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CAPACIDAD RESIDUAL O RESTANTE

ORIGEN DEL CONCEPTO: DR. Victor Balthazard


Victor Baltharzard nació el 17 de enero de 1872 en París, Francia. Falleció en 1950 en
Ciboure, Francia.
Avanzó en el estudio del cabello en 1910, estudio en huellas dactilares en 1911 y en
balística en 1912.
Trabajó con Pierre Curie, que era físico francés, y con Charles Bouchard y Maracelle
Lambert, que eran sus colegas.
Todas estas ideas tuvieron lugar en París, Francia, en la Universidad de la Sorbona.
Balthazard fue importante debido a sus investigaciones y al avance de la ciencia forense
al profundizar en lo que los científicos forenses ya sabían en ese momento. Usando lo
que descubrió, ahora podemos reducir sospechosos y resolver casos más rápido.
Algunas de las técnicas que usó para identificar el pelo de un animal frente al del
humano es mirar la médula, el cabello curtido y la cutícula.
Fue profesor de medicina forense en la década de 1900 en la Universidad de Sorbona.
Descubrió que los cañones de las armas dejan un patrón de ranura diferente en la bala.
Esto ayuda a la policía, los tribunales, los detectives y los fiscales a hacer coincidir los
surcos de bala con un arma específica que, a su vez, ayuda a reducir el tipo de arma que
era y a reducir a sus sospechosos.

¿Qué es la fórmula de Balthazar?


Es una fórmula diseñada por el prestigioso médico legista que soluciona el problema
que se da en situaciones graves donde la suma de las secuelas recibidas de un accidente
según el baremo que se esté usando, o en su defecto, la suma de las patologías
incapacitantes –para el caso de una persona que necesita ayuda social o tramita su
cobertura previsional- suman estas un número mayor a cien. (Lo cual es imposible).
Ésta fórmula es también conocida como fórmula correctora para lesiones concurrentes,
justamente porque eso es lo que hace, evaluar lesiones concurrentes.
Su uso es de forma obligada aplicación para el caso de que un mismo lesionado resulte
con más de una secuela. Es decir, que aunque la intuición nos dicta que en ese caso lo
normal sería sumar directamente dichas secuelas, el cálculo será incorrecto a efectos de
reclamación si no utilizamos dicha fórmula. Su plasmación a la espera de parámetros es
como sigue:

[[(100 – M) x m] / 100] + M
En el fondo es más sencillo de lo que parece, una vez identificamos qué significan las
emes. La M mayúscula vendría a ser la secuela de mayor puntuación de las
concurrentes, y la m minúscula la de menor valor.

DISCUSIÓN
El primer punto a discutir es si la fórmula debe de realizarse siempre o únicamente
cuando la suma aritmética de las patologías expuestas en el baremo que se esté usando
sumen un número mayor a cien.
Existen magistrados que toman el criterio de que se aplique a todos los casos y aquellos
que siguen el criterio de que se aplique únicamente en los casos que la suma de las
secuelas dejen un valor superior al de 100 puntos (100%).
El otro punto de discusión es cuando la suma aritmética de las secuelas superan el
máximo establecido por el art. 8 inciso 2 para el concepto de incapacidad permanente
parcial. Es decir, el art 8 de la LRT marca que a partir del 66% la incapcidad pasa a ser
total.
El problema de lo antedicho es que el decreto 659-96 dice, reafirmado por sus
sucesores, que en el caso de la incapacidad total se debe de realizar el ajuste por
secuelas concurrentes. (Fórmula de Balthazar). El problema es que en casos límite,
dicho ajuste termina dejando el porcentual de incapacidad por debajo del 66% dejando
de éste modo de ser total para ser parcial, generando de ésta forma una controversia en
materia de prestaciones.
Otro punto de discusión poco conocido es sobre la aplicación de la corrección tomando
en cuenta el porcentual de incapacidad que deja el perito psicólogo.
El problema pragmático con esto es que habría que en éstos casos recalcular la
incapacidad permanente que suma de todas las secuelas luego de utilizar la fórmula, la
cual para realizarlo de manera correcta se tiene que realizar ordenando las secuelas de
mayor a menor y utilizar la corrección sobre cada una sobre la capacidad “restante” o
residual. (Es decir la que resta luego de la aplicación de la incapacidad).
Es decir, hasta no tener la pericia médica firme no se puede realizar el cálculo de la
corrección, y para hacer la corrección o el perito psicólogo tiene que tener el dato de la
pericia médica o por el contrario el perito médico tiene que tener el dato sobre la
incapacidad dictaminada por el psicólogo.
Éste problema trae una situación que complica el trabajo el cual muchos magistrados
terminan solucionándolo sencillamente no aplicando la corrección a las secuelas
psicológicas.
Algo importante para tener en cuenta es que todos los puntos de reclamo que NO SON
SECUELAS (enfermedades) se encuentran por definición misma por fuera de la
corrección: daño estético, daño moral, lucro cesante, etc.
JURISPRUDENCIA

