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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS


OCCIDENTALES

EZEQUIEL ZAMORA

Derecho Internacional
Público

Estudiante:
Angélica Castañeda V-25.399.620
Profesor:
Nelson Contreras
Carrera:
2° año de Derecho

MAYO 2020
INTRODUCCION

Los derechos humanos surgen a raíz de una historia cargada de sufrimiento para la
humanidad, el fascismo y nazismo de la segunda guerra mundial forman parte de este
origen.

Tras la concepción de estos derechos se encuentra el esfuerzo y sufrimiento de muchas


personas solitarias o pueblos completos, en donde muchos de ellos dieron la vida en busca
de su reconocimiento.

La declaración universal ubica su origen en el mero nacimiento de los seres humanos


"libres e iguales en dignidad y derechos".

Los derechos humanos no admiten discriminación alguna y son completamente universales,


formando parte de un todo, en donde la violación de uno de estos derechos, implica la
trasgresión de otros.

El estado de derecho es aquel que se funda en la universalidad e imparcialidad de la ley,


generada en la voluntad del pueblo libremente expresada, es por ello que la inexistencia de
la democracia (completamente necesaria para la conformación de un estado de derecho),
hace casi impracticable el cumplimiento de los derechos humanos.

En todas las épocas los gobiernos han cometido atropellos contra los DDHH, pero durante
el siglo XX se han producido las violaciones más atroces contra la dignidad del ser
humano; de allí la importancia de seguir luchando por el respeto a los DDHH
RECONOCIMIENTO DE LOS ESTADOS
El reconocimiento se desarrolla dentro de los límites implícitos de su naturaleza
discrecional, voluntaria y relativa; produciendo efectos exclusivamente entre los estados
que reconocen y el reconocido, ya que como se ha dicho, el reconocimiento es a discreción
de cada estado, no influyendo en las relaciones con terceros estados. La relatividad del
reconocimiento sirve como protección ante la utilización con fines políticos del
reconocimiento, como por ejemplo el reconocimiento en casos de guerra civil o de
movimientos de liberación colonial. La utilización del reconocimiento con fines políticos es
una práctica muy extendida y en ningún caso determina la existencia o inexistencia de un
estado, que produce por sí misma efectos jurídicos.

Aunque el reconocimiento no determina la existencia de un estado, las relaciones de


cooperación plenas sí que requieren de un reconocimiento mutuo, además, el
reconocimiento de un estado refuerza su personalidad jurídica internacional, incluso
respecto de aquellos estados que no le reconozcan.

Con el desarrollo de las relaciones internacionales y su paulatina


institucionalización, surgen nuevas cuestiones en torno al reconocimiento de estados, surge
la cuestión de si la admisión de un país en organizaciones internacionales como
la ONU implica un reconocimiento por parte del resto de miembros; la realidad indica que
la inclusión de estados en organizaciones internacionales no implica su reconocimiento,
dado que de lo contrario se estaría vulnerando el principio de discrecionalidad, no siendo
viable por tanto una institucionalización del reconocimiento a través de organizaciones
internacionales.

Charles Fenwick define que

“el procedimiento por el cual se ingresa a la comunidad internacional es reconocimiento y


es la aceptación formal hecha por uno o varios miembros existentes de la comunidad
internacional, de que un Estado o grupo político, que hasta ese momento no había detentado
el título de miembro de la comunidad, estaba ya capacitado para ello, y que, en
consecuencia, podía disfrutar de todos sus derechos y privilegios de los miembros de la
comunidad”.
TIPOS Y FORMAS DE RECONOCIMIENTO

Podemos distinguir:

Por un lado, entre un reconocimiento individual y un reconocimiento colectivo. Por


otro, entre un reconocimiento expreso y un reconocimiento tácito o implícito.

Los tipos y forma más frecuente es la del reconocimiento individual expreso, que
habitualmente se hace mediante un acto unilateral (nota diplomática, declaración), aunque a
veces puede efectuarse a través de un tratado bilateral con el Estado al que se pretende
reconocer o de un comunicado conjunto ad hoc.

Desde el punto de vista del modus operandi, se ha distinguido entre un


reconocimiento de facto o provisional y un reconocimiento de iure o definitivo,
procediendo aquél a éste cuando el nuevo Estado no pueda considerarse aún como
plenamente consolidado y ello de acuerdo con la visión del reconocimiento como un
proceso que viene a culminar en un acto final o definitivo.

