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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE HUMANIDADES

CONDUCTA DISOCIAL EN ADOLESCENTES QUE ASISTEN AL LICEO


SAN FRANCISCO JAVIER DEL MUNICIPIO IRIBARREN EN
BARQUISIMETO ESTADO LARA

Autora: Dayana Garcia


Tutora:EstefaniaLeon
Cabudare, Agosto de 2019
UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE HUMANIDADES

CONDUCTA DISOCIAL EN ADOLESCENTES QUE ASISTEN AL LICEO


SAN FRANCISCO JAVIER DEL MUNICIPIO IRIBARREN EN
BARQUISIMETO ESTADO LARA
Trabajo de Grado Presentado como requisito para optar al Título de pregrado en
licenciada en Psicología

Autora: Dayana García


Tutora: Estefanía León

Cabudare, Agosto de 2019


APROBACIÓN DE LA TUTORA

En mi carácter de tutora del Trabajo de grado presentado por la ciudadana:


Dayana Garcia titular de la Cédula de Identidad N°-25.146.036, para optar al
grado de Licenciatura en Psicología, considero que dicho trabajo reúne los
requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la presentación pública y
evaluación por parte del jurado examinador que se designe. En la ciudad de
Cabudare, a los dos (2) días del mes de Agosto del dos mil diecinueve (2019).

. _________________________
Estefanía León
C.I.N°: V-26.429.213

i
DECLARACIÓN DE AUTORÍA

Quien suscribe, Dayana Garcia, titular de la cédula de identidad N°V-


25.146.036, hace constar que es la autora del trabajo de grado titulado.A el cual
constituye una elaboración personal realizada únicamente con la dirección del
tutor de dicho trabajo Lic. Estefanía León, en tal sentido manifiesto que el
presente trabajo ha sido de autoría original referente a la conceptualización del
trabajo, interpretación de los datos y la elaboración de las conclusiones, dejando
establecido que aquellos aportes intelectuales de otros autores se han referenciado
debidamente en el texto del mismo.

En la ciudad de Cabudare, a los dos (2) días del mes de agosto del dos mil
diecinueve (2019).

______________________________
Dayana Garcia
C.I.N°: V-25146036

ii
iii
AGRADECIMIENTOS

Primeramente le doy gracias a Dios porque me permitió alcanzar una meta


en la vida con la fortaleza que siempre me brindo pude llegar a culminar uno de
mis sueños. A mi familia y amigos que estuvieron presentes durante toda o la
mayor parte de lo que fue mi experiencia dentro de la universidad. Gracias a esta
casa de estudio por permitirme convertirme en ser un profesional en lo que tanto
me apasiona. A mis tutores Académicos que sirvieron de guía durante mi estadía
para la universidad y durante la elaboración de mi trabajo de grado.

iv
DEDICATORIA

Primeramente le dedico a Dios por darme la fortaleza y virtud.

A mis Padres por siempre ser el pilar fundamental y apoyo en mi formación


académica, les han dado todo lo que soy como persona, mis valores, mis
principios, mi perseverancia, mi empeño y todo ello de una manera desinteresada
y lleno de amor.

A mis amigos, colegas y compañeros de esta casa de estudio por siempre ser el
apoyo y compañía en la ruta que me he trazado, y ayudarme a crecer como ser
humano.

A mi tutora por ser la que me guía durante mi estadía en la elaboración de mi


Trabajo De Grado

v
ÍNDICE GENERAL
pp.
LISTA DE CUADROS Ix
LISTA DE GRÁFICOS X
RESUMEN xi
INTRODUCCIÓN xii
CAPÍTULO
I EL PROBLEMA 1
Planteamiento del problema 1
Objetivos 9
Justificación 10
Alcance 11
II MARCO TEÓRICO 13
Antecedentes 13
Bases teóricas 17
Bases Legales 28
Sistema de Variables 31
Operacionalización de la variable 32
III MARCO METODOLÓGICO 33
Naturaleza de la Investigación 33
Tipo de Investigación 34
Diseño de Investigación 34
Población y muestra 35
Técnicas de Recolección de Datos o procedimientos 36
Descripción de los Instrumento 36
Validez y confiabilidad 39
Análisis de Datos 40
IV ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS 42
V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 57
REFERENCIAS 61
ANEXOS 63
CURRICULUM 67
LISTA DE CUADROS
Pág.
CUADRO
1 Operacionalización de las Variables. 32

Baremos para la valoración de la conducta disocial


2 37

Baremos para la valoración de la conducta disocial de la


3 37
dimensión de la escala factor robo.
4 Baremos para la valoración de la conducta disocial de la 37

vi
dimensión de la escala factor travesura.
Baremos para la valoración de la conducta disocial de la 37
5
dimensión de la escala factor abandono escolar.
Baremos para la valoración de la conducta disocial de la
6 38
dimensión de la escala factor pleito.
Baremos para la valoración de la conducta disocial de la
7
dimensión de la escala factorgrafiti. 38
Baremos para la valoración de la conducta disocial de la
8
dimensión de la escala factor oposicionista desafiante. 38
9 Distribución porcentual de la muestra por edad 39

10 Distribución porcentual de la muestra por sexo


42
Datos Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
11 45
conducta Disocial
Datos Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
12 47
conductaDisocial factor robo.
Datos Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
13 conducta disocial en relación con la Dimensión factor 48
travesura
Datos Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
14 50
conducta disocial en relación con la Dimensión factor pleito
Datos Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
15 51
conducta disocial en relación con la Dimensión factor grafiti
Datos Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
16 conducta disocial en relación con la Dimensión factor 53
conductas oposicionista desafiante
Datos Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
17 conducta disocialen relación con la Dimensión factor 55
abandono escolar

vii
LISTA DE GRÁFICOS
Pág.
GRÁFICO
Distribución porcentual de la muestra por edad
1 43

2 Distribución porcentual de la muestra por sexo 44


Histograma Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
3 46
la conducta Disocial
Histograma Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
4 47
conducta Disocial factor robo
Histograma Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
5 49
conducta Disocial factor travesura
Histograma Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
6 51
conducta Disocial factor pleitos.
Histograma Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
7 52
conducta Disocial factor grafiti
Histograma Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
8 54
conducta Disocial factor abandono escolar
Histograma Descriptivos sobre la Muestra según la Variable de
9 56
conducta Disocial factor oposicionista desafiante

UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE HUMANIDADES

viii
Línea de investigación: Comportamiento Social, Psicologia Escolar.

CODNDUCTA DISOCIAL EN LOS ADOLESCENTES QUE ASISTEN AL


LICEO SAN FRANCISCO JAVIER DEL MUNICIPIO IRIBARREN EN
BARQUISIMETO ESTADO LARA
Autora: Dayana Garcia
Tutora: EstefaníaLeón
Fecha: agosto, 2019
RESUMEN
La presente investigación tiene la finalidad de Analizar las conductas disociales en
los Adolescentes que acuden al Liceo San Francisco Javier del Municipio
Iribarren de Barquisimeto Estado Lara. Este estudio se encuentra enmarcado en
una metodología de una investigación de paradigma positivista, de carácter
cuantitativo bajo el diseño estudio de campo no experimental, el marco
procedimental permitió establecer la variable de estudio, la población y la
muestra, comprendida por los adolescentes del 4to y 5to año del ciclo
diversificado que acuden al Liceo Sin Francisco Javier en el cual se presentan 30
Adolescentes de ambos sexos en el cual se recopilo la información a través de la
aplicación de la Escala de Conducta Disocial (ECODI27). Diseñada por (Pacheco,
M. y J. Moral, 2010). Esta escala contiene 27 ítems. Con una escala de tipo Likert
de 5 opciones de respuesta. los resultado obtenido demostraron que un 70%
siendo la mayoría significativa de la muestra encuestada presenta conducta
disocial, y aunado a esto existen ciertos factores presentes tales como Robo y
Vandalismo, Pleitos y armas, Travesuras y Conductas oposicionista por otra parte
el los factores Graffittis y Abandono Escolar están Ausentes. Se les recomienda a
futuros investigadores en esta área, estudiar variables tales como, bienestar
psicológico, Acoso Escolar, Agresividad entre otros factores psicológicos en la
población de los Adolescentes que acuden a dicho liceo, asi mismo analizar la
relación existente en estas variables, con el fin, de indagar en otros aspectos
resaltantes y de provecho para el bienestar y calidad de vida de la población.

Descriptores: Conducta Disocial, Adolescentes.

ix
INTRODUCCIÓN

La sociedad va sufriendo cambios en toda su estructura que de una u otra


manera se ven reflejados en niños y adolescentes que son influenciados por un sin
número de mensajes subliminales como películas y video juegos, que van
afectando su comportamiento ante la sociedad en donde la conducta antisocial y
delictiva tiene un mayor impacto sobre los seres humanos y se ha convertido en
una problemática social que incrementa cada vez más en las poblaciones de casi
todos los países lo más preocupante es que se manifiesta a temprana edad y
perdura el resto de la vida si no es tratado profesionalmente, en donde manifiestan
conductas agresivas, destructivas y trasgresoras de las normas sociales.
Estas conductas implican costos sociales, familiares, económicos e
individuales, hogares destruidos, altos costos económicos y muchas demandas
para la atención de las emergencias que resultan de la delincuencia, en los medios
de comunicación social cada vez son más repetidos episodios de violencias y
agresividad donde aparecencon más frecuencias sucesos de abuso extremo
provocado por personas cada vez más jóvenes.
Es importante mencionar que los comportamientos violentos de los individuos
estánrelacionadostambién con los valores inculcados en el hogar, en muchas
ocasiones el hogar no es reflejo de amor y comprensión sino plagado de
hostilidad, violencia verbal y física, ausencia de comunicación efectiva entre los
miembros que conforman el hogar, que manifiesta o expresa el estudiante en la
institución educativa.
Recordando que la adolescencia es una etapa en el individuo difícil, no es un
niño ni es adulto, es un tanto inseguro, rebelde, etapa donde busca su identidad,
encontrarse a sí mismo, busca el reconocimiento de los demás, quiere ser popular
todos estos cambios presentes en niños y adolescentes son llevados y
exteriorizados en las instituciones educativas, es por ello que resulta común
observar en los estudiantes diversos abusos tales como, falta de respeto a
compañeros, falta de respeto al docente, falta de respeto al personal que trabaja en
la institución (Obreros, administrativo y directivo), y en instancias mayores estos
comportamientos llegan a agresiones tanto verbales como físicas, que por uno u

x
otro motivo afectan el normal desenvolvimiento del proceso enseñanza y
aprendizaje.
En muchos casos cuando los estudiantes presentan estos comportamientos el
docente se encuentra de manos atadas, bien sea por desconocimiento de
estrategias para afrontar comportamientos disruptivos o por presentar temor a
sufrir represalias por parte del estudiante o en su defecto por los familiares, que no
aceptan la realidad que vive su representado. De ahí que, en esta sociedad rica en
violencia, gerenciar un aula de clases o una institución educativa resulta
complicado, debido a la diversidad de caracteres o también por la realidad de la
comunidad (Delincuencia, Drogas, Hogares disfuncionales, Apatía).
Esta investigación se sustentó con bases legales, apoyo de autores, del mismo
modo la información se recolecto por medio de un cuestionario para identificar la
presencia de la conducta disocial en los estudiantes de 4to año del Liceo
Departamento Libertador, Barquisimeto, Estado Lara. En cuanto a la estructura de
la investigación esta se realiza por capítulo:
Capítulo I, el cual presenta a profundidad el planteamiento del problema,
especificándola conducta disocial y su presencia en el liceo departamento
libertador, el objetivo general y los objetivos específicos; se elabora la
justificación, en donde se enumera la importancia social, metodológica,
académica, clínica y psicológica; entre otros, y se expresan los alcances de la
investigación.
A continuación, el Capítulo II, definido como el Marco Teórico para lo cual se
aborda antecedentes internacionales, nacionales y regionales relativos con el
objeto de estudio, las bases teóricas relacionadas a la conductadisocial, las bases
legales que sustentan la investigación, tales como la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, y el Código de Ética del Profesional Psicólogo; y el
sistema de variables.
En consecuencia, el Capítulo III, determinado como el Marco Metodológico,
en donde se explican el diseño, tipo, nivel y naturaleza de la investigación, se
definen la población y la muestra, y se especifican las técnicas y procedimientos a
utilizar para el despliegue del trabajo, así como la validez y confiabilidad del
instrumento que será aplicado para obtener resultados.

xi
Para el Capítulo IV, se elaboró el análisis de la investigación, en donde se
demostrará de forma gráfica y estadística los resultados arrojados luego de tabular
y codificar la información del instrumento aplicado. Por último, emerge el
Capítulo V, donde se desarrollaron las conclusiones y recomendaciones
respectivas y vinculantes con la investigación, así como las referencias y la
demostración de los anexos.

xii
CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema


Se utiliza el término sociocultural para hacer referencia a cualquier proceso o
fenómeno relacionado con los aspectos sociales y culturales de una comunidad o
sociedad. De tal modo, lo anterior tiene que ver exclusivamente con las realizaciones
humanas que puedan servir tanto para organizar la vida comunitaria como para darle
significado a la misma.
De esta manera, cuando se aplica el adjetivo de sociocultural a algún fenómeno o
proceso se hace referencia a una realidad construida por el hombre que puede tener
que ver con cómo interactúan las personas entre sí mismas, con el medio ambiente y
con otras sociedades. En este sentido, en cualquier etapa del desarrollo de vida
humana la sociedad marca pautas de comportamiento para sus miembros por ello,
dependiendo de las características prevalecientes en el entorno el sujeto recibirá
influencia de las mismas para su conducta manifiesta en los diferentes ambientes.
Por lo antes expuesto, el presente estudio se centra en estudiar el desenvolvimiento
social del ser humano en una importante etapa del desarrollo como es la adolescencia
la cual según diferentes teóricos es caracterizada tanto por el crecimiento físico,
como, el desarrollo psicológico, siendo la fase del desarrollo humano situada entre
la infancia y la edad adulta, por ello, no sólo es la fase de mayores cambios
psicológicos, sino también físicos / cognoscitivos, pues en ella, se toman decisiones
relevantes para el resto de la vida, como es el estilo de conducta en el ambiente donde
se interactúa.
Acerca de ello, Espasa (2012), asegura que la adolescencia es “el período de la
vida de la persona comprendido entre la aparición de la pubertad, que marca el final
de la infancia, y el inicio de la edad adulta, momento en que se ha completado el
desarrollo del organismo”. (p.128), por lo cual, los jóvenes empiezan a manifestarse
en la medida de desarrollar al momento de elegir amigos o grupo de pares con los
cuales, necesitan identificarse, al mismo tiempo de ser aceptados como iguales. De la
misma manera, el autor define la adolescencia como:
El periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce
después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19
años. Se trata de una de las etapas de transición más importantes en
la vida del ser humano, que se caracteriza por un ritmo acelerado de
crecimiento y de cambios, superado únicamente por el que
experimentan los lactantes. Esta fase de crecimiento y desarrollo
viene condicionada por diversos procesos biológicos. El comienzo
de la pubertad marca el pasaje de la niñez a la adolescencia. (p.130)

