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Al inicio de mi práctica en la escuela secundaria técnica 43, la primera información

sobre los alumnos la obtuve de parte del director ya que me mando hablar para
mencionarme sobre la forma de trabajo de la escuela y la opinión que tenía sobre
la educación física y que quería que realmente cumpliera con mi trabajo pues no
había tenido experiencias positivas con los maestros actuales que están
laborando. La siguiente semana tuve más contacto con el profesor de educación
física y le hice preguntas sobre los grupos, dificultades, necesidades, actitudes y
demás problemáticas que tenía con los alumnos.

El profesor me explico su forma de trabajo y se dirigía hacia lo deportivista y con


los alumnos más hábiles motrizmente; pero los demás alumnos que no se
consideraban así no participaban regularmente o ellos solos se excluían y decían
algún pretexto para no participar en clase y se salían de la clase. Observando esta
situación decidí investigar sobre las necesidades de los adolescentes en la etapa
en la que se encuentran pues cuando yo comencé a practicar con ellos en
actividades donde tenían que emplear sus habilidades motrices básicas, se les
dificultaban movimientos que ya debieron de haber aprendido como botar, lanzar,
atrapar, correr, esquivar etc.

Pero no solo enfocarme en el ámbito motriz sino más personal. Por tanto, dentro
de las investigaciones que realizaba sobre la etapa de la adolescencia en
artículos, páginas de internet y en libros, sobre todo en el libro de psicología del
desarrollo por Papalia, se centraba y conceptualizaba más la información sobre
esta etapa. Nos menciona que un aspecto importante dentro de este proceso de
desarrollo que es la formación de una identidad, que se trabaja durante toda la
vida pero que de manera más amplia en este momento que se encuentran.

En las prácticas con todos los grupos, decidí trabajar más completamente con los
de segundo y tercero. Comencé con actividades donde tenían que resolver
problemas en equipo, donde participaran todos incluyendo a los que casi no les
gustaba trabajar y que estaban acostumbrados a salirse de clase sin que les
dijeran nada. Aplique juegos colaborativos, recreativos y deportivos pero
adaptados de manera que todos jugaran, haciendo equipos pequeños y estar al
pendiente de los alumnos que menos participaran, para ayudarme de los que si
participaban para que los involucraran dentro de los juegos.

Esto lo hice para conocer más a los alumnos y saber quiénes no querían
participar, quien tenía miedo incluso de jugar, fallar, o que tuviera falta de
confianza. Todo esto lo apuntaba en el diario de campo. Había unos alumnos (a)
que trabajaban muy en la clase pero debido a que se les excluía no conocían su
potencial y de que realmente eran competentes motrizmente en algunas
actividades. Otros manifestaban miedo al enfrentarse a retos como correr y pasar
la pelota y debido a la presión solo aventaban la pelota al azar y no a los de su
mismo equipo. En las evaluaciones registraba estas manifestaciones sobre os
alumnos que me llevaron a definir lo que quería como tema de investigación sobre
la identidad corporal.

La investigación sobre este aspecto de la identidad corporal comenzó y encontré


una autora llamada Alicia Grasso, la cual tiene varios libros sobre identidad
corporal. Dentro de mis prácticas y de las planeaciones, tome consideraciones que
la autora propone en sus libros como comprender y distinguir el cuerpo, la
representación corporal, la imagen corporal, registrar, diferenciar y establecer
estados de ánimo, conquistar el cuerpo, construir ordenar y producir gestos,
posturas, movimiento y actitudes.

El diseño de mis planeaciones y actividades se fue dirigiendo hacia ese campo de


acción. Continue con un video sobre la identidad corporal adaptando la
información para que los alumnos lo entendieran. Se realizaron preguntas
respecto al auto concepto, autoestima, autoimagen y autoeficacia. Con el video y
las preguntas me di cuenta de las respuestas o manifestaciones sobre la identidad
corporal de los alumnos en los que me estaba enfocando.

Las manifestaciones de los alumnos de su identidad corporal eran falta de


autoconfianza, baja autoestima, desconocimiento de las funciones de su cuerpo,
falta de reconocimiento hacia sus virtudes y defectos, ciriticas hacia su propio
cuerpo y hacia el de sus compañeros, una imagen corporal negativa pues no se
creían capaces de afrontar retos motrices, no tenían seguridad al realizar dos
cosas al mismo tiempo como avanzar saltando de un extremo a otro, les costaba
trabajo utilizar cada una de las partes de su cuerpo y como las podían utilizar en
juegos donde cambiaban la manera de manipular los objetos.

Con todas estas manifestaciones relacionándolas con la identidad corporal decidí


enfocarme en el desarrollo de este tema durante el tiempo que estuve en mis
prácticas en la escuela. Los instrumentos de evaluación también se dirigían hacia
las respuestas de los alumnos en las clases trabajando cada parte de su cuerpo y
como se sentían con cada una de ellas, lo juegos deportivos que aplique tenían el
objetivo de hacer participar a todos los alumnos y las actividades específicas que
favorecían de manera más directa al ámbito en el que me quería enfocar para
contribuir a la identidad corporal de los adolescentes.

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