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Cagua, 09 de junio de 2020

IBCBV “Iglesia Bíblica Columna y Baluarte de la Verdad”

Sermón: “La certeza de ser oídos”

1 de Juan 5:14

v.14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad él nos oye.

Antes de iniciar, encomendémonos al Señor en ORACION….

Introducción

Esta es una epístola escrita por el apóstol Juan, aproximadamente en el año 90 d.C,
muestra como tema principal a Jesús como el Hijo de Dios. El propósito de Juan al escribir
esta carta era exponer la herejía de los falsos maestros y confirmar la fe de los verdaderos
creyentes. Juan enfatiza que escribió para dar seguridad sobre la vida eterna a aquellos
<<que creéis en el nombre de hijo de Dios>>1Jn 5:13.

La incertidumbre de sus lectores acerca de su condición espiritual, tenía su origen en


un conflicto no solucionado con los maestros de una falsa doctrina, llamada los gnósticos.
Ellos enseñaban que la materia era esencialmente mala (ósea el cuerpo) y el espíritu
esencialmente bueno; con esto negaban la encarnación de Cristo y, por lo tanto, la
resurrección. Enseñaban que el verdadero Dios, no podía vivir dentro de un cuerpo material
de carne y hueso. Por tanto el cuerpo humano QUE Jesús poseía no era real, sino aparente.
Ellos también enseñaban que la salvación se alcanzaba por medio de la iluminación mental
ya que sus almas nunca pecaban y el cuerpo era solo una envoltura. El apóstol Juan escribió
vigorosamente contra ese error.

Vemos por esto, como Juan en el capítulo 2 después de exponer a los falsos
maestros diciendo que <<salieron de nosotros pero no eran de nosotros>> les declara a los
creyentes con un tono fraternal y paternal lo siguiente: <<hijitos, permaneced en él, para
que cuando se manifieste, TENGAMOS CONFIANZA>>1Jn2:28, los invita a que
permanezcan firmes en el Cristo encarnado, con una confianza plena de que cuando el
venga por su iglesia no serán avergonzados.
Ahora te pregunto: ¿Cómo cree usted hermano/a que permaneceremos en una
confianza plena en Cristo? Bueno, Dios nos ha dejado los medios de gracia para acercarnos
a él; ¿Cuáles son? La meditación de su palabra, ayunar, y por su puesto ORAR.

Como hijos de Dios, debemos acercarnos a él con la confianza de que él nos oye.
Por esta razón he titulado esta reflexión “LA CERTEZA DE SER OIDOS”. Certeza es la
seguridad que se tiene de alguna verdad o cosa; en el vocablo hebreo aken se utiliza para
aseverar algo con énfasis.

Entremos pues en materia:

v.14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad él nos oye.

El texto inicia diciendo <Y esta es la confianza que tenemos en él (la biblia de las
Américas dice: delante de él)> pero alguno se podría preguntar ¿en quién? Pues la
respuesta es en Jesucristo el Hijo de Dios. Juan declara ¿Quién es el que vence al mundo,
sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? v.5. Esta es nuestra confianza hermanos/as,
que si nos acercamos al trono de su gracia, él nos oye. La palabra confianza, se refiere a la
certeza que la palabra de Dios está con nosotros, de que su presencia y nuestra fe están en
perfecta sintonía.

Los creyentes deben tener confianza en el libre acceso y en las palabras al presentar
sus peticiones ante Dios. Sin embargo, existe una limitante a la certidumbre de QUE
nuestras oraciones serán contestadas. En el NT basa esa seguridad si pedimos y oramos en
el nombre de Jesús (Juan 14:13-14; 15:16; 16:23-24) si permanecemos en Cristo y
permitimos que sus palabras permanezcan en nosotros (Juan 15:7) si tenemos fe(Mateo
21:22; Stg 1:6) y si somos justos en la vida y fervientes en la oración (1 Juan 3:21-22; Stg
5:16) aquí Juan dice que debemos pedir conforme a su voluntad, lo cual explícitamente
presentamos como la condición fundamental para confiar en la oración.

La oración verdadera NO es un esfuerzo humano por persuadir a Dios o por forzar


su voluntad. La oración verdadera se funda en buscar y ponernos de acuerdo con la
voluntad de Dios
Esto nos lleva a desarrollar la sección B de nuestro versículo…v.14b

El texto continúa diciendo <que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad él


nos oye> ¿Cómo pedimos? Hablando, en nuestro caso orando. Acá vemos que Orar es
estar de acuerdo con la voluntad de Dios.