CONSECUENCIAS JURIDICAS DEL RECONOCIMIENTO

El reconocimiento internacional es un derecho internacional con consecuencias


jurídicas nacionales e internacionales mediante el cual un sujeto de derecho internacional
reconoce un acto de otro semejante (Estado, gobierno, entre otros). El reconocimiento es
expresado por los Estados con el fin de reconocer comúnmente la existencia de otro Estado
y/o de un gobierno. El reconocimiento puede ser concedido expresa o tácitamente, por lo
general de una declaración del gobierno que reconoce. El reconocimiento es un acto
jurídico unilateral en el que un Estado constata que para él existe una situación jurídica
específica. Dentro del contexto del derecho internacional público, el reconocimiento de
determinada situación conlleva a la aceptación de las consecuencias que resulten de esta,
así como la aclaración de cualquier situación jurídica puesta en duda entre los sujetos del
derecho internacional.
DERECHO SUCESIVO DE LOS ESTADOS

Una de las situaciones que presenta los mayores problemas en el derecho


internacional es la sucesión de Estados. En efecto, la noción de sucesión, como la mayor
parte de nociones del derecho internacional es prestada del derecho civil. Pero en el
derecho civil la figura típica es la sucesión de derechos y obligaciones entre personas
naturales por muerte de una de ellas (successio mortis causa)

En el derecho internacional la sucesión no es tan simple; Para comenzar, no siempre


implica la desaparición total de un Estado, ni la absorción de sus elementos (población y
territorio) por otro Estado. Básicamente, la sucesión de Estados es un problema de
sustitución de un sujeto de derecho internacional por otro de la misma categoría, y se
caracteriza por la transmisión de derechos y obligaciones (tratados, deudas, archivos,
representación en organismos internacionales), así como por «estar contemplada o por lo
menos permitida por el derecho internacional público. Esta sustitución es producto de
ciertos cambios en la condición jurídica del primero, que llevan a un desplazamiento de la
soberanía sobre una parte o la totalidad del territorio y una parte o el conjunto de la
población.

RESPONSABILIDAD DE LOS SUJETOS DEL DERECHO


INTERNACIONAL

El individuo tiene personalidad internacional pasiva, reconocida en los principios


del juicio de Nuremberg, haciendo al individuo susceptible de castigo según el Derecho
internacional general. Además, si se observa el sistema normativo internacional podemos
determinar que la persona física es beneficiaria de muchos derechos que le otorgan las
normas internacionales. Por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En lo que se refiere a la protección de los derechos del hombre y de salvaguardar sus
intereses económicos, puede comprobarse que los individuos pueden recurrir a la
jurisdicción internacional sin tener que solicitarlo a los Estados.
Sin embargo, el individuo no tiene personería internacional activa, lo que no impide
que en el futuro puedan ser considerados sujetos de Derecho internacional en virtud de la
evolución y desarrollo del Derecho internacional. Es decir, el individuo posee capacidad de
goce, pero no de ejercicio, la que suple con la representación. Actualmente sólo los Estados
son los verdaderos sujetos del Derecho Internacional y en caso de que los individuos tengan
derechos otorgados por el derecho de agentes, es por medio del Estado que ellos deberán
hacerlo valer.

Con la evolución del derecho internacional el individuo adquiere subjetividad


jurídica internacional, en tal sentido la Corte Internacional de Justicia (CIJ), señaló que,
“Los sujetos de derecho en cualquier sistema legal no son necesariamente idénticos en su
naturaleza o en la extensión de sus derechos, y su naturaleza depende de las necesidades de
la comunidad. A lo largo de su historia, el desarrollo del derecho internacional ha sido
influenciado por los requisitos de la vida internacional, y el aumento progresivo de las
actividades colectivas de los Estados ya ha dado lugar a instancias de acción en el plano
internacional por parte de ciertas entidades que no son Estados”.

Hay un hecho internacionalmente ilícito del Estado cuando un comportamiento


consistente en una acción u omisión, que es atribuible al Estado según el derecho
internacional, constituye una violación de una obligación internacional de ese Estado. De
esta definición se desprende lo siguiente:

El comportamiento puede consistir en una acción u omisión

Es posible distinguir la responsabilidad de un estado por sus acciones, omisiones,


aquiescencia o su consentimiento que conformen hechos ilícitos o hechos ilícitos graves)
genocidio, crímenes de lesa humanidad, tortura, etc. que contravengan normas imperativas
de derecho internacional (ius cogens)10. “Una característica importante de esta disposición
consiste en que no se requiere en absoluto que exista culpa o dolo por parte del Estado para
efectos de determinar la existencia de un hecho internacionalmente ilícito”, pero esto no
significa que no se vaya a tomar en consideración al momento de emitir un fallo.

Atribución del hecho a un Estado


La atribución de la responsabilidad al Estado es en conjunto, es decir, todos los
órganos del Estado pueden producirla, Por ende, cualquier órgano, sin importar cuál sea su
jerarquía, podrá involucrarse en la responsabilidad. Por regla general el Estado sólo es
responsable por los hechos ilícitos de sus órganos y de manera excepcional cuando los
particulares actúen por cuenta del Estado, u en el caso, en el que Estado asuma la
determinada conducta. “La responsabilidad estatal es además independiente de la
responsabilidad individual en que pueden incurrir sus agentes u otras personas cuya
conducta pueda ser atribuida al Estado”.

RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS Y DE LAS ORGANIZACIONES


INTERNACIONALES

Se precisa que el comportamiento de un órgano o agente de una organización


internacional en el desempeño de sus funciones se considerará como un hecho de la
Organización según el Derecho internacional, cualquiera que sea la posición de dicho
órgano o agente con respecto a la Organización.

Se indica que el comportamiento que no sea atribuible a la organización según los


criterios que quedan apuntados se considerará como hecho de esa organización en el caso y
en la medida en que la misma reconozca y adopte como propio el comportamiento en
cuestión. Presupuesta la personalidad jurídico-internacional de una Organización
internacional, resulta evidente su condición de titular de derechos y deberes internacionales,
así como su capacidad para hacer valer aquéllos y para cumplir o, por el contrario,
quebrantar éstos. En este caso se habla de hecho ilícito de la organización, cuyas
consecuencias pueden ser varias, aunque se reducen en esencia a la nulidad y la
responsabilidad:

Nulidad; Puede plantearse en relación con los actos normativos de las organizaciones
internacionales (una resolución de un órgano de la organización, por ejemplo), aunque
también pueden plantearse en relación con los llamados actos operacionales (una acción de
asistencia técnica a un Estado; una operación de las Naciones Unidas para el
mantenimiento de la paz).
Responsabilidad; Puede contraerla una organización internacional en diversos supuestos
por hechos atribuibles a la misma. La responsabilidad puede ser de Derecho interno o de
Derecho internacional. Los supuestos en que una organización internacional puede incurrir
en responsabilidad internacional pueden ser:

Quebrantamiento por la organización de un tratado concluido con un Estado o con otra


organización. Aquel en que, con ocasión de actividades operacionales, puedan atribuirse a
una organización hechos dañosos cometidos por sus órganos o agentes y susceptibles de ser
invocados como generadores de responsabilidad en el plano internacional.

En aquellos casos en que una organización técnica o especializada realice


actividades que puedan caer bajo el supuesto de la responsabilidad por riesgo. En algunos
casos se tratará de responsabilidad de Derecho interno, pero en otros de una verdadera
responsabilidad internacional.

RESPONSABILIDAD DE LAS PERSONAS FISICAS POR LOS DELITOS


INTERNACIONALES

Debe quedar muy claro que al abordarse la responsabilidad de las personas físicas
por los delitos internacional nos ocupamos únicamente de las normas secundarias que son
las encargadas de fijar las consecuencias jurídicas de un incumplimiento de las obligaciones
consagradas en las normas señaladas como primarias. Hay que distinguir además un
elemento subjetivo (la imputación) y un elemento objetivo (la conducta de violación en sí
misma). Ese elemento objetivo es precisamente el atributo principal del hecho ilícito frente
a otros hechos. La ilicitud como elemento objetivo es el desajuste entre un comportamiento
concreto y lo debido según las obligaciones internacionales.

El elemento ilícito de la conducta solo puede ser apreciable en relación a lo


establecido por normas primarias. Esto no quiere decir que las normas sustantivas, es decir,
aquellas que establecen el contenido de las obligaciones cuya violación da origen a la
responsabilidad internacional sea objeto de estudio por la materia ahora tratada.

Con respecto a la exigencia del elemento daño para la configuración de la


responsabilidad internacional se han esgrimido varias posiciones. El proyecto de la CDI no
exige la presencia del daño para considerar un hecho determinado como ilícito
internacional. Sin embargo, Mariño Menéndez si considera éste como elemento constitutivo
de la responsabilidad internacional, incluso supedita al sujeto legitimado para exigir la
reparación a que haya sufrido las afectaciones y sea por consiguiente el "dañado”. Pero eso
no es así porque el daño es inherente y de cierto modo equivale a la violación del Derecho
Internacional. En todo caso el Estado o Estados que sufren ilícitamente el daño material o
moral están legitimados para exigir la reparación".

EL INDIVIDUO COMO SUJETO DE DERECHO EN EL AMBITO


INTERNACIONAL

Una de las características del derecho internacional público contemporáneo es el


afianzamiento de la subjetividad jurídica del individuo. Precisamente, el presente artículo
plantea analizar la dimensión activa de tal subjetividad, es decir, la titularidad efectiva de
derechos ante tribunales internacionales. Para este propósito, en primer lugar, se hará
referencia a la evolución de la subjetividad individual, así como a ciertas teorías sobre este
tema. A continuación, se atenderá la participación del individuo en los sistemas
internacionales de protección de derechos humanos tanto universal como regionales.
Finalmente, se estudiará la situación de las víctimas ante la Corte Penal Internacional.

