Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El anticristo de Juan
Los textos
La palabra griega antijristós, ha sido em
pleada cinco veces por el apóstol Juan en sus
dos primeras epístolas. He aquí los pasajes,
según la versión Valera (rev. 1960):
“Hijitos, ya es el último tiempo; y según
vosotros oísteis que el anticristo viene, así
ahora han surgido muchos anticristos; por
esto conocemos que es el último tiempo.
Salieron de nosotros, pero no eran de noso
tros; porque si hubiesen sido de nosotros,
habrían permanecido con nosotros; pero sa
lieron para que se manifestase que no todos
son de nosotros... ¿Quién es el mentiroso,
sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este
es anticristo... Todo espíritu que no confiesa
que Jesucristo ha venido en carne, no es de
Dios; y éste es el espíritu del anticristo, el
9
Referencias
1 L’Antéchrist, 1932, págs. 385,386.
2 Courte Explication des Sceaux et des Trompettes de 1*Apocalyp-
se, Toulouse, 1839, pág. 132.
3 Odisea, III, 414.
4 Moulton y Howard, A Grammar of the New Testament Greek,
II, 1929, pág. 297.
5 Guienness, Les Prophéties des Derniers Temps, pág. 63.
6 William Bell Dawson, The Time is at Hand, 1926, pág. 62.
7 Basil Steward, Foretold and FulflUed, Londres, 1926, pág. 13.
Synonymes du Nouveau Testament, 1869, pág. 122.
g
Su intolerancia
Este poder hace guerra a los santos
30 EL ANTICRISTO
El anticristo final
[Véase entre los católicos a Ribera9, La-
cheze10; entre los protestantes a L. Barbey11,
B. W. Newton12 y Gaudibert.13]
Jerónimo, que rechaza la identificación
del cuerno pequeño del capítulo 7 con An-
tíoco, propuesta por Porfirio14, acepta la
interpretación del filósofo neoplatónico en
el capítulo 815, pero, agrega: “La mayor par
te de nuestros comentadores aplican este
pasaje al anticristo: Piensan que lo que ocu
rrió bajo Antíoco, no es más que un tipo de
lo que se cumplirá bajo el anticristo”.16 Este
punto de vista ha sido adoptado por Seiss y
por R. Pache. Pero el anticristo bíblico, es
un poder dinástico y no un individuo, como
veremos más adelante. Por otra parte, ¿có
mo puede hacerse salir un personaje todavía
futuro, de uno de los cuatro reinos helenís
ticos, que han dejado de existir desde hace
tantos siglos?
EL PEQUEÑO (GRAN) CUERNO... 43
El papado
Lutero y Melanchton han visto en el
cuerno pequeño del capítulo 8, a Antíoco
como tipo (prefiguración) del papado. Hay
indudablemente, notables analogías entre
el cuerno pequeño del capítulo 8 y el del
capítulo 7, pero hay una dificultad. La dis
tancia cronológica entre la desaparición de
los cuatro cuernos del macho cabrío mace-
donio, y la aparición del papado. Además,
¿cómo puede hacerse surgir de la tercera
monarquía universal al papado, un poder
occidental (el undécimo cuerno de la bestia
romana del capítulo 7), que pertenece a la
cuarta?
Quedan otras dos interpretaciones, en
tre las cuales se dividen los exégetas, que se
niegan a identificar entre sí los poderes rep
resentados por los pequeños cuernos de los
capítulos 7 y 8.
El mahometismo
Con algunas variantes de detalle, es la
opinión de Digby, Keith, Elliot, Faber, Ir-
ving, Frére, Gaussen. Guinness considera a
“Antíoco, como un precursor del cuerno
pequeño, siendo el islamismo la realidad
plena y propia oculta bajo el símbolo”.17
Guers, reservando un cumplimiento futuro
44 EL ANTICRISTO
El hombre de pecado
El texto
“Pero con respecto a la venida de nues
tro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con
él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis
mover fácilmente de vuestro modo de pen
sar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por
palabra, ni por carta como si fuera nuestra,
en el sentido de que el día del Señor está
cerca. Nadie os engañe en ninguna manera;
porque no vendrá sin que antes venga la
apostasía, y se manifieste el hombre de pe
cado, el hijo de perdición, el cual se opone
y se levanta contra todo lo que se llama Dios
o es objeto de culto; tanto que se sienta en
el templo de Dios como Dios, haciéndose
pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando
yo estaba todavía con vosotros, os decía es
to? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detie-
65
66 EL ANTICRISTO
¿Persona o personificación?
El poder que Pablo designa como el ad
versario, y Juan llama el anticristo, ¿es una
persona física (un individuo), o una persona
moral (una colectividad, un poder dinásti
co) o ambas cosas a la vez?
