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[[(100 – M) x m] / 100] + M
En el fondo es más sencillo de lo que parece, una vez identificamos qué significan las
emes. La M mayúscula vendría a ser la secuela de mayor puntuación de las
concurrentes, y la m minúscula la de menor valor.
DISCUSIÓN
El primer punto a discutir es si la fórmula debe de realizarse siempre o únicamente
cuando la suma aritmética de las patologías expuestas en el baremo que se esté usando
sumen un número mayor a cien.
Existen magistrados que toman el criterio de que se aplique a todos los casos y aquellos
que siguen el criterio de que se aplique únicamente en los casos que la suma de las
secuelas dejen un valor superior al de 100 puntos (100%).
El otro punto de discusión es cuando la suma aritmética de las secuelas superan el
máximo establecido por el art. 8 inciso 2 para el concepto de incapacidad permanente
parcial. Es decir, el art 8 de la LRT marca que a partir del 66% la incapcidad pasa a ser
total.
El problema de lo antedicho es que el decreto 659-96 dice, reafirmado por sus
sucesores, que en el caso de la incapacidad total se debe de realizar el ajuste por
secuelas concurrentes. (Fórmula de Balthazar). El problema es que en casos límite,
dicho ajuste termina dejando el porcentual de incapacidad por debajo del 66% dejando
de éste modo de ser total para ser parcial, generando de ésta forma una controversia en
materia de prestaciones.
Otro punto de discusión poco conocido es sobre la aplicación de la corrección tomando
en cuenta el porcentual de incapacidad que deja el perito psicólogo.
El problema pragmático con esto es que habría que en éstos casos recalcular la
incapacidad permanente que suma de todas las secuelas luego de utilizar la fórmula, la
cual para realizarlo de manera correcta se tiene que realizar ordenando las secuelas de
mayor a menor y utilizar la corrección sobre cada una sobre la capacidad “restante” o
residual. (Es decir la que resta luego de la aplicación de la incapacidad).
Es decir, hasta no tener la pericia médica firme no se puede realizar el cálculo de la
corrección, y para hacer la corrección o el perito psicólogo tiene que tener el dato de la
pericia médica o por el contrario el perito médico tiene que tener el dato sobre la
incapacidad dictaminada por el psicólogo.
Éste problema trae una situación que complica el trabajo el cual muchos magistrados
terminan solucionándolo sencillamente no aplicando la corrección a las secuelas
psicológicas.
Algo importante para tener en cuenta es que todos los puntos de reclamo que NO SON
SECUELAS (enfermedades) se encuentran por definición misma por fuera de la
corrección: daño estético, daño moral, lucro cesante, etc.
JURISPRUDENCIA
Sala I, “Pueiman, Justo c/ Caja Nac. de Ahorro y Seguro y otro”, sentencia del
24/10/1989
SENTENCIA DEFINITIVA NRO. 91316 CAUSA NRO. 8274/2011 AUTOS:
“COLLINS AUTOMOTORES SA C/OCAMPO RAMÓN ELADIO Y OTRO
S/CONSIGNACIÓN” JUZGADO NRO. 4 SALA I
13 de JULIO de 2.016
Texto
La aseguradora se queja por el porcentaje de incapacidad admitido, argumentando que
no se excluyeron los factores extralaborales y que no se aplicó el método de la
capacidad restante para la determinación del porcentaje referido.
En cuanto a la pretensión de que se aplique el método de la capacidad restante para
dilucidar el total de la incapacidad indemnizable, esta Sala ha señalado desde antiguo
que la “fórmula de Balthazard para establecer la incapacidad integral del trabajador es
empleada para aquellos casos en que un segundo accidente, separado del tiempo del
primero, afecta al mismo órgano, aparato o sistema – incapacidades múltiples sucesivas
monofuncionales-, pero no frente a incapacidades múltiples conjuntas polifuncionales”
(Sala I, “Pueiman, Justo c/ Caja Nac. de Ahorro y Seguro y otro”, sentencia del
24/10/1989). En el caso de autos, si bien existieron dos accidentes que influyeron en la
misma zona topográfica de la columna, no se hizo una determinación independiente de
la minusvalía generada por uno y otro, sino que lo que pretende la aseguradora es que se
aplique la metodología descripta con relación a la incapacidad física y la psíquica, lo
que no encuadra en la conceptualización recién puntualizada.