Con base en ello, se entiende que la adolescencia es una etapa de vida de singular
magnitud pues sus constantes y acelerados cambios tanto en los físico como
sicológico y social determina en gran medida la actuación personal del sujeto en sus
diferentes entornos como son la familia: la escuela, la sociedad donde el grupo de
pares incide notablemente dada la búsqueda de aceptación por arte de otros con
quienes se identifica bien sea por admiración o por respeto al posicionamiento
mediante conductas específicas.
En tal sentido, también se interpreta que en la adolescencia por ser una etapa de
vida marcada por la vulnerabilidad, el sujeto experimenta emociones encontradas
ante el grupo familiar, buscando por excelencia la compañía de los pares, con los
cuales, se identifica, al igual que asumiendo sus formas de conducta para hacerlas
propias emitiéndolas en su interacción en los diferentes entornos como son, el hogar,
la institución educativa y la sociedad.
Respaldando estas interpretaciones, se cita la opinión de Schiffman (2000),
sostiene que “el adolescente dada sus características psicoemocionales toma
influencia de los comportamientos de otros a quienes admira, los cuales,
generalmente se encuentran también en esta etapa de vida, pero son populares, se
destacan e inclusive liderízan grupos” (p.87). Por lo cual, señala que en esta etapa de
vida las redes de compañeros son esenciales para la adquisición de habilidades
sociales, por cuanto, la igualdad recíproca que caracteriza las relaciones en ésta etapa
favorece el aprendizaje de respuestas por cuanto, los jóvenes aprenden de sus amigos
o compañeros de su edad las clases de conductas recompensadas por la sociedad.
Al mismo tiempo, argumenta la precitada autora que los adolescentes deben
conocer el hogar, a escuela y la sociedad los cuales deben enmarcarse en las normas
socialmente aceptadas, para tratar de lograr una mejor convivencia armónica con sus
congéneres y poder afrontar de manera exitosa este período considerado como una
época de gran emocionalidad. Del mismo modo, se asume esta etapa de vida como de
encuentros amistosos, búsqueda de verdades, apoyo emocional, aflojamiento de
ligaduras familiares, sueños sobre el futuro y de nuevos valores.
Sin embargo para Tessier (1995) es común que los adolescentes al participar en
grupos de pares, se expongan a modelar conductas no siempre acordes con las normas
socialmente aceptadas tales como: destrucción de materiales, hurtos, irrumpir la
tranquilidad de los grupos entre otras que se enmarcan en el criterio disocial, de las
cuales, el autor indica que “abarcan un amplio rango de actos y actividades que
infringen reglas y expectativas sociales. Muchas de ellas reflejan acciones contra el
entorno, personas y propiedades”. (p.96)
Por su parte, Dulanto (2012), argumenta que sociológicamente se considera que el
ambiente en que se encuentra el joven con desigualdades sociales, o racismo, e
incluso por desintegración familiar, el consumo de drogas o alcohol, además de la
estigmatización de la zona donde habitan representan posibles condicionantes para el
desarrollo de conductas delictivas. También la influencia de algunos programas de
ciertos medios de comunicación o videojuegos que favorecen el crecimiento de la
violencia, por ello, la conducta delictiva en los adolescentes se considera multicausal.
Del mismo modo, para el autor antes mencionado con el desarrollo de la
delincuencia en la juventud, influenciada por numerosos factores, perspectivas de
esfuerzos en la prevención son comprensibles. Por ello, toma en cuenta que los
factores de riesgo constituyen situaciones a las cuales se enfrenta un individuo y las
mismas pueden causar dependencia e inclusive deterioro de su salud integral.
De esta manera, se considera que llegado a este punto es importante definir la
conducta disocial como aspecto central de la investigación, la cual para el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSMV (2014) define al
trastorno disocial (TD) de la siguiente manera:
Un patrón de comportamiento, repetitivo y persistente, en el que se
violan derechos básicos de otras personas o normas sociales que se
consideran adecuadas para la edad del individuo. Se define por la
presencia de tres (o más) criterios de un total de 15 que deben haber
estado presentes durante los últimos 12 meses, de los cuales uno en
los últimos seis. Los 15 criterios se clasifican en cuatro categorías
de comportamientos generalizados: 1) agresión a personas y
animales, 2) destrucción de la propiedad, 3) fraudulencia o robo y
4) violaciones graves de normas. Para establecer el diagnóstico de
TD también se requiere que provoque una interferencia
clínicamente significativa en el funcionamiento social, académico o
laboral. (p.53)
De lo expuesto, se puede apreciar que el trastorno disocial corresponde al patrón
de comportamientos emitidos por el sujeto niño o adolescente cuya característica
principal es la violación de los derechos de otros, así como el quebrantamiento de las
normas del hogar, la escuela o la sociedad en general, por lo cual, el DSMV (ob.cit)
lo relaciona en la adolescencia con más niveles de rebeldía y mayor rechazo de las
normas convencionales. Presenta asociaciones más débiles con factores familiares
negativos y problemas temperamentales y cognitivos, menor riesgo genético y
generalmente se debe a formas negativas de aprendizaje social en el grupo de iguales.
Cabe destacar, que esta definición permite asumir que una conducta disocial
representa un comportamiento recurrente, destructivo, violento y distorsionado que
altera y transgrede las normas de orden social y por ello, si el desajuste social se
manifiesta en la niñez o adolescencia, con un patrón de conducta persistente que
transgrede el derecho de los demás y las normas sociales propias de la edad, tendrá
consecuencias inevitables en la vida adulta.
Del mismo modo, se interpreta que el sujeto afectado por un trastorno disocial
intimida o acosa a otros, inicia peleas físicas, suele utilizar algún tipo de armas,
manifiesta crueldad hacia los animales, ha robado a alguna víctima, ha provocado
fuego con intención de causar daño, miente para evitar obligaciones o conseguir
favores, huye del hogar en horas nocturnas, se jubila de clases, participa comúnmente
en grupos o pandillas, grafitea como una reacción de rebeldía y para expresarse, pero
sobre todo para llamar la atención del adulto al cual no desea someterse (padres,
maestros, directores, policías, trabajadores sociales u otros personajes de la vida
social)
Con base en tales descripciones, se entiende que la conducta disocial es un
trastorno conductual caracterizado por la presencia de actos voluntarios que
transgreden las normas sociales y legales, que a su vez se presenta de forma
recurrente en la intención de perturbar a alguien o a grupos causándoles daño de
alguna u otra manera para satisfacer un deseo personal de protagonizar.
En la intención de sustentar estas argumentaciones, se recurre a la opinión de
Matalí (2016) quien es psicólogo clínico y coordinador de la Unidad de Conductas
Adictivas del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospital Sant
Joan de Déu de Barcelona, emitió un informe de adolescentes con trastornos de
comportamiento en el cual señaló que a nivel mundial “el 96% de los pediatras ha
detectado un aumento de las demandas por problemas de conducta en adolescentes en
los últimos cinco años" (p.1). Según los responsables del estudio, detrás de este
aumento están fundamentalmente, la crisis y los cambios experimentados en la
sociedad respecto a las estructuras familiares, pero también el auge de valores como
el individualismo, la necesidad de recompensa inmediata o la poca tolerancia a la
frustración.
De igual forma, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO, 2016), reportó que los sistemas de justicia de menores en 18
países de la región latinoamericana, confeccionó un perfil del adolescente infractor
que pasa por los tribunales de menores de estos países. Determinó que en el 75% de
los casos estos tribunales se ocupan de un joven de sexo masculino, con algo más de
4 años de retraso escolar, residente primordialmente en zonas marginales u otras
zonas de vivienda de clase baja, trabaja en actividades que no requieren calificación
laboral, o bien procura la obtención de dinero por medio de actividades ilícitas,
contribuye al sostenimiento del núcleo familiar y el padre o la madre son
desempleados o subempleados.
Para el caso de Venezuela, Trapani (2018) quien es coordinador general del
Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), reportó que la violencia en el año
2017 estuvo asociada al notable deterioro en la calidad de vida del venezolano y a la
disolución sistemática del Estado de Derecho como el mecanismo regulador tanto de
las relaciones sociales como del acceso a los bienes materiales y al poder. Dichos
acontecimientos estuvieron protagonizados principalmente por adolescentes quienes
conocen que los estatutos legales a los cuales se les somete son extremadamente
flexibles y complacientes.
Igualmente comenta que de manera alarmante que es común la presencia de chicos
de entre 5 años y 12 años de edad en las calles, y su participación en hechos
delictivos que comienzan con el hurto, el robo y hasta el homicidio. En forma puntual
señala que: “no se sabe si ha disminuido o se ha incrementado la actuación de
menores en hechos delictivos porque el Estado lo ha convertido en una caja negra”
(p.1). Lo que sí es cierto es que son niños que están en las principales avenidas, calles
y centros comerciales, no solo en el área metropolitana de Caracas sino en todo el
país. La calle se ha convertido en la jungla de supervivencia y no hay un organismo
que les dé abrigo ni protección.
De manera reiterada se observa que estos niños de entre 5 años y 12 años, que
actúan en pequeños grupos, arrebatan carteras, hurtan teléfonos celulares y bolsas de
compras a personas que recorren los centros comerciales, especialmente en las ferias
de comida y colas en cines, según reportes no oficiales de los departamentos de
seguridad de esos establecimientos. Los vigilantes no pueden detenerlos de acuerdo
con la ley, y los dejan escapar. Ocurren generalmente en espacios cercanos al río
Guaire, donde se ocultan. Asimismo, afirma Trapani (ob.cit) que no poseen cifras
actuales sobre delitos cometidos por niños en 2017, pues las estadísticas se manejan
de forma individual por cada subdelegación del cuerpo detectivesco. No hay acceso
de estos datos para la prensa.
Buscando más especificidad para sustentar el presente trabajo de investigación en
el estado Lara, se señala los argumentos dados por la Coordinación del Consejo de
Protección del Niño, Niña y Adolescente del Municipio Iribarren (2018), ha
manifestado que en esta ciudad se concentran más casos de conducta disocial por
rivalidades de poder mayormente entre adolescentes localizados en los diferentes
sectores de la ciudad. Durante el período escolar de enero a junio 2015 se reportaron
ante este ente unos cincuenta casos en liceos, cometidos por adolescentes mayores de
12 años, los cuales fueron muy graves debido al maltrato físico que llegó incluso a la
desfiguración de rostros, también a la destrucción de materiales en los centros
educativos, abuso psicológico a otros jóvenes entre otras manifestaciones, a las
cuales, se les abrió procedimiento para la respectiva responsabilidad penal.
Por otro lado, señalaron que para el año 2015 la policía capturó a 24.000 menores,
y el 2016 a casi 27.000, encontrándose que para el año 2017, se produjeron solo en
los primeros ocho meses del año un total de 20.615 capturas de menores infractores y
aunque el delito más común fue el hurto, seguido de tráfico y porte de estupefacientes
y de armas, las estadísticas de homicidio fueron realmente alarmantes pero las
mismas no se publican por argumentos contemplados en la ley.
Tomando en cuenta lo expuesto anteriormente por diferentes organismos
internacionales, nacionales y regionales se considera la presencia de una situación
problema en el Liceo San Francisco Javier del Municipio Iribarren en Barquisimeto,
estado Lara, donde grupos de adolescentes cursantes entre cuarto y quinto año de
bachillerato se han visto inmersos en acciones delictivas reportadas por la directora
de la institución, los docentes adscritos a la misma y los mismos jóvenes participantes
de estos hechos.
Asumiendo la importancia de los canales regulares de la institución, se sostuvo
conversación con la directora del plantel expresó que al momento de hacerles
llamados de atención a estudiantes del quinto año de las dos secciones abiertas en el
liceo, algunos de ellos abiertamente comentan que son parte de grupos dedicados al
desvalijamiento de vehículos para vender piezas y así obtener recursos económicos.
Por otro lado, en diferentes ocasiones se han presentado peleas entre los jóvenes
donde algunos de los involucrados sacan un arma blanca para herir al otro, lo cual, en
varias oportunidades han conseguido haciéndose necesario llamar a las autoridades
para que controlen la situación.
De igual forma, se establecieron diálogos con docentes de la institución quienes al
ser abordados, indicaron verbalmente que estos adolescentes acostumbran a hacer
burlas muy fuertes a otros jóvenes, les quitan sus pertenencias, los empujan y agreden
verbalmente ofendiéndolos, humillándolos o subestimándolos e incitándolos a que se
unan a sus pandillas y les expresan que lo deben hacer para que aprendan a “ser
hombres” y para que nadie los controle. Por otra parte, en los pasillos de la institución
se escucha a los adolescentes conversar sobre drogas, distribución y consumo de las
mismas.
En consecuencia se abordó a otros actores como son algunos padres o
representantes de los adolescentes reportados por conductas desadaptadas a las
normas sociales con la intención de obtener la mayor cantidad de información
posible. Así mismo, los padres comentaron que desde hace algunos meses sus hijos
han cambiado de comportamientos, se reúnen con otros jóvenes que han tenido
denuncias en el Consejo de protección e inclusive referidos al tribunal de menores,
porque alegan que son sus amigos pero el problema está en que los imitan y tratan de
seguir sus pasos haciendo caso omiso a los consejos que ellos les dan para que eviten
dichas compañías.
Finalmente, en conversación con algunos de los adolescentes con antecedentes en
cuanto a acciones violentas o destrucción y opinaron de sí mismos que les agradaba
verse involucrados en pleitos o discusiones porque así se podían expresar, también
señalaron que tanto en la zona donde viven como en la institución educativa se han
visto casi forzados a participar activamente en peleas para demostrar que se atreven a
ello y que no son cobardes
Señalaron los jóvenes de manera puntual a la investigadora que bien sea por su
propia cuenta o por solidaridad con el grupo o pandilla con la cual interactúan han
destruido pupitres, escritorios, se han metido en casas a hurtar y han robado caucos y
baterías de carros estacionados en diferentes puntos de las adyacencias de la
institución, de hecho comentan que faltan con frecuencia a clases, se jubilan e
inclusive han pensado no volver más porque les parece una pérdida de tiempo
creyendo que graduarse de bachiller no vale de nada y creen que nunca irán a la
universidad.
Durante periodos de observación en el Liceo San Fracisco Javier, se pudo
constatar que estos jóvenes que al momento de sentir impulsos de gritarle, pegarle a
alguien bien sea por defenderse o porque les cae mal, no se pueden controlar cuando
sienten rabia y reaccionan diciendo groserías, insultando o simplemente se golpean
con el otro y si ese no se defiende pues lo pisotean y ya, para demostrar quién es el
que manda. Si los profesores intervienen sencillamente no les prestan atención porque
no se dejan someter por ellos ni por ningún otro adulto.
Es pertinente resaltar como la situación anteriormente descrita, estimula el interés
de la investigadora en analizar las conductas disociales presentes en los adolescentes
de 4to y 5to año que acuden al Liceo San Francisco Javier, planteándose las
siguientes interrogantes que da curso al estudio:
¿Tienen conductas disociales presentes los adolescentes de 4to y 5to año que
acuden al Liceo San Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara?, ¿Cómo son los
rasgos de conducta disocial presente en los adolescentes de 4to y 5to año que acuden
al Liceo San Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara?

