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Análisis de la Situación Política-Económica y Social Actual en América Latina

Nuestro continente continúa siendo el escenario de las más importantes luchas del mundo
contemporáneo actual, es decir la pugna y rechazo categórico en contra de las políticas y recetas del
neoliberalismo por la construcción de alternativas emergentes al modelo adoptado por el capitalismo en el
período histórico actual.

República Argentina: La coyuntura de la recuperación neoliberal se confirma como corto, es decir,


comenzando con la derrota espectacular del actual Presidente Mauricio Macri obteniendo por la alianza “Juntos
por el Cambio” con un 40 % de resultado final en las Elecciones Presidenciales realizadas en la República
Argentina y siendo al contrario del tamaño de la euforia en la victoria del 48 % por el Presidente Electo Alberto
Fernández representando la coalición el “Frente de Todos” ha despertado en la población argentina durante la
primera vuelta electoral durante la fecha del pasado 27 de octubre del año en curso.
Asimismo, Argentina confirma las debilidades del neoliberalismo, que la derecha no tiene otra
alternativa, que no ha aprendido del agotamiento de su modelo, que se ha engañado respecto al éxito de los
gobiernos antineoliberales, volvió con su política de ajustes fiscales y reveló su incapacidad no solo para
retomar el crecimiento económico y la lucha en contra del desempleo sino, como consecuencia de ello, de
conquistar bases de apoyo suficientes para tener gobiernos con estabilidad política.

Estado Plurinacional de Bolivia: El Presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, alertó desde la fecha del
pasado 20 de octubre del presente año, cuando se realizaron las Elecciones Presidenciales en Bolivia que
sectores de oposición preparan un golpe de estado para la semana que está en curso, además que un grupo
civil aliado al candidato opositor y derrotado Carlos Mesa por el partido político “Comunidad Ciudadana”, el cual
obtuvo un 36 % de las elecciones donde él mismo propuso anular los comicios electorales en medio de una
escalada de protestas fomentadas por sectores de derecha después de producirse el resultado ganador con un
47 % por parte del candidato por el Partido Político “Movimiento al Socialismo” y Presidente actual y electo Evo
Morales Ayma, el cual aguanta firme la arremetida y contraofensiva de la derecha boliviana de sectores
conservadores y de oligarquía boliviana.
A pesar de la recomposición de la derecha, Evo se apoyó en sus bases populares, en gran medida en el
movimiento indígena, para resistir, triunfar electoralmente, y ganar un nuevo mandado, importante no solo para
completar la extraordinaria recuperación económica y las conquistas sociales y étnicas de Bolivia, sino también
para recomponer a sus fuerzas políticas de apoyo.

República Oriental del Uruguay: La primera vuelta de las Elecciones Presidenciales y Parlamentarias en
Uruguay durante el año de 2019 se llevaron a cabo en fecha del pasado 27 de octubre de 2019, como ninguno
de los candidatos obtuvo la mayoría absoluta de votos emitidos, se realizará una segunda vuelta (balotaje) en
fecha próxima a llevarse a cabo el 24 de noviembre de 2019.
Por lo tanto, el Partido Político “El Frente Amplio” sigue como la más grande fuerza política, sin embargo
va a tener un desafío duro en la segunda vuelta el candidato Daniel Martínez quien goza de un apoyo popular
del 39 %, por la pérdida de apoyo y por la suma de los candidatos en la coalición de derecha tales como Luis
Lacalle Pou por el Partido Nacional con un 28 %; Ernesto Talvi por el Partido Colorado con un 12 %; Guido
Manini Ríos por el partido político Cabildo Abierto con 10 %; César Vega por el Partido Ecologista Radical
Intransigente con el 1 %, así como también Edgardo Novick por el Partido de la Gente con el 1 % y Pablo
Mieres por el Partido Independiente con 1%.