Fallos: Inaplicabilidad del principio de Capacidad Residual


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, sala X
Fecha: 30/03/2012
Partes: Duran, Rubén Alejandro v. MAPFRE Argentina ART SA
Fallos: Inaplicabilidad del principio de Capacidad Residual
TEXTO COMPLETO
Expediente: 16.886/ 10 (28.645)
2ª INSTANCIA.— Buenos Aires, marzo 30 de 2012.
El Dr. Stortini dijo:
En el marco de una acción fundada en la Ley de Riesgos 24557, el juez que me precede
dictó sentencia en la cual admitió el resarcimiento al considerar probado un déficit
laborativo del 49 % de la operativa total en relación causal con el accidente del trabajo
que experimentara el actor con fecha 12/11/2009 (fs. 235/238).
Es la aseguradora de riesgos del trabajo demandada quien recurre a esta alzada,
explicitando sus agravios (fs. 240/242) con la réplica respectiva del actor (fs. 247/248).
Las críticas a la sentencia no merecen recepción.
En lo atinente al primer agravio referente al método de Balthazard o principio de la
restante, si bien la demandada en su escrito de responde peticionó la aplicación del
decreto 659/96, aun dentro de ese marco normativa dicha fórmula no es de aplicación al
caso. Ello es así porque el mentado principio de “capacidad residual” está fundado en el
hecho que las incapacidades sucesivas no se suman aritméticamente, pero precisamente
tiene la finalidad de evitar que mediante la sumatoria se sobrepase el 100% de la total
obrera, lo cual no acontece en la especie a poco que se aprecie que la minusvalía
laborativa no ese grado total.
Tampoco es viable el agravio que alude al punto de partida de los intereses
determinados por el fallo. La demandada aduce en el memorial únicamente se produjo
la mora “...una vez transcurridos quince días de la fecha en que se notificara la sentencia
... y quedara firme la misma”. Cabe atenerse a este único fundamento de la apelación de
la parte y sobre esa base, remarco que el planteo soslaya que una sentencia no es
constitutiva de derechos sino declarativa de los derechos que le son reconocidos a la
víctima del infortunio, tal como ha sostenido en reiteradas oportunidades esta sala en
planteos similares al presente.
Finalmente el agravio que atañe a los honorarios será desechado pues resultan
razonables y acordes al valor del litigio, mérito y extensión de las respectivas tareas
profesionales (art. 38, LO, y concs., LA).
Voto, en consecuencia, por: 1) Confirmar la sentencia apelada. 2) Costas de alzada a
cargo de la demandada (art. 68, CPCCN). 3) Regular los honorarios de la representación
letrada del actor y de la demandada por sus trabajos en la alzada en el 25 %, a cada uno
de ellos, de lo que perciban de la anterior etapa (art. 14, LA).
El Dr. Corach dijo:
Por compartir los fundamentos del voto precedente, adhiero al mismo.
El Dr. Brandolino no vota (art. 125, LO).
tencia apelada. 2) Costas de alzada a cargo de la demandada (art. 68, CPCCN). 3)
Regular los honorarios de la representación letrada del actor y de la demandada por sus
trabajos en la alzada en el 25%, a cada uno de ellos, de lo que perciban de la anterior
etapa (art. 14, LA). 4) Cópiese, regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase.

Fuente: ABELEDO PERROT Nº: AP/JUR/591/2012

Sala I, “Pueiman, Justo c/ Caja Nac. de Ahorro y Seguro y otro”, sentencia del
24/10/1989
SENTENCIA DEFINITIVA NRO. 91316 CAUSA NRO. 8274/2011 AUTOS:
“COLLINS AUTOMOTORES SA C/OCAMPO RAMÓN ELADIO Y OTRO
S/CONSIGNACIÓN” JUZGADO NRO. 4 SALA I
13 de JULIO de 2.016
Texto
La aseguradora se queja por el porcentaje de incapacidad admitido, argumentando que
no se excluyeron los factores extralaborales y que no se aplicó el método de la
capacidad restante para la determinación del porcentaje referido.
En cuanto a la pretensión de que se aplique el método de la capacidad restante para
dilucidar el total de la incapacidad indemnizable, esta Sala ha señalado desde antiguo
que la “fórmula de Balthazard para establecer la incapacidad integral del trabajador es
empleada para aquellos casos en que un segundo accidente, separado del tiempo del
primero, afecta al mismo órgano, aparato o sistema – incapacidades múltiples sucesivas
monofuncionales-, pero no frente a incapacidades múltiples conjuntas polifuncionales”
(Sala I, “Pueiman, Justo c/ Caja Nac. de Ahorro y Seguro y otro”, sentencia del
24/10/1989). En el caso de autos, si bien existieron dos accidentes que influyeron en la
misma zona topográfica de la columna, no se hizo una determinación independiente de
la minusvalía generada por uno y otro, sino que lo que pretende la aseguradora es que se
aplique la metodología descripta con relación a la incapacidad física y la psíquica, lo
que no encuadra en la conceptualización recién puntualizada.

