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Ricardo Soto González

El reto de la motivación

El reto es estar dispuestos a aprender y aplicar nuevas formas, por más simples
que éstas sean de realizar el trabajo diario.

Otro elemento que depende también de cada persona, es el disfrutar, incluso


divertirse, cuando realiza su trabajo. Para ello se requiere de una actitud positiva,
constructiva y de servicio que le permita “al mal tiempo darle buena cara”.

Abraham Maslow decía que una vez cubiertas las necesidades fisiológicas, de
seguridad, sociales y de estima, en la cúpula de su famosa pirámide estaba la
autorrealización. Frederick Herzberg aseguraba que los logros destacaban como
el factor más importante de satisfacción, y por lo tanto impulsaban la motivación. Y
David McClelland concluía que, además de la afiliación y el poder, la necesidad de
logros –sobresalir y luchar por triunfar-, son los disparadores de la motivación.

Es por ello que la orientación al logro es uno de los valores que deben cultivarse
en las culturas corporativas. Pero muchas veces es una oportunidad perdida por la
forma en que se maneja la comunicación de los desafíos organizacionales,
grupales e individuales.

El reto impuesto como orden, sin que se escuchen las perspectivas y las ideas de
quienes deben asumirlo, se convierte en un búmeran. Las aspiraciones, los
objetivos y metas no son exclusivamente racionales, tienen una alta dosis
emocional.

El reto de los gerentes es hacer que los desafíos de sus equipos de trabajo sean
interpretados no como un mandato, sino como un compromiso mutuo que genera
satisfacciones recíprocas. Y cuando se logra la meta y el propósito, hay que
activar el reconocimiento.

 la motivación laboral se ha convertido en una problemática en estos tiempos, los


directivos en muchas ocasiones necesitan a los psicólogos para que trabajen en
sus empresas con vistas a identificar vías de cómo motivar a los trabajadores;
pues si estos no se encuentran motivados, no se pueden obtener resultados
satisfactorios y de esta forma no se cumplen los objetivos de las empresas.

La motivación como fuerza impulsora es un elemento de importancia en cualquier


ámbito de la actividad humana, pero es en el trabajo donde logra su mayor
preponderancia, la cual ocupa la mayor parte de nuestras vidas y nos permite vivir
nuestros días con más armonía, experimentando un bienestar psicológico
considerable.

Es indispensable conocer los incentivos que movilizan a las personas ir día a día a


sus trabajos con más deseos, pero esto no es tan fácil de lograr en una
organización pues existe la interacción de muchas subjetividades, que para
una persona puede ser motivación y para otra no.

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