Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Patrimonio Del Peru S XX
Patrimonio Del Peru S XX
Wiley Ludeña-Urquizo
Escuela de Postgrado de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
ludena@terra.com.pe
Arquitecto de la Universidad Ricardo Palma. Magister en Diseño Arquitectónico de la Universidad Nacional de Inge-
niería. Doctor en urbanismo de la Technische Universität Hamburg-Harburg.
Ejerce la docencia desde 1978 en las universidades Ricardo Palma, Nacional de Ingeniería y Nacional Mayor de
San Marcos. Ha sido director de la Maestría en Historia y Crítica y fundador y director de la Maestría en Renovación
Urbana, de la Universidad Nacional de Ingeniería.
Ha sido responsable de las secciones de crítica de la arquitectura y urbanismo en los periódicos El Observador,
94 La Razón y La República. Fundador y director de diversas publicaciones como Tramma, U-Tópicos y Con/textos, y
Ur{b}es.
Premio Nacional de investigación en arquitectura en la iv Bienal de Arquitectura Peruana de 1986.
Ha publicado numerosos artículos y ensayos: “Idea y arquitectura en el Perú del siglo xx” (Lima, 1997); “Arquitec-
tura. Repensando a Vitruvio y la tradición occidental” (Lima, 2002); “Tres buenos Tigres. Piqueras, Belaúnde y la
Agrupación Espacio. Urbanismo y vanguardia en el Perú del siglo xx” (Huancayo, 2004); “Lima: historia y urbanismo
en cifras 1821-1970”. Tomo i (Kiel, Alemania, agosto 2004); “Lima: historia y urbanismo en cifras 1821-1970”.
Tomo i (Lima, noviembre 2004).
Resumen
En el Perú la cuestión del patrimonio industrial no representa una forma de discurso institucionalizado, ni mucho
menos una cultura cotidiana interesada en revalorizar y preservar una extraordinaria herencia histórica. El texto es un
documento de revisión y reflexión sobre la situación histórica y actual del patrimonio industrial material e inmaterial,
mueble e inmueble peruano. Se apoya en referencias conceptuales, normativas, históricas y prácticas referidas a
la situación particular del patrimonio industrial en el Perú.
Palabras clave
Patrimonio histórico, patrimonio industrial, industria peruana, barrios obreros.
Descriptores*
Patrimonio histórico, patrimonio industrial, vivienda obrera, industrias, Perú, siglo xx.
Abstract
In Peru industrial heritage issues are not yet an institutionalized discourse, nor does a tradition of valuing and preser-
ving this extraordinary legacy exist. This article approaches the historical and present condition of Peruvian tangible
and intangible industrial heritage. It is based on conceptual, normative and historical references and practices related
to the specific situation of Peru’s industrial heritage.
Key Words
Historical Heritage, Industrial Heritage, Peruvian Industry, Working Class Housing.
Key Words Plus
Historical Heritage, Industrial Heritage, Labor and Laboring Classes-Dwellings, Industry, Perú, 20th Century.
* Los descriptores y key words plus están normalizados por la Biblioteca General de la Pontificia Universidad Javeriana.
especie de “oro negro” –antes del petróleo–, tal italiana. Se trata de un edificio de unos 150 me-
como era designado por algunos en la Europa del tros por 15 de ancho, con columnas de 6 metros
siglo xix. y altura central de 8 metros. Según los distintos
Huacos, utensilios, tejidos preincas en me- reportajes, se trataría de un antiguo mercado de
dio de viejos engranajes, rieles, poleas y planchas La Victoria. Otras versiones señalan que más bien
de acero oscurecidas por el tiempo: he ahí el serían los restos de una de las fábricas demolidas
encuentro de dos culturas, una de las cuales –la en las primeras cuadras de la Avenida Argentina
nuestra– exalta su carácter de patrimonio cultu- para el nuevo complejo de Las Malvinas.
ral en el marco de un escenario paradójicamente Al margen de que el edificio corresponda o
negado en el Perú como objetos portadores de no a la autoría de Eiffel o que haya estado ubicado
este valor, como podrían ser aquellos edificios en una u otra parte de Lima, al margen de todo
pertenecientes al mundo fabril o productivo de ello, en primer lugar se trata de piezas de gran
los primeros momentos de la industrialización valor testimonial y artístico. Y, en segundo lugar,
moderna del país. que lo que está detrás del hecho de su demolición,
¿Que discurso patrimonial es ese que niega el intento de su fundición y la autorización de su
el valor a aquellos objetos que, salvando el tiem- salida del Perú bajo el rubro “chatarra”, tiene que
po y las proporciones, pertenecen exactamente ver con una incalificable ignorancia, descuido o
al mismo mundo de actividades que están en la negligencia respecto de los bienes y significado
base productiva de aquello que se expone en he- de aquello que constituye el patrimonio industrial
rencia del Perú preinca? ¿Por qué un viejo taller del país.
