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¿Alguna vez habéis actuado en un obra de teatro? A nosotros en el colegio, para bien
o para mal, hasta cierta edad nos obligaban a representar un papel, de "prota" o de
arbusto, pero no te salvabas de salir en la función. Obviamente a esa edad ni se nos
pasaba por la cabeza la posibilidad de que esta actividad tuviera algo de
"terapéutico", ni mucho menos. Para nosotros era la oportunidad, la excusa, para
echarnos unas risas y hacer el payaso, y la realidad es que más de uno venció su
vergüenza, su inseguridad y sus complejos, y más de otro entrenó su sentido del
humor, su capacidad de improvisación y su espontaneidad. De hecho y ahora que
menciono esto último, me acuerdo de una obra en concreto del Arca de Noé en el
que a una amiga y a mí haciendo creo que de animales (tampoco es que hubiera
mucha opción jaja) nos entró la risa floja y por no poder parar el ataque, todavía no
sé si nos cargamos la obra o le alegramos la tarde a los espectadores, que estaban ya
revolviéndose en las sillas buscando postura para echarse un sueño. A espontaneidad
os aseguro que no nos ganó nadie.
Bueno, hace casi un año (Dios mío cómo pasa el tiempo) me encontré en Brasil con
una asignatura que, entre otras terapias, enseñaba una muy vinculada al teatro. No
solo me encontré con la asignatura, sino con una profesora que era especialista en
ella, pues le había servido como un recurso óptimo para ofrecer ayuda psicológica
en Mozambique, que por si no lo sabéis, fue colonizado por los portugueses y tiene
una sociedad con unos valores y creencias exageradamente diferentes a los nuestros
que no encajan del todo con las propuestas psicológicas europeas (o más bien al
revés), pero de eso ya hablaré más adelante. La suerte fue que pude entrevistarla y
fue demasiado interesante... Si me da el visto bueno la publico aquí, aunque esté en
portugués.
Bueno, yo ya había oido hace tiempo de la existencia de este tipo de terapia, sin
embargo, a juzgar por el nombre, se mantenía lejos de mi interés. Fue allí cuando
tuve la oportunidad (o la obligación) de sentarme a conocer esta línea terapéutica de
tan irrisorio nombre. Psicodrama.
Quien escuche el nombre de psicodrama por primera vez es posible que piense
automáticamente en un escenario con personas haciendo el gilipollas. Y es que así,
más o menos, comenzó todo. Jacob Levy Moreno (1889-1974) observó en la
década de 1920 cómo los niños, a través de sus juegos, interpretaban los diferentes
roles que toman los adultos en la sociedad (los míticos juegos de mamás y papás,
médicos, etc.), además de observar cómo el teatro incitaba sentimientos y provocaba
la liberación de una gran carga emocional en actores y espectadores. Estos dos
elementos que Moreno unió para crear esta técnica psicoterapéutica fueron los que le
convirtieron en pionero de la psicología social y de la psicoterapia de grupo.
El teatro terapéutico
Por otro lado, estos dos conceptos están muy relacionados con el de catarsis, otro
elemento nuclear y una de las metas principales del psicodrama. La catarsis se
entiende como una liberación de las emociones reprimidas en la persona que da
lugar a sensación de alivio, relajación y experiencia saludable. Puede darse se forma
activa en los participantes, o de forma pasiva en los espectadores. Este fenómeno
favorece la comprensión de uno mismo, esto es, el autodescubrimiento. Se persigue
mediante la dramatización espontánea, sin guión, y mediante la acción e interacción.
- Naturaleza grupal
Hay un gran debate sobre si fue el Psicodrama o la terapia Gestalt la que comenzó
las terapias grupales. Sea como sea ambas son de orientación experiencial, luego por
las fechas en las que surgieron ambas aproximadamente la modalidad de terapia
individual dio un giro para incorporar al grupo, que más tarde se extendería al
sistema (principalmente familiar o conyugal).
Los instrumentos
El director
El yo-auxiliar
El protagonista
Clave. Representa un tema elegido de interés grupal.
El escenario
Entorno real donde tiene lugar la puesta en escena. Se organiza según lo que
necesita el protagonista, elementos como muebles, luces, música, etc.
El público
Son los espectadores o auditorio. Viven las escenas con intensidad y vivencian una
repercusión emocional. Pueden reirse, comentar, protestar u opinar. El director ha de
estar atento a las reacciones de éstos.
1. Calentamiento:
Como buena actividad corporal que es, el psicodrama requiere de un calentamiento
previo, pues así en seco nadie saldría a escenificar elementos del mundo emocional
íntimo y privado. Dialogando con los participantes se establecerá una comunicación
relajada, fluida, cargada de humor a ser posible, cuidando la formación de subgrupos
y dirigiendo indirectamente a todos al camino de un mayor conocimiento
interpersonal hasta que surgen puntos comunes a tratar, conflictos de interés grupal.
Esta etapa culmina con la elección de un protagonista.
2. Dramatización:
El meollo. Este es el cuerpo de la estructura, en esta etapa el protagonista sale a
escena con el tema surgido y elegido y empieza a hacer el paripé. Paripé en el buen
sentido de la palabra. Se espera de él que sea espontáneo a más no poder y vivencie
su rol al máximo desde una actitud de compromiso afectivo. Dramatizando surge la
capacidad de experimentar emociones auténticas asociadas a los conflictos. Esto
posibilita tener "insights" o conciencia de sí mismo y de lo que le sucede.
3. Comentarios:
¡Plas, plas! Acabada la dramatización, se deja espacio para la manifestación del
impacto que la obra ha tenido sobre los espectadores, donde pueden expresar sus
vivencias, identificaciones, emociones experimentadas, etc. El protagonista recibe
generalmente muestras de empatía e identificación, la sensación de que es entendido
y apoyado por otros, de que no es el único al que le pasa. En este caldo de cultivo
donde tiene lugar la catarsis grupal, surge un intercambio de experiencias,
reflexiones y vivencias donde surgen nuevos productos que pueden ser materia de
una nueva dramatización.
Técnicas
Espejo: Esta técnica se diferencia de la del doble porque se limita a imitar conductas
sin extender nada, con el fin de que se vea a sí mismo reflejado, lo que le posibilita
contrastar objetivamente lo que los demás perciben de él cuando se comporta de
determinada manera.
Hay otras técnicas como las que me contaba Larissa Polejack que tuvieron mucha
resonancia en Mozambique, como el uso de marionetas o guiñol. El método
psicodramático cuenta con una enorme flexibilidad y el uso de técnicas puede
adaptarse a las necesidades de los miembros del grupo o incluso se ha comenzado a
realizar psicodrama a nivel individual, aunque existe cierta controversia del
sentido de este método en un solo individuo. Sea como sea, las técnicas son
fácilmente integrables en otros modelos o líneas terapéuticas y este ha sido uno de
los motivos del éxito que ha tenido y está teniendo esta rama de las terapias
experienciales, además de por estar muy vinculada a la moderna y
extendida Psicología Positiva.