Objetivos de la Investigación

General

Analizar las conductas disociales en los adolescentes del 4to y 5to año que acuden
al Liceo San Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara.

Específicos
1. Determinar las conductas disociales presentes los adolescentes de 4to y 5to año
que acuden al Liceo San Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara
2. Describir los rasgos de conducta disocial presente en los adolescentes de 4to y 5to
año que acuden al Liceo San Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara

Justificación de la Investigación
La delincuencia juvenil y la conducta antisocial son un problema muy frecuente
en la actualidad, sobre todo en la etapa de la adolescencia , estos casos presentan
mayormente en los jóvenes que cursan la preparatoria la facilidad que presentan a esa
edad convierten a jóvenes en el blanco perfecto para adquirir este tipo de conductas
negativas ya que se atraviesa por un periodo de inestabilidad psicológica que provoca
un sinfín de conflictos tantos internos como externos, también es un periodo en el que
están en busca de su identidad lo cual los lleva a experimentar un sin fin de vivencias,
las cuales pueden ser tantos positivas como negativas.

Así mismo, la presente investigación se destaca a nivel social ya que, en primer


lugar, porque toma en consideración a una población altamente vulnerable dentro de
la sociedad, que son los niños, niñas y adolescentes, y por la temática estudiada, ya
que el trastorno disocial debe ser una temática susceptible de atención, información,
investigación y tratamiento.

Por otro lado, a nivel científico, impulsa la investigación de otros trastornos de la


personalidad, pues dicha problemática se constituye como punto de partida para la
adquisición de comportamientos antisociales en jóvenes y adultos, incrementado los
altos índices delictivos que actualmente atacan a toda la sociedad venezolana.

Desde el punto de vista psicológico, al determinar el rasgo de personalidad


disocial en niños y jóvenes, será posible desarrollar planes de intervención
psicológica en función de disminuir la prevalencia de este, y que permita al niño y
adolescente adaptarse de manera adecuada a la sociedad, así como prevenir que la
conducta disocial persista en la vida adulta. Es importante también para padres y
maestros realizar una detección temprana del trastorno, con el fin de tomar medidas al
respeto siendo guiados y orientados por psicólogos, psicopedagogos y terapeutas, en
función de mejorar sus destrezas implementando estrategias para lograr una
adolescencia y adultez integral y productiva, con el fin de integrarse asertivamente a
la sociedad.

En tal sentido, a través de la historia contemporánea se han observado los


constantes esfuerzos de los profesionales como maestros, trabajadores sociales,
jueces, psicólogos, sociólogos, psiquiatras, abogados entre otros que tratan de hallar
medios para prevenir y evitar la conducta disocial o desadaptada de los jóvenes, se ve
con claridad que los mismos no pueden resolver ni circunscribir por sí solos el
problema de la delincuencia. En esa tarea deben participar cada ciudadano y cada
padre, haciéndose necesario interesar a la propia juventud en la solución de lo que
fundamentalmente es un problema de jóvenes.
Por consiguiente el estudio reviste importancia institucional, porque brinda a las
autoridades y personal docente del Liceo San Francisco Javier del Municipio
Iribarren e Barquisimeto Estado Lara, datos estadísticamente comprobados acerca de
estudiantes o solo con factores de riesgo para la conducta disocial sino también de
aquellos que ya incursiona en grupos para emitir la misma en su interacción en el
entorno.
Al mismo tiempo, de manera práctica por cuanto puede incluir en sus
recomendaciones que la institución antes mencionada haga la solicitud en la
Universidad Yacambú para que envíen pasantes de psicología a realizar
intervenciones de tipo escolar y social con la finalidad de poner en práctica los
conocimientos adquiridos y poder realizar diagnósticos y abordaje de las conductas
consideradas disociales por parte de la población estudiantil allí asistida y con ello,
beneficiar no solo la comunidad educativa sino también la interacción familiar y
social con lo cual, a su vez se contribuye al mejoramiento de la calidad de vida
relacional en la localidad larense.
En otro orden de ideas, de manera teórica está basado en el desarrollo de la moral
tomando en cuenta que la misma establece que las acciones consideradas adecuadas
están definidas por cómo repercuten sobre las relaciones que se tienen con los demás.
Por eso, las personas que se encuentran en la etapa de orientación hacia el consenso
tratan de ser aceptadas por el resto y se esfuerzan por hacer que sus acciones encajen
muy bien en el conjunto de reglas colectivas que definen lo que es bueno. En tal
sentido, las acciones buenas o malas están definidas por los motivos que hay detrás
de ellos y el modo en el que estas decisiones encajan en una serie de valores morales
compartidos. Por lo tanto, servirá como fuente de consulta para posteriores
investigaciones interesadas en el tema.
Asimismo, la presente investigación enmarca su importancia y justificación por
cuanto nutre la línea de investigación referente al comportamiento social, tomando en
cuenta que la misma tiene como meta ayudar a resolver problemas conductuales para
mejorar la calidad de vida de las personas. Asimismo, cualquier actividad producida
en una sociedad humana es susceptible de ser analizada desde la psicología puesto
que siempre implicará la participación de los procesos mentales básicos, por lo tanto,
el estudio de los grupos humanos, la psicología social es particularmente importante.
Desde otro ángulo, la investigación tiene una relevancia significativa desde el
punto de metodológico por cuanto, al asumir el paradigma cuantitativo o positivista
trata de determinar el impacto de la variable estudiada, así como la generalización y
objetivación de los resultados a través de una muestra. De aquí se puede hacer
inferencia a una población de la cual esa muestra procede. Más allá del estudio de la
asociación o la relación pretende, también, hacer inferencia que explique por qué las
cosas suceden o no de una forma determinada.
Para concluir, el estudio encuentra justificación al estar enmarcado en la línea de
investigación sobre Comportamiento Social y a su vez conforma el programa de
psicología escolar como una sub-disciplina de la psicología que se encarga de
estudiar las formas en que se lleva a cabo el aprendizaje humano, especialmente en el
contexto de los centros educativos, abarcando no solo los contenidos sino también
las relaciones interpersonales principalmente en cuanto al trato y la resolución de
conflictos.
Alcance
La presente investigación se centra en analizar las conductas disociales en
Adolescentes de 4to y 5to año que acuden al Liceo San Francisco Javier Barquisimeto
Estado Lara. Metodológicamente posee un alcance descriptivo, bajo un paradigma
positivista, no experimental y transeccional, que precisa el empleo de un instrumento
de escala de conducta disocial que contiene 27 ítems (Escala de Conducta
Disocial(ECODI27). A 30 Adolescentes. Durante el periodo académico 2019–2 de la
Universidad Yacambú, específicamente entre los meses de Mayo a Agosto.
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de la Investigación

Según asegura Tamayo y Tamayo (2012), los estudios previos o antecedentes de


un estudio representan “todos aquellos trabajos de investigación que preceden al que
se está realizando, pero que además guarda mucha relación con los objetivos del
estudio que se aborda” (P.62). También expresa que para los estudios de campo, los
antecedentes son todas aquellas investigaciones que se hacen con sujetos o de tipo
experimental, donde se recaudan datos numéricos o información descriptiva. Así, en
el presente estudio se revisaron algunas investigaciones de carácter internacional
sobre la conducta disocial en adolescentes, las cuales se reseñan a continuación.
En el ámbito internacional. Se revisó el estudio llevado a cabo por Castellón
(2014), en Colombia. Titulada “Trastorno Disocial en la Adolescencia”,
fundamentado principalmente en que las psicopatologías internalizantes y
externalizantes más comunes en la adolescencia son la depresión, la ansiedad y la
conducta disocial. Diversos estudios señalan que hay una serie de elementos
hereditarios y ambientales que contribuyen a su gestación, desarrollo y
mantenimiento o disminución de los síntomas. Por otro lado, los estilos de
socialización que los padres ejercen sobre sus hijos adolescentes son determinantes
para el desarrollo de una adecuada salud mental, ya que éstos proporcionan las
condiciones fundamentales para el desarrollo de la autonomía y configuración de la
identidad.
Por tal motivo, el estudio relacionó dos aspectos como son: los estilos de
socialización parental con la psicopatología internalizante y externalizante más
frecuente en los adolescentes, considerando que el estilo autoritario, autorizativo,
indulgente y negligente de los padres son variables que están vinculadas a la
depresión, ansiedad y conducta disocial de sus hijos adolescentes.Los participantes en
el estudio fueron 895 adolescentes vascos de la provincia de Vizcaya de ambos sexos,
con edades comprendidas entre los 13 y los 19 años.
Se utilizaron cuatro instrumentos para la medición de las variables, la Escala de
Evaluación de la Depresión (EED), la Escala de Ansiedad Infantil (AI), el
Cuestionario de Conductas Antisociales-Delictivas (A-D) y la Escala de Estilos de
Socialización Parental en la Adolescencia (ESPA-29), todos ellos elaborados y/o
adaptados para la población española. Los resultados arrojados a partir de los análisis
de la T de Student y el Análisis de Varianza (ANOVA) indican que el estilo de
socialización parental más vinculado a la depresión, ansiedad y conducta disocial
adolescente es el autoritario, sin embargo, no se encontraron diferencias significativas
entre los niveles de ansiedad que presentaban los adolescentes con estilos de
socialización materno autoritario y autorizativo.
Estos hallazgos coinciden con la mayoría de estudios anglosajones que señalan
que el estilo de socialización parental más perjudicial para los hijos es el autoritario,
pero difieren en cuanto a que el estilo de socialización parental más sano es el
autoritativo. Para la población estudiada, el estilo de socialización parental menos
vinculado a la depresión, ansiedad y conducta disocial adolescente es el indulgente
De la revisión del estudio anteriormente presentado se desprende que su relación
con la presente investigación radica en que la conducta disocial puede ser
consecuencia de los factores tanto internos como externos donde la cultura y
condiciones socio culturales inciden notoriamente en el desarrollo de
comportamientos por parte del adolescente quien busca identificación, así como
aceptación por parte de otros pares que ya han incurrido en este tipo de conductas.
Sobre la misma temática, se cuenta con la investigación realizada por Salmerón
(2014) en Panamá. Titulada “El trastorno disocial como precursor del trastorno
antisocial de la personalidad”, la cual se enmarcó en un estudio documental bajo el
método de revisión bibliográfica a partir de artículos científicos, empíricos y
longitudinales publicados en los últimos diez (10) años, por revistas indexadas en
base de datos reconocidos en el ámbito de la psicología. Con el objetivo de encontrar
evidencia científica que demuestre que el trastorno disocial constituye un factor
precursor del trastorno antisocial de la personalidad en la adultez.
De la revisión de documentos en investigador planteó que la mayoría de los
menores con trastorno disocial se van implicando cada vez menos en los intercambios
agresivos, sin embargo, una minoría continúa manifestando conductas antisociales.
Esta minoría constituye una población de riesgo a padecer un trastorno antisocial de
personalidad. Desde la teoría del aprendizaje social y del modelo de coerción de
Patterson, el comportamiento antisocial se desarrolla y consolida por medio del
aprendizaje observacional, principalmente del estilo educativo parental y las
relaciones entre pares.
En cuanto a los resultados, se demostró que a nivel intergeneracional, los hijos de
padres antisociales tienen una cifra mayor de conductas antisociales. A nivel
intrageneracional, el trastorno disocial tiene un poderoso efecto a largo plazo, el cual
continúa en la adultez. Asimismo, se han detectado factores de riesgo como el
maltrato infantil o las pautas educativas inadecuadas.
Ello permitió concluir que diversas investigaciones ponen de manifiesto la
existencia de cierta continuidad evolutiva y aún así sólo reflejan tendencias. No se
puede afirmar que exista una relación causal entre ambos trastornos, ya que esta
evolución es el resultado de una interacción compleja de diversos factores genéticos,
ambientales y psicológicos, por lo cual, se recomendó a posteriores investigadores
indagar más profundamente en este tema.
Cabe destacar, que este estudio anteriormente explicado sirve de apoyo a la
presente investigación en vista de plantear las posibles bases de orden genético,
modelo familiar y social así como las características de tipo psicológicas que
enmarcan el desarrollo de conducta disocial en poblaciones juveniles, las cuales
interactúan entre sí formando un todo de tendencias comportamentales.
En cuanto al ámbito nacional, se tiene en cuenta el estudio desarrollado por
Morillo (2014), desarrolló una investigación titulada “estilos de crianza y conducta
disocial en estudiantes masculinos del cuarto año de la Escuela Técnica Carlos José
Mújica, en Yaritagua estado Yaracuy”. Trabajo de tipo descriptivo con un
instrumento de cuestionario En el cual se propuso como objetivo general analizar la
relación entre los estilos de crianza y la conducta disocial en los adolescentes de la
Escuela Técnica Carlos José Mújica, en Yaritagua estado Yaracuy.
El estudio asumió una población de cincuenta padres de adolescentes distribuidos
en las dos secciones de cuarto año de bachillerato y también veinte jóvenes adscritos
a dichas secciones. A los padres se les aplicó el cuestionario de estilo parental de
crianza y a los adolescentes la escala de conducta disocial y luego los datos se
procesaron en el programa SPSS para obtener frecuencias y porcentajes de los
indicadores encuestados.
Como conclusión se obtuvo que la causa fundamental de las conductas disóciales
de adolescentes se encontraba en su entorno más próximo, la familia, que es donde se
desarrollan a estas edades, sobre todo, por conductas aprendidas por observación e
imitación de sus padres o desarrolladas a causa de la interacción con sus progenitores
o la ausencia de ésta. Asimismo, se encontró que en los jóvenes con conducta disocial
predominaba el estilo de crianza autoritario.
Es pertinente resaltar, que el estudio antes descrito guarda relación con la presente
investigación porque se abocó a determinar la relación entre los estilos de crianza
como agente desencadenante de posibles conductas disociales en los adolescentes, lo
cual constituye el tema central de la investigación sobre el análisis de la conducta
disocial en adolescentes masculinos de cuarto año del Liceo Bolivariano Federico
Carmona, del Municipio Iribarren, en Barquisimeto, estado Lara.
De igual forma, se tiene el estudio realizado por Irasquin (2014) titulado “La
delincuencia juvenil en el estado Carabobo y su tratamiento legal en base a la Ley
Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente”, con el objetivo de dar explicación
a los niveles de disciplina impuestos en la familia, identificar las características de los
adolescentes y describir cuáles son las garantías que ofrece la LOPNNA en esta
materia. El estudio fue de tipo documental bibliográfico.
De la revisión del material el investigador concluyó que la conducta disocial
restringida al hogar o a las relaciones con miembros de la familia nuclear o allegados
tiene manifestaciones frecuentes como: robos en el hogar referidos con frecuencia
específicamente al dinero o a pertenencias de una o dos personas concretas, lo cual
puede acompañarse de un comportamiento destructivo deliberado, de nuevo con
preferencia referido a miembros concretos de la familia, tal como romper juguetes u
objetos de adorno, ropas, hacer rayados en muebles o destrucción de pertenencias
apreciadas.
En cuanto a las características de los adolescentes disociales, se encontró que las
mismas se enmarcan en que tienen un ámbito social muy reducido, tienen muy pocos
amigos, ya que los demás niños suelen huir de ellos. Con las personas de su entorno
tampoco tienen una relación saludable, ya que perciben que éstos están incómodos
con su compañía lo cual les acaba convirtiendo en personas negativas y con una
autoestima muy baja. También presentan absoluta falta de respeto a los adultos que
tienen cierta potestad sobre ellos como profesores, tutores, padres o abuelos, a los que
desafían constantemente cuestionando su autoridad entre otras características.
Por último destacó que es un hecho real el aumento de la violencia donde están
involucrados menores, pero ante ese problema en la LOPNNA solo se establece
incrementos de la pena sin contar con centros especializados. El país no ha contado ni
cuenta con centros especiales para estos casos. No hay desánimo al delito por
aumento de penas. Violencia y delito se alimenta de impunidad. El énfasis del Estado
debe ser evitar la impunidad, así sea un adolescente que cometa un delito
Por lo tanto la relación del estudio con la presente investigación, se considera que
la misma radica en que ambas asumen que la conducta disocial es de carácter
multifactorial, por cuanto en ella, influye la crianza dada por los padres, la sociedad
en sus diferentes acontecimientos pero ello, no significa que este comportamiento de
irrespeto a las normas sociales y a la ley no deba ser principalmente intervenido y
posteriormente sancionado.
A nivel regional, se encontró e estudio realizado por Reinoso (2016) que llevó por
título “Frecuencia de trastorno disocial en adolescentes hijos de madres trabajadoras
del Seguro Social IVSS que asistieron a guardería, comparados con los que no
asistieron”. El método correspondió a un estudio transversal descriptivo en el que se
incluyó aleatoriamente a adolescentes entre 10 y 19 años de edad, hijos de madres
trabajadoras, excluyendo aquellos con trastornos psiquiátricos o capacidades
diferentes.
Para la aplicación del instrumento y obtención de datos se conformaron dos
grupos: de 90 adolescentes cada uno; el promedio de edad fue de 13.8 ±2.6 años uno,
de aquellos que asistieron a guardería; y otro, con los que no asistieron. Se aplicó un
cuestionario validado, cuyas variables fueron: edad, sexo, asistencia a guardería,
presencia de trastorno disocial (td), así como ocupación, turno de trabajo y duración
de la jornada de ambos padres. El análisis se realizó con: pruebas de tendencia central
y dispersión; χ2 y Wilcoxon.
En cuanto a los resultados, los mismos revelaron que la frecuencia para el
trastorno disocial de aquellos que fueron a guardería fue de 7.8% en contraste con el
1.1% de quienes no asistieron. Las ocupaciones del padre y madre fueron
significativas (p<0.05). La conclusión principal fue que el trastorno disocial fue más
frecuente endolescentes que asistieron a guardería y la ocupación de ambos padres es
importante para su desarrollo.
Se puede destacar, que todos los antecedentes antes reseñados así como explicados
en sus diferentes características sirven de apoyo a la presente investigación en vista
que todos ellos tratan el tema sobre la conducta disocial en función a su diagnóstico
con base a los factores influyentes en su desarrollo y permanencia en el
comportamiento de los adolescentes.