de orfebrería preinca puede alcanzar el valor de Probablemente resulte para algunos una
patrimonio cultural y no el viejo trapiche de una exageración imperdonable y para otros una pro-
hacienda costera o alguna de las antiguas fábri- vocación irracional, comparar el celo con que se
cas textiles del Cuzco, por citar algunos casos? trata de evitar el contrabando de huacos, joyas,
¿Doble discurso, doble moral? tejidos y otras piezas de nuestro patrimonio his- 95
El caso de Völklinger no es el único. Se pue- tórico, mientras que piezas que constituyen un
den mencionar decenas de casos en la misma extraordinario testimonio de la arquitectura indus-
numento histórico y aquella realidad que ha de ser cuarenta, o la excepcional serie urbanística que
acotada como tal, tiene que ver con la influencia representan los Barrios Fiscales de los cuarenta
de una notación de monumento donde las ideas y las Unidades Vecinales de los cincuenta.
de lo artístico y lo histórico adquieren primacía En referencia a la situación del patrimonio
para avalar una visión sacralizadora y un sistema industrial republicano, lógicamente la lista resulta
de valoración social y culturalmente excluyente de más numerosa. Se trata de una densa memoria
este, tal como encarnaba aquella influyente tradi- que urge de convertirse en memoria viva. Ahí
ción ítalo-ibérica en la que se formaron desde fines están las decenas de instalaciones fabriles sur-
de los cincuenta los primeros expertos peruanos gidas en muchas haciendas durante el siglo xix,
98 como Víctor Pimentel (2006), José Correa o Alber- las cuales ameritan una calificación específica
to Barreto, entre otros, quienes luego dominarían por el extraordinario valor histórico que poseen.
el discurso oficial sobre el tema en el Perú.2 Esta El caso de la hacienda Casagrande es un ejemplo
es la tradición que está detrás del restrictivo con- excepcional. Del mismo modo podría pensarse en
cepto de patrimonio histórico-artístico. Tradición algunas de las primeras fábricas del inicio de la
ciertamente distinta a aquella correspondiente a industrialización en el Perú. Un buen ejemplo: las
la industriosa y protestante Europa del norte don- fábricas de tejidos del Cuzco o Arequipa del siglo
de el tema del patrimonio industrial resulta, como xix o las instalaciones del Frigorífico Nacional de
en Inglaterra o Alemania, un modo generalizado la década de los veinte.
de vivir la historia y la vida cotidiana.
Bajo esta noción discriminatoria y restrictiva Producción, industria y
con que se manejan los asuntos de patrimonio en patrimonio cultural
el Perú, el principal foco de interés de nuestros
expertos y de las entidades públicas abocadas a El concepto de patrimonio está asociado entre al-
la defensa y preservación de los testimonios de gunas de sus acepciones con la idea de herencia,
nuestra historia, se ha dirigido y continúa hacién- de bienes propios, de suma de valores asignados
dolo prioritariamente al estudio y exaltación de y de recursos disponibles. Bajo esta notación pue-
monumentos del poder político, religioso y social de establecerse que la noción de patrimonio cultu-
–iglesias, palacios, casonas y conventos–, pres- ral se identifica con el legado y la herencia cultural
tando poca o casi ninguna atención al patrimonio de un pueblo. Aquí empieza la controversia que
gestado por la sociedad civil y productiva como rodea una noción que no puede abstraerse del
los barrios obreros, la arquitectura industrial o el clima intelectual de base, los intereses naciona-
urbanismo de los campamentos mineros. les, sociales y culturales, así como el sentido de
Lo concreto es que en este caso, para refe- las reivindicaciones colectivas e individuales de
rirnos por ejemplo al tema del patrimonio urba- la memoria por valorar. En medio de una época
nístico moderno, la lista del olvido es extensa. Se de “patrimonialización generalizada” y desarrollo
podría empezar con los primeros barrios moder- de una nueva conciencia colectiva respecto al
nos de los años veinte y treinta y extenderse con valor del pasado y la memoria (Arellano, 2000),
esta controversia se hace mucho más compleja procesos y de relaciones establecidas entre esta 3 Desde la apuesta de
Michael Rix la historia
e indeterminada. forma de producción y la sociedad en su conjunto. de la formación de
