén. Dios le
dijo a los seres humanos que no debían tocar dél fruto del
árbol de la ciencia del bien y del mal, porque cuando lo hicie-
ran ciertamente morirían. Pero entonces apareció el diablo
disfrazado de serpiente y dijo: "¡No moriréis!" En ese momen-
to comenzó la teoría de que el alma del hombre es inmortal.
El enemigo de Dios es el padre de esta idea que hoy está de
moda como nunca antes, inclusive en los medios cristianos.
El otro día un joven me decía: "Yo no creía en los espíri-
tus, hasta que un amigo mío perdió a su padre y asistió a
una sesión espiritista y conversó con el espíritu de su padre.
No fue una ilusión. Oyó la voz de su padre".
No dudo que ese joven oyó una voz, pero con seguridad
110 ¿ADÓNDE VAN LOS MUERTOS CUANDO MUEREN?

no era la voz de su padre. En las Escrituras se registra la


historia del rey Saúl, que se desvió de los caminos del Señor
y se olvidó de las claras advertencias de que no existen espíri-
tus vivos vagando por el aire, y aun así recurrió a una mé-
dium espiritista. De la siguiente manera se nos cuenta la
historia: "Entonces Saúl dijo a sus criados: 'Buscadme una
mujer que tenga espíritu de adivinación, para que vaya a
consultar por medio de ella'. Sus criados le respondieron:
'Aquí, en Endor, hay una mujer que tiene espíritu de adivina-
ción'. Se disfrazó Saúl poniéndose otras vestiduras y, acom-
pañado por dos hombres, se llegó de noche a aquella mujer y
le dijo: 'Te ruego que me adivines, por el espíritu de adivina-
ción, y hagas venir a quien yo te diga' ... La mujer le dijo: '¿A
quién te haré venir?' 'Hazme venir a Samuel', respondió él". 4

El rey Sa(l~ y su conexi~n con el espiritismo

La historia continúa diciendo que Samuel apareció, en-


vuelto en un manto, y conversó con Saúl. Aparentemente
Saúl, tal como el joven que asistió a la sesión espiritista,
conversó con el espíritu de un muerto. Las Escrituras regis-
tran esta historia, pero el contexto demuestra que ese espíri-
tu no era el de Samuel, sino un espíritu diabólico. Éstas son
las pruebas de lo que estamos diciendo:
l. Las advertencias de que Israel nunca debería consultar
a los muertos eran bien claras: "Si os dicen: 'Preguntad á los
encantadores y a los adivinos, que susurran hablando', res-
ponded: '¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a
los muertos por los vivos?' "5 ¿Cómo podía Dios enviarle un
mensaje a Saúl por medio del "espíritu de un muerto", cuan-
do él mismo lo había prohibido?
2. El relato de las Escrituras nos dice que hacía yabas-
tante tiempo que el Señor no se comunicaba con Saúl. "Con-
sultó Saúl a Jehová, pero Jehová no le respondió ni por sue-
ños ni por Urim ni por los profetas". 6 La pregunta es: Si Dios
no quería comunicarse con Saúl por medios considerados lí-
citos, ¿cómo podría comunicarse por medio de un "espíritu",
es decir, un medio ilícito?
¿ADÓNDE VAN LOS MUERfOS CUANDO MUEREN? 111

3. Después de la muerte de Saúl el texto de las Escrituras


nos cuenta que "así murió Saúl a causa de su rebelión con
que pecó contra Jehová, contra la Palabra de Jehová, la cual
no guardó, y porque consultó a una adivina, y no consultó a
Jehová". 7 ¿Cómo podría el Señor haber reprobado la conduc-
ta de Saúl cuando habló con el supuesto "espíritu de Sa-
muel", si hubiera sido Samuel quien habló con él en esa oca-
sión?
Pues bien, si el espíritu con el cual habló Saúl no era el de
Samuel, ¿de quién era? El Apocalipsis responde esta pregun-
ta cuando dice: "Entonces hubo una guerra en el cielo: Mi-
guel [Jesús] y sus ángeles luchaban contra el dragón [Sata-
nás] y sus ángeles, pero no prevalecieron ni se halló ya lugar
para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la
serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual en-
gaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles
fueron arrojados con él". 8
¿Y a qué se dedican hoy esos ángeles malignos? ¿Cuál es
la gran especialidad del diablo? Seducir y engañar, y preci-
samente a eso se dedican estos ángeles. Durante las sesio-
nes espiritistas se presentan como si fueran los espíritus de
los muertos. Son los fantasmas y las almas en pena que
deambulan durante las noches oscuras. Le dan pie a una
cantidad de tradiciones, fábulas, leyendas y supersticiones
que varían de país en país, y de región en región, pero que
sirven para amedrentar a los más crédulos. Otras veces apa-
recen como OVNIS; es decir, como platos voladores, dando la
impresión de que se trata de la visita de seres extraterres-
tres, con lo que alcanzan a gente con un nivel de educación
relativamente más alto.

La mentira del enemigo

"No moriréis" dijo la serpiente en el jardín del Edén, y ese


mensaje, en el que se funda la doctrina de la inmortalidad
del alma, será uno de los poderosos instrumentos del engaño
y la seducción que usará el enemigo al llegar el fin de la his-
toria. Podrás hallar este mensaje adaptado a todos los gustos.
La gente sencilla será atrapada por esas variantes del espiri-
112 ¿ADÓNDE VAN LOS MUERTOS CUANDO MUEREN?

tisn1o que son la macumba y el candomblé. Le gente con más


estudios asistirá a las sesiones tradicionales del espiritismo,
estudiará la parapsicología o participará de sesiones de re-
gresión, mediante las cuales se intenta descubrir los espíritus
de los muertos en vidas pasadas.
Muchas de estas actividades se presentan en forma gro-
tesca, con sangre de gallinas y chivos negros, o mensajes
misteriosos dejados en determinados lugares. Otros se pre-
sentan en forma de actividades filantrópicas y de asistencia
social, para dar la impresión de que se trata de algo no sólo
inofensivo, sino también benéfico.
El hombre moderno tratará de encontrar la sabiduría en
los "espíritus iluminados" de los faraones egipcios o de los
incas peruanos de Machu Picchu. Tratará de comunicarse
con seres extraterrestres, o buscará sabiduría o técnicas mé-
dicas por medio del "espíritu" de algunos famosos doctores
que ya murieron. En fin, no hay límites para los esfuerzos
del enemigo en su intento por diseminar el mensaje de que el
alma del hombre nunca muere.
Puedes ver estos mensajes todos los días por medio de las
novelas y las películas que se difunden a través de la televi-
sión, la radio, las revistas y los diarios. Podrás oírlos también
en las conversaciones de la peluquería, al correr de un lado
para otro mientras llevas a cabo tus tareas, en la boca de la
gente, y presentadas por artistas famosos, estrellas de la tele-
visión y destacadas personalidades.

¿Por qué se divulga ~anto este mensaje? .

¿Por qué todo este esfuerzo para divulgar estos mensa-


jes? Porque si el alma no muere, entonces no hay por qué
preocuparse tanto con esta vida. Si hacemos bien o mal,
¿cuál es el problema? ¡Hay otras vidas! ¿Para qué sirve la
salvación en Cristo o la obediencia a la Palabra de Dios si
disponemos de toda la eternidad para seguir evolucionando?
Las Escrituras enseñan claramente que sólo en Cristo
hay inmortalidad. Pero el enemigo enseña que la inmortali-
dad está en ti. Las Escrituras siempre intentan conducir al
ser h1nnano a adorar a Dios. El enemigo trata de que el ser
¿ADÓNDE VAN LOS MUERTOS CUA..NDO MUEREN? 113

humano adore cualquier cosa, menos a Dios.


Las Escrituras enseñan claramente que cuando alguien
muere, su cuerpo vuelve a la tierra y el soplo de vida regresa
a Dios. La persona ya no tiene más conciencia a partir de ese
momento. No se trata de que los espíritus de los malos va-
yan al infierno, los de los buenos al paraíso, los que no son
tan buenos al purgatorio y los de los niños al limbo, o que
estén deambulando por ahí a la espera de reencarnarse en
otras formas de vida.
Sin embargo, existen personas sinceras que, inclusive
con las Escrituras en la mano, no logran entender estas con-
tundentes verdades.

La. parábola del rico y Lázaro

Por ejemplo, en las Escrituras encontramos la parábola


del rico y Lázaro, que a la letra dice así: "Había un hombre ri-
co, que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día
banquete con esplendidez. Había también un mendigo llama-
do Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de
llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa
del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Acon-
teció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al
seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
En el Hades [la morada de los muertos] alzó sus ojos, estando
en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su se-
no. Entonces, gritando, dijo: 'Padre Abraham, ten misericor-
dia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo
en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en
esta llama' ". 9
La parábola prosigue, y mucha gente cree que ésta es
una prueba basada en las Escrituras de que cuando alguien
muere su espíritu continúa viviendo. Por eso mismo conviene
tener en cuenta los siguientes puntos:
l. Esta es una parábola, y las parábolas echan mano de lo
que la gente cree, ya sea correcto o incorrecto, como base
para enseñar una lección espiritual, nunca una doctrina.
2. El cuadro que pinta esta parábola no es literal. Es tan
irreal que te vas a ver en figurillas para responder las si-
8-TM
114 ¿ADÓNDE VAN LOS MUERTOS CUANDO MUEREN?

guientes preguntas: ¿De qué tamaño era el seno de Abraham


como para que cupiesen en él todos los espíritus de los
muertos? ¿Adónde fueron los muertos que murieron antes
de Abraham, si el seno de Abraham es la morada de los espí-
ritus? ¿Está el seno de Abraham -que según la parábola se-
ría la morada de los justos- tan cerca del infierno que los
que están en uno o el otro lugar pueden conversar entre sí?
¿Es Abraham el jefe del cielo, sin cuya autorización nadie
puede hacer nada, y a él y no a Dios se dirigen los seres hu-
manos para implorar misericordia?
Como puedes ver, la parábola del rico y Lázaro no puede
ser una prueba bíblica de que los espíritus de los muertos
sufren en el infierno o disfrutan en el paraíso.

¿Dónde están realmente los muertos?

La enseñanza de las Escrituras es clara cuando afirma


que cuando alguien muere, en realidad está inconsciente,
como si estuviera durmiendo, hasta el día de la resurrección.
San Pablo afirma: 'Tampoco queremos, hermanos, que igno-
réis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis
como los otros que no tienen esperanza ... El Señor mismo,
con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo
resucitarán primero" . 10
Esta es la bendita esperanza del cristiano. Si la muerte le
arrebató un ser querido, puede tener la seguridad de que es-
tá durmiendo. Su cuerpo volvió a la tierra y el soplo de vida
permanece en Dios. Su ser amado ya no tiene conciencia de
nada. No sufre, ni se alegra, ni tiene frío ni hambre. Sólo
descansa en Cristo.
El enemigo de Dios puede inventar la teoría que se le
ocurra con relación al estado de los muertos o a la inmortali-
dad del alma. Creer que viven los espíritus de los muertos
puede ser hoy un tema de moda. Pero, ¿cuáles son las prue-
bas? ¿De dónde vienen esas teorías? ¿Cuáles son sus fuentes
de información? El Apocalipsis, no obstante, es terminante:
"Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mue-
ren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus tra-
¿ADÓNDE VAN WS MUERrOS CUANDO MUEREN? 115

bajos, porque sus obras con ellos siguen". 11


¿Estás triste por la muerte de uno de tus hijos? ¿Lo extra-
ñas mucho? Prepárate. El Señor Jesús regresará pronto, tu
hijo resucitará y lo podrás abrazar de nuevo. Hoy él "descan-
sa de sus trabajos", pero "sus obras lo siguen". Conserva el
recuerdo de los momentos felices que pasaron juntos, y
aguarda con ansias la gloriosa mañana de la resurrección.

Referencias
1
Génesis 2:7.
2 Eclesiastés 12:7
3
Eclesiastés 9:5. 6. 10.
4
1 Samuel28:7, 8, 11.
5 Isaias 8:19
6
1 Samuel 28:6.
7
1 Crónicas 10:13.
8
Apocalipsis 12:7-9.
9
S. Lucas 16:19-24.
10
1 Tesalonicenses 4:13. 16.
11
Apocalipsis 14:13.
12

.,
¿POR QUE SUFREN
LOS INOCENTES?

ra la Nochebuena y la familia se preparaba para

E celebrar la fiesta de manera especial. Hacía


años que no se veían. Pero esta vez todos viaja-
ron para encontrarse en la casa paterna y la familia
estaba feliz. Eran muchos hijos. nueras. yernos y nie-
tos. Todos disfrutando de la alegria de la Navidad.
De repente se desató la tragedia. Se oyó un tiro y el
grito desesperado de un niño.
Cuando los familiares entraron en la habitación.
vieron un cuadro horroroso. Felipe estaba en el suelo
con el rostro ensangrentado. Iba a cumplir nueve años
al siguiente mes. Su primo Luis. que era el mejor de
sus amigos. lanzaba gritos desesperados, poseído por
el pánico frente al ropero donde el padre guardaba un
revólver calibre 38 ... cargado.
Ningún adulto fue testigo del momento cuando el
arma se disparó. Los dos chicos estaban jugando a los
indios, a los policías, al bandido y al súper héroe
cuando se produjo la tragedia. Y así comenzó una Navi-
dad que ningún miembro de esa familia iba a olvidar
jamás.

Una pregunta abrumadora

La madre de Felipe lloraba sin consuelo: "¿Por qué,


Señor? ¿Por qué tuvo que ser mi hijo?"
El ser humano de nuestros días no consigue elimi-
nar de su inconsciente esta pregunta terrible. Todos
(117)
118 ¿POR QUÉ SUFREN LOS INOCENTES?

cargamos nuestros porqués. El sufrtmiento no tiene explica-


ción aparente, pero duele, perturba y no nos deja ser felices.
¿Cómo puedo comer en paz, cuando hay en el mundo tantos
niños que perecen de hambre? ¿Cómo disfrutar del calor de
una frazada en invierno, cuando tanta gente muere de frío
en las calles de las grandes ciudades? ¿Existe, acaso, un
Dios de amor? Y si existe, ¿por qué existe el sufrtmiento?
En el capítulo 6 del Apocalipsis, cuando se abre el sexto
sello, San Juan ve a un grupo de personas que están cansa-
das de sufrtr y preguntan: "¿Hasta cuándo Señor, santo y
verdadero, vas a tardar en juzgar y vengar nuestra sangre de
los que habitan sobre la tierra?" 1

¿Es Dios al autor del sufrimiento?

Estas personas son un símbolo de todos los que sufren


en el mundo sin razón aparente. Si das una mirada alrede-
dor, observarás que existe mucha injusticia. Parece que el
mal trtunfa sobre el bien. Se considera que la persona ho-
nesta es boba, mientras que el deshonesto parece un gana-
dor. Hasta el profeta Habacuc exclamó cierta vez: "¿Por qué,
pues, ves a los crtminales y callas cuando destruye el impío
al que es más justo que él?" 2
La injusticia y el sufrimiento de los inocentes nos subleva,
pero es necesarto que entendamos este tema a la luz del
Apocalipsis.
En prtmer lugar, Dios no es el autor del sufrtmiento. No
hay tragedia que nazca en la mente divina. La muerte, la en-
fermedad, la traición, la injusticia, las sequías, los terremotos
y las inundaciones, en fin, todo lo que le produce dolor al co-
razón humano, tiene su ortgen en la mente y en el corazón
del enemigo de Dios. "Porque yo sé los pensamientos que
tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y
no de mal". 3
Las Escrtturas son claras cuando aflrman que este mundo
salió perfecto de las manos de Dios. 4 No existían ni el orgullo,
ni los celos ni la traición. El dolor, la muerte, la tragedia y el
sufrimiento no formaban parte de ese mundo sin tacha.
Pero las Escrtturas también nos dicen que Dios confió a
los seres humanos el cuidado de este mundo: ''Tomó, pues,
¿POR QUÉ SUFREN WS INOCENTES? 119

Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para


que lo labrara y lo cuidara. Y mandó Jehová Dios al hombre,
diciendo: 'De todo árbol del huerto podrás comer; pero del
árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, por-
que el día que de él comas, ciertamente morirás' ". 5

Adán y Ella hipotecaron el planeta


Infelizmente, Adán y Eva le vendieron este planeta al ene-
migo de Dios, y se lo vendieron barato: por un minuto de cu-
riosidad, placer o descontrol.
A veces pensamos: ¿Por qué Adán y Eva fueron tan in-
cautos como para cambiar un mundo tan bello y perfecto
por un minuto de aventura? Pero en realidad no fueron ellos
solos; también fuimos nosotros. Tú, ellos, todos los seres hu-
manos. Porque incluso hoy hacemos el mismo cambio. Los
hombres arruinan sus familias por un minuto de curiosidad.
Hipotecan el futuro por una aventura. Venden sus valores,
sus principios y hasta su estima propia. ¡Ah, cuán incohe-
rentes somos los seres humanos que no apreciamos lo que
tenemos! Sólo nos damos cuenta de lo que perdemos des-
pués de haberlo perdido; buscamos desesperadamente la
muerte cuando Dios nos ofrece la vida.
Después del pecado el diablo puso en este mundo celos,
envidia, egoísmo, explotación, muerte, dolor, enfermedades,
huracanes, terremotos, inundaciones, sequías y todo lo que
produce sufrimiento y desgracia al ser humano.
La única razón que tiene el enemigo para hacer sufrir a
la gente es que detrás de ella está el Creador. El diablo, el ar-
chienemigo de Dios, sabe que en la lucha cuerpo a cuerpo
está perdido; ya lo expulsaron una vez del Cielo. Por eso, la
mejor manera de hacer sufrir a Dios es provocando sufri-
miento a sus hijos. Por otra parte, quiere desvirtuar el carác-
ter de Dios. Es su gran cometido y sabe que finalmente _la
criatura le atribuirá al Creador todos sus sufrimientos. ¿No te
preguntaste alguna vez por qué hay niños indefensos que
mueren de hambre mientras los adultos hacen la guerra?
¿Por qué permite que niños inocentes nazcan defectuosos?
Dios no es el autor de esas tragedias. Pero los seres humanos
se las atribuimos inconscientemente, y el enemigo, de esta
120 ¿POR QUÉ SUFREN LOS INOCENTES?

manera, consigue lo que quiere: presentar la imagen de un


Dios malo y arbitrario.
Y ahora viene una pregunta: ¿No es acaso Dios más pode-
roso que el diablo? ¡Claro que lo es! Entonces, ¿no puede im-
pedir que el sufrimiento toque la vida de sus criaturas? ¡Claro
que puede! Pero no olvidemos que Adán y Eva le pasaron al
enemigo el titulo de propiedad de este mundo, y éste se sien-
te tan dueño de él que cuando Jesús estuvo en esta tierra
tuvo la osadía de mostrarle todos los reinos con toda su glo-
ria y decirle: 'Todo esto te daré, si postrado me adoras". 6
El diablo no es dueño de nada. Es un ser creado como
cualquier otro, pero se cree dueño del mundo y con derecho a
poner dolor y tristeza en lo que considera su propiedad.

Dios nunca nos pr()m~tió que n() suf.riríamos

Por eso Dios jamás prometió que sus hijos no sufrirían en


este planeta. Analicemos los siguientes casos:
l. Un día Lázaro, amigo de Jesús, enfermó y sus herma-
nas enviaron mensajeros con estas noticias: "Señor, el que
amas está enfermo". 7 ¿Quiere decir que aquel a quien Jesús
ama también se puede enfermar? ¿Qué te parece? Pero el re-
lato de las Escrituras dice algo más. Mirma que Lázaro murió
y que María reclamó diciendo: "Señor, si hubieras estado
aquí, no habría muerto mi hermano". 8 María representa en
este caso a todos los seres humanos que creen que si tienen
a Jesús, ya disponen de un seguro de vida.
2. El salmista David escribió, entre otros, el Salmo 23,
que para muchos es el salmo de oro. En él David expresa su
confianza en el Señor como su gran Pastor, pero a pesar de
ello dice: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no te-
meré mal alguno, porque tú estarás conmigo". 9 David no
afirma que los que confían en el Señor no morirán. Dice que
los que tienen al Señor como su Pastor, nunca estarán solos
en medio de las tinieblas; el Pastor siempre los acompañará.
3. En otra ocasión Jesús estaba en alta mar con sus discí-
pulos cuando sobrevino una tempestad. La noche estaba os-
cura, el viento soplaba en contra, los truenos y los relámpa-
gos amenazaban, y "las olas cubrían la barca". 10 ¿Dónde esta-
ba Jesús en ese momento? Allí, en la barca, pero a pesar de
¿POR QUÉ SUFREN LOS INOCENTES? 121

eso parecía que la embarcación iba a zozobrar. ¿Quiere decir


que aunque Jesús esté presente en tu vida puede haber en
ella momentos tormentosos'? Claro que sí. Sólo que la em-
barcación no se hunde porque "aun los vientos y el mar lo
obedecen". 11
4. Hay otro salmo extraordinario en las Escrituras; es el
Salmo 46. En él se nos dice: "Dios es nuestro amparo y forta-
leza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones". 12 Observa la
promesa. No dice aquí que los hijos de Dios no tendrán tribu-
laciones. La promesa es clara: Dios será nuestro refugio y
fortaleza, auxilio presente en medio del dolor. Y si alguna vez
te sentiste sorprendido por una tormenta en medio de la calle
o del campo, sabes lo que significa poder disponer de un re-
fugio.

La actitud del cristiano ante la muerte

Al hablar de la actitud de los cristianos ante la muerte, el


apóstol San Pablo afirma: "Tampoco queremos, hermanos,
que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os en-
tristezcáis como los otros que no tienen esperanza". 13 El
apóstol se refiere aquí a dos maneras de entristecerse: con
esperanza y sin esperanza. ¿Cómo se entristecen los que no
tienen esperanza? Maldicen a Dios, claman por venganza, se
amargan, se desesperan y a veces hasta enloquecen y mue-
ren. En cambio, ¿cómo reaccionan ante la muerte de un ser
querido los que tienen esperanza? Ciertamente lloran, por-
que tienen sentimientos. Echan de menos al ser querido y
sufren, pero saben que en medio del sufrimiento no están
solos: Jesús está con ellos.
¿Por ventura estás pasando por un momento difícil en tu
vida? ¿Te arrebató la muerte un ser querido y estás sufriendo
mucho? No rechaces el dolor: acéptalo, pero trata de mane-
jarlo con el consuelo divino.
Hace poco recibí la carta de un amigo que está pasando
por el valle de sombra y de muerte. Todo estaba oscuro alre-
dedor y él no descubría la menor salida a su problema. En
la carta se refería a todo el drama que estaba viviendo, y al fi-
nal decía: "Lo que más me duele no son las tribulaciones por
las que estoy pasando, sino mi manera de reaccionar frente a
122 ¿POR QUÉ SUFREN LOS INOCENTES?

ellas. Creo que como cristiano debería regocijarme en las


pruebas y los sufrimientos; pero no logro hacerlo, y me pare-
ce que nunca he sido un buen cristiano".
¿Has pasado alguna vez por este mismo estado de áni-
mo? Entonces permíteme decirte algo. ¿Sabes quiénes son
los que se alegran y disfrutan con el sufrimiento? Los maso-
quistas, porque tienen una personalidad desviada. No los
cristianos.

El dolor y el sufrinliento son intrusos

Ningún ser humano normal busca el dolor, ni se alegra ni


disfruta con él. ¿Sabes por qué? Porque el dolor y el sufri-
miento son intrusos en la vida humana. Dios no nos creó pa-
ra sufrir, sino para ser eternamente felices. Los cardos, las
espinas, el dolor, la enfermedad y la muerte son consecuen-
cias de la entrada del pecado. Por lo tanto, nunca encajarán
cómodamente en la experiencia humana. Siempre causarán
molestias. Podemos convivir con todo eso, pero jamás será
agradable.
El consejo de las Escrituras es que debemos regocijarnos
"en medio del dolor", y no "por causa del dolor". Es decir, es
perfectamente posible que el cristiano conviva victoriosamen-
te con el sufrimiento como resultado de la presencia de Jesús
en su vida.
Los seres humanos representados en el ·capítulo 6 del
Apocalipsis preguntan: "¿Hasta cuándo Señor, santo y ver-
dadero, vas a tardar en juzgar y vengar nuestra sangre de los
que habitan sobre la tierra?" Esas personas habían muerto
"por causa de la Palabra de Dios y del testimonio que te-
nían".14
Te puedes dar cuenta de que a pesar de haber sido cris-
tianos victoriosos, hasta el punto de dar la vida por Cristo,
nunca aceptaron el sufrimiento como algo normal, y aún
más, creían que había llegado el momento de ponerle fin a la
historia del pecado.

J:l carácter .. cle Dios puesto en tela de juicio

¿Te acuerdas de la acusación de Lucifer en el Cielo? Puso


¿POR QUÉ SUFREN LOS INOCENTES? 123

en tela de juicio el carácter de Dios. Acusó al Creador de no


querer la felicidad de las criaturas. El Señor podía haber
destnlido al enemigo allí mismo, pero para siempre habría
permanecido el interrogante: "¿No habrá tenido razón Luci-
fer?" Por eso era necesario que transcurriera cierto tiempo,
que la historia del mal y del sufrimiento siguiera su curso, y
hoy tú y yo podemos verificar que las acusaciones del diablo
son insostenibles. Observa el dolor que se manifiesta a tu al-
rededor. Ve cómo sufren tus seres queridos, cómo mueren de
hambre miles de niños aquí y allá, explotados y maltratados,
e intenta responder esta pregunta: ¿Debe seguir ininterrum-
pidamente la historia del mal? ¿Debe Dios seguir permitiendo
que el enemigo continúe con su obra perniciosa y egoísta?
¡El egoísmo! Ésta es la palabra exacta que define los moti-
vos que tiene el diablo para provocar el sufrimiento de los se-
res humanos. Lo hace por el puro placer de ver sufrir. Causa
dolor sólo para destruir. Pero Dios en su amor infinito toma
ese sufrimiento, que salió de la mente del enemigo para des-
truir, y lo transforma en un instrumento de edificación. Tal
como el oro entra en el fuego y no se quema como la madera,
sino que sale más puro que antes -tal como al diamante en
bruto se le aplica al esmeril y no desaparece como la piedra
común, sino que sale transformado en un valioso diamante
de facetas resplandecientes-, todo el que confia en el Señor
Jesús en medio de sus sufrimientos saldrá como oro, plata y
piedras preciosas. El sufrimiento puede venir, pero no lo po-
drá destruir. Saldrá victorioso, puro como el oro y resplande-
ciente como un diamante.

Referencias
1
Apocalipsis 6:10.
2
Habacuc 1:13.
3 Jerenúas 29:11.
4
Génesis 1:31.
5 Génesis 2:15-17.
6
S. Mateo 4:9.
7
S. Juan 11:3.
8
S. Juan 11:32.
9
Salmos 23:4.
10
S. Mateo 8:24.
11
S. Mateo 8:27.
12
Salmos 46: l.
13
1 Tesalonicenses 4:13.
14
Apocalipsis 6:9.
13

DOSBES11AS
.,
Y EL NUMERO 666

ace poco recibí la carta dramática de una mu-

H chacha que desperdició durante años su vida en


el mundo de las drogas y la promiscuidad. Sus
padres sufrieron mucho, lloraron y suplicaron a Dios
para que hiciera un milagro en la vida de su hija. Con
sólo 16 años huyó de casa en busca de nuevos horizon-
tes. Cinco años después estaba completamente aprisio-
nada por una serie de circunstancias irreversibles desde
el punto de vista humano.
Era una fria noche de junio en San Pablo. Las luces
de neón se apagaban y se encendían intermitentemente,
alumbrando los nombres de los clubes nocturnos de
una zona de la ciudad denominada "boca de lixo" (boca
de basura). Allí estaba ella, de pie en una esquina, tra-
tando de vender su cuerpo para conseguir dinero con el
fm de comprar algo de droga. Un infierno de sentimien-
tos, recuerdos y rebeldías le quemaban el pecho. Se
sentía defraudada por la vida, sola y olvidada por todo el
mundo.
A veces Dios nos deja correr y correr hasta que cae-
mos exhaustos en alguna esquina de la vida. A veces
ésa es la única manera de recordar que Dios existe:
cuando todo falla; cuando la familia, los sueños y los
ideales están destruidos; cuando sólo nos quedan los
(125)
126 DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666

restos de un presente sin perspectiva. En el basural de la vida,


¿a quién llamar entonces, sino a Dios?
Eso fue lo que hizo la muchacha de nuestro relato. Clamó
desde el fondo de un corazón lleno de rencor y angustia, y el
Señor la oyó. La historia de su conversión podria considerarse
como otro de los milagros que está haciendo Jesús en esta
conjunción de los siglos.
Pero su carta se refería a otro incidente, capaz de conster-
nar a cualquiera.
Después de meses de estudiar las Escrituras descubrió el
plan que Dios terúa para su vida. Aceptó a Jesús como su Sal-
vador y se bautizó de acuerdo con el bautismo bíblico.