USO DE BAREMOS
Por todo lo expuesto, no basta para impugnar el grado de incapacidad otorgado la mera
disconformidad o la crítica genérica por el uso de un baremo determinado sino que hay
que criticar concretamente el uso que el experto hace del mismo o señalar con
argumentos científicos - lógicos que la incapacidad acordada es inadecuada a los
padecimientos de la persona trabajadora. En definitiva es el magistrado/da el que decide
si el baremo escogido por el perito se adapta al caso y también quien opta -de ser
necesario- por apartarse de los mismos en atención a las particularidades de cada caso y
siempre con base objetivas (estado general del paciente, profesión, edad, sexo, situación
familiar, etc.) ya que, de otro modo (sin enunciar argumentos científicos de rigor) no se
justificaría no seguir la opinión del experto. Por ende, considero adecuado el porcentaje
de incapacidad determinado en origen.
CAUSA: 79923/2015.
FECHA: 22-OCT-2018
ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN
En tal contexto, resulta conducente destacar que las normas procesales no acuerdan al
dictamen el carácter de prueba vinculante y el juzgador puede apartarse de aquél, eso sí,
para desvirtuarlo es imprescindible traer elementos de juicio que permitan concluir
fehacientemente el error o el inadecuado uso que el experto hubiere hecho de los
conocimientos científicos de los que por su profesión o título habilitante necesariamente
ha de suponérselo dotado, puesto que el informe comporta la necesidad de una
apreciación específica del campo del saber del perito, técnicamente ajeno al hombre de
derecho (conf. registro de este Tribunal en SD N° 64.402 del 9/10/2012, autos:
"Dinerstein Gustavo Daniel c/ Asociacion Escuela Lincoln Asociación Civil y otro s/
Accidente-Acción Civil").
En tal entendimiento, no advierto que la impugnación de fs. 70/71, ni los argumentos
traídos a consideración en la presentación recursiva, resulten hábiles para enervar las
conclusiones periciales
Sumado a ello, habré de señalar que al caso de autos no resulta viable la aplicación del
método de capacidad restante -que invoca la demandada-, pues la fórmula de
Balthazard, es empleada para aquellos casos en que un segundo accidente, separado en
el _tiempo del primero, afecta al mismo órgano, aparato o sistema -incapacidades
múltiples sucesivas monofuncionales- (Sala X CNAT, Montiel Antonio A. c/ Tintorería
Industrial del Sud SA, SD del 29/5/2002), lo que no sucedió en el caso, en el que se
discuten las secuelas psicofísicas derivadas de un único infortunio.
FALLO COMPLETO:
Poder Judicial de la Nación CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL
TRABAJO - SALA VII
79.923/2015
Por razones de orden metodológico, abordaré los planteos de las recurrentes, en el orden
en que se exponen a continuación, teniendo en cuenta la incidencia que cada uno de
ellos pudiera tener en el resultado final del litigio.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el agravio del accionada se encuentra vinculado con
las secuelas incapacitantes, advierto necesario referirme al informe médico, el que,
desde ya adelanto, lo encuentro objetivo, y suficientemente fundado en los saberes del
experto médico y el análisis de los estudios clínicos y complementarios a los que se
sometió el trabajador (cfr. art. 386 y 477 CPCCN).
Así, de fs. 61/66 surge que al examen físico el actor presenta dolor, a la palpación de
músculos paravertebrales, rectificación de lordosis fisiológica, con limitación de la
flexión a 70°, extensión 20°, inclinación lateral a 10° derecha e izquierda, rotación 20°
derecha e izquierda; marcha eubásica con dificultad para caminar en punta de pies y
talones en lado derecho. En el mismo orden, la Resonancia Magnética Nuclear a la que
se sometió el actor reveló una protrusión póstero-medial de disco L5-S1, que ocupa
espacio grado epidural anterior e impronta sobre el saco tecal. Rectificación del borde
posterior del disco L54-L% y deshidratación parcial al núcleo pulposo del disco L5-S1;
y el estudio de Electromiograma evidencia lesión neurógena crónica, sin denervación
actual, en territorio L4-L5-S1 de grado moderado en ambos L4 y en L5-S1 izquierdo,
con abundante pérdida de unidades motoras, y de grado leve en el resto, con leve
pérdida de unidades motoras.
Tal como expuse precedentemente, advierto -al igual que la magistrada a quo- que el
dictamen médico luce suficientemente fundado, en los análisis clínicos y
complementarios a los que se sometió en trabajador; por lo que estimo que está dotado
de carácter científico y objetivo, y posee aptitud probatoria (crf. Art. 386 y 477
CPCCN).
Es del caso resaltar, que los jueces deben recurrir a la opinión de expertos en
determinadas materias quienes, por sus conocimientos científicos contribuyan al
esclarecimiento de la cuestiones litigiosas, pues los magistrados carecen de
conocimientos suficientes en estas materias, o aun teniéndolos, no forman parte del área
correspondiente a la que se deben abocar, por lo que necesitan de los auxiliares de la
justicia.
