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Los pobres no diezmaban en el antiguo testamento ¿adonde dice

que los cristianos tengan que diezmar y mas aun los pobres?

(Deuteronomio 26:12-13) Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en


el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano
y a la viuda; y comerán de tus aldeas y se saciarán. 13 Y dirás delante de Señor tu
Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero,
al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido
tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos. [véase también Deuteronomio14:28-29].
(Malaquías 3:). Y vendré a vosotros [sacerdotes] para juicio [contra] … los que
defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia
al extranjero, no teniendo temor de mí, dice el Señor de los ejércitos.
(1 Timoteo 5:8.) Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de
su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
¡El Antiguo Testamento no ordenaba que los pobres diezmaran! ¡En realidad, el
hecho bíblico es que sucedía todo lo contrario! La ley mosaica mandaba que el
pueblo de Israel, especialmente los sacerdotes, alimentaran y cuidaran de los pobres,
las viudas, los huérfanos, los extranjeros, y los levitas con el diezmo. Los pobres
recibían parte de los diezmos, las ofrendas, las rebuscas, y la liberalidad de
Israel.
El Código de Leyes Judías dice: “El que apenas tiene lo suficiente para sus propias
necesidades, no está obligado a hacer caridad, porque su propio sostenimiento tiene
prioridad sobre el ajeno” . El Mishnah judío contiene otras exenciones que se aplican a
los pobres. Desafortunadamente, es demasiado común ver iglesias grandes con
muchos pobres que dan por encima y más allá de sus medios por temor a la
maldición de Malaquías 3:9. Es una desgracia esperar que los pobres entreguen
diezmos de sus cheques de beneficencia y del Seguro Social. Muchos pobres que
diezman luego se ven obligados a depender aun más de la beneficencia porque la
iglesia no devuelve más a los pobres de lo que recibe de ellos. Tal tratamiento es
opresivo para los pobres y un escándalo en la actualidad.
La ordenanza de la rebusca.
(Deuteronomio 24:19-21) Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna
gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el
huérfano y para la viuda; para que te bendiga el Señor tu Dios en toda obra de tus
manos. 20 Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras
de ti; serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda. 21 Cuando vendimies tu
viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
El diezmo de la tierra no incluía toda la tierra. Dios ordenó a los propietarios de
tierras que no cosecharan los rincones y que no recogieran lo que hubiese caído
al suelo durante la cosecha. Estas rebuscas sagradas eran para los pobres.
¡Ciertamente, los pobres no diezmaban de las rebuscas!
A causa de que el propósito era que fuese un siervo pobre de Dios y que no tuviese
herencia de la tierra ni ninguna riqueza personal, el levita era a menudo puesto a la
cabeza de la lista de los necesitados y los pobres. Como tal, el levita y los de su casa
recibían diezmos (Deuteronomio 14:29; 16:11, 14, 26:11-13). Sin embargo, la lista de
los que tenían derecho a recibir diezmos también incluía otras personas que no
poseían tierras, como los extranjeros, los sin padre, los huérfanos, y las viudas. Como
se mencionó antes, el extranjero, el huérfano y la viuda son parte de tema recurrente
en el Pentateuco y los profetas mayores. Como pobres que no poseían tierras, recibían
diezmos, pero no estaban exentos de ciertas ofrendas.
Las ordenanzas de la ley disponían sacrificios más pequeños de los pobres.
Levítico 14:21 Mas si fuere pobre, y no tuviere para tanto [dos corderos], entonces
tomará un cordero [solamente] para ser ofrecido como ofrenda mecida por la culpa,
para reconciliarse, y una décima de efa de flor de harina amasada con aceite para
ofrenda, y un log de aceite.
Levítico 27:8 Pero si fuere muy pobre para pagar su estimación, entonces será llevado
antes el sacerdote, quien fijará el precio; conforme a la posibilidad del que hizo el voto,
le fijará precio el sacerdote.
Además de recibir diezmos, a los pobres también se les permitía llevar ofrendas
requeridas más pequeñas y se les permitía pagar menos dinero de redención. Los
pobres tenían muchas otras leyes especiales que les protegían. Siempre se les
permitía recuperar sus propiedades (Lev. 25:25-28); se exigía justicia igual para
ellos (Éx. 23:6; Prov. 31:9); Israel tenía que abrir sus puertas para ellos y prestarles
dinero libremente sin intereses (Deut. 15:7-8, 11; Lev. 25:35-36); las piezas de ropa
dadas en prenda por préstamos debían ser devueltas antes de la puesta del sol (Deut.
24:12; y los salarios debían ser pagados diariamente antes de la puesta del sol (Deut.
