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Patrimonio industrial

en el Perú del siglo xx:


¿exotismo cultural o memoria
sin memoria?
Wiley Ludeña-Urquizo
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

Escenas encontradas mencionados. La respuesta de los organismos e


instancias competentes del Instituto Nacional de
Primera escena Cultura y la Municipalidad del Callao, así como
de muchos profesionales comprometidos con la
El complejo industrial del Frigorífico Nacional del causa de la defensa del patrimonio histórico, fue
puerto del Callao construido en 1928 durante el concluyente: no hay nada que justifique que una
gobierno del presidente Leguía, fue en su mo- fábrica y mucho menos un barrio obrero pudie-
mento una de las instalaciones más modernas ra ser objeto de una declaración de patrimonio
92
de América Latina. Poco después, al construir- cultural y monumento sujeto de conservación y
se el denominado “Barrio Obrero Modelo del puesta en valor.
Frigorífico Nacional”, este complejo fabril se
convertiría no sólo en el primer y único complejo Segunda escena
industrial urbano del país en contar con su propio
barrio obrero planificado como tal, sino también La antigua planta metalúrgica de Völklinger ubi-
en un hito fundacional del urbanismo moderno cada en la región de Saarland, cerca de Saarbrüc-
en el país. ken, Alemania, constituida en diversas fases a
El Barrio Obrero del Frigorífico Nacional es partir de 1873 y cerrada definitivamente en 1986,
el primer conjunto de viviendas en la historia del fue declarada por Unesco en 1994 patrimonio
urbanismo peruano en registrar los atributos del cultural de la humanidad. Esta declaración se
urbanismo moderno en términos espaciales y produjo en virtud de que esta planta es uno de los
tipológicos. Es el primero de su género en contar primeros testimonios de la revolución industrial
con su propio equipamiento y servicios urbanos, del siglo xix. Como parte de su puesta en valor, en
entre otras cualidades. Este barrio es una especie 1999 el complejo se ha constituido en el Centro
de grado cero del urbanismo moderno peruano. Europeo para el arte y la cultura industrial.
Hoy es parte de una de las zonas más degradadas En el marco de los festejos por los diez años
y empobrecidas de la ciudad: un auténtico infierno de la declaración de Unesco, la ex sala de inyec-
urbano en el que se respira literalmente plomo y tores de aire de esta planta metalúrgica hizo de
el polvo de otros minerales. perturbador y al mismo tiempo fascinante marco
Ante la inminencia de la demolición de que acogió la exposición “Oro de los Incas: 3000
la planta principal del complejo a causa de la años de altas culturas”, en el que se expusieron
Figura página opuesta:
Campamento petrolero expansión de las instalaciones del Servicio In- 170 objetos del fondo del Museo Larco pertene-
de Talara, Piura. Vista del dustrial de la Marina, sima, tuvo lugar en 1997 cientes a las culturas Chavín, Cupisnique, Naz-
complejo.
una campaña pública en pro de su conservación ca, Moche e Inca. En este caso el complejo de
Fuente:
El Arquitecto Peruano, y declaración de patrimonio monumental, que Völklinger relacionaría el mito del oro de los incas
1948. incluía además al barrio obrero por los atributos con el otro mito de la época: el hierro como una
Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx:
¿exotismo cultural o memoria sin memoria?
Industrial Heritage in 20th Century Peru: Cultural Exoticism
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

or Memory Without Memory?

Wiley Ludeña-Urquizo
Escuela de Postgrado de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
ludena@terra.com.pe
Arquitecto de la Universidad Ricardo Palma. Magister en Diseño Arquitectónico de la Universidad Nacional de Inge-
niería. Doctor en urbanismo de la Technische Universität Hamburg-Harburg.
Ejerce la docencia desde 1978 en las universidades Ricardo Palma, Nacional de Ingeniería y Nacional Mayor de
San Marcos. Ha sido director de la Maestría en Historia y Crítica y fundador y director de la Maestría en Renovación
Urbana, de la Universidad Nacional de Ingeniería.
Ha sido responsable de las secciones de crítica de la arquitectura y urbanismo en los periódicos El Observador,
94 La Razón y La República. Fundador y director de diversas publicaciones como Tramma, U-Tópicos y Con/textos, y
Ur{b}es.
Premio Nacional de investigación en arquitectura en la iv Bienal de Arquitectura Peruana de 1986.
Ha publicado numerosos artículos y ensayos: “Idea y arquitectura en el Perú del siglo xx” (Lima, 1997); “Arquitec-
tura. Repensando a Vitruvio y la tradición occidental” (Lima, 2002); “Tres buenos Tigres. Piqueras, Belaúnde y la
­Agrupación Espacio. Urbanismo y vanguardia en el Perú del siglo xx” (Huancayo, 2004); “Lima: historia y urbanismo
en cifras 1821-1970”. Tomo i (Kiel, Alemania, agosto 2004); “Lima: historia y urbanismo en cifras 1821-1970”.
Tomo i (Lima, noviembre 2004).

Resumen
En el Perú la cuestión del patrimonio industrial no representa una forma de discurso institucionalizado, ni mucho
menos una cultura cotidiana interesada en revalorizar y preservar una extraordinaria herencia histórica. El texto es un
documento de revisión y reflexión sobre la situación histórica y actual del patrimonio industrial material e inmaterial,
mueble e inmueble peruano. Se apoya en referencias conceptuales, normativas, históricas y prácticas referidas a
la situación particular del patrimonio industrial en el Perú.
Palabras clave
Patrimonio histórico, patrimonio industrial, industria peruana, barrios obreros.
Descriptores*
Patrimonio histórico, patrimonio industrial, vivienda obrera, industrias, Perú, siglo xx.

Abstract
In Peru industrial heritage issues are not yet an institutionalized discourse, nor does a tradition of valuing and preser-
ving this extraordinary legacy exist. This article approaches the historical and present condition of Peruvian tangible
and intangible industrial heritage. It is based on conceptual, normative and historical references and practices related
to the specific situation of Peru’s industrial heritage.
Key Words
Historical Heritage, Industrial Heritage, Peruvian Industry, Working Class Housing.
Key Words Plus
Historical Heritage, Industrial Heritage, Labor and Laboring Classes-Dwellings, Industry, Perú, 20th Century.

Recepción: 12 de febrero de 2008 • Aceptación: 06 de mayo de 2008

* Los descriptores y key words plus están normalizados por la Biblioteca General de la Pontificia Universidad Javeriana.
especie de “oro negro” –antes del petróleo–, tal italiana. Se trata de un edificio de unos 150 me-
como era designado por algunos en la Europa del tros por 15 de ancho, con columnas de 6 metros
siglo xix. y altura central de 8 metros. Según los distintos
Huacos, utensilios, tejidos preincas en me- reportajes, se trataría de un antiguo mercado de
dio de viejos engranajes, rieles, poleas y planchas La Victoria. Otras versiones señalan que más bien
de acero oscurecidas por el tiempo: he ahí el serían los restos de una de las fábricas demolidas
encuentro de dos culturas, una de las cuales –la en las primeras cuadras de la Avenida Argentina
nuestra– exalta su carácter de patrimonio cultu- para el nuevo complejo de Las Malvinas.
ral en el marco de un escenario paradójicamente Al margen de que el edificio corresponda o
negado en el Perú como objetos portadores de no a la autoría de Eiffel o que haya estado ubicado
este valor, como podrían ser aquellos edificios en una u otra parte de Lima, al margen de todo
pertenecientes al mundo fabril o productivo de ello, en primer lugar se trata de piezas de gran
los primeros momentos de la industrialización valor testimonial y artístico. Y, en segundo lugar,
moderna del país. que lo que está detrás del hecho de su demolición,
¿Que discurso patrimonial es ese que niega el intento de su fundición y la autorización de su
el valor a aquellos objetos que, salvando el tiem- salida del Perú bajo el rubro “chatarra”, tiene que
po y las proporciones, pertenecen exactamente ver con una incalificable ignorancia, descuido o
al mismo mundo de actividades que están en la negligencia respecto de los bienes y significado
base productiva de aquello que se expone en he- de aquello que constituye el patrimonio industrial
rencia del Perú preinca? ¿Por qué un viejo taller del país.
de orfebrería preinca puede alcanzar el valor de Probablemente resulte para algunos una
patrimonio cultural y no el viejo trapiche de una exageración imperdonable y para otros una pro-
hacienda costera o alguna de las antiguas fábri- vocación irracional, comparar el celo con que se
cas textiles del Cuzco, por citar algunos casos? trata de evitar el contrabando de huacos, joyas,
¿Doble discurso, doble moral? tejidos y otras piezas de nuestro patrimonio his- 95
El caso de Völklinger no es el único. Se pue- tórico, mientras que piezas que constituyen un
den mencionar decenas de casos en la misma extraordinario testimonio de la arquitectura indus-

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


Alemania, Inglaterra o España, por mencionar trial del país y el mundo salen del Perú sin mayor
algunos ejemplos de complejos mineros o indus- impedimento o se comercian internacionalmente
triales declarados hoy patrimonio cultural y que como simple chatarra vendida al por mayor. ¿En
se han convertido en extraordinarios centros de términos ontológicos y del significado que encar-
irradiación cultural. na un objeto cultural respecto a la sociedad de
su tiempo, cuál es la diferencia que existe –en el
Tercera escena momento de valorar su carácter patrimonial– en-
tre un extraordinario huaco Nazca y una valiosa
Gran conmoción cultural en Italia por el “des- pieza registrada por la arqueología industrial del
cubrimiento” de un posible edificio de Gustave siglo xix emplazada en el Perú? Para nadie es
Eiffel “llegado” del Perú a inicios del 2004 como un secreto que algunas piezas y motores de las
un simple cargamento de 30 toneladas de piezas primeras fábricas de la revolución industrial pue-
vendidas como chatarra. Toda la prensa italiana den alcanzar una mayor cotización que algunos
se hizo eco de lo que fue considerado como un objetos de la heredad antigua que se ofertan en
extraordinario suceso cultural. Al mismo tiempo el mercado de bienes históricos.
que reconocía como acto incalificable el de las
autoridades peruanas la decisión de demoler el La cuestión del patrimonio industrial.
edificio y el intento de su fundición, si no fuera Silencios y prejuicios
porque el coleccionista Aldo Romano adquiriera
en Lima bajo la forma de chatarra las columnas No es exagerado sostener que, desafortuna-
de estilo liberty realizadas en hierro fundido más damente, en el Perú la cuestión del patrimonio
los tirantes, vigas de conexión y otros componen- industrial no es aún tema, ni alguna forma de
tes decorativos. discurso institucionalizado, ni mucho menos
El edificio ha sido nuevamente montado y cultura cotidiana interesada en reconstruir per-
funciona como un centro público de la capital manentemente su memoria.
1 Una señal alentadora Entre otras evidencias, la prueba palpable de recordar que la primera mención indirecta a las
que sugiere cambios en
medio de este sombrío
esta situación –a contracorriente de la experiencia evidencias del patrimonio industrial aparece re-
panorama ha sido la mundial y, especialmente, americana– se encuen- cién en la Ley No. 9 del 30 de setiembre de 1993
constitución en el 2005
tra en la evidente elusión del dominio del patrimo- donde, junto al patrimonio científico, técnico, se
del Comité Peruano
de Conservación del nio industrial por parte de la última Ley General del incorpora expresamente el “patrimonio industrial
Patrimonio Industrial, Patrimonio Cultural de la Nación –Ley No. 28296 mueble” (Magán-Perales, 2004).
Copecopi, cuyo objetivo
es el de promover, del 21.07.2004– actualmente vigente. Es verdad que un bien perteneciente al pa-
proteger, difundir, Esta Ley, junto con toda la normatividad trimonio industrial puede ser declarado de interés
revalorar e investigar el
patrimonio industrial del peruana existente sobre el tema del patrimonio cultural apoyándose en sus valores científicos y
Perú. Dicha constitución y los bienes culturales, no contempla de manera técnicos, tal como se desprende de las conside-
se produjo en el
marco del iv Coloquio
expresa el rubro del patrimonio industrial, como raciones y facultades que la legislación peruana
Latinoamericano sobre sí acontece con la mención a casos como el del vigente estipula. Sin embargo, con ello se hace
Rescate y Preservación
“patrimonio arqueológico”, el “patrimonio artísti- referencia apenas a una parte o dimensión de
del Patrimonio Industrial
realizado en el mes de co”, el “patrimonio arquitectónico”, el “patrimonio todo el complejo y vasto dominio referido a lo que
julio del 2004, el cual religioso”, entre otros. Esta afirmación podría pa- se concibe como patrimonio industrial. De otro
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