En tal contexto, resulta conducente destacar que las normas procesales no acuerdan al
dictamen el carácter de prueba vinculante y el juzgador puede apartarse de aquél, eso sí,
para desvirtuarlo es imprescindible traer elementos de juicio que permitan concluir
fehacientemente el error o el inadecuado uso que el experto hubiere hecho de los
conocimientos científicos de los que por su profesión o título habilitante necesariamente
ha de suponérselo dotado, puesto que el informe comporta la necesidad de una
apreciación específica del campo del saber del perito, técnicamente ajeno al hombre de
derecho (conf. registro de este Tribunal en SD N° 64.402 del 9/10/2012, autos:
"Dinerstein Gustavo Daniel c/ Asociacion Escuela Lincoln Asociación Civil y otro s/
Accidente-Acción Civil").
Sumado a ello, habré de señalar que al caso de autos no resulta viable la aplicación del
método de capacidad restante -que invoca la demandada-, pues la fórmula de
Balthazard, es empleada para aquellos casos en que un segundo accidente, separado en
el _tiempo del primero, afecta al mismo órgano, aparato o sistema -incapacidades
múltiples sucesivas monofuncionales- (Sala X CNAT, Montiel Antonio A. c/ Tintorería
Industrial del Sud SA, SD del 29/5/2002), lo que no sucedió en el caso, en el que se
discuten las secuelas psicofísicas derivadas de un único infortunio.
Adelanto, que la pretensión no podrá tener andamiento, puesto que el art. 20 de la citada
norma establece de manera expresa que "...la modificación prevista al artículo 12 de la
ley 24.557 y sus modificatorias, se aplicará a las contingencias cuya primer
manifestación invalidante resulte posterior a la entrada en vigencia de la presente ley...".
En efecto, las constancias de la causa y el resultado del pleito, dan cuenta que el actor
debió acudir a la instancia judicial para que se le reconozca la incapacidad derivada del
accidente laboral que sufrió, y por ende se le abonen las prestaciones dinerarias que le
correspondían en virtud del mismo, con lo cual, estimo que, dadas las constancias de la
litis corresponde aplicar intereses desde que se produjo el evento dañoso, tal como se
dispuso en origen. Máxime cuando en accidentes traumáticos como los de autos la mora
se produce automáticamente, esto es, ni bien sucedido el hecho generador del daño.
Desde tal perspectiva, entiendo que el concepto de mora está referido a la dilación o
_tardanza en cumplir la obligación, por parte del deudor, es decir es la indemnización
que debe pagar el deudor ante el cumplimiento tardío de su obligación de dar una suma
de dinero.
De esto modo, advierto que el acreedor (en este caso el trabajador) ha sido privado de la
capacidad de elegir el destino de los fondos que no ha recibido en tiempo oportuno, y el
mecanismo de aplicación de intereses no debe generarle perjuicio ni menoscabo
patrimonial, sino justamente evitar el deterioro del crédito reconocido cumpliendo de
esa forma con la manda Constitucional que garantiza la integridad del crédito laboral.
Allí se estableció que frente a una nueva norma arancelaria, como la que en el caso nos
ocupa -Ley 27.423 (B.O. del 22/12/2017), promulgada por Decreto 1077/17, que
contiene, en su Art. 7, una observación del Art. 64-, la remuneración por la labor en los
juicios debe determinarse tomando en cuenta las etapas del proceso cumplidas. Resulta
necesario, entonces, ante la entrada en vigor de un nuevo ordenamiento arancelario,
discriminar aquellas pasadas durante la vigencia del régimen anterior, de las que se
hicieron a partir de la operatividad del nuevo sistema.
De tal modo, en el caso, en tanto los trabajos profesionales, por la labor cumplida en la
primera instancia, se realizaron estando en vigencia la Ley 21.839, el Art. 38 de la ley
18.345, el Art. 13° de la ley 24.432, habrán de utilizarse las normas arancelarias allí
contenidas.
VI. - Las costas de alzada deberán ser soportadas en el orden causa, ateniendo a la
suerte obtenida por los recursos (art. 68 CPCCN).
A tal fin, propongo regular los honorarios de los profesionales intervinientes en el 30%
(treinta por ciento), de lo que les corresponda por su actuación en la instancia previa
-ley 27.423-.
SÍNTESIS
El método de la capacidad restante aplica cuando se trata de la incapacidad TOTAL en
todos los casos independientemente de que si sumen las dolencias por encima del 100%
o no.