Una definición genérica de patrimonio cul- Es en esta dimensión donde se legitiman los valo- una institucionalidad
vinculada a la cuestión
tural que se ha hecho concepto oficial en la nor- res histórico culturales de carácter industrial.3
del patrimonio industrial
matividad internacional, es aquella establecida En relación con el ámbito temporal del do- ha sido intensa. Tras
por la Unesco y la Convención Internacional del minio específico del patrimonio industrial, existen la creación en 1959
del comité especial
Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972. dos opciones relativamente divergentes. Por un para preservar los
Aquí el dominio del patrimonio cultural –como se lado, la posición que sostiene que el patrimonio monumentos industriales
–The National Survey of
establece en el Artículo 1– se concibe constituido industrial es aquel constituido exclusivamente Industrial Monuments–,
por monumentos u obras, conjunto de edificacio- por el legado y los testimonios de la revolución le siguió en 1971 la
primera organización
nes, sitios o lugares de valor histórico transforma- industrial europea surgida desde la mitad del siglo para la defensa de la
dos por el hombre que tengan un valor universal xviii y el comienzo de los sistemas tecnológicos de Arqueología Industrial
–Association for Industrial
excepcional desde el punto de vista histórico, mecanización y automatización de procesos, más
Archaeology, aia– con
estético, etnológico o antropológico (Organiza- sus antecedentes históricos inmediatos, así como gran impacto a través de
ción de las Naciones Unidas para la Educación, sus extensiones planetarias. Es el patrimonio de sus diversas actividades.
En 1978 se crea el
la Ciencia y la Cultura, Unesco, 1972). la “sociedad industrial”. Esta visión se sostiene Comité Internacional
Junto a esto el llamado patrimonio cultural en una noción de industria y producción industrial para la Conservación
del Patrimonio Industrial
inmaterial constituye en suma el dominio integra- identificada con aquel sistema de producción ejer- –The International
do de aquello que constituye el patrimonio cultural cido por medios mecánicos y en serie, activados Committe for the
Conservation of the
de un pueblo, un país y la humanidad entera. por energía cuyo origen no es humano (Guzmán Industrial Heritage,
Cada sociedad y época construyen y recons- y Fernández, 2003). Ticcih– con motivo de la iii
Conferencia Internacional
truyen su propia patrimonialidad cultural. Ello La otra visión, si bien comparte lo esencial
sobre la Conservación de
porque la valoración y selección definitiva de cada de este enfoque, resulta un tanto más extendida Monumentos Industriales
testimonio están imbricadas estrechamente con en la medida en que asume al trabajo y la pro- que se celebró en
Suecia. El Comité tiene
diversos intereses sociales, políticos, económicos ducción –sea esta o no de carácter industrial– por objetivo estudiar, 99
y culturales. Aquí es donde se establece el territo- en el sujeto principal que delimita el dominio inventariar, conservar
y difundir el Patrimonio
rio de una constante y de seguro permanente in- de referencia. Bajo este entendimiento pueden
ción de los servicios del ferrocarril, así como con la tura de Luis G. Albrecht, el falansterio andino de
fabricación y ensamblaje de embarcaciones para Clorinda Matto de Turner y las instalaciones de
la navegación en el lago Titicaca, tales como los la fábrica Lucre con sus obreros sujetos a la mo-
barcos Yavarí (1870) y Yapurá (1873). derna rutina industrial, seguramente tenían en la
El boom industrial en el sur no tuvo límites segunda mitad del siglo xix más de vida moderna
en su expansión. Junto con la industria textil apa- que cualquier otra ciudad peruana.
recieron otras, como la cervecería de propiedad
del señor G. Mangelsdorff, instalada en el Cuzco Company towns mineras y agroindustriales
en 1872. Tuvo un impacto radical en la agricultura
102 de la región como consecuencia de los nuevos Las company towns ligadas a la explotación sali-
métodos desarrollados para la siembra de la ce- trera, agroindustrial, minera y petrolera constitu-
bada. En poco tiempo se instalarían cerca de seis yen sin duda uno de los capítulos más importan-
fábricas de cerveza más entre Cuzco y Urubamba, tes de la historia industrial del país. Son bienes
las mismas que fueron adquiridas luego por la industriales de un extraordinario valor histórico.
