LAS RELACIONES HUMANAS Y LA SOCIABILIDAD

1. LOS PROBLEMAS HUMANOS

Las relaciones que el hombre contrae en el transcurso de su existencia, pueden estar
referidas principalmente a los semejantes y a la naturaleza.
A los semejantes, porque no vive solo y tiene necesidad impostergable de estar en
compañía de ellos, sea para aprender, para desarrollar destrezas y habilidades, o para
adecuarse a una estructura social determinada.
Y con la naturaleza, porque es de aquí que el hombre extrae los elementos materiales para
su subsistencia, a través del trabajo.
Es en el sentido de estos dos tipos de relaciones, que emergen una multiplicidad de
problemas, y que en muchos casos resultan inherentes a la vida misma, obligando a que el
hombre permanentemente los encare no logre el éxito deseado. Sobre todo en sociedades
tan conflictivas como la nuestra en donde la problemática existencia, con sus mil rostros,
pareciera ser el pan de cada día y de nunca acabar.
Sin embargo, y esto es lo importante, el hombre como en todas las épocas lucha
denodadamente buscando el bienestar para él, para los suyos y para la sociedad en su
conjunto.
2. LA VIDA HUMANA COMO PROCESO DE ADAPTACION
Si se tiene en cuenta que la sociedad, es una realidad que nos antecede y que nos
sobrevive, va a resultar relativamente sencillo comprender que, la vida del ser humano es
un permanente proceso de adaptación hacia la sociedad a la que hemos encontrada
organizada al margen de nuestra voluntad.
Por lo tanto, vivir no es sino tratar con la sociedad. Buscar un lugar en su estructura,
comprenderla e introyectarla. Precisamente el proceso de adaptación, es conocido por
muchos autores como proceso de socialización, y que tiene lugar precisa y
permanentemente sobre todo en las primeras etapas de la vida.
Al llegar a la adultez el propio hombre se encuentra en gran medida adaptado, y se
constituye en representante de la sociedad y es en este sentido, que educara a sus hijos
buscando a su vez, socializarlos. En el fondo, podemos afirmar con convicción, el proceso
de adaptación dura desde el nacimiento hasta la muerte, y adquiere una diversidad de
modalidades y que permanentemente presionan al individuo para que se integre a la
sociedad en la que transcurre su existencia.
En cuanto nos referimos a la adaptación en el trabajo, tenemos que indicar que siendo
éste un proceso en el cual intervienen un conjunto de hombres con intereses y
aspiraciones diferentes y hasta contrapuestas, ideologías, costumbres y hasta tratos que
difieren entre si, y es que el hombre en su constante lucha por una adecuada adaptación,
debe procurar hacerlo especialmente frente a su grupo mas inmediato, a efecto de lograr
un ambiente de colaboración y de respaldo recíproco.
3. LA INADAPTACION
La adaptación completa, significa la integración al denominado “Status Quo”, por lo tanto
en alguna medida va a garantizar la defensa del orden existe (con sus bondades y con sus
iniquidades). Desde una perspectiva general, la inadaptación, sería lo contrario a la
adaptación, y en este sentido significaría la ruptura de la norma y el orden establecido y
por esto, de una u otra manera tienen que ser perseguidos por “subversivos”,
“revolucionarios” o en el otro extremo, por “locos” o “desadaptados sociales”
Es de notar que, dentro de este amplio grupo de inadaptados, se encuentra por ejemplo,
“los rebeldes sin causa” (constituidos en su casi totalidad por adolescentes), aquí también
se encuentra el lumpen proletariado (conformado por rateros, prostitutas, vagabundos,
pandilleros, etc.)
Sin embargo, dentro de la literatura de las Relaciones Humanas, la inadaptación tiene
antes que nada una connotación psicolohista, que busca en la personalidad, en los
sentimientos complejos, problemas personales, familiares, etc. Las causas de la
inadaptación y cuyas principales consecuencias, se reducen en el bajo rendimiento, en el
hastío, en las frustraciones, durante la jornada de trabajo. Por tanto vuelvo a recordar que
una de las tareas básicas del quehacer en las Relaciones Humanas en el trabajo, estriba
precisamente en buscar los mejores mecanismos, para que cada trabajador ocupe el
puesto que el corresponde de acuerdo tanto a su vocación como a su aptitud el hombre
adecuado para un puesto determinado, sólo así cada hombre se encontrará plenamente
adaptado a un medio de tanta significación para su existencia, como lo es el centro de
trabajo.
4. LA PERCEPCION DEL PROJIMO

La sociedad está compuesta por hombres y por tanto existe una relación de semejanza
entre sus integrantes, demostrable por la especie, por el ambiente o entorno que se crea.