Una aproximación analítica a la evolución del derecho internacional nos señala una
tendencia cada vez mayor, relativa a la ampliación del círculo de los sujetos de derecho
internacional que ha conducido a una renovación cuantitativa del derecho internacional. Lo
anterior está dado por la expansión del ámbito objetivo del ordenamiento jurídico
internacional, así como por una proliferación de los sujetos participantes,14 entre los que el
individuo como sujeto de derecho internacional merece en la actualidad especial
importancia.

Dos actos jurídicos internacionales fueron especialmente relevantes para el cambio


de la situación de la subjetividad jurídica internacional, en general, y de la subjetividad
jurídica internacional del individuo, en particular. Nos referimos a la sentencia del Tribunal
Militar Internacional de Nüremberg15 y a la opinión consultiva de la Corte Internacional de
Justicia (CIJ) sobre la reparación de daños sufridos al servicio de la Organización de
Naciones Unidas (ONU).16
Podemos decir que, desde el juzgamiento de los individuos por los crímenes
internacionales cometidos por miembros del Eje durante la Segunda Guerra Mundial, se
consideró necesario reconocer la subjetividad jurídica internacional individual. Ello hizo
factible no sólo la protección directa y efectiva de los derechos humanos, sino y, sobre
todo, la posibilidad de ser sancionado como resultado del reconocimiento de la
responsabilidad internacional individual por violaciones graves de obligaciones
internacionales. La sentencia del Tribunal de Núremberg refutó el punto de vista del
positivismo extremo, el cual señalaba que el derecho internacional sólo era aplicable a los
Estados. Esta sentencia también demostró que los individuos podían ser encontrados
culpables por crímenes bajo el derecho internacional y podían ser sancionados de acuerdo a
su capacidad personal.

Teorías sobre la situación del individuo en el derecho internacional

Posición doctrinal clásica. En la teoría del derecho natural de Groccio, el ser humano es un
punto focal de todo el derecho, incluyendo el derecho internacional o "derecho de las
naciones". Los sucesores de Groccio, en especial Vattel, pusieron mayor énfasis en el
Estado como titular de derechos y obligaciones en el contexto internacional, en el ámbito
de validez del derecho natural. En la teoría del derecho internacional de Vattel, los
individuos no son considerados como sujetos directos del "derecho de las naciones". Vattel
postula una dicotomía entre el derecho natural el cual gobierna al individuo en el derecho
nacional, y el "derecho de las naciones" el cual deriva del derecho natural, pero que se
aplica sólo a los Estados en sus relaciones mutuas. Desde esta perspectiva, el individuo
podría afirmar derechos naturales frente al Estado en un nivel interno, pero es simplemente
un objeto y no un sujeto del "derecho de las naciones". La dicotomía existente entre el
derecho internacional, en el cual sólo los Estados son los únicos sujetos, y el derecho
nacional, constituye una premisa

Teoría de la responsabilidad internacional del individuo.

Para los seguidores de esta teoría se considera sujeto de derecho internacional a todo
aquél que se encuentra por lo menos en una de las dos siguientes posibilidades (no
necesariamente en ambas, como la teoría anterior):
a) La titularidad de un derecho, y a la vez la posibilidad de hacerlo valer mediante
reclamación internacional;

b) La titularidad de una obligación jurídica internacional y la capacidad de ser sujeto pasivo


de reclamación ante un tribunal internacional, es decir ser destinatario de una sanción
internacional.39 En tal sentido, según esta teoría, la posesión por una entidad de la
titularidad de modo efectivo de un derecho o de una obligación en el contexto
internacional, origina la calificación como sujeto de derecho internacional.

LOS DERECHOS DEL HOMBRE EN EL PLANO INTERNACIONAL

Al ser considerados consustanciales con nuestra naturaleza, los derechos humanos


se proclaman universales, válidos para todos y en toda ocasión, aunque en este texto no se
haya aún suprimido la esclavitud, ni se mencionen los derechos de la mujer, como si su
naturaleza fuera de rango inferior. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que
aprueba la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948, es el documento fundamental,
tanto por su contenido, al incluir los derechos individuales y los sociales —producto de la
cooperación de Estados Unidos, que puso énfasis en los individuales, con la Unión
Soviética, que insistió en los sociales— como por haber conseguido un reconocimiento
universal, al aprobarlos la mayor parte de los Estados que entonces existían.

Todas las grandes culturas, desde la greco-latina, la hindú, la china, hasta las
americanas precolombinas, ignoran la noción de derechos humanos, un producto exclusivo
de la Ilustración europea. En este sentido, son todo menos universales, aunque aspiren a
serlo y se presenten como tales.

