Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
producción
teatral I
Técnicas de gestión y producción aplicadas
a proyectos alternativos
de Gustavo Schraier
Schraier, Gustavo Alberto
LABORATORIO DE PRODUCCIÓN TEATRAL 1. Técnicas de gestión y
producción aplicadas a proyectos alternativos –Buenos Aires, Argentina.
D.R. © Gustavo Alberto Schraier
ISBN 978-987-1155-50-7
I Teatro. I. Título
CDD 792.01
ISBN 978-987-1155-50-7
Hecho el depósito que marca la ley 11723. Derechos reservados conforme a la ley.
Este libro no puede ser fotocopiado ni reproducido total o parcialmente, por ningún
medio o método mecánico, electrónico o cibernético, sin la autorización por escrito
del autor. Los anexos y formatos podrán ser tomados como base para los propios
proyectos, dando el crédito correspondiente a la fuente en caso de publicaciones,
talleres y cursos.
A mis primeros alumnos del Laboratorio de producción teatral I del año 2000, mis
“Apóstoles de la producción” (Anahí Martella, Paula Travnik, Gabriel Cabrera,
Adriana Fragati, Pablo Estévez, Sol Lereah, Lili Credenti, Claudio Armesto, Natalia
Felder, Andrea Hanna, Eugenia Mosteiro y María Figueras).
A los alumnos que tuve, que tengo y que tendré, con los que sigo aprendiendo y
reflexionando sobre el arte de producir.
A todos los directores, equipos creativos, elencos y técnicos con los que he trabajado en el
pasado y con los que trabajaré en el futuro.
A Kive Staiff, Lorenzo Juster, Carlos Fos, Magalí Muguercia y Centro de
Documentación de Teatro y Danza del CTBA, Alejandro Tantanian, Paula Simkin
y Daniel Franco, Jorge Dubatti, Eduardo Gaitán (Asociación Argentina de Actores)
y Carlos Pais (Argentores).
Al Instituto Nacional del Teatro, especialmente a Carlos Pacheco, Raquel Weksler
y Pablo Bontá, por su confianza, paciencia y apoyo.
A mi amiga Luciana Zylberberg por soportar mis obsesiones, ocuparse de mi buena
letra y acompañarme en este maravilloso viaje.
A mi amigo Javier Bajer, por el reencuentro.
A Sebastián, Mary Sue (y a la esperada Lucila), por estar siempre cerca.
A toda la gente que de una u otra forma participó de este sueño largamente anhelado
y finalmente cumplido...
Prologar un libro siempre es tarea grata para los prologuistas: a eso se dedican. Pero
los prólogos rara vez son leídos por ustedes – los lectores. Yo – debo confesarlo – soy
un devorador de prólogos: allí encontré las claves de muchas de mis lecturas.
Cervantes – que inventó todo – hizo algo parecido a esto que yo intento aquí - la
diversión prologal – la bienvenida feliz a todos aquellos que deciden trasponer
portadas y ver qué les deparan las páginas siguientes. No hay – entonces – mejor cosa
que despertar los buenos ánimos de los lectores – que bienvenir las voluntades y
propiciar el avance en la lectura: Borges (no voy a decir “salvando las distancias”)
invitaba a leer desde los prólogos – inolvidables piezas-trampolines para ahogarse en la
lectura: aguas a veces no tan felices como las que Borges anunciaba – pero aguas
borgianas al fin – aguas que parecían otras después de ser inauguradas por Borges.
También están los prólogos que prentenden – falsamente – disuadirnos de la lectura:
como el de Los Hermanos Karamazov escrito por el autor (que no es Dostoievski
sino – a la manera de Cervantes - otro personaje de Dostoievski), en donde se nos
advierte lo tediosa e inútil que será la lectura de aquella novela: muy pocos –
afortunadamente – siguen ese consejo. Allí está también Macedonio Fernández
prologando su Museo de la Novela de la Eterna con una infinita cantidad de
prólogos – prólogos dentro de prólogos dentro de prólogos – manera extraordinaria
de esconder aquello que se pretende deseado (la escritura) mediante la escritura
misma.
Hasta aquí una suerte de ejemplario (¿existirá la palabra?) sobre el arte de prologar – y,
sin ánimo de agotar esta serie, agrego éste - mi prólogo al libro de Gustavo Schraier - a
la improbable cifra de los prólogos existentes.
Este prólogo inaugura un libro primero y único: no se conoce un texto sobre
producción teatral en la Argentina: este libro – entonces – viene a llenar este vacío.
A Gustavo Schraier me une una larga experiencia en el campo profesional: formó
parte de dos procesos que yo desarrollé en el marco del Complejo Teatral de Buenos
Aires (CTBA): uno fue La escala humana – material que estrenamos con producción
del CTBA en el Teatro Callejón (antes Callejón de los deseos, hoy Espacio Callejón) y
el otro fue Dedos una obra de Borja Ortiz de Gondra que se estrenó en la sala Cunill
Cabanellas del Teatro San Martín. Y no sólo Gustavo Schraier estuvo cerca de mi
producción: varios de sus alumnos participaron en proyectos independientes de los
cuales formé parte (de lágrimas y Cine quirúrgico, por citar sólo dos de muchos
otros.)
Pensar en el rubro producción dentro del circuito independiente parecía un lujo
improbable a fines de los noventa, sin embargo el trabajo metódico de Gustavo
Schraier – mediante su propia inserción en el medio teatral como productor así como
4
ALEJANDRO TANTANIAN.
Buenos Aires, Barrio de Belgrano,
Febrero de 2006.
1 Cimarro, Jesús, Producción, gestión y distribución del Teatro, Pág. 19, SGAE, España, 1997
7
GUSTAVO SCHRAIER
Marzo de 2006