llamada Cervecería Alemana. Se trata de aquellas ciudades-campamento que
También aparecieron nuevas industrias surgieron a la par de la constitución de los prime-
como la fábrica de chocolates y fideos de Víctor ros complejos de transformación industrial mo-
Aubert y Agustín Arteta. A inicios del siglo xx, como derna en la agricultura, la minería y la explotación
consecuencia del funcionamiento de la central hi- petrolera. En el primer caso, se trata de ciudades-
droeléctrica de Ccorimarca inaugurada en 1913, campamento y complejos industriales dedicados
surgiría en el Cuzco una nueva generación de a la explotación agroindustrial del azúcar y el
industrias como las fábricas textiles Huáscar, La algodón ubicados a lo largo de la costa del Perú.
Estrella y algunas del emporio Lomellini. En el segundo, se trata de aquellas instalaciones
Modernidad industrial y modernidad cultural creadas para la explotación minera y petrolera
son dos fenómenos que están estrechamente ubicados en la sierra y el norte del país.
relacionados. Esto explica por qué las señales Desde los años setenta del siglo xix, la apli-
más vitales de la vanguardia moderna en el Perú cación de la máquina de vapor al cultivo, molien-
de inicios del siglo xx surgieron en el sur y no en da y refinado de la caña de azúcar facilitaron el
la Lima finisecular arruinada por epidemias y dis- desarrollo de la agricultura de plantación en la
cursos paradójicamente provincianos. Entonces costa peruana –caña o algodón según las zonas–.
el proceso de renovación cultural registraba un En todos los casos las iniciativas e inversiones
intenso movimiento de grupos activos en Are- estuvieron a cargo de capitales ingleses y ameri-
quipa, Juliaca, Puno y Cuzco que iban y venían canos, principalmente. Este es el caso de William
de ciudad en ciudad. En 1898 nace el Centro Grace, quien se encargó de impulsar la explota-
Científico del Cuzco que llegó a congregar a toda ción agroindustrial en la costa norte del país en
la elite cultural y científica de la región. Un grupo haciendas como Cartavio, Paramonga y Cayaltí,
importante es el de la llamada Escuela Cuzqueña entre otras. La familia alemana Gildemeister haría
lo mismo con el extenso complejo agroindustrial de una edificación con un sistema estructural y
Casagrande, en Trujillo. de cobertura que a los ojos de hoy adquiere una
Concebidos como enclaves autárquicos con fascinante actualidad. Todo esto constituye un
ferrocarril, puerto y a veces moneda propia, estos testimonio excepcional del desarrollo industrial
espacios de producción y residencia se formaron de la época tanto a nivel nacional como interna-
como puntos de concentración de población, cional. Pese al deterioro creciente y los problemas
tecnología, transformación industrial moderna derivados de un régimen de propiedad cuestiona-
y acumulación de riquezas para su remisión a la do, Casagrande conserva aún gran parte de un
matriz metropolitana. El despliegue tecnológico extraordinario patrimonio industrial que debería
de maquinarias y procedimientos en muchas ser puesto en valor.
de estas haciendas fueron de primer nivel para La hacienda Cartavio es otro complejo
la época. agroindustrial de importancia. Este emporio
Muchas de las primeras ciudades campa- contaba con un moderno sector industrial y un
mento ya han desaparecido o se encuentran en sistema de transporte ferroviario conectado di-
completa ruina. Pero otras aún revelan los perfiles rectamente con el puerto. El ferrocarril de vapor
de una herencia por valorar. Entre ellas se tendría permitía la exportación del azúcar producido por
que considerar –como debiera ser por razones el Puerto Chicama. En 1872 la hacienda pasó a
históricas y de antigua pertenencia territorial– a manos de la W.R. Grace & Co. Durante la guerra
los campamentos salitreros y la importante arqui- con Chile y los años inmediatamente posteriores,
tectura industrial de la firma de Gustave Eiffel eri- la mayoría de las haciendas aledañas con sem-
gidos en territorios del Perú y luego ocupados por bríos de caña quedaron en muy malas condicio-
Chile tras la llamada Guerra del Pacífico (1879- nes, lo que posibilitó que Cartavio expandiera su
1883). Esta herencia industrial no pertenece a la terreno agrícola a través de la compra de esas
historia del desarrollo industrial chileno, tal como pequeñas haciendas.