USO DE BAREMOS
Por todo lo expuesto, no basta para impugnar el grado de incapacidad otorgado la mera
disconformidad o la crítica genérica por el uso de un baremo determinado sino que hay
que criticar concretamente el uso que el experto hace del mismo o señalar con
argumentos científicos - lógicos que la incapacidad acordada es inadecuada a los
padecimientos de la persona trabajadora. En definitiva es el magistrado/da el que decide
si el baremo escogido por el perito se adapta al caso y también quien opta -de ser
necesario- por apartarse de los mismos en atención a las particularidades de cada caso y
siempre con base objetivas (estado general del paciente, profesión, edad, sexo, situación
familiar, etc.) ya que, de otro modo (sin enunciar argumentos científicos de rigor) no se
justificaría no seguir la opinión del experto. Por ende, considero adecuado el porcentaje
de incapacidad determinado en origen.

AUTOS: ZURITA VICTOR ALEJANDRO C/ SWISS MEDICAL ART S.A. S/


ACCIDENTE - LEY ESPECIAL

TRIBUNAL: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo

SALA: Sala: VII.

CAUSA: 79923/2015.

CUESTIÓN: METODO DE CAPACIDAD RESTANTE - FORMULA


BALTHAZARD RECHAZO.

FECHA: 22-OCT-2018

ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN
En tal contexto, resulta conducente destacar que las normas procesales no acuerdan al
dictamen el carácter de prueba vinculante y el juzgador puede apartarse de aquél, eso sí,
para desvirtuarlo es imprescindible traer elementos de juicio que permitan concluir
fehacientemente el error o el inadecuado uso que el experto hubiere hecho de los
conocimientos científicos de los que por su profesión o título habilitante necesariamente
ha de suponérselo dotado, puesto que el informe comporta la necesidad de una
apreciación específica del campo del saber del perito, técnicamente ajeno al hombre de
derecho (conf. registro de este Tribunal en SD N° 64.402 del 9/10/2012, autos:
"Dinerstein Gustavo Daniel c/ Asociacion Escuela Lincoln Asociación Civil y otro s/
Accidente-Acción Civil").
En tal entendimiento, no advierto que la impugnación de fs. 70/71, ni los argumentos
traídos a consideración en la presentación recursiva, resulten hábiles para enervar las
conclusiones periciales

Sumado a ello, habré de señalar que al caso de autos no resulta viable la aplicación del
método de capacidad restante -que invoca la demandada-, pues la fórmula de
Balthazard, es empleada para aquellos casos en que un segundo accidente, separado en
el _tiempo del primero, afecta al mismo órgano, aparato o sistema -incapacidades
múltiples sucesivas monofuncionales- (Sala X CNAT, Montiel Antonio A. c/ Tintorería
Industrial del Sud SA, SD del 29/5/2002), lo que no sucedió en el caso, en el que se
discuten las secuelas psicofísicas derivadas de un único infortunio.

FALLO COMPLETO:
Poder Judicial de la Nación CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL
TRABAJO - SALA VII

79.923/2015

SENTENCIA DEFINITIVA N° 53034 CAUSA N° 79.923/2015 -SALA VII-


JUZGADO N° 23 En la Ciudad de Buenos Aires, a los 22 días del mes de octubre de
2018, para dictar sentencia en los autos: "ZURITA VICTOR ALEJANDRO C/ SWISS
MEDICAL ART S.A. S/ ACCIDENTE - LEY ESPECIAL" se procede a votar en el
siguiente orden:

EL DOCTOR NESTOR MIGUEL RODRIGUEZ BRUNENGO DIJO:

I. - La sentencia de primera instancia que hizo lugar a la demanda con fundamento en la


normativa de riesgos del trabajo, llega apelada por ambas partes a tenor de las
presentaciones de fs. 99/103 y fs. 105/109, que obtuvieron réplica a fs. 111/114 y fs.
115/117.

Por razones de orden metodológico, abordaré los planteos de las recurrentes, en el orden
en que se exponen a continuación, teniendo en cuenta la incidencia que cada uno de
ellos pudiera tener en el resultado final del litigio.

II. - Afirma la demandada que le causa agravio el porcentaje de incapacidad


determinado en primera instancia, con base en el informe médico y la relación entre el
infortunio y las dolencias detectadas. Critica tanto la presencia del daño psíquico, como
la adición de los factores de ponderación, y sugiere la aplicación de la fórmula de
capacidad restante. Con base en los argumentos que trae a consideración, pretende que
se modifique lo actuado.
Planteada de este modo la queja, habré de señalar en primer lugar, que no llega
cuestionada a esta alzada la ocurrencia del siniestro denunciado el 27/05/14, que sufrió
el actor mientras desarrollaba sus tareas habituales en favor de su empleadora.

Ahora bien, teniendo en cuenta que el agravio del accionada se encuentra vinculado con
las secuelas incapacitantes, advierto necesario referirme al informe médico, el que,
desde ya adelanto, lo encuentro objetivo, y suficientemente fundado en los saberes del
experto médico y el análisis de los estudios clínicos y complementarios a los que se
sometió el trabajador (cfr. art. 386 y 477 CPCCN).

