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MARIA PAULINA AGAMEZ ORTIZ

ANATOMIA II – UNIVERSIDAD DEL SINU

NEURALGIA DEL TRIGEMINO

DESCRIPCION GENENERAL: La neuralgia del trigémino es un trastorno de dolor


crónico que afecta el nervio trigémino, que transmite las sensaciones del rostro al cerebro.

Al principio, es probable que tengas ataques leves y breves. Pero la neuralgia del trigémino
puede progresar y causar episodios de dolor agudo más prolongados y frecuentes. La
neuralgia del trigémino afecta a las mujeres con mayor frecuencia que a los hombres, y es
más probable que se produzca en las personas mayores de 50 años.

SINTOMAS: Los síntomas de neuralgia del trigémino pueden comprender uno de estos
patrones o más:

 Episodios de dolor grave, punzante o agudo que puede percibirse como una
descarga eléctrica
 Ataques espontáneos de dolor o ataques desencadenados por acciones como tocarse
el rostro, masticar, hablar o cepillarse los dientes
 Episodios de dolor que duran desde unos pocos segundos hasta varios minutos
 Episodios de varios ataques que duran días, semanas, meses o más (algunas
personas atraviesan períodos sin dolor)
 Dolor constante, una sensación de ardor que puede ocurrir antes de que se
transforme en el dolor espasmódico característico de la neuralgia del trigémino
 Dolor en las zonas inervadas por el nervio trigémino, como la mejilla, la mandíbula,
los dientes, las encías, los labios o, con menor frecuencia, los ojos y la frente
 Dolor que afecta un solo lado del rostro a la vez, aunque en raras ocasiones puede
afectar ambos lados del rostro
 Dolor enfocado en un solo lugar o que se disemina en un patrón más amplio
 Ataques que se hacen más frecuentes e intensos con el tiempo

CAUSAS

En la neuralgia del trigémino, también llamada «tic doloroso», la función del nervio
trigémino está alterada. El problema suele ser el contacto entre un vaso sanguíneo
normal (en este caso, una arteria o una vena) y el nervio trigémino ubicado en la
base del cerebro. Este contacto ejerce presión sobre el nervio y provoca un mal
funcionamiento.
La neuralgia del trigémino puede producirse como resultado del envejecimiento, o
puede guardar relación con la esclerosis múltiple o con un trastorno similar que
dañe la vaina de mielina que protege ciertos nervios. La neuralgia del trigémino
también puede producirse por un tumor que comprime el nervio trigémino.

Algunas personas pueden tener neuralgia del trigémino a raíz de una lesión u otras
anormalidades cerebrales. En otros casos, las lesiones quirúrgicas, un accidente
cerebrovascular o un traumatismo facial pueden ser los responsables de esta
afección.

Desencadenantes
Una serie de desencadenantes pueden provocar el dolor de la neuralgia del
trigémino, entre ellos:
Afeitarte
Tocarte el rostro
Comer
Beber
Cepillarte los dientes
Hablar
Maquillarte
Sentir una brisa
Sonreír
Lavarte el rostro
DIAGNOSTICO
El médico diagnosticará neuralgia del trigémino principalmente sobre la base de la
descripción del dolor, que comprende lo siguiente:
Tipo. El dolor relacionado con la neuralgia del trigémino es repentino, sorpresivo y
breve.
Ubicación. Las partes del rostro afectadas por el dolor le indicarán al médico si el
nervio trigémino está afectado.
Desencadenantes. En general, el dolor relacionado con la neuralgia del trigémino
es provocado por una leve estimulación de las mejillas, como la que se produce al
comer, al hablar o incluso al sentir una brisa de aire fresco.
Pruebas:
Un examen neurológico. Tocar y examinar las partes del rostro puede ayudar al
médico a determinar de manera exacta dónde se produce el dolor y —si sospecha
que tienes neuralgia del trigémino— qué ramificaciones del nervio trigémino
pueden estar afectadas.
Las pruebas de reflejos también pueden ayudar al médico a determinar si la causa de
los síntomas es una compresión del nervio u otra afección.
Imágenes por resonancia magnética (RM).
Tu médico puede pedir que te realices una resonancia magnética de la cabeza para
determinar si la causa de la neuralgia del trigémino es esclerosis múltiple o un
tumor. En algunos casos, el médico puede inyectar un tinte en un vaso sanguíneo
para visualizar las arterias y las venas, y para resaltar el flujo sanguíneo (angiografía
por resonancia magnética).
TRATAMIENTO
Por lo general, el tratamiento de la neuralgia del trigémino comienza con
medicamentos, y algunas personas no necesitan ningún tratamiento adicional. Sin
embargo, con el paso del tiempo, algunas personas con esta enfermedad pueden
dejar de responder a los medicamentos o pueden padecer efectos secundarios
desagradables. Para esas personas, las inyecciones o la cirugía proporcionan otras
opciones de tratamiento para la neuralgia del trigémino.
Si tu trastorno se debe a otra causa, como la esclerosis múltiple, tu médico tratará el
trastorno de fondo.