contó con el auspicios


del Comité Internacional recer injustificada a la luz del concepto de bien lado, tal como se establece en diversas legisla-
para la Conservación del cultural en el que se apoya la Ley en mención. ciones, el valor científico y técnico no representa
Patrimonio Industrial,
Ticcih, el Museo de la Aquí se define un bien cultural de carácter patri- strictu sensu lo mismo que el valor “histórico-
Electricidad, así como del monial como industrial”, aun cuando ambos valores pueden
Comité Chileno del Ticcih
y el Comité Mexicano
toda manifestación del quehacer humano estar comprendidos en las actividades y bienes
para la Conservación del material e inmaterial que por su importancia, relacionados con la producción industrial.
Patrimonio Industrial.
valor y significado paleontológico, arqueológi- Lo concreto es que en el Perú el tema del
co, arquitectónico, histórico, artístico, militar, patrimonio industrial no es aún objeto de con-
social, antropológico, tradicional, religioso, ciencia y normatividad pertinente. Salvo contadas
etnológico, científico, tecnológico, o intelec- excepciones, todas ellas de carácter puntual y
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tual, sea expresamente declarado como tal desconectadas entre sí, la cuestión de la conser-
o sobre el que exista la presunción legal de vación y defensa del patrimonio industrial no ha
serlo (Perú, Presidencia de la República, 2004, conseguido constituirse aún en parte específica
artículo ii). de la agenda cultural y política del país.1
En efecto se trata de una definición genérica Las razones de esta situación deficitaria
en la que podría estar comprendida de una u otra son desde luego diversas. Una de ellas, probable-
forma cualquier testimonio material e inmaterial mente la más importante, tenga relación con el
de aquello que se denomina “patrimonio indus- extendido prejuicio de que al no ser los nuestros
trial”. Sin embargo, esto no es así, a juzgar por las países estructuralmente industrializados o no
precisiones que se señalan en el Título i en el que contar con testimonios industriales en la densidad
se establece una lista de todos aquellos bienes y envergadura de la historia industrial europea o
integrantes del patrimonio cultural de la nación, norteamericana, las demandas de defensa del
en los rubros de bienes inmuebles y muebles. En patrimonio industrial resultan apenas una exi-
dicha relación, el tema del patrimonio industrial gencia nominalmente innecesaria, por no decir
no aparece registrado de manera explícita como culturalmente exótica.
sí se procede con otros tipos de bienes. Otra causa, que se desprende como reac-
Es posible advertir en la Ley en cuestión ción del prejuicio anterior, resulta más compleja
algunas referencias de base a la normatividad en su contenido y significado. Tiene que ver con
establecida por Unesco y, en particular, a la legis- esa especie de comprensible bloqueo inconscien-
lación española sobre el tema. Tiene los mismos te que todo ser humano o sociedad pueden llegar
aciertos de esta, pero también defectos acen- a producir ante el horror o cualquier experiencia
tuados como el relacionado con la omisión del traumática. En este caso se trata de aquellas
tema del patrimonio industrial. Ciertamente, para sociedades renuentes a recordar y recrear los
España, el tema del patrimonio industrial tam- testimonios de aquel escenario –el del mundo
poco constituía hasta hace más de una década industrial urbano y el de las explotaciones mine-
una cuestión de política y acción permanente en ras y agroindustriales– en el que probablemente
comparación con otros países europeos. Basta tuvieron lugar las experiencias más dolorosas de
una sociedad en formación. De seguro ninguna dustriales, tiene que ver –por lo menos en el caso
colectividad considere gratificante observarse del Perú– con las nociones de tiempo e historia
todos los días en un espejo ominoso que evoque asumidas en el momento de calificar el valor de un
a diario historias de explotación y miseria como testimonio. La tiranía del presente como criterio
aquella de los miles de culies chinos esclavizados de valoración: a más pasado y más historia, más
en las haciendas del norte, los cientos de miles valor cultural; a menos tiempo e historia, menos
de mineros de Cerro de Pasco y La Oroya muertos valor cultural.
sin llegar a los cuarenta años, así como los cien- El hecho de ser el Perú un país con un ex-
tos de obreros fallecidos producto de inhumanas traordinario y denso legado cultural preinca, inca
condiciones de trabajo. y colonial, parece haber producido respecto al
Estos dos prejuicios carecen de razón. Pri- presente y sus evidencias una especie de desa-
mero porque el tema del patrimonio industrial jenación cultural: se piensa que manifestaciones
no está asociado a la condición disminuida o cercanas en el tiempo carecen de una densidad
suficiente de nuestro desarrollo industrial como histórica suficiente para siquiera considerarlas
país. No se trata de un tema cuantitativo ni de como bien cultural y menos como “patrimonio
magnificencia de instalaciones industriales o histórico”. Una auténtica paradoja. El pasado
de tecnología. Aquí la idea pasa por el hecho de glorificado como tragedia cultural del presente:
entender el tema del patrimonio industrial en he ahí posiblemente el rasgo que explique no sólo
relación con el concepto de sociedad productiva. la falta de identificación social con las manifesta-
Nada que haga una sociedad en términos de pro- ciones contemporáneas, sino también el hecho
ducción debe quedar al margen de recrearla como de que muchas de estas se encuentran fuera del
memoria viva. Llevada al extremo, una posición interés de aquellos que se encargan de registrar
como esta –el negar la existencia del patrimonio el valor histórico de las cosas y hechos que cons-
industrial por carecer de industrias o registrar un truyen nuestro devenir.
desarrollo industrial insuficiente– equivaldría a Una de las primeras víctimas de este otro
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sostener que solo determinadas sociedades de- prejuicio es el legado industrial del país, sobre
sarrolladas tienen el derecho de evocar u honrar todo aquel producido desde los albores de la