Así, de fs. 61/66 surge que al examen físico el actor presenta dolor, a la palpación de
músculos paravertebrales, rectificación de lordosis fisiológica, con limitación de la
flexión a 70°, extensión 20°, inclinación lateral a 10° derecha e izquierda, rotación 20°
derecha e izquierda; marcha eubásica con dificultad para caminar en punta de pies y
talones en lado derecho. En el mismo orden, la Resonancia Magnética Nuclear a la que
se sometió el actor reveló una protrusión póstero-medial de disco L5-S1, que ocupa
espacio grado epidural anterior e impronta sobre el saco tecal. Rectificación del borde
posterior del disco L54-L% y deshidratación parcial al núcleo pulposo del disco L5-S1;
y el estudio de Electromiograma evidencia lesión neurógena crónica, sin denervación
actual, en territorio L4-L5-S1 de grado moderado en ambos L4 y en L5-S1 izquierdo,
con abundante pérdida de unidades motoras, y de grado leve en el resto, con leve
pérdida de unidades motoras.

En cuanto al aspecto psíquico, el perito ponderó el psicodiagnóstico, que revela una


sintomatología de un cuadro depresivo leve, con angustia, preocupación por el futuro,
introversión, sentimientos de inutilidad; señaló que la preocupación y los miedos a los
síntomas físicos provocan inquietud, malestar significativo, deterioro en las áreas
sociales y laborales, con especial afección en la esfera cotidiana.

En función de lo expuesto, el galeno entendió que el actor se encuentra incapacitado en


un 11,5 % a nivel físico y 5% en el plano psíquico, computando a tal efecto los factores
de ponderación.

Tal como expuse precedentemente, advierto -al igual que la magistrada a quo- que el
dictamen médico luce suficientemente fundado, en los análisis clínicos y
complementarios a los que se sometió en trabajador; por lo que estimo que está dotado
de carácter científico y objetivo, y posee aptitud probatoria (crf. Art. 386 y 477
CPCCN).

Es del caso resaltar, que los jueces deben recurrir a la opinión de expertos en
determinadas materias quienes, por sus conocimientos científicos contribuyan al
esclarecimiento de la cuestiones litigiosas, pues los magistrados carecen de
conocimientos suficientes en estas materias, o aun teniéndolos, no forman parte del área
correspondiente a la que se deben abocar, por lo que necesitan de los auxiliares de la
justicia.
En tal contexto, resulta conducente destacar que las normas procesales no acuerdan al
dictamen el carácter de prueba vinculante y el juzgador puede apartarse de aquél, eso sí,
para desvirtuarlo es imprescindible traer elementos de juicio que permitan concluir
fehacientemente el error o el inadecuado uso que el experto hubiere hecho de los
conocimientos científicos de los que por su profesión o título habilitante necesariamente
ha de suponérselo dotado, puesto que el informe comporta la necesidad de una
apreciación específica del campo del saber del perito, técnicamente ajeno al hombre de
derecho (conf. registro de este Tribunal en SD N° 64.402 del 9/10/2012, autos:
"Dinerstein Gustavo Daniel c/ Asociacion Escuela Lincoln Asociación Civil y otro s/
Accidente-Acción Civil").

En tal entendimiento, no advierto que la impugnación de fs. 70/71, ni los argumentos


traídos a consideración en la presentación recursiva, resulten hábiles para enervar las
conclusiones periciales, habida cuenta que no pasan de ser cuestionamientos subjetivos
sin sujeción concreta a las constancias del expediente. La recurrente critica el daño
psíquico, y sostiene que el mismo resultaría desproporcional, pero sin siquiera ponderar
que en el caso, el mismo resultó ampliamente inferior al físico y sin tener en cuenta su
carácter definitivo valorando la consolidación del daño (art. 7° LRT). Por lo demás
critica la incorporación de los factores de ponderación, pero lo cierto es que los mismos
están expresamente previstos por el dto. 659/96.

Sumado a ello, habré de señalar que al caso de autos no resulta viable la aplicación del
método de capacidad restante -que invoca la demandada-, pues la fórmula de
Balthazard, es empleada para aquellos casos en que un segundo accidente, separado en
el _tiempo del primero, afecta al mismo órgano, aparato o sistema -incapacidades
múltiples sucesivas monofuncionales- (Sala X CNAT, Montiel Antonio A. c/ Tintorería
Industrial del Sud SA, SD del 29/5/2002), lo que no sucedió en el caso, en el que se
discuten las secuelas psicofísicas derivadas de un único infortunio.

Finalmente, y en orden al vínculo de causalidad estimo oportuno señalar que el mismo


es siempre jurídico, y aún en los casos en que los especialistas lo formulen en forma
concreta, lo cierto es que es tarea específica de los peritos, como auxiliares de la
justicia, el establecer la existencia de la enfermedad y su posible etiología, pero
incumbe a los jueces determinar conforme a las constancias del expediente si la
patología tiene vinculación o no con el hecho del trabajo.

En el caso, la ocurrencia del accidente -durante la vigencia del contrato de adhesión


entre la aseguradora y la empleadora del actor- se advierte comprobada. Por lo tanto, y
toda vez que no surge de las constancias de autos que el origen de las lesiones
psicofísicas del actor fuera otro que el infortunio de marras, pues no obran en la causa
constancia alguna que refiera patología de base o previa, que pueda interrumpir la
vinculación causal aquí denunciada -no hay estudio preocupacional ni exámenes
periódicos-, estimo que la incapacidad hallada, se encuentra directamente relacionada
con el evento dañoso denunciado (dto. 717/96).