La cultura europea proclama la universalidad de los derechos humanos en un


momento en que ha llegado hasta el último rincón del planeta, dispuesta a proseguir con la
gran expansión colonial que se inició en el XVI. Apela a los derechos humanos cuando
Europa se extiende a toda marcha por tres continentes, machacando los derechos que
pregona. En las metrópolis se lucha por establecer los derechos humanos que se pisotean en
las colonias.
Esta contradicción pervive hasta hoy. Los derechos humanos no están en el mejor
momento en los países occidentales en los que se fraguaron; al contrario, la potencia
hegemónica occidental se los salta a menudo, desde el derecho de privacidad a las normas
más elementales del derecho penal (Guantánamo). Un mal ejemplo que siguen sus
principales aliados, cuando tienen ocasión. No habrá que insistir en que la implantación,
consolidación y defensa de los derechos humanos, sobre todo en un momento en que se ven
cada vez más amenazados, sigue siendo el objetivo principal de toda política democrática.
Pero no por ello habrá que dejar de criticar la política intervencionista en el plano
internacional con el argumento de defender los derechos humanos.

EL PACTO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS ECONOMICOS,


SOCIALES Y CULTURALES

. Los Estados partes en el presente Pacto, Considerando que, conforme a los


principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en
el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros
de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables, Reconociendo que estos
derechos se desprenden de la dignidad inherente a la persona humana, Reconociendo que,
con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede realizarse el ideal
del ser humano libre, liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones
que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto
como de sus derechos civiles y políticos, Considerando que la Carta de las Naciones Unidas
impone a los Estados la obligación de promover el respeto universal y efectivo de los
derechos y libertades humanos, Comprendiendo que el individuo, por tener deberes
respecto de otros individuos y de la comunidad a que pertenece, está obligado a procurar la
vigencia y observancia de los derechos reconocidos en este Pacto,

Convienen en los artículos siguientes:

Artículo 1
1. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho
establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico,
social y cultural.

2. Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas
y recursos naturales, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de la cooperación
económica internacional basada en el principio de beneficio recíproco, así como del
derecho internacional. En ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de
subsistencia.

3. Los Estados Partes en el presente Pacto, incluso los que tienen la responsabilidad de
administrar territorios no autónomos y territorios en fideicomiso, promoverán el ejercicio
del derecho de libre determinación, y respetarán este derecho de conformidad con las
disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.

Artículo 2

1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a adoptar medidas,
tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación internacionales,
especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos de que disponga,
para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en particular la
adopción de medidas legislativas, la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos.

2. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los


derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

3. Los países en desarrollo, teniendo debidamente en cuenta los derechos humanos y su


economía nacional, podrán determinar en qué medida garantizarán los derechos
económicos reconocidos en el presente Pacto a personas que no sean nacionales suyos.

Artículo 3
Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los hombres y a las
mujeres igual título a gozar de todos los derechos económicos, sociales y culturales
enunciados en el presente Pacto.

Artículo 4

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen que, en ejercicio de los derechos
garantizados conforme al presente Pacto por el Estado, éste podrá someter tales derechos
únicamente a limitaciones determinadas por ley, sólo en la medida compatible con la
naturaleza de esos derechos y con el exclusivo objeto de promover el bienestar general en
una sociedad democrática.

Artículo 5

1. Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de reconocer
derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o realizar actos
encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos o libertades reconocidos en el
Pacto, o a su limitación en medida mayor que la prevista en él.

2. No podrá admitirse restricción o menoscabo de ninguno de los derechos humanos


fundamentales reconocidos o vigentes en un país en virtud de leyes, convenciones,
reglamentos o costumbres, a pretexto de que el presente Pacto no los reconoce o los
reconoce en menor grado.

Artículo 6

1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho a trabajar, que comprende
el derecho de toda persona a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo
libremente escogido o aceptado, y tomarán medidas adecuadas para garantizar este derecho.

2. Entre las medidas que habrá de adoptar cada uno de los Estados Partes en el presente
Pacto para lograr la plena efectividad de este derecho deberá figurar la orientación y
formación tecnicoprofesional, la preparación de programas, normas y técnicas encaminadas
a conseguir un desarrollo económico, social y cultural constante y la ocupación plena y
productiva, en condiciones que garanticen las libertades políticas y económicas
fundamentales de la persona humana.

Artículo 7

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de
condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial:

a) Una remuneración que proporcione como mínimo a todos los trabajadores:

b) La seguridad y la higiene en el trabajo;

c) Igual oportunidad para todos de ser promovidos, dentro de su trabajo, a la categoría


superior que les corresponda, sin más consideraciones que los factores de tiempo de
servicio y capacidad;

d) El descanso, el disfrute del tiempo libre, la limitación razonable de las horas de trabajo y
las vacaciones periódicas pagadas, así como la remuneración de los días festivos.