versiones recientes de la historia del patrimonio Un hito en la historia del movimiento obrero
103
industrial chileno pretenden sugerir. Constituyen peruano lo constituye la gran huelga de 1912 por
sin duda parte de la inicial historia industrial del parte de los obreros de Casagrande y Cartavio, a
largo y ancho de la sierra, como la hacienda Laive y Gualgayoc de 1906. Al pensar en estas insta-
en Huancayo, la hacienda Andabamba en Huanu- laciones no se puede sino admirar el impacto
co, así como la hacienda Pincos en Andahuaylas, visual que supusieron instalaciones de este tipo
la haciendas La Collpa y Tres Molinos en Cajamar- en el paisaje de la zona y el imaginario visual de
ca, entre muchas otras con importantes instala- la población o sus trabajadores.
ciones de procesamiento industrial de diversos El complejo metalúrgico de La Oroya, ubica-
productos agrícolas y pecuarios. do en la sierra central del Perú, a más de 3.780
Toda esta herencia de nuestro patrimonio msnm, representa no sólo un símbolo de la mi-
industrial no está ni registrada en algún tipo de nería peruana desde mediados del siglo xix, sino
104 catálogo temático, ni mucho menos considerada también una especie de literal herida abierta en
como conjunto de valor patrimonial. Por consi- medio de un paisaje y una realidad social que
guiente, es un bien cultural que no cuenta siquiera recusan su existencia, pero a la cual se siente
con la formalidad de un bien cultural sujeto de estrechamente ligada en todos los ámbitos de
protección. la vida económica, cultural o política. Como toda
ciudad minera, La Oroya es un abigarrado comple-
Minas, fundiciones y campamentos jo urbano metalúrgico con instalaciones y piezas
de obreros tecnológicas de incalculable valor histórico para
la minería nacional e internacional.
El Perú ha sido y es un país esencialmente minero La ciudad consta de una estructura rigu-
desde tiempos preincas e incas. Para hacer refe- rosamente estratificada en términos sociales y
rencia tan solo a la fase republicana, la historia de funcionales. Si bien el núcleo originario se cons-
la explotación minera se constituye desde mitad tituye en torno al complejo industrial siderúrgico
del siglo xix de una serie de testimonios que dan junto al cual se erigió el primer “campamento” de
cuenta de complejas instalaciones y avances “cuadras” para albergar a los trabajadores –hoy
técnicos de primer nivel. Ninguno de estos testi- demolido–, con el tiempo aparecieron nuevos ba-
monios ha sido objeto hasta hoy de catalogación rrios como el acomodado barrio Chulec, destinado
ni mucho menos –como acontece igualmente con en sus orígenes a los empleados americanos de
otras evidencias del llamado patrimonio indus- la Cerro de Pasco Corporation. Por entonces La
trial– considerado un bien cultural para rescatar y Oroya contaba con uno de los mejores hospitales
valorizar. De ahí que el patrimonio industrial perte- del país, así como una serie de instalaciones de
neciente a las actividades de explotación minera servicio como supermercado, colegio, una cancha
sea vasto y de gran envergadura. Los ejemplos de golf a cerca de 4000 msm, entre otros compo-
históricos se extienden desde aquellas minas nentes (Marcelo-Puente, 2005).