La primera tesis, que parecen favorecer
las expresiones “hombre de pecado”, “hijo
de perdición” (hebraísmo por “hombre per
dido”), sostenida por el monje Adson en un
tratado dirigido a la reina Gerberga, esposa
de Luis IV, rey de Francia40, ha sido retoma
da por el jesuíta italiano Roberto Bellarmi-
no, quien consagró un tratado al anticristo
en una de sus obras41; por el dominico espa
ñol Tomás Malvenda42; por el jesuíta belga
Lenaert Leys, o Lessius.43 Ha sido defendi
da por el franciscano belga Rigaux, quien
afirma: “Inmediatamente antes de la paru-
sía de Jesús, aparecerá un individuo hostil a
Dios y a los hombres: El anticristo”.44
Esta idea de un anticristo individual to
davía por venir, ha sido popularizada por
numerosos autores protestantes de tenden
cias plymouthistas.45
Diversas razones se oponen a esta teo
ría:
Primero, en lo que concierne a la natu
raleza del anticristo, en la visión del capítulo
80 EL ANTICRISTO
Panorama histórico
¡Anticristo! ¿Es éste un nombre que ha
servido para excitar hasta el abuso las pasio
nes políticas y religiosas? Obispos y papas lo
emplearon contra reyes y emperadores; pa
pas contra antipapas; católicos contra cis
máticos, herejes, protestantes; protestantes
contra católicos.
Constancio II, uno de los hijos de Cons
tantino el Grande, emperador de Oriente
en el 337, a la muerte de su padre, luego
único emperador del 351 al 361, tras la de
saparición de sus dos hermanos Constanti
no II y Constante II, era arriano. Trató de
lograr la unidad religiosa del imperio en
beneficio del arrianismo. Hilario, obispo de
Poitiers, en la segunda mitad del siglo IV, lo
denunció como el anticristo, o por lo menos
el precursor del anticristo, en un panfleto de
95
96 EL ANTICRISTO
1612.
Nelson, James Edward, 666. The Number of Anti-Christ, Londres
1883. Nueva edición, Oxford, 1892.
Neufeld, Don Frank, “The Antichrisí par excellence”, Review and
Herald, 8 de febrero de 1968, págs. 14, 15.
Newman, John Henry (1801-1890), The Protestant Idea of Anti-
christ, (1840). Reproducido en Essays Critical and Histo-
rical, 1901, II, págs. 112-185.
Nicolai, Philipp (1556-1608), De Duobus Antichristis Primariis,
Marb., 1590,1610; De Antichristo Romano, Rostock, 1609.
Ochino, Bemardino (hacia 1487-1564), LTmage de PAntechrist,
1544.
Pacard, George, Description de PAntechrist et de son Royaume,
Niort, 1604.
Pegorier, César, Systéme de la Religión Protestante, Rotterdam,
1718, págs. 664-668: “Que le pape est P Antichrist”.
Pember, George Hawkins, The Antichrist, Babylon, and the Co
rning of the Kingdom, Londres, 1886, 2a. edición, 1888.
Pérez de Pineda, Juan, Imajen del Anticristo, 1849. la. edición,
hacia 1558.
Piierriéres-Varin (Paul de), Advertissement a Tous Chrétiens,
sur le Grand et Espouvantable Advenement de PAnti-
christ, et Fin du Monde, en PAn 1666, 4a. edición, París,
1609.
Philippi, Ferdinand, Die Biblische U. Kirchliche Lehre vom Anti
christ, Gütersich, 1877.
Pickett, Leander Lycurgus, nacido en 1859, The Antichrist and
Some Mistakes Concerning him, Louisville, 1927.
Porri, Alessio, Vaso di Veritá nel Quale si Contengono 12 Reso-
luzioni Vere e 12 Importanti Dubbi, Fatti, Intorno alPOri-
gine, Nascita, Vita, Opere e Morte delPAnticristo, Venecia,
1597.
Potter, Francis (1594-1678), An Interpretation of 666, Oxford,
1642. Worcester, 1808. Trad. latina, Amsterdam, 1677.
Trad. por Johann Schónauer, Explicatio Numeri Bestiae
666, Basilea, 1656.
Preuss, Hans, Die Vorstellungen vom Antichrist im Spáteren
BIBLIOGRAFIA 117
Mittelalter, Leipzig, 1906; Der Antichrist, Gr-Lichterf.,
1909.
Raemond (Florimond de), L’Antechrist, Cambray, 1613.
Ratton, James Joseph Louis, The Apocalypse, the Antichrist, and
the End, Londres, 1906. Bajo el seudónimo de J. J. Elar;
Antichrist: An Historical Review, Londres, 1917.