El rechazo de un regalo de Navidad


. .. .

Era víspera de Navidad cuando decidió regresar a casa y


ofrecerle a su madre el mejor obsequio que podía brindarle
una hija: Abrazarla y decirle: "Mamá, Dios obró un milagro en
mi vida. No tendrás que pasar llorando ni sufriendo una sola
noche más por causa de tu hija extraviada. Jesús transformó
mi vida, y hoy estoy aquí, de regreso en el hogar".
Viajó 1.500 kilómetros para llegar a la pequeña ciudad que
la vio nacer. Pero cuando la madre se enteró de que ella se ha-
bía bautizado en una iglesia diferente de la suya, dijo casi a
gritos:
-¡Deshonraste nuestra familia viviendo como una perdi-
da! Nos cubriste de oprobio y vergüenza, y ahora, como si todo
eso fuera poco, ¿vienes a decirme que traicionaste la religión
de tus padres? ¿Renegaste de la tradición de tu familia? ¡Prefe-
rirla verte drogada y ejerciendo la prostitución que convertida
en "creyente"!
-Mamá -dijo la muchacha-, ¿no entiendes? Yo no estoy
hablando sólo de religión. Estoy hablando de mi vida. Yo era
una pobre drogadicta y Jesús me transformó, ¿no te das
cuenta?
La madre no se dio cuenta, y ése era el motivo de la carta.
La muchacha se sentía incomprendida, y esta vez no fue ella
quien huyó de su casa, sino que los padres la expulsaron.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el Apocalipsis? Mu-
DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666 127

cho, porque en el capítulo 13 encontramos una profecía que


habla de intolerancia religiosa. Se habla de la persecución que
los hijos de Dios sufrirán en los días que preceden a la segun-
da venida de Cristo.

Dos grandes poderes

En este capítulo encontramos la descripción de dos gran-


des bestias. La primera sale del mar 1 y la segunda de la tie-
rra.2 A la primera se le dio poder para combatir a "los santos, y
vencerlos", 3 y la segunda prohíbe comprar y vender a menos
que se tenga la marca de la bestia. 4
Para que puedas comprender mejor, te mostraremos cómo
describe San Juan la primera bestia: "Vi subir del mar una
bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos: en sus cuernos
tenía diez diademas, y sobre sus cabezas, nombres de blasfe-
mia. La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies
eran como de oso y su boca como boca de león. El dragón le
dio su poder, su trono y gran autoridad. Vi una de sus cabezas
como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. To-
da la tierra se maravilló en pos de la bestia, y adoraron al dra-
gón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bes-
tia, diciendo: '¿Quién como la bestia y quién podrá luchar
contra ella?'
'También se le dio boca que hablaba arrogancias y blasfe-
mias, y se le dio autoridad para actuar por cuarenta y dos
meses. Y abrió su boca para blasfemar contra Dios, para blas-
femar de su nombre, de su tabernáculo y de los que habitan
en el cielo. Se le permitió hacer guerra contra los santos, y
vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pue-
blo, lengua y nación. La adoraron todos los habitantes de la
tierra cuyos nombres no estaban escritos desde el principio
del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmola-
do".5

Las características de este poder

Seguramente ya te has dado cuenta, por lo que acabas de


leer, que esta bestia tiene las siguientes características:
128 DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666

l. Es un poder religioso que recibe la adoración de los se-


res humanos. "La adoraron todos los habitantes de la
tierra".
2. También es un poder político de alcance mundial. "Se
le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y na-
ción".
3. En un momento de la historia perdió su poder, pero
ahora impone el respeto y la admiración del mundo. "Vi
una de sus cabezas como herida de muerte, pero su
herida mortal fue sanada".
4. Blasfema contra Dios. "Se le dio boca que hablaba
arrogancias y blasfemias".
5. Persigue al pueblo de Dios. "Se le permitió hacer guerra
contra los santos y vencerlos".
6. Su poder dura 42 meses, lo que en lenguaje profético
equivale a 1.260 años. "Se le dio autoridad para actuar
por cuarenta y dos meses".

¿Conoces tú un poder como éste?

Aquí se está hablando de un poder que forzará la concien-


cia de la gente para que ésta adore como él lo determina. Y si
quieres descubrir dónde se encuentra este poder hoy en día,
todo lo que tienes que hacer es contestar las siguientes pre-
guntas:
l. ¿Conoces un poder que además de ser religioso ejerce
una poderosa influencia política sobre cada tribu, pue-
blo, lengua y nación?
2. ¿Conoces un poder religioso que además de poseer esta
primera característica haya perdido su fuerza política
en algún momento de la historia para recuperarla des-
pués? El texto de las Escrituras dice: "Vi una de sus
cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal
fue sanada. Toda la tierra se maravilló en pos de la
bestia".
3. ¿Dónde puedes ver un poder religioso respetado y ad-
mirado por reyes, príncipes, presidentes y ministros de
Estado?
4. ¿Es posible que ese poder haya blasfemado alguna vez
DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666 129

contra Dios o, en las palabras del profeta Daniel, haya


pensado "cambiar los tiempos y la Ley"? 6 Busca la Ley
de Dios tal como él la dio en tu ejemplar de las Escritu-
ras, en Éxodo 20, y compárala con la que conocen aho-
ra los seres humanos, y di quién introdujo ese cambio.
5. ¿Ha perseguido a la gente ese poder religioso en algún
momento de la historia, porque los perseguidos prefe-
rían seguir las enseñanzas de las Escrituras y no las
que proponía ese poder?
Nadie te va a obligar a nada, pero al consultar las Escritu-
ras, tal como están escritas, ¿cuál es tu conclusión?

Una tensión inevitable


No es fácil para mí escribir esto, porque la fe y la concien-
cia de la gente son ámbitos sagrados. Tú eres lo más lindo
que Dios tiene. Él sabe que eres sincero en lo que crees. No
tengo derecho a causarte sufrimientos pero, por otro lado, ¿te
parece que las verdades divinas para el tiempo del fin pueden
permanecer ocultas? Lo que estoy escribiendo no se refiere só-
lo a la religión o a la iglesia. Dios tiene su iglesia en esta tierra,
es verdad, pero por encima de todo lo que está en juego es la
soberanía de Dios. Hay un conflicto entre el enemigo del Señor,
que siempre está acusando e intentando desestabilizar el go-
bierno divino, y Dios, que siempre está llamando a sus hijos
para que anden a la luz de su Palabra.
Por tal motivo en este capítulo me limito a transcribir el
texto de las Escrituras, y le ruego al Espíritu Santo que ilumi-
ne tu mente para que llegues a tus propias conclusiones. No
quiero nombrar a ésta o aquella iglesia, a éste o aquel dirigen-
te religioso. Sólo quiero que leas el registro sagrado, mires a
tu alrededor, observes los acontecimientos religiosos y políti-
cos, y tomes tú mismo una decisión. Pero, por favor, deja a un
lado los prejuicios. Trata de analizar la Sagrada Escritura no
sólo con el corazón, sino también con el raciocinio y con una
mente analítica que estudia con sinceridad para descubrir la
verdad.

El_ segundo poder

Continuemos ahora con la descripción de la segunda bes-


tia:
9--TM
130 DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666

"Después vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos


cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como
un dragón. Ejerce toda la autoridad de la primera bestia en
presencia de ella, y hace que la tierra y sus habitantes adoren
a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También
hace grandes señales, de tal manera que incluso hace descen-
der fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Engaña a
los habitantes de la tierra con las señales que se le ha permiti-
do hacer en presencia de la bestia, diciendo a los habitantes de
la tierra que le hagan una imagen a la bestia que fue herida de
espada y revivió. Se le permitió infundir aliento a la imagen de
la bestia, para que la imagen hablara e hiciera matar a todo el
que no la adorara. Y hacía que a todos, pequeños y grandes,
ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en
la mano derecha o en la frente, y que ninguno pudiera com-
prar ni vender, sino el que tuviera la marca o el nombre de la
bestia o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que
tiene entendimiento cuente el número de la bestia, pues es
número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y
seis". 7

Las características
. ..
de este poder
.. . .

Mientras recordamos estos textos, analicemos las caracte-


rísticas de esta segunda bestia:
l. Es un poder que comienza como cordero pero que ter-
mina hablando como dragón. El cordero simboliza a
Jesús. El sacrificio de ese Cordero es el centro del
evangelio que Cristo vino a enseñar. Quiere decir que
este poder fue cristiano al principio de su existencia,
pero algo sucedió después que lo hizo hablar como dra-
gón.
2. Este poder pone toda su fuerza al servicio de la primera
bestia. Hace que la tierra y sus habitantes adoren a la
primera bestia. No pide que se lo adore a él; pide que
se adore a la primera bestia.
3. Es un poder que deslumbra. Incluso "hace caer fuego
del cielo" delante de los hombres.
4. Es un poder que, además de darle fuerza a la primera
DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NúMERO 666 131

bestia, exige que se adore una imagen o representación


de ella. Una imagen es algo que se parece al original,
aunque no lo sea en realidad.
5. Es un poder que le da fuerza a esta imagen, hasta el
punto de decretar la muerte de los que no la adoren.
6. Ordena poner la marca de la bestia S<?bre todo el mun-
do para que el que no la tenga no pueda comprar ni
vender.

De nuevo, ¿conoces tú un poder como éste?

Para saber a quién simboliza esta segunda bestia, otra vez


te pido que contestes estas preguntas:
l. ¿Existe hoy un país poderoso que en los comienzos de
su historia fuera una nación cristiana, estudiosa de las
Escrituras y defensora de la libertad de adorar a Dios
de acuerdo con la conciencia de cada cual; es decir,
que hablase como cordero?
2. ¿Existe hoy un país poderoso que, habiendo tenido ese
origen, se fue convirtiendo con el tiempo en una nación
secularizada, en cierto modo la cuna de toda clase de
ideologías y filosofias que no pasan de ser "la voz disfra-
zada del dragón"?
3. ¿Cuál es en este momento el país que le presta más
apoyo al primer poder analizado en este capítulo?
4. ¿Cuál es hoy el país que deslumbra con su tecnología,
su poderío militar y que la historia presenta como el
único país que un día se atrevió a hacer caer literal-
mente "fuego del cielo", destruyendo así dos grandes
ciudades?
5. Hasta aquí es fácil identificar este país echando mano
sólo de las Escrituras, porque todas estas característi-
cas se están cumpliendo de alguna manera. Pero el tex-
to sagrado menciona todavía algunas características de
este país que se cumplirán en un futuro muy cercano:
a. Este país escogerá un día de la semana como símbolo
del primer poder mencionado en este capítulo.
b. Este país exigirá que todo el mundo adore a Dios en
ese día, y los que no obedezcan no podrán comprar ni
vender.
132 DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666

Como puedes ver, en primer lugar, en el capítulo 13 del


Apocalipsis se presenta un poder político-religioso que, de al-
guna manera, se atribuye prerrogativas divinas; y a continua-
ción, en segundo lugar, se habla de un país poderoso, una su-
perpotencia, que usa todo su poderío para que los seres huma-
nos le rindan adoración a ese primer poder.
Posiblemente a muchos lectores les cause cierta repulsión
la palabra "bestia", porque puede ser peyorativa y hasta un
insulto. Puede servir para ofender y agredir. Pero la profecía
no la usa en ese sentido. En la profecía una "bestia" -o ani-
mal- es símbolo de un determinado poder. Y aquí se está in-
tentando identificar dos tipos de poderes que obrarán juntos
en el fin de los tiempos para perseguir y obligar a los seres
humanos a desobedecer a Dios.

El número 666

El último versículo de Apocalipsis 13 dice literalmente:


"Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento cuente el nú-
mero de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es
seiscientos sesenta y seis". 8
Este misterioso número 666 ha producido toda clase de
especulaciones entre los estudiosos de las Escrituras a través
de las edades. Para conocer su significado es necesario saber
algo de numerología bíblica. A diferencia de la numerología
oculta, que le da a los números la facultad de determinar el
rumbo o el destino de las personas y cosas, la numerología bí-
blica sólo es simbólica.
El número 7, por ejemplo, es símbolo de perfección. Impre-
siona el hecho de que Dios haya bendecido el séptimo día de la
semana y le haya dado un carácter sagrado, por decisión de
él y de nadie más. El número 7 aparece 323 veces en las Escri-
turas, y en todas ellas se refiere a Dios y a sus obras de mise-
ricordia y juicio. El número 7 es símbolo de Dios, de su poder
y de su gobierno.
El número 6, en cambio, aparece 92 veces en las Escritu-
ras, y en todas esas referencias tiene que ver con el hombre,
su naturaleza, sus obras, su herencia y su destino. Por ejem-
plo, ya en los días de la Creación el hombre debía trabajar
DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666 133

seis días; el séptimo era de Dios. Las Escrituras dicen que el


hombre fue creado en el sexto día, y a partir de ese momento
el número 6 siempre fue símbolo del hombre y se relaciona
con su imperfección. El ser humano sólo sería perfecto si se
relacionaba con el Creador, simbolizado por el número 7,
completo y perfecto. 9
Por lo tanto, si queremos dilucidar el significado del núme-
ro 666, no podemos hacerlo impulsados por el fanatismo irra-
cional o premeditado, con la intención de atribuirle a esta per-
sona o a aquélla el titulo de la bestia de Apocalipsis 13.
Ya vimos que existe un poder político religioso que se iden-
tifica, además de otras características, por el número 666.

¿Qué significa el número 666?

Es el número 6 repetido tres veces. Si el 6 es el símbolo del


hombre, existe en este poder un desesperado intento humano
por alcanzar la perfección divina. Pretende ser Dios, pero no lo
es. Se atribuye prerrogativas divinas, pero no las posee. Exige
que los seres humanos lo adoren, pero sólo es un poder huma-
no. Puede hacer lo que quiera, exigir lo que se le ocurra, pero
es sólo un poder humano. Y su engaño consiste en pretender
que los hombres acepten lo humano como si fuera divino. In-
tenta tranquilizar las conciencias de los hombres haciéndoles
creer que sirven a Dios, cuando en realidad son súbditos del
enemigo disfrazado de poder religioso.
En el cruce de los milenios, la humanidad sigue sin darse
cuenta de su gran momento de decisión. Decidir requiere m u-
chas veces cambiar de rumbo. Decidir implica a menudo la
aceptación de nuevas verdades. Esto es crecer, y no hay creci-
miento sin dolor. Tal vez por eso los seres humanos no quieren
crecer. No significa negar el pasado, sino convertir al pasado
en el fundamento para construir el futuro.
Hace poco estaba estudiando las Escrituras con un joven
universitario. Era un estudiante inquieto, lleno de preguntas e
interrogantes. Con amor le abrí las Escrituras y dejé que la
Palabra de Dios respondiera sus inquietudes espirituales. Sus
ojos se abrían maravillados ante verdades acerca de las cuales
nunca había oído hablar. Contestaba, refutaba y racionalizaba.
Después de todo estaba descubriendo que esas verdades con-
134 DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666

tradecían todo lo que había aprendido desde la infancia. ¿Qué


dirían sus padres y sus abuelos si se enteraran de que estaba
cuestionando muchas de las tradiciones que había heredado la
familia?
Súbitamente vi que sus ojos brillaban de emoción. Yo sabía
que el Espíritu de Dios lo estaba perturbando. Había una lu-
cha en su corazón. La verdad de la Escritura por un lado y la
tradición y la fe de la familia por el otro. La mente por un lado
y el corazón por otro. ¿Qué hacer?
Me miró casi angustiado, y me dijo:
-¿Quiere decir que toda la vida estuve equivocado?
-No -le respondí-. No estabas equivocado, estabas cre-
ciendo.

¿Equi~()ca.t~o~,_ o en vi,~_s cf.e crecimiento?


Imagina que estás en la escuela primaria. En ella apren-
diste a sumar, restar, multiplicar y dividir. Pero la vida no se
detuvo allí. Después fuiste al colegio secundario y allí apren-
diste álgebra, física, química y trigonometría. Y la vida siguió
su curso normal. Fuiste a la universidad y estudiaste física
nuclear, trigonometría espacial y física cuántica.
Piensa ahora si sería justo que, cuando estabas en la uni-
versidad, hubieses vuelto los ojos a los años cuando estabas
en la escuela primaria para decir: "Cuando estaba en la es-
cuela primaria estaba equivocado". ¿Estabas equivocado? No.
Sólo estabas creciendo. Habrías estado equivocado si al llegar
al colegio secundario, cuando el profesor intentaba enseñarte
álgebra, hubieras dicho: "No quiero aprender esto, porque para
mí me basta con sumar, restar, multiplicar y dividir". Estamos
equivocados cuando no queremos crecer. Estamos equivoca-
dos cuando creemos que es suficiente lo que hemos aprendido
en una determinada etapa de la existencia. Porque la verdad
no tiene límites. Cada día se aprende, y aprender significa cre-
cer, pero no hay crecimiento sin dolor. Tal vez ésta sea la razón
por lo que la gente se resiste a crecer.
Cuando mi hijo cumplió su primer año, recibió de regalo
un canguro de plástico. Era un juguete barato, pero él se en-
cariñó con toda el alma de su canguro. No lo soltaba jamás.
Iba a la calle con él, se bañaba con él, jugaba y dormía con él.
DOS BESTIAS EXTRAÑAS Y EL NÚMERO 666 135

Pasaron los años y el canguro envejeció. Era un pedazo de


plástico casi sin forma, pero el chico no lo soltaba por nada
del mundo.
Hasta que cumplió seis años y tuvo que ir a la escuela pri-
maria. El primer día allí estaba él, con su uniforme, su mo-
chila y su canguro en brazos. Fue dificil hacerle entender que
había llegado el momento de dejar el canguro y partir rumbo a
la escuela sin él. Conversamos largo rato. Su cabecita entendió
pero su corazoncito no aceptaba la realidad. ¿Por qué será
que los seres humanos tenemos que vivir tantas veces expe-
riencias semejantes a ésta? La mente comprende, pero el cora-
zón no acepta. Duele aquí adentro, aunque sabemos que debe-
mos partir en busca de nuevos horizontes.
Había lágrimas en los ojos de mi hijito cuando le dio su úl-
tima mirada a su amado canguro. Simbolizaba los años mara-
villosos de su inocencia, de su infancia, de la despreocupa-
ción. Pero miró en otra dirección y se dio cuenta de que ése
era el rumbo de la vida. Me miró, y se dio cuenta de que su
papá querido estaba sufriendo a la par de él. Yo también tenía
lágrimas en los ojos, pero tenía que llevar a mi niño a la escue-
la porque allí estaba su futuro. Y los dos juntos, tomados de la
mano, partimos para conquistar nuevos horizontes.
¿Puedes confiar en tu Padre amado en este momento? Él
sufre junto contigo. Sabe cuál es el dolor de tu corazón. Está al
tanto de la lucha que estás librando cuando tus ojos se abren
de repente a verdades que no conocías, pero que están allí,
delante de ti, en las Sagradas Escrituras. Confia en tu Padre.
No te fallará.
Referencias
1
Apocalipsis 13: l.
2
Apocalipsis 13:11.
3 Apocalipsis 13:7.
4
Apocalipsis 13:17.
5 Apocalipsis 13: 1-8.
6
Daniel 7:25.
7
Apocalipsis 13:11-18.
s Apocalipsis 13: 18.
9
Spencer, H. M. D.. The Pulpü Commentary [El comentario para el púlpito), comentario
acerca de Apocalipsis 13:18.
14

EL SEU.O DE DIOS Y
LA MARCA DE LA BESTIA

ucedió de nuevo. Un grupo de personas de la

S Orden del Templo Solar, una de esas sectas


apocalípticas que aparecen a diario, se suicidó
en forma colectiva. La policía francesa descubrió en un
bosque cerca de la aldea de Saint Pierre de Cherennes,
en las proximidades de la apacible ciudad de Grenoble,
dieciséis muertos, entre los cuales había tres niños.
Catorce cuerpos estaban carbonizados formando un
círculo, según el mismo ritual macabro del suicidio co-
lectivo de 1995. Como en el trágico incidente anterior,
las víctimas fueron ejecutadas voluntariamente me-
diante tiros en la cabeza, disparados por otros dos
miembros de la secta que eran policías. Después de
quemar los cuerpos, los dos ejecutores también se sui-
cidaron. Esta era la segunda tragedia, porque en 1995
esta secta llevó a la muerte a 53 personas en Suiza y
Canadá.
La Orden del Templo Solar es una secta pequeña;
tiene un poco más de 400 miembros diseminados en
varios países. Los dirigentes -el médico homeópata
belga Sué Juret, y el francés Joseph di Mambro- con-
vencieron a sus seguidores de que la muerte era sólo
una especie de transición para llegar al planeta "Si-
(137J
138 EL SELLO DE DIOS Y lA MARCA DE lA BESTIA

rius", lugar de eterna paz y bienestar. Una vez hecho esto,


ellos se encargarían de administrar los bienes materiales de
sus seguidores. La policía encontró en la cuenta de uno de
los dirigentes la suma de 200 millones de dólares. ¿Por qué te
parece que gente rica y culta puede ser engañada tari fácil-
mente? ¿Qué pasa con la gente en este "empalme de los si-
glos"?

Un temor existencial

Existe en el corazón humano cierto miedo existencial. In-


dependientemente de la religión, la cultura y la posición so-
cial, hay en el fondo de cada ser humano la sensación de
que este mundo avanza hacia su completa destrucción. La
pregunta es: ¿Cómo? Los que estudian el crecimiento pobla-
cional creen que la humanidad se está multiplicando tan
aceleradamente, que llegará el momento cuando toda la pro-
ducción de alimentos no alcanzará para satisfacer las necesi-
dades de los hombres. Los más pesimistas creen incluso que
los seres humanos comenzarán a comerse unos a otros.
Existen, por otro lado, los que temen una guerra nuclear.
Creen que el planeta no sobreviviría a una serie de explosio-
nes atómicas. ¿Adónde huir, entonces? La violencia, el desa-
mor, la explotación del hombre por el hombre los llevan a la
conclusión de que este mundo no es un lugar seguro para vi-
vir. Los principios morales que todavía le servían de funda-
mento a una sociedad justa se ponen ahora en tela de juicio y
se subvierten cada vez más. Se racionaliza en torno de lo que
es cierto y de lo que no lo es. Se discute el principio de auto-
ridad y se rechazan los valores espirituales.
Nuestra sociedad se ha secularizado, y Dios es sólo un
nombre o una simple "energía" que puede estar en todas
partes pero que carece de poder para influir sobre el destino
de los seres humanos. El capital está acumulado en las ma-
nos de unos pocos, mientras se desvaloriza el trabajo (que,
con los progresos de la tecnología, se está convirtiendo en al-
go de lo que se puede prescindir), con lo que las grandes ma-
sas humanas entran en desesperación acerca de su supervi-
vencia.
EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA 139