En nuestra actualidad vemos como millones de cristianos oran con una fe inmadura
tratando de manipular a Dios, buscando caminos cortos y fórmulas que garanticen una
respuesta a cualquier petición. Este grupo de persona considera la oración como un arma
para obligar a Dios a cumplir sus promesas. Actualmente estamos sufriendo una pandemia
por causa de un virus conocido como COVID 19, el cual a ocasionado la muerte de miles
de personas en todo el mundo, esto ha llevado a muchos “creyentes” acercarse a Dios en
oración, pero no de la manera que lo declara el apóstol Juan aquí. Tuve la oportunidad de
mirar en el Facebook a líderes cristianos invitando a las personas a orar diciendo las
siguientes palabras: DECLARATE SANO, DECLARA SANIDAD A TU FAMILIA y no
solo eso, sino que también ungieran las puertas con aceite, así como Moisés mando a los
judíos cautivos en Egipto, que marcaron sus puertas con la sangre de cordero para que el
espíritu de muerte no entre en sus casas, y asta en sus finanzas. Hermano o amigo me oye,
¿usted cree que esta sea la manera correcta de pedir a Dios? esta no es la manera en la que
el apóstol Juan está invitando a sus lectores a pedir en oración. ¡Bendito sea Dios que nos
da este medio de gracia para guardarnos del error!

. Nosotros debemos pedir de conformidad con su voluntad; luego descansamos en


fe, confiados en que Dios nos oye y que lo que pedimos ya es nuestro.

La palabra de Dios dice: El que permanece en Cristo y sus palabras permanecen en


él; que ora en nombre de Jesús, esto es de acuerdo con su carácter y naturaleza y que está
lleno de fe y justicia, no se inclina a pedir nada que esté en contra de la voluntad divina.
Pero más que como oramos, Dios quiere y le preocupa que oremos. La oración genuina no
es un intento de que Dios satisfaga nuestros deseos a través de medios precisos, sino al
contrario, al subordinar nuestra voluntad a la del Señor, abrimos las puertas para recibir la
plenitud de sus bendiciones en nuestras vidas.
Esto es glorioso amaos hermanos, que tengamos acceso directo a Dios nuestro Padre
a través de la oración, gracias a Cristo, a su vida perfecta, a su sacrificio en la cruz, y a su
gloriosa resurrección, nos reconcilio con el Padre, permitiéndonos acercarnos al trono de la
gracia con la certeza de ser oídos. ¡Alabado sea nuestro buen Dios!

Que nos enseña este pasaje:

1. Nos enseña, que al acercarse a Dios por medio de Jesucristo con confianza plena,
este será oído por él.
2. Nos enseña, que para poder pedir en oración conforme a su voluntad, se debe
conocer a Dios.

Amados hermanos permítanme terminar con unas breves aplicaciones:

Les pido de todo corazón que meditemos en lo que voy a mencionar:

Hermano/a, eres de los que a la hora de orar empiezas a declarar dándole órdenes a Dios,
yo te pregunto: ¿tú crees que esta es la actitud correcta para acercarte a Él en oración? Si es
así, arrepiéntete.

Amados debemos acercarnos al trono de la gracia confiados, con la plena convicción y


certeza de ser oídos, ¡sabes! nada más y nada menos que por Dios, el Padre de nuestro
Señor Jesucristo el creador del cielo de la tierra y todo lo que hay en ella, incluyendo a
nosotros. Esto nos debería llenar de sumo gozo.

Hermano/a o amigo/a que me oyes, quizá en estos momentos te encuentras frustrado porque
tus oraciones no son respondidas, y seguramente es porque no estas pidiendo conforme a su
voluntad. ¿Y sabes porque? Puede ser por dos razones: la primera es, que Dios no te
conozca, o en segundo lugar, tú no le conoces lo suficiente. Si es así, arrepiéntete.

Cuando nos enamoramos de una persona, hacemos cualquier esfuerzo para conocerla y
saber que le gusta. Y si le gusta la luna, si estuviera a nuestro alcance se la bajaríamos. Lo
que quiero decir hermanos, es que el esfuerzo por conocer a Dios debe ser muchísimo
mayor, porque se supone que estamos enamorados de él. Les aseguro que si le conocemos a
él y le buscamos más por medio de su palabra….. Te darás cuentas como tus peticiones
tendrán coherencia a la voluntad de Dios.
Ora tenaz y pacientemente hasta que se cumpla su voluntad. En eso consiste la oración
verdadera.

Oremos……

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