Sin embargo, el sentimiento y la percepción del prójimo se encuentran umbilicalmente

influenciados y condicionados por las diferencias ya sea de grupo, de status o de clase
social que pueden ser prevalecientes en una sociedad determinada. Esto básicamente
quiere decir que, si bien es incuestionable afirmar que todos vivimos en una sociedad que
nos es común (la sociedad peruana por ejemplo),no por ello, podemos soslayar o
desconocer las diferencias que existen entre los hombres de un régimen social definido, ya
sea en los niveles económicos, políticos, culturales o en los sociales.

Por eso es que, debe entenderse que los sentimientos de igualdad y semejanza que
configuran la percepción del prójimo solo se da entre individuos que pertenecen a un
mismo grupo, status o clase social; puesto que en sociedades como la nuestra, al lado de
los grupos donde es posible observar la presencia real del prójimo, seria entre obreros de
una misma fábrica o entre los accionistas de una misma empresa, es lógico pensar que
éstos y los obreros, necesariamente, y por sobre las palabras e intenciones, tengan que
presentar diferencias de tal magnitud, que hacen que unos sean los dueños y explotadores
 y en tanto que la mayoría configure como lo que entendemos por pueblo trabajador, es
decir la clase de los explotados, de los desposeídos formal e informal.

5. EL SER HUMANO COMO PERSONA O UTILIZADO COMO SI FUERA OBJETO

Para abordar este tema tan interesante y controvertido, es necesario darnos cuenta del
medio ambiente en el que el hombre actúa. Será una persona humana, en un ambiente
que le permite realizarse plenamente como una persona verdaderamente humana, es
decir que le garantice la educación, la cultura, el trabajo, la alimentación, la vivienda, etc.
Se entiende que la satisfacción de estas necesidades tan imprescindibles e impostergables
para irrogarnos la condición humana. Sobre todo en nuestros días, se efectúa a partir del
desenvolvimiento laboral de una opción de trabajo al que todos estamos obligados.

En tanto y en cuanto que el hombre, será tenido como un objeto y cosa o como un animal,
cuando al perder su calidad humana, la sociedad le condena al hambre
crónico, a la desocupación, a los exiguos salarios que no alcancen ni
siquiera para la satisfacción de las necesidades más elementales, le
condene a las enfermedades, a la ignorancia, al alcoholismo, a la
prostitución, en fin, a la pobreza material y espiritual. Es decir que, en
este cuadro, el hombre ha perdido su condición humana, para convertirse
ni más ni menos que en un animal o en una cosa. Somos conscientes de nuestra
realidad y es que con esa misma objetividad que esperamos percibir la relación laboral
para coadyuvar a la articulación de una política de defensa del salario, como de propender
al logro de mejores condiciones de vida de la clase trabajadora. Recordando que se labora
al interior de una empresa o institución, la que tiene una lógica y una serie de intereses
que defender, es que nos permitimos concebir como objetivo de las Relaciones humanas
en el trabajo, la mejor coordinación posible de los distintos intereses de ambos sectores y
que éstos a su vez, se compatibilicen con los intereses de la sociedad vigente en la que
nos desenvolvemos, y sin que ello huela a postración, ignominia o resignación departe de
un quehacer profesional que pretende ser objetivo de acuerdo a las características reales
de nuestra sociedad.
Existe la necesidad de ser realista y por ello es que sabemos que el hombre vive de pan y
no tanto de los cambios que por desgracia no se dan de la noche a la mañana. Antes de
pensar, soñar o desear, debemos trabajar puesto que sería imposible y risible, renunciar al
trabajo, bajo el pretexto u orgullo, de resistirse a la explotación del sistema. Creemos que
todo depende de una estrategia a seguir, en la cual, se vislumbre y se aliente el proceso
que permita que el hombre (alguna vez por fin) pueda alcanzar su condición
verdaderamente humana.
En tanto a que se llegue a esa alta y anhelada condición, debemos desenvolver nuestra
existencia dentro de las condiciones actuales, aunque pretendiendo superarlas y,
evidentemente mejorarlas.
 Por supuesto que las relaciones humanas no van a solucionar y menos van a erradicar el
mal, por eso si, habrá de proporcionar los medios mas adecuados para una vida laboral
más comprensiva, menos aburrida y desesperante.
6. RASGOS DE LA INTERACCION HUMANA
Desde los orígenes de la humanidad, todo grupo o asociación de hombres, siente la
necesidad de vivir coexistiendo con sus semejantes.
¿Qué es la interacción humana?
LA INTERACCION HUMANA, EN EL FONDO NO ES SINO EL
INTERCAMBIO DE ACCIONES Y REACCIONES ENTRE LOS
INDIVIDUOS Y ENTRE LOS GRUPOS QUE CONFORMAN LA
SOCIEDAD, ES EL DIARIO SER INFLUENCIADA, E INFLUENCIAR
ES RESPONDER Y PREGUNTAR, DAR Y RECIBIR, ENSEÑAR Y
APRENDER, DIRIGIR Y OBEDECER. Diríamos que es la trama esencial de la
experiencia vivida por individuos, empresas e instituciones que conforman el contexto
social.
*Rasgos de la Interacción humana