República de Colombia: Las Elecciones Municipales representan una dura derrota para el actual presidente,
Iván Duque, representante del Partido Político del Uribismo, se fortalecen candidatos del Campo Popular y
vinculados al nuevo líder de la izquierda y el Polo Patriótico, Gustavo Petro.
En Colombia, también hay actualmente un gobierno neoliberal, el cual paga el precio del desgaste de
ese modelo, así como de la política represiva y autoritaria del uribismo, retomada por el actual presidente. El
gobierno fue derrota en todos los frentes, empezando por las Alcaldías de Bogotá y Medellín, proyectando
derrota en las próximas elecciones presidenciales con favoritismo de Petro.
Igualmente, los partidos políticos que más tuvieron registrados candidatos son el “Liberal”, con 12.522,
La “U”, con 12.301 y el “Conservador” con 11.693 aspirantes.
La batalla principal de estos comicios se libró en torno a las Gobernaciones más importantes en
Colombia, las cuales son las del Atlántico, Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca y la de las grandes
ciudades como Bogotá y Barranquilla, es decir actualmente Latinoamérica no sólo vota a la izquierda, lucha a la
izquierda y desmonta el modelo neoliberal en su eje estructural y fundamental.
La Misión de Observación Electoral (MOE) realiza desde hace años un detallado seguimiento a los
diversos factores que interfieren con los procesos electorales en Colombia.
Entre los mayores riesgos electorales está la violencia política. En su último informe, la MOE señala que
desde el 27 de octubre de 2018 hasta el 27 de junio de 2019 se registraron 265 líderes políticos, sociales y
comunales han sido víctimas de violencia, víctimas de atentados, amenazas de muerte, secuestros y asesinatos
dentro del territorio colombiano.