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


su propia historia y memoria. construcción de la República, así como algunas de
De otro lado, pensar que hay temas o cues- las primeras formas de industrialización moderna
tiones de la vida de una nación que no deberían del país. Otra víctima de esta visión restrictiva
hurgarse ni ser representadas como testimonio dominada por el prestigio del pasado: el tema del
de un recuerdo ominoso, también carece de sen- urbanismo moderno, sobre todo el relacionado
tido. Por el contrario, el convertirlas en objetos y con el capítulo de los pioneros barrios obreros.
situaciones de recuerdo permanente son el mejor En este caso, por ejemplo, la noción del urba-
medio para no sólo exorcizarlas, sino asumirlas co- nismo como monumento y patrimonio histórico
mo parte de una historia que nos exige corregirla y parecería existir solo en el caso de la producción
superarla. El caso de los campos de concentración urbanística preinca, inca y colonial, como si des-
nazis transformados hoy en patrimonio histórico pués de Chan Chan, Machu Picchu o el damero
vivo es un buen ejemplo. Hoy estos testimonios colonial de Pizarro no se hubiera producido más
son alegatos directos contra el terror. Lo mismo urbanismo en el Perú.
podríamos sostener del museo de la Santa Inqui- Para este discurso patrimonialista, el tema
sición de Lima. O de las casas de obreros conser- del tiempo y el “valor histórico” aparece como
vadas como museo en torno a la Speicherstadt de justificación para descartar cualquier notación de
Hamburgo, como testimonio vivo de ese siglo xix valor patrimonial en testimonios comprendidos
de pestes y aire de carbón, el cual evoca no sólo en el marco de nuestra contemporaneidad. Lo
la cotidianeidad doméstica de las familias obreras concreto es que en el Perú casi ninguna mani-
allí residentes, sino que se presenta como denun- festación urbanística e industrial del siglo xx se
cia histórica de las pésimas condiciones de vida encuentra declarada como patrimonio histórico o
de la ciudad y la población de entonces. monumento que debe ser defendido, preservado
Junto a estas dos razones, otra que resulta y puesto en valor.
particularmente determinante para la recusación Más allá de estas razones, es posible ad-
del valor de bien cultural a ciertos testimonios in- vertir, sin embargo, que la principal causa que se
2 Entre los mencionados, encuentra en la base de la desestima de patrimo- ejemplos extraordinarios por su valor fundacional
habría que resaltar
cambios importantes de
nio industrial, no tiene mucha relación ya sea con como la Unidad Vecinal No. 3 –1947–. Una excep-
visión y acción, como el formas de auto subestimación sobre nuestra con- ción: la declaración del Barrio Obrero de Vitarte
caso del arquitecto Víctor
dición de país carente de una intensiva industria- –1898– como monumento histórico. Ninguno
Pimentel, hoy ferviente
promotor y defensor de lización de sus estructuras, ni con esa especie de de los barrios obreros de las décadas del veinte y
las causas en pro del aversión cultural a los testimonios poco prosaicos treinta cuentan con la calificación de monumento
patrimonio industrial
peruano. de una cultura productiva industrial. En este caso, histórico. Tampoco gozan de este reconocimiento
la razón más importante alude a la manera como gran parte de las 22 quintas obreras de la Benefi-
se han implantado y desarrollado en el Perú las cencia Pública de Lima construidas en la década
nociones de patrimonio y monumento histórico. de los treinta. Sucede lo mismo con muchas de las
Aquí se trata de nociones envueltas en prejuicios tipológicamente significativas casas colectivas de
decimonónicos e influidas por intereses social y alquiler construidas en Lima a inicios del presente
culturalmente discriminatorios. siglo –casas de vecindad, quintas o callejones–.
La orientación restrictiva y sesgada del dis- Asimismo con la importante serie de Mercados
curso peruano sobre lo que se entiende por mo- Modelos o Comedores Populares de los treinta y
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numento histórico y aquella realidad que ha de ser cuarenta, o la excepcional serie urbanística que
acotada como tal, tiene que ver con la influencia representan los Barrios Fiscales de los cuarenta
de una notación de monumento donde las ideas y las Unidades Vecinales de los cincuenta.
de lo artístico y lo histórico adquieren primacía En referencia a la situación del patrimonio
para avalar una visión sacralizadora y un sistema industrial republicano, lógicamente la lista resulta
de valoración social y culturalmente excluyente de más numerosa. Se trata de una densa memoria
este, tal como encarnaba aquella influyente tradi- que urge de convertirse en memoria viva. Ahí
ción ítalo-ibérica en la que se formaron desde fines están las decenas de instalaciones fabriles sur-
de los cincuenta los primeros expertos peruanos gidas en muchas haciendas durante el siglo xix,
98 como Víctor Pimentel (2006), José Correa o Alber- las cuales ameritan una calificación específica
to Barreto, entre otros, quienes luego dominarían por el extraordinario valor histórico que poseen.
el discurso oficial sobre el tema en el Perú.2 Esta El caso de la hacienda Casagrande es un ejemplo
es la tradición que está detrás del restrictivo con- excepcional. Del mismo modo podría pensarse en
cepto de patrimonio histórico-artístico. Tradición algunas de las primeras fábricas del inicio de la
ciertamente distinta a aquella correspondiente a industrialización en el Perú. Un buen ejemplo: las
la industriosa y protestante Europa del norte don- fábricas de tejidos del Cuzco o Arequipa del siglo
de el tema del patrimonio industrial resulta, como xix o las instalaciones del Frigorífico Nacional de
en Inglaterra o Alemania, un modo generalizado la década de los veinte.
de vivir la historia y la vida cotidiana.
Bajo esta noción discriminatoria y restrictiva Producción, industria y
con que se manejan los asuntos de patrimonio en patrimonio cultural
el Perú, el principal foco de interés de nuestros
expertos y de las entidades públicas abocadas a El concepto de patrimonio está asociado entre al-
la defensa y preservación de los testimonios de gunas de sus acepciones con la idea de herencia,
nuestra historia, se ha dirigido y continúa hacién- de bienes propios, de suma de valores asignados
dolo prioritariamente al estudio y exaltación de y de recursos disponibles. Bajo esta notación pue-
monumentos del poder político, religioso y social de establecerse que la noción de patrimonio cultu-
–iglesias, palacios, casonas y conventos–, pres- ral se identifica con el legado y la herencia cultural
tando poca o casi ninguna atención al patrimonio de un pueblo. Aquí empieza la controversia que
gestado por la sociedad civil y productiva como rodea una noción que no puede abstraerse del
los barrios obreros, la arquitectura industrial o el clima intelectual de base, los intereses naciona-
urbanismo de los campamentos mineros. les, sociales y culturales, así como el sentido de
Lo concreto es que en este caso, para refe- las reivindicaciones colectivas e individuales de
rirnos por ejemplo al tema del patrimonio urba- la memoria por valorar. En medio de una época
nístico moderno, la lista del olvido es extensa. Se de “patrimonialización generalizada” y desarrollo
podría empezar con los primeros barrios moder- de una nueva conciencia colectiva respecto al
nos de los años veinte y treinta y extenderse con valor del pasado y la memoria (Arellano, 2000),
esta controversia se hace mucho más compleja procesos y de relaciones establecidas entre esta 3 Desde la apuesta de
Michael Rix la historia
e indeterminada. forma de producción y la sociedad en su conjunto. de la formación de
Una definición genérica de patrimonio cul- Es en esta dimensión donde se legitiman los valo- una institucionalidad
vinculada a la cuestión
tural que se ha hecho concepto oficial en la nor- res histórico culturales de carácter industrial.3
del patrimonio industrial
matividad internacional, es aquella establecida En relación con el ámbito temporal del do- ha sido intensa. Tras
por la Unesco y la Convención Internacional del minio específico del patrimonio industrial, existen la creación en 1959
del comité especial
Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972. dos opciones relativamente divergentes. Por un para preservar los
Aquí el dominio del patrimonio cultural –como se lado, la posición que sostiene que el patrimonio monumentos industriales
–The National Survey of
establece en el Artículo 1– se concibe constituido industrial es aquel constituido exclusivamente Industrial Monuments–,
por monumentos u obras, conjunto de edificacio- por el legado y los testimonios de la revolución le siguió en 1971 la
primera organización
nes, sitios o lugares de valor histórico transforma- industrial europea surgida desde la mitad del siglo para la defensa de la
dos por el hombre que tengan un valor universal xviii y el comienzo de los sistemas tecnológicos de Arqueología Industrial
–Association for Industrial
excepcional desde el punto de vista histórico, mecanización y automatización de procesos, más
Archaeology, aia– con
estético, etnológico o antropológico (Organiza- sus antecedentes históricos inmediatos, así como gran impacto a través de
ción de las Naciones Unidas para la Educación, sus extensiones planetarias. Es el patrimonio de sus diversas actividades.
En 1978 se crea el
la Ciencia y la Cultura, Unesco, 1972). la “sociedad industrial”. Esta visión se sostiene Comité Internacional
Junto a esto el llamado patrimonio cultural en una noción de industria y producción industrial para la Conservación
del Patrimonio Industrial
inmaterial constituye en suma el dominio integra- identificada con aquel sistema de producción ejer- –The International
do de aquello que constituye el patrimonio cultural cido por medios mecánicos y en serie, activados Committe for the
Conservation of the
de un pueblo, un país y la humanidad entera. por energía cuyo origen no es humano (Guzmán Industrial Heritage,
Cada sociedad y época construyen y recons- y Fernández, 2003). Ticcih– con motivo de la iii
Conferencia Internacional
truyen su propia patrimonialidad cultural. Ello La otra visión, si bien comparte lo esencial
sobre la Conservación de
porque la valoración y selección definitiva de cada de este enfoque, resulta un tanto más extendida Monumentos Industriales
testimonio están imbricadas estrechamente con en la medida en que asume al trabajo y la pro- que se celebró en
Suecia. El Comité tiene
diversos intereses sociales, políticos, económicos ducción –sea esta o no de carácter industrial– por objetivo estudiar, 99
y culturales. Aquí es donde se establece el territo- en el sujeto principal que delimita el dominio inventariar, conservar
y difundir el Patrimonio
rio de una constante y de seguro permanente in- de referencia. Bajo este entendimiento pueden

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


Industrial, además de
terpelación sobre el qué y por qué de la selección incorporarse también procesos, productos, téc- fomentar la relación entre
las personas interesadas
de los bienes y/o referentes culturales. nicas u otras evidencias que corresponden a en esta materia a nivel
Uno de estos casos que supone controversia procesos productivos de otros períodos históricos internacional. Junto a
estas organizaciones
y cuestionamiento del orden establecido es el que distintos al de la revolución industrial moderna.
entre fundacionales y de
alude al tema del patrimonio industrial, desde que La principal objeción a esta postura se deriva del carácter supranacional,
hace casi medio siglo Michael Rix (1955) hiciera cuestionamiento al uso de la noción de industria se han creado decenas
de instituciones de
alusión por primera vez a la categoría “arqueolo- desprendida de su carácter seriado, mecánico y carácter nacional,
gía industrial” en relación con un campo discipli- de funcionamiento energético no humano. Es el regional y comunal.
En América latina casi
nar y convirtiera el fascinante paisaje industrial mismo problema con el uso de nociones como todos los países cuentan
de fines del siglo xviii y el siglo xix en un objeto de ciudad o urbanización, en contextos histórico- con organizaciones
abocadas a la cuestión
valoración y referente histórico cultural ineludible. sociales en los que ambas nociones no existían del patrimonio industrial,
No se trató solo de una puesta en superficie de en su comprensión contemporánea. algunos con más o
menos actividad. En el
los testimonios arquitectónicos materiales de Una visión del patrimonio industrial pertinen-
marco del v Coloquio
la revolución industrial –territorios, complejos te a realidades como las del Perú que registran Latinoamericano
industriales, edificios, maquinarias, artefactos, una densa tradición productiva que se remonta e Internacional de
Patrimonio Industrial
objetos producidos, medios de transporte indus- a las sociedades preincas e incas, requiere sus- realizado en Buenos
trial, infraestructuras de soporte, etcétera– sino tentarse en un criterio no restrictivo de patrimo- Aires, Argentina, en el
mes de setiembre de
de todo aquello vinculado con este proceso y sus nio productivo. Si bien podría asumirse que el 2007, los presidentes
repercusiones en la vida cultural, social, política, principal dominio de referencia del patrimonio y representantes de
Ticcih de Iberoamérica,
económica, tecnológica y científica de cada uno industrial se encuentra relacionado con el surgi- ante las amenazas y la
de los pueblos identificados con él. Se asumió miento y desarrollo de la industria moderna euro- necesidad de valorización
de nuestro patrimonio
desde el principio que la noción de patrimonio in- pea desde fines del siglo xviii, más su proyección
industrial, suscribieron
dustrial no tenía que circunscribirse solo al legado internacional en los diversos continentes, el pro- la “Declaración
científico técnico de la producción industrial de un blema visto desde nuestra propia particularidad Iberoamericana de
Patrimonio Industrial”.
momento determinado, sino a todo el conjunto de histórico social requiere de otras coordenadas.
4 Entre otras, la En este caso el dominio de nuestro patrimonio autenticidad, el valor testimonial, el interés tec-
clasificación establecida
por el Plan Nacional de
industrial debería ser acotado, primero, como un nológico, el valor artístico y arquitectónico, entre
Patrimonio Industrial capítulo más de una historia productiva particular otros atributos. El Plan Nacional de Protección
Español respecto a los
y no como un fenómeno que se autogenera por sí del Patrimonio Industrial Español considera, por
bienes inmuebles de
carácter industrial, resulta mismo o aparece completamente importado. Y, ejemplo, tres grupos de valores y criterios de se-
pertinente. Estipula tres en segundo lugar, como resultado y expresión de lección: “Grupo A: Valor testimonial, Singularidad
grupos de bienes: 1)
Elementos aislados por un período de inserción asimétrica de nuestros y/o representatividad tipológica, Autenticidad e
su naturaleza o por la países al primer ciclo de expansión de la indus- Integridad. Grupo B: Interés histórico-social, Inte-
desaparición del resto
de sus componentes trialización capitalista del siglo xix. rés tecnológico, Interés artístico-arquitectónico e
pero que por su valor Por consiguiente, patrimonio industrial es to- Interés territorial. Grupo C: Posibilidades de res-
histórico, arquitectónico,
tecnológico, son
do aquel testimonio material o inmaterial surgido tauración integral, Estado de conservación, Plan
testimonio suficiente de directa e indirectamente del proceso de produc- de Viabilidad y rentabilidad social y Situación jurí-
una actividad industrial
ción industrial concebido en todas sus manifesta- dica” (Plan Nacional de Protección del Patrimonio
a la que ejemplifican. 2)
Conjuntos industriales ciones: desde la producción propiamente dicha, Industrial Español 2002, Incuna).
en los que se conservan el intercambio y el consumo hasta la gestión de La “Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimo-
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