Medicamentos
Para tratar la neuralgia del trigémino, el médico generalmente recetará
medicamentos para disminuir o bloquear las señales de dolor que se envían al
cerebro.

Anticonvulsivos. En general, los médicos recetan carbamazepina (Tegretol,


Carbatrol u otros) para la neuralgia del trigémino, y se ha demostrado que es eficaz
en el tratamiento de la enfermedad. Otros medicamentos anticonvulsivos que
pueden utilizarse para tratar la neuralgia del trigémino son oxcarbazepina
(Trileptal), lamotrigina (Lamictal) y fenitoína (Dilantin, Phenytek). También
pueden utilizarse otros medicamentos, como clonazepam (Klonopin) y gabapentina
(Neurontin, Gralise u otros).

Si el anticonvulsivo que utilizas comienza a perder eficacia, el médico puede


aumentar la dosis o cambiar a otro tipo de anticonvulsivo. Los efectos secundarios
de los anticonvulsivos pueden ser mareos, desorientación, somnolencia y náuseas.
Además, la carbamazepina puede provocar una reacción grave al medicamento en
algunas personas, principalmente en las personas de ascendencia asiática, por lo que
es posible que te recomienden análisis genéticos antes de comenzar a tomar
carbamazepina.

Espasmolíticos. Los miorrelajantes, como el baclofeno (Gablofen, Lioresal), pueden


usarse solos o en combinación con carbamazepina. Los efectos secundarios pueden
comprender desorientación, náuseas y somnolencia.
Inyecciones de bótox. Pequeños estudios han demostrado que las inyecciones de
toxina onabotulínica tipo A (bótox) pueden reducir el dolor causado por la neuralgia
del trigémino en las personas que ya no reciben alivio con medicamentos. Sin
embargo, deben realizarse más investigaciones antes de usar ampliamente este
tratamiento para esta afección.
Cirugía
Las opciones quirúrgicas para la neuralgia del trigémino comprenden:

 Descompresión microvascular. Este procedimiento implica la reubicación o


eliminación de los vasos sanguíneos que están en contacto con la raíz del trigémino
para detener el mal funcionamiento del nervio. Durante la descompresión
microvascular, el médico hace una incisión detrás de la oreja del lado donde se
produce el dolor. Luego, a través de un pequeño orificio en el cráneo, el cirujano
aleja del nervio trigémino las arterias que están en contacto con este y coloca un
parche blando entre el nervio y las arterias. Si una vena está comprimiendo el
nervio, el cirujano puede extraerla. Los médicos también pueden cortar una parte
del nervio trigémino (neurectomía) durante este procedimiento si las arterias no
presionan el nervio.

 La descompresión microvascular puede eliminar o reducir el dolor


satisfactoriamente la mayoría de las veces, pero el dolor puede regresar en algunas
personas. La descompresión microvascular tiene algunos riesgos, entre ellos,
disminución de la audición, debilidad facial, entumecimiento facial, accidente
cerebrovascular u otras complicaciones. La mayoría de las personas que se someten
a este procedimiento no padecen entumecimiento facial posteriormente.

 Radiocirugía estereotáctica del cerebro (bisturí de rayos gamma). En este


procedimiento, un cirujano dirige una dosis de radiación focalizada a la raíz del
nervio trigémino. Este procedimiento utiliza radiación para dañar el nervio
trigémino con el fin de reducir o eliminar el dolor. El alivio se produce en forma
gradual y puede tardar hasta un mes.

