¿Cómo afectan las disputas de los territorios del yo a la interacción publica?

Los territorios del yo establecen fronteras que separan a los individuos cuyos
límites son establecidos por cada sujeto de acuerdo a las señales de cada
situación. Dichos límites son los denominados ocho territorios de reserva (el
espacio personal, el recinto, el espacio de uso, el turno, el envoltorio, territorio de
posesión, reserva de información y reserva de conversación). Sin embargo, estas
fronteras no tienen una definición estándar o especifica que permita diferenciar
una de otras. Esto lleva a una relación caótica o difícil de describir, de las
interacciones que se dan entre los individuos. Por lo tanto, las disputas que se
dan, buscando establecer límites entre los sujetos y sus territorios frente a los
otros, afectan de las interacciones de múltiples maneras y en casi todos los
aspectos de la vida. Por ejemplo, la forma de mirar a alguien (el ojeo) puede hacer
que la persona observada sienta invadida su territorialidad porque, para ella, esa
manera de hacerlo no es algo que considere adecuado o normal, mientras que,
del lado de quien efectúa el ojeo, no se esté realizando con la intención o finalidad
de invadir el territorio ajeno, o sea, no representa una interacción con fines
invasivos a la territorialidad de la otra persona. Es decir, la falta de un estándar o
cañón específico del territorio, lo que lo convierte en algo ligado a lo subjetivo,
dificulta las interacciones sociales y hace difícil, sino imposible, establecer una
serie de normas que permitan la no inferencia en el territorio ajeno.

Por esto, tanto las interacciones públicas como el Estado se ven afectados de
manera positiva y negativa conforme las disputas de los territorios del yo se van
modificando con el tiempo y esta afectación se manifiesta en cuanto a la parte
legislativa, en cuanto al Estado, debate a diario las políticas de protección de esos
territorios. Un ejemplo de esto es el ámbito de internet en donde de alguna manera
el ser humano ha buscado proteger esa reserva de información que ya está
expuesta al público y por ende el estado inicia una construcción normativa que
proteja esos espacios. Es decir, esas disputas de territorios son la construcción
normativa del estado con el fin de llevar una sana convivencia.