Por otra parte, debemos señalar que los rasgos de las relaciones interpersonales, están referidos a
un amplio campo de aplicación. Las relaciones interpersonales en la familia, con los amigos, en el
club, en el barrio, etc. Sin embargo por su importancia, cobra especial interés las relaciones que se
dan en el trabajo, y que son principalmente de colaboración y subordinación.

Colaboración, por cuanto todos los trabajadores – desde el gerente hasta el portero –
tiene por finalidad alcanzar los objetivos y las metas que la empresa se
propone respecto a la produccion a los servicios que pueda prestar a la
colectividad como a sus propietarios y trabajadores.

Y subordinación, por cuando sino hubiese la disciplina al interior del centro de

trabajo y por ende si no se diese la obediencia respecto al organigrama, al
manual de funciones , al R.I.T. y en fin, respecto a las necesidades de la
producción, seria imposible la existencia de una empresa que pudiera arrojar un
margen de eficiencia y rentabilidad

Para dirigir el trabajo humano, está la administración y que es una situación difícil y compleja en
un mundo como el actual globalizado, intercultural, versátil, diversificado, atravesado por una
situación caótica por el empoderamiento de la corrupción, por la inseguridad ciudadana,
feminicidio imparable, una sociedad insensible e insensata, con una pérdida de valores que cada
día pareciera irrecuperable, pero que sin embargo, debe tener la finalidad de satisfacer de
manera racional las necesidades primordiales y básicas relacionadas o vinculadas a la tarea de
lograr justas retribuciones y mejores condiciones de trabajo, las que se hacen ver muy lejanas y
poco posible.

De modo pues, que toda administración ha de estar orientada al servicio y beneficio del hombre y
de ninguna manera en menoscabo de él, dado que no se puede orientar la interrelación ni dirige el
trabajo humano hacia fines que sean contrarios al valor y a la dignidad de lo verdaderamente
humano.

Esto que parece lógico y sensato, desde el punto de vista racional, pero que sin embargo, desde la
perspectiva ético - profesional, ha sido y es sistemáticamente desconocido y conculcado a lo largo
de la historia, y en el mundo presente, en todo tipo de comunidades y de latitudes. Y esta realidad
social, que como se sabe está en crisis, perdurara muchos años más ¿Cuántos? No lo sabemos,
pero sin embargo, si conocemos que el mundo contemporáneo no ha superado la explotación del
hombre por el hombre, las guerras, el egoismo, la desocupación, ni el hambre crónico de miles de
millones de seres humanaos (especialmente de niños) y todo esto, dentro de un cuadro que
conocemos con el nombre de neoliberalismo o imperialismo.

Con todo sugerimos promover algunas prácticas Administrativas, para qué en alguna medida se
pueda contribuir a la dignificación del trabajo. Proceso que habrá de tener en cuenta las
prioridades y necesidades básicas de las que hemos hablado. Podemos atender a las siguientes:

a) Justicia distributiva, especialmente en la administración de sueldos y

salarios.
b) Una técnica adecuada en la valoración personal
c) Desarrollo pleno del trabajador: Educación, capacitación,
Adiestramiento y formación.
d) Fomento a la iniciativa, servicio social, higiene, seguridad y salud
ocupacional
e) Fomento y apoyo a la creación de empresas, generando fuentes de
trabajo con responsabilidad social.
f) Captando mejores recursos económicos por la explotación de nuestras
riquezas naturales.
g) Interpretando y atendiendo las necesidades de la sociedad en la que nos
desenvolvemos para que mejore la calidad de vida de la mayoría de los
peruanos.

