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FACULTAD DE DERECHO

“TRABAJO FINAL”

Curso:

DEECHO DE CONTRATOS TÍPICOS

Profesor:

RAMIREZ VASQUEZ, VICTOR RAUL

Alumno

Reyes Moreno, Angel Fernando

2022 - 01
ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE EL 1529 DEL CÓDIGO CIVIL PERUANO Y
1323 DEL CÓDIGO CIVIL ARGENTINO

I. Normatividad

CÓDIGO CIVIL PERUANO

Artículo 1529º.- Por la compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de


un bien al comprador y éste a pagar su precio en dinero
Artículo 1534º.- En la venta de un bien que ambas partes saben que es futuro, el
contrato está sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener existencia.
Artículo 1537º.- El contrato por el cual una de las partes se compromete a obtener que
la otra adquiera la propiedad de un bien que ambas saben que es ajeno, se rige por los
Artículos 1470º, 1471º y 1472º.
Artículo 1538º.- En el caso del Artículo 1537º, si la parte que se ha comprometido
adquiere después la propiedad del bien, queda obligada en virtud de ese mismo
contrato a transferir dicho bien al acreedor, sin que valga pacto en contrario.
Artículo 1539º.- La venta de bien ajeno es rescindible a solicitud del comprador, salvo
que hubiese sabido que no pertenecía al vendedor o cuando éste adquiera el bien,
antes de la citación con la demanda.
CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
Artículo 1323.- Habrá compra y venta cuando una de las partes se obligue a transferir
a la otra la propiedad de una cosa, y ésta se obligue a recibirla y a pagar por ella un
precio cierto en dinero.
Artículo 1327.- Pueden venderse todas las cosas que pueden ser objeto de los
contratos, aunque sean cosas futuras, siempre que su enajenación no sea prohibida.
Artículo 1329.- Las cosas ajenas no pueden venderse. El que hubiese vendido cosas
ajenas, aunque fuese de buena fe, debe satisfacer al comprador las pérdidas e
intereses que le resultasen de la anulación del contrato, si éste hubiese ignorado que
la cosa era ajena. El vendedor después que hubiese entregado la cosa, no puede
demandar la nulidad de la venta, ni la restitución de la cosa. Si el comprador sabía que
la cosa era ajena, no podrá pedir la restitución del precio.
Artículo 1534º.- En la venta de un bien que ambas partes saben que es futuro, el
contrato está sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener existencia.
Artículo 1332.- Cuando se venden cosas futuras, tomando el comprador sobre sí el
riesgo de que no llegaran a existir en su totalidad, o en cualquier cantidad, o cuando se
venden cosas existentes, pero sujetas a algún riesgo, tomando el comprador sobre sí
ese peligro, la venta será aleatoria.
II. ANÁLISIS COMPARATIVO Y COMENTARIOS:

Para reconocer la existencia de un contrato de compraventa según la regulación peruana, se


debe entender que aquello que puede ser materia del contrato de compraventa no es un bien
ni una cosa. Pues, aquello que puede ser materia de contrato de compraventa es la
transferencia de propiedad de un bien. En consecuencia, si hablamos de bienes en relación a
los cuales no puede recaer el derecho de propiedad, como es el crédito, no podemos
referirnos a un contrato de compraventa. En este sentido, tanto el artículo 1529 del Código
Civil Peruano y el artículo 1323 del Código Civil argentino, refieren que para que exista un
contrato de compra y venta, una de las partes se obliga a transferir la propiedad de un bien en
el caso de la regulación peruana y una cosa en el caso de la regulación argentina. En ambas
legislaciones para que un bien pueda formar parte de un contrato de compraventa tiene que
ser por necesidad un bien que soporta el derecho de propiedad. Las cosas o derechos pueden
ser materia de un contrato de compraventa, porque tanto unas como otras son bienes. En
virtud del artículo 1529 el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien y ese bien
puede ser una cosa si nos referimos a algo tangible o un derecho si es intangible. En buena
cuenta, tangible o intangible cosas o derechos, son susceptibles de formar parte de un
contrato de compraventa siempre que hablemos de cosas y derechos respecto de los cuales
sea aplicable el derecho propiedad. A diferencia de nuestra regulación, el artículo 1323 del
Código Civil argentino, establece que una de las partes se obliga a transferir la propiedad de
una cosa. Por lo que, como se puede verificar, el artículo 1529 del Código Civil Peruano y el
artículo 1323 del Código argentino también refieren que el comprador está obligado a pagar su
precio en dinero. De modo que, si hablamos de un comprador entre comillas que va a pagar su
precio no en dinero, sino en otro tipo de bienes, por mucho que las partes determinen qué es
un contrato de compraventa no lo es. No lo es, porque en el artículo 1529 el legislador es bien
claro en señalar que para que hablemos de un contrato de compraventa, es porque el
comprador se ha obligado a pagar el precio en dinero nacional o extranjero.