Bases Teóricas
Revisando la definición de bases teóricas, se considera oportuno sustentar este
aspecto según el criterio de Tamayo y Tamayo (b.cit) quien indica lo siguiente: “las
bases teóricas tiene que ver con las teorías que brindan al investigador el apoyo
inicial dentro del conocimiento del objeto de estudio” (p.107), es decir, cada
problema posee algún referente teórico, lo que indica, que el investigador no puede
hacer abstracción por el desconocimiento, salvo que sus estudios se soporten en
investigaciones puras o bien exploratorias. Por ello, implican un desarrollo amplio de
los conceptos y proposiciones que conforman el punto de vista o enfoque adoptado,
para sustentar o explicar el problema planteado.
Para el desarrollo de las bases teóricas de la presente investigación se tomaron en
cuenta los aspectos referidos a la conducta disocial en su definición, características y
dimensiones como son: el robo y vandalismo, las travesuras, el abandono o deserción
escolar, los pleitos y el uso de armas, el diseño de grafitis y las manifestaciones de la
conducta oposicionista desafiante en el entorno donde interactúa el adolescente
Asimismo se describe la adolescencia como etapa crucial de vida humana seguido de
la teoría cognoscitiva social para explicar el aprendizaje de conductas por
modelamiento. Para finalmente cerrar este apartado con la fundamentación legal y la
operacionalización de la variable.

Conducta Disocial

Por conducta antisocial se entiende al conjunto de comportamientos, prácticas o


actuaciones que tienen como objetivo la perturbación del orden social o la agresión a
este. De la misma manera, todos aquellos discursos que fomentan este tipo de actos,
también son considerados como parte de las conductas antisociales.
Tradicionalmente, estos actos y comportamientos han sido categorizados
como transgresiones, abusos, infracciones o delitos juzgados y sancionados tanto por
la ley, como por la sociedad en general.
En este orden de ideas, las personas con conducta antisocial pueden establecer el
foco de su actuación tanto en espacios o propiedades ajenas, mediante actos de
vandalismo, robos o atracos, como con la intención de perjudicar otras personas
mediante agresiones, ataques y ofensas, así como abusos y acoso que se suceden de
forma regular.
Sobre este tipo de comportamiento, Extremera (2016) señala que “el trastorno
disocial es una conducta repetitiva y persistente en la que los derechos básicos de los
demás y las normas y reglas básicas de la sociedad se infringen (p.2). Argumenta
sobre ello, que junto con el trastorno negativista desafiante, son los trastornos
predominantes entre los jóvenes atendidos en clínicas y hospitales mentales. Del
mismo modo, indica que el trastorno disocial “está basado principalmente en
conductas como: Acosos, amenazas, peleas, robos, uso de armas, siendo estos
comportamientos más comunes en varones y tienen una prevalencia en la población
general mundial de entre un 1,5% y 3,4%” (p.2).
De la misma manera, la Organización Mundial de la Salud (2010) define la
conducta antisocial como un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el
que se violan los derechos básicos de los otros o importantes normas sociales no
adecuadas a la edad del sujeto, provocando un deterioro significativo de la actividad
social, académica o laboral, pudiendo presentarse en el hogar, en la escuela y/o en la
comunidad.
Coincidiendo con estas definiciones, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de
los Trastornos Mentales (DSM –IV, citado por Moral y Pacheco, 2010) “El trastorno
disocial se caracteriza por un patrón comportamental que viola los derechos básicos
de los demás y reglas sociales que se espera que el niño o adolescente comprenda y
respete en relación con su edad y capacidad intelectual”. (p. 16). Sin embargo, dicho
Manual, en su versión más actualizada (DSM – V), determina este trastorno como
trastorno de la personalidad antisocial, definiéndolo como “patrón dominante de
inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se produce desde antes de
los 15 años de edad”. (p. 659).
Con base en lo expuesto anteriormente sobre la definición del trastorno de
conducta disocialse presenta como aquella que hace referencia a una diversidad de
actos que violan las normas sociales y los derechos de los demás considerando
además para que una conducta se consideré disocial o no la misma, deberá atender a
la valoración del contexto sociocultural en el cual ocurre.
Respecto al criterio científico de este comportamiento, en el Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM –V, ob.cit), se describen algunas
manifestaciones diagnósticas de la conducta o trastorno disocial tales como: el
“incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales, que
se manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de detención”. (p. 660). Los
adolescentes con conducta disocial no pueden definirse solo por en evento aislado,
sino que cometen faltas graves a la autoridad y a las normas lo que les conlleva a
consecuencias significativas durante su desarrollo. En muchas oportunidades
comienza por los llamados de atención por parte de padres y maestros, y de allí se
transgreden otras barreras, como la cárcel.
En segundo lugar, sugieren el “engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas,
utilización de alias o estafa para provecho o placer personal” (p. 660). Los
adolescentes con este tipo de conductas mienten a sus padres, maestros y en
consecuencia buscan engañar o estafar, pueden estar inmersos en delitos de esta
índole. La realidad venezolana es que cada día son más jóvenes quienes cometen
actos delictivos, entre ellos la estafa. Al mismo tiempo, en este trastorno se observan
comportamientos como impulsividad o fracaso para planear con antelación. Es decir,
son adolescentes que se dejan descubrir en sus planes, sobre todo cuando esto implica
un engaño hacia los padres y maestros.
Por otro lado, según el DSM V (ob.cit) los sujetos que presentan este trastorno de
conducta presentan actitudes de “irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por
peleas o agresiones físicas repetidas”. (p. 660). Son adolescentes conflictivos, que se
inmiscuyen o instigan hacia riñas o disputas en el lugar donde viven o en el mismo
salón de clases, como conducta repetitiva.
En el mismo orden de ideas, este manual describe una “desatención imprudente de
la seguridad propia o de los demás” (p. 660). Como no piensan lo que van a hacer,
entonces no reflexionan sobre las consecuencias de los actos cometidos,
conllevándoles a problemas mayores como detención, llamados de atención o
perjuicio de quienes le secundan en estos actos. De allí emergen accidentes
automovilísticos, o el uso de armas blancas o de fuego que terminan vulnerando la
salud y hasta la vida de ellos mismos o de las personas que les rodean.
Al mismo tiempo, se habla de una “irresponsabilidad constante, que se manifiesta
por la incapacidad repetida de mantener un comportamiento laboral coherente o
cumplir con las obligaciones económicas”. (p. 660), se deduce que son personas que
no realizan los aportes correspondientes en cuanto a su seguridad física, económica o
educativa, y tampoco funcionan en el área laboral, puesto que presentan ausencia al
trabajo o hasta robos y hurtos dentro del entorno donde coexisten.
Cerrando la descripción de este trastorno de conducta, el DSM V (ob.cit) plantea
como característica de este tipo del mismo “la ausencia de remordimiento, que se
manifiesta con indiferencia o racionalización del hecho de haber herido, maltratado o
robado a alguien”. (p. 660). Estas personas, cuando cometen actos delictivos que
traen consecuencias, le son indiferentes a dichas consecuencias, es decir, esto no les
hace reflexionar sobre algún acto cometido fuera de la ley, por el contrario, continúan
bajo el mismo comportamiento.
De tal manera, que cuando se manifiestan cierto tipo de características específicas
como las mencionadas anteriormente, puede darse paso a pensar en la aparición de
conductas disociales, por lo cual es importante que los padres y educadores estén
atentos ante situaciones en donde el adolescente manifieste abiertamente, ya sea
verbal o conductualmente situaciones específicas en cuanto al seguimiento de normas
y reglas, conductas agresivas o violentas, ya sea hacia pares o hacia personas
mayores, conductas irresponsables, deserción escolar, bajo rendimiento académico, y
estar en constante contacto entre sí, es decir los padres y los docentes en función de
poder evitar la prosecución de conductas que conlleven a la instalación del trastorno.
Al respecto Muñoz (2016), comenta lo siguiente:
El niño o adolescente con trastorno de conducta disocial, evidencia
poca capacidad de atención, así como bajo rendimiento, frecuentes
brotes de irritabilidad o abuso de determinadas sustancias son
indicadores de problemas de comportamiento en menores. Cada vez
hay más padres que por exceso de trabajo apenas tienen tiempo para
sus hijos, se sienten desbordados y no son conscientes de lo que les
sucede. Ante esta situación acuden al médico de familia o
directamente al psicólogo para detectar cualquier problema en la
salud mental en adolescentes. (p.12)

Por lo tanto, es necesario mencionar que en la formación de los Trastornos


Disociales del niño y del adolescente intervienen muchos factores que, tratados a
tiempo, pueden evitar muchas dificultades posteriores; estos factores interactúan de
maneras complejas y su influencia varía en los diferentes eslabones de la cadena
causal y también según las fases concretas de la evolución. En esta cadena causal hay
que tener en cuenta, para el Centre Londres (2010) los siguientes factores:
En primer lugar, existe una propensión individual, es decir, se hace evidente que
las personas varían respecto a su mayor o menor propensión a la conducta disocial.
En esta propensión intervienen muchos factores: Rasgos innatos de personalidad:
impulsividad, inestabilidad, búsqueda de novedades, agresividad, variaciones en su
capacidad de reacción ante las adversidades ambientales, etc. A su vez, entran en
juego las influencias sociales, las cuales abarcan ámbitos externos de familia, escuela,
compañeros, así como la manera adecuada de hacer frente a dichas influencias, los
logros académicos y el procesamiento cognitivo de experiencias.
En el mismo orden de ideas, se insertan los factores provocadores, como
desencadenantes o como mantenedores, en donde figuran aquí aquellas situaciones
que predisponen a sentimientos de rabia, frustración y resentimiento, así como
necesidades del individuo de poder, rango, estatus o recursos materiales, junto a un
contexto que no logra proporcionar unos medios alternativos para responder
adecuadamente a dichas emociones o necesidades.

Causas del Trastorno Disocial de la Personalidad


Al respecto, Martín (2012) explica que las causas del desarrollo del trastorno
disocial responden tanto a influencias genéticas, así como a las neurobiológicas y a
las dimensiones psicológica y social del individuo, a la influencia del desarrollo al
igual que al modelo integral donde se desenvuelve. A continuación la explicación de
todos estas causas.

Influencias genéticas. Estudios en familias, gemelos y niños adoptados sugieren que


hay una influencia genética en el trastorno disocial. Sin embargo, los factores
genéticos pueden ser importantes solo en presencia de ciertas influencias ambientales.
De forma alternativa, las influencias ambientales solo son importantes en presencia
de influencias genéticas.

Influencias neurobiológicas. Puede responder a que de acuerdo a la teoría de la


subexcitación, los niños y adolescentes disociales tienen niveles anormalmente bajos
de excitación cortical. De acuerdo con la hipótesis de la osadía, los niños y
adolescentes disociales poseen un umbral más alto para experimentar temor que la
mayoría de personas.