Artículo 8

1. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar:

a) El derecho de toda persona a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, con


sujeción únicamente a los estatutos de la organización correspondiente, para promover y
proteger sus intereses económicos y sociales. No podrán imponerse otras restricciones al
ejercicio de este derecho que las que prescriba la ley y que sean necesarias en una sociedad
democrática en interés de la seguridad nacional o del orden público, o para la protección de
los derechos y libertades ajenos;

b) El derecho de los sindicatos a formar federaciones o confederaciones nacionales y el de


éstas a fundar organizaciones sindicales internacionales o a afiliarse a las mismas;

c) El derecho de los sindicatos a funcionar sin obstáculos y sin otras limitaciones que las
que prescriba la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática en interés de la
seguridad nacional o del orden público, o para la protección de los derechos y libertades
ajenos;
d) El derecho de huelga, ejercido de conformidad con las leyes de cada país.

2. El presente artículo no impedirá someter a restricciones legales el ejercicio de tales


derechos por los miembros de las fuerzas armadas, de la policía o de la administración del
Estado.

3. Nada de lo dispuesto en este artículo autorizará a los Estados Partes en el Convenio de la


Organización Internacional del Trabajo de 1948 relativo a la libertad sindical y a la
protección del derecho de sindicación a adoptar medidas legislativas que menoscaben las
garantías previstas en dicho Convenio o a aplicar la ley en forma que menoscabe dichas
garantías.

Artículo 9

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la


seguridad social, incluso al seguro social.

Artículo 10

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen que:

1. Se debe conceder a la familia, que es el elemento natural y fundamental de la sociedad, la


más amplia protección y asistencia posibles, especialmente para su constitución y mientras
sea responsable del cuidado y la educación de los hijos a su cargo. El matrimonio debe
contraerse con el libre consentimiento de los futuros cónyuges.

2. Se debe conceder especial protección a las madres durante un período de tiempo


razonable antes y después del parto. Durante dicho período, a las madres que trabajen se les
debe conceder licencia con remuneración o con prestaciones adecuadas de seguridad social.

3. Se deben adoptar medidas especiales de protección y asistencia en favor de todos los


niños y adolescentes, sin discriminación alguna por razón de filiación o cualquier otra
condición. Debe protegerse a los niños y adolescentes contra la explotación económica y
social. Su empleo en trabajos nocivos para su moral y salud, o en los cuales peligre su vida
o se corra el riesgo de perjudicar su desarrollo normal, será sancionado por la ley. Los
Estados deben establecer también límites de edad por debajo de los cuales quede prohibido
y sancionado por la ley el empleo a sueldo de mano de obra infantil.
Artículo 11

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un nivel de
vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a
una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados Partes tomarán medidas
apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto la
importancia esencial de la cooperación internacional fundada en el libre consentimiento.

Artículo 12

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del
más alto nivel posible de salud física y mental.

a) La reducción de la mortinatalidad y de la mortalidad infantil, y el sano desarrollo de los


niños;

b) El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente;

Artículo 13

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la


educación. Convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la
personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los
derechos humanos y las libertades fundamentales. Convienen asimismo en que la educación
debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre,
favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos
los grupos raciales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones Unidas
en pro del mantenimiento de la paz.

a) La enseñanza primaria debe ser obligatoria y asequible a todos gratuitamente;

b) La enseñanza secundaria, en sus diferentes formas, incluso la enseñanza secundaria


técnica y profesional, debe ser generalizada y hacerse accesible a todos, por cuantos medios
sean

Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres
y, en su caso, de los tutores legales, de escoger para sus hijos o pupilos escuelas distintas de
las creadas por las autoridades públicas, siempre que aquéllas satisfagan las normas
mínimas que el Estado prescriba o apruebe en materia de enseñanza, y de hacer que sus
hijos o pupilos reciban la educación religiosa o moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones.

Artículo 14

Todo Estado Parte en el presente Pacto que, en el momento de hacerse parte en él, aún no
haya podido instituir en su territorio metropolitano o en otros territorios sometidos a su
jurisdicción la obligatoriedad y la gratuidad de la enseñanza primaria, se compromete a
elaborar y adoptar, dentro de un plazo de dos años, un plan detallado de acción para la
aplicación progresiva, dentro de un número razonable de años fijado en el plan, del
principio de la enseñanza obligatoria y gratuita para todos.

Artículo 15

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a:

a) Participar en la vida cultural;

b) Gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones;

c) Beneficiarse de la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan


por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

Artículo 16

Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a presentar, en conformidad con


esta parte del Pacto, informes sobre las medidas que hayan adoptado, y los progresos
realizados, con el fin de asegurar el respeto a los derechos reconocidos en el mismo.