En función de las consideraciones hasta aquí expuestas, propongo confirmar lo actuado


en grado.
III. - A continuación abordaré el agravio de la parte actora, quien critica el ingreso base
mensual determinado en origen con base en el art. 12 LRT, y pretende la aplicación al
caso de las disposiciones incorporadas en la ley 27.348.

Adelanto, que la pretensión no podrá tener andamiento, puesto que el art. 20 de la citada
norma establece de manera expresa que "...la modificación prevista al artículo 12 de la
ley 24.557 y sus modificatorias, se aplicará a las contingencias cuya primer
manifestación invalidante resulte posterior a la entrada en vigencia de la presente ley...".

Siendo así, y en la medida que el accidente de marras, acaeció el 27 de mayo de 2014,


propongo confirmar lo actuado en origen.

IV. - La accionada cuestiona la fecha desde la cual se dispuso el cómputo de intereses,


pero su planteo no podrá tener recepción.

En efecto, las constancias de la causa y el resultado del pleito, dan cuenta que el actor
debió acudir a la instancia judicial para que se le reconozca la incapacidad derivada del
accidente laboral que sufrió, y por ende se le abonen las prestaciones dinerarias que le
correspondían en virtud del mismo, con lo cual, estimo que, dadas las constancias de la
litis corresponde aplicar intereses desde que se produjo el evento dañoso, tal como se
dispuso en origen. Máxime cuando en accidentes traumáticos como los de autos la mora
se produce automáticamente, esto es, ni bien sucedido el hecho generador del daño.

Desde tal perspectiva, entiendo que el concepto de mora está referido a la dilación o
_tardanza en cumplir la obligación, por parte del deudor, es decir es la indemnización
que debe pagar el deudor ante el cumplimiento tardío de su obligación de dar una suma
de dinero.

De esto modo, advierto que el acreedor (en este caso el trabajador) ha sido privado de la
capacidad de elegir el destino de los fondos que no ha recibido en tiempo oportuno, y el
mecanismo de aplicación de intereses no debe generarle perjuicio ni menoscabo
patrimonial, sino justamente evitar el deterioro del crédito reconocido cumpliendo de
esa forma con la manda Constitucional que garantiza la integridad del crédito laboral.

Conforme lo expuesto, propongo confirmar lo decidido en primera instancia.

V. - Teniendo en cuenta la entrada en vigencia de la ley 27.423, habré de señalar que


para justipreciar los honorarios, es necesario indagar en cada caso la época o momento
en que se cumplió el hecho, acto o relación jurídica que engendró y sirvió de
fundamento a la obligación, ya que esa circunstancia determinará cuál es la legislación
aplicable.

Ello así en concordancia con lo dictaminado por la Suprema Corte de Justicia de la


Provincia de Buenos Aires en el fallo "MORCILLO Hugo Héctor c/ PROVINCIA DE
Buenos Aires S/ INCOST. Decr.-ley 9020" de fecha 8 de noviembre de 2017, que remite
al criterio adoptado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a partir del
precedente que se registra en el Fallo 319:1915 (mantenido en Fallos: 320:31; 2349 y
2756; 321:146; 330, 532 y 1757; 325:2250).

Allí se estableció que frente a una nueva norma arancelaria, como la que en el caso nos
ocupa -Ley 27.423 (B.O. del 22/12/2017), promulgada por Decreto 1077/17, que
contiene, en su Art. 7, una observación del Art. 64-, la remuneración por la labor en los
juicios debe determinarse tomando en cuenta las etapas del proceso cumplidas. Resulta
necesario, entonces, ante la entrada en vigor de un nuevo ordenamiento arancelario,
discriminar aquellas pasadas durante la vigencia del régimen anterior, de las que se
hicieron a partir de la operatividad del nuevo sistema.

De tal modo, en el caso, en tanto los trabajos profesionales, por la labor cumplida en la
primera instancia, se realizaron estando en vigencia la Ley 21.839, el Art. 38 de la ley
18.345, el Art. 13° de la ley 24.432, habrán de utilizarse las normas arancelarias allí
contenidas.

En tal entendimiento, observo que la cuantía de los honorarios regulados en primera


instancia que llegan apelados, con base en el mérito y extensión de la labor desplegada
por los profesionales intervinientes, lucen equitativos, por lo que sugiero su
confirmación (art. 38 L.O. y demás normas del arancel vigentes).

VI. - Las costas de alzada deberán ser soportadas en el orden causa, ateniendo a la
suerte obtenida por los recursos (art. 68 CPCCN).

A tal fin, propongo regular los honorarios de los profesionales intervinientes en el 30%
(treinta por ciento), de lo que les corresponda por su actuación en la instancia previa
-ley 27.423-.

LA DOCTORA GRACIELA L. CARAMBIA DIJO: por compartir los fundamentos,


_adhiero al voto que antecede._

EL DOCTOR LUIS A. CATARDO: no vota (art. 125 de la ley 18.345).