La radiocirugía estereotáctica cerebral logra eliminar el dolor en la mayoría de las


personas. Si el dolor regresa, se puede repetir el procedimiento. El entumecimiento
facial puede ser un efecto secundario. Pueden usarse otros procedimientos para
tratar la neuralgia del trigémino, como la rizotomía. En una rizotomía, el cirujano
destruye fibras nerviosas para reducir el dolor, lo que provoca cierto grado de
entumecimiento facial. Los tipos de rizotomía comprenden:

Inyección de glicerol. Durante este procedimiento, el médico inserta una aguja a


través del rostro y por una abertura en la base del cráneo. El médico dirige la aguja
hacia la cisterna del trigémino, que es un pequeño saco de líquido cefalorraquídeo
que rodea el ganglio del nervio trigémino —donde el nervio trigémino se divide en
tres ramificaciones— y una parte de su raíz. A continuación, el médico inyecta una
pequeña cantidad de glicerol estéril, que daña el nervio trigémino y bloquea las
señales de dolor. A menudo, este procedimiento alivia el dolor. Sin embargo,
algunas personas vuelven a sentir dolor posteriormente, y muchas notan hormigueo
o entumecimiento facial.

Compresión con balón. En la compresión con balón, el médico inserta una aguja
hueca a través del rostro y la dirige hacia una parte del nervio trigémino que
atraviesa la base del cráneo. A continuación, el médico enhebra un tubo delgado y
flexible (catéter) con un balón en el extremo a través de la aguja. El médico infla el
balón con suficiente presión para dañar el nervio trigémino y bloquear las señales de
dolor. La compresión con balón controla el dolor satisfactoriamente en la mayoría
de las personas, al menos durante un tiempo. La mayoría de las personas que se
someten a este procedimiento sufren cierto grado de entumecimiento facial
transitorio.

Lesiones térmicas por radiofrecuencia. Este procedimiento destruye, de manera


selectiva, fibras nerviosas asociadas con el dolor. Mientras estás sedado, el cirujano
inserta una aguja hueca a través del rostro y la dirige hacia una parte del nervio
trigémino que atraviesa una abertura en la base del cráneo.

Una vez que la aguja está posicionada, el cirujano te despertará de la sedación


durante un breve momento. El cirujano inserta un electrodo a través de la aguja y
envía una corriente eléctrica leve a través de la punta del electrodo. Te pedirán que
indiques cuándo y dónde sientes el hormigueo, Cuando el neurocirujano localiza la
parte del nervio relacionada con el dolor, vuelven a sedarte. Luego, el electrodo se
calienta hasta que daña las fibras nerviosas, lo que genera una zona de herida
(lesión). Si el dolor no se elimina, el médico puede generar más lesiones. En
general, las lesiones térmicas por radiofrecuencia causan cierto grado de
entumecimiento facial después del procedimiento. El dolor puede regresar después
de tres a cuatro años.
PARALISIS FACIAL

DESCRIPCION: La parálisis de Bell causa debilidad repentina y temporal en los


músculos faciales. Esto hace que la mitad de la cara se vea caída. La sonrisa se
dibuja de un solo lado y uno de los ojos no cierra por completo.

La parálisis de Bell, que también se conoce como parálisis facial, puede suceder a
cualquier edad. No se conoce con exactitud la causa. Se cree que es resultado de la
hinchazón e inflamación del nervio que controla los músculos de un lado de la cara.
También puede ser una reacción después de una infección viral. En la mayoría de
los casos, la parálisis de Bell es temporal. Por lo general, los síntomas comienzan a
mejorar en el plazo de algunas semanas y se alcanza la recuperación completa en
unos seis meses. Existe una pequeña cantidad de personas que continúan teniendo
los síntomas de la parálisis de Bell de por vida. Es poco frecuente que vuelva a
presentarse la parálisis de Bell.

SINTOMAS
Los signos y síntomas de la parálisis de Bell suceden de repente y pueden incluir los
siguientes:
 Aparición rápida de debilidad leve a parálisis total en un lado del rostro, que puede
ocurrir en una cuestión de horas o días
 Parálisis facial y dificultad para hacer expresiones faciales, como cerrar un ojo o
sonreír
 Babeo
 Dolor alrededor de la mandíbula o dentro o detrás de la oreja del lado afectado
 Aumento de sensibilidad al sonido en el lado afectado
 Dolor de cabeza
 Disminución en la capacidad de saborear
 Cambios en la cantidad de lágrimas y saliva producida
- En casos inusuales, la parálisis de Bell puede afectar los nervios en ambos lados
de tu rostro.