Artículo 17

Los Estados Partes en el presente Pacto presentarán sus informes por etapas, con arreglo al
programa que establecerá el Consejo Económico y Social en el plazo de un año desde la
entrada en vigor del presente Pacto, previa consulta con los Estados Partes y con los
organismos especializados interesados.
Los informes podrán señalar las circunstancias y dificultades que afecten el grado de
cumplimiento de las obligaciones previstas en este Pacto.

Artículo 18

En virtud de las atribuciones que la Carta de las Naciones Unidas le confiere en materia de
derechos humanos y libertades fundamentales, el Consejo Económico y Social podrá
concluir acuerdos con los organismos especializados sobre la presentación por tales
organismos de informes relativos al cumplimiento de las disposiciones de este Pacto que
corresponden a su campo de actividades. Estos informes podrán contener detalles sobre las
decisiones y recomendaciones que en relación con ese cumplimiento hayan aprobado los
órganos competentes de dichos organismos.

Artículo 19

El Consejo Económico y Social podrá transmitir a la Comisión de Derechos Humanos, para


su estudio y recomendación de carácter general, o para información, según proceda, los
informes sobre derechos humanos que presenten a los Estados conforme a los artículos 16 y
17, y los informes relativos a los derechos humanos que presenten los organismos
especializados conforme al artículo 18.

Artículo 20

Los Estados Partes en el presente Pacto y los organismos especializados interesados podrán
presentar al Consejo Económico y Social observaciones sobre toda recomendación de
carácter general hecha en virtud del artículo 19 o toda referencia a tal recomendación
general que conste en un informe de la Comisión de Derechos Humanos o en un documento
allí mencionado.

PACTO INTERNACIONAL DE LOSDERECHOS CIVILES Y POLITICOS

Los Estados Partes en el presente Pacto,

Considerando que, conforme a los principios enunciados en la Carta de las Naciones

Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la


dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e
inalienables, Reconociendo que estos derechos se derivan de la dignidad inherente a la
persona humana, Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de Derechos
Humanos, no puede realizarse el ideal del ser humano libre en el disfrute de las libertades
civiles y políticas y liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones
que permitan a cada persona gozar de sus derechos civiles y políticos, tanto como de sus
derechos económicos, sociales y culturales, Considerando que la Carta de las Naciones
Unidas impone a los Estados la obligación de promover el respeto universal y efectivo de
los derechos y libertades humanos, Comprendiendo que el individuo, por tener deberes
respecto de otros individuos y de la comunidad a que pertenece, tiene la obligación de
esforzarse por la consecución y la observancia de los derechos reconocidos en este Pacto,

Artículo 1

Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho
establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico,
social y cultural.

Artículo 2

Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y garantizar a
todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los
derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo,
idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos


constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para dictar
las disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos
los derechos reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya garantizados por
disposiciones legislativas o de otro carácter.

Artículo 3
Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres
la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en el presente
Pacto.

Artículo 4

En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la nación y cuya existencia


haya sido proclamada oficialmente, los Estados Partes en el presente Pacto podrán adoptar
disposiciones que, en la medida estrictamente limitada a las exigencias de la situación,
suspendan las obligaciones contraídas en virtud de este Pacto, siempre que tales
disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el derecho
internacional y no entrañen discriminación alguna fundada únicamente en motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión u origen social.

Artículo 5

Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de conceder
derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o realizar actos
encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos y libertades reconocidos en el

Artículo 6

El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por la
ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.

En los países en que no hayan abolido la pena capital sólo podrá imponerse la pena de
muerte por los más graves delitos y de conformidad con leyes que estén en vigor en el
momento de cometerse el delito y que no sean contrarias a las disposiciones del presente

Pacto ni a la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Esta pena
sólo podrá imponerse en cumplimiento de sentencia definitiva de un tribunal competente.
Pacto o a su limitación en mayor medida que la prevista en él.

Artículo 7
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En
particular, nadie será sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos o
científicos.

Artículo 8

. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá ser
sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por
las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta.

Toda persona detenida será informada, en el momento de su detención, de las razones de la


misma, y notificada, sin demora, de la acusación formulada contra ella.

Artículo 9

Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano.

Los procesados estarán separados de los condenados, salvo en circunstancias


excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento distinto, adecuado a su condición de
personas no condenadas;

Artículo 10

Nadie será encarcelado por el solo hecho de no poder cumplir una obligación contractual.

Artículo 11

1. Toda persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tendrá derecho a


circular libremente por él y a escoger libremente en él su residencia.