Dimensiones psicológica y social


Aunque se sabe poco sobre cuáles son los factores ambientales que desempeñan
una función directa en el origen de este trastorno, pruebas de estudios de adopción
sugieren de forma sólida que los factores ambientales compartidos son importantes.
Así, los niños con trastorno disocial suelen provenir de hogares con una disciplina
paterna inconsistente. Sin embargo, no se sabe si esta falta de disciplina genera de
modo directo el trastorno disocial. Cabe la posibilidad de que los padres tengan una
vulnerabilidad genética.
Influencias del desarrollo
Las formas que adquieren los comportamientos disociales de los niños y
adolescentes cambian a medida que crecen. El conocimiento clínico e informes
empíricos sugieren que las tasas de conducta antisocial disminuyen a partir de los 40
años de edad.

Dimensiones de la Conducta Disocial


Para efectos de esta investigación, es necesario definir el análisis factorial que han
realizado Moral y Pacheco (ob.cit) con respecto a la conducta Disocial, lo cual ha
conducido a conceptualizar seis dimensiones de dicha conducta, que permiten medir
y determinar la presencia o ausencia de rasgos de conducta disocial y estas
dimensiones son definidas de la siguiente manera:.

Robo o Vandalismo. Las personas a lo largo de su vida, pueden ser víctimas de actos
delictivos en donde son despojados de sus pertenencias, donde el agresor puede ser
adolescente o adulto, generando una sensación de miedo e incertidumbre ante tal
situación y del mismo modo, ser objeto de actos donde se observen daños a la
propiedad pública o privada, destrozando paredes, propiedades o cualquier mobiliario
que afecte a la sociedad.
De allí que Yáñez, (2009) define como robo o hurto “la acción de apoderamiento
con o sin violencia, intimidación o fuerza de las cosas de otros”. Sostiene que hurto o
robo “como aquellos de apropiación por medios materiales, suponiendo una actividad
física del agente o sujeto activo que se ejercerá sobre la cosa sustraída, sobre sus
resguardos, o sobre la persona de su titular o de quien puede evitar la acción del
agente”. (p. 88). Los adolescentes que cometen estas infracciones, son penados a
través del Código Penal venezolano (2005).
En cuanto a los actos vandálicos, Calameo (2013) lo define como “aquellas
acciones que son perpetradas por una o varias personas, en torno a destruir y devastar
todo cuanto se enfrente a su paso” (p. 20). Los adolescentes con trastorno disocial,
pueden buscar destruir lo que consigan a su paso, especialmente las entidades o
espacios públicos y de uso común. En el caso de los adolescentes en edad escolar,
comienzan con hurtos de objetos materiales en el aula o de sus compañeros. También
puede que se pierdan cosas en el hogar, todo esto para comerciar o pagar cualquier
acción delictiva que quiera cometerse.

Travesuras. En torno a las travesuras, algunos adolescentes presentan un


comportamiento de agitación constante en el aula de clase, bromean, hacen chistes,
poseen mal comportamiento, buscan llamar la atención y por ello pelean, arman
bandas o grupos que se enemistan con otros compañeros. Al respecto, según lo
descrito por Moral y Pacheco (ob.cit) indican:
Son acciones que se refieren a hacer ruido y alboroto en un lugar
cuando todo está en silencio, comenzar algún tipo de movimiento
para divertirse cuando se está aburrido, entretenerse incitando
peleas entre los demás, y realizar actividades no permisivas por
parte de los padres, etc. (p. 27)

En este sentido, y conforme a lo anteriormente expuesto, el adolescente que tiene


trastorno disocial constantemente busca realizar travesuras dentro y fuera del aula de
clase, molestar a los demás compañeros, inventar alguna burla o broma pesada a los
demás, y lo caracteriza la incitación a las peleas, entre otras. Estos muchachos son
objeto de castigos por parte de padres y maestros pues constantemente están ideando
formas de ejecutar travesuras, lo cual conlleva a preocupación entre padres y
maestros, pues eventualmente puede volverse incontrolable.

Abandono Escolar. En relación con el abandono escolar Zúñiga, (2006) lo define


como “la acción de abandonar los estudios en un plantel educativo por cualquier
motivo”. (p. 52). El individuo se retira de sus obligaciones escolares, y esto es una
conducta observable en el trastorno disocial. Al mismo tiempo, Moral y Pacheco
señalan que “se refiere a la deserción del sistema educativo por parte de jóvenes
escolarizados”. (p. 27). En ocasiones, el adolescente con este trastorno probablemente
abandone la escuela.
Es común observar también que aquellos adolescentes que presentan conducta
disocial, rehúsen a continuar con la escolaridad, poseen aversión a asistir al aula de
clase, y esto puede observarse desde edades tempranas, puesto que hay niños que
desde la escuela se observa desánimo por asistir, malas calificaciones, entre otras.
Normalmente no terminan el periodo de bachillerato, o es muy difícil para ellos la
culminación de esta etapa.
Pleitos y armas. Una situación que viene siendo preocupación dentro del aula de
clases es la relativa a la proliferación de bandas dentro de las instituciones educativas,
lo cual genera un conflicto que termina en enfrentamientos, peleas, o altercados, que
pueden llegar hasta los golpes. Suelen ser disputas que llegan a un tribunal para que
un juez resuelva el conflicto entre las partes involucradas.
En este sentido, Moral y Pacheco, (ob.cit) “se refiere a responder de forma
ofensiva verbal y física, portar armas sin necesidad e implicación de pleitos”. (p. 27).
Dentro del aula de clase, pueden observarse vestigios de esta conducta, pues pueden
ser adolescentes agresivos, violentos e intolerantes. Además estos pleitos en el aula
incluyen también el uso de armas blancas por parte de los adolescentes, es decir se
han encontrado alumnos armados dentro de las aulas. De la misma manera, también
se han encontrado adolescentes con uso de armas blancas o armas de fuego, las cuales
se utilizan para el amedrentamiento de otros compañeros. Esto trae como
consecuencia conflictos en el aula, entre las diferentes secciones del plantel puesto
que se pueden generar conflictos entre compañeros en donde emerjan el uso de
armas, poniendo en riesgo la vida de sí mismos, otros alumnos y quienes laboran en
la institución.

Graffiti. Una de las expresiones del arte urbano más populares en la actualidad es el
grafiti, que en ocasiones es considerada hasta como una obra de arte, la cual se realiza
en paredes, muros o calles. Se trata de la expresión de dibujos o escritos, algunos con
sentido poético, otros más coloquiales o del argot popular de cada región. En muchas
oportunidades se asocia a vandalismo, puesto que se realiza en paredes o calles que
son propiedad privada y rompen con la estética del lugar donde se ubican.
Desde el punto de vista del trastorno disocial, Moral y Pacheco, (ob.cit) señalan
que “son conductas de daños hacia lo ajeno y la propiedad privada a través del dibujo
de pinturas en aerosol”. (p. 28). En los entornos educativos, se observa la presencia
de rayones o expresiones dentro de las paredes del plantel, los baños y hasta en las
afueras de la institución. Algunos alumnos también buscan destruir la propiedad
privada, como los vehículos de los trabajadores de las instituciones, o el mobiliario de
del establecimiento, no solo rayándolos sino también dañándolos y dejándolos
inoperativos. Algunos se limitan solo a la expresión de palabras o dibujos en las
paredes en representación a lo que sienten o a algún símbolo en específico que guarda
relación con lo que sienten o desean expresar.

Conducta oposicionista desafiante.En ocasiones los adolescentes presentan una


tendencia hacia las actitudes de oposición frente a las figuras de autoridad, tales como
docentes, padres o adultos mayores en general. Allí se observa rebeldía, agresividad,
lenguaje incongruente o inadecuado, con un tono de voz elevado, donde son comunes
los reclamos o la imposición. Muchos desafían a los docentes con gritos, amenazas o
simplemente ignorándoles.
En cuanto a esta dimensión, se define como un patrón de comportamiento
desobediente, hostil y desafiante hacia las figuras de autoridad. Moral y Pacheco,
(ob.cit) “son conductas negativistas hacia la autoridad, desafiando activamente a otras
personas y siendo susceptible a ser molestado fácilmente por otro”. (p. 28). Estos
adolescentes desobedecen constantemente a padres y maestros, y no solo son poco
obedientes, sino que también responden de manera hostil y agresiva ante los llamados
de atención, haciendo caso omiso de los mismos.

Adolescencia

La adolescencia representa un continuo crecimiento de la existencia de los


jóvenes, en donde se realiza la transición entre el infante o niño de edad escolar y el
adulto. Esta transición de cuerpo y mente, proviene no solamente de sí mismo, sino
que se conjuga con su entorno, el cual es trascendental para que los grandes cambios
psicológicos que se produce en el individuo lo hagan llegar a la edad adulta. La
adolescencia es un fenómeno biológico, cultural / social, por lo tanto sus límites no se
asocian solamente a características físicas.
Sobre esta etapa de vida Dulanto (2012), expresa que a diferencia de la pubertad,
que comienza a una edad determinada a los doce o trece debido a cambios
hormonales, la adolescencia puede variar mucho en edad y en duración en cada
individuo pues está relacionada no solamente con la maduración de la psiquis del
individuo sino que depende de factores psico-sociales más amplios y complejos,
originados principalmente en el seno familiar.
Aunque no existe un consenso sobre en qué edad termina la adolescencia, algunos
psicólogos como Erik Erikson consideran que la adolescencia abarca de entre los
doce o trece años hasta los veinte o veintiún años, caracterizándose este período de
los 13 a los 21 años es la búsqueda de la identidad quedando plenamente consolidada
la personalidad a partir de los 21 años aproximadamente pero definitivo porque el
término de la adolescencia depende de la madurez psicológica la edad exacta en que
termina no es homogénea y dependerá de cada individuo.
Acerca de la adolescencia, Delfín (2012), asegura que tanto los adolescentes
como sus familias pueden percibir los años que comprende esta etapa como una
época tormentosa y emocionalmente agresiva plagada de frecuentes enfrentamientos
entre unos y otros. Sin embargo, estudios recientes han puesto de manifiesto que a la
mayoría de los adolescentes realmente les gustan sus padres y que creen que se llevan
bien con ellos.
En tal sentido, en la adolescencia se produce un rápido desarrollo físico así como
profundos cambios emocionales que, aunque pueden ser excitantes, no obstante
también pueden resultar confusos e incómodos tanto para el adolescente y ello,
influye d en las actitudes ante los sucesos, tal es el caso, del divorcio en sus padres,
con lo cual, se fractura su organización familiar.
Por ello, para Covey (2010), los primeros desacuerdos de los adolescentes con su
grupo familiar suelen surgir cuando los adolescentes comienzan a desarrollar sus
propios puntos de vista, que con frecuencia no son compartidos por sus padres. Como
forma de alcanzar un sentido de identidad diferente del de sus familiares, los jóvenes
suelen pasar mucho tiempo en compañía de personas ajenas a la familia o hablando
por teléfono con sus amistades.
Continua expresando el autor antes mencionado, que las amistades es otra de las
cosas que puede irritar a los padres del adolescente padres, pero es un forma
importante de lograr un sentido de identidad propio, independiente del de su familia.
Estas amistades forman parte del aprendizaje sobre cómo hacer progresos con los
demás. En esta época, el vestido y la apariencia física se convierten en elementos
muy importantes, bien como forma de expresar solidaridad con los amigos bien como
forma de declarar su creciente independencia de la familia.
Es importante destacar, que según Dulanto (ob.cit), durante la adolescencia de los
hijos, es frecuente encontrar como los padres suelen sentirse rechazados, y en cierto
sentido lo son. Pero este rechazo aparente es necesario para que el joven llegue a ser
un adulto con una identidad propia, por ello, aunque los enfrentamientos y
discusiones sean comunes, los jóvenes suelen tener un alto concepto de sus padres, de
ahí su actitud no operativa cuando se produce un divorcio entre los mismos
Es por ello, que, los rechazos y conflictos no suelen tener que ver con la
personalidad de los padres, sino más bien con el hecho de que es de sus progenitores
de quienes tienen que independizarse si quieren tener su propia vida, así como
también tomar decisiones sin consultarlos, ni dirigir su conducta de acuerdo a las
normas del hogar sino por las propias convicciones.
Acerca de ello, Covey (ob.cit), asegura que a la vez que se esfuerzan por ser más
independientes, los adolescentes desean intentar nuevas cosas, pero cuando se
encuentran en dificultades pueden reconocer que tienen poca experiencia para
retroceder. Esto puede producir rápidos cambios de su confianza en sí mismos y de su
conducta de forma que parezcan muy maduros un momento y muy infantiles en el
siguiente.
De acuerdo a ello, se asume como el perder la confianza en sí mismos puede
hacerles sentir infantiles y esto con frecuencia se expresa por medio de conductas mal
humoradas o enfurruñamiento más que como disconfort. De esta manera, puede
ocurrir que ante el divorcio de sus padres reacciones con actitudes no operativas
rechazando la situación aun cuando no pueda cambiarla.