Esta forma de comprender la administración ofrece por si misma grandes ventajas desde el punto
de vista científico y desde una perspectiva práctica.
Se entiende que para lograr mejores frutos en las tareas de dirección y eficiencia dentro de la
dinámica empresarial, se debe propender a mejorar las relaciones interpersonales,
haciendo desempeñar su verdadero papel a la “Dinámica de grupos”, la
personalidad y a la tipología del líder”

UNIDAD III

LAS RELACIONES HUMANAS Y EL TRABAJO

1. EL TRABAJO
Constituye la actividad más importante para la vida del ser humano. Si no hay trabajo, no
hay vida y es la primera actividad social (pues implica el concurso de todos los
trabajadores.
Carlos Marx nos dice que: “El trabajo es ante todo, un proceso entre el hombre y la
naturaleza, durante el cual el hombre mediante su propia actividad, mediatiza, regula y
controla el intercambio de sustancias entre él y la naturaleza”
Desde la perspectiva de las Relaciones Humanas, debe de constituir su preocupación
central, puesto que tiende a investigar las interrelaciones de orden psicológico y social que
se producen en el curso de la actividad laboral.
2. LA VOCACION PROFESIONAL
Consiste en las preferencias que una persona tiene para el ejercicio de determinada
ocupación o profesión. Cuando se desempeña en el campo laboral, que uno ha
deseado vocacionalmente se produce una adaptación e integración de la
persona con resultados muy halagadores y si a esto, agregamos las
aptitudes al trabajo que se realiza, esos resultados serán aún mayores:
Y es que en realidad, no hay profesiones mejores ni peores.
De lo que se trata es de ver que el éxito alcanzado por las personas en los distintos
campos del trabajo, ha sido fundamentalmente porque tuvieron la suerte de haber hecho
coincidir: aptitud, vocación y posibilidades económicas como para seguir una profesión.
Recordemos que, para triunfar en la vida necesariamente no se requiere haber concluido
una carrera universitaria.
3. LA FRUSTRACION
“La frustración es la situación provocada por la presencia de un obstáculo en el camino de
la realización de un deseo” (Pierre Weil)
Sus síntomas pueden ir desde la pena, el abandono, la cólera explosiva y hasta la
ejecución del propio suicidio. Las reacciones que pueden ocasionar las frustraciones, están
referidas a la conducta agresiva de resignación o de fuga antela presencia de cualquier
obstáculo. No está demás señalar que la conducta más encomiable es
aquella que está dirigida a la resolución del problema, motivo de la
 frustración, no olvidemos que el concepto central de Relaciones Humanas es el de
“Actitud”

4. LA SENSACION PLACENTERA Y FRUSTRANTE EN EL TRABAJO

Cuando el hombre produce, se está realizando no sólo porque exterioriza y plasma sus
habilidades, su conocimiento, su esfuerzo, sino que con esta actividad le es posible vivir y
reproducir su existencia él y su familia. Cuando sus esfuerzos son compensados
justicieramente se produce una natural satisfacción, máxime si se trabaja en colaboración
y desempeñando funciones para las cuales uno está preparado.
Empero, que el trabajo que es y debe ser fuente de satisfacción, se suele truncar con
facilidad (sobre todo en sistemas sociales como el nuestro), en frustración. Cuando por él
se aceptan condiciones infrahumanas: bajos salarios, explotación y desadaptación
respecto a los puestos que el trabajo presente cuando uno los desempeña sin tener las
habilidades ni las condiciones que el puesto requiere.
Hay frustración cuando no hay espíritu de colaboración ni compañerismo, hay frustración
cuando los medios de comunicación quedan bloqueados, y se produce un ambiente frígido
e impersonal. Hay frustración, cuando a una verdadera política de ”Relaciones Humanas”
se le opone el verticalismo que se traduce en el mando impositivo y dictatorial de los jefes
y accionistas, que omiten la comprensión y las razones de los subordinados.
Evidentemente el problema de la frustración en el trabajo, es una parte
sustantiva de la problemática de la alineación. Problemática, que alcanza
los límites de mayor deshumanización o cosificación, precisamente con el
sistema capitalista.