A mérito de lo que resulta del precedente acuerdo, el Tribunal RESUELVE: 1)


Confirmar la sentencia apelada en todo lo que decide y fue materia de recurso y agravio.
2) Imponer las costas de alzada en el orden causado. 3) Regular los honorarios de los
profesionales intervinientes en el 30% (treinta por ciento), de lo que les corresponda por
su actuación en la instancia previa 4) Oportunamente, cúmplase con lo dispuesto en el
art. 1° de la Ley 26.856 y con la Acordada de la CSJN Nro. 15/2013.

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

Fecha de firma: 22/10/2018


Firmado por: NESTOR MIGUEL RODRÍGUEZ BRUNENGO, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: HÉCTOR HORACIO KARPIUK, SECRETARIO
Firmado por: GRACIELA LILIANA CARAMBIA, JUEZ DE CAMARA
Autos: “GACHE SANDRA SUSANA C/ PROVINCIA ART SA – ORDINARIO –
ENFERMEDAD ACCIDENTE (LEY DE RIESGOS)” RECURSO DE CASACIÓN E
INCONSTITUCIONALIDAD – 103069/37

SÍNTESIS
El método de la capacidad restante aplica cuando se trata de la incapacidad TOTAL en
todos los casos independientemente de que si sumen las dolencias por encima del 100%
o no.

Método para el cálculo de la incapacidad restante


El Tribunal Superior cordobés sostuvo que no existió en el caso una errónea aplicación
de la ley, ya que el hecho analizado se encuadrada en las disposiciones del decreto
659/96

Después de evaluar la interpretación de las normas que rodearon el caso, la Sala Laboral
del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) confirmó la sentencia del a quo, que
aplicó a la demanda el método de cálculo de la incapacidad restante al considerar que
correspondía la aplicación de lo dispuesto en los “Criterios de Utilización de las tablas
de incapacidad laboral” prescriptos por el decreto ley Nº 659/96.

La parte actora expresó que el pronunciamiento aplicó el método de cálculo de la


capacidad restante sin que la demandada lo solicitara en su oportunidad, violentándose
su derecho de defensa, asegurando que el fin que persigue el decreto Nº 659/96 no es
adaptable a este caso concreto ni se da el supuesto fáctico, por lo cual su aplicación es
errónea.

Asimismo afirmó que la norma establece que la valoración del deterioro de la salud se
realiza sobre el total de la capacidad restante, se trate de siniestros sucesivos o
simultáneos, siendo su objetivo impedir la sumatoria de las tarifas calculadas en forma
autónoma y superar 100%.

Luego, manifestó que se desnaturalizó el sistema si se la aplica indiscriminadamente,


cuando no existen razones que la justifiquen si el actor padece de otras patologías que
no fueron indemnizadas y no se verifica el supuesto de hecho contemplado, si las
dolencias son producto de una misma actividad.
El TSJ, integrado por Luis Enrique Rubio, Carlos García Allocco y Mercedes Blanc de
Arabel -autora del voto-, señaló que “más allá de la ausencia de invocación de la
normativa, el Juzgador resolvió la controversia de acuerdo a la regla de derecho
adecuada para subsumir el caso”, agregando que “tampoco demuestra que la
prescindencia de los argumentos jurídicos expresados por las partes violente la garantía
del debido proceso, cuando las constancias de la causa evidencian que se pudo ejercer
plenamente la respectiva defensa”.

Por otra parte, sostuvo el tribunal que “la errónea interpretación que el presentante
denuncia no guarda relación con los argumentos de la sentencia y con las circunstancias
que se derivan del litigio, toda vez que el a quo destacó que la actora percibió una
indemnización por incapacidad, por distintas dolencias a las aquí reclamadas, que
alcanzaba al 66,75%”, infiriendo que “no se evidencia el error jurídico por considerar
que la capacidad Total Obrera de la trabajadora no será del cien por ciento, sino del
33,25%, que es el restante del porcentaje ya abonado”.

Luego, el TSJ destacó que “la decisión concuerda con los antecedentes de esta Sala, en
los que se destacó que el sistema utilizado sólo se admite cuando la disminución que
resta (capacidad laboral) al dependiente -después de cada accidente o enfermedad- fue
indemnizada”, anexando que “importa una suerte de ‘nueva capacidad’ sobre la cual
deben tasarse los efectos de hechos posteriores -a menos que se demuestre que la nueva
afección importa una reagravación de la anterior- y así se entiende recepcionado en el
decreto Nº 659/96”.

Fuente: Comercio y Justicia


Fecha: 15/09/2016 - Región: Córdoba

MENDOZA
USO DE BAREMOS

“Los baremos son instrumentos que auxilian al perito y al juez, y las leyes laborales en
general han incorporado en su texto determinadas tablas de evaluación de las
incapacidades. De modo entonces que, estos instrumentos no son obligatorios, sino que
constituyen herramientas orientativas para el perito y el juez, quienes deben aplicarlas en el
caso concreto según el daño integral padecido por la víctima del infortunio laboral, y
probado fehacientemente al momento de determinar el grado de incapacidad laboral a fin
de indemnizar el daño.”. (S.C.J.M., Sala II, Expte.: 82613 - ASOCIART A.R.T. S.A. EN J
CASTILLO CLAUDIO E. C/ASOCIART A.R.T. S.A. P/ACC. S/CAS., 29/11/2005, LS
360-045).
Resulta necesario aclarar que no resulta aplicable el art. 9 de la ley 26.773 a la presente
causa conforme lo dispuesto por el plenario “Navarro” de la S.C.J.M.