Hay que huir de este mundo. Pero, ¿adónde ir? Esta es la


razón para que en este "nudo de los siglos" aparezcan cons-
tantemente cultos apocalípticos que, a pesar de los trágicos
desenlaces a que llegan, consigan seguidores en todos los
países y en todas las clases sociales.

~~~unos ejemplos

l. Jim Jones indujo a 912 personas a un suicidio colecti-


vo en 1978 en Jonestown, Guyana, prometiéndoles
que todos irían directamente al cielo.
2. David Koresh, que se hacía llamar Hijo de Dios, de la
rama de los davidianos, en 1993 llevó a la muerte a
70 hombres, y mujeres y niños, enfrentándolos con la
policía en Waco, Texas, Estados Unidos.
3. En Japón, miembros de la secta Aushinrikyo provoca-
ron una explosión "apocalíptica" en un tren de Tokio
en 1995, en la cual murieron 11 personas y 5.000 re-
sultaron heridas.
4. La policía mejicana acusó al pastor Ramón Morales Al-
mozán de conducir a la muerte a 29 de sus seguido-
res, asfixiados en 1991, cuando él ordenó a sus fleles a
continuar orando mientras un humo tóxico invadía el
templo.
Se calcula que hoy sólo en Gran Bretaña hay unos 500
cultos apocalípticos, mientras que en Estados Unidos esa ci-
fra llega a los 2.500.
Todas ésas son personas angustiadas, desilusionadas de
este mundo, y que buscan un mundo mejor. Están dispues-
tas a pagar cualquier precio con el fin de encontrar lo que
buscan, a saber: un lugar donde no haya más dolor ni sufri-
miento; un lugar sin orgullo, ni rencores, ni codicias, ni celos
enfermizos que destruyan las relaciones humanas.

Ese lugar pacifico y feliz existe

Aunque parezca increíble, ese lugar existe. No está en el


planeta "Sirius" ni aparecerá cuando llegue la Era de Acuario.
El apóstol San Juan lo describe diciendo: "Después de esto
140 EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA

miré, y vi una gran multitud, la cual nadie podía contar, de


todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban de-
lante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ro-
pas blancas y con palmas en sus manos ... Entonces uno de
los ancianos habló, diciéndome: 'Éstos que están vestidos de
ropas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?' Yo le
dije: 'Señor, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Éstos son los que han
salido de la gran tribulación; han lavado sus ropas y las han
blanqueado en la sangre del Cordero' ... Ya no tendrán ham-
bre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno,
porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará
y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda
lágrima de los ojos de ellos" . 1
¿Te das cuenta? Ese lugar existe. No habrá más dolor.
Nunca nadie más te traicionará ni te abandonará. Nunca ve-
remos a los chicos de la calle condenados por una sociedad
injusta. Nunca más la muerte arrancará de nuestros brazos a
nuestros seres queridos. Ese lugar existe. Las Escrituras son
contundentes cuando afirman que tanto tú como yo podre-
mos estar un día allí, vestidos de ropas blancas y con pal-
mas en las manos.
Pero antes que llegue ese día es necesario que pasemos
la última noche de este mundo. Noche es sinónimo de oscuri-
dad y frío, y muchas veces de miedo también. Pero el Sol del
nuevo día sólo sale una vez que ha pasado la noche oscura.
Ve cómo describe el cuadro el Apocalipsis: "Después de
esto vi cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la
tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra para que no
soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre
árbol alguno". 2 Los vientos en la profecía son símbolo de des-
trucción y guerra, y San Juan ve en su visión que este mun-
do está amenazado de destrucción. Se está aproximando un
cataclismo universal. Pero San Juan ve algo más: "Vi tam-
bién otro ángel, que subía desde donde nace el sol y que tenía
el sello del Dios vivo. Clamó a gran voz a los cuatro ángeles a
quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y
al mar, diciendo: 'No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a
los árboles hasta que hayamos sellado en sus frentes a los
siervos de nuestro Dios' ". 3
EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA 141

¿Te das cuenta? Antes que los vientos de destrucción so-


plen sobre este mundo es necesario sellar a los siervos de
Dios; es decir, que se los identifique, para protegerlos de la
furia de los elementos que castigarán este planeta sin medida
alguna.

¿Cómo saber si seremos sellados?

¿Cómo podrías saber si serás sellado o no como siervo de


Dios? Es interesante notar que en el Apocalipsis encontra-
mos dos grupos que serán marcados o sellados. En el capítu-
lo 13 el poder político-religioso simbolizado por la bestia hace
que a "todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y es-
clavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la
frente". 4 Y en el capítulo 7 también se sella en la frente a los
siervos de Dios con el sello del Altísimo. Al llegar a este punto
surge de manera natural la siguiente pregunta: ¿Qué es la
marca de la bestia y qué es el sello de Dios? Observa que a
quienes reciben el sello de Dios se los protege de la destruc-
ción; en cambio San Juan dice que "si alguno adora a la bes-
tia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su ma-
no, él también beberá del vino de la ira de Dios". 5

¿Qué entendemos por llmarca de la bestia"?

Para saber qué es la marca de la bestia es necesario iden-


tificar primero el sello de Dios. La marca de la bestia tendrá
que ser lo contrario. Un sello generalmente sirve para identifi-
car a alguien o a algo. El sello contiene el nombre, los atribu-
tos, la autoridad y el carácter del dueño del sello. En el sello
de Dios deberíamos encontrar su nombre, su titulo, el funda-
mento de su autoridad que es su ley: los principios eternos
del gobiemo divino; en la marca de la bestia podrás encontrar
su pretendida autoridad, sus decretos y los principios enga-
ñosos del diablo. Tras el sello de Dios está su deseo de salvar;
tras la marca de la bestia está su intención de destruir. Tras
el sello de Dios está el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; tras
la marca de la bestia están el dragón, la bestia y el falso pro-
feta.
142 EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA

El sello de Dios se imprime en la vida de los que "han la-


vado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Corde-
ro". 6 En cambio, la marca de la bestia se pone sobre la vida
de los que adoran el poder que se atrtbuye facultades divi-
nas sin derecho a ellas.
Nuevamente está en tela de juicio la autoridad divina.
¿Quién tiene la última palabra? ¿A quién se debe obedecer?

¿Cuál es realmente llel sello de Dios"?

Si escudriñas las Escrituras encontrarás la siguiente de-


claración: "Santificad mis sábados, y sean por señal entre mí
y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro
Dios". 7
Podrás decir que este versículo se refiere al pueblo de Is-
rael. Pero no te apures, por favor. Si analizas las Escrituras
sin prejuicios, descubrirás que a lo largo de la historia hu-
mana Dios siemp~e contó con su iglesia, constituida por hijos
dispuestos a obedecer su voluntad. Pero también siempre
hubo seres humanos que quisieron seguir sus propios cami-
nos y que rechazaron la voz de Dios.
Así fue desde el principio. Caín y Abel recibieron la orden
de ofrecer un cordero como sacrificio a Dios. Abel obedeció
la orden, y Caín decidió hacer las cosas a su manera: ofreció
los frutos de la tierra. Nota que Caín no se lanzó frontalmen-
te en contra de Dios. Ofreció un sacrificio, pero no como el
Señor lo había ordenado, sino como a él le pareció. Esta es la
clave del asunto. Al final de la historia, quienes reciban la
marca de la bestia no estarán frontalmente en contra de
Dios; creerán que lo están sirviendo, pero no como el Señor lo
pidió, sino como a ellos les parece que debe ser.
A partir del incidente de Caín y Abel, y si lo tomas bien
en cuenta, podrás distinguir siempre la verdadera iglesia de
Dios. Observa cómo la identificó el Señor en el principio: "Al
ver los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran her-
mosas".8 ¿Te das cuenta? Aquí el Altísimo identifica su iglesia
bajo la denominación de "los hijos de Dios".
EL SELLO DE DIOS Y lA MARCA DE lA BESTIA 143

Dios siempre tuvo una iglesia

Siempre hubo una iglesia del Señor. Al principio no era


una estructura organizada, pero existía una iglesia de Dios
formada por hijos suyos dispuestos a obedecer. Ese grupo
que estaba dispuesto a ser fiel a Dios y que creía en la salva-
ción en Cristo, simbolizada por el sacrificio del cordero, con el
tiempo llegó a ser el pueblo de Israel, que además de ser la
iglesia de Dios fue también una nación organizada política-
mente. El sumo sacerdote era la autoridad espiritual, y el rey
la autoridad civil.
La tendencia de Israel, cuando se convirtió en nación, fue
corromperse doctrinal y espiritualmente. Observa cómo des-
cribía el profeta esa situación: "Desde el más chico de ellos
hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el
profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. Curan la
herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: 'Paz, paz', ¡pero
no hay paz! ¿Se han avergonzando de haber hecho abomina-
ción? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener
vergüenza". 9
Pero a pesar de la corrupción del pueblo y los dirigentes
religiosos, siempre hubo un remanente fiel, dispuesto a obe-
decer a Dios, y ése era el verdadero pueblo del Señor, su ver-
dadera iglesia.
La gran tragedia de Israel fue creer que porque cierta vez
se lo llamó pueblo de Dios, ese hecho le garantizaba para
siempre dicha condición. Se olvidaron de que el cordero, que
sacrificaban cada día como símbolo de Jesús, era lo único
que les podía garantizar su condición de iglesia de Dios.
Jesús "a lo suyo vino, pero los suyos no lo recibieron". Él
era el Mesías, el Salvador. Era el verdadero Rey de Israel, pe-
ro el pueblo clamó: "¡No tenemos más rey que César!" 10
La condición espiritual de Israel cuando Jesús nació era
calamitosa. Él mismo, en persona, condenó la hipocresía de
sus dirigentes. Aparentemente eran espirituales; pretendían
ser el pueblo de Dios, pero estaban lejos de serlo.
El error de los cristianos consiste en creer que Dios re-
chazó a Israel y puso en su lugar a la iglesia cristiana. Si es-
tudias concienzudamente las Escrituras, descubrirás que no
144 EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA

es así. Dios le dio nacimiento a la iglesia cristiana a partir de


Israel y no para reemplazar a Israel. Jesús eligió al reman en-
te fiel: a los que lo aceptaron y lo siguieron. La mayoría lo re-
chazó; no lo aceptó como Mesías. Pero doce decidieron se-
guirlo y ser fieles y obedientes. Esos doce discípulos constitu-
yeron la base de lo que con el tiempo llegaría a ser la iglesia
cristiana.

La caracter.istica distintiva de la iglesia


La característica distintiva del cristianisn1o consiste en
aceptar a Jesús como Salvador y obedecer los mandamien-
tos de Dios. 11 Y uno de los aspectos importantes de esa obe-
diencia es la observancia del sábado como día de reposo.
Ezequiel dice que el sábado es la señal o sello, la identifica-
ción y la marca de Dios. ¿Que el sábado era sólo para Israel?
¡No puede ser! Porque el sábado se instituyó en ocasión de la
creación, cuando todavía no existía el pueblo de Israel. El sá-
bado era la señal del pueblo de Dios. ¿Que Israel fue rechaza-
do y el sábado fue rechazado junto con él? Tampoco puede
ser, porque en Apocalipsis 7 San Juan dice: "Y oí el número
de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas
las tribus de los hijos de Israel". 12 ¿Te das cuenta? El rema-
nente espiritual de Israel es el cristianismo. Son los que
aceptaron a Jesús como Salvador, por eso "han lavado sus
ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero". Y son
también los que decidieron guardar los mandamientos de
Dios, que incluye la observancia del sábado, y por eso reciben
su señal en la frente.
Pero ahora aparece el enemigo de Dios y trata de imponer
su propia manera de adorar y obedecer. El diablo es astuto.
Si no consigue que niegues la existencia de Dios ni lo recha-
ces, intentará que lo obedezcas equivocadamente. En el jar-
dín del Edén dijo Dios: "Si ustedes tocan la fruta de ese árbol,
morirán". Entonces apareció el diablo para afirmar: "No mori-
rán". En el corazón de su santa ley Dios dice: "Acordarte has
del sábado para santificarlo". Y entonces viene el enemigo y
dice: "No es necesario que sea el sábado; puede ser el domin-
go". A Caín le dijo: "No es necesario que ofrezcas un cordero;
EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA 145

puedes ofrecer los frutos de tu campo". En fm, no es necesa-


rto hacer las cosas como Dios las dice; puede ser como a ti te
parezca mejor.

Un pelig~'». rn.~.Y. sutil


Pero ahí está precisamente el peligro: pensar que se está
sirviendo a Dios cuando no es así. Pensar que se está obede-
ciendo, cuando se está obrando en contra de la voluntad de
Dios.
Busca tu ejemplar de las Escrtturas. Sé sincero, toma to-
do el tiempo que haga falta, y trata de encontrar una sola de-
claración de las Escrtturas que establezca que el sábado no
es más el día de reposo y que fue cambiado por el domingo.
No la vas a encontrar. ¿Por qué, entonces, la gente guarda el
domingo? Hay argumentos. Hay quienes creen que por el he-
cho de que Jesús resucitó en domingo ya eso autoriza a los
creyentes a guardar el domingo, pero las Escrtturas no lo di-
cen.
Lo más dramático de todo esto aparece en la siguiente
pregunta: "Si el sábado es el sello o la señal de Dios, ¿cuál es
la marca de la bestia?" Recuerda que en Apocalipsis 13 se
habla de un poder político-religioso, y también de un país
poderoso que "engaña a los habitantes de la tierra con las
señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bes-
tia, diciendo a los habitantes de la tierra que le hagan una
imagen a la bestia". 13 Una imagen es una representación de
algo. Cuando te acuerdas del celeste y el blanco, inmediata-
mente piensas en la bandera de la Argentina. O si recuerdas
el rojo, el blanco y el rojo, puedes pensar en la del Perú. Por-
que ésos son los países representados por esos colores. Pues
bien, ¿cuál es el poder que está detrás del domingo como día
de reposo? Más todavía, Apocalipsis 13 sigue diciendo que
ese poder hace que todos, chicos y grandes, rtcos y pobres, li-
bres y esclavos, se pongan una marca en la mano derecha o
en la frente, para que nadie pueda comprar o vender, sino
sólo el que tenga esa marca, el nombre de la bestia o el nú-
mero de su nombre.
10-TM
146 EL SELW DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA

Una perspectiv~ ..fiada halagüeña

Esto da miedo. Aquí la profecía indica que llegará .el mo-


mento en la historia de este mundo cuando los que guardan
el sábado no podrán comprar ni vender. ¿Se trata de un deli-
rio? Pues veamos lo que pasa hoy mismo, en tiempos de paz.
¿Tienen derecho los jóvenes observadores del sábado a rendir
sus pruebas y exámenes universitarios en otro día cuando
éstos caen en sábado? Veamos si los observadores del sábado
pueden ganar un concurso para acceder a un cargo público.
Veamos si la gente tiene derecho a trabajar en domingo en
lugar del sábado. No se trata de que seamos paranoicos, es
decir, que tengamos delirio de persecución; nada de eso. Es-
to es algo que dice la profecía. Está anunciado con toda clari-
dad en las Escrituras.
Sólo que el asunto no se limita a una cuestión acerca del
sábado o el domingo. El tema de fondo es la obediencia y la
adoración. Los seres humanos aparentemente no se están
dando cuenta de que el enemigo siempre está logrando sus
propósitos.

~~Adorad al Creador"

Pero en Apocalipsis 14 vemos levantarse a un grupo de


personas, simbolizadas por el ángel que proclama en alta voz
el evangelio eterno. El evangelio no cambia; siempre fue así:
salvación en Cristo y obediencia a sus mandamientos. La
proclama es: "¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora
de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la
tierra, el mar y las fuentes de las aguas!" 14 Compara esto con
el cuarto mandamiento: "Porque en seis días hizo Jehová los
cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y
reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado
y lo santificó". 15
¿Coincidencia? ¿Te parece coincidencia que el último lla-
mado que Dios le hace a la humanidad contiene casi las mis-
mas palabras que él pronunció cuando declaró que el sábado
es su día santo?
Pero este último llamado dice algo más: "Si alguno adora a
EL SELW DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA 147

la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su


mano, él también beberá del vino de la ira de Dios" . 16 Y aña-
de: "¡Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis participes de
sus pecados ni recibáis parte de sus plagas!" 17
Por lo tanto, éste es el momento de la decisión. El destino
eterno del ser humano está en juego. Ya no hay más tiempo
que perder, porque los últimos acontecimientos de la historia
están por producirse.

Referencias
1 Apocalipsis 7:9, 13, 14, 16, 17.

2
Apocalipsis 7: l.
3
Apocalipsis 7:2.
4
Apocalipsis 13:16.
5 Apocalipsis 14:9, 10.
6
Apocalipsis 7:14.
7
Ezequiel 20:20.
8
Génesis 6:2.
9
Jeremías 6:13-15.
10
S. Juan 1:11; 19:15.
11
Apocalipsis 12:17; 14:12.
12
Apocalipsis 7:4.
1
3 Apocalipsis 13:14.
14
Apocalipsis 14:7.
15 Éxodo 20: 11.
16
Apocalipsis 14:9, 10.
17
Apocalipsis 18:4.
15

LOS ÁNGE~S EN LOS


UMBRALES DEL MI~NIO

osa vende libros, y por eso viaja de un lugar a

R otro en los más diversos medios de transporte.


Hace poco consiguió que un camionero la lle-
vara. Al comienzo todo parecía normal, pero después
se dio cuenta de que el rumbo de la conversación la
estaba poniendo en una situación comprometedora.
Las intenciones del conductor eran claras. Con1enzó
por las palabras y continuó con los hechos. Se apartó
del camino principal, se detuvo en un lugar solitario y
prosiguió sin importarle en absoluto las lágrimas de la
pobre víctima. Todo estaba perdido. O habría estado si
de repente no hubiese aparecido un hombre alto que
golpeó la puerta de la cabina del camión. El conductor
arrojó afuera a Rosa, y huyó.
Rosa le suplicó a ese señor que la acompañara has-
ta la carretera principal. Allí el protector de la temblo-
rosa muchacha detuvo una camioneta, le aseguró a la
chica que no debía tener miedo de esa persona, y desa-
pareció misteriosamente como por arte de magia.
Rosa me contó llorando esta historia. "Sé que fue
un ángel", me dijo con convicción.

¿Existen los ángeles?

Pero, ¿existen los ángeles? Por alguna razón toda la


(149}
150 LOS ÁNGELES EN LOS UMBRALES DEL MILENIO

humanidad comenzó a concentrar su atención en esas criatu-


ras celestes. Hoy inclusive existe una especialidad teológica
que recibe el nombre de ·"angelología". La música, los libros,
las novelas y las películas se están refiriendo al tema como
nunca antes, y le dan origen a las más diversas ideas. Los
ufólogos, esotéricos y espiritistas dan su propia definición.
Los racionalistas niegan su existencia. Pero, ¿qué dice la Es-
critura respecto de este asunto? Presenta a los ángeles como
mensajeros divinos, como cuando un ángel visitó a Agar en el
desierto para confortarla, 1 o cuando dos ángeles visitaron a
Abraham2 y Lot. 3
En otros casos se los presenta como guardianes: los ánge-
les protegieron las puertas del Edén; 4 o como intérpretes: el
ángel le ayudó al profeta Daniel a interpretar la visión que
estaba recibiendo. 5
El Apocalipsis menciona 32 veces a los ángeles. Al descri-
bir el trono de Dios, San Juan nos cuenta que alrededor del
trono había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y
por detrás; el primero era semejante a un león, el segundo a
un toro, el tercero tenía el rostro de un hombre y el cuarto
era semejante a un águila que volaba. 6
Notarás que aquí se describen cuatro seres vivientes y no
precisamente ángeles. Pero en el Antiguo Testamento descu-
brimos que el profeta Ezequiel también tuvo una visión del
trono de Dios, y vio a estos cuatro seres vivientes y les da el
nombre de querubines. 7
Estos seres están "llenos de ojos por delante y por de-
trás". ¿Por qué? Recuerda que estos seres se encuentran alre-
dedor del trono de Dios en el momento del juicio. Es el ins-
tante del ajuste de cuentas. Todo saldrá a luz. Nada quedará
oculto, y no hay mejor símbolo de la vigilancia que los ojos. El
Antiguo Testamento confirma esto: "El rey, al sentarse en el
trono para juzgar, con su mirada descubre todo mal". 8 Y Da-
vid añade: "Jehová tiene en el cielo su trono; sos ojos obser-
van, sus párpados examinan a los hijos de los hombres". 9

Las cuatr~ caras de los ángeles


Pero, ¿por qué los seres vivientes del Apocalipsis apare-
LOS ÁNGELES EN LOS UMBRALES DEL MILENIO 151

cen con aspecto de león, toro, hombre y águila?


Los rabinos judíos explicaban el significado de estos sím-
bolos diciendo que "el más exaltado de todas las criaturas vi-
vientes es el hombre; de los pájaros es el águila; del ganado el
buey; y de las bestias del desierto es el león. Todos recibieron
realeza y se les otorgó grandeza, y estaban bajo el carro de
Dios". 10
Quiere decir que estos querubines representan las for-
mas más destacadas de los seres vivientes. Si tomamos en
cuenta esto podríamos decir que cada uno de esos símbolos
representa la función de los ángeles. El león es símbolo de
valor y fuerza; es el rey de los animales. Por eso en muchas
circunstancias de la vida, cuando te sientes indefenso, teme-
roso frente a cierta situación, puedes contar con el valor y la
fuerza que los ángeles están en condiciones de ofrecer.
El toro -o el buey- es un símbolo de la nobleza y del
trabajo incansable. ¿Te sentiste alguna vez cansado y con
deseos de renunciar? ¿Tiene delante de ti un desafio tan
grande que temes no serás capaz
ti
de enfrentar? Pide la fuerza
de los ángeles, y recibirás fortaleza cuando al parecer ya no
tienes más fuerzas.
¿Qué simboliza el hombre? La sabiduría y la inteligencia,
la capacidad para decidir lo mejor. ¿Te encuentras, tal vez,
en un momento cuando necesitas de mucha sabiduría para
tomar una determinación? Llama al Señor, que no se demo-
rará en enviar un ángel para poner en tu mente el pensa-
miento oportuno.
¡Un águila en vuelo! Este era el aspecto del cuarto ser vi-
viente. El águila es un símbolo de rapidez extraordinaria.
¿Estuviste alguna vez frente a un precipicio sin poder domi-
nar tu automóvil, y sentiste como si manos invisibles lo des-
viaban e impedían así una caída fatal? Era el ángel de Dios
que vino en respuesta a ese clamor instintivo: "¡Señor, ayúda-
me!"
Ezequiel afirma que los ángeles que estaban en torno del
trono de Dios "corrían y regresaban a semejanza de relám-
pagos".11
152 LOS ÁNGELES EN LOS UMBRALES DEL MILENIO

Los ángele.s. ele Dios,

Los ángeles son seres espirituales, creados antes de que la


Tierra existiera. Participaron de la gran batalla que lanzó Lu-
cifer contra Cristo. El enemigo consiguió engañar y atraer
hacia sí la tercera parte de ~os ángeles, que cayeron con él a
esta Tierra. Pero la mayor parte permaneció fiel a Dios, y hoy
sirven como instrumentos de salvación y les ayudan a los hi-
jos de Dios. "El ángel de Jehová acampa alrededor de los que
le temen y los defiende", 12 afirma el salmista David.
En los últimos capítulos de la historia de este mundo los
ángeles se encargarán de misiones sumamente importantes
que tienen que ver con el destino de los seres humanos. Por
ejemplo, ¿quiénes son esos "cuatro ángeles de pie sobre los
cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de
la tierra para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni
sobre el mar ni sobre árbol alguno"? 13 ¿Quiere decir que estos
ángeles están impidiendo que sobrevenga la destrucción· fi-
nal que amenaza a los seres humanos?
¿No te resulta reconfortante enterarte de que aunque los
hombres lo abandonen y lo rechacen, el ángel del Señor
siempre está cerca de ti, hasta en los momentos más dificiles
de la vida?

Un_ él.l'l9f!llibra a San Pedro

En los comienzos de la iglesia cristiana, Herodes ordenó


perseguir y dar muerte a los hijos de Dios. Entre ellos estaba
Santiago, que fue muerto a filo de espada. Fueron días terri-
bles de angustia y persecución para el pueblo de Dios. San
Pedro también estaba preso, escoltado por cuatro grupos de
cuatro soldados cada uno, como si se tratara de un delin-
cuente peligroso. Así es el enemigo. Al darse cuenta de que
no puede hacer nada en contra de Jesucristo, derrama sin
motivo su ira sobre sus seguidores. El único delito de los
perseguidos es adorar al Dios verdadero y obedecer su Pala-
bra.
Ve ahora cómo describe la Escritura el ministerio protec-
tor de los ángeles: "Aquella misma noche estaba Pedro dur-
LOS ÁNGELES EN LOS UMBRALES DEL MILENIO 153

miendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los


guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y se pre-
sentó un ángel del Señor y una luz resplandeció en la cárcel;
y tocando a Pedro en el costado, lo despertó, diciendo: 'Le-
vántate pronto'. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Le
dijo el ángel: 'Cíñete y átate las sandalias'. Él lo hizo así. Y le
dijo: 'Envuélvete en tu manto y sígueme'.
"Pedro salió tras el ángel, sin saber si lo que el ángel hacía
era realidad; más bien pensaba que veía una visión. Habien-
do pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la
puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió
por sí misma. Salieron y pasaron una calle, y luego el ángel
se apartó de él.
"Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: 'Ahora entiendo
verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel y me ha li-
brado de la mano de Herodes y de todo lo que el pueblo de los
judíos esperaba' ". 14
Podemos deducir, sobre la base de este relato, que los án-
geles son capaces de quebrantar las leyes fisicas, atravesar
paredes y portones de hierro, y llevar a cabo cosas. que desde
el punto de vista humano son imposibilidades absolutas.

Siempre hay un áng~l junto a ti

Lo más maravilloso es que cerca de ti hay un ángel. Desde


el día en que naciste dispones de un compañero inseparable.
A veces te libra de un accidente que podría haberte provoca-
do la muerte sin que te dieras cuenta.
Hay manos invisibles que están protegiendo diariamente
tu vida y la de tu familia. El enemigo puede acercarse a ti
con la intención de destruirte, pero el ángel del Señor siem-
pre estará ahí para protegerte.
Hace poco una señora pedía ayuda porque creía que la
brujería hecha por la amante de su marido la había alcanza-
do. Todo le salia mal en su vida, desde que el marido la había
abandonado para irse a vivir con una mujer que tenía tratos
con las fuerzas del mal. Después de consolarla, le leí esta
promesa que aparece en el libro de los salmos: "No te sobre-
vendrá mal ni plaga tocará tu morada, pues a sus ángeles
154 LOS ÁNGELES EN WS UMBRALES DEL MILENIO

mandará acerca de ti, para que te guarden en todos tus ca-


minos. En las manos te llevarán para que tu pie no tropiece
en piedra". 15
¿Por qué temer si la presencia de los ángeles de Dios ga-
rantiza que tú y tu familia estarán seguros?
En el fin de los tiempos, cuando los hijos de Dios vuelvan
a ser perseguidos por obedecer las enseñanzas de las Escritu-
ras, los ángeles de Dios se encargarán de alimentarlos y con-
fortarlos en medio del dolor de la persecución. ¿No es todo
esto motivo de gratitud y fidelidad a Dios?

Referencias
1
Génesis 21:17.
2
Génesis 18.
3
Génesis 19.
4
Génesis 3:24.
5 Daniel 8:16.
6
Apocalipsis 4:6, 7.
7
Ezequiel 1 y 10.
8 Proverbios 20:8.
9
Salmos 11:4.
10
Nam, D., The "Throne ojGod" Motif in the Hebrew Bible [El motivo ~trono de Dios" en
la Biblia hebrea). citado por Alberto Treiyer, Ibíd., pág. 87.
11
Ezequiel 1:14.
12 Salmos 34:7.
13 Apocalipsis 7: l.
1
~ Hechos 12:5-11.
15
Salmos 91:10-12.
16

LAS SIEIE
ÚL11MAS PlAGAS

ebo de haber tenido seis o siete años cuando oí

D hablar por primera vez de las últimas plagas


que caerán sobre este mundo antes del regreso
de Jesús. Las plagas divinas no eran desconocidas para
mí, porque mi madre ya me había hablado de las que
cayeron sobre Egipto cuando Faraón no quería dejar sa-
lira Israel para que se encaminara a la tierra de liber-
tad. Pero eso era historia; había sucedido hacía muchísi-
roo tiempo, en un lugar muy lejano, a gente que yo no
conocía. Mi indiferencia frente al dolor de los egipcios
era una reacción ciertamente muy humana. Hasta respi-
raba con alivio al pensar que no me había tocado vivir
en esa época.
Pero ahora las cosas eran diferentes. El Apocalipsis
ha"Qla de plagas que caerán en un futuro muy cercano.
Imaginaba a la gente clamando de dolor por causa de
las úlceras y las llagas malignas y pestilentes. Los mares
y los ríos convertidos en sangre. El Sol que calienta siete
veces más. En fin, un cuadro pavoroso. Esa noche casi
no pude dormir. Me preguntaba si se trataba del Dios
de arhor acerca del cual hablaban los adultos. ¿Cómo
puede ser posible que un Dios tan bueno le cause tanto
sufrimiento a sus criaturas? Desde ese día no quise sa-
ber nada más del Apocalipsis. Me daba miedo; lo veía
(157}