24:15; Mat. 29:8; Sant. 5:4). Estas leyes se aplicaban tanto a los israelitas como a los
extranjeros (Deut. 24:14).
Se le ordenaba a Israel hacer regalos especiales a los pobres during las
festividades (Ester 9:22) y cada séptimo año toda la tierra de labranza debía
permnanecer ociosa y estaba disponible para los pobres (Lev. 25:6). Lo mismo ocurría
con cada quincuagésimo año de jubileo; el gran festival del jubileo era especialmente
para los pobres y los necesitados (Lev. 25:8-16, 23-35; 27:16-25; Núm. 36:4; Eze.
46:17). Dios honra la cantidad de sacrificio al dar más que el valor de las cosas
dadas (Mar. 12:42-44). Deja claro que oprimir al pobre es pecado (Deut. 10:19; Prov.
14:31, Jer. 22:16-17; Eze. 16:49; Amós 2:6-7; 4:1; 5:12; 6:4; Zac. 7:9-10; Mal. 3:5-6).
Dios ciertamente castigará a los que oprimen a los pobres (Isa. 3:14-15; 10:1-2; 11:4),
y los justos serán conocidos según cómo trataron a los pobres (Deut. 12:13; 15:11;
Sal. 140:12-13; Prov. 19:17; 31:20; Jer. 22:16).
¿Cómo escapará el dirigente religioso rico? Isaías 3:14: “Jehová vendrá a juicio contra
los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la
viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas”.
José y María entregaron la ofrenda más pequeña de los pobres.
Lucas 2:22-24. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos [la de María,
por haber dado a luz], conforme a la ley de Moisés, le trajeron [a Jesús] a Jerusalén
para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que
abriere la matriz será llamado santo al Señor) [Lev. 12:6-8] 24 Y para ofrecer conforme
a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.
Los padres de Jesús no tenían que entregar diezmos. Eran pobres carpinteros a los
que nos se les exigía entregar diezmos del producto de la tierra si no poseían tierra.
Cuando presentaron al niño Jesús en el templo, no se les exigió la acostumbrada
ofrenda de un cordero del primer año, a causa de su pobreza.
Jesús no diezmó.
¡Jesús no diezmó! ¿Blasfemia? No, en absoluto. Los títulos de estos capítulos son una
verdadera sorpresa para la mayoría de los que abogan por el diezmo. La simple razón
de estas afirmaciones verdaderas se encuentra en la definición bíblica del diezmo
como se explica en el capítulo uno. La Biblia enseña claramente que sólo a los
propietarios de tierra israelitas y a los dueños de rebaños israelitas dentro de
Israel se les exigía diezmar sus productos. Esta definición muy estrecha, pero muy
verdadera, elimina a todos los que no eran propietarios de tierras, a todos los
comerciantes, y a todos los que eran demasiado desafortunados para criar animales
para ganarse la vida en Israel. Tampoco cambió jamás esta estrecha definición del
diezmo entre los judíos durante más de mil años; todavía era la definición en tiempos
de Jesús.
Jesús no diezmó con sus discípulos; Mateo 12:1-2; Marcos 2:23-24, Lucas 6:1-2.
Mateo12:1-2. En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados un día de reposo; y sus
discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. 2 Viéndolo los
fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de
reposo.
¡Jesús no era una de las personas a las que se les exigía diezmar! Jesús había sido
carpintero y muchos de sus discípulos habían sido pescadores. Si ninguno de sus doce
discípulos era granjero ni ganadero, entonces, por ley, a ninguno de ellos se le exigía
diezmar, sólo hacer ofrendas voluntarias. Además, el incidente de más arriba sobre la
rebusca es notable. Primero, puesto que éste no era un año sabático ni un año de
jubileo, este incidente tiene que referirse a las leyes de la rebusca. Segundo, las leyes
sobre la rebusca eran específicamente para los pobres. Tercero, ¡los fariseos no
reprendieron a Jesús y a sus discípulos por no diezmar la cosecha! La única acusación
es la de que trabajaron en sábado.
En conclusión, puesto que los pobres no poseían tierras y, puesto que los pobres en
realidad recibían diezmos, Dios no requería que los pobres del Antiguo Testamento
diezmaran. Los pobres ni poseían tierras labrantías ni criaban rebaños
(sustancialmente) y, puesto que Dios está lleno de gracia y de misericordia, no está
dentro del ámbito de su carácter divino y santo pedirle a una persona pobre que diezme
y se prive a sí mismo y prive a su familia de las necesidades básicas de la vida. No hay
ni un solo texto del Antiguo Testamento que ordene diezmar a los pobres. Dios estaba
satisfecho con aceptar sus ofrendas voluntarias.
Los que les dicen a los pobres que den a la iglesia el diez por ciento de su ingreso
bruto y de esa manera hacen que esos mismos pobres sean privados de las
necesidades básicas simplemente no están enseñando principios de gracia y ofrendas
voluntarias ni del antiguo pacto ni del nuevo pacto.

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