todos los componentes


materiales y funcionales estos procesos. Su diversidad comprende tantos nio Industrial”, suscrita en julio del 2003 por la
y su propia articulación. criterios de clasificación y ordenamiento, como Asamblea de Delegados Nacionales de The Inter-
Constituyen una muestra
coherente y completa facetas y tipos de producción se registran. Como nacional Committee for the Conservation of the
de una determinada parte del patrimonio industrial tangible, se con- Industrial Heritage, Ticcih, considera, entre otros
actividad industrial. 3)
Paisajes industriales en
sideran, entre otras manifestaciones, los bienes valores del patrimonio industrial, el valor universal
los que se conservan, inmuebles directos y complementarios –comple- que supone la evidencia de actividades que han
visibles, todos los
jos industriales, arquitectura industrial, plantas de tenido, y aún tienen, profundas consecuencias
componentes esenciales
de los procesos de energía, barrios obreros, etc.–,4 y bienes muebles históricas; asimismo resalta el valor social que
producción de una –mobiliario, maquinarias, herramientas, entre encarna este patrimonio como parte del registro
o varias actividades
100 industriales, incluidas otros–, así como los bienes del patrimonio indus- de vidas de hombres y mujeres corrientes, lo
las transformaciones del trial inmaterial –costumbres, hábitos, tradiciones, que proporciona un importante sentimiento de
paisaje ocasionadas por
dichas actividades (Plan entre otros–. Según el tipo de producción, los bie- identidad; también se considera el valor tecno-
Nacional de Patrimonio nes industriales comprenden testimonios desde lógico y científico, así como el valor estético de
Industrial 2002, Incuna).
las plantas industriales propiamente dichas en cada evidencia. Todos estos valores –según los
todas sus variaciones, hasta los complejos mi- planteamientos de la Carta– son intrínsecos del
neros, las plantas agroindustriales, complejos pe- mismo sitio industrial, de su entramado, de sus
troleros y siderúrgicos, entre otros. Junto a estas componentes, de su maquinaria y de su funciona-
evidencias, un soporte de contexto esencial del miento, en el paisaje industrial, en la documenta-
patrimonio industrial lo constituyen los paisajes ción escrita y también en los registros intangibles
o sitios industriales. También se considera a todo de la industria almacenados en los recuerdos y
el sistema de infraestructura técnica de servicio las costumbres de las personas. El documento
referida a la producción industrial, desde las considera la rareza, en términos de superviven-
plantas generadoras de energía –vapor, electri- cia de procesos particulares, tipologías de sitios
cidad, carbón, entre otros– hasta el sistema de o paisajes, como un valor particular que requiere
transporte, puentes, canales de regadío, etcétera, ser evaluada cuidadosamente. Los ejemplos tem-
hasta la maquinaria y los productos industriales pranos o pioneros tienen un valor especial (The
producidos. Asimismo, forma parte del conjunto Internacional Committee for the Conservation of
del patrimonio industrial toda la infraestructura the Industrial Heritage, 2003).
social relacionada con la producción industrial,
desde los servicios educativos, hospitalarios y Perú: patrimonio industrial.
otros, hasta los complejos residenciales construi- Historia mínima
dos para albergar a los trabajadores.
En cada caso se trata de bienes reconoci- La historia industrial del país resulta en sus
dos por su valor y significación especial desde el propios límites compleja y fascinante. Como es
punto de vista histórico, tecnológico, científico, previsible, su envergadura, extensión y densidad
social, económico, político y cultural. Se trata de en testimonios no sólo guarda relación con el con-
valores cuya especificidad emana del grado de tenido de los grandes ciclos que han marcado el
desarrollo económico del Perú, sino también con emporios comerciales y las primeras fábricas de
el carácter dependiente del proceso de industria- tejidos e hilados. De este primer período existen
lización del país. aún, por suerte, algunos sitios industriales que
Aun en medio de la ruina material en el que requieren ser revalorizados desde el punto de
se encontraba el Perú tras la guerra de la indepen- vista histórico patrimonial. Se trata de testimonios
dencia, las primeras señales de reactivación de la valiosos de esta etapa formativa de la cultura in-
actividad productiva y, por tanto, de una incipiente dustrial material e inmaterial del país.
industrialización del país se produciría a partir La primera fábrica textil instalada en el Perú
de la década del cuarenta del siglo xix. Este fenó- republicano y la tercera en Sudamérica data de
meno, apoyado esencialmente en la exportación 1861. Es la Fábrica de Tejidos Lucre en el Cuzco,
del guano de islas, constituye el primer ciclo de importada pieza por pieza desde Francia por ini-
expansión económica de la naciente República. ciativa de Francisco Garmendia. Adicionalmente,
Comprende el período entre 1835 y 1870. Enton- es de los primeros experimentos sociales que
ces la creciente demanda de materias primas y funcionaron como una especie de falansterio
otros bienes generada por la revolución industrial creado en la línea de las utopías prefiguradas por
europea trajo consigo la incorporación de nuestro Charles Fourier. Un caso insólito en América Lati-
país a su dinámica de expansión. Arequipa, Pu- na. El complejo fabril se encuentra a 30 km al sur
no y Cuzco, ciudades de un territorio que desde de la ciudad del Cuzco. Toda la maquinaria y sus
1830 exportaba lana de ovino y fibra de alpaca al componentes fueron trasladados a lomo de mula
mercado inglés, fueron los centros de un primer y a través de casi 800 km desde el puerto de Islay,
activo desarrollo fabril. Arequipa, hasta Lucre. Estuvo en funcionamiento
El primer e incipiente período de desarrollo hasta los años setenta del siglo pasado.
industrial del Perú se produce en los territorios El complejo fabril de Lucre ocupa una exten-
del Sur en virtud de su estrecha conexión con las sa área con vestigios del antiguo obraje colonial
necesidades de bienes y materia prima genera- de Lucre. Las edificaciones del complejo se ubican 101
dos por la industrialización europea del siglo xix. con un sentido de orden y regularidad ortogonal
La gran demanda de fibra de alpaca y de otras en torno a un gran patio empleado para el se-

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


variedades daría inicio así a un nuevo período en cado de la lana. Junto a este epicentro fabril, el
la crianza y procesamiento de hilados. En poco complejo dispone de una serie de edificaciones
tiempo se formaría una densa red de comprado- destinadas a la administración, los depósitos,
res-exportadores, de emporios comerciales y las así como a la vivienda de los propietarios, ejecu-
primeras fábricas de tejidos o hilados del país. tivos y obreros (Kuon-Arce, 2007; Ludeña, 2005;
Cuando Titus Salt en 1836 descubre las poten- Medina, 1990).
cialidades de la lana de alpaca en sus talleres de Debido al éxito de la fábrica de tejidos Lucre,
Bradford, Inglaterra, sus requerimientos de este dos emprendedores, Antonio Lorena y Pablo Poli-
producto –que en 1835 significaban 185 mil li- carpio Mejía fundan en 1899 otra de las fábricas
bras–, ascendieron a una cifra escalofriante para emblemáticas de la primera generación de fábri-
la época: dos millones de libras anuales en 1857. cas textiles del sur del Perú: la Fábrica de Tejidos
Entonces Arequipa, Puno y Cuzco, un territorio que Maranganí, ubicada en la provincia cuzqueña
desde 1830 exportaba lana de ovino y fibra de de Quispicanchis. Al principio las máquinas fun-
alpaca al mercado inglés, ingresaron al circuito cionaron con la fuerza generada por un antiguo
de la revolución industrial europea (Lizardo, 1998; molino hidráulico. Posteriormente se incorporaría
Medina, 1990). al complejo una hidroeléctrica propia. Se trata de
un autentico complejo industrial conformado por
Industrias en el sur diversas edificaciones destinadas a la producción
fabril, además de una serie de instalaciones entre
Las primeras industrias en sentido moderno se las que se cuentan la casa principal de los dueños
encuentran precisamente en la región Sur del estilo tudor, una pequeña capilla, además del ci-
Perú, en el eje Arequipa-Puno-Cuzco, ubicándose nematógrafo y otras instalaciones complementa-
muchas de ellas en las zonas rurales colindantes rias. Actualmente se encuentra en funcionamiento
con este eje. Hacia mitad del siglo xix, esta región y revalorización de su patrimonio histórico (Kuon-
del país estaba conformada por una densa red de Arce, 2007; Ludeña, 2005; Medina, 1990).
Aparte de las fábricas de Lucre, Maranganí dirigido por Alberto Giesecke, rector de la univer-
y Urcos, la expansión de la producción industrial sidad. En 1913 se funda el Instituto Histórico
de hilados en el Cuzco se extendería hasta muy del Cuzco y Luis E. Valcárcel constituye el Grupo
entrado el siglo xx con la formación de otras Resurgimiento. Entre otros grupos muy activos
fábricas. Algunas de estas nuevas industrias al- y conectados estrechamente con la vanguardia
canzarían un significativo grado de modernidad y y la producción cultural europea como el grupo
complejidad funcional como el caso de la fábrica Ork’opata y su boletín Titikaka, activo entre 1925
de hilados Huáscar. y 1932, el Grupo Juliaca y sus revistas Chasqui y
La construcción del ferrocarril del sur que lle- Juliaca, así como el grupo de representantes de
gó a Puno en 1874 y al Cuzco en 1908 se constitu- la revista Amauta en Puno.
yó en un factor decisivo para la dinamización de la Ciertamente, los inicios de la modernidad
producción industrial de la zona. Con él apareció urbana no se encontraban en Lima ni en el denso
en la región sur del Perú todo un nuevo universo humo del café Estrasburgo ni en las performances
de objetos tecnológicos y arquitecturas inusitadas de Abraham Valdelomar. El campamento indus-
relacionadas con el funcionamiento y manuten- trial de Casagrande con la cosmopolita arquitec-
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

ción de los servicios del ferrocarril, así como con la tura de Luis G. Albrecht, el falansterio andino de
fabricación y ensamblaje de embarcaciones para Clorinda Matto de Turner y las instalaciones de
la navegación en el lago Titicaca, tales como los la fábrica Lucre con sus obreros sujetos a la mo-
barcos Yavarí (1870) y Yapurá (1873). derna rutina industrial, seguramente tenían en la
El boom industrial en el sur no tuvo límites segunda mitad del siglo xix más de vida moderna
en su expansión. Junto con la industria textil apa- que cualquier otra ciudad peruana.
recieron otras, como la cervecería de propiedad
del señor G. Mangelsdorff, instalada en el Cuzco Company towns mineras y agroindustriales
en 1872. Tuvo un impacto radical en la agricultura
102 de la región como consecuencia de los nuevos Las company towns ligadas a la explotación sali-
métodos desarrollados para la siembra de la ce- trera, agroindustrial, minera y petrolera constitu-
bada. En poco tiempo se instalarían cerca de seis yen sin duda uno de los capítulos más importan-
fábricas de cerveza más entre Cuzco y Urubamba, tes de la historia industrial del país. Son bienes
las mismas que fueron adquiridas luego por la industriales de un extraordinario valor histórico.
llamada Cervecería Alemana. Se trata de aquellas ciudades-campamento que
También aparecieron nuevas industrias surgieron a la par de la constitución de los prime-
como la fábrica de chocolates y fideos de Víctor ros complejos de transformación industrial mo-
Aubert y Agustín Arteta. A inicios del siglo xx, como derna en la agricultura, la minería y la explotación
consecuencia del funcionamiento de la central hi- petrolera. En el primer caso, se trata de ciudades-
droeléctrica de Ccorimarca inaugurada en 1913, campamento y complejos industriales dedicados
surgiría en el Cuzco una nueva generación de a la explotación agroindustrial del azúcar y el
industrias como las fábricas textiles Huáscar, La algodón ubicados a lo largo de la costa del Perú.
Estrella y algunas del emporio Lomellini. En el segundo, se trata de aquellas instalaciones
Modernidad industrial y modernidad cultural creadas para la explotación minera y petrolera
son dos fenómenos que están estrechamente ubicados en la sierra y el norte del país.
relacionados. Esto explica por qué las señales Desde los años setenta del siglo xix, la apli-
más vitales de la vanguardia moderna en el Perú cación de la máquina de vapor al cultivo, molien-
de inicios del siglo xx surgieron en el sur y no en da y refinado de la caña de azúcar facilitaron el
la Lima finisecular arruinada por epidemias y dis- desarrollo de la agricultura de plantación en la
cursos paradójicamente provincianos. Entonces costa peruana –caña o algodón según las zonas–.
el proceso de renovación cultural registraba un En todos los casos las iniciativas e inversiones
intenso movimiento de grupos activos en Are- estuvieron a cargo de capitales ingleses y ameri-
quipa, Juliaca, Puno y Cuzco que iban y venían canos, principalmente. Este es el caso de William
de ciudad en ciudad. En 1898 nace el Centro Grace, quien se encargó de impulsar la explota-
Científico del Cuzco que llegó a congregar a toda ción agroindustrial en la costa norte del país en
la elite cultural y científica de la región. Un grupo haciendas como Cartavio, Paramonga y Cayaltí,
importante es el de la llamada Escuela Cuzqueña entre otras. La familia alemana Gildemeister haría
lo mismo con el extenso complejo agroindustrial de una edificación con un sistema estructural y
Casagrande, en Trujillo. de cobertura que a los ojos de hoy adquiere una
Concebidos como enclaves autárquicos con fascinante actualidad. Todo esto constituye un
ferrocarril, puerto y a veces moneda propia, estos testimonio excepcional del desarrollo industrial
espacios de producción y residencia se formaron de la época tanto a nivel nacional como interna-
como puntos de concentración de población, cional. Pese al deterioro creciente y los problemas
tecnología, transformación industrial moderna derivados de un régimen de propiedad cuestiona-
y acumulación de riquezas para su remisión a la do, Casagrande conserva aún gran parte de un
matriz metropolitana. El despliegue tecnológico extraordinario patrimonio industrial que debería
de maquinarias y procedimientos en muchas ser puesto en valor.
de estas haciendas fueron de primer nivel para La hacienda Cartavio es otro complejo
la época. agroindustrial de importancia. Este emporio
Muchas de las primeras ciudades campa- contaba con un moderno sector industrial y un
mento ya han desaparecido o se encuentran en sistema de transporte ferroviario conectado di-
completa ruina. Pero otras aún revelan los perfiles rectamente con el puerto. El ferrocarril de vapor
de una herencia por valorar. Entre ellas se tendría permitía la exportación del azúcar producido por
que considerar –como debiera ser por razones el Puerto Chicama. En 1872 la hacienda pasó a
históricas y de antigua pertenencia territorial– a manos de la W.R. Grace & Co. Durante la guerra
los campamentos salitreros y la importante arqui- con Chile y los años inmediatamente posteriores,
tectura industrial de la firma de Gustave Eiffel eri- la mayoría de las haciendas aledañas con sem-
gidos en territorios del Perú y luego ocupados por bríos de caña quedaron en muy malas condicio-
Chile tras la llamada Guerra del Pacífico (1879- nes, lo que posibilitó que Cartavio expandiera su
1883). Esta herencia industrial no pertenece a la terreno agrícola a través de la compra de esas
historia del desarrollo industrial chileno, tal como pequeñas haciendas.
versiones recientes de la historia del patrimonio Un hito en la historia del movimiento obrero
103
industrial chileno pretenden sugerir. Constituyen peruano lo constituye la gran huelga de 1912 por
sin duda parte de la inicial historia industrial del parte de los obreros de Casagrande y Cartavio, a