5. LA AMISTAD
Surge en el trato de dos personas o más y básicamente significa ese afecto desinteresado y
personal que lleva a los hombres a tenerse confianza, a prestarse colaboración y ayuda en
los momentos requeridos. Cuando es verdadera, es recíproca y no conoce límites,
pudiendo llegar hasta el sacrificio personal, con tal de favorecer ó socorrer al amigo que
necesita ayuda.
La amistad, es a nuestro juicio uno de los elementos básicos y de mayor
significación en la teoría y práctica de las “Relaciones Humanas”. Quien
sabe sino sea, el sentimiento humano de más antigua data, y cuya
perduración será hasta cuando deje de existir la propia especie humana.
En cuanto a la importancia de la amistad para la optimización de las relaciones laborales,
diremos simplemente, que éstas llegan a su expresión más alta, cuando entre los
trabajadores se da un auténtico sentimiento de camaradería, de
compañerismo y que posibilitan un clima de verdadera tolerancia y
comprensión entre los distintos niveles de personal que tiene una
determinada empresa.
LAS RELACIONES HUMANAS Y LA PERSONALIDAD
1. LA PERSONALIDAD
Ha sido definida desde diversos puntos de vista. Nosotros a manera de ilustración,
simplemente tomaremos dos de Luzuriaga que dice: ”Es el conjunto de rasgos
psíquicos que caracterizan a una persona” o que “Es el conjunto de rasgos
intelectuales, afectivos, voluntarios y morales que caracterizan y
diferencian a una persona
1.1 Formación de la Personalidad
Aunque para muchos la herencia como factor formativo de la
personalidad, ha sido descartado en nuestros días, sin embargo
otros persisten en considerarla, puesto que se afirma que las
aptitudes artísticas, deportivas, científicas, etc. Tienen en
alguna medida origen hereditario. Los rasgos psíquicos
constituyen otro canal formativo de la personalidad y están
referidos a la inteligencia, a la fuerza de voluntad, a la
memoria, a la imaginación, etc.
Pero, los factores más importantes son sin duda alguna los socio-
culturales: La cohesión familiar, el medio ambiente en el que
uno se desenvuelve, la pobreza, las creencias y costumbres, la
educación recibida en la casa y en el colegio, etc.
1.2 Tipos de personalidad
Son : la personalidad normal y la personalidad anormal
La personalidad normal, es la que tienen los seres humanos, cuando
participan activa y responsablemente en la familia, en el
trabajo, en el grupo; en fin en la sociedad. En tanto que la
anormal es: la disposición innata por la cual, la espontaneidad,
la impresionabilidad y la manera de reaccionar del sujeto se
manifiesta en tal forma que el individuo entra fácilmente en
dificultades y conflictos con los demás y consigo mismo, incluso
en las circunstancias ordinarias de la vida ( Honorio Delgado)
En cuanto a sus tipos, podemos afirmar que existen básicamente dos
susceptibles de combinarse en el mismo sujeto: la psicopática que
corresponde a individuos (psicópatas) que hacen sufrir a los que los rodean
 por causa de su personalidad anormal, y la neuropátic propia de las personas
neurópatas) que sufren en si mismas, debido a su anormalidad.
Dentro de los rasgos de la personalidad anormal, pueden señalarse 1. La
poca capacidad del sujeto para ajustar satisfactoriamente a su
medio, 2 Volubilidad anexa a la carencia de planes y fines
últimos, 3) predominio de las tendencias instintivas sobre la
razón y que se traduce en la falta de freno, 4) Egocentrismo y
sed de dominación, 5) Contraste entre el ser real del sujeto y
la apariencia de su exteriorización, debido a la propensión de
engañar a los demás y así mismos, deficiente o nula disposición
para amar, para comprender y valorar a los demás.
1.3 Personalidad y trabajo
Cada hombre, tiene una determinada personalidad ,y que precisamente hace
que uno se distinga de los demás. Dentro de las actividades de mayor
significación para probar a una personalidad madura y responsable.
Encontramos, sin duda alguna el trabajo: Es aquí, donde
convergen personalidades que aceptando la gran significación
del trabajo, demuestran puntualidad, eficiencia,
responsabilidad, espíritu de compañerismo y solidaridad, etc,
Por el contrario, la irresponsabilidad, las faltas
consuetudinarias al deber, no son sino manifestaciones de una
personalidad inmadura, que en algunos casos puede llegar a configurar a
psicópatas o a neurópatas.
Por cierto, que al hablar de personalidad en el trabajo, de cumplimiento de los
deberes contraídos, etc., debemos reconocer también, que dentro del actual
sistema social, existe un talón de fondo desalentador para el trabajo eficiente
y de responsable calidad, toda vez que los trabajadores que no tienen nada en
