Intereses Vocacionales

Martínez-Otero (1997), entiende que la toma de decisión sobre la elección de una profesión
es una de las más importantes que debe tomar un individuo a lo largo de su vida, debido a que
esto determinará en gran medida como invertirá su tiempo, así como cuales son los valores o
acciones que han que adoptarse (Martínez-Otero, 1997), por estas razones a continuación
presentamos algunas conceptualizaciones de estos términos.

Los perfiles en psicometría son entendidos como un procedimiento gráfico, en el que un

conjunto complejo de rasgos de la personalidad es comparado, frente a la lista de rasgos
medidos, se lleva sobre una gráfica el rango obtenido por un individuo según Doron, R. y
Parot, F. (1991). Merani (1976) los define como valores obtenidos reunidos por una línea
continua representan las diversas aptitudes de un sujeto, mientras que Dewey, J. (1925),
define el interés como una forma de actividad expresada espontáneamente, una actividad
centrifuga, que se adhiere a un objeto de valor directo.

Sin embargo, también se puede entender como tendencias o disposiciones relativamente

estables orientadas hacia diferentes objetivos, actividades o experiencias. Estas tendencias
están condicionadas por presiones culturales que definen los papeles atribuidos a los dos
sexos y a los miembros de un grupo social dado. Los intereses no se limitan al campo
profesional y engloban igualmente las materias escolares, el ocio y las demás actividades
fuera del trabajo (Doron, R. y Parot, F. 1991), tienen una base congénita, de capacidad de
respuesta a los estímulos en el sentido de recibidos, que varía considerablemente de un
individuo a otro, por lo que pueden distinguiese varios tipos. Por otra parte, cambian los
intereses en los diversos periodos de edad (Dorsch & Bergius 1994).

Según la naturaleza de su objeto, se distinguen los intereses en morales, científicos,

artísticos, etc.; y según sus amplitudes, en generales y particulares. El término vocación
proviene del latín vocatio (acción de llamar), lo que representa la inclinación y
predisposición para una carrera que exige condiciones especiales, o para una profesión que
requiere determinadas aptitudes (Merani, A., 1976).

Un interés vocacional nace de una tendencia que se produce espontáneamente y cuyas

motivaciones son a menudo profundas y dirigen al individuo en cierto sentido, que se expresa
por una concentración de un esfuerzo de tipo duradero hacia el ejercicio de actividades
vocacionales, según las consideraciones de Cortada (citado por Fernández y Rumiche, 2013).
Por otro lado, Roe (1987), sostiene que el interés vocacional se desarrolla en el contexto de la
interrelación social, en el cual tiene el individuo la oportunidad de desempeñar roles
ocupacionales muy diversos y valorar sus cualidades por los efectos que surgen en los demás.
Sin embargo, esta autora suele destacar que sus bases se configuran dentro del seno del
hogar, debiéndose rastrear sus orígenes precisamente en dicho contexto, en el que los padres
juegan un papel protagónico.

Así mismo, son entendidas por Fernández y Rumiche (2013), como tendencia o preferencias
a escoger ciertas ocupaciones o profesiones, las cuales brindan satisfacción a las personas,
como productos de sus aptitudes y formas de comportamiento condicionadas por las
experiencias y posibilidades ofrecidas por el medio ambiente. Por lo que se puede entender
que el perfil de intereses vocacionales de una persona son los rasgos que representan la
inclinación relativamente sólida hacia una profesión, oficio o actividad, motivadas
principalmente por la interacción social y familiar.

Según Aiken (2003), los patrones individuales de gustos y rechazos empiezan a desarrollarse
mucho antes de que el individuo haya tenido experiencias con ocupaciones específicas. Estos
primeros intereses son relativamente inestables, pero para cuando un niño llega al noveno
grado, y casi con seguridad hacia el undécimo grado, sus preferencias por tipos específicos de
actividades han quedado bastante bien determinadas. Los estudios longitudinales que abarcan
dos o más décadas han demostrado que los intereses son sumamente estables hacia el final de
la adolescencia, según Hansen y Strong (citado por Aiken, 2003).

Por otra parte, según Crite (citado por Aiken, 2003) los intereses de una persona pueden
cambiar incluso en la edad adulta y debe tenerse especial cuidado al interpretar los resultados
de los inventarios de intereses aplicados antes de noveno grado.