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


Perú republicano (Gutiérrez, 2007). causa de los bajos salarios, los elevados precios
Entre las company towns, el complejo de la de los alimentos vendidos obligatoriamente por
hacienda Casagrande se constituye como una de la empresa, así como la disminución de plazas
las más importantes por su extensión, estructura y de trabajo a causa de la contratación de perso-
nivel de desarrollo. Representa un caso excepcio- nal extranjero. En 1929, como parte de las ins-
nal. De propiedad de los hermanos Juan, Matías talaciones del complejo agroindustrial, se inician
y Enrique Gildemeister, inició sus operaciones en las operaciones de la Planta de Ron Cartavio, en
1889. Se trata de una auténtica ciudad factoría funcionamiento hasta la actualidad.
con todos los componentes requeridos. Fue pro- Otro complejo de similares características al
yectada en Alemania con grandes instalaciones de Cartavio es el de Paramonga, también en su
de procesamiento industrial y barrios estratifica- origen de propiedad de William Grace. Asimismo
dos según los rangos de la población trabajadora, la hacienda Pomalca y Lurifico, entre muchas
así como con un conjunto de edificios de gran otras que se constituyeron con puertos y líneas
factura constructiva dedicados a los servicios ferroviarias propias, los cuales constituyen un ex-
urbanos (Aragón, 2003). traordinario legado para preservar. Por ejemplo,
Ante evidencias como Casagrande y otros el ferrocarril Pimentel-Hacienda Pomalca de 43
complejos similares, se debe reconocer que el km y línea angosta de 0.914 m, corría desde el
urbanismo y la arquitectura modernos en el Perú puerto de Pimentel hasta las haciendas Pomalca y
se inician a fines del siglo xix en espacios como Pucalá, conectando varias plantaciones. Empezó
Casagrande. La tecnología y las instalaciones a funcionar en 1916. El muelle de Pimentel de riel
dedicadas al procesamiento de la caña de azú- angosto es otro extraordinario testimonio de uno
car representaban entonces lo más avanzado en de los momentos más importantes del desarrollo
términos de avances técnicos y constructivos. agroindustrial del norte del Perú.
Un ejemplo destacado: el edificio para las ins- No obstante que en la actualidad las evi-
talaciones de los conductores de caña. Se trata dencias del patrimonio industrial histórico de
numerosas haciendas de la costa del Perú han por citar apenas algunas, hasta grandes comple-
desaparecido, lo que hoy se conserva en pésimas jos mineros como el de La Oroya o Toquepala. En
condiciones posee un valor singular. En muchos sus orígenes, cada uno de estos complejos debió
casos lo que aún queda representa un perturba- significar para la población y el paisaje circun-
dor paisaje de ruinas tecnológicas. Y este no es dante una auténtica revolución perceptual en el
solo un problema de las haciendas de la costa. La imaginario visual y cultural heredado.
región de la sierra se encuentra también llena de Los testimonios de la serie histórica identi-
estos testimonios constituidos como parte de las ficada con la explotación minera en el Perú son
grandes haciendas agrícolas y pecuarias andinas. vastos y de gran significado, como esa sorpren-
Ciertamente de menor envergadura y significación dente arquitectura minera de la mina El Diamante
por la base industrial y tecnológica empleada, pe- en Cerro de Pasco. Otro ejemplo es el caso de las
ro no por ello menos importantes como memoria estructuras de parte de las instalaciones de la
viva de una etapa del desarrollo de esta región. Mina Goyllarisquizga, así como las estructuras
Existen decenas de haciendas con un importante y arquitecturas especiales del complejo minero
patrimonio industrial por revalorar repartidas a lo de la Mina Uchucchacua y las minas La Soledad
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

largo y ancho de la sierra, como la hacienda Laive y Gualgayoc de 1906. Al pensar en estas insta-
en Huancayo, la hacienda Andabamba en Huanu- laciones no se puede sino admirar el impacto
co, así como la hacienda Pincos en Andahuaylas, visual que supusieron instalaciones de este tipo
la haciendas La Collpa y Tres Molinos en Cajamar- en el paisaje de la zona y el imaginario visual de
ca, entre muchas otras con importantes instala- la población o sus trabajadores.
ciones de procesamiento industrial de diversos El complejo metalúrgico de La Oroya, ubica-
productos agrícolas y pecuarios. do en la sierra central del Perú, a más de 3.780
Toda esta herencia de nuestro patrimonio msnm, representa no sólo un símbolo de la mi-
industrial no está ni registrada en algún tipo de nería peruana desde mediados del siglo xix, sino
104 catálogo temático, ni mucho menos considerada también una especie de literal herida abierta en
como conjunto de valor patrimonial. Por consi- medio de un paisaje y una realidad social que
guiente, es un bien cultural que no cuenta siquiera recusan su existencia, pero a la cual se siente
con la formalidad de un bien cultural sujeto de estrechamente ligada en todos los ámbitos de
protección. la vida económica, cultural o política. Como toda
ciudad minera, La Oroya es un abigarrado comple-
Minas, fundiciones y campamentos jo urbano metalúrgico con instalaciones y piezas
de obreros tecnológicas de incalculable valor histórico para
la minería nacional e internacional.
El Perú ha sido y es un país esencialmente minero La ciudad consta de una estructura rigu-
desde tiempos preincas e incas. Para hacer refe- rosamente estratificada en términos sociales y
rencia tan solo a la fase republicana, la historia de funcionales. Si bien el núcleo originario se cons-
la explotación minera se constituye desde mitad tituye en torno al complejo industrial siderúrgico
del siglo xix de una serie de testimonios que dan junto al cual se erigió el primer “campamento” de
cuenta de complejas instalaciones y avances “cuadras” para albergar a los trabajadores –hoy
técnicos de primer nivel. Ninguno de estos testi- demolido–, con el tiempo aparecieron nuevos ba-
monios ha sido objeto hasta hoy de catalogación rrios como el acomodado barrio Chulec, destinado
ni mucho menos –como acontece igualmente con en sus orígenes a los empleados americanos de
otras evidencias del llamado patrimonio indus- la Cerro de Pasco Corporation. Por entonces La
trial– considerado un bien cultural para rescatar y Oroya contaba con uno de los mejores hospitales
valorizar. De ahí que el patrimonio industrial perte- del país, así como una serie de instalaciones de
neciente a las actividades de explotación minera servicio como supermercado, colegio, una cancha
sea vasto y de gran envergadura. Los ejemplos de golf a cerca de 4000 msm, entre otros compo-
históricos se extienden desde aquellas minas nentes (Marcelo-Puente, 2005).
medianas de sorprendente arquitectura que em- Todo el complejo minero se constituye de
pezaron a transformar el paisaje republicano del enormes estructuras tecnológicas como las de
Perú del siglo xix, como las minas Uchucchacua, la planta siderúrgica, además de una importante
Goyllarisquizga y Gualgayoc de inicio del siglo xx, serie de arquitectura civil y urbanismo residen-
cial que incluía diversos componentes entre es- vos por las grandes transnacionales, sobre todo 5 Sobre cuál fue el
“primer” ferrocarril
cuelas, hospitales y campamentos obreros. Otro norteamericanas. Como en el caso de La Oroya, de América Latina,
componente esencial de este paisaje minero lo el campamento de Talara se constituye como como es comprensible,
se han generado
constituyen las instalaciones y redes del ferrocarril un complejo urbano de barrios y componentes
leyendas y pocas
central. Pese a que gran parte de esas evidencias social y funcionalmente diferenciados y estra- verdades debidamente
de origen han desaparecido, aún se conservan tificados. En este caso, instalaciones como la comprobadas. No está
completamente claro cuál
algunas con riesgo de correr igual suerte. originaria casa de fuerzas, así como los barrios fue el primer ferrocarril
El barrio de Chulec es un auténtico fragmen- de trabajadores y empleados y otros componen- de Suramérica; ni
hablar de toda América
to de suburbio californiano en mitad de los Andes tes del complejo petrolero de Talara, constituyen Latina, ya que aquí la
del Perú. Parece una imagen irreal en medio de testimonios importantes de esta primera fase del confusión es mayor. Casi
simultáneamente se
ese paisaje de infierno industrial que evoca La desarrollo industrial peruano del siglo xx (Aranda, inauguraron entre fines
Oroya hasta hoy. Y es que la ubicación del campa- 2003). de 1849 y mediados de
1851 tres líneas, siendo
mento de Chulec resulta totalmente privilegiada Tanto la minería como la explotación petrole-
la más extensa, 60 km,
por razones del viento y el microclima. A espaldas ra han sido los sectores de la economía peruana la de Copiapó al puerto
del complejo industrial parece otro mundo, una en los que ha sido posible advertir con mayor Caldera en Chile. La otras
dos son la consabida
utopía feliz en medio del infierno. Aquí los norte- nitidez el lado más ominoso y perverso de ese ca- Lima-Callao y la que se
americanos, antes de la nacionalización de la Ce- pitalismo salvaje que no tuvo reparos en mermar presume fue la primera,
la de un lugar llamado
rro de Pasco Corporation en 1974, desarrollaban poblaciones y dejar ecosistemas muertos. Pero Demerara, hacienda
su vida y su cultura. aun así, todo el aparato tecnológico empleado, azucarera y de ron,
así como el puerto de
El complejo minero de La Oroya encarna una las evidencias de una manera nueva de concebir Georgetown en la antigua
sola historia. Junto a la impresionante serie de las ciudades y los procesos productivos desarro- Guayana Británica. De
las tres, sin duda, la que
objetos tecnológicos, los campamentos residen- llados, constituyeron una autentica revolución
tuvo mayor movimiento
ciales en sus distintas categorías constituyen un tecnológica y cultural en la sociedad peruana re- fue la Lima-Callao. Pero
patrimonio histórico fundamental. Forman parte publicana, que no se puede desconocer ni mucho hay otro dato que agrega
mayor misterio al asunto.
de una memoria que tiene que ser rescatada, menos destruir en sus evidencias más visibles. Parece que la primera 105
preservada y puesta en valor. Son las páginas de Todo eso conforma nuestra historia que, como línea peruana fue una
muy corta construida
un mismo libro que nos cuenta historias diversas toda historia humana, está hecha de heridas y