Teoría del aprendizaje Cognoscitivo Social

En el presente estudio se considera como aval la teoría del aprendizaje


cognoscitivo social para explicar el desarrollo de la conducta disocial, tomando en
cuenta que la misma para Bandura (1967), trata acerca de la adquisición de conductas
a través de la observación e imitación de los modelos significantes del medio
ambiente donde interactúa el sujeto. Este autor formuló una teoría general del
aprendizaje por observación que se ha extendido gradualmente hasta cubrir la
adquisición y ejecución de diversas habilidades estratégicas y comportamientos.
También estudió sobre el desarrollo de la moral y los valores sociales para luego
revisar las influencias del comportamiento social en el desarrollo de patrones
conductuales en los sujetos. De igual forma, para este teórico los procesos básicos del
desarrollo conductual consisten en proponerse metas, jugar de antemano el desarrollo
de sus actos, evaluar los progresos rumbo a las metas y regular los pensamientos,
emociones y actos propios.
De esta manera, Bandura (ob.cit), consideró a la personalidad como una
interacción entre el ambiente con sus múltiples estímulos, el comportamiento y los
procesos psicológicos de la persona, los cuales consisten en la habilidad para abrigar
imágenes tanto en la mente como en el lenguaje. Desde el momento en que introduce
la imaginación en particular, deja de ser un conductismo estricto y empieza a
acercarse a los cognoscitivistas.
Por lo tanto, lo expuesto permite entender que el aprendizaje social, que también
recibe el nombre de vicario, observacional, imitación, modelado o cognitivo social
está basado en una situación de interacción en la que al menos participan dos
personas: una es el modelo, que realiza una conducta determinada, y otra el sujeto,
que realiza la observación de dicha conducta y cuya observación determina el
aprendizaje.
Asimismo, Bandura (citado por Moles, 2010) señala que las influencias del
modelaje produce tres tipos de efectos diferenciales de acuerdo a los distintos
procesos implicados en cada uno e ellos como son: el sujeto observador puede
adquirir respuestas conductuales nuevas que no existían en su repertorio, pudiendo
causar un debilitamiento en aquellas que previamente habían sido aprendidas, por
tanto, ya existían en su repertorio.
En este orden de ideas, para Moles (ob. cit), resulta evidente que las pautas de
respuesta sociales, sean adaptadas o desadaptadas, se transmiten fácilmente por
influencia de un modelo al igual que la imitación se puede facilitar si dicho modelo
recibe recompensa o por lo contrario, si se sabe que suele recibir castigo, el sujeto
observador evitará dar respuestas nuevas o incluso se abstendrá al verlo emitir la
conducta objeto de castigo.
De acuerdo a los señalamientos de Bandura, el aprendizaje social o vicario
presenta para el sujeto una ventaja importante: amplía sus habilidades en el control
del medio. Está a la base de la transmisión cultural pues permite que las habilidades
adquiridas por algún miembro de la comunidad puedan trasmitirse al resto, sin que
sea preciso que cada uno las adquiera a partir de su propia experiencia. Muchos
investigadores consideran que este tipo de aprendizaje es exclusivo de los seres
humanos.
Es así como de acuerdo a este paradigma el aprendizaje social permite explicar
cómo los sujetos (niños o adolescentes) al observar modelos de comportamientos
violentos en los diferentes ambientes en los cuales, interactúan más adelante los
reproducen en su desenvolvimiento en el hogar, la escuela, la sociedad en general,
por ello, se habla de un aprendizaje por modelamiento, que para el caso del presente
estudio se trata de que los adolescentes observen e imiten patrones comportamentales
alusivos a la conducta disocial, es decir, aquella que está fuera de la norma social y
legalmente establecida.
Según Bandura (citado por Moles (ob.cit), existen cuatro procesos en el
aprendizaje por imitación y los mismos hacen referencia en primer lugar a la
atención: para precisar los pasos del modelo. De la misma manera, todo aquello que
suponga un freno a la atención, resultará en un detrimento del aprendizaje,
incluyendo el aprendizaje por observación. Alguna de las cosas que influye sobre la
atención tiene que ver con las propiedades del modelo, con lo colorido, llamativo, el
efecto causado por el mismo en el ambiente o en la medida en que el sujeto se
identifique con el mismo.
De igual manera, para este autor, el segundo paso lo representa la retención,
entendida como la capacidad para almacenar información (recordar) aquello a lo cual
se le ha prestado atención. Aquí es donde la imaginación y el lenguaje entran en
juego: se guarda lo visto hacer al modelo en forma de imágenes mentales o
descripciones verbales. Una vez archivados, se puede hacer resurgir la imagen o
descripción a manera de reproducirlas con el propio comportamiento.
En tercer lugar está la reproducción, entendida como la habilidad para traducir las
imágenes o descripciones al comportamiento personal, emulando al modelo en sus
acciones, palabras, formas de expresión. Es común que la reproducción de conductas
se lleve a cabo al constatar efectos positivos acarreados en el ambiente con la
conducta del modelo. Finalmente, la motivación representa la fuerza de voluntad para
ejecutar una conducta cualquiera luego de haberla observado y de igual manera,
encontrar como el ambiente respondió favorablemente a la misma.
Con base a lo señalado anteriormente respecto a la teoría del aprendizaje social,
se entiende que la misma explica las formas de aprendizaje humano a partir de la
observación e imitación de los modelos presentes en el medio ambiente. En este caso
se asume que la familia y la sociedad son modelos por excelencia de las conductas
desarrolladas por los niños o adolescentes, a lo cual, se le suma la predisposición
psicológica.
Al respecto de la teoría cognoscitivo social y la conducta antisocial, Ribes y
Bandura (1978) han señalado que el aprendizaje social brinda una teoría general que
pretende ser lo bastante amplia como para abarcar las condiciones que regulan todas
las facetas de la agresión, sea individual o colectiva y sancionada personal o
institucionalmente, por cuanto, las personas no nacen con repertorios prefabricados
de conducta agresiva; deben aprenderlos de una u otra manera.
Por el contrario, las personas pueden adquirir estilos agresivos de conducta, ya sea
por observación de modelos agresivos o por la experiencia directa. Para estos autores
las conductas que las personas muestran son aprendidas por observación, sea
deliberada o inadvertidamente, a través de la influencia del ejemplo. Observando las
acciones de otros, se forma en uno la idea de la manera cómo puede ejecutarse la
conducta y, en ocasiones posteriores, la representación sirve de guía para la acción.
De tal manera, que observando la conducta de los demás, puede aprender
estrategias generales que proporcionen guías para acciones que trasciendan los
ejemplos concretos modelados. En esta teoría se considera al proceso de socialización
como una factor de riesgo asociados a la conducta antisocial y la adquisición de
conductas y valores determinados, en su mayor parte, por un conglomerado de
relaciones sociales en las que el individuo está inmerso.
Por lo tanto, Ribes y Bandura (ob.cit) explican que las variables de socialización
constituyen factores de riesgo debido a que pueden modular la conducta del individuo
por simple imitación de una figura prestigiosa y en pos de crear lazos afectivos con el
modelo, o mediante el refuerzo de aquellas conductas concordantes y supuestamente
adecuadas con respecto a las de los compañeros. Aún cuando los autores establecen
que la conducta se adquiere con base en el ejemplo de modelos, estos refieren que por
varias razones la exposición de estos modelos no asegura automáticamente el
aprendizaje por observación.
En primer lugar, establecen que algunas personas no sacan provecho del ejemplo
porque no observan los rasgos esenciales de la conducta modelo. Por otra parte, la
observación de la conducta de un modelo no influirá mucho en las personas si éstas se
olvidan de lo observado. Por lo tanto, las influencias del moldeamiento pasado
alcanzarán algún factor de riesgo asociado a la conducta antisocial si en el futuro
llegan a presentarse los móviles adecuados, los individuos pondrán en práctica lo que
han aprendido.
En síntesis, la Teoría del Aprendizaje Social determina que una conducta agresiva,
en este caso la conducta antisocial, de acuerdo a los modelos de los cuales se
aprenden este tipo de conductas y que no sólo es la simple imitación, sino que además
este comportamiento tendrá que ser funcional para la persona que lo realiza, así como
también será reforzado por el medio de socialización en el que ocurre.

Bases Legales

La fundamentación legal de una investigación es definida por Ballestrino (ob.cit),


como “la revisión de leyes, reglamentos y normas necesarias en algunas
investigaciones cuyo tema lo amerite” (p.16); y en tal sentido, en el presente estudio
se considera en primer lugar la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999), seguida de la Ley Orgánica de Protección al niño, niña y
adolescente (2007), al igual que la Ley del Ejercicio de la Psicología (1978) y el
Código de Ética del Ejercicio de la Psicología.
De esta manera, en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(ob.cit), específicamente en el Artículo 102, se plantea lo siguiente:
La Educación es un derecho humano y un deber social fundamental,
es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como
función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y
modalidades, y como instrumento del conocimiento científico,
humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. (…) El estado,
con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el
proceso de educación ciudadana, de acuerdo con los principios
contenidos en esta Constitución y en la Ley.

Al respecto del contenido del artículo, del mismo se puede interpretar que las
características y fines esenciales de la educación, están orientados a desarrollar
plenamente la personalidad del individuo convirtiéndolo en un ser apto para la vida
en sociedad y democracia; a través del desarrollo de aspecto tales como: autonomía,
espontaneidad, criticidad; así como también fortaleciendo su sentido de pertenencia
hacia el entorno local, regional y nacional.
De igual forma, en la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente
(2015.) en el Título V, establece lo siguiente:
En este apartado, aparece todo lo referente al sistema penal de
responsabilidad del adolescente. Este sistema está integrado por el
conjunto de órganos y entidades que se encargan del
establecimiento de la responsabilidad del adolescente. El
adolescente que incurra en la comisión de hechos punibles,
responde por su infracción en la medida de su culpabilidad. Se
considera adolescente infractor a aquel que ha cometido actos
previamente definidos como delito o falta según la ley penal.

Asimismo, el artículo 528 expresa: “el adolescente que incurra en la comisión de


hechos punibles, responde por el hecho en la medida de su culpabilidad, de forma
diferenciada del adulto. La diferencia consiste en la jurisdicción especializada y en la
sanción que se le impone”.
Con base en tal contenido de las citas presentadas anteriormente, se entiende que
el adolescente debe responder por sus actos en la medida que sea responsable de los
mismos y ello sea probado en el tribunal de menores. El adolescente infractor,
aunque no tenga plena capacidad para entender la magnitud del daño cometido, se le
responsabiliza por ello, aplicándosele una sanción con fines esencialmente
educativos.
También es importante resaltar, la Ley del Ejercicio de la Psicología (ob.cit), la
cual, en su Artículo 2, contempla puntualmente:
Se entiende por ejercicio de la Psicología, la utilización del
conocimiento adquirido mediante el estudio científico del
comportamiento del ser humano y del animal, tanto en la
realización de labores de investigación y docencia en Psicología,
como en la prestación de servicios profesionales, a título gratuito u
oneroso, directamente a particulares o a instituciones públicas o
privadas. Este conocimiento capacita al Psicólogo para colaborar en
los distintos ámbitos de la conducta humana y animal, a través de
acciones de exploración, descripción, explicación, predicción,
orientación y modificación de situaciones, tanto en el contexto de la
investigación pura, como en el marco de la investigación aplicada,
la docencia en Psicología y el ejercicio profesional, libre o
institucional. Igualmente lo capacita para contribuir en la
prevención de las dificultades de la evolución psicológica normal
del individuo; para la elaboración de programas que favorezcan el
desarrollo personal, educativo y social del hombre, y para la
solución de problemas en la conducta mediante el empleo de
técnicas y procedimientos psicológicos.

Tomando en cuenta lo reseñado en la cita anteriormente expuesta, se interpreta que


la psicología se encarga del estudio de la conducta humana con base a sus múltiples
manifestaciones así como, el impacto de la misma en el entorno y para ello, los
profesionales de psicología prestan sus servicios con base a consultas, tratamientos y
orientaciones hacia el logro del bienestar personal, psicológico y social del individuo
tratando de mejorar sus relaciones en el medio donde se desenvuelve.
Por su parte, el Código de Ética del Ejercicio de la Psicología en su Artículo 5,
establece que:
El profesional de la psicología está obligado a ejercer su profesión
en condiciones morales y materiales que garantice la calidad
científica de la misma y los eminentes fines humanos que deben
caracterizarle, lo cual, evidencia que esta profesión dedicada al
estudio al estudio del comportamiento humano y sus efectos en el
entorno debe enmarcarse en valores éticos para un ejercicio libre de
prejuicios.

En el mismo orden de ideas, en el artículo 13 de este código reza lo siguiente:


Los Psicólogos tienen el deber de realizar con la mayor dedicación
y empeño las labores propias de sus funciones. También debe
contribuir con su ejemplo y conducta a incrementar el nivel ético,
científico y cultural en su área profesional.

De acuerdo a los contenidos reseñados anteriormente, se puede deducir que


estos artículos contemplan las obligaciones del profesional de psicología está
en la obligación de fundamentar su trabajo en la presentación de un modelo de
conducta adaptado a las normas de convivencia social y sustentado en el
manejo adecuado de las emociones, sentimientos y pensamientos con un
óptimo nivel ético que le permita intervenir de manera objetiva la conducta
disfuncional de los pacientes hacia el logro de la modificación o extinción de la
misma.
Sistema de Variable

Respecto a la variable de investigación, según Sabino (2009), es cualquier


característica, factor, cualidad o atributo a estudiar o el conjunto de aspectos o
dimensiones de un fenómeno con la característica particular de asumir distintos
valores. En tal sentido, el presente estudio asumió la variable acerca de “Conducta
disocial en adolescentes masculinos” por considerarse los aspectos más significativos
de la investigación, motivo por el cual, se procede a conceptualizarlas y definirlas
operacionalmente a continuación.
Variable: “Conducta Disocial”

Definición conceptual
Según Bullones (ob.cit) una conducta disocial representa un comportamiento
recurrente, destructivo, violento y distorsionado que altera y transgrede las normas de
orden social.

Definición operacional
En relación con la variable conducta Disocial, se define de manera operacional por
medio del Cuestionario para medir las conductas disruptivas, creado por Pacheco, M.
y J. Moral, en el año 2010, la misma está compuesta por 27 ítems, con una escala de
respuesta de tipo Likert de cinco puntos que oscilaba la cual presentaopciones de
respuestas que van desde el totalmente de acuerdo hasta el totalmente en desacuerdo a
Además, contiene 6 dimensiones de medición las cuales son: Robo y vandalismo, las
travesuras, pleitos y armas, grafitti, Conducta oposicionista desafiante, abandono
escolar.

Cuadro 1
Operacionalización de la Variable
Variable Dimensión Indicadores Items
Conducta Robo Y Violentamiento O Robo Sin 05,08,18,24,
Disocial Vandalismo Enfrentamiento A La Víctima, 25,26, 27
Fraudulencia.
Travesuras Conducta Y Tendencia Hacia Las 06,07,15,16,
Bromas Pesadas, Alboroto, Reírse De 20,21
Los Demás.
Pleitos Y Fanfarronea, Amenazar O Intimidar A 01,02,19,22,
Armas Otros Iniciar Peleas Físicas, Utiliza 23
Armas Que Pueden Causar Daños
Físicos A Otra Persona.
Graffitis Tendencia Hacia El Uso De Grafitti, 12,13,14
Rayar Paredes Y Dañar Propiedades De
Otra Persona.
Conducta Comportamiento Con Extrema 09,10,11
Oposicionista Desobediencia, Hostilidad Hacia Las
Desafiante Figuras De Autoridad.
Abandono Pensamientos O Ideas De Abandonar 03, 04
Escolar La Escuela
Fuente: Tomado de la Escala de Conducta Disocial Moral y Pacheco (2010)
CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

En función al marco metodológico, el mismo es definido por Tamayo y Tamayo


(2009) como “un proceso que, mediante el método científico, procura obtener
información relevante para entender, verificar, corregir o aplicar el conocimiento, el
cual, se adquiere para relacionarlo con las interrogantes presentadas ante los
problemas planteados” (p.37). Así, se entiende que el marco metodológico
corresponde a la serie de procedimientos que se llevan a cabo en la intención de
desarrollar los aspectos que involucran la problemática planteada.

Naturaleza del Estudio

El presente estudio, corresponde a una investigación de naturaleza cuantitativa o


positivista, así pues, Sabino (ob.cit) define de la siguiente manera:
Método cuantitativo también conocido como investigación
cuantitativa, empírico-analítico, racionalista o positivista es aquel
que se basa en los números para investigar, analizar y comprobar
información y datos; este intenta especificar y delimitar la
asociación o correlación, además de la fuerza de las variables, la
generalización y objetivación de cada uno de los resultados
obtenidos para deducir una población; y para esto se necesita una
recaudación o acopio metódico u ordenado, y analizar toda la
información numérica que se tiene. (p.25)
De acuerdo a lo expresado, se entiende que el método o naturaleza de estudio
cuantitativa corresponde a aquel que permite analizar los datos de forma numérica
tomando en cuenta la estadística y los porcentajes obtenidos en la misma, ya que este
método posee las características de medir y cuantificar para dar respuesta a las
preguntas o interrogantes señaladas como parte del planteamiento del problema.