medianas de sorprendente arquitectura que em- Todo el complejo minero se constituye de
pezaron a transformar el paisaje republicano del enormes estructuras tecnológicas como las de
Perú del siglo xix, como las minas Uchucchacua, la planta siderúrgica, además de una importante
Goyllarisquizga y Gualgayoc de inicio del siglo xx, serie de arquitectura civil y urbanismo residen-
cial que incluía diversos componentes entre es- vos por las grandes transnacionales, sobre todo 5 Sobre cuál fue el
“primer” ferrocarril
cuelas, hospitales y campamentos obreros. Otro norteamericanas. Como en el caso de La Oroya, de América Latina,
componente esencial de este paisaje minero lo el campamento de Talara se constituye como como es comprensible,
se han generado
constituyen las instalaciones y redes del ferrocarril un complejo urbano de barrios y componentes
leyendas y pocas
central. Pese a que gran parte de esas evidencias social y funcionalmente diferenciados y estra- verdades debidamente
de origen han desaparecido, aún se conservan tificados. En este caso, instalaciones como la comprobadas. No está
completamente claro cuál
algunas con riesgo de correr igual suerte. originaria casa de fuerzas, así como los barrios fue el primer ferrocarril
El barrio de Chulec es un auténtico fragmen- de trabajadores y empleados y otros componen- de Suramérica; ni
hablar de toda América
to de suburbio californiano en mitad de los Andes tes del complejo petrolero de Talara, constituyen Latina, ya que aquí la
del Perú. Parece una imagen irreal en medio de testimonios importantes de esta primera fase del confusión es mayor. Casi
simultáneamente se
ese paisaje de infierno industrial que evoca La desarrollo industrial peruano del siglo xx (Aranda, inauguraron entre fines
Oroya hasta hoy. Y es que la ubicación del campa- 2003). de 1849 y mediados de
1851 tres líneas, siendo
mento de Chulec resulta totalmente privilegiada Tanto la minería como la explotación petrole-
la más extensa, 60 km,
por razones del viento y el microclima. A espaldas ra han sido los sectores de la economía peruana la de Copiapó al puerto
del complejo industrial parece otro mundo, una en los que ha sido posible advertir con mayor Caldera en Chile. La otras
dos son la consabida
utopía feliz en medio del infierno. Aquí los norte- nitidez el lado más ominoso y perverso de ese ca- Lima-Callao y la que se
americanos, antes de la nacionalización de la Ce- pitalismo salvaje que no tuvo reparos en mermar presume fue la primera,
la de un lugar llamado
rro de Pasco Corporation en 1974, desarrollaban poblaciones y dejar ecosistemas muertos. Pero Demerara, hacienda
su vida y su cultura. aun así, todo el aparato tecnológico empleado, azucarera y de ron,
así como el puerto de
El complejo minero de La Oroya encarna una las evidencias de una manera nueva de concebir Georgetown en la antigua
sola historia. Junto a la impresionante serie de las ciudades y los procesos productivos desarro- Guayana Británica. De
las tres, sin duda, la que
objetos tecnológicos, los campamentos residen- llados, constituyeron una autentica revolución
tuvo mayor movimiento
ciales en sus distintas categorías constituyen un tecnológica y cultural en la sociedad peruana re- fue la Lima-Callao. Pero
patrimonio histórico fundamental. Forman parte publicana, que no se puede desconocer ni mucho hay otro dato que agrega
mayor misterio al asunto.
de una memoria que tiene que ser rescatada, menos destruir en sus evidencias más visibles. Parece que la primera 105
preservada y puesta en valor. Son las páginas de Todo eso conforma nuestra historia que, como línea peruana fue una
muy corta construida
un mismo libro que nos cuenta historias diversas toda historia humana, está hecha de heridas y
básicamente una industria ligera y mediana de Lima, sino desalentar cualquier inversión en este
bienes de consumo. No produjo bienes de capital sector. Alrededor de 1860, año de la edición de
ni otras industrias. la guía del viajero y registro industrial de Manuel
Aparte del ciclo de industrialización registra- Atanasio Fuentes, el panorama resultaba franca-
do en el Sur peruano, al margen de las primeras mente desolador. Las únicas empresas registra-
señales de industrialización urbana de mediados das en este caso correspondían a la fábrica del
del siglo xix canceladas por la guerra del Pacífico, papel del diario El Comercio, así como a la fábrica
el primer gran ciclo de industrialización se produ- de seda situada en la calle de la Botica de San
ce entre fines del siglo xix e inicios del siglo xx. Lue- Pedro y fundada por José Francisco Navarrete. El
go vendría un ciclo de modernización industrial y propio Fuentes hacía mención del singular atraso
108
expansión económica durante la década de los de la “industria fabril y manufacturera” de Lima
años veinte del siglo pasado, para registrar luego, debido a los costos elevados de la mano de obra
tras la Segunda Guerra Mundial, un apreciable (Fuentes, 1860).