La primera modalidad que el legislador ha previsto para los contratos de compraventa de


bienes futuros está diseñada en el texto del artículo 1534 del Código Civil. Un aspecto
fundamental de esta modalidad de contrato, es que estamos ante un contrato sujeto a
condición suspensiva de que el bien llegué a tener existencia. Por su parte, el artículo 1332 del
Código Civil Argentino regula que el comprador asume el peligro ante situaciones en las que la
“cosa” se encuentra bajo el riesgo de existencia parcial o total, siendo aleatoria la venta. Es
decir, la prestación a cargo de una parte tiene un carácter incierto, y depende de aspectos
ajenos a la voluntad de las partes, por haberse pactado así. Pero, en el caso argentino el
legislador lo ha establecido normativamente. En el caso de la regulación peruana, el artículo
1409 se refiere a la parte general de contratos. Se aplica a todos los contratos excepto que
encontremos una norma que establezca distinción. En este contrato simplemente la obligación
de entrega está supeditada a la existencia del bien; sin embargo, en el artículo 1534 del Código
Civil peruano, estamos en presencia de un contrato sujeto a la condición suspensiva de que el
bien llegue a tener existencia. No se posterga el cumplimiento de las obligaciones en general
se posterga el cumplimiento de una obligación, que es la de transferir propiedad. Las demás
obligaciones se comienzan a cumplir desde el momento de la celebración el contrato; y si eso
es así, entonces no podemos referirnos a una contraprestación. Esta situación regulada en el
artículo 1534 del Código Civil peruano, no es prevista por el Código Civil argentino. Desde mi
punto de vista, no es imposible pactar en los términos del artículo 1534, pero debería ser
anulado, porque la mayoría de las personas celebran un contrato según lo establecido en el
artículo 1410. La inexistencia de tal supuesto en la legislación argentina demostraría su
innecesaridad. El artículo 1327 del Código civil argentino establece que pueden “venderse
todas las cosas, aunque sean cosas futuras”, siempre que su transferencia no este prohibida.
De la misma manera que el sistema peruano, son susceptibles de venta los bienes futuros.

En relación a los artículos 1537 y 1538 del Código Civil peruano, no se trataría de una
compraventa, sino de la promesa del hecho o de la obligación de un tercero. En el artículo
1537 y 1538 del Código Civil no se admite pacto en contra. En el artículo 1538 se establece
cuáles son las obligaciones: i) pago de la comisión y ii) cumplir con la gestión. Esta es una figura
conceptualmente diferente, mediante la cual una persona gestiona para que el verdadero
propietario se obligue a transferir la propiedad del bien a un comprador. Este sería el primer
supuesto de compraventa de bien ajeno. En el caso del Código Civil argentino su regulación
nos permite establecer los siguientes supuestos en la venta de “cosas” ajenas. Primero, se
presenta el supuesto en que la partes tengan conocimiento que la cosa es ajena, en tal
situación el contrato será válido para las partes, teniendo como obligación el vendedor
adquirir la cosa y obtener la ratificación de la venta por el propietario. Segundo, en el caso
ambas partes tengan conocimiento que la cosa es ajena, el acto recaerá en anulable, esta
situación se confirma con la entrega de la cosa por parte del vendedor, pero no podrá solicitar
su restitución. Si solo el vendedor tiene conocimiento que la cosa es ajena también se aplica el
anterior supuesto, recayendo en anulabilidad. El artículo 1539 del Código Civil peruano se
refiere a un supuesto en la que el comprador ignora que si el bien es de propiedad del
vendedor. En el momento de la celebración del contrato tenemos un vendedor que se ha
obligado a transferir. En este supuesto el vendedor ofrece el mismo transferir la propiedad. En
este sentido, primero el comprador debe ignorar la ajenidad. Es decir, debe creer que el
vendedor es propietario; y, por otro lado, haberse ofrecido el mismo transferir la propiedad.
Además, señala que estamos ante un supuesto de recisión. En el momento de la celebración
del contrato el comprador cree que los bienes son de propiedad del vendedor. En esta
situación, si transcurre un lapso de tiempo y el comprador descubre que el vendedor no era
propietario el 1539 señala que este comprador tiene derecho a rescindir (los supuestos de
rescisión son aquellos lo que legislador señala) el contrato. Es menester mencionar que las
figuras de los artículos 1537 y 1538 del Código Civil explica que en el supuesto del 1537 si es
que el promitente adquiere la propiedad está obligado a transferirla. La norma protege al
comprador, estableciendo que, si el promitente en el camino tiene la propiedad del bien,
entonces el promitente será quién esté obligado a transferir la propiedad del bien. Esto el
legislador lo ha manejado mediante la novación, la obligación antes era de hacer y ahora la
obligación es de dar. En el caso de la regulación argentina, el vendedor no está obligado a
entregar la cosa mientras que el propietario no lo autorice o le transfiera el dominio.
Derivándose dos situaciones. Primero que el vendedor se encuentre bajo la calidad de
arrendatario, mandatario, depositario etc., y que no tenga el poder de la cosa. En ambas
situaciones el vendedor no está obligado a entregar la cosa al comprador.

Por lo tanto, del análisis expuesto se puede comentar que ambas regulaciones presentan
elementos intrínsecos del contrato de compraventa, pero a su vez presenta ciertas
particularidades que cada legislación de cada Estado le ha atribuido según las necesidades en
materia contractual de cada país. Esta comparativa nos permite evidenciar como cada
legislador ha dado soluciones a problemáticas mediante figuras distintas, pero también el
concepto fundamental del contrato de compraventa, permanece más allá de las fronteras.

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