Después de evaluar la interpretación de las normas que rodearon el caso, la Sala Laboral
del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) confirmó la sentencia del a quo, que
aplicó a la demanda el método de cálculo de la incapacidad restante al considerar que
correspondía la aplicación de lo dispuesto en los “Criterios de Utilización de las tablas
de incapacidad laboral” prescriptos por el decreto ley Nº 659/96.
Asimismo afirmó que la norma establece que la valoración del deterioro de la salud se
realiza sobre el total de la capacidad restante, se trate de siniestros sucesivos o
simultáneos, siendo su objetivo impedir la sumatoria de las tarifas calculadas en forma
autónoma y superar 100%.
Por otra parte, sostuvo el tribunal que “la errónea interpretación que el presentante
denuncia no guarda relación con los argumentos de la sentencia y con las circunstancias
que se derivan del litigio, toda vez que el a quo destacó que la actora percibió una
indemnización por incapacidad, por distintas dolencias a las aquí reclamadas, que
alcanzaba al 66,75%”, infiriendo que “no se evidencia el error jurídico por considerar
que la capacidad Total Obrera de la trabajadora no será del cien por ciento, sino del
33,25%, que es el restante del porcentaje ya abonado”.
Luego, el TSJ destacó que “la decisión concuerda con los antecedentes de esta Sala, en
los que se destacó que el sistema utilizado sólo se admite cuando la disminución que
resta (capacidad laboral) al dependiente -después de cada accidente o enfermedad- fue
indemnizada”, anexando que “importa una suerte de ‘nueva capacidad’ sobre la cual
deben tasarse los efectos de hechos posteriores -a menos que se demuestre que la nueva
afección importa una reagravación de la anterior- y así se entiende recepcionado en el
decreto Nº 659/96”.
MENDOZA
USO DE BAREMOS
“Los baremos son instrumentos que auxilian al perito y al juez, y las leyes laborales en
general han incorporado en su texto determinadas tablas de evaluación de las
incapacidades. De modo entonces que, estos instrumentos no son obligatorios, sino que
constituyen herramientas orientativas para el perito y el juez, quienes deben aplicarlas en el
caso concreto según el daño integral padecido por la víctima del infortunio laboral, y
probado fehacientemente al momento de determinar el grado de incapacidad laboral a fin
de indemnizar el daño.”. (S.C.J.M., Sala II, Expte.: 82613 - ASOCIART A.R.T. S.A. EN J
CASTILLO CLAUDIO E. C/ASOCIART A.R.T. S.A. P/ACC. S/CAS., 29/11/2005, LS
360-045).
Resulta necesario aclarar que no resulta aplicable el art. 9 de la ley 26.773 a la presente
causa conforme lo dispuesto por el plenario “Navarro” de la S.C.J.M.
CONSTITUCIONALIDAD:
“En virtud de lo expuesto, entiendo que el pedido ha sido perpetrado en abstracto, por lo
que concluyo que la aplicación del criterio de la capacidad restante o residual in re es
acorde a la Constitución Nacional y a los Tratados de Derechos Humanos de idéntico
raigambre.”
CONDICIONES DE INCONSTITUCIONALIDAD
APLICABILIDAD
EL TRIBUNAL CORRIGE DE OFICIO LA PERICIA MÉDICA
2.2.3.4.5.) Resulta oportuno destacar que el perito médico ha determinado que la patología
que tiene el actor le implica una ILPPD del 9,9% de su T.O., pero en su cálculo ha omitido
aplicar el criterio de la capacidad restante que contempla tanto el baremo de la LRT, como
el utilizado por el propio perito -decreto 478/98.
Es decir, que de haber aplicado la especialista, la metodología de cálculo de incapacidad
prevista en el baremo del decreto 478/98, en el que basa su informe; tendría que haber
aplicado la fórmula Balthazard y por tanto evaluar el grado de incapacidad del actor
conforme a su capacidad residual del 84%; y en tal caso, hubiera determinado una ILPPD
del 8,31% de su T.O. (9,9 x 84%).
En virtud de haber considerado constitucional la fórmula de la capacidad restante, y que es
criterio del Tribunal su aplicación, procedo a corregir la pericia médica, porlo que
determino que el actor padece de una incapacidad laboral, parcial, permanente y definitiva
del 8,31% de su T.O.
INTERNACIONAL
EN ESPAÑA SE UTILIZA PARA cuando hay secuelas concurrentes, así lo ha
expresado en la Sentencia de 12 de julio de 2013, Sentencia 15 de julio de 2013 y
Sentencia 29 de noviembre de 2013. Por otro lado el perjuicio estético se calcula por
separado.