Tipo de Investigación

El tipo de investigación del presente estudio corresponde a una investigación de


campo, por lo tanto, Tamayo y Tamayo (ob.cit) la define como “la recopilación de
datos nuevos de fuentes primarias para un propósito específico. Es un método
cualitativo de recolección de datos encaminado a comprender, observar e interactuar
con las personas en su entorno natural” (p.57). En este estudio los datos serán
tomados directamente de los adolescentes de 4to y 5to año que acuden al Liceo San
Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara.
Por otra parte, el estudio es de tipo descriptivo, este es definido por Sabino (ob.cit)
como “aquel que se utiliza, tal como el nombre lo dice, para describir la realidad de
situaciones, eventos, personas, grupos o comunidades que se estén abordando y que
se pretenda analizar” (p. 42). Asegura también que este tipo de investigación la
cuestión no va mucho más allá del nivel descriptivo; ya que consiste en plantear lo
más relevante de un hecho o situación concreta. En el caso del presente estudio, se
pretende Analizar las conductas disociales de los adolescentes de 4to y 5to años que
acuden al Liceo San Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara.

Diseño de la Investigación

Al respecto del diseño de investigación, Tamayo y Tamayo (ob.cit) lo define como


el “plan global de investigación que intenta dar de una manera clara y no ambigua
respuestas a las preguntas planteadas en la misma" (p.173). Así, se puede interpretar
como un aspecto estratégico del proceso general de investigación, que pretende
integrar en un todo los pasos a seguir para realizar el estudio en términos de
interrogantes, objetivos, procedimientos y establecimiento de conclusiones y
recomendaciones pertinentes.
De esta manera, el presente estudio responde a diseño de tipo transeccional el cual
es definido por, Hernández, Fernández y Baptista (2008), como aquel donde "no se
construye ninguna situación, sino que se observan situaciones ya existentes, no
provocadas intencionalmente en la investigación por quien la realiza”. (p.205) y es
también transeccional porque “sus datos son recogidos en un solo momento, en un
tiempo único, con el propósito de describir las variables y analizar su incidencia e
interrelación en un momento dado”. (p.208). Asimismo, la investigación responde a
un estudio no experimental por cuanto el mismo según el precitado autor es aquel que
se realiza sin manipular deliberadamente variables porque se basa fundamentalmente
en la observación de fenómenos tal y como se dan en su contexto natural.

Población y Muestra

Población
Corbeta (2006), plantea que la población de estudio representa, “las unidades de
análisis (personas, organizaciones), a quienes se va a estudiar y que dan origen a los
datos de la investigación”. (p. 85). La población del presente estudio corresponde a
treinta (30) adolescentes de 4to y 5to año que acuden al Liceo San Francisco Javier
del Barquisimeto Estado Lara, por la razón de quince (15) por cada sección.

Muestra
Según Corbeta (op. Cit.), la muestra “es un conjunto de unidades, una porción del
total, que representa la conducta del universo en su conjunto” (p.85). Una muestra es
una porción representativa de la población. Cuando un investigador realiza en
ciencias sociales un experimento, una encuesta o cualquier tipo de estudio, trata de
obtener conclusiones generales acerca de una población determinada. Para el estudio
de ese grupo, tomará un sector, al que se conoce como muestra. Por lo tanto, la
constituyen los treinta (30) adolescentes de 4to y 5to año que acuden al Liceo San
Francisco Javier del Barquisimeto Estado Lara
En este caso, se habla de que el estudio asume una muestran censal, la cual para
Roldan (ob.cit), es aquella donde se selecciona el cien por ciento (100%) de la
población al considerarla un número manejable de sujetos. Por lo tanto, es aquella
donde todas las unidades de investigación son consideradas como muestra y ello, la
hace representativa.

Técnica e Instrumentos de recolección de datos

Las técnicas e instrumentos de recolección de datos, son un aspecto definido por


Sabino (ob.cit) como:
Conjunto de mecanismos, medios y sistemas de dirigir, recolectar,
conservar, reelaborar y transmitir los datos sobre estos conceptos
por ello, indica que las técnicas están referidas a la manera como se
van a obtener los datos y los instrumentos son los medios
materiales, a través de los cuales se hace posible la obtención y
archivo de la información requerida para la investigación. (p.149 y
150)

De acuerdo a los señalamientos anteriormente expuestos, se entiende que las


técnicas e instrumentos de recolección de datos constituyen mecanismos que el
investigador selecciona así como, implementa con la población seleccionada en la
intención de obtener información que permita el logro de objetivos planteados y por
tanto, el desarrollo del estudio que está realizando.

Instrumento

Según Arias (2010),”los instrumentos son los medios materiales que se emplean
para recoger y almacenar la información (pág.53). Para recoger datos e información
relevantes, en el presente estudio se implementará la aplicación de un cuestionario
cerrado, definido por el autor antes citado como un “conjunto de preguntas escritas
utilizadas para obtener información indistintamente para evaluar las respuestas dadas
por una persona respecto a un tema” (p.56).
Cabe destacar, que en este caso, el instrumento para la recolección de datos
corresponde a la modalidad del cuestionario que según Arias (ob.cit), “es la
modalidad que se realiza de forma escrita mediante un instrumento o formato en
papel contentivo de una serie de preguntas” (p.57). Asimismo, plantea que el
cuestionario de preguntas cerradas “son aquellas que establecen previamente las
opciones de respuesta que puede elegir el encuestado”. (p.57)
Por lo tanto, se considera que en el cuestionario de preguntas cerradas cada ítem
plasmado en el cuestionario mide lo estrictamente necesario según el objetivo u
objeto de estudio, es decir, las preguntas son directas y precisas, sin que el
adolescente proveedor de información del Federico Carmona no se les presentara
ambigüedades ni dudas en su interpretación. En el presente, se trabaja la recolección
de datos a través de la Escala de Conducta Disocial (ECODI27; Pacheco, M. y J.
Moral, 2010).
La Escala de Conducta Disocial (ECODI27), fue diseñada en México, por Moral y
Pacheco (2010). Es una escala tipo Likert de 27 reactivos con rangos de 5 puntos (de
1 totalmente de acuerdo a 5 totalmente en desacuerdo). Todos están redactados en
sentido de conducta disocial. Se califican por grado de conformidad en relación con
descriptores de la conducta propia. Así, a mayor puntuación, menor presencia de
conductas disociales, partiendo de los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales en su Quinta versión (DSM – V, ob.cit).
La puntuación en la escala y sus factores se obtiene por suma simple de reactivos.
Presenta una estructura de seis factores correlacionados y distribuidos de la siguiente
manera: robo y vandalismo (5, 8, 17, 18, 24, 25, 26 y 27); travesuras (6, 7, 15, 16, 20
y 21); abandono escolar (3 y 4); pleitos y armas (1, 2, 19, 22 y 23); grafiti (12, 13 y
14); y conducta oposicionista desafiante (9, 10 y 11).
Baremo de Corrección de la Escala

Corrección Escala de Conducta Disocial Factor Puntaje Interpretación


o Factor Robo: 8 - 29 Presencia de Factor Robo y de 30 - 40 Ausencia de
Factor Robo
o Factor Travesura: 6 - 19 Presencia de Factor Travesura y de 20 - 30
Ausencia de Factor Travesura
o Factor Abandono Escolar: 2 – 5 Presencia de Factor Abandono Escolar y de
6 - 10 Ausencia de Factor Abandono Escolar
o Factor Pleito: 5 – 14 Presencia de Factor Pleito y de 15 - 25 Ausencia de
Factor Pleito.
o Factor Grafiti: 3 - 9 Presencia de Factor Grafiti y de 10 - 15 Ausencia de
Factor Grafiti.
o Factor Oposicionista: 3 - 9 Presencia de Factor Oposicionista y de 10 - 15
Ausencia de Factor Oposicionista
o Conducta Disocial 85 - 135 Presencia de Conducta Disocial y de 27 – 84
Ausencia de Factor Conducta Disocial

Cuadro 2
Claves de respuesta de la Escala de Conducta Disocial
TA BA nAnD BD TB
Totalmente de Bastante de Ni de acuerdo ni Bastante en Totalmente en
acuerdo acuerdo en desacuerdo desacuerdo desacuerdo
1pto 2 pto 3 pto 4pto 5 pto
Fuente: Moral y Pacheco (2010)
Validez del Instrumento

En cuanto a la validez de la Escala de Conducta Disocial, Moral y Pacheco


(ob.cit), demandan que los índices de estabilidad temporal de sus seis factores
variaron de r = 0,803 (Travesuras) a r = 0,614 (Conducta negativista desafiante)
(Moral y Pacheco, ob. cit). La escala ECODI27 y sus 6 factores no sólo mostraban
consistencia y estabilidad, sino que también bajo sesgo introducido por la
deseabilidad social, medida por la escala de Sinceridad del Inventario de Personalidad
de Eysenck (EPI) (Eysenck y Eysenck, 1990), siendo la correlación más alta entre el
factor de Travesuras (r=0,170) en la muestra de 648 estudiantes. Asimismo, presentó
validez criterial con el cuestionario A-D de Seis dedos y Sánchez (2001). La
correlación de la puntuación total del ECODI27 con el factor de Conducta Antisocial
del cuestionario A-D fue 0,536 y con el factor de Conducta delictiva 0,631.

Confiabilidad del Instrumento

Según Moral y Pacheco, (ob. cit), los valores de consistencia interna de la escala
ECODI27 (puntuación total), así como de sus factores Robo y vandalismo y
Travesuras son altos (α = 0,70). El factor de Abandono escolar presenta consistencia
interna alta (α = 0,660). El factor de Pleitos y armas tiene consistencia interna alta en
hombres y adecuada en mujeres (α = 0,672). El factor de Grafiti muestra consistencia
adecuada en la muestra de hombres (α = 0,698). El factor de Conducta oposicionista
desafiante cuenta con consistencia interna alta en la muestra de mujeres (α =0,752),
adecuada en la de estudiantes hombres (α =0,681) y baja en la de infractores (α
=0,568). Según los criterios de decisión para la confiabilidad de un instrumento, para
Palella y Martins (ob. cit) los rangos comprenden confiabilidad muy alta (0,81 a 1),
alta (0,61 – 0,80), media (0,41 – 0,60), baja (0,21 – 0,40) y muy baja (0 – 0,20), por
lo que se considera que ambos instrumentos contemplan de alta a muy alta
confiabilidad para cada uno de sus factores.

Técnica de Análisis de los Resultados

La técnica de análisis de datos según Ocanto (2009), “contiene la información


encontrada durante el proceso de investigación una vez aplicado el instrumento”
(p.63). En el presente estudio, los resultados obtenidos mediante la aplicación del
instrumento tipo cuestionario, es decir la Escala de Conducta Disocial, ECODI27 se
tabulan en forma manual, para luego mediante para el proceso estadístico y mediante
el Programa SPSS llevarlos a cuadros frecuenciales / porcentuales e ilustrarlos
gráficamente en barras, revisando cada uno de los datos correspondientes a los
enunciados y dándoles sustentación teórica respectiva.
Cabe destacar, que lo anteriormente descrito permitirá a su vez a la investigadora
establecer no solo las conclusiones y recomendaciones del estudio atendiendo a las
interrogantes así como, a los objetivos de la investigación, sino también se podrá
describir las dimensiones de conductas disociales en adolescentes de 4to y 5to año
que acuden al Liceo San Francisco Javier del Barquisimeto Estado Lara
CAPITULO IV

ANALISIS E INTERPRETACION DE LOS RESULTADOS

En este capítulo se presenta el análisis e interpretación de los resultados


obtenidos a través de la aplicación del instrumento de recolección de datos, a los
estudiantes cursantes del cuarto y quinto año de bachillerato en el Liceo San
Francisco Javier del Municipio Iribarren e Barquisimeto Estado Lara. Por lo que, se
procede a analizar las conductas disociales en los mismos, en búsqueda de cumplir
con los objetivos de la presente investigación. Tomando en cuenta lo descrito
anteriormente, el proceso de resultados de los datos se realizó a través del paquete de
Windows de Excel y el programa informático “StatisticalPackageforthe Social
Sciences” (SPSS) versión20.0 española, y de tal forma, obtener los cuadros y gráficos
que dan respuestas a las interrogantes en la investigación .De esta forma, se presenta
los resultados de la variable conducta disocial según la Escala de Conducta
DisocialMoral y Pacheco (2010)
A continuación se presentan las distribuciones porcentuales de la muestra por edad
y sexo:

Cuadro 6. Distribución de Frecuencias de la muestra según la edad.


Frecuenc Porcentaje
Edad Porcentaje
ia acumulado
15 4 13,3 13,3
16 13 43,3 56,7
17 13 43,3 100,0
Total 30 100,0
Gráfico 1. Distribución de Frecuencias de la muestrasegún la edad.
En el cuadro 6 y gráfico 1, se puede apreciar la muestra distribuida según la edad,
se visualiza con trece punto tres por ciento (13,3%) de los adolescentes con 15 años,
por su parte, con cuarenta y tres punto tres por ciento (43,3%) de los adolescentes
con 16 años, de igual manera, con cuarenta y tres punto tres por ciento (43,3%) de
los adolescentes con 17 años, En tal sentido se observa como muestra de estudio, se
encuentra distribuida en la etapa de la adolescencia, donde el individuo aun no tiene
definida su personalidad, ni metas a futuro, dejándose influenciar por la amistades y
ambiente social que le rodea
Cuadro 7. Distribución de Frecuencias de la muestra según el Sexo.
Porcentaje
Sexo Frecuencia Porcentaje
acumulado
Varón 21 70,0 70,0
Hembra 9 30,0 100,0
Total 30 100,0

Gráfico 2. Distribución de Frecuencias de la muestrasegún el Sexo.


En el cuadro -- y gráfico 2, se puede apreciar la muestra distribuida según el sexo
delos estudiantes cursantes del cuarto y quinto año de bachillerato en el Liceo San
Francisco Javier del Municipio Iribarren e Barquisimeto Estado Lara., se visualiza
con setenta por ciento (70%) de los Adolescentes de sexo varón y con treinta por
ciento (30%) de los adolescentes de sexo hembra. En tal sentido se observa como la
población de estudio, se encuentra distribuida en ambos sexos, siendo prevalente el
varón. Así pues,según el DSM-IV (1995)explica que la prevalencia es “en los varones
de edad inferior a 18 años las tasas oscilan entre el 6 y el 16 %; en las mujeres las
tasas se mueven entre el 2 y el 9 %” (p. 93), puesto que las conductas disociales, se
evidencian con mayor frecuencia en los hombres.
Seguidamente, Partiendo de los objetivos propuestos para la investigación, el análisis
de los datos continúa con el análisis de la variable conducta disocial y sus
dimensiones en la población de estudio, se presentan los resultados de la aplicación
del instrumento:

Cuadro 11. Estadísticos descriptivos sobre la Muestra según la Variable


Conducta Disocial
Estadísticos
Conducta Disocial
Media 93,83
Desv. típ. 17,408
Mínimo 46
Máximo 114
Gráfico 4. Histograma de frecuencia sobre la muestra según la Variable
conducta Disocial.