ARTICULO 9 LEY 26773. (BAREMO 659-96)


CASO NAVARRO.
FÓRMULA DE CAPACIDAD RESTANTE

2.2.3.4.2.) En segundo lugar, en razón de la sentencia citada, corresponde evaluar la


aplicación o no del criterio de la incapacidad restante o residual, también denominado
fórmula Balthazard.
En este sentido, desde ya entiendo que la utilización de un baremo deber ser in totum; por
lo no se puede aplicar distintos preceptos o reglas de distintas tablas para evaluar un caso,
porque ello implica en la práctica, la creación de un baremo nuevo que puede generar
resultados disvaliosos y que irroga inseguridad jurídica.
“El sistema para otorgar un porcentaje de incapacidad laboral a un trabajador que se ha
visto afectado por una contingencia laboral, es siguiendo un solo baremo de la ciencia
médica y no promediando las consignas en las distintas tablas de evaluación de
minusvalías psicofísicas, puesto que ésta particular metodología puede conducir a
resultados equívocos que distorsionen el verdadero porcentual de invalidez psicofísica que
porta el trabajador, ya sea en más o en menos.” (SÉPTIMA CÁMARA LABORAL (1CJ)
Magistrado: SERGIO SIMO, Expte.: 9106 - PEREZ ANDREA PAOLA C/
CONSOLIDAR P/ ENFERMEDAD, 04/04/2016).
Siguiendo esta línea de pensamiento, constato que el baremo utilizado por el perito médico
decreto 478/98 contempla en la Metodología de su utilización, la fórmula de la capacidad
restante o fórmula Balthazard, al expresar: “…Cuando se hallen afectados distintos
aparatos, se utilizará el criterio de la capacidad residual o restante. Este contempla la
valoración del deterioro producido por las diferentes patologías, de acuerdo a su
prevalencia, sobre el total (100%) de la capacidad restante. …” .
2.2.3.4.3.) Asimismo, y no obstante lo expresado en el considerando anterior, señalo que la
jurisprudencia provincial se ha pronunciado por la validez de la aplicación del criterio de la
capacidad residual o restante o también denominada fórmula Balthazard, al decir:
“En cuestión de determinación de la incapacidad, existen dos formas de sumar las cifras
parciales para obtener la incapacidad total: 1) la suma directa y 2) el método Balthazar o de
la capacidad restante o residual. Éste último es sólo una manera de efectuar el cálculo, tan
válida como otros posibles.” (S.C.J.M., Sala I, Expte.: 110641 - FEDERACION
PATRONAL SEGUROS S.A. EN J° 2516/50.095 CULOS SERGIO FABIAN C/
FEDERACION PATRONAL SEGUROS S.A. P/ CUMPLIMIENTO DE CONTRATO S/
INC. CAS, 26/05/2014).
“En materia de incapacidad sobreviniente, debe aplicarse el principio de reparación
integral, conforme con lo cual debe considerarse no sólo de qué manera la incapacidad
incide en las aptitudes de la víctima para el trabajo futuro o en la frustración de obtener
beneficios económicos, sino también debiendo merituarse de qué manera esa incapacidad
gravita en todos los demás aspectos de la personalidad, tanto en su vida de relación como
personal, estableciéndose como pautas a considerar la edad de la víctima, su estado de
salud, actividad habitual, capacidad residual, la efectiva disminución en las tareas la renta
que puede obtener en el mercado financiero.” (S.C.J.M., Sala I, expediente: B., M. B. v.
Provincia de Mendoza, 08/11/2012, < SJA 16/01/2013 , 96 SJA 2013/01/16-96 • JA 2013-
I JA 2013-I • AP/JUR/3459/2012>).
“Según la "Teoría de Balthazard" de la "incapacidad restante", cuando existen diferentes
patologías físicas que producen incapacidad laboral, se debe calcular la misma,
comenzando por la dolencia que produce mayor porcentaje, siendo ésta calculada sobre el
100% de la capacidad laborativa total. Mientras que la segunda dolencia física que
ocasiona incapacidad laboral, debe calcularse sobre el porcentaje de capacidad laboral
remanente una vez restado el primer porcentaje de incapacidad laboral del aludido 100%.
Y así, sucesivamente, en el supuesto caso de existir otras patologías de origen laboral.”
(SÉPTIMA CÁMARA LABORAL (1CJ), Magistrado: Sergio SIMO, Expte.: 3354 -
CORDOBA, DANIEL HORACIO C/ CONSOLIDAR A.R.T. S.A. P/ ACCIDENTE,
26/02/2014).

CONSTITUCIONALIDAD:
“En virtud de lo expuesto, entiendo que el pedido ha sido perpetrado en abstracto, por lo
que concluyo que la aplicación del criterio de la capacidad restante o residual in re es
acorde a la Constitución Nacional y a los Tratados de Derechos Humanos de idéntico
raigambre.”