propiedad –excepto las fuerzas de trabajo que la alquilen a cambio de un
sueldo o un salario. Se encuentran obligados a trabajar para beneficio no
tanto de ellos, como si de sus patronos.
2. EL MANDO
Es la actitud que asume una persona que diretamente gobierna a otras (Gregorio
Fingermann) pero lo importante para nosotros es que no se trata solo
de impartir órdenes, sino más bien de dirigir el trabajo humano.
2.1 Tipos de Mando
Existe una multiplicidad de tipos, según los diferentes criterios clasificatorios.
Sin embargo, podemos destacar : El vertical y despótico, el
 represivo, el manu militar”, el democrático y sugerente, el
contemplativo y el “dejar hacer y dejar pasar”
Evidentemente, el mejor tipo de mando, es aquel que comparece con la
idiosincrasia de los trabajadores y tiende a imponerse en un ambiente
humano de democracia, de respeto mutuo y conocimiento pleno de las partes
integrantes de la institución. En definitiva, el mejor tipo de mando
se ha de plasmar en una persona que antes de imponerse por el
derecho que le da el ejercicio del cargo que desempeña, se
impondrá por su Don de gente, por su capacidad de sugerencia y
convencimiento y a la vez, por su gran capacidad de comprensión y
sensibilidad humana.
2.2 Psicología del Mando
Cada empresa es una organización estructural en vista a la consecución de un
beneficio (capitalización de la plusvalía). Por lo tanto, tiene un cuerpo
directriz, cuya responsabilidad se centra en la buena marcha de la institución
de manera primordial. Esto quiere decir que hay necesidad de tomar en
cuenta una serie de decisiones y de actuación, de preveer, de imponer una
política de acciones al personal subordinado.
Pero esta política para ser eficaz, debe ser ponderativa equitativa
y sobre todo, debe de sustentarse en el más amplio conocimiento de la
personalidad de todos y cada uno de los trabajadores bajo
mando: La mejor manera de lograr una buena marcha, no se imponiéndose
vertical y despóticamente, sino creando un ambiente de colaboración,
confianza y democracia, en donde sea factible sugerir la orden antes de
imponerla compulsivamente. No se debe decir ”alcánzame el folder”, sino
“Por favor me podría traer el folder” No se debe decir “Oye cómo estas” sino
“Pedro, cómo está” (siempre se le debe llamar por su nombre).
El administrador no puede utilizar la autoridad
institucionalizada como recurso fundamental para la asignación
y el cumplimiento de las tareas. Mas bien debe de motivar a
sus subordinados apelando a su inteligencia y a la satisfacción
de sus necesidades (D.Basil). Por eso es que el mando es la cualidad que
tienen personas que ocupan una función directiva y en la cual, demuestran:
inteligencia, persuasión, comprensión, amplitud y don de gente, para hacer
prevalecer su criterio. Por cierto que esto no significa que uno está para
mandar y el otro, para obedecer. Y si no estuviesen de acuerdo, sería
conveniente definir el campo de la administración y establecer la
relación entre la teoría y la realidad y veremos que para muchos
 se dará la controversia de deslindar si la administración es un arte o una
ciencia. Arte, es simplemente virtud o destrezas para la
aplicación práctica del conocimiento, en cambo la Ciencia es la
idea del conocimiento sistematizado, su propósito es explicar y
clasificar los fenómenos que nos rodean y tras de admitir que ambos
argumentos tienen algunos puntos verdaderos, es que también coincidimos
en afirmar que la administración es arte y ciencia, y es que esta
conjunción la que permite que la administración sea una de las disciplinas
basadas en la ciencia más reciente y de mayor significación e importancia en
nuestros días.

3.3 Personalidad y Cualidades del Jefe

Los líderes o jefes no nacen, se hacen y para ser un buen jefe, creemos que fundamentalmente se
debe de ser inteligente, a la vez, se debe de tener una gran capacidad de comprensión sobre la
problemática de los seres humanos y de los trabajadores en particular.

Se debe asimismo, ser una persona preparada, ejemplar en el trabajo, para que de esta
manera, pueda exigir a los otros el cumplimiento debido de las funciones encomendadas, debe de
infundir respeto y a la vez confianza debe de ser una persona presta a solucionar los
problemas de sus trabajadores, para lo cual permanentemente mantendrá una política
de puertas abiertas.

En fin debe de ser una persona permanentemente consciente de sus

responsabilidades profesionales y humanas. Solo de esta manera, estará
demostrando una personalidad y un conjunto de cualidades intelectivas y humanas
plenamente concordantes para el ejercicio adecuado del cargo que se detenta.