158 LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS

lleno de monstruos y de cosas horribles.


Pero el tiempo pasó; fui creciendo. Cuando terminé mi
educación secundaria fui a la Facultad de Teología y allí co-
mencé a entender mejor tantos mensajes que a primera vista
causan la impresión de ser temibles.

¿Hay acaso dos dioses?


Por ejemplo, ¿te preguntaste alguna vez por qué cuando
leemos el Antiguo Testamento nos encontramos con un Dios
aparentemente duro e inclinado a castigar? Hasta su nombre:
"Señor de los ejércitos", parece el de un Dios guerrero que
conduce a sus soldados para destruir y dar muerte a hom-
bres, mujeres y niños, con el fin de arrojarlos después al fuego.
Ve, por ejemplo, la orden que le dio a Saúl: "Así ha dicho Jeho-
vá de los ejércitos: 'Yo castigaré lo que Amalee hizo a Israel,
cortándole el camino cuando subía de Egipto. Ve, pues, hiere a
Amalee, destruye todo lo que tiene y no te apiades de él; mata
hombres, mujeres y niños, aun los de pecho, y vacas, ovejas,
camellos y asnos' ". 1
¿Puede ser éste un Dios de amor? ¿Por qué manifestó tanta
crueldad al ordenar darle muerte a toda esa gente que vivía en
la tierra de Canaán? Cuando el ejército de Israel tomaba una
de esas ciudades, la sangre corría por las calles. No servía
arrodillarse ni pedir misericordia, porque esos moradores de
Canaán debían ser destruidos sin piedad. Y, ¡ay de aquel que
no obedeciera! Saúl, el rey de Israel, le perdonó la vida al rey
de los amalecitas, y Dios lo destituyó y lo rechazó como rey.
Acán fue otro israelita que en lugar de quemar todo lo que
encontró, escondió un manto precioso y algunos vasos de oro,
y Dios ordenó que lo apedrearan en medio de la calle.
Lo interesante es que cuando uno va al Nuevo Testamento
parece que se encuentra con otro Dios. Un Dios que ama, que
espera, que perdona, que suplica.
Por eso mucha gente cree que las Escrituras son incohe-
rentes; prefieren leer el Nuevo Testamento y rechazan el Anti-
guo Testamento.

¿Cómo podemos ex.pli~~'. ~s.tos actos divinos~

¿Existe alguna explicación que justifique esos actos divi-


lAS SIETE ÚLTIMAS PlAGAS 159

nos? ¿Podemos disponer de una luz, por pequeña que sea,


que nos permita entender ese aparente cambio de actitud de
parte de Dios al pasar del Antiguo Testamento al Nuevo Testa-
mento? ¿Es injusto Dios? ¿Es castigador y vengativo?
En primer lugar tenemos que saber quiénes eran esos ca-
naneas destruidos tan "implacablemente". En el capítulo 18
de Levítico encontramos una advertencia de Dios a Israel antes
de su entrada en Canaán: "Habla a los hijos de Israel y diles:
'Yo soy Jehová, vuestro Dios. No haréis como hacen en la tie-
rra de Egipto, en la cual habitasteis. No haréis como hacen en
la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en
sus estatutos' ". 2
¿Qué era lo que Israel no debía hacer? El resto del capítulo
se refiere a todas las perversiones que practicaban los habi-
tantes de Canaán. Tenían relaciones hombres con hombres,
mujeres con mujeres, padres con hijas, madres con hijos, etc.
Se trataba de aberraciones, depravaciones e inmoralidades
que para ellos eran lo más natural del mundo.
Aun hoy, en los descubrimientos arqueológicos que se
practican en aquellos lugares, se descubren obras de arte de
esos tiempos que ponen en evidencia la cultura de la gente de
Canaán. Ese pueblo había rechazado por completo al Dios
Creador. La idolatría, la adoración de la criatura y de la crea-
ción, era su modalidad. Sin Dios, la consecuencia natural
consistió en establecer patrones de conducta humanos. Cada
cual era su propio dios y hacía lo que le daba la gana. Y cuan-
do los seres humanos carecen de un patrón espiritual y moral
de conducta, basado en la voluntad divina, no hay límites para
las perversiones a las que puede llegar.
Al rechazar a Dios la gente de Canaán ya no vivía; sólo so-
brevivía. Cuando el hombre vive separado de Dios, su existen-
cia es sólo un remedo o una caricatura de la vida; es cual-
quier cosa menos vida.
La vida plena se halla sólo en Dios. Sólo él puede darle
sentido a la existencia humana. Por eso esa gente, al perder
de vista a Dios, había perdido la verdadera vida. La búsqueda
desenfrenada del placer era sólo la búsqueda descontrolada
de una vida que ya no tenían.
160 LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS

La extraordinaria
....... ... .. .
paciencia de Dios

Pero Dios tuvo mucha paciencia con los moradores de Ca-


naán. El relato de las Escrituras nos dice que la primera vez
que el Señor le prometió a Israel la tierra de Canaán fue en
tiempos de Abraham. En esa oportunidad Dios le dijo al pa-
triarca: ''Tú, en tanto, te reunirás en paz con tus padres y se-
rás sepultado en buena vejez. Y tus descendientes volverán
acá en la cuarta generación, porque hasta entonces no habrá
llegado a su colmo la maldad del amorreo". 3
¿Te das cuenta? A pesar de la vida licenciosa, a pesar de
que los cananeos no tomaban en cuenta a Dios para nada, en
la opinión del Señor todavía no habían llenado la medida de
su iniquidad.
Pasaron cien años. Un siglo de existencia es mucho tiempo
para un ser humano. Un día los hijos de Abraham le pidieron
a Dios que cumpliera su promesa: "¿Cuándo heredaremos la
tierra?" Y la respuesta divina fue la misma de siempre: ''Toda-
vía no se llenó la medida de la maldad de los amorreos".
Pasaron dos, tres, cuatro siglos. La gente de Canaán ya no
sabía qué más inventar. Aceptaron las depravaciones más ho-
rribles como cosas normales. Los descendientes de Abraham
r~clamaron el cumplimiento de la promesa: "¿Hasta cuándo,
Señor?" Y la respuesta de Dios siguió siendo: ''Todavía no se
llenó la medida de la maldad de los amorreos".
¿Es éste, por ventura, un Dios radical, intransigente y
cruel? Observa que es el Dios del Antiguo Testamento. Espera,
suplica, tiene paciencia. Los que están impacientes son los se-
res humanos: quieren heredar la tierra cuanto antes. Pero el
Señor dice: "No; esperen un poco. Seguiré llamando, seguiré
esperando; quiero salvarlos". Pero la gente de Canaán no lo
aceptó. En el mundo habitado de aquellos días se convirtieron
en una especie de gangrena moral. Dios, el médico divino, se
dio cuenta de que era necesario amputar la pierna para salvar
el resto del cuerpo, pero vaciló en hacerlo. Esperó, aguardó
hasta el último momento; finalmente se dio cuenta de que si
no amputaba esa parte del cuerpo, toda la humanidad seria
consumida por la maldad moral.
Ya lo había hecho en ocasión del diluvio. Esperó, suplicó,
LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS 161

llamó, pero el pensamiento de los hombres siempre estaba di-


rigido hacia el mal. Así lo afirma el Génesis. Y fue necesario
que viniera el diluvio para salvar al remanente fiel constituido
por Noé y su familia.
Cuatrocientos treinta años después de que se formulara la
promesa, finalmente llegó el día del ajuste de cuentas. En rea-
lidad la muerte y la destrucción del impío no es un castigo de
Dios, sino la consecuencia de las decisiones del mismo peca-
dor. El Señor derrama su ira contra el pecado, no contra los
hombres. Los que mueren son los que no quisieron apartarse
del pecado. La destrucción de la humanidad es una decisión
humana. "¿Acaso quiero yo la muerte del impío? dice Jehová,
el Señor. ¿No vivirá, si se aparta de sus malos caminos?" 4

¿Cómo es .ei.Dios del Apocali~~is?

Teniendo todo esto en mente, volvamos al Apocalipsis.


¿Cambió Dios? Ve cómo describe San Juan a Jesús en oca-
sión de su segunda venida: "Entonces vi el cielo abierto, y ha-
bía un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y
Verdadero, y con justicia juzga y pelea". 5
Aquí tenemos de vuelta al Dios guerrero. "Pelea con justi-
cia". Obrar con justicia no es darle la razón a quien no la tiene.
Justicia significa darle a cada cual lo que merece. El inocente
debe ser liberado y hasta reivindicado. El culpable debe ir a
prisión. Eso es verdadera justicia. Jesús, en ocasión de su se-
gunda venida, está "vestido de una ropa teñida en sangre y su
nombre es: La Palabra de Dios. Los ejércitos celestiales, vesti-
dos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían en caballos
blancos. De su boca sale una espada aguda para herir con
ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro. Él pisa el
lagar del vino del furor de la ira del Dios Todopoderoso". 6

~as siete pi~$1~.S. .Postrera~

Estas son escenas relativas al regreso de Cristo, sólo que


antes de que eso suceda el mundo será testigo de las siete últi-
mas plagas que caerán sobre la humanidad. San Juan las
describe de esta manera: "Entonces oí desde el templo una
11-TM
162 LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS

gran voz que decía a los siete ángeles: 'Id y derramad sobre la
tierra las siete copas de la ira de Dios' ". 7 Estas plagas son co-
mo se describe a continuación:
l. "Fue el primero y derramó su copa sobre la tierra, y vino
una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían
la marca de la bestia y que adoraban su imagen". 8
2. "El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste
se convirtió en sangre como de muerto, y murió todo ser vi-
viente que había en el ~ar". 9
3. "El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y sobre
las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre". 10
4. "El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual le
fue permitido quemar a los hombres con fuego. Los hombres
fueron quemados con el gran calor y blasfemaron el nombre
de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintie-
ron para darle gloria". u Observa que en este caso Dios se ma-
nifiesta como superior a su creación, no obstante lo cual los
seres humanos no lo adoran ni le dan gloria.
5. "El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la
bestia, y su reino se cubrió de tinieblas. La gente se mordía la
lengua por causa del dolor y blasfemaron contra el Dios del
cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron
de sus obras" . 12 ¿Dónde está el trono de la bestia? ¿Cuál es la
ciudad capital del poder descrito en el capítulo titulado "La
mujer impura vestida de púrpura"?
6. La sexta plaga la analizaremos en un próximo capítulo.
7. "El séptimo ángel derramó su copa por el aire. Y salió
una gran voz del santuario del cielo, desde el trono, que de-
cía: '¡Ya está hecho!' Entonces hubo relámpagos, voces, true-
nos y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual
no lo hubo jamás desde que los hombres existen sobre la tie-
rra. La gran ciudad se dividió en tres partes y las ciudades de
las naciones cayeron. La gran Babilonia vino en memoria de-
lante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.
Toda isla huyó y los montes ya no fueron hallados. Del cielo
cayó sobre los hombres un enorme granizo, como del peso de
un talento. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la pla-
ga del granizo, porque su plaga fue sumamente grande". 13
LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS 163

Dios todavía tiene paciencia con la humanidad


¿Te puedes imaginar el cataclismo que arrasará este pla-
neta cuando sucedan todas estas cosas? Por cierto, si parti-
mos de la base que el Apocalipsis es un libro de símbolos,
muchos de estos sucesos podrían ser simbólicos. Pero es bue-
no recordar que cuando San Juan emplea la expresión "seme-
jante a" o la palabra "como", se está refiriendo a símbolos; pero
cuando habla de las plagas no las usa.
Hemos trans~rito el texto relativo a las plagas tal como está
en las Escrituras, porque mi mayor preocupación no consiste
en poner énfasis en las tragedias que se aproximan, sino en
lograr que medites en la solemnidad de los momentos que es-
tamos viviendo, aunque millones de seres humanos no se den
cuenta de lo que sucede.
¡Las Escrituras son tan antiguas! Están a disposición de
quien las quiera consultar, pero, ¿cuántos las leen? ¿Acaso
los hombres de nuestros días no prefieren consultar los ho-
róscopos, a los médium espiritistas, o la numerología y las
cartas astrales?
El tiempo es corto. Dios está esperando hace ya mucho
tiempo. Estamos muy cerca de los acontecimientos finales.
San Pedro dice que "el Señor no retarda su promesa, según
algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento" . 14
En Apocalipsis 7 el apóstol San Juan dice: "Después de es-
to vi cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tie-
rra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra para que no so-
plara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ár-
bol alguno. Vi también otro ángel, que subía desde donde nace
el sol y que tenía el sello del Dios vivo. Clamó a gran voz a los
cuatro ángeles a quienes se les había dado el poder de hacer
daño a la tierra y al mar, diciendo: 'No hagáis daño a la tierra
ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos sellado en sus
frentes a los siervos de nuestro Dios' ". 15
¿Por qué los ángeles no deben dar rienda suelta a la des-
trucción hasta que los siervos de Dios sean sellados en la
frente? Es obvio. El sello de Dios será su protección. Las pla-
164 LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS

gas no tocarán a los sellados. Recuerda que la primera plaga


cae sobre "los hombres que tenían la marca de la bestia y que
adoraban su imagen".
En estos días Dios está llamando a sus hijos. Quiere po-
ner su sello en cada ser humano para identificarlo y protegerlo
de las plagas en el día cuando la ira de Dios caiga sin medida.

Dos imprf;!sionantes histo_rias


En el Antiguo Testamento encontramos dos historias que
nos ilustran la forma maravillosa cómo la gracia de Dios al-
canza a todo ser humano. La primera tiene que ver con la no-
che cuando el ángel vengador visitó Egipto porque Faraón no
quería dejar salir al pueblo de Israel. Esa noche fue terrible.
El ángel destructor salió a medianoche para dar muerte a los
primogénitos. El pueblo de Israel no estaba libre de esa plaga
sólo por ser el pueblo de Dios. La orden era: ''Tomarán de la
sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las ca-
sas en que lo han de comer... La sangre os será por señal en
las casas donde vosotros estéis; veré la sangre y pasaré de lar-
go ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga de mortan-
dad cuando hiera la tierra de Egipto". 16
Una vez más encontramos aquí la figura del Cordero. Des-
de la caída del hombre, pasando por el Calvario donde derra-
mó su sangre para limpiar de pecado al mundo, la figura del
Cordero se destaca nítidamente como la del personaje central
de las Escrituras. No hay salvación sin sangre, ni existe gracia
sin el Cordero.
La seguridad de los primogénitos de Israel no dependía esa
noche sólo del hecho de que eran el pueblo de Dios. El israeli-
ta que no marcara su puerta con la sangre del cordero corría
un riesgo mortal. La seguridad de nuestra salvación nunca
debe depender de la iglesia. El hecho de que seamos bautiza-
dos y cumplamos todas las normas de la iglesia no nos garan-
tiza la salvación. El bautismo no nos salva, ni los cargos que
desempeñamos, ni el hecho de que seamos miembros del coro
o de que participamos de las actividades de la iglesia. Nuestra
única esperanza está en el Cordero.
Muchos israelitas sacrificaron el cordero ese día, pero se
lAS SIETE ÚLTIMAS PlAGAS 165

olvidaron de señalar las puertas con la sangre. Cuando el án-


gel destructor apareció a medianoche, los primogénitos de
esas casas perecieron, porque la muerte del cordero no tiene
valor si su sangre no se aplica a la experiencia del cristiano. Es
necesario creer en el Cordero, pero es absolutamente indis-
pensable señalar con su sangre la puerta del corazón.
Cuando caigan las plagas sobre este mundo, mucha gente
se perderá aunque profese creer en las Escrituras, sea miem-
bro de la iglesia y crea en el mensaje de la justificación por la
fe, sencillamente porque no vivió una vida de comunión con
Cristo. Es bueno creer, pero no basta. Es indispensable cono-
cer la doctrina, pero no es suficiente. La sangre se debe aplicar
en forma personal a la experiencia del cristiano.
El gran día se acerca. Los cielos y la tierra temblarán. Las
aguas del mar no cabrán más en los océanos. Cuando Cristo
venga en aquel día habrá sólo dos clases de personas: los que
con fe aplicaron la sangre del Cordero a sus vidas, y los que no
lo hicieron.

La historia de Rahab

La otra historia tiene que ver con Jericó, una de las ciuda-
des de Canaán que serian destruidas. Ya vimos cuánta pa-
ciencia tuvo Dios con esa gente. Pasaron más de cuatro siglos
desde el momento cuando el Señor le prometió a Israel que le
daría esa tierra. Pero ya había llegado el gran instante en que
Israel debía tomar posesión de ella.
El relato de las Escrituras nos cuenta que Josué envió dos
espías para examinar la tierra, y que el rey de Jericó se dio
cuenta de esta situación y dio la orden de perseguir a los es-
pías de Israel para darles muerte.
Entonces apareció una mujer que se llamaba Rahab. Era
una pobre prostituta que vendía su cuerpo junto a la puerta
de la ciudad. Su vida estaba destruida, sus sueños habían
naufragado. No tenía muchas perspectivas, porque a medida
que fuera envejeciendo con toda certeza los hombres no la
buscarían más.
A pesar de su estado deplorable, se dio cuenta del momen-
to solemne que Jericó estaba viviendo. El ejército de Dios se
166 LAS SIETE ÚLTil\1AS PLAGAS

aproximaba, y eso significaba la destrucción de Jericó. Pero la


llegada del Señor y de su ejército no significaba necesaria-
mente la destrucción. Todo dependería de la actitud de la gen-
te. La destrucción estaba próxima, pero todavía no había llega-
do, todavía había tiempo para responder a la invitación del Al-
tísimo, de entregarle el corazón, de adorarlo, de andar en sus
caminos.
Rahab aceptó la invitación que el Espíritu Santo envió a su
corazón, y buscó a los espías y les dijo:" 'Sé que Jehová os ha
dado esta tierra, porque el temor de vosotros ha caído sobre
nosotros, y todos los habitantes del país ya han temblado por
vuestra causa. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las
aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de
Egipto, y también lo que habéis hecho con los dos reyes de los
amorreos que estaban al otro lado del Jordán, con Sebón y
Og, a los cuales habéis destruido... Os ruego, pues, ahora,
que me juréis por Jehová, que como he tenido misericordia de
vosotros, así la tendréis vosotros de la casa de mi padre, de lo
cual me daréis una señal segura; que salvaréis la vida a mi
padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y que libra-
réis nuestras vidas de la muerte' ". 17
La respuesta de los espías fue que cuando los ejércitos is-
raelitas invadieran Jericó, ella debía poner un cordón rojo en
la ventana de la casa, y todo el que estuviera adentro seria
salvo.
Imagina por un momento la actitud de Rahab después que
los espías se fueron. Seguramente corrió a la casa de su padre
para suplicar: "Por favor, vengan a mi casa para protegerse,
porque esta ciudad pronto será destruida". S~guramente fue
también a buscar a sus parientes y amigos. ¿Te das cuenta?
Cuando estás seguro, gracias al estudio de la Palabra de Dios,
de que el tiempo se termina, no puedes menos que darle a tu
misión un sentido de urgencia.

La salvación de Rahab y la tuya ...


Las Escrituras no nos dicen cuántos aceptaron la invita-
ción de Rahab, pero nos cuentan que llegó el día cuando Israel
entró en la ciudad condenada. La salvación de Rahab y la de
LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS 167

los que le creyeron dependió del cordón de grana colgado de la


ventana de su casa.
Esa era la señal. Dios nunca destruye nada sin señalar
previamente a sus siervos. Los identificó en esa oportunidad y
también lo está haciendo ahora.
El cordón de grana era un símbolo de la sangre de Cristo.
Un día Jesús murió en la cruz del Calvario y derramó su san-
gre para salvar a la humanidad. Era el cumplimiento de los
sacrificios de corderos del Antiguo Testamento, que apunta-
ban a ese sacrificio mayor que se ofrecería en el Calvario. Las
Escrituras afirman con toda claridad: "De tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eter-
na".IB
"Para que todo aquel que en él cree". Esto es lo que real-
mente importa. Tú puedes haber vivido toda tu vida lejos de
Jesús, pero si en este momento le abres el corazón y crees, el
Señor Jesús te aceptará con toda seguridad. No hay pasado
que él no pueda perdonar, ni existe vida que él no pueda
transformar. Rahab era prostituta, rechazada por la sociedad,
pero creyó y se la señaló para que recibiera protección en el
día de la adversidad.
Éste es el día. "Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros
corazones", 19 es la invitación divina. ¿Cuál será tu respuesta?

Referencias
1
1 Samuel 15:2, 3.
2
Levítico 18:1-3.
3
Génesis 15:15, 16.
4
Ezequiel 18:23.
5 Apocalipsis 19:11.
6
Apocalipsis 19:13-15.
7
Apocalipsis 16: l.
8 Apocalipsis 16:2.
9
Apocalipsis 16:3.
10
Apocalipsis 16:4.
11
Apocalipsis 16:8, 9.
12
Apocalipsis 16:10, 11.
13
Apocalipsis 16:17-21.
14
2 S. Pedro 3:9.
15
Apocalipsis 7: 1-3.
16
Éxodo 12:7, 13.
17 Josué 2:9, 10, 12, 13.
18
S. Juan 3:16.
19
Hebreos 4:7.
17
..
EL ARMAGEDON:
LA MADRE DE TODAS
LASBATAUAS

e aproximaba la Navidad. El correo me trae cada

S día mucha correspondencia. Pero esta vez era


más, porque recibía muchas trujetas. Y entre to-
das esas cartas hubo una que no podré olvidar. Era la
Nochebuena, y yo debía estar feliz porque ese año ha-
bía estado lleno de bendiciones para mí; además, to-
dos mis hijos estaban de regreso luego de haber pasado
un largo año lejos de casa por causa de sus estudios.
Debía estar radiante de alegría pero no conseguía es-
tarlo. Esa carta me seguía golpeando por dentro, ha-
ciéndome sufrir, aunque sabía que no era mucho lo
que podía hacer para ayudar a esa familia.
"Pastor -decía la carta-, ésta será la Navidad más
triste de nuestra vida. Hubiéramos preferido que Dios
nos quitara nuestro dinero, nuestros bienes, la salud
y hasta la vida, pero no que nos dejara ver a nuestro
hijo en la trágica situación en que se encuentra". La
carta continuaba contando acerca de las horas inter-
minables de lucha para intentar arrebatar a ese hijo
de las garras del vicio. A los 23 años un joven está
apenas comenzando la vida, pero los padres de ese jo-
ven no veían en ese momento una salida para él. Du-
rante ocho meses oraron y suplicaron a Dios con el fin
(169)
170 EL ARMAGEDÓN: LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS

de que ocurriera un milagro. Ya lo habían llevado para que lo


trataran los especialistas y lo habían internado en un centro
de rehabilitación de drogadictos, pero a pesar de todo veían a
su hijo día tras día consumido por una fuerza incontrolable
que lo llevaba cautivo hacia las drogas.
La carta contenía un clamor desesperado. "¿Será que esta
lucha va a terminar algún día? ¿Será que alguna vez podre-
mos ver a nuestro hijo completamente recuperado?"

¿Qué es el Armagedón?

Las Escrituras nos aseguran que la lucha terrible entre el


bien y el mal llegará a su fm. El diablo puede hacer mucho
para causarte dolor. Puede destruir hogares y vidas jóvenes
como la de aquel muchacho, pero el enemigo será fmalmente
destruido.
En el capítulo anterior a propósito dejamos de analizar la
sexta plaga, porque tiene que ver con el famoso Armagedón,
la madre de todas las batallas. El texto de las Escrituras lo
presenta de la siguiente manera: "El sexto ángel derramó su
copa sobre el gran río Éufrates, y el agua de éste se secó para
preparar el camino a los reyes del oriente. Vi salir de la boca
del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profe-
ta, tres espíritus inmundos semejantes a ranas. Son espíritus
de demonios, que hacen señales y van a los reyes de la tierra
y de todo el mundo para reunirlos para la batalla de aquel
gran día del Dios Todopoderoso ... Y los reunió en el lugar
que en hebreo se llama Armagedón". 1
El hecho de que en hebreo la palabra Armagedón tenga
cierto parecido con "Monte de Meguido", indujo a muchos in-
térpretes de las Escrituras a concentrar su atención en el
Medio Oriente como la posible ubicación de la última batalla
de los siglos. Si a esto le añadimos que los países de esa zona
del mundo están constantemente en guerra, es fácil creer
que allí podría desarrollarse una gran batalla literal, de pro-
porciones mundiales, entre Oriente y Occidente.
Pero si no perdemos el hilo del gran conflicto universal
que comenzó en el Cielo con la rebelión de Lucifer, descubri-
remos que la gran batalla del Armagedón no es una guerra li-
EL ARMAGEDÓN: LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS 171

teral con implicaciones políticas, sino una guerra espiritual


de consecuencias eternas.
Hay un enemigo que hoy mismo está tratando de desesta-
bilizar el gobierno divino. Atacó a Dios en los cielos, perdió
la batalla y se lo expulsó junto con una tercera parte de los
ángeles que consiguió engañar. Se presentó después en el
jardín del Edén y engañó a Adán y Eva. Logró que dudaran
del amor de Dios, consiguió que las criaturas desviaran la
adoración hacia sí mismas y desvirtuó la Palabra de Dios.
Aparentemente había ganado la victoria. Pero no contaba
con el plan de salvación, según el cual Jesús vendría a este
mundo para redimir a los seres humanos y restaurar en
ellos el carácter de Dios que el pecado había desfigurado.

El conflicto de los siglos .


El gran conflicto entre Dios y Lucifer se prolongó a lo largo
de los siglos, y llegó hasta la iglesia cristiana. El diablo persi-
guió a la iglesia de Dios por medio de Herodes y de los empe-
radores romanos, y cuando se convenció de que ese método
no daba resultados, cambió de estrategia y comenzó a mez-
clar las verdades de las Escrituras con las tradiciones paga-
nas. De esta manera penetraron en la iglesia cristiana doctri-
nas que nunca tuvieron fundamento en las Escrituras. Des-
pués el enemigo usó esa iglesia contaminada con el virus del
paganismo para perseguir a los fieles que se atrevían a ado-
rar al Dios único y verdadero, y a obedecer su Palabra.
La persecución duró 1.260 años, al final de los cuales la
estrategia del enemigo cambio de nuevo. Esta vez suscitó el
racionalismo ateo, con la intención de hacer desaparecer toda
forma de religión. Como consecuencia de esto surgió la teoría
de la evolución como posible explicación del origen de la vida.
Trató de destruir las Escrituras ordenando la quemazón de
millares de ejemplares de ella en las plazas públicas, y conde-
nando a muerte a todos los que la estudiaban. Pero el diablo
no contó con el hecho de que durante la persecución el ver-
dadero pueblo de Dios siempre se fortalece.
En nuestros días el enemigo está aplicando una estrategia
que posiblemente sea la que más resultados le dé: el secula-
172 EL ARMAGEDÓN: LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS

rismo, la Nueva Era, el espiritismo y el cristianismo no com-


prometido. Dios dejó de ser el Dios personal, para transfor-
marse en una mera "energía", una linda canción o un adhesi-
vo que se coloca en la ventanilla trasera del auto. Pero para
muchos no es el soberano Creador del cielo y de la Tierra,
que merece adoración y obediencia. Los hombres afirman
que creen en Dios pero no se comprometen con él. Viven co-
mo si Dios no existiera, formulan sus propias reglas y esta-
blecen su propio código de conducta mo1 al. 4

La gran batalla del Armagedón no tiene nada que ver con


ningún conflicto político entre Oriente y Occidente por causa
del petróleo de esa región. El Armagedón es la última batalla
entre el bien y el mal, que se está librando en este mismo
momento en el corazón de cada ser humano.
Al enfrentar un nuevo milenio, nadie puede permanecer
en terreno neutral. Estás de un lado o del otro. Esta batalla
no es con cañones ni bombas. Es una batalla de ideas. Dios
reclama para sí la adoración y la obediencia, y el enemigo de
Dios exige para sí las mismas cosas. O dirigiendo la adora-
ción y la obediencia a cualquier criatura u objeto menos a
Dios.

_1:\lgunas. facetas de este co~.flicto

El Apocalipsis nos presenta en varias oportunidades di-


versas facetas de esta gran batalla entre el dragón y Cristo,
representado por su iglesia en esta Tierra. Veamos:
l. "Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y
se fue a hacer guerra contra el resto de la descenden-
cia de ella, contra los que guardan los mandamientos
de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo". 2 Observa
que la ira del dragón se orienta hacia "los que guar-
dan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio
de Jesucristo". Se trata, entonces, de obediencia y
adoración. No nos olvidemos de esto.
2. "Vi subir del mar una bestia ... Se le permitió hacer
guerra contra los santos, y vencerlos". 3
3. "Vi una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena
de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y
EL ARMAGEDÓN: LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS 173

diez cuernos ... Los diez cuernos que has visto son diez
reyes ... Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los
vencerá". 4
4. "Y vi la bestia y a los reyes de la tierra y sus ejércitos,
reunidos para guerrear contra el que montaba el ca-
ballo y contra su ejército". 5
Aquí se habla de los reyes de la tierra, con sus ejércitos,