Cuadro 12.Distribución de Frecuencias sobre la muestra según la variable


Conducta Disocial
Conducta Disocial Fi Fri %
Ausencia 27 – 84 9 30%
Presencia 85 – 135 21 70%

En el histograma de la Variable Conducta Disocial, se exhiben el comportamiento de


los resultados puntaje mínimo es de 46, con un máximo alcanzado que es de 114, con
una media de 93,83 y una desviación típica 17,408 que indica una dispersión alta de
los datos en relación a la media, según el baremo existe presencia de las conductas
disociales. Debido a los resultados arrojados en el análisis de datos, entendiendo que
Para Extremera (2016) señala que “el trastorno disocial es una conducta repetitiva y
persistente en la que los derechos básicos de los demás y las normas y reglas básicas
de la sociedad se infringen (p.2). Se concluye que los adolescentes que conforman la
población de estudio, rompen las reglas violando los derechos de los demás.

Cuadro 11. Estadísticos descriptivos sobre la Muestra según la Variable


Conducta Disocial de la dimensión Robo y Vandalismo.
Estadísticos
Robo y Vandalismo
Media 6,90
Desv. típ. 2,670
Mínimo 2
Máximo 10
Gráfico 4. Histograma de frecuencia sobre la muestra según la Variable
Conducta Disocial de la dimensión Robo y Vandalimo.
En el histograma de la Variable Conducta Disocial de la dimensión Robo y
Vandalimo, se exhiben el comportamiento de los resultados puntaje mínimo es de 2,
con un máximo alcanzado que es de 10, con una media de 6,90 y una desviación
típica 2,670 que indica una dispersión media de los datos en relación a la media,
según el baremo existe presencia de Robo y Vandalismo, en la población de estudio.
Debido a los resultados arrojados en el análisis de datos, entendiendo que Yáñez
(2009) define como robo o hurto “la acción de apoderamiento con o sin violencia,
intimidación o fuerza de las cosas de otros”. Se observa que los adolescentes que
conforman la población de estudio, intimidan y a las fuerzas toman lo que no es suyo,
generando daño a la otra persona, esto sin generar culpabilidad en ellos.
Cuadro 11. Estadísticos descriptivos sobre la Muestra según la Variable
Conducta Disocial de la dimensión Travesura.
Estadísticos
Travesura
Media 14,30
Desv. típ. 3,897
Mínimo 5
Máximo 20

Gráfico 4. Histograma de frecuencia sobre la muestra según la Variable


Conducta Disocial de la dimensión Travesura.
En el histograma de la VariableConducta Disocial de la dimensión Travesura, se
exhiben el comportamiento de los resultados puntaje mínimo es de 5, con un máximo
alcanzado que es de 20, con una media de 14,30 y una desviación típica 3,897 que
indica una dispersión media de los datos en relación a la media, según el baremo
existe presencia de Travesura, en la población de estudio. Debido a los resultados
arrojados en el análisis de datos, entendiendo queMoral y Pacheco (ob.cit) indican
que “Son acciones que se refieren a hacer ruido y alboroto en un lugar cuando todo
está en silencio, entretenerse incitando peleas entre los demás, y realizar actividades
no permisivas por parte de los padres, etc.” (p. 27). Por lo tanto, los adolescentes que
conforman la Muestra de estudio, son hiperactivos, siempre buscan realizar ruido y
causar desorden, aun más cuando sus padres se lo prohíben.

Cuadro 11. Estadísticos descriptivos sobre la Muestra según la Variable


Conducta Disocial de la dimensión Pleitos y Armas.
Estadísticos
Pleitos y Armas
Media 10,20
Desv. típ. 3,537
Mínimo 4
Máximo 16
Gráfico 4. Histograma de frecuencia sobre la muestra según la Variable
Conducta Disocial de la dimensión Pleitos y Armas.
En el histograma de la VariableConducta Disocial de la dimensión Pleitos y armas, se
exhiben el comportamiento de los resultados puntaje mínimo es de 4, con un máximo
alcanzado que es de 16, con una media de 10,20 y una desviación típica 3,537 que
indica una dispersión media de los datos en relación a la media, según el baremo
existe presencia de Pleitos y Armas, en la población de estudio. Debido a los
resultados arrojados en el análisis de datos, entendiendo queMoral y Pacheco, (ob.cit)
“se refiere a responder de forma ofensiva verbal y física, portar armas sin necesidad e
implicación de pleitos”. (p. 27). Asi pues, los adolescentes que conforman la muestra
de estudio, discuten con facilidad, respondiendo con rabia y en un estado alterado,
amenazando con armas blancas y de fuego.
Cuadro 11. Estadísticos descriptivos sobre la Muestra según la Variable
Conducta Disocial de la dimensión Graffittis.
Estadísticos
Graffittis
Media 14,53
Desv. típ. 3,224
Mínimo 4
Máximo 20

Gráfico 4. Histograma de frecuencia sobre la muestra según la


VariableConducta Disocial de la dimensión Graffittis.
En el histograma de la VariableConducta Disocial de la dimensión Graffittis, se
exhiben el comportamiento de los resultados puntaje mínimo es de 4, con un máximo
alcanzado que es de 20, con una media de 14,53 y una desviación típica 3,224 que
indica una dispersión media de los datos en relación a la media, según el baremo hay
ausencia del factor Graffittis en la población de estudio. Debido a los resultados
arrojados en el análisis de datos, entendiendo queMoral y Pacheco, (ob.cit) señalan
que “son conductas de daños hacia lo ajeno y la propiedad privada a través del dibujo
de pinturas en aerosol”. (p. 28).Se concluye que los adolescentes que conforman la
muestra de estudio, no realizan dibujos grandes de estilo callejero en paredes y carros.

Cuadro 11. Estadísticos descriptivos sobre la Muestra según la Variable


Conducta Disocial de la dimensión Conducta Oposicionista Desafiante.
Estadísticos
Conducta Oposicionista
Desafiante
Media 7,03
Desv. típ. 3,605
Mínimo 3
Máximo 12
Gráfico 4. Histograma de frecuencia sobre la muestra según la Variable
Conducta Disocial de la dimensión Conducta Oposicionista Desafiante.
En el histograma de la VariableConducta Disocial de la dimensión Conducta
Oposicionista Desafiante, se exhiben el comportamiento de los resultados puntaje
mínimo es de 3, con un máximo alcanzado que es de 12, con una media de 7,03 y una
desviación típica 3,605 que indica una dispersión alta de los datos en relación a la
media, según el baremo existe presencia de las conductas oposicionistas desafiantes,
en la población de estudio. Debido a los resultados arrojados en el análisis de datos,
entendiendo queMoral y Pacheco, (ob.cit) las definen como “conductas negativistas
hacia la autoridad, desafiando activamente a otras personas y siendo susceptible a ser
molestado fácilmente por otro”. (p. 28). Por lo que los adolescentes que conforman la
muestra de estudio, se oponen a las directrices dadas por sus figuras de autoridad.
Desautorizando y retando el poder de este.

Cuadro 11. Estadísticos descriptivos sobre la Muestra según la Variable


Conducta Disocial de la dimensión Abandono Escolar.
Estadísticos
Travesura
Media 7,90
Desv. típ. 2,310
Mínimo 3
Máximo 10

Gráfico 4. Histograma de frecuencia sobre la muestra según la


VariableConductaDisocial de la dimensión Abandono Escolar.
En el histograma de la VariableConducta Disocial de la dimensión Abandono
Escolar, se exhiben el comportamiento de los resultados puntaje mínimo es de 3, con
un máximo alcanzado que es de 10, con una media de 7,90 y una desviación típica
2,310 que indica una dispersión media de los datos en relación a la media, según el
baremo hay ausencia de Abandono Escolar, en la población de estudio. Debido a los
resultados arrojados en el análisis de datos, entendiendo queZúñiga, (2006) lo define
como “la acción de abandonar los estudios en un plantel educativo por cualquier
motivo”. (p. 52). Asi mismo, los adolescentes que conforman la muestra de estudio, si
acuden a clases a diarios, y pese a sus comportamientos se mantienen estudiando.
CAPITULO V

Conclusión
Para Martins y Palella, (2006) “las conclusiones son el análisis que conforma el
problema y el marco teórico, el cual se caracteriza a través de los datos arrojados por
el instrumento aplicado” (p.14). Es decir, una vez, finalizado el análisis de los datos
obtenidos de la aplicación del instrumento se presentan las conclusiones y
recomendaciones las cuales permiten expresar los resultados de los objetivos
planteados.
Cumpliendo con los alcances del presente estudio, y con el objetivo de esta que es,
Analizar las conductas disociales en los adolescentes de 4to y 5to año que acuden al
Liceo San Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara. se presentan las siguientes
conclusiones:
En cuanto al primer objetivo específico, que pretendía Determinar las conductas
disociales presentes en los adolescentes de 4to y 5to año que acuden al Liceo San
Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara, se concluye que un 70% siendo una
mayoría significativa de la muestra encuestada presenta conducta disocial, es decir,
solo cierta parte de los estudiantes no realizan actividades ilícitas, siendo preocupante
la situación del liceo San Francisco Javier.
En relación al segundo objetivo específico, que era Describir los rasgos de
conducta disocial en los adolescentes de 4to y 5to año que acuden al Liceo San
Francisco Javier de Barquisimeto Estado Lara, donde la conducta disocial se divide
en 6 factores o rasgos, donde se observaron los siguientes resultados: factor robos y
Vandalismo el cual obtuvo una puntuación de 6,9, seguidamente se encuentra el
factor travesura con una puntuación de 14,30, asi pues se tiene al factor pleitos y
armas con 10,20.luego se encuentra el factor graffiti con 14,53, seguidamente el
factor de conductas oposicionista desafiante con 7,3. y por último el factor abandono
escolar con una puntuación de 7,90.
Por lo tanto se encuentra presentes, robo y vandalismo, travesuras, conducta
desafiante, pleitos y armas, por otra parte grafittis y abandono escolar están ausentes.
Cabe acotar que dichas conductas traen consecuencias a futuro debido a que si no se
interviene a tiempo en quienes las presentan pueden incurrir a delitos mayores e
incluso llegar a la cárcel.

Recomendaciones

Para, Ochoa, Pineda y Rodríguez 2010 las recomendaciones son “sugerencias,


acciones, actividades, procesos, procedimiento y estrategia sean viables” (p.120). Una
vez finalizado los distintos análisis y generar el cuerpo de conclusiones, se procede a
realizar las recomendaciones que surgen de las mismas. De tal manera, que a
continuación se expone las sugerencias con la temática en estudio.

Al Liceo San Francisco Javier del Municipio Iribarren en


Barquisimeto Estado Lara.
 Crear estrategias didácticas en el salón de clases, donde se incluya la
enseñanza y desarrollo de habilidades y destrezas en los estudiantes, para la
resolución de conflictos con visión de compromiso social y personal.
 Realizar talleres vivenciales y psicoeducativos sobre como detectar las
conductas disociales, tanto a directivos como a los docentes, y asi permitir
conocer estrategias y actividades que genere una prevención, control de los
comportamientos disruptivos en los estudiantes.
 Estimular a integración y participación de la familia y comunidad al proceso
de enseñanza y aprendizaje, a través de actividades recreativas.

A los estudiantes del LiceoSan Francisco Javier del Municipio Iribarren en


Barquisimeto Estado Lara.
 Aceptar orientación profesional que le permita canalizar los problemas y
emociones que hacen que presenten ese tipo de conducta.
 Realizar actividades recreativas que sean de interés propio para fomentar el
uso del tiempo de ocio.
 Compartir y dedicar tiempo en familia.
 Acudir a terapia cognitivo-conductual, para disminuir las conductas presentes

A la Universidad Yacambú
 Proporcionar información de dicha investigación a próximos trabajos de
interés relacionados.
 Apoyar a posibles trabajos relacionados o similares a esta investigación:
tomar en cuenta correlaciones entre dos poblaciones diferentes como, por
ejemplo: sexo, año, edad.
Referencias

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Limusa. Caracas. Venezuela
Anexo A
ESCALA DE CONDUCTA DISOCIAL (ECODI27)
ESCALA DE TRASTORNO DE CONDUCTA DISOCIAL (ECODI27)
Indique en qué grado está conforme con cada una de las siguientes afirmaciones
como descriptoras de su conducta habitual
TA: Totalmente de acuerdo, BA: Bastante de acuerdo, NAND: Ni de acuerdo ni en
desacuerdo, BD: Bastante de acuerdo, TB: Totalmente en desacuerdo.
AFIRMACIONES DESCRIPTORAS DE SU CONDUCTA HABITUAL
N. ENUNCIADO TA BA NAND BD TB
1 Me gusta participar en pleitos
2 Frecuentemente he tenido que pelear para
defenderme
3 He pensado dejar la escuela
4 Quiero abandonar la escuela
5 Alguna vez he robado sin que nadie se dé
cuenta
6 Es muy emocionante correr en auto a exceso
de velocidad
7 Me gusta participar en alguna que otra
travesura
8 He participado en pequeños robos solo por
experimentar que se siente
9 No me dejo de los adultos cuando siento que
no tienen la razón
10 Trato de desafiar a los profesores que han
sido injustos conmigo
11 Cuando creo que los adultos no tienen la
razón los desafío a que me demuestren lo
contrario
12 Alguna vez he participado en grafiti con mis
amigos
13 Me emociona subir a edificios muy altos para
grafitear
14 El grafiti es un arte que todos los jóvenes
deben expresar
15 Cuando estoy aburrido en clase, inicio algún
tipo de movimiento para divertirme (ruido,
tirar objetos)
16 Siento que a veces no puedo controlar mi
impulso de hacer alguna travesura
17 Alguna vez le quité dinero a alguien más
débil o menor que yo, solo por hacerlo
18 He participado en robos
19 Cuando me ofenden respondo
inmediatamente y si es necesario hasta con
golpes
20 Es divertido observar cuando los compañeros
se pelean
21 Es divertido hacer ruido y alboroto en un
lugar cuando está todo en silencio
22 Es necesario andar armado porque estás
expuesto a que en cualquier momento te
puedan agredir
23 Cuando me agreden respondo
inmediatamente con golpes
24 En algunas ocasiones me he visto
involucrado en robo a casas ajenas
25 Es fácil tomar cosas ajenas porque las
personas son descuidadas con sus objetos
26 Me gusta planear robos
27 He estado involucrado en actividades que
dañan la propiedad ajena como, autos, casas,
edificios públicos y objetos

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