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


nada menos que en
a veces totalmente opuestas si comparamos las bienestar, de luces y sombras que precisan ser una isla: la isla Chicha
norte. Efectivamente, en
deplorables condiciones de vida de los sacrifica- convertidas en memoria permanente. 1849 don Domingo Elías,
dos mineros de La Oroya y Cerro de Pasco. concesionario guanero,
construyó 500 metros
La Oroya y Cerro de Pasco son un símbolo de Ferrocarriles de línea férrea para ser
la minería peruana desde mediados del siglo xix. operada por carritos a
Encarnan historia y experiencia social asumida La historia de los ferrocarriles en el Perú es la sangre, para el transporte
y embarque de guano. Si
por la población como heredad incuestionable. historia de una utopía inconclusa que empezó este dato se comprueba
La reacción de la población ante la demolición como una “fiebre de los ferrocarriles” a mitad del como tal, sería ésta
entonces la primera
en el 2005 de una de las chimeneas principales siglo xix, en medio de los malos olores y buenos línea férrea del Perú y de
de la planta metalúrgica, de 92 metros de altura, negocios del guano, así como de las iniciativas del Sudamérica (Galesio, Elio;
comunicación personal
representa un alegato en pro del respeto a la gobierno de Ramón Castilla (1845-1851, 1855- del 15 de junio del 2008).
memoria histórica e identidad del paisaje histó- 1862) y luego del presidente José Balta (1868-
rico de la ciudad vivida. Defensa popular de un 1872). Una de las primeras líneas de ferrocarril de
patrimonio industrial que desafortunadamente América Latina se puso en operaciones en Lima
está desapareciendo pero que debería ser parte en 1948, para unir el centro de la ciudad con el
de una memoria para ser rescatada, preservada puerto del Callao.5 Luego vendrían las líneas que
y puesta en valor. unirían Lima con Chorrillos y otras repartidas en
Junto con los complejos mineros, los campa- distintas regiones del país, principalmente en el
mentos de explotación petrolera constituyen otra sur andino y la costa norte del Perú. Luego de la
serie importante relacionada con las primeras ciu- guerra con Chile, los más de 1.500 km de línea
dades factoría edificadas en el Perú republicano. férrea se reducirían a apenas 600 km.
Un destacado ejemplo: el complejo y campamento No hay rieles ni trenes sin grandes o peque-
de Talara ubicado en el norte del Perú. Representa ñas estaciones, así como talleres de manteni-
un caso excepcional entre las ciudades factoría miento y toda la infraestructura requerida. Aún
construidas en el Perú como enclaves producti- existe en distintas zonas una serie de valiosos
vestigios que dan cuenta de la primera genera- recidas total o parcialmente. En todos los casos
ción de locomotoras, vagones e instalaciones que subsisten vestigios que revalorizar y preservar.
aparecieron en el Perú. En algunos casos muchos Entre las líneas ferroviarias de primera genera-
de estos testimonios continúan todavía en servi- ción ubicadas en el norte del Perú, se cuenta el
cio restringido, como es el caso de la estación de ferrocarril Eten-Chiclayo, con un recorrido total
Desamparados de Lima. En el caso del sistema de 67 km. Comenzó a operar en 1871, siendo el
ferroviario del sur, la coexistencia entre lo viejo más antiguo del norte, y funcionó hasta 1965. Se
y lo nuevo se produce en medio de una red que conserva una colección de oxidadas locomotoras
funciona regularmente hasta hoy. de vapor. Otra línea histórica es la del ferrocarril
Las primeras líneas ferroviarias del Perú se Paita-Sullana-Piura, el cual se empezó a cons-
construyeron en Lima. Líneas como la de Lima-Ca- truir en 1872. Asimismo el ferrocarril Pimentel-
llao (1833/1848, 1851), Lima-Chorrillos (1858) Chiclayo-Lambayeque de 24 km de longitud,
y Lima-Ancón-Chancay (1867), Lima-Magdalena empezado a construir en 1873, funcionó hasta
(1875) o Lima-Lurín (1868/1913). Desafortu- 1975. Otro de las líneas de mayor significación
nadamente, la falta de una conciencia histórica regional en el norte peruano fue la del ferrocarril
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

ha permitido la casi completa destrucción de Pacasmayo-Guadalupe-Chilete que conectaba


las evidencias y la memoria correspondiente al los departamentos La Libertad y Cajamarca. Su
conjunto de estas líneas. Sin embargo, quedan construcción se inició en 1871 bajo la dirección
testimonios como el de algunas estaciones hoy de Ernesto Malinowsky y el financiamiento de
refuncionalizadas bajo distintos usos. Enrique Meiggs. Tenía 105 km de extensión, con
Entre todos los emprendimientos ferrovia- un desvío de 26 km, de San Pedro a Guadalupe.
rios del siglo xix, el llamado Ferrocarril Central Prestó servicio hasta 1967. En la actualidad la
del Perú, que empezó a ser construido en 1870, estación de Pacasmayo ha sido objeto de restau-
resulta a todas luces una experiencia límite de la ración y puesta en valor como museo. Otra impor-
ingeniería ferroviaria y un extraordinario home- tante línea de 194 km la constituye el ferrocarril
106
naje a la imaginación humana y a la persistencia Puerto Chicama (Malabrigo)-Valle Chicama que
de un aventurero pertinaz como Enrique Meiggs. interconectaba varios complejos azucareros del
Es el segundo ferrocarril más alto del mundo. Sus valle del río Chicama como Casagrande, Roma,
estudios de factibilidad datan de 1859. Las obras Chicama y otros. El propietario fue la Gildemeis-
se iniciaron en 1870 para ser interrumpidas en ter y Co. En su fase de mayor actividad contó con
1875 con 142 km de línea construida, debido hasta 16 locomotoras, 3 carros de pasajeros y 974
a problemas financieros y posteriormente a la carros de carga. Junto a esta línea se encontraba
guerra con Chile. Las obras continuaron luego de el ferrocarril propio de la hacienda Cartavio de 26
1890 bajo la dirección de Ernesto Malinowsky, y km con siete locomotoras y 200 carros de carga.
llegaron a La Oroya en 1893. El primer tren arribó Los ferrocarriles de haciendas constituyen uno de
a la ciudad de Huancayo en 1908 (Galessio, 2007; los capítulos centrales de la historia ferrocarrilera
Kemp-Heiland, 2002). del Perú. La mayoría de ellos se encuentran hoy en
En sus 535 km de extensión se trata de un desuso o desaparecidos completamente.
fascinante artefacto tecnológico de túneles, puen- Otra línea histórica de singular importancia
tes y arquitecturas ad hoc. La línea cuenta con 61 fue la del ferrocarril Chimbote-Tablones-Huallanca
puentes y 65 túneles. Aquí las relaciones entre con una extensión de 170 km –debía tener 265
línea férrea, tecnología y el paisaje más agreste km–. Empezó a ser construida en 1872 a cargo
del país, producen una dramática poesía visual de de Enrique Meiggs. Unía diversas haciendas y
tensiones y armonías que revelan un encuentro debía recorrer el callejón de Huaylas uniéndolo
perturbador entre artificio y naturaleza. Salvo la con Chimbote y Recuay. El terremoto del 1970
estación de Desamparados, hoy refuncionalizada destruyó casi completamente la línea. La ruta
como centro cultural, ningún otro antiguo com- del tren ha sido reutilizada como carretera y la
ponente o instalación han merecido valoración estación principal de Chimbote ha sido objeto de
alguna desde el punto de vista patrimonial. reutilización como mercado.
Junto con esta extraordinaria obra del Fe- Entre las diversas líneas de ferrocarril cons-
rrocarril Central, existen otras líneas históricas, truidas en el siglo xix e inicios del siglo xx, las que
algunas aún en funcionamiento y otras desapa- corresponden a la región sur del Perú son las que
se encuentran en mejores condiciones. Es el caso no cuándo llega. Seguramente sucede lo mismo
del denominado Ferrocarril del Sur de 940 km con otras poblaciones para las cuales el tren fue
que une el puerto de Mollendo hasta la ciudad el único medio de transporte.
del Cuzco, pasando por el departamento de Puno. Rescatar, poner en valor y conservar el le-
Las primeras obras estuvieron a cargo de Enrique gado histórico de la presencia del ferrocarril en
Meiggs. El tramo Mollendo-Arequipa empezó a el Perú no sólo se justifica como una compren-
funcionar en 1871, mientras el tramo Arequipa- sible demanda cultural, sino que aparece como
Puno lo hizo desde 1874. La línea hasta el Cuzco un imperativo inexcusable en la medida que
quedó recién concluida en 1908, llegando antes reconstruye memoria y revela los rastros de un
al complejo industrial de Maranganí en 1892. país que se permitía utopías y proyectos integra-
El ferrocarril Tacna-Arica es el segundo más dores de país.
antiguo construido en el Perú y es el único que aún
se encuentra operativo. Empezó a ser construido Centrales hidroeléctricas
en 1851 durante el gobierno de Ramón Castilla.
Tiene una extensión de 62 km construidos por Cuando se recala en la imaginería futurista de un
José Hegan. En el terminal ferroviario de Tacna Antonio Sant’Elia y su Cittá nuova (1914) de mega
se encuentra el Museo Ferroviario del Perú en el arquitecturas prefiguradas a modo de gigantescas
que se exponen locomotoras y diversos equipos hidroeléctricas, es difícil eludir el asombro por el
históricos que constituyen el fondo tecnológico inusitado y provocador paisaje tecnológico que
de los ferrocarriles peruanos y, en especial, los recrea este referente. Las centrales hidroeléctri-
correspondientes a la línea Tacna-Arica. Una de cas, como arquitectura y artefacto tecnológico,
las piezas más importantes es la locomotora encarnan como pocos objetos aquella aspiración
número 3 con su ténder correspondiente al fe- humana de transformar paisajes naturales en
rrocarril Tacna-Arica. Junto a esta línea ferroviaria escala regional.
existieron otras en el departamento de Tarapacá, Las hidroeléctricas son eso: esculturas que 107
que entonces pertenecía al territorio peruano. La moldean una nueva geografía con la presencia
línea Pisagua-Agua Santa-Sal de Obispo de 80 de enormes turbinas y arquitecturas de soporte