República del Ecuador: A partir de la fecha del 02 de abril del año 2018, el Presidente Lenin Moreno del
gobierno nacional de Alianza País en cadena nacional presentó un Plan Económico, el cual ejecutaría hasta la
finalización de su período constituyéndose en 4 ejes fundamentales como y originando descontento y rechazo
en la población ecuatoriana como:
a) Estabilidad y equilibrio fiscal al reducir el déficit fiscal de 5.64 % a 2.67 % al año 2021; es decir, no
se subirían los impuestos, recaudación de 800 millones adicionales por medidas de control tributario
ya implementadas por el SRI y Aduanas, racionalización de 5 beneficios tributarios a la población
con ingresos de más de 100 mil dólares anuales, eliminación del cálculo del impuesto mínimo del
anticipo del impuesto a la renta, reducción progresiva del impuesto de salidas de divisas.
b) Reestructuración del estado para lograr un ahorro de 1000 millones anuales; reducción de 1000
millones anuales en el presupuesto de la función ejecutiva, eliminación de varios ministerios,
secretarías y coordinaciones generales, reducción a la mitad de asesores de cada institución,
reducción de viáticos y gasto de arriendos, supresión de 7 de las 22 empresas públicas,
manteniéndose únicamente las rentables, optimización de contratos petroleros y elaboración de un
plan de fortalecimiento fiscal.
c) Sostenibilidad de la dolarización y equilibrio del comercio exterior al atraer inversión y control de la
salida de divisas; incremento temporal de techos arancelarios, exoneración al pago de salida de
divisas a empresas extranjeras que se mantengan en el país por más de 5 años, racionalización de
todos los costos de transacciones de acciones de empresas, fortalecimiento del concepto de
sociedad anónima
d) Reactivación productiva, aumentar en 7 puntos el empleo adecuado y reducir la pobreza extrema en
5 puntos; revisión tributaria como instrumento de reactivación productiva para las empresas,
devolución del impuesto a la salida de divisas y otros tributos a exportadores que demuestren
ingresos neto de divisas, implementación de nuevas modalidades de contratación de trabajo,
simplificación de trámites, alianzas público-privadas, fomento de la economía popular y solidaria.
No obstante, en detrimento de la calidad y nivel de vida del pueblo ecuatoriano luego el gobierno vuelve
con la aplicación a partir de la fecha del 22 de agosto del año 2018, anuncia nuevas medidas de austeridad y
modificación económica para lograr solventar los problemas del déficit fiscal y la deuda nacional en la economía
ecuatoriana hasta el año 2021, a través de 11 puntos:
1) Reducir el tamaño del estado a 20 instituciones entre ministerios, secretarías, institutos y agencias
dependientes del estado: fusión de la Secretaría Nacional de la Gestión política con el Ministerio de
Justicia y del Interior, fusión del Ministerio de Ambiente con la Secretaría del Agua, fusión del
Ministerio de Comercio Exterior con el de Industrias, fusión del SRI con las Aduanas y la eliminación
de la Secretaría Nacional de Comunicación.
2) Reducción de gastos innecesarios como seguridad a ministros, celulares a funcionarios, viáticos.
3) Transparencia en las compras públicas, a través de un concurso y restricción del uso del régimen
especial y de emergencia para contrataciones.
4) Optimización de las empresas públicas.
5) Mayor colaboración con la inversión privada y con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
6) Independencia y prohibición de inyección de crédito directo del Banco Central al ejecutivo.
7) Acceso a financiamiento externo estable, predecible y en mejores condiciones de plazo y tasa de
interés.
8) Incremento de la producción petrolera a 700.000 barriles diarios en el año 2021.
9) Eliminación de subsidios a combustibles y el sector transporte.
10) Incremento del costo de la gasolina tipo Super a 2.98 dólares por galón.
11) Eliminación del subsidio al diesel al sector empresarial.
Por lo tanto, en fecha del pasado 02 de octubre de 2019, a consecuencia de todas las medidas
adoptadas por el gobierno se iniciaron una ola de manifestaciones y protestas por parte de la población civil y
representantes de los pueblos originarios y autóctonos en el territorio ecuatoriano, tras la adopción de nuevas
medidas económicas las cuales fueron dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La situación se fue tornando más crítica con el pasar de los días por lo que el gobierno decretó el
estado de excepción e incluso llegó a ordenar el 08 de octubre un toque de queda y el traslado de la Sede de
Gobierno en el Palacio de Carondelet hasta la ciudad de Guayaquil.
Los principales enfrentamientos se dieron entre la Confederación de Nacionalidades Indígenas del
Ecuador (CONAIE) y la policía, la cual llegó a cometer crímenes de lesa humanidad lo que ocasionó al menos
10 personas fallecidas, 1340 heridos y 1192 detenidos, ocasionando una grave conmoción social en el país; no
obstante el 13 de octubre se llevó a cabo un Foro Mediador por parte del Representante de la ONU en Ecuador
y la Iglesia Católica, donde los dirigentes indígenas de la CONAIE y el partido de gobierno Alianza País, los
cuales llegaron a un acuerdo entre las partes que finalizó con el conflicto al respecto.