impulso y expansión en el marco de la política de Entre fines del siglo xix e inicios del siglo xx
sustitución de importaciones vigente hasta fines las primeras industrias en Lima se formaron para
de los sesenta. la producción de bienes de consumo, instalán-
Una de las primeras fábricas instaladas en dose muchas de ellas al borde del área central
la Lima del siglo xix fue la de cristales y tejidos y, específicamente, en las primeras cuadras de
de seda de propiedad de Jorge Moreto –poste- la avenida La Unión –hoy avenida Argentina–. En
riormente denominada Brondi, Bossió y Cía.–. La la mayoría de los casos se trató de industrias de
inauguración oficial se efectuó el 8 de octubre de formato medio o pequeño y la mayoría de ellas
1841. Posteriormente, en 1848, la fábrica se tras- con instalaciones readaptadas.
ladó al Callao. Otra de las primeras instalaciones Casi todas las primeras industrias se de-
industriales fue la fábrica de papel de propiedad dicaron al rubro alimenticio, como la fábrica de
de Alejandro Villota y Manuel Amunátegui, edito- galletas y caramelos fundada por Arturo Field
res del diario El Comercio. La fábrica empezó a en 1902 o la fábrica de fideos Nicolini de 1922.
funcionar desde el 27 de junio de 1848 con ma- Se instalaron también aserraderos y fábricas de
quinaria importada de los Estados Unidos. Aparte muebles, como el Aserradero Batchelor de 1922
de producir papel para la impresión de diarios, o la carpintería Sanguinetti del mismo año. Se
produjo el conocido papel de envoltura. formaron algunas industrias del cuero como la
Otra de las primeras instalaciones fabriles curtiembre Olivari. La industria textil limeña ini-
fue la Fábrica de Hilados y Tejidos de Algodón de ciaría también en este período una significativa
propiedad de Carlos de Cagigao y Juan Norberto fase de expansión, como es el caso de la fábrica
Casanova. Ubicada cerca de la alameda de los textil Santa Catalina. Las condiciones de trabajo
Descalzos, inició sus operaciones en 1848, tras en casi todas estas fábricas eran ciertamente
una minuciosa evaluación de fábricas similares deplorables, con jornadas de más de 12 horas
en los Estados Unidos por parte de los propie- diarias y el empleo masivo de niños.
Un hecho destacado de esta primera avan- directamente vinculado al uso temprano de la
zada de industrialización y que forma parte de electricidad. En el Perú, el tema del patrimonio
la historia del movimiento obrero peruano, fue industrial eléctrico ha sido uno de los factores
la constitución en el año de 1898 de la primera iniciales de motivación en el rescate y revaloriza-
organización proletaria: la Sociedad Tipográfica ción del patrimonio industrial peruano. El Museo
de Auxilios Mutuos, integrada por obreros con el de la Electricidad, activo desde 1995, ha jugado
objetivo de crear un fondo de autoayuda a obre- un destacado papel pionero en este sentido.
ros inhabilitados temporal o permanentemente El primer generador eléctrico puesto a fun-
para el trabajo. cionar en Lima data del año 1884. Estuvo instala-
La consecuencia de una industrialización de do en la antigua fábrica de tejidos Santa Catalina.
mediana complejidad, además de otras limitacio- En 1886 se inaugura el alumbrado público en
nes, fue la ausencia de una arquitectura industrial algunas calles de la ciudad y en la plaza mayor. La
de gran factura. Los pocos ejemplos de arquitec- corriente provenía de una planta de vapor de 500
tura industrial que datan de esta fase inicial y que h.p. instalada frente al Parque Neptuno, hoy pri-
fueron construidos como instalaciones diseñadas mera cuadra del Paseo de la República. Alrededor
como tales, ya casi han desaparecido totalmen- de 1895 se constituye la Empresa Transmisora de
te. Algunos destacados ejemplos: la planta de la Fuerza Eléctrica, con una planta en Santa Rosa de
Cervecería Nacional en Barrios Altos de 1899, la la Pampa, en la margen izquierda del río Rímac.
planta del aserradero Cuirliza de 1914, así como La primera transmisión se efectuó el 6 de agosto
la planta del Molino Santa Rosa de 1924 y el lo- a las once de la mañana. En 1901, el alumbrado
cal de la fábrica de tejidos La Victoria de 1922. comprendía ya 1.800 postes y el servicio particu-
El complejo industrial del Frigorífico Nacional de lar, 8.500 lámparas. El primero de enero de 1902
1929 resulta, ciertamente, un ejemplo extraordi- se inauguró oficialmente el servicio público gene-
nario por su envergadura y proyección. ral que cubría la demanda de 115 mil habitantes
Desafortunadamente, como sucede en los de la ciudad de Lima (Hidalgo, 2006).