Teoría Psicoanalítica de los Intereses

Freud y otros psicoanalistas pusieron énfasis en los papeles de la subliminaciόn (la

canalización de impulsos sexuales o agresivos frustrados hacia actividades sustitutas) y la
identificación (modelar el propio comportamiento con respecto a otra persona) en la
formación de los intereses vocacionales (Aiken, 2003).

Con respecto a la subliminaciόn, una persona con fuertes impulsos sádicos podría interesarse
por convertirse ya sea en cirujano o en carnicero, una persona con intensas necesidades
exhibicionistas podrá ser un actor o algún otro artista del escenario, y alguien cuyos impulsos
sexuales están frustrados podrá escribir poesía romántica o elegir una carrera relacionada con
la decoración, la exhibición u otras áreas que ponen énfasis en el empleo del cuerpo como
modelaje, actuación, deportes y actividades similares (Aiken, 2003).

Aunque la evidencia para la operación de la subliminaciόn en determinar los intereses

vocacionales y las elecciones profesionales está lejos de ser clara, los datos pertenecientes al
papel de la identificación con los padres y otras personas significativas en la vida de una
persona son más importantes según Carite (citado por Aiken, 2003). La investigación que
vincula los intereses vocacionales y educativos a necesidades y calificaciones específicas
sobre otras características de la personalidad está relacionada, pero no queda restringida a la
perspectiva psicoanalítica sobre los intereses (Aiken, 2003).

En cuanto a esto, se ha informado que las personas con intereses científicos tienden a ser más
introvertidas, que el interés en vender está relacionado con agresividad y que las personas con
intensos intereses literarios y estéticos tienen más probabilidades de poseer características
psiconeuróticas. Otros investigadores como Siegelma y Peck, o Sternberg (citados por Aiken,
2003) han descrito patrones específicos de características de personalidad que están
relacionados con la elección de una especialidad universitaria o carrera profesional.

Tipos de Intereses

Los intereses expresados son los que indican solo una preferencia e implican una inclinación
por alguna actividad o “hobby”. Los intereses manifiestos se expresan en palabras y también
en acciones realizándose diversas actividades como respuesta a ellos. Los intereses
organizados son estimaciones basabas en respuestas a un gran número de preguntas sobre
gustos y disgustos, o sobre el orden de preferencia por grupo de actividades.
Estas preguntas pueden resumirse, ubicándose cada una ellas en una lista jerárquica de
preferencias. Los intereses comprobados son aquellos probados no solo en situaciones
normales de la vida sino estudiados sobre la base de los instrumentos especiales de medición
(Gebhard, & Zemelman, 1979).

De los numerosos estudios y clasificaciones de intereses hechos con relación a su motivación

vocacional, se pueden mencionar entre otros los siguientes:
Interés científico: implica el deseo de comprender el porqué de los procesos biológicos,
físicos y sociales, como asimismo el deseo de contribuir al conocimiento de estos temas y el
de utilizarlos.
Interés técnico: tienen relación con el interés científico, pero radica más en el control y la
práctica de los temas científicos que en su comprensión y teoría no solo existen entre ambos
una diferencia de nivel de los conocimientos que interesa, sino también una diferencia
cuantitativa. (Gebhard, & Zemelman, 1979) El interés técnico no se centra especialmente en
el conocimiento en sí, sino en la forma que este se puede aplicar, por lo cual ha sido llamado
también interés material.
Intereses mecánicos: implica el deseo y el agrado por el uso y manipulación de máquinas e
instrumentos, por la invención, reparación y utilización de los mismos.
Interés social: se expresa en el grado de trabajar con personas o para ellas.
Interés comercial: implica intereses por participar en actividades sistemáticas y organizadas,
en actividades comerciales a las que se aplica un sistema o se establecen o ponen en práctica
controles de organizaciones.
Interés artístico: implica el deseo de desarrollar actividades de creación o expresión éticas.
Para que estos intereses puedan concretarse en elecciones vocacionales deben
necesariamente, estar acompañados de las aptitudes adecuadas para el medio de expresión
que interese, aunque haya una gran variedad de intereses artísticos (Gebhard, & Zemelman,
1979).
Interés plástico: se manifiesta en el deseo de utilizar el diseño, la pintura, la escritura o la
pequeña practica como la expresión artística. Para concretarse en posibilidades vocacionales
debe poseer un alto nivel de actitud plástica.