Renán, Emest (1823-1892), L’Antéchrist, París, 1873.
Reusch, Johannes, Exercitationem Historico-Philologicam de
Numeris Antichristo, 666, Wittenberg, 1695.
Reuter, Adam, Oratio: Quam Papam Esse Bestiam, Londres,
1610.
Riemann, G. E., Die OfTenbarung St. Johan., Halle a. S. 1868.
Rigaux, Béda, L’Antechrist et POpposition au Royaume Messia-
nique dans PAncien et le Nouveau Testament, Grembloux,
1932.
Rinck, Heinrich-Wilhelm (1822-1881), Die Lehre D. Neil Schrifft
vom Antichrist, Elbert., 1867.
Rohling, Johann-Franz Bemhard August (1839-1931), Der Anti
christ U. das Ende D. Welt, St. Louis, 1875.
Rondet, Laurent Etienne (1717-1785), Dissertation sur l’Ante-
christ (Sainte Bible, 2a. edición, tomo 16, 1773, págs. 39-41.
4a. edición tomo 23, París, 1823, págs. 42-106).
Roth, Joseph, Der Antichrist, Amsterdam, 1934. Trad. inglesa
Moray Firth, Antichrist, Nueva York, 1935.
Rougeyron, Guillaume, De PAntéchrist, Recherches et Considé-
rations sur sa Personne, son Regne, PEpoque de son
Arrivée et les Annonces qu’en Font les Evénements Ac
tuéis, París, 1861. 2a. edición, 1868.
Rudolph, Hermann, Der Antichrist, Leipzig, 1924.
Rühle von Lilienstem, August Friedmann (1744-1828), Die Ent-
deckte nun Granz nahe Erscheinung des persónlichen
Antichristes, 2a. edición, Frankfurt am Mein, 1820.
Schwartz (Nigrinus), Georg (1530-1602), Antichrists Gründliche
OfTenbarung, 1586.
Semler, Johann Salomo (1725-1791), Ob der Geist des Wider-
christs Unser Zeitalter Auszeichne?, Halle, 1784.
118 EL ANTICRISTO
Smith, Henry, The Portrait of Antichrist; or 33 Marks by Which
he may be Discovered, Winchester, 1851.
Soloviev, Vladimir-Sergeevic (1853-1900), Die Erzahlung vom
Antichrist, trad. Karl Nótzel, Lucerna, 1935.
Swormstedt, James M., The End of the World Near; or, Antichrist,
the Beast of Revelation 13, Cincinnati, 1877.
Thomson, George, La Chasse a la Béte Romaine, ou Est Recher
ché et Evidemment Prouvé que le Pape Est PAntichrist,
La Rochelle, 1608, 2a. edición, 1611, 1612.
Todd, James Henthom (1805-1869), Six Discourses on the Prop-
hecies Relating to Antichrist in the Apocolypse of St. John,
Dublín, 1846.
Toschowitsch, Mihailo, Ist der Antichrist Schon Gekommen?,
Berna, 1951.
Ulrich (Huldricus) Johannes (1622-1682), Oratio de Antichristi
Adversus Militantem in Terris Ecclessiam, Basilea, 1666.
Vaughan, Robert (1795-1868), The Nature and Duration of the
Papal Apostasy, Londres, 1829.
Vignier, Nicolás (1530-1596), Théatre de PAntechrist, 1610.
Vuilleumier, Jean (1864-1956), L’Antichrist (Paroles de Vérité, n.
6), Montréal, sin fecha.
Wadstein, Emst, Die Eschatologische Ideengruppe: Antichrist;
Weltsabbat; Weltende u. Weltgericht, Leipzig, 1896.
Warburton, William (1698-1779), Four Marks of Antichrist, Lon
dres, 1788.
Weeks, William, Antichrist’s Kingdom Clearly Pointed Out,
1823.
Winthrop, James (1752-1821), A Systematic Arrangement ofSe-
veral Scripture Prophecies Relating to Antichrist, Boston,
1795.
Wolf, Johann (1521-1571), Antichristus, Zurich, 1952.
Wordsworth, Christopher (1807-1885), Is the Papacy Predicted
by St. Paul?, Londres, 1880.
Wright, Charles Henry Hamilton (1836-1909), Christ and Anti
christ, Liverpool, 1898.
Wyclyff, Juan (hacia 1320-1384), De Christo et suo Adversario
BIBLIOGRAFIA 119
Antichristo, ed. Rudolf Buddensieg, Gotha, 1880.
Yost, Frank Hermán (1894-1958), Antichrist in History and Pro-
phecy (Our Firm Foundation, 1,1953, págs. 623-716).