República de Chile: En ésta nación se desmorona y debilita la posibilidad por parte del actual Presidente
Sebastián Piñera del gobierno de restablecer el sistema imperante del neoliberalismo en la nación sureña.
Explosiones, manifestaciones y protestas populares fueron la respuesta del pueblo a un cúmulo de
medidas de ajuste fiscal y recorte al subsidio de transporte, metro, aunado a la constante privatización de los
servicios públicos como el agua, educación, salud, entre otros sectores de importancia en la vida de los
ciudadanos chilenos y pacto del gobierno con ajustes y medidas económicas impuestas por parte del Fondo
Monetario Internacional (FMI), que han tenido como reacción la retracción abierta al gobierno de Sebastián
Piñera, revelando que su modelo es frontalmente antipopular y que el pueblo ya se ha dado cuenta y no acepta
la continuidad de las medidas que no benefician a los sectores más populares y vulnerables de la sociedad
chilena.
Ése modelo de gobierno se ha agotado tanto en Chile que dibuja un retorno de gobierno vinculado a la
fuerza ideológica progresista y de izquierda.
Las protestas en Chile durante el mes de octubre de 2019, corresponden a una serie de
manifestaciones y disturbios originados en la ciudad de Santiago y propagados a las principales ciudades del
país como Valparaíso y Concepción durante los corrientes.
La causa inmediata de estos sucesos fue el alza en la tarifa del sistema público de transporte de 30
pesos, el cual entró en vigor a partir del 06 de octubre en donde Centenares de estudiantes se organizaron para
realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago, luego con el paso de los días el número de evasores
aumentó y se registraron incidentes dentro de las estaciones del ferrocarril subterráneo.
La situación se agravó el día 18 de octubre, cuando progresivamente fueron cesadas las operaciones
de toda la red subterránea por el enfrentamiento de la multitud con Carabineros, lo cual llevó al Ministro del
Interior, Andrés Chadwick, a interponer querellas por delitos contemplados por la Ley de Seguridad del Estado
contra quiénes hubieren cometido daños vandálicos, saqueos e incendios.
La noche del 18 de octubre se realizaron protestas masivas en distintas ciudades del país y pasada la
medianoche del 19 de octubre, el gobierno de Sebastián Piñera decretó el estado de emergencia en las
comunas del Gran Santiago y el toque de queda a partir de la noche de ése día. La situación se extendió pocas
horas después a otras cinco regiones del país incluyendo así las cinco mayores áreas metropolitanas chilenas.
De acuerdo a los analistas las protestas se han caracterizado por ausencia de líderes y la incorporación
en distintos niveles de un amplio espectro social desde la clase baja a la media alta, aunque la causa inmediata
puede atribuirse al alza tarifaria del transporte público, las concentraciones populares pronto expusieron sus
causas inmediatas: a) el alto costo de la vida hasta la fecha de 2019, Santiago de Chile es la segunda ciudad
con nivel de vida más costosa de Latinoamérica, b) las bajas remuneración de las pensiones, c) precios
elevados de fármacos y tratamientos de salud, d) un rechazo generalizado a toda la clase política y al
descrédito institucional acumulado durante los últimos años de gobiernos, e) incluyendo el rechazo mayoritaria
a la propia Constitución de ese país, la cual fue promulgada en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet.
Tanto por el nivel de daño a la infraestructura pública, el número de manifestantes y las medidas
adoptadas por el gobierno las protestas han sido catalogadas como el peor malestar civil ocurrido en Chile
desde el fin de la dictadura de Pinochet.
Hasta los actuales momentos se han identificado 30 personas fallecidas, principalmente por incendios y
enfrentamientos con fuerzas militares y carabineros.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos ha identificado 1132 heridos durante el movimiento,
mientras que ha cifrado en 3535 los detenidos; además ha denunciado casos de torturas, violaciones,
desapariciones y otras vejaciones por parte de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Por último, el Presidente Sebastián Piñera anunció en fecha del 30-10-19, la suspensión de la Cumbre
del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático de 2019 (COP25), a celebrarse en Chile ante la crisis política y social que atraviesa la nación
sureña, dicha noticia ha tenido múltiples reacciones en el ámbito parlamentario ya que la Cumbre APEC se
celebraría en pocos días en la ciudad de Santiago.

