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Poner orden en los pensamientos para

ordenar la vida
 12 junio, 2020
Este artículo ha sido escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater

Hay épocas en que todo está revuelto: el cabello, la vida, las emociones... Ordenar
los pensamientos y poner un poco de equilibrio a nuestro universo mental revierte
de manera directa en nuestra calidad de vida. Estas son las claves para lograrlo.

 Vivir en el campo, una opción muy saludable


 Paseos y meditación, dos grandes aliados del bienestar
 La necesidad de tomar contacto con la naturaleza tras el confinamiento
Poner en orden los pensamientos es el primer paso para dar
armonía a nuestra vida.  Al fin y al cabo, hay épocas así, esas en las que el
mundo entero parece desordenado ante nosotros, las prioridades se desvanecen,
las preocupaciones se acumulan y apenas entra la luz en la ventana de nuestras
esperanzas. Es muy fácil caer en estos estados y muy difícil recuperar la calma.
Decía William Shakespeare que lo último que debemos hacer es
darle lengua a los pensamientos.  Tenía razón, porque esta es sin duda
nuestra mayor costumbre: darle voz y conversación a casi cualquier idea que nos
viene a la mente, sin importar lo negativa o catastrófica que sea. No podemos
olvidar tampoco que en épocas complicadas y marcadas por las incertezas, este
tipo de pensamientos son los más comunes, los más recurrentes.
Casi sin saber cómo, nuestro cerebro se transforma en un escenario
caótico, es como una casa por dónde ha pasado un huracán.  Para
ponerlo orden es necesario convertirnos en una Marie Kondo del universo mental,
hay que higienizar, retirar los enfoques que ya no sirven, las creencias caducadas,
los esquemas que solo actúan para hacer daño y, por su puesto, hay que
desinfectar espacios en los que la negatividad ha hecho costra.

Se trata de una tarea de gran trascendencia que puede revertir de manera directa
en nuestro estado de ánimo e incluso, en la propia capacidad para manejar los
problemas presentes y futuros. Conozcamos más datos al respecto.
«Para disfrutar de buena salud, para traer la verdadera felicidad a la
familia, para traer paz a todos, primero se debe disciplinar y controlar la
propia mente».
-Buda-

Poner orden en los pensamientos para ganar en


felicidad
Poner orden en los pensamientos, disciplinar la mente, dar calma al cerebro,
reorganizar ideas, emociones, preocupaciones… Podemos definir de muchas
maneras este tipo de necesidad esencial, sin embargo, todas ellas nos obligan a
entender algo muy simple. Debemos asumir el pleno control sobre todo
aquello que acontece en ese palacio mental que tan a menudo queda
preso del estrés y la ansiedad.
Para ello, es útil interiorizar una metáfora: vamos a convertirnos en el CEO
de nuestros pensamientos , en un directivo exigente y humano, en un líder
intuitivo y sagaz a la vez que compasivo. Conozcamos por tanto algunas sencillas
claves:
Escuchar y reconocer
Algo esencial en todo buen líder es escuchar a sus empleados y
comprender cuál es su realidad personal.  No solo se debe preocupar por
saber cómo están, además, debe cerciorarse de que ese empleado comprende
cuál es el fin de la empresa de la que forma parte. En nuestro caso, la meta es la
siguiente: alcanzar el bienestar, la felicidad y desarrollar nuestro máximo
potencial.
Como jefes de nuestra mente debemos sondear cuál es el clima
general de ese interior. ¿Hay un exceso de preocupación, de estrés quizá?
¿Qué debería hacer para resolver ese estado general que entorpece el fin que
deseo lograr?
Comprendiendo los desencadenantes
Para poner orden en los pensamientos es necesario comprender qué
está motivando ese caos, ese malestar general. Cualquier directivo está
obligado a crear mecanismos para averiguar cuál es el problema que está
afectando al buen funcionamiento de la empresa. Un recurso útil en el campo de la
organización y la empresa es el diagrama de Ishikawa.
En nuestro caso, y para clarificar por qué nuestros pensamientos están
desordenados, alterados y orientados solo a generarnos malestar, intentaremos
entender qué emociones hay detrás de ellos. Este sería un ejemplo:
 «Siento que algo terrible va a suceder». —> Miedo –> ¿Cuál es el
origen de ese miedo?
 «No soporto que ciertas personas me traten de tal manera».  –>
Frustración –> ¿Qué puedo hacer para resolver esa frustración?
 «Últimamente he perdido la motivación, no tengo ganas de nada y
nada atrae mi interés».  –>Tristeza –> ¿Qué motiva ese estado? ¿Qué
cambios puedo hacer para sentirme mejor?
Para poner orden en los pensamientos, aprende a pensar más
despacio
Lo sabemos, cualquier CEO de una pequeña o gran empresa lo último que nos
diría es que trabajemos más despacio. Sin embargo, ese líder de nuestro universo
mental al que debemos entrenar, tiene que ayudarnos a tomarnos las cosas con
mayor calma. Tal y como nos indica el premio Nobel Daniel Kahneman en su
libro  Pensar rápido, pensar despacio , hay momentos en que podemos
beneficiarnos de un pensamiento más lento, deliberativo y lógico.
En épocas de ansiedad y estrés, en esos momentos en los que la mente va más
acelerada que la propia vida, es necesario asumir otro enfoque. Uno más centrado
en el momento presente. Pensar más despacio nos permitirá aplicar ese
filtro mental con el que separar las ideas lógicas de las ideas
irracionales.
Razonar un poco más despacio no nos hace menos inteligentes, al contrario. Nos
permite ver las cosas con mayor perspectiva y claridad.  Solo entonces
apreciamos qué es prioritario y qué secundario. Pensar más despacio facilita a su
vez el poder higienizar esos esquemas que crea el miedo o la ansiedad para
después, desactivarlos y permitirnos dejar espacio a la esperanza, a la positividad.
No dudemos en aplicar estas estrategias cuando percibamos ese desorden interno
que a la larga, trae el caos a nuestra vida. Al fin y al cabo, pensar bien es
sentirnos mejor.

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