congregados para librar la gran batalla. Cuando el sexto án-
gel derrama el contenido de su copa, también vemos que tres
espíritus inmundos, semejantes a ranas, congregan a los re-
yes del mundo entero para la gran batalla.

Jesús también reúne su ejército

¿Qué clase de reunión es ésta? ¿De qué manera está con-


gregando el enemigo sus ejércitos para la batalla final? Prime-
ro debemos recordar que el Cordero también está reuniendo
a sus redimidos para la gran batalla. Ve cómo narra la escena
el apóstol San Juan: "Después miré, y vi que el Cordero esta-
ba de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y
cuatro mil que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito
en la frente". 6
Aquí encontramos al Cordero, Jesús, reunido con ciento
cuarenta y cuatro mil fieles en el monte Sión. En el Antiguo
Testamento el monte Sión se llamaba también Monte de las
Santas Convocaciones, porque en él se reunían los hijos de
Dios para recibir sus órdenes. Y ahora vemos aquí a Jesús
con un grupo de fieles que, según el ángel que le dio la vi-
sión a San Juan, "son los que siguen al Cordero por donde-
quiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres
como primicias para Dios y para el Cordero". 7
Hoy Jesús está reuniendo a sus hijos en el monte Sión.
¿Cómo? ¿Quiere decir esto que todos los seguidores deJe-
sús deben abordar aviones y viajar hacia las tierras bíblicas
con el fin de encontrarse con Jesús? Claro que no. Recuerda
que el Apocalipsis es un libro de símbolos. El Cordero es un
símbolo de Jesús; los ciento cuarenta y cuatro mil represen-
tan a los fieles hijos de Dios que lo adoran y le obedecen.
174 EL ARMAGEDÓN: LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS

¿Qué representa, entonces, el monte Sión? Para entenderlo


debemos saber qué era el monte Sión en el Antiguo Testa-
mento.

Sión en el Antiguo Testamento

l. Sión era el lugar desde el cual Dios hablaba. "Jehová


rugirá desde Sión, dará su voz desde Jerusalén". 8
2. Sión era el lugar donde Dios había prometido habitar.
"Entonces conoceréis que yo soy Jehová, vuestro Dios,
que habito en Sión, mi santo monte". 9
3. Sión era el lugar donde Dios quería congregar a sus re-
dimidos. "Y todo aquel que invoque el nombre de Jeho-
vá, será salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén
habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el res-
to al cual él habrá llamado" . 10

Preguntamos hoy:
l. ¿En qué lugar quiere hablar Dios con sus hijos?
2. ¿En qué lugar dice él que se encuentra con ellos, cuan-
do dos o tres se reúnen en su nombre?
3. ¿En qué lugar está reuniendo hoy el Señor a sus fieles
de todos los rincones de la tierra, a "los que guardan
los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de
Jesucristo"?

Sión ahora es la iglesia

La respuesta es obvia. Dios está reuniendo hoy a sus hijos


en su iglesia. Ésa es la visión de Apocalipsis 14. Esa reunión
se está llevando a cabo hoy, en nuestros días. ¿De qué mane-
ra? Veamos: Dios dispone hoy de un instrumento para lla-
mar a sus hijos y congregarlos en su iglesia. Ese instrumento
es el triple mensaje angélico que aparece en el mismo capítu-
lo 14 del Apocalipsis.
l. El primer mensaje dice: " '¡Temed a Dios y dadle glo-
ria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a
aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes
de las aguas!' " 11 Este es el llamado a adorar al verda-
EL ARMAGEDÓN: lA MADRE DE TODAS lAS BATALlAS 175

dero Dios, y también anuncia la hora del juicio.


2. El segundo mensaje dice:" 'Ha caído, ha caído Babilo-
nia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las
naciones del vino del furor de su fornicación' ". 12 Es
un llamado a estar alerta frente a las adulteraciones
de la pura doctrina de las Escrituras.
3. El tercer mensaje declara: " 'Si alguno adora a la bestia
y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su
mano, él también beberá del vino de la ira de Dios,
que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será
atormentado con fuego y azufre delante de los santos
ángeles y del Cordero' ". 13 Este mensaje es un llamado
a la obediencia y a la observancia del sábado como día
de reposo, que es el sello de Dios. Es la única manera
de no recibir la marca de la bestia.
Dios está reuniendo hoy a sus hijos en Sión -símbolo de
su iglesia- mediante la proclamación de estos tres mensa-
jes distintivos. Todos los que oyen y creen el mensaje de
Apocalipsis 14, y le entregan el corazón a Jesús y deciden
obedecer sus mandamientos, aceptan la invitación para reu-
nirse en el monte Sión.

Satanás reúne a los suyos en el Armagedón

Por otro lado, el enemigo de Dios también está congre-


gando a sus súbditos en el Armagedón, pero lo hace median-
te un falso triple mensaje. "Vi salir de la boca del dragón, de
la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, tres espíri-
tus inmundos semejantes a ranas. Son espíritus de demo-
nios, que hacen señales y van a los reyes de la tierra y de to-
do el mundo para reunirlos para la batalla de aquel gran día
del Dios Todopoderoso". 14
¿Quiénes son estos tres espíritus inmundos? Son mensa-
jes, son enseñanzas, son filosofías de vida que se oponen a
las principales enseñanzas de los tres mensajes angélicos
verdaderos.
l. "Adora cualquier cosa, menos a Dios, aunque creas
que estás adorando a Dios".
176 EL ARMAGEDÓN: LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS

2. Las almas no mueren. Son inmortales. Son eternas. Se


reencarnan y siguen viviendo como espíritus incorpó-
reos.
3. "No obedezcas la Palabra de Dios. No le des importan-
cia a sus mandamientos; ya pasaron de moda".

Se acerca, el fin del .~r.an conflicto

Este es el cuadro general: el mundo se está preparando


para el fm del gran conflicto universal; el mal terminará defi-
nitivamente. Pero antes de que todo termine, el diablo hará lo
imposible por arruinar la mayor cantidad de vidas. Y para
ello empleará sus herramientas favoritas: el engaño, el dis-
fraz, la seducción y, cuando eso no dé resultados, la persecu-
ción. Recuerda que esos "espíritus de demonios ... hacen se-
ñales", es decir, milagros. Vienen acompañados de "milagros"
y "prodigios", de "sanidades" a través de los médium o de
"seres extraterrestres". En fin, tantas maravillas que incluso
engañarán a los más advertidos.
Pero Dios nos dejó su Palabra. Es nuestra única garan-
tía. Es la luz que resplandece en medio de las tinieblas; es el
ancla que nos mantiene firmes en medio del mar agitado y
turbulento en que vive el mundo hoy. Puedes confiar en ella.

Referencias
1
Apocalipsis 16:12-14, 16.
2
Apocalipsis 12:17.
3
Apocalipsis 13: l. 7.
4 Apocalipsis 17:3, 12, 14.

5 Apocalipsis 19:19.
6
Apocalipsis 14: l.
7 Apocalipsis 14:4.
8 Joel3:16.
9
Joel3:17.
;o Joel 2:32.
11 Apocalipsis 14:7.
12
Apocalipsis 14:8.
13 Apocalipsis 14:9, 10.

14 Apocalipsis 16:13, 14.


18

DERROTEMOS
AL FANTASMA
DEL MIEDO

ientras volvía de Madrid a Río de Janeiro en

M el vuelo 711 de Varig, y después de un intenso


día de actividades, dormía profundamente
hasta que repentinamente desperté. Dos hechos que-
daron bien claros en mi mente al abrir los ojos: al pare-
cer, el avión se precipitaba a tierra violentamente y los
pasajeros clamaban desesperados.
En realidad se trataba sólo de una de esas turbu-
lencias que no tienen mayores consecuencias, pero la
ocasión me sirvió para verificar algo sorprendente:
cuando ocurre una tragedia, muere más gente por
causa del miedo que por el accidente en sí.
¿Adónde podrían ir algunas de esas personas a tal
altura y en medio del Atlántico? Pero eso era precisa-
mente lo que querían hacer: salir del avión.
El miedo paraliza, enloquece y mata a mucha gente.
El miedo induce a los seres humanos a hacer cosas de
lo más incoherentes e irracionales. Pero ahí está pre-
sente cada día de nuestra vida. Aparece con muchos
disfraces. Hay quienes tienen miedo de perder a su
cónyuge, de morir, de ser pobres, miedo a la soledad, a
la oscuridad, al pasado, al futuro, a la vida, a la reali-
dad y a muchas otras cosas.
(179)
180 DERROTEMOS AL FANTASMA DEL MIEDO

Hace poco vino a verme una señora desesperada. Quería


que orara por ella porque estaba segura de que le habían he-
cho una brujería. Otra vez me buscó un niñito de cinco años:
-Pastor -me dijo-, ore para que yo no crezca.
-¿No quieres crecer? -le pregunté.
-No, no quiero crecer -me contestó-. Tengo miedo de
sufrir como mis padres.

Cuándo comenzó el miedo

Miedo, temor, pánico, fobia. No importa qué nombre se le


dé, siempre es algo que perturba, incomoda y no deja que la
gente sea feliz. Se encuentra en las mismas raíces del ser
humano, aunque sea una experiencia que recién apareció
después de la entrada del pecado. La Escritura nos cuenta
que "oyeron [Adán y Eva] la voz de Jehová Dios que sepa-
seaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se
escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles
del huerto. Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó:
'¿Dónde estás tú?' Él respondió: 'Oí tu vos en el huerto y tuve
miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí' ". 1
¿Te imaginas el dolor que debe de haber experimentado
el Padre celestial cuando su hijo querido se presentó delante
de él cargando en su experiencia el miedo, un sentimiento
tan extraño?
A partir de ese momento el miedo pasó a formar parte de
la experiencia cotidiana de los seres humanos. Por esto la
gente tiene miedo de pasar debajo de una escalera, de cruzar-
se con un gato negro, de levantarse con el pie izquierdo, del
martes 13 y hasta de pasar cerca de un cementerio.

Jesús reconforta a San Juan

En el Apocalipsis encontramos una palabra consoladora


de parte de Dios acerca del temor. San Juan estaba en la isla
de Patmos, solo y con cerca de cien años de edad. Había es-
perado la promesa que Dios les había hecho a los discípulos.
Cuando Jesús los dejó en el monte de la ascensión, diciéndo-
les que regresaría pronto para llevarlos con él, San Juan
DERROTEMOS AL FANTASMA DEL MIEDO 181

pensó que no moriría antes de ver el cumplimiento de esa


promesa.
Pero el tiempo había pasado y Jesús no había vuelto. El
pueblo de Dios sufría persecución. Él mismo, San Juan, esta-
ba en esa isla desterrado y condenado a morir como delin-
cuente.
Es posible que pensara en su corazón: "¿Dónde estás, Se-
ñor Jesús? ¿Por qué me has abandonado? ¿Por qué te olvi-
daste de mí?" ¿No es ésa, acaso, la sensación que se apodera
de nosotros cuando parece que nada nos sale bien? ¿Estás
pasando por uno de esos momentos cuando aparentemente
no hay salida por ninguna parte? ¿Tal vez tu matrimonio se
está desmoronando y ya no sabes qué hacer para recons-
truirlo? ¿Tu hijo está atado de pies y manos a una situación
de la cual tú no sabes cómo sacarlo? ¿Tu negocio anda mal y
en las actuales circunstancias no sabes cómo pagar las deu-
das y comenzar de nuevo? Al parecer, en tu corazón te estás
haciendo esta famosa pregunta: "¿Dónde está Dios, que no
me ayuda? ¿Por qué me ha abandonado y se ha olvidado de
rm.
~?"

¿Te puedes imaginar cómo se sentía San Juan? Las tinie-


blas lo rodeaban por todas partes. No le veía solución alguna
a su problema. Tal vez estaba pensando que la iglesia de
Dios sería por fin totalmente exterminada como consecuencia
de la persecución. Y cuando se encontraba en medio de esos
pensamientos, tuvo una visión que narró de la siguiente ma-
nera: "Estando yo en el Espíritu en el día del Señor oí detrás
de mí una gran voz, como de trompeta ... Me volví para ver la
voz que hablaba conmigo. Y vuelto, vi siete candelabros de
oro, y en medio de los siete candelabros a uno semejante al
Hijo del hombre, vestido de una ropa que le llegaba hasta los
pies, y tenía el pecho ceñido con un cinto de oro. Su cabeza y
sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus
ojos, como llama de fuego. Sus pies eran semejantes al bron-
ce pulido, refulgente como en un horno, y su voz como el es-
truendo de muchas aguas. En su diestra tenía siete estre-
llas; de su boca salia una espada aguda de dos filos y su ros-
tro era como el sol cuando resplandece con toda su fuerza.
Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Y puso su diestra
182 DERROTEMOS AL FANTASMA DEL MIEDO

sobre mí, diciéndome: 'No temas. Yo soy el primero y el últi-


mo, el que vive. Estuve muerto, pero vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades [la
morada de los muertos]' ". 2

El Señor aparece en el momento opo.rtuno

Ya lo ves. Jesús siempre aparece en el momento más críti-


co de la existencia, cuando ya no hay fuerzas, y le tenemos
miedo a todo. Cuando creemos que nuestros intentos huma-
nos han llegado a su fin, en ese momento siempre aparece
Jesús. Sólo que no como lo esperamos.
No sé cómo esperaba San Juan al Maestro. Pero el relato
me dice que no lo esperaba como aparecio. De otro modo no
habría caído como muerto a sus pies, con profundo temor.
Se habría levantado para correr y abrazar a su Señor, como
lo hizo tantas veces cuando Jesús estaba en la Tierra.
San Juan conocía al Cristo de las sandalias cubiertas de
polvo y de la túnica medio raída, el Cristo de las manos callo-
sas de tanto trabajar en la carpintería de San José. Y súbita-
mente, en la isla, el discípulo ve un ser de apariencia des-
lumbrante, con los cabellos blancos como la nieve y los ojos
como llamas de fuego. ¡Ah! Ésos son los ojos que lo ven todo.
No hay nada oculto para esos ojos. Conoce todo. Ve todo. No
hay dolor que sientas que él ignore, ni lágrima que derrames
que él no vea.
De su boca sale una espada de dos filos. ¿Qué significa
eso? El apóstol San Pablo explica: "Tomad... la espada del
Espíritu, que es la palabra de Dios". 3
¿Te acuerdas que una de las cosas que el enemigo quiere
destruir en este mundo es la Palabra de Dios? Pero ahí está
ella, victoriosa, y en la boca del Señor Jesús.
El imponente aspecto de Jesús confundió al discípulo
amado. En lugar de alegrarse, se entristeció. En lugar de ala-
bar el nombre de Jesús, se asustó. Tal vez pensara que ese
Ser resplandeciente era un oficial del ejército romano que ve-
nía a ponerle fm a su vida, y cayó postrado, esperando el gol-
pe final, paralizado de miedo.
DERROTEMOS AL FANTASMA DEL MIEDO 183

El toque maravilloso de Jesús

En ese preciso momento San Juan sintió el toque maravi-


lloso de Jesús. Ese toque ya había hecho milagros tantas ve-
ces. Un día tocó los ojos del ciego y éste vio. Tocó al leproso, y
la carne putrefacta de ese hombre recuperó el color y la ter-
sura de la vida: estaba curado. Ahora esas mismas manos
tocaron a ese anciano, acabado, derrotado y temeroso, y con
voz suave le dijo: "No temas, soy Yo". A continuación Jesús se
identificó como el primero y el último, el que derrotó la
muerte y ahora vive por los siglos de los siglos.
¡Claro! Si Jesús puede vencer al peor enemigo del hom-
bre, que es la muerte, puede vencer cualquier otro obstáculo.
¿Por qué temer, entonces? ¿Qué te puede hacer una escalera,
un espejo roto o un gato negro? ¿Qué poder tiene sobre ti la
oscuridad, la pobreza y la enfermedad?
Súbitamente San Juan sintió que se había curado del te-
mor. Se levantó de su postración y se irguió por encima de
sus miedos íntimos. Se dio cuenta de que nunca estuvo solo
y que no hay fuerza en el infierno capaz de derrotar al pueblo
de Dios, y entonces se enteró del gran remedio para vencer el
miedo: "Escribe, pues, las cosas que has visto, las que son y
las que han de ser después de éstas". 4

¡Haz algo!

"Escribe", o trabaja, o estudia, o construye, o lleva a cabo,


o haz ... Ocúpate en algo. Deja de lamentarte, levanta la cabe-
za y ponte en acción. "Mira que te mando que te esfuerces y
seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu
Dios, estará contigo dondequiera que vayas". 5
Existen millones de personas en este mundo que se están
muriendo asfixiadas en un mar de gemidos y lamentos, para-
lizadas por el miedo, sin saber que cerca de ellas hay un
Dios que no conoce derrota.
En 1956 un barco de pesca encontró encallado, en la de-
sembocadura del Amazonas, una pequeña embarcación con
gente moribunda. Se rescató a todos los náufragos, y lo pri-
mero que pidieron fue "agua". El capitán sonrió y les dijo:
184 DERROTEMOS AL FANTASMA DEL MIEDO

..

.. ~ ..
DERROTEMOS AL FANTASMA DEL MIEDO 185

"¿Agua? ¿Por qué no bebieron del agua que los rodeaba? ¡Es
agua dulce!"
Hay mucha gente que se muere de miedo en nuestros
días, sin motivo alguno. El Dios del Apocalipsis se presenta
hoy y dice: "No temas. Soy Yo. El Principio y el Fin. El que
venció la muerte y vive por los siglos de los siglos".

Referencias
1
Génesis 3:8-10.
2
Apocalipsis 1:10,12-18.
3
Efesios 6: 17.
4
Apocalipsis 1:19.
5 Josué 1:9.
19


LA GRAN INVASION DE
LOS EXmATERRES II(ES

s medianoche, y la mayoría de los seres huma-

E nos duerme tranquilamente. Algunos intentan


llenar el vacío de sus corazones en los clubes
nocturnos. Hay gente en las calles, en las esquinas, en
los bares. En la tranquilidad de la noche algunos plani-
fican sus delitos. Las prisiones están abarrotadas no
sólo de delincuentes, sino de gente inocente que está
ahí por el simple delito de querer adorar al Dios de las
Escrituras y obedecer sus mandamientos. Se los acusa
de tener "mentes estrechas" y de no querer hacer con-
cesiones con el fin de unirse al gran movimiento reli-
gioso donde cada cual adora a Dios como le da la gana.
Súbitamente la Tierra se sacude de un lado al otro.
Se oye un sonido de trompetas y el Sol comienza a bri-
llar. Todo el mundo levanta los ojos al cielo y "he aquí
que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo
traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamenta-
rán por causa de él". 1
Será la mayor invasión de extraterrestres de la his-
toria, pero no se tratará de los creados por la imagina-
ción humana, sino de Jesucristo, el Rey de reyes y Se-
ñor de señores, que regresará a la Tierra en compañía
de sus ángeles y en cumplimiento de su promesa.
(187)
188 LA GRAN INVASIÓN DE LOS EXTRATERRESTRES

Cuando estuvo en esta Tierra por primera vez, recorrió


las calles de Jerusalén calzado con sandalias raídas, cubierto
con una túnica usada, y fue humillado, encarcelado, juzgado
y condenado a morir clavado a una cruz como si se tratara de
un criminal. Pero entonces volverá victorioso. Cuando apa-
rezca junto con los justos resucitados, también volverán a la
vida los peores enemigos que tuvo en toda su existencia te-
rrenal. Allí estarán "los que lo traspasaron". El soldado que
colocó la corona de espinas en su frente y la hizo sangrar. El
que le clavó su lanza en el costado. Los que lo escarnecieron,
y también los mayores perseguidores de la iglesia. Todos
ellos resucitarán para ver el triunfo final de Jesús sobre el
rebelde Lucifer y sus seguidores.

Tocl_os recon.ocerán que_ Jesús es el Señor


San Pablo, al escribir su carta a los filipenses, declaró
cierta vez: "Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las co-
sas y le dio un nombre que es sobre todo otro nombre, para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de
Dios Padre". 2
¿Por qué crees tú que es necesario que hasta los enemigos
de Jesús se arrodillen y reconozcan el nombre del Señor?
¿No es suficiente que lo hagan los justos? ¿Es necesario hu-
millar de esa manera a los enemigos?
Tal vez se pueda responder esta pregunta con otra: ¿Por
qué permitió Dios que el mal le causara tanto dolor y tanta
miseria a la humanidad durante todos estos siglos? ¿Por qué
no destruyó a Satanás y sus ángeles inmediatamente des-
pués de derrotarlos en el Cielo?
¿Te acuerdas de las acusaciones que Lucifer lanzó contra
Dios? ¿Te acuerdas de las dudas que lamentablemente sem-
bró Lucifer en el corazón de los ángeles y de otras criaturas
del Universo? Si el Señor hubiese destruido a Satanás al
principio, quizá los demás seres lo habrían obedecido por
miedo, albergando siempre la duda en su corazón. Por lo
tanto, era necesario que transcurriera tiempo. Eso causaría
LA GRAN INVASIÓN DE LOS EXTRATERRESTRES 189

sufrimiento, dolor, tristeza y muerte a seres humanos ino-


centes. Pero ese tiempo está llegando a su fin. El dolor ya no
alcanzará más a los hijos de Dios. Es necesario terminar la
historia del pecado. El Universo entero ya dispuso de siglos
para verificar sus terribles consecuencias. El veredicto ya se
dio. No cabe duda acerca de la misericordia y la paciencia de
Dios.
Es hora de que toda rodilla en los cielos y en la .tierra
confiese que Jesucristo es el Señor. Él tiene razón. Lucifer es
sólo un impostor. En un tribunal no hay mayor evidencia en
tu favor s¡ue tu enemigo reconozca que tienes razón. Por eso,
hasta "los que lo traspasaron" resucitarán para ver el regreso
glorioso de Jesús.

El regreso de Jesús

La segunda venida de Cristo será un acontecimiento de


consecuencias fisicas tan grandes para la Tierra, que San
Juan la describe así: "El cielo se replegó como un pergamino
que se enrolla, y todo monte y toda isla fueron removidos de
sus lugares. Los reyes de la tierra, los grandes, los ricos, los
capitanes, los poderosos, todo esclavo y todo libre, se escon-
dieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, y de-
cían a los montes y a las peñas: 'Caed sobre nosotros y es-
condednos del rostro de aquel que está sentado sobre el tro-
no, y de la ira del Cordero' ". 3
Esto no es una película de ciencia ficción; es un cuadro
real descrito en el Apocalipsis. Es posible que tú no creas
que sea posible que esto acontezca. Parece tan irreal, que
muchos escépticos se burlan de la bendita esperanza de los
cristianos, pero hasta esa actitud incrédula está profetizada
en la Escritura: "Sabed ante todo que en los últimos días
vendrán burladores, andando según sus propias pasiones y
diciendo: '¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Por-
que desde el día en que los padres durmieron, todas las co-
sas permanecen así como desde el principio de la creación ... '
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no que-
riendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
190 LA GRAN INVASIÓN DE LOS EXTRATERRESTRES

arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón


en la noche. Entonces los cielos pasarán con gran estruendo,
los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las
obras que en ella hay serán quemadas". 4
El regreso de Jesús es una realidad. Te guste o no. Lo
aceptes o no. Estés preparado o no. Vendrá. Y vendrá como
ladrón en la noche. Sorpresivamente. Cuando nadie sospe-
che nada. Cuando todo el mundo crea que las cosas siguen
su curso normal. Súbitamente todo el mundo se despertará
para presenciar el acontecimiento mayor de la historia.
¿Podemos saber hoy cuánto falta para el regreso de Cris-
to? ¿Podría hoy alguien atreverse a fijar una fecha? Cuando
Jesús estuvo en esta Tierra habló con toda claridad, diciendo:
"Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los
cielos, sino sólo mi Padre ... Velad, pues, porque no sabéis a
qué hora ha de venir vuestro Señor". 5
Si nadie sabe el día ni la hora de su venida, ¿cómo se
puede preparar la humanidad? Jesús mismo nos da la res-
puesta: "De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su
rama está tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está
cerca. Así también vosotros, cuando veáis estas cosas, cono-
ced que está cerca, a las puertas". 6

Algunas señales de la venida de Jesús

"Todas estas cosas". ¿Qué cosas? Jesús presentó en el


capítulo 24 de San Mateo numerosas señales que se produci-
rían antes de su venida:
l. "Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: 'Yo soy el
Cristo', y a muchos engañarán.
2. "Oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no
os turbéis, porque es necesario que todo esto acontez-
ca, pero aún no es el fin.
3. "Se levantará nación contra nación y reino contra reino;
y habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes
lugares ...
4. "Entonces os entregarán a tribulación, os matarán y
seréis odiados por todos por causa de mi nombre. Mu-
lA GRAN INVASIÓN DE LOS EXTRATERRESTRES 191

chos tropezarán entonces, y se entregarán unos a


otros, y unos a otros se odiarán.
5. "Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a
muchos.
6. "Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de mu-
chos se enfriará...
7. "El sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor,
las estrellas caerán del cielo". 7
"Así también vosotros -dice el Señor-, cuando veáis to-
das estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas".
El apóstol San Pablo complementa esto cuando dice:
'También debes saber que en los últimos días vendrán tiem-
pos peligrosos. Habrá hombres amadores de sí mismos, ava-
ros, vanidosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los pa-
dres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, ca-
lumniadores, sin templanza, crueles, enemigos de lo bueno,
traidores, impetuosos, engreídos, amadores de los deleites
más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero ne-
garán la eficacia de ella". 8 .
La descripción de nuestros días que hace San Pablo pare-
ce más una noticia de los diarios que una profecía. Pero Dios
reveló todo eso a los seres humanos para que tú y yo, hoy, no
seamos sorprendidos por el glorioso regreso de Cristo.

La apertura del sexto sello

Cuando se abre el sexto sello del Apocalipsis se menciona


algo de lo que Jesús también predijo y que vimos en el punto
7 de las señales que acabamos de mencionar. San Juan lo
presenta de este modo: "Miré cuando abrió el sexto sello, y
hubo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de
luto, la luna entera se volvió toda como sangre y las estrellas
del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer
sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento". 9
Aquí se habla de cuatro señales de naturaleza física que
se manifestarían antes del regreso de Jesús:
l. Se produciría un gran terremoto.
2. El Sol se oscurecería.
192 LA GRAN INVASIÓN DE LOS EXTRATERRESTRES

3. La Luna se volvería como sangre.


4. Las estrellas caerían del cielo.

¿Se ha cumplido esto en el curso de la historia? Veamos:


l. El terremoto de Lisboa. La historia registra muchos
terremotos, pero las enciclopedias reconocen unáni-
memente que el terremoto de Lisboa fue uno de los
más grandes de todos los tiempos. Ocurrió el 1o de
noviembre de 1755 y tuvo consecuencias sociales, teo-
lógicas y filosóficas sin precedentes. Personas tan fa-
mosas como Kant, Rousseau y Voltaire manifestaron
en su manera de pensar la influencia del terremoto de
Lisboa, y lo hicieron por medio de esa expresión filosó-
fica conocida como "el fin del optimismo". La gente
empezó a decir con temor: "Si Dios no manifiesta inte-
rés en nosotros, es bueno que comencemos a preocu-
parnos de nosotros mismos".
2. El día oscuro del 19 de mayo de 1780. Este fenóme-
no ocurrió cuando el invierno apenas estaba termi-
nando en Nueva Inglaterra, en el nordeste de los Esta-
dos Unidos. Cuatro años antes se había declarado la
independencia de ese país, y sólo habían pasado quin-
ce años de la tragedia de Lisboa, cuando durante la
mañana del 19 de mayo el Sol se ocultó a las 10:00.
Las sombras de la noche envolvieron los estados de
Nueva Inglaterra. El día se convirtió en noche cerrada,
de manera que hasta las aves de corral se fueron a
guarecer en sus gallineros y sus nidos. Esa misma no-
che la Luna salió roja como sangre, en cumplimiento
cabal de la profecía.
Pero, ¿por qué en ese tiempo? ¿Por qué no antes ni
después? Acuérdate de que Jesús dijo: "Inmediata-
mente después de la tribulación de aquellos días, el
sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor... " 10
La persecución de la gente que estudiaba las Escritu-
ras contra la voluntad de la iglesia terminó en Europa
a medtados del siglo XVIII. El último "hereje" martiriza-
do en Francia murió en 1762: era un pastor de la igle-
sia reformada francesa. La profecía decía: "Inmediata-
LA GRAN INVASIÓN DE LOS EXTRATERRESTRES 193

mente después de la tribulación de aquellos días." ¿Te


das cuenta de con cuánta exactitud se cumplen las
profecías?
3. La caída de estrellas del13 de noviembre de 1833.
Este evento extraordinario está registrado en la histo-
ria. Millares de estrellas fugaces cayeron en una im-
presionante lluvia, tal como estaba anunciado por la
profecía. Muchos salieron aterrorizados postrándose y
suplicando la misericordia divina. Otros, que conocían
las Escrituras, se regocijaron. Este acontecimiento
acaeció en la costa oriental de los Estados Unidos, y
fue importante para la astronomía porque a partir de
ese momento comenzó el estudio de las estrellas fuga-
ces. Denison Olmstead, profesor de Ciencias y Mate-
máticas de la Universidad de Yale, escribió un minu-
cioso informe para un prestigioso periódico científico. 11
Como puedes ver, todas las señales del regreso de Cristo
están cumplidas, y el consejo de las Escrituras es: "Cuando
veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puer-
tas".

El regreso. de Jesús es iniJii~en.te.

La segunda venida de Cristo es un acontecimiento inmi-


nente. Está llegando el momento final del ajuste de cuentas.
La invitación ya se hizo. Jesús esperó por siglos el regreso de
sus hijos. Pero está llegando el gran momento de llevarlos a
casa. El Apocalipsis describe este acontecimiento de la si-
