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El encantamiento de Dulcinea
…” transformaron y volvieron en una figura tan baja y tan fea como la de aquella
aldeana, y juntamente le quitaron lo que es tan suyo de las principales señoras, que es
el buen olor, por andar siempre entre ámbares y entre flores. Porque te hago saber,
Sancho, que cuando llegué a subir a Dulcinea sobre su hacanea (según tú dices, que a
mí me pareció borrica), me dio un olor de ajos crudos, que me encalabrinó y atosigó el
alma”
… “de ajos crudos, que me encalabrinó y atosigó el alma “Se refiere a el mal olor,
Ajos, comida villana, propia de labriegos y prohibida a los caballeros de la Banda,
encalabrinar, palabra antigua que usó en significación de hedor, mal olor intenso y
penetrante del hedor de los ajos.
En principio Sancho aparece como el personaje encargado de hacerle ver a Don Quijote
que sus fantasías no son reales, sin embargo en el devenir de la novela Sancho va
enloqueciendo y participando de esas fantasías.
En la segunda parte de la novela Don Quijote aparece con aspectos muy distintos a los
anteriores, sigue creyendo que se encuentra en el mundo de los caballeros andantes,
pero ahora no cambia la realidad sino los que lo rodea quienes engañándole, le hacen
ver un mundo de fantasía.
Don Quijote y Sancho Panza prosiguen su marcha y van rumbo a Zaragoza donde
siempre se celebran fiestas muy importantes todos los años.