CAUSAS

Aunque no están claros los motivos por los cuales sucede la parálisis de Bell, a menudo se
relaciona con la exposición a una infección viral. Los virus asociados con la parálisis de
Bell incluyen a aquellos que causan lo siguiente:

- Aftas y herpes genital (herpes simple)


- Varicela y culebrilla (herpes zóster)
- Mononucleosis infecciosa (Epstein-Barr)
- Infecciones por citomegalovirus
- Enfermedades respiratorias (adenovirus)
- Rubéola
- Paperas
- Gripe (influenza B)
- Enfermedad de manos, pies y boca (coxsackievirus)

Factores de riesgo
La parálisis de Bell es más frecuente en las personas presentan lo siguiente:

- Están embarazadas, especialmente durante el tercer trimestre, o en la primera


semana después del parto.
- Tienen una infección de las vías respiratorias superiores, como gripe o resfrío.
Tienen diabetes.
Los ataques recurrentes de parálisis de Bell son poco comunes. Pero en algunos
de estos casos, hay antecedentes familiares de ataques recurrentes, lo que indica
una posible predisposición genética a la parálisis de Bell.

Complicaciones
Normalmente, los casos leves de parálisis de Bell desaparecen en el plazo de un
mes. La recuperación de casos más graves que implican una parálisis total es
variable. Las complicaciones pueden incluir las siguientes:
- Daño irreversible en el nervio facial
- Nuevo crecimiento anormal de las fibras nerviosas que ocasiona la contracción
involuntaria de ciertos músculos cuando se intenta mover otros (sincinesia), por
ejemplo, cuando sonrías, es posible que se te cierre el ojo del lado afectado
- Ceguera parcial o total del ojo que no se cierra a causa de la sequedad excesiva
y el raspado de la capa protectora transparente que cubre el ojo (córnea)

DIAGNOSTICO
No hay pruebas específicas para la parálisis de Bell. El médico te revisará el
rostro y te pedirá que muevas los músculos de la cara al cerrar los ojos, levantar
las cejas, mostrar los dientes y fruncir el ceño, entre otros movimientos.
Otras enfermedades, como un accidente cerebrovascular, infecciones, la
enfermedad de Lyme y tumores, también pueden causar debilidad muscular, que
se puede confundir con la parálisis de Bell. Si no queda claro el origen de tus
síntomas, es posible que el médico te recomiende otras pruebas, como las
siguientes:

Electromiografía (EMG). Esta prueba puede confirmar la presencia de lesión a


los nervios y determinar su gravedad. La electromiografía mide la actividad
eléctrica de un músculo en respuesta a un estímulo y la naturaleza y velocidad
de la conducción de los impulsos eléctricos a lo largo del nervio.
Exploraciones de diagnóstico por imágenes. En ocasiones, será necesario
realizar una resonancia magnética (RM) o una tomografía computarizada (TC) a
fin de descartar otras posibles fuentes de presión sobre los nervios faciales,
como son los tumores o las fracturas de cráneo.

TRATAMIENTO
La mayoría de las personas con parálisis de Bell se recuperan por completo, con
o sin tratamiento. No existe un tratamiento único para la parálisis de Bell, pero
tu médico puede indicar medicamentos o fisioterapia para ayudar a acelerar la
recuperación. En ocasiones inusuales la cirugía es una opción para la parálisis
de Bell.
Medicamentos
Los medicamentos que se utilizan normalmente para tratar la parálisis de Bell
incluyen los siguientes:

Corticosteroides, como prednisona, que son poderosos agentes


antiinflamatorios. Si pueden reducir la hinchazón del nervio facial, se adaptarán
más fácilmente dentro del conducto óseo que lo rodea. Los corticosteroides
pueden funcionar mejor si se empiezan en el plazo de varios días desde que
comenzaron los síntomas.
Medicamentos antivirales. La función de los antivirales se mantiene sin definir.
Los antivirales solos no han demostrado beneficios en comparación con un
placebo. Los antivirales que se agregan a los esteroides posiblemente son
beneficiosos para algunas personas con parálisis de Bell, pero esto aún no se ha
comprobado. No obstante, a pesar de esto, a veces se administra valaciclovir
(Valtrex) en combinación con prednisona en personas con parálisis facial grave.

Fisioterapia
Los músculos paralizados pueden achicarse y acortarse, lo que causa
contracturas permanentes. Un fisioterapeuta puede enseñarte cómo masajear y
ejercitar los músculos faciales para ayudar a prevenir que esto ocurra.
Cirugía
En el pasado, se utilizaba la cirugía de descompresión para aliviar la presión en
el nervio facial al abrir el pasaje óseo por el cual pasa el nervio. En la
actualidad, no se recomienda la cirugía de descompresión. Los riesgos posibles
asociados con la cirugía incluyen lesión del nervio facial y pérdida de la
audición permanente. En ocasiones muy poco frecuentes, es posible que se
necesite cirugía plástica para corregir problemas del nervio facial permanentes.

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