guiente manera: "Miré, y vi una nube blanca. Sentado sobre
la nube, uno semejante al Hijo' del hombre, que llevaba en la
cabeza una corona de oro y en la mano una hoz aguda" . 12
Es un acontecimiento visible. 'Todo ojo lo verá", dice la
Escritura. Será "como el relámpago [que] sale del oriente y se
muestra hasta el occidente" . 13 Nadie dejará de verlo. No apa-
recerá en Europa, ni en los Estados Unidos ni en América
del Sur solamente. No se manifestará para unos pocos, en
una habitación, en forma de espíritu. Ni empezará a hacer
curaciones milagrosas en algún rincón del planeta. La se-
13-TM
194 lA GRAN INVASIÓN DE LOS EXTRATERRESTRES

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IA GRAN INVASIÓN DE LOS EXTRATERRESTRES 195

gunda venida de Cristo no será un acontecimiento secreto ni


silencioso.
Volverá. Y aunque muchos clamen desesperados porque
temen su presencia, otros elevarán las manos al cielo y di-
rán: "¡He aquí, éste es nuestro Dios! Lo hemos esperado, y
nos salvará. ¡Este es Jehová, a quien hemos esperado! Nos
gozaremos y nos alegraremos en su salvación". 14

Querido amig.:):' quer~cl~ amigél: ¡p~epárf!nse!

Entre éstos podrías estar tú si hoy le entregas tu corazón


a Jesús, abres las Escrituras y le pides que te muestre el
plan que tiene para tu vida.
Amigo 1a querido 1a: Es la noche de este mundo y es muy
tarde. Hay mucha maldad y desamor allá afuera. Hace frío. El
hielo de la indiferencia humana contribuye a que este planeta
sea más sombrío aún. Es hora de que regresemos a la casa
del Padre. Él curará tus heridas. Nunca más estarás solo/a.
No habrá más traición ni rechazo. La explotación de los seres
humanos llegará a su fin. Nunca más tendrás que correr co-
mo loco/a durante treinta días para recibir a fin de mes un
salario que sólo dura una semana. Tus sueño.s no volverán
a ser destruidos por el mal. Tú y yo viviremos eternamente
con Jesús. Ese día está llegando. Las profecías lo indican
claramente. ¡No hay tiempo que perder!

Referencias
1
Apocalipsis 1:7.
2
Filipenses 2:9-11.
3 Apocalipsis 6:14-16.
4 2 S. Pedro 3:3, 4, 9, 10.

5 S. Mateo 24:36, 42.


6
S. Mateo 24:32, 33.
7
S. Mateo 24:4-29.
8
2 Timoteo 3: 1-5.
9
Apocalipsis 6: 12. 13.
10 S. Mateo 24:29.

11
Maxwell, C. Mervyn, Apocalipsis: sus revelaciones, pág. 199.
12
Apocalipsis 14: 14.
13
S. Mateo 24:27.
14
lsaias 25:9.
20

EL MILENIO

uan recorría cierta noche las calles de la ciudad.

J La niebla suave del mes de junio le daba al pai-


saje una tonalidad cenicienta y triste. En reali-
dad, nada tenía color ni alegria para Juan. Tenía un
buen sueldo, era propietario de una casa cómoda y su
familia era linda. Pero hacía meses que vivía atormen-
tado por una angustia interior que parecía sin fm. No
era feliz. Pasaba noches enteras "contando ovejas", pa-
ra ver si podía conciliar el sueño, pero sin resultados.
Por consejo de la familia visitó a un médico, a un psicó-
logo y a un sacerdote, pero la crisis existencial conti-
nuaba encaminándolo hacia la desesperación. Hoy tal
vez diríamos que estaba "estresado", pero en esa época
el estrés todavía no estaba de moda y, por consiguien-
te, a Juan se lo consideraba medio loco.
¿Por qué a veces el ser humano posee todo lo que
aparentemente necesita para ser feliz, y a pesar de ello
siente un extraño vacío en el corazón? Somos frágiles
por dentro, pero gritamos para esconder nuestra fragili-
dad. Somos incoherentes. Maltratamos a la gente que
queremos, herimos nuestro propio cuerpo en una loca
carrera en procura de la felicidad. Buscamos amor en
los placeres sensuales y eso nos hace sentir repugnan-
(197)
198 EL MILENIO

cia. El pasado nos atormenta. Son recuerdos que golpean


una y otra vez la conciencia. Son páginas que nos gustaría
arrancar de la historia de nuestra vida, pero están ahí, re-
cordándonos siempre que no importa cuánto aparentemos,
existe un monstruo escondido dentro de nosotros. Examina-
mos el presente, y nada nos satisface. Escrutamos el futuro y
nos parece incierto. Nos asusta la muerte y nos angustia la
sola idea de no saber adónde iremos cuando la historia de
este mundo llegue a su fin.
Juan tomaba una cantidad de comprimidos para poder
dormir, pero últimamente ni éstos estaban dando resultado.
Esa es la tragedia de las soluciones de plástico que a veces
intentamos aplicar a nuestra vida. Fumas un cigarrillo para
sentirte bien, pero con el transcurso del tiempo descubres
que uno solo no basta, y por eso fumas dos, tres ... y un día
descubres que estás fumando dos o tres atados por día.
Bebes un vaso de caña para perder la timidez, y cuando
abres los ojos un día descubres que ya no puedes vivir lejos
de la botella de alcohol. Lo mismo pasa con las drogas, con la
promiscuidad y con la búsqueda desenfrenada del placer.
Todas ésas son soluciones de plástico. El efecto relajante du-
ra poco. Después aparece la terrible sensación de que se ne-
cesita más, aun cuando sabemos que nos estamos destru-
yendo.

El secreto de la felicidad

En esa noche fría y neblinosa del mes de junio, Juan,


mientras deambulaba por las calles de la ciudad, vio una
carpa grande con un letrero enorme que decía: "EL SECRETO
DE LA FELICIDAD". Y eso era precisamente lo que él necesi-
taba. La había estado buscando por todas partes sin encon-
trarla. Ese "secreto" era su gran necesidad, porque todo en
esta vida tiene un secreto, y descubrirlo es la llave que nos
permite abrir la puerta que conduce a un sin fin de nuevos
horizontes.
Juan entró en la carpa, y el tema de la noche era "El Mile-
nio". ¿Sabes? Esa palabra ha perturbado a mucha gente. Se
la ha estado usando muy especialmente en nuestros días. Se
EL MILENIO 199

difundió gracias a la serie de Chris Carter, Milenio. Parece


una palabra misteriosa. Pero, ¿cómo un asunto tan extraño
como éste podría tener algo que ver con "EL SECRETO DE
lA FELICIDAD" que anunciaba el gran cartel ubicado junto a
la entrada de la carpa?
La palabra "milenio" no aparece en las Escrituras. Lo que
sí se registra es un período de mil años que nosotros llama-
mos "milenio". El texto dice a la letra lo siguiente: "Vi un án-
gel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran
cadena en la mano. Prendió al dragón, la serpiente antigua,
que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Lo arrojó al
abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no en-
gañara más a las naciones hasta que fueran cumplidos los
mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de
tiempo". 1
Esta profecía anuncia que el diablo estará preso por un
lapso de mil años, en cuyo transcurso no podrá engañar más
a nadie. ¿Cómo sucederá esto? Para comprenderlo, es mejor
recordar el cuadro completo a partir del regreso de Cristo.
San Pablo habla claramente de la resurrección de los jus-
tos que ocurrirá en el momento del regreso de Cristo. Dice lo
siguiente: "El Señor mismo, con voz de mando, con voz de
arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. En-
tonces, los muertos en Cristo resucitarán primero". 2

.~.~ .P.ro~esa de la resurrección

La promesa de la resurrección en ocasión del regreso de


Jesús es para "los muertos en Cristo". Para los que en vida
aceptaron al Señor como su Salvador personal y obedecieron
su Palabra. ¿Estás seguro de que Jesús es una realidad en tu
vida, o no pasa de ser un nombre, una füosofia, un adhesivo
que se pega en el auto o un crucifijo que se lleva como si fue-
ra un amuleto?
¿Permites que Jesús conduzca tu vida? En este caso, no
tengas miedo de la muerte, porque será para ti sólo un sueño
del cual despertarás cuando Jesús vuelva.
En este momento surge una pregunta lógica: ¿Qué suce-
derá con los que mueren apartados de Cristo? ¿Qué les pasa-
200 EL MILENIO

rá a quienes no quisieron seguir a Jesús ni obedecer su voz y


murieron antes del regreso del Señor? Las Escrituras se refie-
ren de la siguiente manera a dos resurrecciones: "No os
asombréis de esto, porque llegará la hora cuando todos los
que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo
bueno saldrán a resurrección de vida; pero los que hicieron lo
malo, a resurrección qe condenación". 3
¿Te das cuenta? Unos resucitarán para vida y otros para
muerte. Es evidente que en ocasión del regreso de Cristo sólo
resucitarán quienes vivieron una vida de amistad y comu-
nión con Jesús. El Apocalipsis lo dice de este modo: "Biena-
venturado y santo el que tiene parte en la primera resurrec-
ción; la segunda muerte no tiene poder sobre éstos, sino que
serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil
años". 4
Aquí se habla de una primera resurrección de la que par-
ticiparán los justos. Y, ¿cuándo resucitarán los que rechaza-
ron a Jesús? Éste es un tema que trataremos un poco más
adelante.

¿ Q~é pasar.~ con los que estén vivos?


Continuemos construyendo el cuadro relativo al regreso
de Jesús. Cuando suene la trompeta, resucitarán los muertos
en Cristo. Y, ¿qué pasará con los que estén vivos? También
tendrán dos destinos distintos. Veamos lo que dice San Pablo
con respecto a quienes formarán parte del pueblo de Dios, y
cuyas características serán creer en Jesús y guardar sus
mandamientos. Ésta es la descripción que hace el apóstol:
"Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos [los justos resuci-
tados] en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así esta-
remos siempre con el Señor". 5
Y quienes estarán vivos en esa ocasión y no aceptaron a
Jesús como su Salvador, ¿qué será de ellos? Las Escrituras
responden esa pregunta de la siguiente manera: "Como fue
en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del
hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casa-
EL MILENIO 201

miento, hasta el día en que entró Noé en el arca y vino el di-


luvio y los destruyó a todos ... Así será el día en que el Hijo del
hombre se manifieste". 6
La gente saldrá como todos los días a desarrollar sus acti-
vidades. Las oficinas estarán llenas; las fábricas también.
Las máquinas y las computadoras estarán funcionando co-
mo todos los días. En las calles la gente andará como siem-
pre, yendo de un lado para el otro. Los chicos de la calle y
los mendigos seguirán en las esquinas, extendiendo la mano
en espera de la limosna. En los Bancos las transacciones fi-
nancieras moverán millones como de costumbre, y las Bol-
sas de valores operarán con la expectativa de siempre. En las
cárceles los reclusos verán pasar las horas con la misma len-
titud. De repente las fuerzas de la naturaleza se convulsio-
narán. El Apocalipsis lo describe así: "El cielo se replegó co-
mo un pergamino que se enrolla, y todo monte y toda isla
fueron removidos de sus lugares. Los reyes de la tierra, los
grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, todo esclavo y
todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de
los montes, y decían a los montes y las peñas: 'Caed sobre
nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado
sobre el trono, y de la ira del Cordero, porque el gran día de
su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?' "7
¡Qué día de desesperación será aquél para quienes no
quisieron saber nada de Jesús ni de su Palabra! Verificar
que la historia terminó y que ellos estaban en el lado equivo-
cado. Lo más triste es que en ese día habrá gente sincera
que estará donde no debe. Jesús mismo lo profetizó así: "No
todo el que me dice: '¡Señor, Señor!' entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en
los cielos. Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?' En-
tonces les declararé: 'Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hace-
dores de maldad!' "8
¿Ves? Habrá gente en ese día que se perderá a pesar de
haber creído en Jesús y hasta de haber hecho milagros y
prodigios en su nombre. ¿No parece esto una contradicción?
¿Por qué se perderán? La respuesta de Jesús es: No hicieron
202 EL MILENIO

la voluntad de mi Padre que está en los cielos; no adoraron al


verdadero Dios ni hicieron su voluntad. Y, ¿dónde está des-
crita la voluntad del Padre? En las Sagradas Escrituras, sin
duda alguna.
A lo largo de la historia el enemigo ha intentado llevar a
los seres humanos a adorar cualquier cosa y a desobedecer a
Dios. A veces el objeto de esa adoración ha sido algo bueno, y
la desobediencia fue por causas ''justas" desde el punto de
vista humano, mas no fue la adoración al verdadero Dios, ni
fue obediencia a su Palabra. Pero el día final llegó. La verdad
se reveló, sólo que ya es tarde para quien no quiso seguir a
Jesús ni obedecerle conforme a su Palabra. Las Escrituras
dicen que esa gente dirá: " 'Paz y seguridad', entonces ven-
drá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la
mujer encinta, y no escaparán". 9
Por otra parte, los que siguieron humildemente a Jesús y
obedecieron su Palabra a pesar de los riesgos que ello impli-
caba, abrirán los brazos para recibir a Jesús, y serán arreba-
tados juntamente con los justos resucitados, para encontrar-
se con el Salvador en los aires.

¡Qué día gl~~i()SO ~er.;á ese.!

Podrás ver a los amigos que te arrebató la muerte. Podrás


abrazar a tu hijo, a tu padre, a tu hermano, para no sepa-
rarte nunca más de ellos. Si alguien murió de cáncer, resuci-
tará completamente sano. Los defectos fisicos, las mutilacio-
nes, desaparecerán. Los muertos resucitarán con cuerpos
transformados. San Pablo lo dice así: "Os digo un misterio:
No todos moriremos; pero todos seremos transformados, en
un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta,
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucita-
dos incormptibles y nosotros seremos transformados, pues
es necesario que esto cormptible se vista de incormpción y
que esto mortal se vista de inmortalidad. Cuando esto co-
rmptible se haya vestido de incorrupción y esto mortal se
haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la pala-
bra que está escrita: 'Sorbida es la muerte en victoria'. ¿Dón-
de está, muerte, tu aguijón? ¿Dónde, sepulcro, tu victoria?" 10
EL MILENIO 203

¿No te gustaría estar allí, en esa mañana gloriosa, para ser


testigo de la victoria definitiva sobre la muerte?

Pero sigamos con el tema del milenio. Las Escrituras afir-


man que Jesús y sus redimidos ascenderán a los cielos y
permanecerán allí por el lapso de mil años. San Juan lo ex-
presa así en el Apocalipsis: "Después de esto miré, y vi una
gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las na-
ciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban delante del trono y
en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con
palmas en sus manos". 11 Ese texto prueba que los seguidores
de Jesús serán llevados al cielo inmediatamente después de
la segunda venida de Cristo, y esto concuerda con la promesa
que San Juan registrara en su Evangelio: "Voy, pues, a pre-
parar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar,
vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
esté, vosotros también estéis". 12
Un día, cuando Jesús estaba en esta Tierra, San Pedro, el
discípulo, dijo que quería ir con Jesús a sus mansiones. La
respuesta de Cristo fue: "A donde voy, no me puedes seguir
ahora, pero me seguirás después". 13
Finalmente llegará el día cuando estaremos en la casa del
Padre. Con seguridad miraremos a todas partes intentando
encontrar viejos amigos, y tendremos muchas sorpresas.
Gente que pensábamos que debería estar no estará, y otra
gente que según nuestra opinión no tenía derecho a entrar
en el reino de los cielos, estará allí. Y ahora nos referiremos a
una de las actividades que tendrán los redimidos durante el
milenio: "Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibie-
ron facultad de juzgar". 14 Pero, ¿no terminó el juicio antes de
que Jesús regresara a la Tierra? Por cierto. Pero el juicio que
terminó es el juicio investigador -"el juicio de instrucción",
dicen los juristas-, para decidir quién será salvo o no. Esta
segunda etapa del juicio, la del milenio, es un juicio de sen-
tencia, para que a nadie le quepa la menor duda acerca de
los maravillosos procedimientos divinos. Ahí veremos por
204 EL MILENIO

qué quienes pensábamos que se salvarían no se salvarán, y


viceversa. Ahl, una vez más, le daremos gloria a Dios porque
sus caminos son justos; Satanás no tenía la más mínima ra-
zón cuando lo acusaba de tirano, injusto y arbitrario.

El enemigo durante el milenio

Y ya que estamos hablando del diablo, ¿cuál será su si-


tuación durante el milenio? Ya vimos que estará encerrado,
preso, sin poder tentar a nadie. ¿Qué clase de prisión será
capaz de mantener seguro a un prisionero tan poderoso?
Sucede que en ocasión del regreso de Cristo los redimi-
dos que estén vivos en ese momento, y los justos que resuci-
ten, serán trasladados al cielo. Los impíos que estén vivos
morirán por el resplandor del rostro del Señor, y la Tierra
quedará desolada. Ve cómo describe el profeta Jeremías la
condición de la Tierra durante el milenio: "Miré a la tierra, y
vi que estaba desordenada y vacía; y a los cielos, y no había
luz en ellos. Miré a los montes, y vi que temblaban, y todos
los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y
todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y vi que el campo
fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban asoladas
delante de Jehová, delante del ardor de su ira". 15
La prisión de Satanás, por cierto, es simbólica. No estará
literalmente tras las rejas. Pero al no tener a nadie a quien
tentar en esta Tierra, simbólicamente estará encadenado a
las circunstancias, en un planeta destruido, con montones
de cadáveres por todas partes.

¿Qué sucederá al fin del milenio?

Finalmente, cuando terminen los mil años, sucederán al-


gunas cosas interesantes. En primer lugar resucitarán los
impíos de todos los tiempos, y se reunirán con los que estén
vivos en ocasión de la segunda venida de Cristo. El Apocalip-
sis es claro cuando dice: "Los otros muertos no volvieron a
vivir hasta que se cumplieron mil años". 16
¿Te das cuenta? El comienzo y el fm del milenio están se-
ñalados por sendas resurrecciones. La primera es la de los
justos, y la segunda la de los impíos. En el momento cuando
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EL MILENIO 205
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206 EL MILENIO

los impíos resucitan, Satanás queda suelto nuevamente "por


un poco de tiempo". Y ve ahora lo que hace con los impíos
resucitados. San Juan lo presenta de la siguiente manera:
"Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su
prisión y saldrá a engañar a las naciones que están en los
cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunir-
los para la batalla. Su número es como la arena del mar". 17
Cierra ahora los ojos e imagina la escena: Jesús y los redi-
midos, después de los mil años, descienden de nuevo a la
Tierra donde estará su hogar eterno. San Juan dice: "Y yo,
Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del
cielo, de parte de Dios, ataviada como una esposa hermosea-
da para su esposo". 18
Pero entonces el diablo y todo su ejército de impíos resuci-
tados intentan apoderarse de la ciudad. El Apocalipsis lo
cuenta así: "Subieron por la anchura de la tierra y rodearon
el campamento de los santos y la ciudad amada; pero de
Dios descendió fuego del cielo y los consumió. Y el diablo,
que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre
donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormenta-
dos día y noche por los siglos de los siglos". 19
Este será el fin del milenio y también el triste fin de la
historia del pecado. Satanás y sus seguidores fmalmente se-
rán destruidos, y, según el profeta, "no se levantará dos veces
la tribulación". 20 Por eso San Juan, con lenguaje simbólico
dice que Satanás y sus seguidores "serán atormentados día y
noche por los siglos de los siglos". Aquí el apóstol se está refi-
riendo a las consecuencias eternas del fin del pecado. Si fue-
ra de otro modo, la escena del tormento eterno no concorda-
ría en absoluto con el carácter misericordioso de Dios y su
justicia.
La madera arde hasta que se consume, y los impíos tam-
bién ·arderán hasta que sean consumidos totalmente. Pero el
pecado sí terminará por los siglos de los siglos.

¿Cuál es el secreto
... .......
de la felicidad?
. .. ······ .......................... .

Juan entró aquella noche a la carpa que tenía un gran


cartel que anunciaba "EL SECRETO DE LA FELICIDAD". El
EL MILENIO 207

tema de esa noche fue "El Milenio". Allí Juan se dio cuenta de
que su vida tenía un propósito, que valía la pena vivir, y que
el gran error de su vida consistió en buscar la felicidad en
las cosas y no en la persona maravillosa de Jesús.
Esa noche entendió que las injusticias de esta vida llega-
rían pronto a un final feliz. También comprendió que era ho-
ra de entregarle el corazón a Jesús. Y lo hizo. Pasó al frente
cuando el predicador invitó a que lo hicieran quienes que-
rían seguir a Jesús, y al regresar a casa durmió como hacía
mucho tiempo que no lo hacía. La paz de Jesús inundaba su
corazón. El pasado ya no lo atormentaba; y el futuro ya no le
provocaba temor. Sabía de dónde había venido, por qué esta-
ba en este mundo y hacia dónde iba. Había nacido en Cristo.
Era una nueva criatura.
Ésta· puede ser también tu experiencia, querido amigo.
¡Ahora mismo!

Referencias
1
Apocalipsis 20: 1-3.
2
1 Tesalonicenses 4:16.
3 S. Juan 5:28, 29.
4
Apocalipsis 20:6.
5 1 Tesalonicenses 4:17 (el corchete explicativo es mío).
6
S. Lucas 17:26, 27, 30.
7
Apocalipsis 6:14-17.
8 S. Mateo 7:21-23.
9
1 Tesalonicenses 5:3.
10
1 Corintios 15:51-55.
11
Apocalipsis 7:9.
12
S. Juan 14:2, 3.
13
S. Juan 13:36.
14
Apocalipsis 20:4.
15 Jeremías 4:23-26.
16
Apocalipsis 20:5.
17
Apocalipsis 20:7, 8.
18
Apocalipsis 21 :2.
1
9 Apocalipsis 20:9, 10.
20
Nahum 1:9 (versión de Bover-Cantera).
21

LA VICfORIA:
...
¿UTOPIA O REAUDAD?

aradona (de la Argentina} y Edmundo (del

M Brasil} fueron artistas del balompié. No sólo


jugaron al fútbol: usaron la pelota para reali-
zar hermosas obras de arte y hacer delirar a las multi-
tudes. Pero Maradona y Edmundo fueron futbolistas
contradictorios. Construyeron con los pies y destruye-
ron con las manos. Después de arrepentirse y llorar,
vez tras vez prometían que todo iba a cambiar, y al po-
co tiempo de nuevo aparecían en los titulares de los
diarios las noticias de sus escándalos.
"El problema es mi temperamento", decía uno de
ellos. "No sé lo que me pasa", declaraba el otro. Pero
Maradona y Edmundo están dentro de cada uno de
nosotros. Hasta el apóstol San Pablo escribió en cierta
ocasión: "Lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo
que quiero, sino lo que detesto, eso hago ... ¡Miserable
de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?" 1
En el curso de mi vida he visto a centenares de per-
sonas que lucharon por vencer su temperamento. Por
causa de su carácter perdieron oportunidades de oro,
tiraron a la basura planes promisorios, destruyeron
sus familias y disiparon sus sueños. También he visto
a una gran cantidad de gente esclavizada por vicios y
14-TM (209)
210 LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD?

hábitos nocivos que destruyen lentamente lo mejor de lo que


tienen.
No se trata de personas inactivas que aceptan resignadas
esa situación. Son luchadores incansables. Buscan ayuda
médica, psicológica y hasta espiritual. A veces recorren con
este fin los vericuetos misteriosos de la hechicería, el espiri-
tismo y las disciplinas orientales. Pero nada les da la victoria.
Un día, cansados de intentar, prometer y decidir, caen ex-
haustos y se preguntan: "¿Es la victoria una realidad o sólo
una utopía?"

La victoria es posible

El Apocalipsis está lleno de promesas para los vencedo-


res. Quiere decir que la victoria es posible. Considera, por
ejemplo, la escena que describe San Juan: ''También vi como
un mar de vidrio mezclado con fuego, y a los que habían al-
canzado la victoria sobre la bestia y su imagen, sobre su
marca y el número de su nombre, de pie sobre el mar de vi-
drio, con las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés,
siervo de Dios, y el cántico del Cordero". 2
Éste es un grupo de gente victoriosa. Vencieron a la bes-
tia. Y, ¿quién estaba detrás de la bestia? El dragón, la ser-
piente antigua que se llama Diablo y Satanás. Él seduce, en-
gaña, cautiva y después destruye. Nunca se muestra tal co-
mo es, pues se oculta tras experiencias agradabilísimas y
sensaciones maravillosas. Sabe llegar hasta ti. Para alcanzar
sus objetivos todo vale: una hermosa filosofia, un ritmo agra-
dable, una película de suspenso, cualquier cosa. Una vez
que te atrapó, te destruye lentamente, te extirpa los valores
morales, los principios, tu respeto propio y hasta tu misma
dignidad.
Pero a pesar de las estrategias del enemigo, ahí está ese
grupo de vencedores, que canta un himno especial. No can-
tan porque la vida les fue fácil. Acuérdate de que el pueblo
de Dios de los últimos días será presionado para que viole su
conciencia. Acuérdate de que se promulgará una ley que es-
tablecerá que nadie podrá comprar ni vender si no tiene la
marca de la bestia. Por lo tanto, el himno que cantan se refie-
LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD? 211

re sin duda a su propia experiencia. Es posible alcanzar la


victoria a pesar de la adversidad, el prejuicio y el infortunio.
¿Quizás estás leyendo este libro en la cama de un hospital
y con las piemas amputadas, condenado por la ciencia a vivir
el resto de tus días en una silla de ruedas? ¿Na die más puede
hacer algo por ti? ¿Un cáncer incurable te está consumiendo
día a día? A pesar de todo eso puedes ser vencedor. Este es el
mensaje del Apocalipsis: la prisión puede encarcelar tu cuer-
po, pero no tus sueños. Puede acorralar el presente, pero no
el futuro. Donde estés, tal vez lleno de deudas, con tu em-
presa en plena bancarrota, con tu familia destruida, puedes
entonar un himno de victoria, no por causa de las circuns-
tancias sino a pesar de ellas.

El himno de los vencedores

El himno que entona ese grupo es el de Moisés y del Cor-


dero. ¿Por qué? El mundo cristiano de nuestros días no con-
sigue que concuerden Jesús, el Cordero de Dios, con Moisés,
el siervo de Dios a quien el Señor le entregó los Diez Manda-
mientos en el Monte Sinaí. Por alguna razón la gente separa
la ley del evangelio. Pero el verdadero evangelio implica la
ley. Jesús vino a morir a este mundo porque los seres huma-
nos no estamos en condiciones de obedecer la ley de Dios
mediante nuestras propias fuerzas. Jesús vino para enseñar-
nos el camino a una vida de obediencia auténtica. La victoria
no es el resultado del esfuerzo humano. No existe en el hom-
bre disciplina interior que lo pueda capacitar para obedecer
auténticamente los elevados principios de la etema ley de
Dios. Todo lo que puede lograr el esfuerzo humano es disfra-
zar, aparentar, fingir, pero nada de eso es obediencia.
Jesús no vino sólo para limpiar la fachada exterior de
nuestra vida. Vino para curarnos por dentro, para poner paz
dentro de nosotros, como resultado de una vida perdonada,
para después llevarnos de victoria en victoria hasta la victoria
final.
Ese grupo de vencedores "son los que siguen al Cordero
por dondequiera que va". 3 Estos vencedores "son los que han
salido de la gran tribulación; han lavado sus ropas y las han
212 LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD?

blanqueado en la sangre del Cordero. Por eso están delante


del trono de Dios y lo sirven día y noche en su templo ... Ya no
tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni
calor alguno, porque el Cordero que está en medio del trono
los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas vivas". 4

La victoria de San Juan

San Juan, el autor del Apocalipsis, sabía de qué estaba


hablando cuando se refería a la victoria. Él mismo llegó un
día ante Jesús con una personalidad completamente defor-
mada por el pecado. Sus amigos lo llamaban "hijo del true-
no", por causa de su temperamento explosivo. Pero en su co-
munión diaria con Jesús, el carácter del Maestro se fue
transfiriendo lentamente a la vida del discípulo. San Juan
fue el único que recostó su cabeza en el pecho de Jesús. Ha-
bía salido de la rutina de una relación formal, para entrar en
la búsqueda personal de Cristo.
Millones de personas se dan hoy el nombre de cristianas.
Van a la iglesia una vez por semana y participan de las activi-
dades espirituales establecidas. Todo eso forma parte de la
vida cristiana, por cierto, pero el verdadero cristianismo rom-
pe la rutina y procura una comunión diaria y personal con
Cristo. Y como consecuencia de esa comunión, las aristas
del carácter se van limando, la piedra bruta se convierte en
un hermoso diamante, el oro se purifica y el carácter deJe-
sucristo se va reproduciendo en la vida de ese hijo suyo.
Se cuenta que en la antigua Grecia vivía un gran orador
que se llamaba Demóstenes. Todos los adolescentes de Ate-
nas lo admiraban, pero tenía la costumbre de andar con la
cabeza inclinada sobre el hombro izquierdo. La historia
cuenta que el cariño y la admiración de los jovencitos eran
tan grandes, que todos comenzaron a andar con la cabeza
inclinada sobre el hombro izquierdo.
Esta sencilla historia nos enseña una profunda lección
espiritual. Es imposible que vivas una vida de comunión
constante con Jesús, y que sigas siendo el mismo. Algo debe