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


km, la línea Iquique-Pozo Almonte-La Noria de pertinentes. En el Perú existen algunos buenos
113 km, así como la línea Patillos-Lagunas de 85 ejemplos que revelan el uso de técnicas, méto-
km. Se construyeron entre 1870 y 1876. En todos dos y maquinarias de la última generación en el
los casos existen algunas evidencias vinculadas a momento de ser construidas.
los campamentos salitreros del siglo xix (Galessio, Una de las primeras centrales construidas
2007; Kemp-Heiland, 2002). es la planta hidroeléctrica de Chosica. Fue inaugu-
Junto con los trenes, los tranvías urbanos rada en 1903. A partir de entonces se construyó
fueron componente principal del sistema de una serie de pequeñas y medianas centrales
transporte urbano en las principales ciudades hidroeléctricas en diversas regiones del país.
del Perú hasta casi fines de los años sesenta. Durante este lapso de tiempo, el 1 de diciembre
Existieron tranvías en Lima, Arequipa y Cuzco. De de 1907, se inauguró la Central Hidroeléctrica
este fenómeno no existen más testimonios revalo- de Yanacoto cercana a Lima: otro buen ejemplo
rizados que el viejo tranvía de Barranco, puesto a por el tamaño de sus instalaciones, la serie de
funcionar en un tramo pequeño solo como objeto turbinas empleadas y la arquitectura diseñada.
de exposición y evocación. Otra de las primeras centrales es la hidroeléctrica
No se puede negar la existencia en el Perú de Ccorimarca, en el Cuzco, construida en 1913.
de una cultura viva cuyo devenir –como sucede Luego se construyeron otras centrales de mayor
con innumerables poblaciones– está asociado potencia. La central de Callahuanca fue inaugura-
estrechamente a la existencia de los ferrocarriles. da en 1938 con tres generadores de 12250 Kw.
Para muchas poblaciones del país el ferrocarril cada uno, con una potencia total de 36,750 Kw.
es memoria histórica activa. Basta mencionar, La importante central hidroeléctrica de Moyopam-
entre muchos testimonios, la cantidad de huay- pa empezó a funcionar a partir de 1951 con un
nos huancavelicanos o huancaínos asociados al primer grupo de 21 mil Kw. y al siguiente año con
mítico “tren macho”, cuyo sobrenombre deviene un segundo grupo con igual potencia (Hidalgo,
sabiduría popular: solo se sabe cuándo sale pero 2006). Esta central posee un imponente edificio
historicista destinado para una función productiva tarios. La maquinaria comprendía cien telares,
y tecnológica. En 1955 se inician los trabajos de la ubicados en el primer piso de un edificio de tres
central de Huinco, con la perforación del famoso pisos en los que se hallaban ubicados los restos
túnel trasandino que sería inaugurado en 1965. de utensilios y maquinarias. Una estructura com-
En 1973 se inaugura un auténtico hito: el gran pleja para la época. Fue de las primeras fábricas
complejo hidroenergético del Mantaro. en pagar “salarios” y contar con un sistema de
seguros para los trabajadores.
Industrias en la ciudad Este primer ciclo de industrialización, creado
al amparo del denominado “ciclo guanero”, no
A diferencia de otros países de América Latina, tuvo en realidad ningún impacto estructural en
la industria urbana peruana nunca tuvo una la economía y desarrollo de la ciudad. La falta de
implantación masiva y de gran proyección. Las emprendedores y la presión a la baja de aranceles
causas: el carácter dependiente del proceso de a las importaciones de la Europa industrial fue-
industrialización del país y su debilidad para cons- ron las causas que terminaron no sólo por hacer
tituirse en un factor de desarrollo estructural. Fue quebrar a las primeras industrias instaladas en
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

básicamente una industria ligera y mediana de Lima, sino desalentar cualquier inversión en este
bienes de consumo. No produjo bienes de capital sector. Alrededor de 1860, año de la edición de
ni otras industrias. la guía del viajero y registro industrial de Manuel
Aparte del ciclo de industrialización registra- Atanasio Fuentes, el panorama resultaba franca-
do en el Sur peruano, al margen de las primeras mente desolador. Las únicas empresas registra-
señales de industrialización urbana de mediados das en este caso correspondían a la fábrica del
del siglo xix canceladas por la guerra del Pacífico, papel del diario El Comercio, así como a la fábrica
el primer gran ciclo de industrialización se produ- de seda situada en la calle de la Botica de San
ce entre fines del siglo xix e inicios del siglo xx. Lue- Pedro y fundada por José Francisco Navarrete. El
go vendría un ciclo de modernización industrial y propio Fuentes hacía mención del singular atraso
108
expansión económica durante la década de los de la “industria fabril y manufacturera” de Lima
años veinte del siglo pasado, para registrar luego, debido a los costos elevados de la mano de obra
tras la Segunda Guerra Mundial, un apreciable (Fuentes, 1860).
impulso y expansión en el marco de la política de Entre fines del siglo xix e inicios del siglo xx
sustitución de importaciones vigente hasta fines las primeras industrias en Lima se formaron para
de los sesenta. la producción de bienes de consumo, instalán-
Una de las primeras fábricas instaladas en dose muchas de ellas al borde del área central
la Lima del siglo xix fue la de cristales y tejidos y, específicamente, en las primeras cuadras de
de seda de propiedad de Jorge Moreto –poste- la avenida La Unión –hoy avenida Argentina–. En
riormente denominada Brondi, Bossió y Cía.–. La la mayoría de los casos se trató de industrias de
inauguración oficial se efectuó el 8 de octubre de formato medio o pequeño y la mayoría de ellas
1841. Posteriormente, en 1848, la fábrica se tras- con instalaciones readaptadas.
ladó al Callao. Otra de las primeras instalaciones Casi todas las primeras industrias se de-
industriales fue la fábrica de papel de propiedad dicaron al rubro alimenticio, como la fábrica de
de Alejandro Villota y Manuel Amunátegui, edito- galletas y caramelos fundada por Arturo Field
res del diario El Comercio. La fábrica empezó a en 1902 o la fábrica de fideos Nicolini de 1922.
funcionar desde el 27 de junio de 1848 con ma- Se instalaron también aserraderos y fábricas de
quinaria importada de los Estados Unidos. Aparte muebles, como el Aserradero Batchelor de 1922
de producir papel para la impresión de diarios, o la carpintería Sanguinetti del mismo año. Se
produjo el conocido papel de envoltura. formaron algunas industrias del cuero como la
Otra de las primeras instalaciones fabriles curtiembre Olivari. La industria textil limeña ini-
fue la Fábrica de Hilados y Tejidos de Algodón de ciaría también en este período una significativa
propiedad de Carlos de Cagigao y Juan Norberto fase de expansión, como es el caso de la fábrica
Casanova. Ubicada cerca de la alameda de los textil Santa Catalina. Las condiciones de trabajo
Descalzos, inició sus operaciones en 1848, tras en casi todas estas fábricas eran ciertamente
una minuciosa evaluación de fábricas similares deplorables, con jornadas de más de 12 horas
en los Estados Unidos por parte de los propie- diarias y el empleo masivo de niños.
Un hecho destacado de esta primera avan- directamente vinculado al uso temprano de la
zada de industrialización y que forma parte de electricidad. En el Perú, el tema del patrimonio
la historia del movimiento obrero peruano, fue industrial eléctrico ha sido uno de los factores
la constitución en el año de 1898 de la primera iniciales de motivación en el rescate y revaloriza-
organización proletaria: la Sociedad Tipográfica ción del patrimonio industrial peruano. El Museo
de Auxilios Mutuos, integrada por obreros con el de la Electricidad, activo desde 1995, ha jugado
objetivo de crear un fondo de autoayuda a obre- un destacado papel pionero en este sentido.
ros inhabilitados temporal o permanentemente El primer generador eléctrico puesto a fun-
para el trabajo. cionar en Lima data del año 1884. Estuvo instala-
La consecuencia de una industrialización de do en la antigua fábrica de tejidos Santa Catalina.
mediana complejidad, además de otras limitacio- En 1886 se inaugura el alumbrado público en
nes, fue la ausencia de una arquitectura industrial algunas calles de la ciudad y en la plaza mayor. La
de gran factura. Los pocos ejemplos de arquitec- corriente provenía de una planta de vapor de 500
tura industrial que datan de esta fase inicial y que h.p. instalada frente al Parque Neptuno, hoy pri-
fueron construidos como instalaciones diseñadas mera cuadra del Paseo de la República. Alrededor
como tales, ya casi han desaparecido totalmen- de 1895 se constituye la Empresa Transmisora de
te. Algunos destacados ejemplos: la planta de la Fuerza Eléctrica, con una planta en Santa Rosa de
Cervecería Nacional en Barrios Altos de 1899, la la Pampa, en la margen izquierda del río Rímac.
planta del aserradero Cuirliza de 1914, así como La primera transmisión se efectuó el 6 de agosto
la planta del Molino Santa Rosa de 1924 y el lo- a las once de la mañana. En 1901, el alumbrado
cal de la fábrica de tejidos La Victoria de 1922. comprendía ya 1.800 postes y el servicio particu-
El complejo industrial del Frigorífico Nacional de lar, 8.500 lámparas. El primero de enero de 1902
1929 resulta, ciertamente, un ejemplo extraordi- se inauguró oficialmente el servicio público gene-
nario por su envergadura y proyección. ral que cubría la demanda de 115 mil habitantes
Desafortunadamente, como sucede en los de la ciudad de Lima (Hidalgo, 2006).
109
otros casos, respecto a este importante patrimo- La expansión de la energía eléctrica se hace
nio industrial urbano tampoco existe catalogación notoria a partir de inicios del siglo xx. En 1899

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


alguna ni mucho menos un ejemplo destacado de empieza a operar la central térmica Santa Rosa,
puesta en valor y conservación. La demolición de mientras que la central hidroeléctrica de Chosica
algunas de las más antiguas fábricas del país ubi- es inaugurada en 1903 con una potencia de 4 mil
cadas en las primeras cuadras de la Avenida Argen- h.p. Es la primera central en aprovechar un salto
tina, a partir de mediados de la década de 1990 considerable del sistema fluvial del Rímac. Con el
como parte de un programa municipal de “renova- soporte de estas fuentes de energía, los primeros
ción urbana”, tal vez sea la evidencia que revela el tranvías eléctricos empezaron a circular por Lima
clamoroso desinterés existente al respecto. a partir del año de 1904 prolongándose en su
funcionamiento hasta 1965. En 1927, la Central
Patrimonio industrial eléctrico Térmica de Santa Rosa fue ampliada con dos tur-
bo grupos de vapor, cada uno de 5000 Kw.
¿Cómo la electricidad puede constituirse en De esta historia de más de un siglo queda
patrimonio cultural?, se pregunta Neydo Hidal- una serie de evidencias como turbinas y genera-
go, para responder que “el uso y desarrollo de dores, ruedas pelton, postes de alumbrado, me-
la electricidad nos ha dotado de objetos, espa- didores y subestaciones eléctricas, así como las
cios, memorias, usos y costumbres que forman centrales térmicas e hidroeléctricas. Esta cultura
parte también de nuestra identidad” (Hidalgo, material se complementa con toda la memoria do-
2006). cumental, cartográfica y visual, así como con las
Uno de los inventos de mayor trascenden- costumbres y todos los objetos de uso cotidiano
cia identificados con la era industrial, resulta ser identificados con el uso de la electricidad, desde
sin duda la electricidad. El patrimonio industrial la primera radio o televisor, hasta la primera refri-
eléctrico se constituye no sólo de todo aquello geradora o el tranvía eléctrico y el primer juguete
vinculado con el invento mismo, sino con sus infantil eléctrico.
consecuencias directas en el desarrollo de tec- Uno de los pocos ejemplos de rescate y va-
nología y maquinaria cuyo funcionamiento estaba lorización del patrimonio industrial en el Perú lo
constituye, como ya fue mencionado, el Museo de yeron en uno de los tipos edilicios más extendidos
la Electricidad. Entre sus logros más importantes y como hábitat de la población trabajadora. Se trata
de un alto contenido social y cultural, está la pues- de una interesante versión de vivienda colectiva
ta en funcionamiento para efectos expositivos del que, lamentablemente, hoy se encuentra en pleno
antiguo tranvía eléctrico Lima-Chorrillos. El vagón proceso de extinción.
recuperado, así como el paseo programado, cons- En la historia del movimiento obrero perua-
tituyen una singular experiencia. no, el nombre del sindicato de Vitarte tiene un
significado especial. Las jornadas más valientes
Cultura y hábitat industrial y obrero de lucha por la defensa de la dignidad de los
trabajadores, el fomento de una cultura obrera
No existe producción industrial sin cultura indus- moderna, así como la puesta en práctica de una
trial. Es decir, sin todo aquello que tiene relación cultura cotidiana alternativa tienen que ver con
con la ciudad o el hábitat particular producido la actitud de estos trabajadores. Pero también
como consecuencia directa de la implantación este barrio de Lima resulta importante porque es
industrial. No hay industria sin la cultura de aque- el lugar de constitución del primer barrio obrero
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