109
otros casos, respecto a este importante patrimo- La expansión de la energía eléctrica se hace
nio industrial urbano tampoco existe catalogación notoria a partir de inicios del siglo xx. En 1899
llos empresarios, obreros o trabajadores que la urbano del Perú, como consecuencia de la insta-
gestan y hacen funcionar. lación en 1871 de la primera etapa de la fábrica
Como parte del dominio que le compete textil de Vitarte. El barrio obrero apareció como
a la cuestión del patrimonio industrial, uno de una expansión espontánea de casas de los obre-
los aspectos reconocidos como constitutivos de ros que laboraban en la fábrica.
este dominio es el de los espacios de residencia El barrio obrero de Vitarte es una excepción
y desarrollo social del proletariado industrial a lo en la medida en que se trata de un testimonio
largo del siglo xix y gran parte del siglo xx. Se trata sujeto a declaración monumental. En este caso el
de los barrios o conjuntos de vivienda destinados reconocimiento se produjo más por el significado
a la población obrera. social y político de sus habitantes, que por una
110
Una mirada más extensiva del ámbito co- consideración integral que hubiera tomado en
rrespondiente al hábitat de los trabajadores nos cuenta también el barrio mismo como urbanismo
remite no sólo a las viejas rancherías de las ha- y arquitectura.
ciendas coloniales y republicanas, sino también a Las primeras políticas de corte filantrópico
los campamentos residenciales de los complejos promovidas por el Estado en relación con la vivien-
agroindustriales. Campamentos que significa- da obrera, tuvieron lugar al inicio del siglo xx. De
rían un importante salto cualitativo en términos este período datan dos de las primeras agrupa-
tipológicos y urbanísticos, como es el caso de la ciones de vivienda financiadas por la Sociedad de
estratificada company town de Casagrande y sus Beneficencia Pública de Lima: las quintas obreras
diferenciados sectores de empleados, el sector de La Riva y Los Huérfanos, ambas proyectadas en
los obreros y el sector de los campesinos. 1908 y puestas en uso en 1911.
Mucho antes de que se iniciara la primera Estas quintas y otras del mismo tipo cons-
etapa de industrialización, la ciudad de Lima re- truidas en muchas ciudades del Perú entre 1910
gistraba ya en su haber un cuadro social e higiéni- y 1940, constituyen un extraordinario capítulo
camente dantesco, peor que el de Londres y París de la historia de la vivienda obrera en el Perú. La
en los años más duros de la revolución industrial. mayoría de ellas poseen una excelente factura
Entonces, Lima ya había sido asolada por dos te- constructiva y una pertinente solución proyectual.
rribles epidemias, la de la fiebre amarilla de 1868 Otros casos de vivienda obrera colectiva los cons-
y la de la peste bubónica de 1903. Entonces, lo tituyen ejemplos como el barrio de Empleados
único moderno en el Perú habían sido las pésimas y Obreros del Callao de 1925, el primer barrio
condiciones de vida de los trabajadores y el acoso obrero concebido como tal en escala urbana cons-
de las tragedias higiénicas como las que asolaron truido en Lima. El barrio obrero Leguía de 1927 es
a las “ciudades de carbón” europeas del siglo xix. otro buen ejemplo, pero las condiciones actuales
El Perú ingresaría al siglo xx por el lado más cruel del barrio son francamente deplorables.
y ominoso de la modernidad capitalista. A inicios de los años treinta el Gobierno pro-
Aparte del típico “callejón” y la “quinta obre- movió la construcción del barrio obrero modelo
ra”, las llamadas “casas de vecindad” se constitu- del Frigorífico Nacional ubicado en el Callao. Se
trata del primer conjunto habitacional en operar Figura 1:
Barrio Obrero No. 1,
con los parámetros de un urbanismo moderno,
Lima. Perspectiva aérea
además de ser el primero de su género en el Pe- del conjunto, 1936.
rú en contar con un equipamiento urbano propio Fuente:
–piscina, tiendas, comisaría, centro escolar–. El Arquitecto Peruano,
No. 27, octubre, 1937.
Junto con este barrio se construyó, también por
iniciativa estatal, una serie de conjuntos residen- Figura 2:
ciales destinados a la población obrera, como Barrio Obrero No. 1,
Lima. Viviendas del
el Barrio Obrero No. 1 ubicado en La Victoria, el
complejo, 1936.
Barrio Obrero No. 2 construido en el Rímac, y los Fuente:
barrios obreros No. 3, No. 4 y No. 5 ubicados en El Arquitecto Peruano,
el hoy distrito de San Martín de Porres, todos ellos No. 27, octubre, 1937.