suceder. La salvación no se limita al perdón de los pecados.
También es transformación del carácter. Cuando Dios justifi-
LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD? 213

ca, también santifica. Por eso el grupo de vencedores canta


estas estrofas: "¿Quién no te temerá, Señor, y glorificará tu
nombre?, pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las nacio-
nes vendrán y te adorarán". 5

El secreto de la victoria

"¡Sólo tú eres santo!" Éste es el secreto de la victoria. El


día en que dejes de tratar de alcanzar el triunfo solo, por tu
cuenta, y entiendas que sólo él es santo, comenzarás a to-
marle el gusto a la victoria. El ser humano necesita apren-
der a desconfiar de sus propias fuerzas para empezar a con-
fiar plenamente en las de Dios, porque sólo él es santo. Su
fuerza nos sustenta. Su poder nos garantiza la victoria. Él
será el tema central del himno que entonaremos en la glorio-
sa reunión de los vencedores.
El himno de los victoriosos termina con una frase muy
interesante: "Porque tus juicios se han manifestado". 6 ¿De
qué actos de justicia se trata? El juicio, para ese entonces,
ya estará terminado. El veredicto ya se habrá pronunciado.
El propósito de ese juicio no consistía en informarle a Dios
lo que estaba sucediendo, porque es evidente que él lo sabe
todo. Su propósito consistía más bien en que el Universo en-
tero llegara a sus propias conclusiones con respecto a que
las acusaciones del enemigo son completamente falsas.
¿Cuál era la acusación de Lucifer? Según él, Dios seria
injusto porque habría promulgado una ley que no se puede
cumplir, y por lo tanto no merece adoración.
Pero los siglos pasaron. Todas las criaturas tuvieron la
oportunidad de verificar los estragos producidos por el peca-
do. El diablo persiguió a los que trataron de adorar a Dios y
obedecer sus mandamientos, y a pesar de toda la ira del dra-
gón, ese grupo se mantuvo fiel. Son los vencedores de la bes-
tia, su imagen y el número de su nombre.
¿Quién puede ahora aceptar la acusación del enemigo de
que la ley de Dios no se puede cumplir? Jesús proporcionó
los recursos necesarios para que la vida de aquel grupo fuese
de obediencia y de victoria. 'Todas las naciones vendrán y te
adorarán", dice el himno.
214 LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD?

El Apocalipsis y los vencedores

Ahora examina algunas de las promesas que el Apocalip-


sis tiene para los vencedores:
l. "Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que
está en medio del paraíso de Dios". 7 Esta promesa puede ser
la gran solución para los que tienen miedo de envejecer. En
esta vida nada dura. Comenzamos a envejecer el mismo día
cuando nacemos. Pasa la infancia, la juventud se va, los
años de la madurez desaparecen, y de repente nos damos
cuenta de que estamos viejos y nos aproximamos sin falta a
la muerte. Pero los seres humanos no aceptamos esta situa-
ción. La ciencia descubre cada día nuevas fórmulas que in-
tentan prolongar la vida. Los cirujanos plásticos se enrique-
cen. Se busca ansiosamente por todos lados la fuente de la
juventud. Pero ésta es la promesa que tiene que ver con la
vida eterna. El árbol de la vida, que está en medio del paraíso
de Dios, es la verdadera fuente de la juventud.
Esta promesa aparece aquí para los vencedores. ¿Qué
clase de vencedores? El contexto nos da a entender que esta
victoria se logra en un sentido especial sobre los maestros y
apóstoles falsos que trataron de conducir a los cristianos a
que comieran del fruto del árbol del conocimiento humano.
2. "El vencedor no sufrirá daño de la segunda muerte". 8
La muerte por la que todos pasamos en esta vida es para la
Escritura sólo un sueño profundo, del cual despertaremos
en ocasión de la segunda venida de Cristo. Pero la segunda
muerte es la que se producirá después del milenio, cuando
Satanás sea soltado por un poco de tiempo. Esta segunda
muerte será el castigo definitivo para todos los que se rindie-
ron ante las seducciones del enemigo. Los fieles seguidores
del Cordero no sufrirán daño de la segunda muerte.
3. "Al vencedor... le daré una piedrecita blanca y en la
piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual nadie conoce sino
el que lo recibe". 9 Antiguamente, en los juicios era costum-
bre darle al acusado una pequeña piedra blanca si se lo ab-
solvía, y una negra si se lo condenaba. Es posible que el a u-
tor del Apocalipsis se estuviera refiriendo a esa antigua cos-
tumbre para dar a entender que a los victoriosos se los absol-
LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD? 215

verá de todos sus pecados.


El texto añade que la piedrecita tenía un nombre nuevo
escrito, y de acuerdo con las Escrituras el nombre define el
carácter de la gente. Quiere decir que Dios les está prome-
tiendo aquí a los vencedores un carácter completamente
nuevo. ¿No es ésta una promesa maravillosa para los que lu-
chamos con el carácter tosco que tenemos? Y, ¿por qué nadie
conoce ese nombre? Sencillamente porque nadie es capaz de
comprender el milagro de la conversión. Sólo tú sabes cómo
eras antes y cómo eres ahora por la gracia de Jesús. Sólo tú
sabes las horas de lucha, de impotencia y hasta de desespe-
ración que tuviste que enfrentar, clamando por ayuda divina
para cambiar tu carácter, pero ya pasó todo. Has vencido.
¿No es maravilloso esto?
4. "Al vencedor... le daré la estrella de la mañana". 10 ¿Qué
promete Jesús aquí? Ve cómo se define a sí mismo en el últi-
mo capítulo del Apocalipsis: "Yo, Jesús, he enviado mi ángel
para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la
raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de lama-
ñana". 11 En otras palabras, Jesús está prometiendo aquí su
propia compañía. ¿Podría existir un obsequio mejor que éste?
No sé lo que pasa contigo, pero en cuanto a mí, en la mañana
gloriosa de la resurrección quiero abrazar fuertemente a J e-
sús, para disipar la nostalgia que me invadió el alma toda la
vida por causa de su ausencia. No me quiero separar de él
nunca más. Quiero tener para siempre "la estrella res plan-
deciente de la mañana".
5. "El vencedor será vestido de vestiduras blancas, y no
borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre
delante de mi Padre y delante de sus ángeles". 12 Imagina
cuando Jesús pronuncie tu nombre en presencia de los ánge-
les y del Padre diciendo: "Este hijo mio creyó en mí, me abrió
su corazón y permitió que yo viviese en su vida las grandes
obras de la victoria. Por lo tanto, no importa su pasado. Todo
le ha sido perdonado. Está revestido de mi justicia, y su
nombre debe permanecer para siempre en el libro de la vi-
da".
6. "Al vencedor yo lo haré columna en el templo de mi
216 LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD?

Dios" . 13 Una columna es parte importante en la estructura


de un templo; si aquél se resquebraja, todo el edificio peligra.
Esta promesa divina nos asegura que quienes venzan por su
gracia nunca más experimentarán los complejos de inferiori-
dad que a veces se apoderan de la gente en este mundo.
Hace poco me decía una muchacha: "¿Quién se va a fijar
en mí si apenas soy una muchacha?" Pues bien, aquí está la
respuesta divina. Un día tú serás columna en el templo de
Dios. Puede ser que en esta vida nadie te aprecie. Es posible
que ni siquiera te miren. Pero este mundo no va a durar para
siempre. Jesús vendrá pronto y tú serás columna en su tem-
plo.
7. "Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi
trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre
en su trono". 14 Mediante esta promesa se le ofrece entera glo-
ria al ser humano al lado de Cristo, pero al mismo tiempo
aquí aparece de nuevo el secreto de una vida victoriosa. Je-
sús dice: "Así como yo he vencido". ¿Cómo venció él? Fueron
días y noches de total dependencia del Padre. Jesús era
Dios. Podía confiar en sus propias fuerzas para alcanzar la
victoria, pero vino para mostrarnos el camino de la victoria.
Vino para enseñarnos que la fuerza proviene de Dios, no de
los pases mágicos, ni de los horóscopos ni de una supuesta
fuerza interior que poseerían los seres humanos.
Si Jesús, siendo Dios, pasó horas y más horas en comu-
nión con su Padre, ¿cuánto más deberíamos hacerlo noso-
tros, pobres pecadores?
Este capítulo contiene el plan de Dios para tu vida. Na-
ciste para vencer. Viniste a este mundo para salir de la me-
diocridad de una vida derrotada. Por lo tanto, clama a Dios
desde lo profundo de tu corazón en caso de que te encuentres
prisionero de algún hábito que no logras vencer. Rompe en
nombre de Dios las cadenas que te atan, levántate con fe, y
avanza.

Una e~periencia singu.lar

Hace años yo era pastor de una iglesia ubicada en un ba-


rrio pobre y peligroso. Subía y bajaba esa colina hablando
LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD? 217

con la gente del amor de Jesús. Una noche me sorprendie-


ron dos muchachos que me pusieron un cuchillo en el cuello
y me sacaron el dinero y un reloj.
Cuando se fueron quedé temblando de miedo. A pesar de
todo, sabía que Dios estaba cerca. Porque mientras me asal-
taban, les d~je: "Por favor, llévense el dinero y el reloj, pero
no me maltraten. Yo no le hago mal a nadie; sólo soy un pas-
tor que le habla a la gente del amor de Jesús". Ellos se rieron
a carcajadas y se alejaron llevándose mis cosas.
Algunas semanas después comencé una serie de confe-
rencias acerca de las Escrituras, de noventa noches de dura-
ción. En la primera noche observé que un muchacho me mi-
raba insistentemente. Cada vez que yo lo observaba, se es-
condía detrás de la persona que tenía adelante, o bajaba la
vista. Su rostro se me gravó en la memoria gracias a ese de-
talle. En las noches siguientes no apareció.
Un día, mientras visitaba el barrio, lo encontré. La puerta
de su casa estaba entreabierta. Él corrió y se escondió; su
madre salió a atenderme.

La víctima buscó al victimario

-Por favor, señora, quiero hablar con su hijo -le dije.


-No está, salió -fue su respuesta.
-Soy amigo de él, señora -le repliqué-; soy pastor y só-
lo quiero saludarlo. Sé que está ahí.
En ese momento el muchacho apareció. Estaba sin cami-
sa. Su cuerpo lleno de tatuajes y cicatrices revelaba de algu-
na manera la dificil vida que llevaba.
-¡Qué pasa! -me dijo de mala manera.
-Fuiste a la iglesia la primera noche, pero no regresaste.
¿No te gustó lo que dije?
Comenzamos a conversar y, de repente, quedé paralizado
porque me confesó que él era uno de los asaltantes que se
llevaron mi dinero y mi reloj.
-Creí que me había reconocido -me dijo.
-No -le respondí-, cuando me asaltaron estaba muy
oscuro, pero recuerdo que te vi en las reuniones.
Después, dándole la mano, le dije:
218 lA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD?

-Muy bien. ¿Dónde están mi dinero y mi reloj?


-No los tengo ... -me contestó mirándome con cara de
susto mientras se defendía-. No los tengo conmigo.
-Entonces -le contesté-, vamos a hacer un trato. Yo
voy a dirigir esas reuniones durante noventa noches segui-
das. Si tú, a partir de hoy, no faltas ni una sola noche, me
habrás pagado lo que me debes. En caso contrario tendrás
que devolverme mi dinero y mi reloj.
De esta manera comenzó a asistir a todas las reuniones. A
veces llegaba a la mitad y otras al final, pero venía. No mani-
festaba el menor interés. Parecía que estaba ahí sólo para
pagar su deuda, o tal vez tenía interés en alguna de las lindas
chicas que venían a las reuniones.

Una insólita reacción


Una noche lo vi temblar. Tenía los ojos bien abiertos.
Mientras hablaba, sentía que el Espíritu de Dios estaba to-
cando la vida de ese muchacho. IVIi conferencia se refería a la
conversión. Presenté algunos testimonios de vidas transfor-
madas por el poder de Jesús, y sabía que él se estaba sin-
tiendo aludido.
Cuando terminé la conferencia fui a la puerta para salu-
dar a la gente. Al regresar lo encontré llorando, sentado en
el primer banco. Me senté a su lado y le pregunté:
-¿Qué te pasa?
-¿Es verdad lo que usted dijo? -me preguntó con una
mirada llena de angustia-. ¿Puede Dios transformar la vida
de cualquier persona?
-Claro que sí -le respondí.
-¡Mentira! -me dijo gritando-. Dios puede cambiar
cualquier vida menos la mía.
-¿Por qué crees eso? -inquirí.
Y me contó la historia de su vida.
Nunca conoció a su padre. Fue concebido y nació en un
prostíbulo. Cuando era niño, las otras mujeres lo cuidaban
mientras la madre salía a trabajar. Un día quiso saber por
qué todos los otros niños tenían padre menos él. La madre
le tapó la boca de un golpe cuando se lo preguntó, y le prohi-
LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD? 219

bió que volviera a hacer esa pregunta. Pero él no obedeció.


Algún tiempo después un amiguito de la calle se encargó de
explicarle por qué no tenía padre, y ahí mismo comenzó a
odiar a todo el mundo.
Cuando tenía sólo 12 años la madre contrajo tuberculo-
sis. Comenzó a vomitar sangre y tuvo que salir de ese lugar.
Entonces se fueron a vivir en esa villa miseria.
-Una mañana -me dijo medio sofocado- mi madre se
estaba muriendo. El día anterior había ido al dispensario
médico y le dieron una receta, pero no teníamos dinero para
comprar los medicamentos. Ella tosía y tosía, y manchaba
las sábanas con la sangre que despedía de la boca. Nadie me
quiso ayudar, pastor, y yo era apenas un muchachito de
doce años. Entonces bajé la colina. Me quedé un rato largo
en la parada del ómnibus, observando a la gente. No sé de
dónde saqué valor, pero le arranqué la cadena de oro que lle-
vaba una mujer alrededor del cuello. Subí la colina nueva-
mente. Yo sabía quién compraba cosas robadas. Tomé el di-
nero y volví a la ciudad. Cuando llegó la noche estaba de re-
greso en casa con las medicinas que mi madre necesitaba.
Ese día se rompió algo dentro de mí. Comprendí que podía
vivir solo, que no necesitaba de nadie.
Luego de una breve pausa, continuó:
-A partir de ese momento comencé a robar y a correr, y
nunca más dejé de correr. Aprendí a fumar, pasé droga,
aprendí a inhalar cocaína y después, como si todo eso fuera
poco, comencé a inyectarme cocaína. La droga es cara; por
eso, para comprarla, les paso droga a otros. Soy malo. Hice
cosas que usted ni se imagina. ¡Y ahora usted, que no tiene
idea de lo que está diciendo, me viene a decir que Jesús pue-
de transformar mi vida! ¿Cómo quiere que crea eso?
Conversamos bastante; después oré por él.

.~i an.-.igo me necesitaba

A la noche siguiente, el muchacho no apareció en la reu-


nión. Dejó de ir por tres o cuatro noches. En una de las reu-
niones la madre me buscó y al fin me dijo: "Pastor Bullón,
venga corriendo conmigo; por favor, su amigo Jorge Roberto
220 LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD?

lo necesita".
Corrimos. Ahí estaba Jorge amarrado a un poste como si
fuera un animal. Gritaba y se sacudía. La madre me contó lo
que había sucedido. "Esa tarde llegó y comenzó a andar de
un lado para otro por el cuarto. 'Necesito droga', decía. 'Nece-
sito droga, pero no puedo consumirla más porque Jesús
transformó mi vida' ".
A medida que pasaba el tiempo se iba poniendo más y
más nervioso. Sufría intensamente por falta de droga. Se gol-
peaba la cabeza contra las paredes y se hacía daño. La madre
le dijo: "Hijo mío, no te golpees. Si necesitas droga búscala,
pero no te hagas daño".
Él estaba ciego; no veía nada. Le dio un golpe a la madre y
la tiró al suelo. Luego, al darse cuenta de lo que había he-
cho, se arrodilló y la levantó. "Perdona, mamá, estoy loco -le
dijo llorando-. Necesito droga, pero no la quiero más porque
Jesús cambió mi vida". Después continuó diciendo: "Amárra-
me con esta cuerda. Si no lo haces voy a ir a buscar droga, y
ya no quiero vivir más esa clase de vida".
Cuando la madre terminó de atarlo, le pidió que me fuera
a buscar al salón de reuniones. Y ahora yo estaba allí. Lo de-
saté. Se sentó en la cama. Estaba pálido, temblaba y tenía
los ojos enrojecidos.
-¿Lograré la victoria? -me preguntó suplicante.
-Claro que sí -le respondí-. Otros lo han conseguido;
tú también lo puedes lograr con la ayuda de Dios.

La gran lucha

Y comenzó para él la gran lucha. Iba todas las noches al


salón de reuniones. Cuando no aparecía era señal de que se
había drogado nuevamente. Entonces yo lo buscaba. Sabía
dónde encontrarlo. Conocía ese barrio como la palma de mi
mano. Un viernes de noche lo encontré medio drogado en un
antro de perdición. "¡Váyase! -me gritó-. ¡Maldita la hora
en que lo asalté! Cuando no lo conocía, antes de que me ha-
blara de Dios, trataba de ser feliz a mi manera. Ahora no
consigo nada. No tengo paz. La conciencia no me deja tran-
quilo. ¡Váyase! ¡Olvídese de mí! Nunca conseguiré librarme
LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD? 221

de esto".
¿Nunca lo conseguirla? Ciertamente el ciego a quien Je-
sús sanó, en algún momento de su vida habrá dicho: "¡Nunca
lograré ver!"
Por supuesto, si tú fueras el ciego, nunca lo conseguirás
solo. Lo más que podrías hacer sería ponerte anteojos oscu-
ros y aparentar que estás viendo, cuando en realidad la ce-
guera no te deja ver nada. Tal vez necesites algo de tiempo
para aprender esto, pero cuando todo falla en la vida, sólo
nos queda entregársela completamente al Señor Jesús.

Mi amigo se entregó a Jesús

Jorge Roberto le entregó completamente su corazón a J e-


sús, y el Salvador se encargó de transformarlo por dentro.
Puso nuevas motivaciones en su vida, y como resultado de
ello dejó de fumar, de beber, de consumir drogas y comenzó a
trabajar honestamente. Al principio nadie quería darle em-
pleo. Los seres humanos somos muy crueles a veces. Marca-
mos a fuego, para siempre, a un delincuente. Predicamos
acerca del poder transformador del evangelio, pero no cree-
mos cuando alguien ha sido renovado. Por fin un amigo mío,
más por consideración a mí que por aprecio al muchacho, le
dio trabajo.
Me acuerdo que una tarde Jorge Roberto me buscó para
mostrarme el primer salario que había cobrado. Parecía un
chico con un juguete nuevo. "Vea, conseguí este dinero traba-
jando", me dijo con los ojos cargados de emoción.
En diciembre de ese año, en una reunión muy especial,
Jorge demostró públicamente su entrega a Dios. Al terminar
la ceremonia lo abracé. Todo parecía un sueño. Estaba abra-
zando al muchacho que me había asaltado, pero a quien el
Señor había ganado para el reino de los cielos.

La victoria de mi amigo

Un año después me trasladaron para trabajar en la cuen-


ca del Amazonas. Regresé a la capital al año siguiente. Algu-
nos amigos corrieron para darme la noticia:
222 LA VICTORIA: ¿UTOPÍA O REALIDAD?

-Su amigo Jorge Roberto falleció -me dijeron.


-¿Qué pasó? -les pregunté.
-Un sábado de mañana -me contaron-, mientras esta-
ba en la iglesia, tres malandrines de su antigua banda lo
atacaron y le dieron siete puñaladas en una operación que
ellos llaman "quema de archivos". Nadie tuvo tiempo de hacer
nada. En segundos Jorge estaba allí, en medio de un charco
de sangre.
"¡No me toquen! -le dijo a la gente que vino para pres-
tarle auxilio-. Me estoy muriendo, yo sé; pero no es tan ma-
lo ya que aquí me encontró Jesús, me amó, me perdonó y me
transformó".
Los amigos lo pusieron en un auto y lo llevaron veloz-
mente al dispensario médico más cercano. Uno de ellos in-
tentaba conservarle la cabeza unida al cuerpo. Más tarde ese
hombre me contó que cerca del hospital Jorge abrió los ojos y
le dijo: "Hágame un favor: busque al pastor Bullón y dígale
que nos vamos a encontrar cuando regrese Jesús".
Un día, cuando Jesús vuelva, podré abrazar nuevamente
a ese muchacho. Él estará en el grupo de los victoriosos can-
tando el himno de Moisés y del Cordero. ¿No te gustaría pre-
pararte también para ese día?

Referencias
1
Romanos 7:15, 24.
2
Apocalipsis 15:2, 3.
3 Apocalipsis 14:4.

4
Apocalipsis 7: 14-17.
5 Apocalipsis 15:4.

6 Apocalipsis 15:4.

7
Apocalipsis 2:7.
8
Apocalipsis 2: 11.
9
Apocalipsis 2:17.
10 Apocalipsis 2:26, 28.

11
Apocalipsis 22:16.
12
Apocalipsis 3:5.
13
Apocalipsis 3:12.
14
Apocalipsis 3:21.
22
.,
DIOS TODAVIA
CONmOIA
EL UNIVERSO

1 p o r qué existe tanta expectativa ante un mile-


) nio? Algo extraño sucede con la gente cuando
U se acercan ciertas fechas precisas. En los Esta-
dos Unidos hay una entidad denominada Millenium So-
ciety, que ya cuenta con cerca de seis mil asociados,
que se dedicará exclusivamente a festejar cada nuevo
milenio.
Pero no todo es fiesta; también hay miedo. Mucha
gente está dispuesta a pagar millones de dólares para
huir de este planeta, porque presienten que algo so-
brenatural va a suceder. El cuadro que vive el hombre
de este tiempo es aterrador. No son felices; sienten bie-
nestar pero, repetimos, no son felices. La felicidad es
el resultado de una vida que tiene sentido. Como el
bienestar es la ausencia de incomodidad, los hombres
corren detrás de eso: un buen nivel de vida, y una posi-
ción social y cultural de categoría para ellos y sus fami-
liares. Pero no son plenamente felices, pues con el bie-
nestar no alcanza. Los atraen y les preocupan muchas
cosas; corren de un lado para el otro, pero no se com-
prometen con nada y terminan observando cómo pasa
la vida, y eso sólo desde una perspectiva humana,
asustándose frente a las cosas que suceden a su alre-
15-TM (225)
226 DIOS TODAVÍA CONTROLA EL UNIVERSO

dedor y que no logran entender.


"Dios murió", dijo el filósofo alemán Friedrich Nietzsche.
"Dios se olvidó de mí", llora la viuda desesperada que trata
de alimentar a sus pequeños. "Dios nunca existió", afirma
sin convicción el ateo en el bar de la esquina. ¿Dónde está
Dios hoy? ¿Hay motivos para avizorar con angustia el futuro,
ese desconocido?

Dios todavía está en su trono

El autor del Apocalipsis presenta a Dios en el control de


las naciones, las familias y los individuos. "Al instante, es-
tando yo en el Espíritu, vi un trono establecido en el cielo, y
en el trono, uno sentado"; 1 sí, todavía controla las cosas. El
hombre puede eliminar a Dios de su existencia, pero el
Señor sigue teniendo en sus manos las riendas del mundo.
No estás solo. Es posible que las circunstancias de la vida
te hayan llevado a una situación límite. Quizás ahora estés
solo, sin amigos y sin parientes, sintiéndote rechazado, in-
comprendido, liquidado. Tal vez te estés preguntando dónde
está el Todopoderoso, creador de los cielos y la Tierra, que
no aparece para socorrerte. Por favor, ten un poco de pacien-
cia, porque Dios aún controla todo. El trono sigue siendo su-
yo, por más que el enemigo haya hecho todo lo posible para
usurpar la soberanía divina.
Todas las aparentes desgracias que estropean hoy tu vida,
son sólo el esfuerzo del enemigo para sacar a Dios de tu exis-
tencia. Quiere que maldigas el nombre de Dios y le vendas
tu alma. Trató de hacerlo con Job, el patriarca del Antiguo
Testamento. Casi lo volvió loco. Le quitó los hijos, la salud y
los bienes materiales. La esposa lo abandonó. Se quedó solo,
padeciendo una maligna enfermedad de la piel, que lo cubría
de llagas de la cabeza a los pies. Sus amigos lo criticaron; di-
jeron que todo lo que le sucedía era consecuencia de que te-
nía algún pecado escondido. ¡Pero no era cierto! Job era un
hombre justo. ¿Por qué sufren los justos? Porque detrás de
todo eso está el enemigo, el causante del dolor, el sufrimiento
y la muerte.
Pero Dios todavía controla todo. El enemigo se puede reír
DIOS TODAVÍA CONTROLA EL UNIVERSO 227

de ti hoy y mañana, pero cuando llegue el tercer día de nuevo


saldrá el Sol. Eso fue lo que sucedió con Job. Sanó, le nacie-
ron otros hijos y Dios le devolvió el doble de todo lo que Luci-
fer le había quitado.
El Apocalipsis afirma con claridad que Dios está contro-
lando todo el Universo. Sigue ocupando el trono celestial. La
pregunta que corresponde ahora es: ¿Está ocupando el Se-
ñor el trono del corazón humano? ¿O está el hombre tan
ocupado en encontrarse a sí mismo que no tiene tiempo ni
lugar para el Altísimo?

El secularismo y sus consecuencias


El secularismo se está apoderando del hombre de nues-
tros días. "Nuestro secularismo actual es una experiencia to-
talmente nueva, sin precedentes en la historia humana -es-
cribe una profesora inglesa especialista en religiones-: Uno
de los motivos por los cuales la religión parece sin importan-
cia hoy, es porque muchos de nosotros no nos damos cuenta
de que estamos rodeados por lo invisible". 2
El resultado de esto es un hombre vacío y angustiado que
observa con temor el ocaso de otro milenio. La culpa existen-
cial lo atormenta. No sabe por qué, pero su conciencia lo
crucifica en el madero de su propio materialismo o libertinaje.
Si pudiera comprender el mensaje del Apocalipsis, sería dife-
rente, porque San Juan continúa describiendo de la siguien-
te manera el trono de Dios: "Alrededor del trono había un ar-
co iris semejante en su apariencia a la esmeralda". 3
¿Qué representa ese arco iris? El primer arco iris apareció
inmediatamente después del diluvio, como garantía del cum-
plimiento de la promesa de Dios de que nunca más volvería a
destruir este mundo con agua. El arco iris, en el mundo na-
tural, es el resultado de un fenómeno físico producido por el
paso de la luz del sol a través de las gotas de lluvia. Las Es-
crituras nos hablan del Sol de justicia, que es Jesús, y de la
lluvia de la misericordia divina. Por lo tanto, podemos aceptar
fácilmente el simbolismo de que el arco iris que San Juan vio
sobre el trono de Dios es la garantía de que su justicia y su
misericordia nunca nos fallarán.
228 DIOS TODAVÍA CONTROLA EL UNIVERSO

¿Qué otra cosa puede necesitar alguien que está angustia-


do si no es la misericordia? Significa paz, perdón, transfor-
mación y gracia. Dios, desde su trono, nos sigue diciendo:
"Hijo mío, te amo, no importa quién seas, ni cómo vives, ni tu
pasado ni tu presente; puedes acudir a mí y recibir mi miseri-
cordia. Nunca más me acordaré de tu pasado. Me olvidaré de
todos tus errores. Te haré nacer de nuevo, y tendrás delante
de ti la perspectiva de una vida renovada".

La obra perniciosa del enemigo

Pero el Apocalipsis también nos cuenta la historia de có-


mo el enemigo intentó apoderarse del trono de Dios. Trató de
dirigir la adoración del hombre hacia cualquier cosa menos
hacia el Señor. Trató de desvirtuar su carácter. Lo acusó de
tirano, arbitrario e intransigente por haber establecido princi-
pios que, en su opinión, las criaturas no podían obedecer. A
continuación trató de convencer al hombre para que creara
su propia manera de vivir, induciéndolo a restarle valor a la
Palabra de Dios.
Esa obra perniciosa del enemigo comenzó en los cielos.
Allá consiguió engañar a la tercera parte de los ángeles. Jun-
to con ellos se rebeló abiertamente contra el Creador. Tú ya
conoces la historia. El diablo fue arrojado a la Tierra y sus
ángeles fueron arrojados con él.
Desde ese día él y sus ángeles se han dedicado de todas
maneras y por todos los medios a proseguir el gran conflicto
de los siglos, cuyo objetivo es apoderarse del trono de Dios,
del Universo y del corazón humano.

En el jardín del Edén

En el jardín del Edén se presentó disfrazado de serpiente,


estableciendo así una estrategia característica de él: engañar,
disfrazarse, aparentar, seducir y deslumbrar. Los argumen-
tos que el diablo le presentó a Eva fueron los siguientes: Pri-
mero: "Si comes del fruto, serás como Dios"; o sea: "No nece-
sitas a Dios porque tú misma puedes ser tu propio dios.
Adórate a ti misma". Segundo: "¿De modo que Dios dice que
DIOS TODAVÍA CONTROlA EL UNNERSO 229

si comes del fruto de este árbol vas a morir? La verdad es


que no morirás. Por lo tanto, no necesitas obedecer".
¿Te das cuenta? Adoración y obediencia. Estos fueron
siempre los dos puntos vitales en el gran conflicto de los si-
glos.
Después de la entrada del pecado, Dios le presentó a los
seres humanos el evangelio eterno que contenía el plan de
salvación. Los hombres debían sacrificar un cordero como
símbolo del "Cordero de Dios, que quita el pecado del mun-
do". Ofrecer un cordero significaba adorar y obedecer al Se-
ñor. Pero vino el diablo a confundir las cosas en el corazón
humano. El pueblo de Israel, inconscientemente, comenzó a
adorar su propia adoración. Las ceremonias le hicieron per-
der de vista el verdadero Cordero que era Jesús. De modo
que cuando el Mesías apareció, nadie logró reconocerlo. Lo
rechazaron, se burlaron de él y lo crucificaron. "A lo suyo vi-
no, pero los suyos no lo recibieron". 4
El diablo consiguió una vez más lo que quería. La gente
estaba adorando más su propia religión, sus ceremonias,
sus ritos, que al verdadero Mesías.

IISólo a Dios adorarás"

Después vino la iglesia cristiana, formada básicamente


por doce judíos que aceptaron a Jesús como el Mesías. El
cristianismo comenzó a desarrollarse y a extenderse por el
mundo conocido en aquel tiempo. Tenía como consigna una
declaración formulada por el mismo Cristo, cuando el diablo
trató de destruirlo en el desierto. Esa declaración es la si-
guiente: "Al Señor tu Dios adorarás y sólo a él servirás". 5 En
esa ocasión, en el desierto, el Señor Jesús confirmó otro de
los grandes puntos del conflicto con el enemigo: "No sólo de
pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios". 6 Adoración y obediencia; ¿te das cuenta cómo todo
vuelve al punto de partida?
En el curso de la historia de la iglesia cristiana, el diablo