llos empresarios, obreros o trabajadores que la urbano del Perú, como consecuencia de la insta-
gestan y hacen funcionar. lación en 1871 de la primera etapa de la fábrica
Como parte del dominio que le compete textil de Vitarte. El barrio obrero apareció como
a la cuestión del patrimonio industrial, uno de una expansión espontánea de casas de los obre-
los aspectos reconocidos como constitutivos de ros que laboraban en la fábrica.
este dominio es el de los espacios de residencia El barrio obrero de Vitarte es una excepción
y desarrollo social del proletariado industrial a lo en la medida en que se trata de un testimonio
largo del siglo xix y gran parte del siglo xx. Se trata sujeto a declaración monumental. En este caso el
de los barrios o conjuntos de vivienda destinados reconocimiento se produjo más por el significado
a la población obrera. social y político de sus habitantes, que por una
110
Una mirada más extensiva del ámbito co- consideración integral que hubiera tomado en
rrespondiente al hábitat de los trabajadores nos cuenta también el barrio mismo como urbanismo
remite no sólo a las viejas rancherías de las ha- y arquitectura.
ciendas coloniales y republicanas, sino también a Las primeras políticas de corte filantrópico
los campamentos residenciales de los complejos promovidas por el Estado en relación con la vivien-
agroindustriales. Campamentos que significa- da obrera, tuvieron lugar al inicio del siglo xx. De
rían un importante salto cualitativo en términos este período datan dos de las primeras agrupa-
tipológicos y urbanísticos, como es el caso de la ciones de vivienda financiadas por la Sociedad de
estratificada company town de Casagrande y sus Beneficencia Pública de Lima: las quintas obreras
diferenciados sectores de empleados, el sector de La Riva y Los Huérfanos, ambas proyectadas en
los obreros y el sector de los campesinos. 1908 y puestas en uso en 1911.
Mucho antes de que se iniciara la primera Estas quintas y otras del mismo tipo cons-
etapa de industrialización, la ciudad de Lima re- truidas en muchas ciudades del Perú entre 1910
gistraba ya en su haber un cuadro social e higiéni- y 1940, constituyen un extraordinario capítulo
camente dantesco, peor que el de Londres y París de la historia de la vivienda obrera en el Perú. La
en los años más duros de la revolución industrial. mayoría de ellas poseen una excelente factura
Entonces, Lima ya había sido asolada por dos te- constructiva y una pertinente solución proyectual.
rribles epidemias, la de la fiebre amarilla de 1868 Otros casos de vivienda obrera colectiva los cons-
y la de la peste bubónica de 1903. Entonces, lo tituyen ejemplos como el barrio de Empleados
único moderno en el Perú habían sido las pésimas y Obreros del Callao de 1925, el primer barrio
condiciones de vida de los trabajadores y el acoso obrero concebido como tal en escala urbana cons-
de las tragedias higiénicas como las que asolaron truido en Lima. El barrio obrero Leguía de 1927 es
a las “ciudades de carbón” europeas del siglo xix. otro buen ejemplo, pero las condiciones actuales
El Perú ingresaría al siglo xx por el lado más cruel del barrio son francamente deplorables.
y ominoso de la modernidad capitalista. A inicios de los años treinta el Gobierno pro-
Aparte del típico “callejón” y la “quinta obre- movió la construcción del barrio obrero modelo
ra”, las llamadas “casas de vecindad” se constitu- del Frigorífico Nacional ubicado en el Callao. Se
trata del primer conjunto habitacional en operar Figura 1:
Barrio Obrero No. 1,
con los parámetros de un urbanismo moderno,
Lima. Perspectiva aérea
además de ser el primero de su género en el Pe- del conjunto, 1936.
rú en contar con un equipamiento urbano propio Fuente:
–piscina, tiendas, comisaría, centro escolar–. El Arquitecto Peruano,
No. 27, octubre, 1937.
Junto con este barrio se construyó, también por
iniciativa estatal, una serie de conjuntos residen- Figura 2:
ciales destinados a la población obrera, como Barrio Obrero No. 1,
Lima. Viviendas del
el Barrio Obrero No. 1 ubicado en La Victoria, el
complejo, 1936.
Barrio Obrero No. 2 construido en el Rímac, y los Fuente:
barrios obreros No. 3, No. 4 y No. 5 ubicados en El Arquitecto Peruano,
el hoy distrito de San Martín de Porres, todos ellos No. 27, octubre, 1937.

de buena calidad urbanística. Entre los cinco ba-


rrios, el Barrio Obrero No. 4 representa el primer
caso de edificio manzana del país proyectado con
los conceptos corbusianos de la ciudad-edificio
(Seiner, 1998).
Junto con estos barrios, la serie de “barrios
fiscales” construidos por el Gobierno central
entre 1938 y 1942 constituye del mismo modo
un capítulo significativo de la historia urbanística
del Perú y, en especial, de la cultura residencial
obrera. Muchos de estos barrios se encuentran a el rubro del patrimonio industrial, como sí lo hace
medio camino entre una declarada vocación ur- con el patrimonio arqueológico, el patrimonio
banística moderna y un espíritu local de notorias artístico, el patrimonio arquitectónico y el patri-
111
referencias contextuales. monio religioso, entre otros.
Con excepción del barrio obrero de Vitarte, Las razones de esta situación son diversas.

Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx


ninguna de estas quintas obreras, barrios obreros Desde aquel extendido prejuicio que considera
y barrios fiscales cuenta con el reconocimiento de la invalidez de toda referencia al tema del pa-
patrimonio urbanístico. Como tampoco la serie de trimonio industrial debido a que países como el
instalaciones de servicio –comedores populares, Perú carecen de testimonios industriales en la
teatros o espacios de recreación de la época– que densidad y envergadura de la historia industrial
formaban parte de la cotidianeidad obrera. europea o norteamericana, hasta aquella pul-
sión inconsciente que atraviesa a toda sociedad
Conclusiones renuente a evocar los testimonios del mundo
de la industria y de las explotaciones mineras y
La conformación del Comité Peruano de Conser- agroindustriales, en el que probablemente tuvie-
vación del Patrimonio Industrial Copecopi en el ron lugar las experiencias más dolorosas de una
2004, puede considerarse como un hito que mar- sociedad en formación.
ca un período en el que la cuestión de la defensa En países como el Perú, en el que la historia
y preservación del patrimonio industrial peruano se hace milenaria y densa, la tiranía del presente
fue adquiriendo un perfil propio y cierta difusión y el “prestigio” del pasado como criterio de valora-
pública. Sin embargo, no obstante este y otros ción han jugado contra la adecuada valoración del
signos alentadores, se tiene que concluir que patrimonio industrial. Ello debido a que la vigencia
aún en el Perú, desafortunadamente, la cuestión de este patrimonio corresponde a un período de
del patrimonio industrial no es tema de discurso tiempo relativamente reciente. Lo concreto es que
institucionalizado, ni de normatividad explícita, ni en el Perú casi ninguna manifestación urbanística
mucho menos de cultura cotidiana interesada en e industrial del siglo xx se encuentra declarada
reconstruir permanentemente su memoria. como patrimonio histórico o monumento para ser
La Ley General del Patrimonio Cultural de la defendido, preservado y puesto en valor.
Nación –Ley No. 28296 del 21.07.2004– actual- En el Perú los conceptos de patrimonio y
mente vigente, no contempla de manera expresa monumento histórico se han implantado y desa-
rrollado como nociones envueltas en prejuicios Coloquio del Patrimonio Industrial. Rescate y pre-
decimonónicos e influidos por intereses social y servación (2007). Declaración Iberoamericana
culturalmente discriminatorios. Bajo este enten- de Patrimonio Industrial. Declaración del v
dimiento la idea de lo “artístico” y lo “histórico” Coloquio del Patrimonio Industrial. Rescate y
adquieren primacía para avalar una visión sa- preservación / The Internacional Committee
cralizadora de los monumentos y el patrimonio for the Conservation of the Industrial Herita-
histórico. Esta es la notación que está detrás del ge. Disponible en http://www.cedodal.com/
porqué la gran mayoría de monumentos corres- declaracion%20patrimonio.htm.
ponden a aquellos normalmente identificados con Fuentes, M. A. (1860). Guía del viajero en Lima.
el poder político, religioso y social, prestando poca Lima: Librería Central.
o casi ninguna atención al patrimonio gestado Galessio, E. (2007). Ferrocarriles del Perú. Un viaje a
por la sociedad civil y productiva como los barrios través de su historia. Lima: Aruntani sac.
obreros, la arquitectura industrial o el urbanismo Gutiérrez, D. (2007). Gustave Eiffel en el Perú.
de los campamentos mineros. Proyectos y obras. Lima: Tesis de Maestría,
La persistencia de esta serie de prejuicios Universidad Nacional de Ingeniería.
APUNTES vol. 21, núm. 1 (2008): 92-113

respecto al patrimonio industrial no significa que Guzmán, A. y Fernández, G. (2003, 20 de diciem-


el Perú carezca de una historia productiva e indus- bre). “El patrimonio industrial desde perspec-
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tensión y densidad en testimonios no sólo guarda y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona,
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que han marcado su desarrollo económico, sino en http://www.ub.es/geocrit/b3w-480.htm].
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de industrialización del país. Hidalgo, N. (2007). “El patrimonio industrial eléc-
112 En el Perú el dominio del patrimonio in- trico en el Perú” [versión electrónica]. Recu-
dustrial debería ser acotado, primero, como un perado en diciembre 3, 2007, disponible en
capítulo más de una historia productiva propia y http://www.geolima.org/micoleccion/geogra-
no como un fenómeno que se autogenera por sí fia/notas_de_opinion_y_ciencia/opinion_065-
mismo o viene completamente importado. Y, en 2007.htm
segundo lugar, como resultado y expresión de Hidalgo, N. (2006). “La reconstrucción del tranvía
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Patrimonio industrial en el Perú del siglo xx

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