CONDICIONES DE INCONSTITUCIONALIDAD

La C.S.J.N. en el caso “Massolo” (333-447) ha indicado como requisito para la declaración


de inconstitucionalidad: la ultima ratio.
Asimismo la S.C.J.M., en el expte. N° 68.767 “PRIDE INTERNACIONAL SA EN J.
7871 ACORDINO G. POR SI Y SU HIJO MENOR C/ PRIDE INTERNACIONAL SA
S/INC. CAS.” (L.S. 300-48) ha señalado los requisitos para que proceda la declaración de
inconstitucionalidad.
En este sentido el Máximo Tribunal Provincial también ha dicho: “...Como acertadamente
observa el Sr. Procurador General,"... el Cimero Tribunal Nacional ha sentado que la
declaración de inconstitucionalidad, es la más delicada de las funciones susceptibles de
encomendarse a un Tribunal de Justicia, configurando un acto de suma gravedad, que debe
ser considerado como última ratio del orden jurídico ( Fallos: 260: 153; 286:76; 324:920,
entre otros), por lo que no cabe formularla, sino cuando un acabado examen del precepto,
conduce a la convicción cierta de que su aplicación conculca el derecho o la garantía
constitucional invocados (Fallos: 315:923; 321:441)…".” (S.C.J.M. autos N°100.157
caratulada: "García V. de López en j° 36.586 "GARCÍA V. DE LOPEZ M. P/ SI Y P/SUS
HIJOS MENORES C/ LA CAJA A.R.T S.A. Y OT. P/ENF.ACC. S/INC.- CAS.",
11/08/2011).
Con igual criterio ha dicho: "La declaración de inconstitucionalidad de una disposición, es
un acto de gravedad institucional, configurativa del remedio extremo al que el Juzgador
debe acudir sólo como última ratio, cuando no tiene otra alternativa posible" (LS 397-102,
224-119). Y que: "el ataque de inconstitucionalidad y su declaración por parte de la
Justicia, constituye un acto de la máxima gravedad institucional, por lo que el agravio debe
aparecer de una manera clara, ostensible, afectar seria y gravemente el ordenamiento
jurídico, razón por la cual se trata de una medida restrictiva, de carácter excepcional y ante
la evidencia del daño producido a los derechos y a las garantías de ese nivel.” (LS 285-
102).
“La declaración de inconstitucionalidad de la norma es un remedio excepcional, la última
ratio del ordenamiento jurídico, la sanción judicial más fuerte que puede adoptar judicial;
frente a la vigencia de una norma de carácter general y en consecuencia debe advertirse la
lesión a los principios constitucionales. Debe manifestarse en el caso concreto, y con
efectos particulares. No debe interferir con las decisiones y valoraciones políticas
adoptadas para la transformación de las instituciones jurídicas, es decir que no puede
sustituir la voluntad del legislador.”. (S.C.J.M., SALA N° 2, Expte.: 68457 - PEREZ,
TIBURCIO EN J: PEREZ, TIBURCIO ASOCIART S.A. A.R.T. ORDINARIO -
INCONSTITUCIONALIDAD – CASACION, 19/02/2001, LS 299-363).

APLICABILIDAD
EL TRIBUNAL CORRIGE DE OFICIO LA PERICIA MÉDICA

2.2.3.4.5.) Resulta oportuno destacar que el perito médico ha determinado que la patología
que tiene el actor le implica una ILPPD del 9,9% de su T.O., pero en su cálculo ha omitido
aplicar el criterio de la capacidad restante que contempla tanto el baremo de la LRT, como
el utilizado por el propio perito -decreto 478/98.
Es decir, que de haber aplicado la especialista, la metodología de cálculo de incapacidad
prevista en el baremo del decreto 478/98, en el que basa su informe; tendría que haber
aplicado la fórmula Balthazard y por tanto evaluar el grado de incapacidad del actor
conforme a su capacidad residual del 84%; y en tal caso, hubiera determinado una ILPPD
del 8,31% de su T.O. (9,9 x 84%).
En virtud de haber considerado constitucional la fórmula de la capacidad restante, y que es
criterio del Tribunal su aplicación, procedo a corregir la pericia médica, porlo que
determino que el actor padece de una incapacidad laboral, parcial, permanente y definitiva
del 8,31% de su T.O.

Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, toman en consideración el


expediente n° 13.001/95, caratulado: "R., J. H. c/Y.P.F. s/Ley 9688", procedente del
Juzgado Federal de Primera Instancia n° 4
PRIMERA CUESTION
VALORIZACIÓN DE LA PRUEBA: CORRIGE LA PERICIA MÉDICA DE OFICIO
POR CONSIDERAR QUE LA HIPOACUSIA NO FUE EXPLICADA EN SU
ETIOLOGÍA LABORAL.
CAPACIDAD RESTANTE: LA AVALA.

INTERNACIONAL
EN ESPAÑA SE UTILIZA PARA cuando hay secuelas concurrentes, así lo ha
expresado en la Sentencia de 12 de julio de 2013, Sentencia 15 de julio de 2013 y
Sentencia 29 de noviembre de 2013. Por otro lado el perjuicio estético se calcula por
separado.

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