ha intentando distorsionar estos dos asuntos. Introdujo con
mucha sutileza la adoración de seres humanos que, aunque
230 DIOS TODAVÍA CONTROLA EL UNIVERSO

hayan vivido vidas piadosas, no merecían adoración, por la


sencilla razón de que las Escrituras condenan esa práctica.
También comenzaron a introducirse doctrinas falsas, asuntos
que no tienen ningún fundamento bíblico. El argumento (no
sólo del pasado sino también del presente) era que la iglesia
tiene poder para modificar algunas de las cosas que aparecen
escritas en el Libro de Dios.

La persecución de los herejes

Pero el Señor siempre tuvo un grupo de hijos fieles que


estaban dispuestos a adorar al único Dios verdadero y a obe-
decer solamente su Palabra. Durante la Edad Media a estas
personas se les dio el nombre de "herejes", y se las persiguió
por el único delito de no aceptar otra norma de fe y de doctri-
na sino la Palabra de Dios.
Los intentos del enemigo de distorsionar la verdadera
adoración y la obediencia debidas a Dios fueron sumamente
variados. Usó la persecución de la iglesia que se daba a sí
misma el nombre de cristiana; usó el ateísmo, la persecución
política, el racionalismo y, en nuestros días, la Nueva Era, el
espiritismo y el secularismo. Estos tres últimos elementos
son instrumentos que el enemigo está diseminando hoy por
medio de películas, novelas, música, literatura, programas
de televisión, etc. Cuentan también con el patrocinio y la de-
fensa de estrellas de cine, astros en las diferentes esferas de
la actividad humana, en fin, gente famosa, encantadora, ca-
rismática, que cuenta con seguidores, que es idolatrada e
imitada, de tal modo que todas esas concepciones filosóficas
se introducen sutilmente en el cuerpo doctrinal del cristia-
nismo moderno.
Para los que aceptan esas ideas, Dios no pasa de ser una
manifestación de la energía, una fuerza interior. Puede estar
en todo y en todos. Dejó de ser un Dios personal. No controla
la vida. No pasa de ser una especie de amuleto, que sólo sirve
para solicitarle ayuda cuando el automóvil se está desba-
rrancando. "Puedes adorar a Dios como te parezca", dicen.
"No necesitas tomar tan en serio las cosas que dicen las Es-
crituras; después de todo, ¡es un libro tan viejo!" Y te quedas
DIOS TODAVÍA CONTROLA EL UNIVERSO 231

confundido.
El último llamado de Dios

Pero el Apocalipsis revela que el Señor levantará un pue-


blo, simbolizado por un ángel, para proclamar en nuestros
días un mensaje que es el último llamado de Dios a los seres
humanos. Ese mensaje es muy claro: "¡Temed a Dios y dadle
glorta, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel
que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las
aguas!" 7
Es un llamado a la verdadera adoración y a la obedien-
cia. La advertencia es: "Adora al Creador y no a la creación";
"Da glorta y honra al Creador, no a las criaturas".
Y la razón para ello es solemne: "Porque la hora de su jui-
cio ha llegado". Quiere decir que la historta no continuará
para siempre así como hasta ahora. El tiempo del enemigo
ya entró en la cuenta regresiva. Acusó a Dios y desvirtuó el
carácter divino; mintió, engañó y sedujo. Se reviste de santi-
dad, de luces, de milagros, de piedad, con el único objetivo de
desviar la adoración humana en sentido equivocado, pero su
tiempo está llegando a su fin. La hora del juicio ya llegó.

De nuevo la persecución

Esto nos lleva al penúltimo capítulo de la historia huma-


na. Satanás usará de nuevo un arma que ya estaba olvidada:
la persecución. La empleó en cierto momento de la historia,
pero sin resultados. De todas maneras, la profecía nos anun-
cia que el diablo la empleará de nuevo y con fuerza. El nuevo
milenio puede ser el tiempo cuando contemplemos el cum-
plimiento de esta profecía: "Y abrió su boca para blasfemar
contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernácu-
lo y de los que habitan en el cielo. Se le permitió hacer guerra
contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad
sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. La adoraron todos
los habitantes de la tierra cuyos nombres no estaban escrttos
desde el principio del mundo en el libro de la vida del Corde-
ro".8
Es interesante notar que a pesar de la persecución que el
232 DIOS TODAVÍA CONTROLA EL UNIVERSO

enemigo lanzará contra el pueblo de Dios, siempre habrá


gente que no se rendirá. Todo el mundo adorará al poder re-
presentado por la bestia, menos aquellos cuyos nombres se
encuentren escritos en el libro de la vida. Entre ellos te pue-
des encontrar tú, si permites que Dios te ayude a entender el
momento solemne que vive la humanidad en este momento.
Pero el último gran intento del diablo para destruir al
pueblo de Dios y distorsionar la adoración y la obediencia no
durará mucho tiempo. El regreso de Cristo le pondrá fin a la
historia del pecado y la rebelión en este mundo. El enemigo
puede haber intentado arrebatarle el trono a Dios, pero no lo
ha conseguido.

Los redimidos victoriosos

El Apocalipsis nos revela esto al describir algunas esce-


nas en las que participan los redimidos victoriosos en los cie-
los. Observa cómo, después que el conflicto llega a su fin, las
criaturas reconocen que sólo Dios merece adoración: "Los
veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus tronos
delante de Dios, se postraron sobre sus rostros y adoraron a
Dios, diciendo: 'Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso,
el que eres, que eras y que has de venir, porque has tomado
tu gran poder y has reinado' ". 9
¿Notas? "Has tomado tu gran poder", dicen los ancianos.
¿Por qué "has tomado"? Porque el derecho de Dios a su trono
había sido puesto en tela de juicio por el diablo allá en los
cielos.
Ahora observa a los redimidos victoriosos: "Y oí como la
voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas
aguas y como la voz de grandes truenos, que decía: '¡Aleluya!,
porque el Señor, nuestro Dios Todopoderoso, reina. Gocémo-
nos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las
bodas del Cordero' ". 10

La gloria y la adoración restablecidas

Puedes ver que la gloria y la adoración debidas solamente


a Dios quedan totalmente restablecidas. Las criaturas lo se-
DIOS TODAVÍA CONTROLA EL UNIVERSO 233

guirán adorando por toda la eternidad. La profecía lo anuncia


de esta manera: "Y todos los ángeles que estaban en pie alre-
dedor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vi-
vientes, se postraron sobre sus rostros delante del trono y
adoraron a Dios, diciendo: '¡Amén! La bendición, la gloria, la
sabiduria, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortale-
za sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!' "11
La gran pregunta es: ¿A quién estamos adorando y obede-
ciendo hoy?
Dios recuperará el control definitivo del Universo. La pro-
fecía es contundente cuando lo afirma. Pero la pregunta es:
¿Puede Dios tener el control de tu vida hoy? Te está llaman-
do. Te invita y te espera, pero no quiere forzar tu voluntad. Y
en este momento está muy cerca de ti, con los brazos abier-
tos, esperándote.

Referencias
1 Apocalipsis 4:2.

2
Armstron¡4, Karen. Una historia acerca de Dios, citada por la Revista Veja. 2 de abril
de 1997.
3
Apocalipsis 4:~3.
4
S. Juan 1:29, 11.
" S. Mateo 4: 10.
6 S. Mateo 4:4.
7
Apocalipsis 14:7.
8
Apocalipsis 13:6-8.
u Apocalipsis 11: 16, 17.
1o Apocalipsis 19:6, 7.
11
Apocalipsis 7:11, 12.
23

EL NUEVO
ORDEN MUNDIAL

ran las 14:04 del 17 de marzo de 1992. El cora-

E zón de Buenos Aires casi se detuvo. En la es-


quina de las calles Suipacha y Arroyo, la emba-
jada de Israel fue destruida por una bomba que segó
decenas de vidas. Por coincidencia me encontraba ese
día en la Argentina, y pude ver por televisión la deses-
peración de la gente, las lágrimas de impotencia y las
expresiones de amargura y repulsión. ¿Quién había si-
do capaz de semejante barbaridad? Sólo una mente
enferma o una cabeza perdida en el laberinto de la lo-
cura. Ningún ser normal tendría el valor de provocar
esa escena de horror, sangre y muerte.
Al día siguiente, en el vuelo que me llevaba a Méji-
co, quedé con los ojos perdidos observando a través de
la ventanilla. En mi mente todavía hervían las escenas
de horror, los gritos de auxilio y la solidartdad del pue-
blo argentino después de la tragedia. Me acordé enton-
ces de mi país, el Perú, cansado de sangrar, sufrir y
llorar sus víctimas inocentes que mueren sin saber por
qué.
Si pudieras preguntarle a un joven militante de
Sendero Luminoso o de la OLP (Organización para la
Liberación de Palestina), o de cualquier otro grupo re-
(235)
236 EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

volucionario de ésos que andan sembrando la muerte por di-


ferentes lugares, con seguridad te dirá que lo hace para pro-
testar por la injusticia social, y que su objetivo es cambiar el
orden de las cosas, porque el actual sistema está putrefacto y
se cae a pedazos.

Un guerrillero y el evangelio

En 1994 dirigí una serie de reuniones de evangelización


en el Estadio Nacional de Lima, Perú. Vinieron cuarenta mil
personas durante cuatro noches. Un mes después recibí una
carta de un militante de un grupo revolucionario de ese país.
Me escribía lo siguiente:
"Fui al Estadio Nacional, no porque me interesara el pro-
grama sino para cumplir un deber que me impuso mi grupo.
Siempre estamos presentes en todas las reuniones públicas.
Lo sabemos todo; participamos en todo. No crea que soy de-
salmado y sin corazón. Tengo sentimientos, pero también
tengo sueños. Sueño con un país verdaderamente libre, en el
cual exista la justicia social, y donde el pobre no padezca
más la esclavitud que le impone el rico. Quiero un país donde
los niños puedan nacer con la esperanza de ser algo en la vi-
da, y que tengan derecho a la salud, la educación y la digni-
dad. Sé que es necesario destruir la actual estructura social
para que ocupe su lugar una estructura nueva. Por eso mis
manos están manchadas de sangre. Por eso no perdoné a los
que me suplicaban misericordia. ¿Cree usted que no me dolió
hacerlo? ¿Cree que no tengo corazón? Pero todo sueño tiene
un precio, y yo estoy dispuesto a pagar el del mío. Hasta ese
día cuando lo oí predicar en el Estadio Nacional mezclado
con la multitud, y le escuché hablar de Jesús. Esa noche
descubrí que toda la sangre necesaria para construir una
nueva sociedad ya había sido derramada en la cruz. Pero,
¿qué quiere usted que yo haga ahora? ¿Cómo olvidarme de
esas personas arrodilladas, suplicándome que les perdonara
la vida? ¿Cómo puedo convivir con las noches de insomnio y
las horribles pesadillas que me atormentan?"
Esa carta expresa en forma dramática lo que sienten m u-
chos corazones. Algo anda mal en este mundo. Podemos ver-
EL NUEVO ORDEN MUNDW.., 237

lo todos los días en los titulares de los diarios, en las calles,


cerca de nosotros. Podemos sentirlo en la injusticia de un
mundo que pone los valores cabeza abajo. Los deshonestos
prosperan, mientras que los honestos son calificados de estú-
pidos, ingenuos y pasados de moda. Mueren los inocentes y
sufre gente que no ha hecho nada malo. La tierra está conde-
nada con1o consecuencia de la voracidad humana. Hay se-
quías en algunos lugares, mientras otros se inundan. En
otros hay huracanes, terremotos, incendios, tragedias aéreas
y enfermedades misteriosas e incurables. Nadie puede negar
que el mundo se dirige peligrosamente hacia su autodestruc-
ción.

Un cielo nuevo y una tierra nueva


,..
En medio de todo esto nos llega la visión que registró San
Juan en el Apocalipsis: "Entonces vi un cielo nuevo y una
tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra ha-
bían pasado y el mar ya no existía más ... Y oí una gran voz
del cielo, que decía: 'El tabernáculo de Dios está ahora con
los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y
Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios to-
da lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni
habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras co-
sas ya pasaron' ". 1
Este será el comienzo de la verdadera nueva era, que no
tiene nada que ver con la Era de Acuario de este mundo pu-
trefacto y contaminado por el vin1s del pecado. No se trata
de mejorar este planeta, sino de crear un mundo completa-
mente nuevo.

Un cataclismo universal

Tal vez ya te preguntaste: "¿Por qué es necesario que este


mundo sea destruido en ocasión del regreso de Cristo?" ¿Te
acuerdas del cataclismo universal que describe el autor del
Apocalipsis? "El cielo se replegó como un pergamino que se
enrolla, y todo monte y toda isla fueron movidos de sus luga-
res". 2 Y San Pedro añade: "Pero el día del Señor vendrá como
238 EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

ladrón en la noche. Entonces los cielos pasarán con gran es-


truendo, los elementos ardiendo serán desechos y la tierra y
las obras que en ella hay serán quemadas". 3
Esto implica una catástrofe generalizada en nuestro pla-
neta, pero la pregunta persiste: "¿Por qué?" Porque el mundo
que Jesús encontrará cuando regrese no será el mundo per-
fecto que él entregó a los seres humanos en el jardín del
Edén. Dios nos dio un mundo maravilloso, y nosotros lo con-
vertimos en un enorme basurero ecológico. Él creó seres hu-
manos felices y equilibrados, y nosotros nos convertimos en
máquinas enloquecidas devoradoras de placer. Por eso es ne-
cesario que todo sea destruido en ocasión de su regreso, para
que él lo pueda hacer todo de nuevo.
Y ahí está ahora la Tierra nueva, descrita por el apóstol
San Juan: sin dolor, sin tristeza, sin enfermedades, sin
muerte.

La historia llega a su fin

Ahora el cuadro de la historia humana está completo. Si


comienzas a leer las Escrituras descubrirás algo interesante.
El Génesis empieza relatándonos acerca de la creación de un
mundo perfecto. Todo era maravilloso; existía armonía y
equilibrio en lo creado. Luego viene el capítulo 3, que nos
cuenta cómo entró el pecado en este mundo. Satanás se dis-
frazó para inducir a los seres humanos a adorar cualquier
cosa menos a Dios, y asimismo para sugerirles la desobe-
diencia. Los seres humanos cayeron, y así entraron el sufri-
miento y el dolor, la desconfianza, el egoísmo, el espíritu de
acusación y crítica, la envidia, y muchas cosas más. Se alteró
el equilibrio ecológico, aparecieron las espinas y la tierra se
volvió improductiva; vino el caos.
A partir de ese momento comenzó la historia del pecado
en este triste mundo. A lo largo de ella millones envejecieron,
perdieron la vida y fueron infelices. Experimentaron en su
corta existencia una cierta cantidad de mutilaciones físicas
y psicológicas, de las cuales nunca pudieron librarse.
Entonces vino el plan de salvación. Se sacrificó un corde-
rito para cubrir con su piel la desnudez del hombre. Median-
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL 239

te ese acto Dios estaba diciendo que un día enviaría a su


propio Hijo, el Cordero de Dios, la única solución de los pro-
blemas humanos. El Señor quería restaurar al hombre para
devolverlo a su estado original, mientras el enemigo, por su
parte, intentaba consumar su destrucción.
La Escritura en su totalidad, a partir de allí, describe la
gran lucha entre Cristo y Satanás para ejercer dominio so-
bre el corazón humano. Satanás sedujo, engañó y a veces
obligó a la raza humana a rechazar a Dios y seguir sus pro-
pios caminos, mientras Jesús siempre tuvo un pueblo que lo
adoraba y le obedecía.

El epílogo de todo

El Apocalipsis es el epílogo de todo. En él se describe la


lucha final, se desenmascara al enemigo y se ponen en evi-
dencia sus estratagemas. En él también se advierte a la hu-
manidad acerca de la urgencia y los peligros de los tiempos
en que estamos viviendo.
Este mundo será destruido, y con él desaparecerán todos
los que cerraron los oídos al clamor divino.
La historia está llegando a su fin. Cristo regresará para
reclamar a sus fieles, y se los llevará por mil años al cielo.
Después los traerá de vuelta para que sean los habitantes de
una tierra totalmente renovada y transformada.

Una visión de la tierra renovada

El profeta Isaías dice que en esta tierra los redimidos


"edificarán casas y morarán en ellas; plantarán viñas y co-
merán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite ni
plantarán para que otro coma". 4
¿Puede haber más justicia social que ésta? La lucha entre
el capital y el trabajo habrá llegado a su fin. No habrá más
explotación del hombre por el hombre, ni clases sociales, ni
diferencias en la capacidad adquisitiva de la gente.
También llegará a su fm la violencia: " 'El lobo y el cordero
serán apacentados juntos; el león comerá paja como el
buey ... No afligirán ni harán mal en todo mi santo monte'.
240 EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

---··

Jehová lo ha dicho". 5
Este es el fin de todo y el comienzo de una vida sin fin. El
Apocalipsis termina relatando la victoria final de Jesús y de
sus redimidos, y la erradicación completa del pecado. Todos
los que decidieron seguirlo entrarán finalmente con Cristo en
el hogar.

Los hijos de Dios en el curso de la historia

Sin embargo, a lo largo de la historia millares de hijos de


Dios murieron en la arena del desierto, en espera del cumpli-
miento de la promesa. El autor de la Epístola a los Hebreos,
al hablar de ellos, comenta lo siguiente: ''Todos ellos, por fe,
conquistaron reinos. hicieron justicia, alcanzaron promesas,
taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evita-
ron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron
fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
Hubo mujeres que recobraron con vida a sus muertos; pero
otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de
obtener mejor resurrección. Otros experimentaron oprobios,
azotes y, a más de esto, prisiones y cárceles. Fueron ape-
dreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espa-
da. Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL 241

y de cabras, pobres, angustiados, maltratados. Estos hom-


bres, de los cuales el mundo no era digno, anduvieron erran-
tes por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las
cavernas de la tierra. Pero ninguno de ellos, aunque alcanza-
ron buen testimonio mediante la fe, recibió lo prometido''. 6
Vieron la tierra de lejos, pero no entraron en ella. Creye-
ron por la fe en la promesa, pero la muerte los sorprendió.
Sin embargo, la historia no se repetirá, porque, al ver las se-
ñales del regreso de Jesús, tenemos la seguridad absoluta de
que en breve, muy en breve, ¡iremos con Cristo a nuestro ho-
gar defmitivo!

Referencias
1
Apocalipsis 21:1, 3, 4.
2 Apocalipsis 6:14.

s 2 S. Pedro 3:10.
4
Isaías 65:21, 22.
s Isaías 65:25.
6
Hebreos 11:33-39.

16--TM
24

,
lA INVrrACION FINAL

e uando observas las perspectivas del mundo


maravilloso que Dios nos ha prometido para
dentro de poco, ¿no se apodera de ti cierta
aprehensión? Un joven me decía no hace mucho: "Pas-
tor, todo esto es demasiado bueno para ser verdad". Y
en efecto, así es. San Pablo afirma que "cosas que ojo
no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hom-
bre, son las que Dios ha preparado para los que lo
aman". 1
Pero, ¿de qué sirven todas esas maravillas si el ca-
mino para llegar hasta allí es tan difícil? ¿Acaso no se-
rán sólo los buenos los que heredarán la Tierra nue-
va? ¿No declaró el mismo autor del Apocalipsis que
"los cobardes e incrédulos, los abominables y homici-
das, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos
los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde
con fuego y azufre"? 2
Es verdad que el Apocalipsis afirma eso. Pero lo
que no es verdad es que diga que. el camino para llegar
hasta allá sea tan dificil. Lo que pasa es que el enemigo
quiere que tú creas eso, para que te desanimes y te re-
signes a vivir una vida fugaz en esta Tierra.
Jesús dice claramente: "¡Vengo pronto!, y mi galar-
(243)
244 lA INVITACIÓN FINAL

dón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su


obra". 3 Pero enseguida añade: "Bienaventurados los que la-
van sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para
entrar por las puertas en la ciudad". 4
Tú y yo podemos estar allá si lavamos nuestras ropas en
la sangre del Cordero. El Cordero es nuestra solución. Es la
única solución de los problemas humanos.
En el jardín del Edén, cuando Adán y Eva lo echaron todo
a perder y se vieron desnudos, intentaron resolver el proble-
ma con sus propias manos. El texto de las Escrituras dice
que "cosieron ... hojas de higuera y se hicieron delantales". 5
¡Hojas de higuera! ¿Te imaginas? ¿Cuánto puede durar una
túnica de hojas de higuera? ¿Una semana? ¿Un día? ¿Una
hora? Tal como las miserables hojas de higuera son las solu-
ciones que el hombre prepara mediante su propio esfuerzo.
No duran, ilusionan. Parece que alivian el dolor, pero no cu-
ran.
Allá en el jardín del Edén Dios tuvo que sacrificar dos
corderos para hacer con la piel de ellos vestimentas que cu-
briesen la desnudez humana. La sangre de esos corderos se
derramó como un símbolo de la sangre de Jesús, el Cordero
de Dios que quita el pecado del mundo. Por eso el Apocalipsis
dice: "Bienaventurados los que han lavado sus ropas y las
han blanqueado en la sangre del Cordero". 6

El.g~an .clía.. ~~ . ~~ . ~.~~~~~.~.~ ............ .


Hoy es el gran día de la decisión. Tienes que confiar. Todo
ser humano que se concentre en su buen comportamiento o
en su conducta irreprensible estará perdido, porque todo lo
que el hombre toca queda con la terrible mácula de su propia
humanidad. Por eso Jesús le dijo cierta vez a Nicodemo: "De
cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espí-
ritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la
carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es". 7
Desgraciadamente millones de personas están desistiendo
porque les parece que no sirve todo el esfuerzo que están ha-
ciendo, pues creen que será imposible cumplir con todos los
LA INVITACIÓN FINAL 245

requisitos necesarios para entrar en el reino prometido.


Ésta ha sido siempre la manera de pensar de los huma-
nos. Cuando Jesús estuvo en esta Tierra reunió un día a sus
discípulos y les dijo: "No se turbe vuestro corazón; creéis en
Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas
moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy,
pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os prepa-
ro lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que
donde yo esté, vosotros también estéis". 8
¿Podría haber una promesa más alentadora para los seres
humanos que enfrentan las amarguras de esta vida? ¿No de-
berla haber sido esa promesa un motivo para que los discípu-
los se animaran y glorificaran el nombre de Dios? Pero no lo
hicieron. Sin tardanza comenzaron a pensar que seria impo-
sible estar preparados para recibir el cumplimiento de esa
promesa. Tomás habló en nombre de ellos: "Señor, no sabe-
mos adónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?" 9
A lo que Jesús respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vi-
da; nadie viene al Padre sino por mí". 10

Jesús es el único camino


Él es la solución. Nadie llega hasta el Padre si no es por
él. Es una lástima que Adán y Eva no entendieran esto
cuando pecaron. Si así hubiera sido, no hubiesen perdido el
tiempo cosiendo hojas de higuera. Habrian corrido hasta
donde estaba el Cordero, y sus problemas habrian encontra-
do inmediata solución.
Israel tampoco lo entendió. Por eso, cuando Jesús vino a
este mundo, los judíos no lo aceptaron.
Millones y más millones de seres humanos tienen dificul-
tad para entender que la solución de todos los problemas es
Cristo. La gente llora sin Dios. Luchan con sus propias fuer-
zas, usan métodos humanos para salir de las dificultades, y
mientras más luchan, sienten que más sumergidos están.
Hoy existen hogares destrozados, temperamentos distorsio-
nados, corazones rotos, vidas arruinadas. Los seres huma-
nos buscan la salida por todas partes y no la encuentran.
246 LA INV1TACIÓN FINAL

Mientras tanto Jesús está allí, con los brazos abiertos, espe-
rando, suplicando y creyendo en el hombre.

El libro de la decisión

El Apocalipsis es el libro de la decisión. Por un lado, Dios


llama por medio del Cordero. Del otro lado, el enemigo del
Señor reúne a la gente que consigue engañar, seducir y domi-
nar. Dios reúne a sus fieles en el monte Sión. El diablo junta
a los suyos en el valle del Armagedón. Subir al monte requie-
re muchas veces renuncia y dolor; en cambio, para descender
al valle, no es necesario hacer nada. Tal vez por eso las multi-
tudes se congregan en el valle.
Si analizas seriamente las Escrituras, descubrirás que
hoy hay tres clases de personas: los seguidores del Cordero,
los seguidores del enemigo del Cordero y los indecisos. Miles
de millones de seres humanos todavía no tomaron su deci-
sión. Son gente sincera y maravillosa que todavía no ha des-
cubierto la verdad. Nunca rechazaron a Jesús; caminan en
dirección contraria en la sincera creencia de que están si-
guiendo a Jesús.
El Apocalipsis es un libro catalizador. Después de estu-
diario no puedes seguir siendo neutral. Nadie puede hacerlo.
En el fm de los tiempos el tercer grupo desaparecerá. Que-
darán sólo dos grupos. Las Escrituras están llenas de ilus-
traciones que prueban esta verdad. En el fin de los tiempos
sólo haBrá ovejas y cabritos, 11 trigo y cizaña, 12 vírgenes pru-
dentes y vírgenes insensatas, 13 los que siguen al Cordero 14 y
los que siguen al dragón, 15 la mujer vestida del soP 6 y la mu-
jer vestida de púrpura y escarlata. 17 Son sólo dos grupos, ¿te
das cuenta?
¿Dónde fue a parar el tercer grupo? Toda esa gente mara-
villosa, honesta y sincera tendrá que tomar una decisión en
algún momento. Cuando llegue el tiempo del fm, permane-
cer en terreno neutral equivaldrá a estar en contra.

~~_())# _e.s el_g'.~.n fJ._i_él.!.... ..... .


Hoy es el gran día de la decisión. Por eso Jesús cierra el
LA INVITACIÓN FINAL 247

Apocalipsis con una invitación: "El Espíritu y la esposa di-


cen: '¡Ven!' El que oiga diga: '¡Ven!' Y el que tiene sed, venga.
El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida". 18
¿Crees tú que este mundo está tan contaminado de vio-
lencia, injusticia, traición, dolor y sufrimiento que ya no vale
más la pena seguir viviendo en él? Entonces ven, porque los
brazos de Jesús están abiertos esperándote.
¿Estás herido, abandonado y triste? ¿Te sientes rechazado
y crees que has sido víctima de injusticias? Entonces ven,
porque Jesús quiere curar tus heridas y prepararte para la
vida eterna.
No importa quién eres, ni cómo has vivido hasta este mo-
mento. No importa si nunca creíste estas cosas pero en este
momento, de manera incomprensible, sientes el toque del
Espíritu en tu corazón. Por favor, ven, antes que Jesús pro-
nuncie su veredicto final: "El que es injusto, sea injusto toda-
vía; el que es impuro, sea impuro todavía; el que es justo,
practique la justicia todavía, y el que es santo, santifiquese
todavía". 19
¿Qué significa esto? Que dentro de muy poco tiempo más
el juicio llegará a su fin. Tú sabes que todo lo que comienza
llega a su fin, y el gran juicio que comenzó en 1844 también
tendrá que llegar a su fm.

El mal no puede durar para siempre. El pecado no puede


triunfar. Lucifer no puede seguir haciendo daño a los hijos
de Dios. El momento final tendrá que llegar, cuando Jesús
mire a su Padre y diga: "Padre, terminé de hacer lo que me
encargaste que hiciera por el hombre. Fui a la Tierra y morí
en la cruz del Calvario para poder salvarlo. Después envié al
Espíritu Santo para que siguiera llamándolos. Como ves,
muchos aceptaron la invitación, lavaron sus ropas en la san-
gre del Cordero, pero todos los que tenían que aceptar ya
aceptaron. Ha llegado la hora de ponerle fin a la historia del
pecado...
248 LA INVITACIÓN FINAL

Crist~...".O.I~.e.~éi . p~~~ b.l.l~~~~ . ~ . ~O..~ .. ~~~~~~ ......... .


En ese día, amigo mío, nadie más se podrá perder ni sal-
var. Los libros se cerrarán, y Cristo regresará a la Tierra para
buscar a sus hijos.
"Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los
santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de
gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; en-
tonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor
las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y
los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su
derecha: 'Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino pre-
parado para vosotros desde la fundación del mundo' ". 20
Tú puedes formar parte de este grupo. Ven a Jesús y en-
trégale tu pasado. Tráele los traumas que te produjo la vida.
Tráele tus pesadillas, tus luchas, tus sufrimientos. Lava tus
ropas en la sangre del Cordero, y prepárate para vivir con él
para siempre.

Referencias
1
1 Corintios 2:9.
2
Apocalipsis 21:8.
3 Apocalipsis 22: 12.
4 Apocalipsis 22:14.
5 Génesis 3:7.
6
Apocalipsis 7:14.
7
S. Juan 3:5, 6.
s S. Juan 14:1-3.
9
S. Juan 14:5.
10
S. Juan 14:6.
11 S. Mateo 25:33.
12
S. Mateo 13:24-30.
13 s. Mateo 25:1-13.

14 Apocalipsis 14:4.

15 Apocalipsis 13:8.
16 Apocalipsis 12: l.

1 Apocalipsis 17:3.
7

1a Apocalipsis 22: 17.


19 Apocalipsis 22: 11.

2o S. Mateo 25:31-34.

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