República de Haití: La crisis política que sacude actualmente a Haití desde hace meses va en aumento
durante la fecha del 27 de los corrientes en una nueva semana de protestas contra el Presidente Jovenel Moise,
se registraron al menos 02 fallecidos y ataques incendiarios a las Sedes Diplomáticas de las Embajadas de
Francia y Canadá.
Éstos y otros hechos violentos como los saqueos a locales comerciales y sedes bancarias que
ocurrieron en la ciudad capital de Puerto Príncipe tuvieron lugar en el mismo momento en que la Policía
reclamaba de manera pacífica mejores condiciones de trabajo, bajo amenaza de dejar las armas en funciones
del cumplimiento del orden y seguridad pública.
Asimismo, el descontento, protesta y manifestaciones entre la población en general se ha manifestado
por la falta de atención del gobierno hacia los sectores más vulnerables y empobrecidos donde existe un alto
índice de inseguridad, violencia, desempleo, alto costo de la vida, no hay acceso a los alimentos y agua potable,
entre otras problemáticas que afectan a la población haitiana.
En medio de este caos, el Presidente Jovenel Moise, ratificó que no renunciará a su cargo mientras la
escasez y faltantes de combustible y artículos de primera necesidad elevan el descontento popular.
De acuerdo al Jefe de Estado, su dimisión podría provocar un agravamiento de la situación en las calles
a manos de pandillas y mafias organizadas.
Tras considerar la grave crisis actual como una oportunidad para implementar las reformas a favor de
los sectores más vulnerables de la población convocó a la oposición al diálogo, a fin de lograr un acuerdo
político con miras a la conformación de un gobierno de unidad nacional.
El reclamo y descontento popular en las calles es extenso y reiterativo, los cuales expresan que "no han
hecho nada en Haití, es decir miles de familias viven abandonadas en reasentamientos por las Organizaciones
No Gubernamentales (ONG'S), tras casi 10 años del y devastador terremoto que sacudió y afectó a la nación
caribeña.
Por otra parte, Moise confirmó que ha solicitado ayuda humanitaria al gobierno de EE.UU., aunque no
dio detalles sobre el pedido reconociendo que "estamos en un momento muy difícil para el país".
Tras las declaraciones del presidente, miles de manifestantes volvieron a marchar para pedir su
renuncia.
En cuanto al reclamo de la Policía, que podría agravar el descontrol en las calles, el primer ministro,
Jean Michel Lapin, adelantó que se darán respuestas a corto, mediano y largo plazo para atender las demandas
de los efectivos policiales.
En tanto, la Embajada norteamericana acreditada en Haití atendió los pasados días lunes y martes
únicamente situaciones de "emergencia" ante la escalada de violencia que se vive en el país.

A manera de reflexión y análisis es importante destacar, que la primera década del siglo XXI en América
Latina fue claramente de izquierda, con protagonismo de gobiernos anti-neoliberales y de sus líderes como el
Comandante Supremo Hugo Chávez en Venezuela, Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil, Néstor y Cristina
Kirchner en Argentina, José Alberto Pepe Mujica en Uruguay, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en
Ecuador, Fernando Lugo en Paraguay, Manuel Zelaya en Honduras, Fidel Castro y Raúl Castro en Cuba, así
como los principales liderazgos de izquierda en el mundo.
En virtud de lo anteriormente expuesto, la restauración de la contraofensiva conservadora se ha
impuesto en la segunda década del nuevo siglo con las victorias de Mauricio Macri en la República Argentina y
de Jair Bolsonaro en la República Federativa de Brasil, aunado al viraje del gobierno por parte de Lenin Moreno
en la República del Ecuador, además de la guerra, cerco y campaña mediática nacional e internacional brutal,
inhumana y feroz impuesta e inducida por parte del bloqueo y aislamiento económico, financiero internacional
hacia el gobierno bolivariano y revolucionario de la gestión de gobierno del Presidente Constitucional y Obrero,
Nicolás Maduro en el marco de la elección del Presidente estadounidense Donald Trump y la victoria del Brexit
en el Reino Unido.
Dicha ofensiva ha revelado luego sus debilidades empezando por el mismo gobierno Federal de
Estados Unidos dirigido por Donald Trump, el cual posee una gran cantidad de descontento y rechazo por parte
de los ciudadanos estadounidenses actualmente y por el Brexit británico hasta que se ha consagrado con la
formidable victoria de la llave con Alberto Fernández y de Cristina Kirchner en Argentina, la de Evo Morales en
Bolivia y las multitudinarias y fantásticas movilizaciones populares en Ecuador y Chile.
Mientras tanto la República Popular China se reafirma como la gran potencia del siglo XXI y los países y
economías emergentes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudafrica), reafirmándose como el proyecto
de construcción de un mundo cada vez más multipolar y pluripolar, alternativo a la hegemonía imperial y
unilateral norteamericana en declive.
La tercera década promete ser la recuperación definitiva de la izquierda y fuerzas progresistas
internacionales con el declive y caída de la derecha fascista y conservadora en América Latina.

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