2. Toda persona tendrá derecho a salir libremente de cualquier país, incluso del propio.

Artículo 12

El extranjero que se halle legalmente en el territorio de un Estado Parte en el presente Pacto


sólo podrá ser expulsado de él en cumplimiento de una decisión adoptada conforme a la
ley; y, a menos que razones imperiosas de seguridad nacional se opongan a ello, se
permitirá a tal extranjero exponer las razones que lo asistan en contra de su expulsión, así
como someter su caso a revisión ante la autoridad competente o bien ante la persona o
personas designadas especial

Artículo 13

Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá
derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier
acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u
obligaciones de carácter civil. La prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o
parte de los juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en
una sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en
la medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal, cuando por circunstancias
especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda
sentencia en materia penal o contenciosa será pública, excepto en los casos en que el interés
de menores de edad exija lo contrario, o en las acusaciones referentes a pleitos
matrimoniales o a la tutela de menores. ente por dicha autoridad competente, y hacerse
representar con tal fin ante ellas.

Artículo 14

Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueran
delictivos según el derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave
que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión
del delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará
de ello.

Artículo 15

Las disposiciones del presente Pacto serán aplicables a todas las partes componentes de los
Estados federales, sin limitación ni excepción alguna.

ACCESO DEL INDIVIDUO A LAS JURIDICCIONES INTERNACIONALES


La Personalidad jurídica tiene una importancia fundamental para encontrar un
acceso de los individuos a las jurisdicciones internacionales La jurisdicción internacional
en materia penal ha captado la atención de los internacionalistas. El Tribunal Militar
Internacional de Nuremberg vendría a ser el primer ejemplo de una Corte Internacional que
trata directamente con los individuos. En las instituciones europeas es donde encontramos
los ejemplos de esta evolución del derecho internacional, que se encuentra orientada a
otorgar a los individuos el acceso a las jurisdicciones internacionales.

En lo que se refiere a la protección de los derechos del hombre y de salvaguardar


sus intereses económicos, puede comprobarse que los individuos pueden recurrir a la
jurisdicción internacional sin tener que solicitarlo a los Estados. Sin embargo, nunca podrá
haber una verdadera jurisdicción internacional con acceso directo de los individuos. En el
momento actual sólo los Estados son los verdaderos sujetos del Derecho Internacional y en
caso de que los individuos tengan derechos otorgados por el derecho de gentes, es por
medio del Estado que ellos deben hacerlo valer.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU constituye el texto básico para


analizar los mecanismos de protección de la ONU, y por ende todos los demás textos se han
inspirado en ella. A partir de ese momento, de manera progresiva se ha reconocido la
capacidad del individuo de recurrir a la ONU y plantear sus quejas, en caso de la violación
de sus derechos con la creación de mecanismos de supervisión al margen de la voluntad del
Estado transgresor.

El Protocolo Facultativo I del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


(PIDCP), permite que los individuos que alegan haber sido víctimas de alguna violación de
los derechos recogidos en el PIDCP, documenten las comunicaciones o quejas individuales
ante el Comité de Derechos Humanos. Respecto a la competencia ratione personae se exige
que el demandante sea la propia víctima de la violación (persona física) o su representante
legalmente acreditado, por lo que no está permitida la actio popularis.

Asimismo, tenemos a la Convención sobre la Protección de los Derechos de todos


los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares que crea el Comité del mismo nombre. Se
estableció entre sus mecanismos, la cláusula especial para admitir comunicaciones
individuales. Finalmente, la reciente Convención Internacional para la Protección de todas
las Personas contra las Desapariciones Forzadas contiene también la citada cláusula
especial para admitir comunicaciones individuales.

CONCLUSION

Con la realización del presente trabajo podemos inferir que los derechos humanos
son los derechos que tienen todas las personas, en virtud de su humanidad común, a vivir
una vida de libertad y dignidad. Otorgan a todas las personas la posibilidad de presentar
reivindicaciones morales que limiten la conducta de los agentes individuales y colectivos y
el diseño de los acuerdos sociales, y son universales, inalienables e indivisibles. Los
derechos humanos expresan nuestro profundo compromiso de que se garantice que todas
las personas puedan disfrutar de los bienes y libertades necesarios para una vida digna

Los derechos humanos corresponden a todas las personas, y todas las personas
tienen igual condición con respecto a esos derechos. La falta de respeto del derecho
humano de un individuo tiene el mismo peso que la falta de respeto de cualquier otro, y no
es ni mejor ni peor según el género, la raza, el origen étnico, la nacionalidad o cualquier
otra distinción

Los derechos humanos son indivisibles en dos sentidos. En primer lugar, no hay una
jerarquía entre diferentes tipos de derechos. Los derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales son todos igualmente necesarios para una vida digna. En segundo
lugar, no se pueden reprimir algunos derechos para promover otros. No se pueden
conculcar los derechos civiles y políticos para promover los derechos económicos y
sociales, ni se pueden conculcar los derechos económicos y sociales para promover los
derechos civiles y políticos.

Por Último, se puede decir que los derechos son fundamentales por lo que no
debemos establecer ningún tipo de jerarquía entre ellos y mucho menos creer que unos son
más importantes que otros. Es difícil pensar en tener una vida digna si no disfrutamos de
todos los derechos.

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